Inés Calvo Martín1
CONTRIBUCIÓN DEL ATLAS DE LOS PAISAJES DE ESPAÑA A LA INTEGRACIÓN DEL PAISAJE EN PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO TERRITORIAL RESUMEN El paisaje como recurso natural y patrimonio cultural colectivo debe formar parte de las variables a tener en cuenta en las políticas e instrumentos de ordenación y desarrollo territorial. Su gestión plantea tres tipos de actuaciones: las de protección, las de restauración y las de conservación. En este contexto, el estudio Caracterización e Identificación de los paisajes en una gestión integrada en los diferentes niveles de planificación. La definición y delimitación de unidades de paisaje permitirá su utilización en el proceso de ordenación. El objetivo final del estudio es la publicación del Atlas de los Paisajes de España. Los resultados que se obtengan serán, sin duda, un claro referente para una gestión sostenible de los paisajes, tanto en el marco de las políticas sectoriales como en el futurible ámbito de una política concreta del paisaje.
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Directora de Programas de la Unidad de Desarrollo Territorial del Ministerio de Medio Ambiente/España
Introducción El paisaje, expresión visual y componente integrada de la configuración del medio natural y humanizado, debe formar parte de las variables a tener en cuenta en las políticas y los instrumentos de ordenación y desarrollo territorial, en términos de su identificación para la descripción de los modelos territoriales y como elemento objeto de intervención para favorecer su protección y conservación y orientar su mejora en la transformación y evolución de los usos del territorio. La conservación del paisaje va unida a la cada vez mayor sensibilidad por el medio ambiente y por tanto se ha asociado con frecuencia a la planificación ambiental, sin embargo la concepción del paisaje como objeto de ordenación es el resultado de un cruce de políticas ambientales y de desarrollo territorial en el marco de una estrategia global de ordenación del territorio. En este contexto el paisaje pasaría a ser no sólo un instrumento para el diagnóstico territorial sino también la base esencial de un proyecto de desarrollo sostenible. Esta aproximación se apoya en la idea de que existe una dimensión paisajística en toda política de ordenación del territorio que debe ser incorporada con urgencia. Además, los nuevos retos de la política territorial, en especial desde el obligado enfoque del desarrollo sostenible, han reforzado las demandas en el reconocimiento del paisaje y se han ampliado los criterios para su valoración. Desde esta óptica, el paisaje es considerado como un recurso natural, cultural y económico que se asocia a la identidad de los diferentes territorios y justifica así una gestión positiva para explotar nuevos potenciales y alternativas en el uso del espacio que evite además su alteración o destrucción. Su gestión es considerada como uno de los principios del desarrollo sostenible, presentando el doble reto de su conservación y de su protección. El paisaje asimismo es considerado como uno de los elementos relevantes en la Estrategia Territorial Europea (ETE), documento aprobado en Potsdam en mayo de 1999 por los Ministros responsables de Ordenación del Territorio. Elaborada en el seno de la UE para una cooperación más estrecha en materia de ordenación del territorio y punto de referencia para iniciativas específicas a nivel transnacional e interregional, pretende un desarrollo equilibrado y sostenible para toda la Unión en base a la consecución de sus tres objetivos: cohesión económica y social, conservación de los recursos naturales y del patrimonio cultural y competitividad equilibrada de los territorios. 1
En este documento, el paisaje se considera como una componente cualitativa del desarrollo territorial, aparece como una de las variables en los objetivos, figura su gestión entre las opciones, y se reconoce como una de las líneas de actuación futuras. La gestión del paisaje, por razones culturales, económicas o por su vinculación al desarrollo endógeno, plantea tres tipos de actuaciones, las de protección, las de restauración y las de conservación. En síntesis se reclama una política sólida para el paisaje. A diferencia de otros países de nuestro entorno, España no ha sabido dotarse de una adecuada política sobre el paisaje. La legislación y la práctica administrativa se caracteriza por su excesiva dispersión. Se han realizado algunos trabajos de definición de unidades de paisaje destinadas a servir de información al planeamiento o a la ordenación territorial comarcal y regional, pero no existe ningún trabajo de identificación y caracterización del paisaje de todo el territorio nacional. Ante esta laguna, en 1999, el Ministerio de Medio Ambiente puso en marcha el estudio “Caracterización e Identificación de los Paisajes de España”. El trabajo está siendo realizado por el Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid, mediante Convenio de colaboración técnica entre dicha Universidad y la Secretaría de Estado de Aguas y Costas. Su finalización está prevista par finales del presente año.
Objetivos y descripción del proyecto El objetivo central del estudio es identificar y caracterizar los paisajes de España mediante su agregación espacial en grandes unidades y su representación cartográfica en base a una metodología que establezca los factores de identificación y valoración del paisaje desde una perspectiva de ordenación del territorio, y disponer de información contrastada y homogénea tanto para su puesta en valor como para la prevención de amenazas y riesgos. Las unidades básicas resultantes deben tener una dimensión que permitan su utilización en la práctica de la ordenación del territorio. Disponer de esta caracterización será una herramienta válida para la consideración de los paisajes como uno de los elementos a tener en cuenta en la progresiva definición del modelo territorial español y como base para los trabajos en materia de estrategias territoriales desarrolladas por el Ministerio. El diseño de la metodología para desarrollar los trabajos es, en sí mismo, uno de los objetivos del estudio. Partiendo de documentos de interés para la identificación y 2
delimitación (imágenes satélites, mapas topográficos, hidrológicos, geológicos, vegetación, suelos, usos, infraestructuras viarias, etc.) y de una selección de textos y documentos con información sobre el territorio se realiza el trazado provisional del mapa de unidades de paisaje. A continuación, y tras una selección de los recorridos, comienza un exhaustivo trabajo de campo para la rectificación de los límites de las unidades, la revisión de los criterios de identificación, el análisis de los paisajes en sus rasgos y características fundamentales, sus dinámicas y sus tendencias actuales. Se procede a recopilar información local y a la visita de puntos con amplias cuencas visuales. Por ultimo se desarrolla una taxonomía por cada unidad de paisaje. Se individualizan y delimitan tipos (configuraciones similares discontinuas que se repiten en el territorio a través de concreciones o realidades diferentes) y subtipos (agrupan elementos más próximos dentro del tipo y nacen de la necesidad taxonómica en caso de tipos con muchos elementos, señalándose los criterios de diferenciación), que se cartografían. Si bien el objeto final es la publicación de un Atlas de los Paisajes de España a escala 1:400.000, con el estudio también se pretende establecer las bases para la incorporación de los paisajes en una gestión integrada en los diferentes niveles de la planificación y ordenación del territorio. La definición de unidades de paisaje y el tamaño de estas permitirán su utilización en el proceso de ordenación que estará asociada a una validación y a un diagnóstico más general mediante un conjunto de indicadores relativos a: valores y degradaciones y amenazas y riesgos para su gestión integral y sostenible.
Estado actual de los trabajos Una vez puesto en marcha el Convenio para la realización del estudio dos importantes hechos aconsejaron la profundización de los trabajos emprendidos. El primero de ellos fue el compromiso adquirido por el Ministerio de Medio Ambiente español y el Ministerio do Ambiente e do Ordenamento do Territorio portugués de realizar el proyecto conjunto “Caracterización e identificación de los Paisajes de la Península Ibérica e Islas”. El proyecto fue aceptado dentro de los subvencionables del Programa Operativo Sudoeste Europeo de la Iniciativa Comunitaria INTERREG IIC. En la actualidad están trabajando conjuntamente los equipos de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Universidad de Evora. Para coordinar la metodología, los criterios, las estrategias, así como los trabajos técnicos y de edición cartográfica de los resultados se ha constituido un Comité Técnico de 3
Seguimiento del Proyecto, además de los responsables administrativos del estudio (Unidad de Desarrollo Territorial del Ministerio de Medio Ambiente español y Direcão Geral do Ordenamento do Territorio e Desenvolvimento Urbano del Ministerio do Ambiente e do Ordenamiento do Territorio portugués) también están representados en el CTSP los directores y coordinadores de los equipos universitarios encargados de la investigación en ambos países. Los resultados serán sin duda un claro referente a nivel europeo dado el carácter novedoso que se está realizando de los paisajes fronterizos. El segundo de los acontecimientos relacionados con el binomio paisaje-territorio es la suscripción por España del Convenio Europeo del Paisaje el pasado 20 de octubre en Florencia. En este texto se afirma que uno de los objetivos del mismo, además de promover la protección, gestión y ordenación de los paisajes, será el de organizar la cooperación europea en estos campos. La colaboración hispano portuguesa en marcha ofrecerá una visión coordinada coherente y de continuidad del tratamiento, clasificación y tipificación de los paisajes transfronterizos como elemento de representación pero también de potenciación para el desarrollo sostenible de estos territorios. Los resultados que se obtengan deberán ser efectivos para una gestión sostenible de los paisajes, tanto en el marco de las políticas sectoriales como en el futurible ámbito de una política concreta del paisaje. Se podrán definir categorías, preparar las bases para la protección de los paisajes y, por último, preparar líneas directivas para la gestión y protección de los paisajes, teniendo como referencia que el paisaje además de una cualidad referida a la totalidad del territorio es un recurso natural y un patrimonio cultural colectivo y factor de la calidad de vida de la población. La Ordenación del territorio tiene la oportunidad de coordinar la gestión del paisaje y realizar su integración en los procesos de planificación sostenible, para lo cual debe incorporar sus elementos, sus funciones, sus dinámicas y sus valores naturales y patrimoniales.
Conclusiones El paisaje como recurso, patrimonio cultural colectivo y factor de la calidad de vida de la población es una cualidad referida a la totalidad del espacio o territorio, por tanto lla Ordenación del Territorio debe coordinar la gestión del paisaje.
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A pesar de la importancia de la consideración del paisaje en términos de estrategias para el territorio, este reconocimiento está escasamente recogido en los documentos de planificación vigentes en la actualidad. Con independencia de que el paisaje sea objeto de tratamiento en todos los niveles políticos y en los diferentes Departamentos de la Administración, las políticas del paisaje pueden encontrar su base de aplicación en las prácticas de ordenación y desarrollo territorial sostenibles. Con el propósito de conocer la identidad y el potencial de los paisajes españoles y disponer de bases para una mayor cooperación en su puesta en valor y en la prevención de amenazas y riesgos, así como para que las políticas se realicen con suficiente sustento científico es imprescindible avanzar en las tareas de caracterización, de identificación y metodológicas, todavía muy poco desarrolladas en España. La realización del Atlas de los Paisajes de España por parte del Ministerio de Medio Ambiente contribuirá, sin lugar a duda, al respecto. La colaboración hispano-portuguesa para el estudio de los paisajes de la Península en el marco de la iniciativa comunitaria Interreg IIC, y el tratamiento novedoso que se realiza de los paisajes fronterizos, será una importante aportación desde la Península Ibérica a la identificación y caracterización de los paisajes de Europa.
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