EL SENTIDO DEL OLFATO
Este sentido se localiza en la nariz, en cuya parte superior se encuentran unas cavidades que alojan los receptores olfativos. El olfato percibe un gran número de sustancias químicas que liberan moléculas al aire (de 2.000 a 4.000 olores diferentes), pero no nos sirve para diferenciar claramente unas de otras, aunque producen fuertes respuestas emocionales. Neuronas multipolares
Nervio olfatorio
Bulbo olfatorio
Lámina cribosa
Ramificaciones del nervio olfatorio
LOS OLORES Existen siete olores primarios (ver texto e imágenes de abajo), cada uno con un tipo de moléculas con una forma determinada, que se corresponden con otros tantos receptores en las células de la mucosa olfatoria.
Pituitaria
Etmoides Células de sostén
Frontal
Célula olfativa bipolar
Cintilla olfatoria Cornete medio Cornete superior
Nasal
Meato medio Vestíbulo de la nariz
Meato superior Esfenoides
1. Alcanforado (naftalina) 2. Almizclado (almizcle) 3. Floral (rosa) 4. Mentolado (menta) 5. Etéreo (laca de uñas) 6. Acre (limón) 7. Pútrido (huevo podrido)
1
8
Maxilar superior
2
AULA
DE EL
MUNDO
EL MECANISMO OLFATIVO
Meato inferior
3 Orificio faríngeo de la trompa de Eustaquio Faringe
Las fosas nasales calientan y humedecen el aire respirado. Están recubiertas por pelos, donde se filtran las partículas, y membranas, que segregan una mucosidad encargada de recoger las sustancias químicas. Éstas estimulan las células olfativas que se reúnen para constituir los nervios y conectarse con el cerebro.
4 Lóbulos frontales
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LA PITUITARIA Cintillas olfatorias Bulbos olfatorios Nervios olfatorios
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La concha nasal dirige el aire Tracto lateral Extensión de la pituitaria
Esta mucosa, de consistencia muy frágil, cubre toda la superficie de las cavidades nasales. Está formada por células que llegan hasta los bulbos olfatorios y establecen conexiones con las neuronas situadas allí.
Amígdala
7 Epitelio olfativo
Gyrus del hipocampo
Membrana mucosa
Velo del paladar Seno esfenoidal
Corriente de aire
Paladar
Infografía: Francisco A. Anguís Textos: Manuel Irusta / EL MUNDO