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DECORACIÓN
EL
SEÑOR DE LAS TELAS
En el mercado de los paños de alta calidad –y los decoradores de moda– hay un nombre de referencia. GRUPO LAMADRID, que dirige Álvaro López de Lamadrid junto a su hermano Borja, viste los mejores interiores. Por ELENA PITA Fotografías de PAOLA DE GRENET por excelencia. Y en la Zona Franca de Barcelona eslos más preciosistas hoteles y tablecen aquella otra factoría que vendía contenedorestaurantes; un negocio, una res de terciopelo, cercana al puerto para su distribusensibilidad que desde princición cuando el tejido piloso y suave causaba furor. pios del siglo XX llega al XXI El hijo del marqués, Javier López de Lamadrid (facon apenas un único desmallecido el pasado 30 de octubre), se asocia con su cuyo: cuando a mediados de los ñado, Claudio Güell, y fundan la empresa de sus nom70 el terciopelo dejó de ser bres (Güell-Lamadrid S.A.) para importar y distribuir lo más in para convertirse en lo más out, y aquella factejidos. Año de 1973, cuando el devenir del terciopetoría ubicada en la Zona Franca de Barcelona hubo lo ya avisaba: no más fábricas, así pues se dedican al ofide echar el cierre: vaivenes de las modas. cio de converters, es decir, crean sus propias colecNunca volvería a sucederles, porque la familia Lóciones estampadas cuya fabricación encargan a pez de Lamadrid, original de Cantabria, fundadoterceros, ahora ya en el entorno industrial de Matares del círculo más granado de los veraneos en Comiró. Sobre bobinas de hasta 5.000 metros de algodón llas, ha sabido adaptarse a los tiempos con una visión crudo, encargan 300 metros con este estampado, envidiable. Pongámonos al día de hoy, aunque luego 200 con aquel otro, diseños que compraban a itadaremos marcha atrás en la historia: a su hijo se le ha lianos e ingleses, pero también a franceses e incluso antojado una hamburguesa que el repartidor hace a diseñadores españoles, o ideas propias que traían de llegar a casa abundante de kétchup, esa salsa cuyos algún viaje y un dibujante volcaba al papel. Su mercolorantes teñirán la comisura de sus labios, indelecado entonces es nacional, pero a base de visitar feble al jabón y el roce de la esponja; y al niño, ay, que rias se hacen un hueco en Italia, Portugal, Bélgica, le cae un chorretón sobre el sofá, recién tapizado. NaFrancia, Estados Unidos y hasta 15 países o hasta dondie en la sala parece inmutarse: una rápida aplide la memoria de Álvaro llega, porque es este el gercación de agua y un pañito limpio y la mancha demen del grupo que ahora dirige, junto a su hermasaparecerá, todo gracias a una nanotecnología no Borja, Álvaro López de Lamadrid (Barcelona, 8 aplicada al tejido que hace que hasta la mancha más de abril de 1961) que es quien cuenta la historia. persistente, de tinta, vino, aceite o incluso del temido kétchup desaparezca. Se llama Fibre Guard y es OLFATO INTERNACIONAL. Tienen entonces la pechild and pet friendly, apta para niños y (también) masricia de conseguir la distribución exclusiva para cotas. Y ahora retrocedamos. España de tejidos internacionales, El Grupo Lamadrid Editor Textil, muy en concreto los de la firma ameque cumple 45 felices años y particiricana Peter Kaufmann, con quienes pa anualmente en la feria más aclamaestablecen una relación que aún perda del diseño y la decoración de Eurodura y que adquiere tintes de frapa (Paris Deco Off), sucede a la ternidad: un puente Nueva York-Barempresa industrial familiar fundada celona. ¿Por qué importar si por los descendientes de Claudio Lóentonces Cataluña era el gran propez, hermano a su vez del primer marductor textil?, pregunto. “Porque qués de Comillas, y propietario ilusAmérica y sobre todo Inglaterra iban tre de La Portilla, casa familiar sita en muy por delante en calidad y diseño, dicha villa cántabra. Comercial Sert con estampados coloridos que aquí MEDITERRÁNEO. El mar fue creada por Claudio López Sert, no se hacían: eran de una gama muy inspira una de las colecciones más recientes de Güell-Lamamarqués de Lamadrid, junto a sus prialta, que sólo tenía salida en el merdrid. Es La Cala, 10 telas con la mos Antonio y Paco Sert, y producía cado internacional o para clientes firma del interiorista del tapicerías y alfombras en un lugar cer- momento, Lázaro Rosa-Violán. nacionales muy exclusivos, porPrecio: de 75 a 125 euros/m. cano a Vic, entonces comarca textil que además hay que tener en
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an vestido palacios y hoy visten
ENTRE MUESTRARIOS ร lvaro Lรณpez de Lamadrid, fotografiado en su despacho de Barcelona.
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DECORACIÓN Gr upo Lamadrid
LA PERCHA Muestras de tejido para elegir textura y color cuelgan en el “showroom” de Barcelona.
cuenta que se compraba en dólares y libras, precios inalcanzables entonces para la peseta; en cambio la línea estampada de su propia creación se vendía muy bien en España, además de exportarse”. Su inventiva no termina aquí: ¿y si creáramos una línea infantil? Van a por ella, llaman nada menos que a la puerta de Walt Disney y consiguen los derechos para reproducir sus personajes en ropa de hogar. Lo mismo hacen con la firma francesa Boussac, de la que terminan por ser la filial en España; pero no se trata esta vez de ovejitas ni trasgos, sino diseños muy afrancesados a base de damascos y cachemires, o lo que vulgarmente conocemos como lágrimas o amebas. VISIÓN DE NEGOCIO. Llegamos así a los años 90. Álvaro había terminado con éxito sus estudios de Esade y llevaba cuatro años empleado en Arthur Andersen, volcado en el mundo de los negocios: auditorías constantes que le enseñaron los entresijos de la metodología de trabajo y la empresa global. “Tuve una formación muy buena y siempre rechacé empezar directamente en el negocio familiar, pero cuando mi padre me pide ayuda [tenía 28 años] no pude negarme”. ¿Qué sabía usted de telas? “Mi bagaje textil era todo lo que había visto en casa, más las mañanas de prácticas que durante varios años hice en la empresa, en concreto en el departamento de contabilidad, que me sirvieron de mucho, mientras por las tardes asistía a mis clases en Esade. La verdad es que desde el principio me gustó el diseño textil, la elección de colores, la selección de calidades… Sin falsa modestia, he de decir que siempre he tenido cierta sensibilidad hacia la creación. Soy coleccionista de arte, principalmente de fotografía y vídeo, y pertenezco a la Fundación del Macba, lo que llamamos el taller de la fundación. He cedido al museo las piezas que por su tamaño no me caben en casa, como una de las series de la fotógrafa mexicana Teresa Margolles. Son una cesión pero, a no ser que alguno de mis hijos me las pida, acabaré donándolas al museo. También soy socio de la
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galería Senda, referente de arte contemporáneo en Barcelona, y donde entré para colaborar con mi amigo Carlos Durán. Mi preferencia es el arte conceptual”. Tiene Álvaro tres hijos con su mujer, Nadia Hernández: Fiamma, Bosco y el más pequeño, Coke, 16 años, que es una estrella en ciernes del ballet, termina su carrera académica en el Institut del Teatre y tiene ya un pie en ballets internacionales. Y tiene Ál-
DE PADRE A HIJOS. Javier López de Lamadrid, entre sus hijos Borja (47 años) y Álvaro López de Lamadrid (57 años), el pasado mes de abril en la sede de la empresa. Álvaro López de Lamadrid empezó a
TE AMAN TE R A L E D
coleccionar hace más de 25 años y ha evolucionado “hacia lo conceptual, la fotografía y el videoarte”. Forma parte de la Fundación del Macba, museo que en la
actualidad tiene cedidas algunas obras de su propiedad. Entre sus artistas favoritos cita a Walid Raad, Candida Höfer, Gabriel Orozco, Sophie Calle, Robert Mappelthorpe, Eric Baudelaire, Hans Peter Feldman, Allan Sekula, Olafur Eliasson o Tomás Saraceno, y españoles como Ignasi Aballí, Muntadas o Joan Fontcuberta, entre otros.
varo también un dilema: una mudanza de casa donde no sabe cómo va a colgar su colección. Pero estábamos hablando de empresa: se incorpora en el año 89 y asume la dirección financiera. “Llegué para ayudar a la compañía, aporté metodología de trabajo, nuevos procedimientos e ideas aprendidos en tantas auditorías; modernicé la gestión, la contabilidad, las finanzas…”. Y en cuanto a creación: un giro de 180 grados, además de converters pasan a ser lo que en el argot sectorial se llama editores textiles. “Creamos una sociedad al 50% con una firma francesa. Empezamos por distribuir los diseños textiles de Dominique Kieffer, pero un día, mi padre encuentra en una feria a un fabricante indio y nos gustó tanto que decidimos comprarle toda su colección de tejidos handloom, creados en telares artesanales, maravillosos, y aquello se vendió con locura. Viajamos a India y hacemos un catálogo estupendo; eran telas rústicas, con los nudos visibles, fue un gran paso, y esto nos animó a comprarle a los franceses su 50% de lo que habíamos bautizado como Les Creations de la Maison. El siguiente escalón fue importar linos de Bélgica, lisos o apenas rayados, lo que encaja con la filosofía de esta firma: fibras naturales y colores tierra”. A finales de aquella década expansiva de los 90 se les une el hermano pequeño, Borja, que venía también del mundo de la empresa y la economía, y que se centra en cooperar con su padre y su hermano en la transformación de la primigenia sociedad de la casa, Güell Lamadrid, para convertirla también en firma editora, a semejanza de Les Creations, “que ya iba como un tiro”, cuenta Álvaro. “Hacemos libros preciosos de cada una de nuestras colecciones y los acompañamos de perchas textiles [esa especie de minimuestrario en tejido real], por eso somos editores textiles, porque creamos nuestras propias colecciones, de principio a fin”. Y es entonces, 2010, cuando fusionan ambas sociedades o líneas de negocio en una misma empresa, nace Grupo Lamadrid-Editor Textil.
Superan holgadamente los años de crisis, lo que tiene un valor añadido tratándose de un sector que camina unido a la expansión inmobiliaria que caía en picado. “Cuando las crisis se suceden, los líderes de cada sector de mercado suelen salvarse, porque son un valor seguro. Además, la incorporación de Borja incidió mucho en el desarrollo internacional, actualmente estamos presentes en más de 30 países, en Europa pero también en México, Australia, Marruecos, Estados Unidos… Más de un 25% de nuestras ventas procede de la exportación”. Venden al año unos 500.000 metros y cubren todo el segmento medio o medio-alto del mercado: entre 30 y 120 euros el metro. Y así llegamos a la actual década, y a la mancha de kétchup o el Fibre Guard. Cuenta Álvaro cómo ha cambiado el nicho de mercado, del particular o decorador que iba a la tienda y encargaba tantos metros de esto, tantos de aquello, a lo que ellos denominan el canal contract. Es decir, son ellos, los editores textiles, quienes crean los canales directos dirigidos a los grandes clientes; a saber: hosteleros, restauradores, arquitectos, prescriptores, decoradores. ¿Y cómo lo hacen? La vía digamos analógica la constituyen los showrooms (Barcelona, Madrid, Lisboa; apertura en el D&D Building de Nueva York; próxima parada, Marbella). La otra vía es puramente digital: los clientes entran en su web, se suscriben, y encargan tantos cuttings o muestras como precisen, y no se trata de pedazos sueltos de tejidos, sino de propuestas de combinaciones o lo que podríamos llamar muestras de telas editadas. “El sector contract, al que yo me dedico casi al 100% hoy, nos ha hecho salir de la crisis reforzados. Ten en cuenta que el turismo es el primer input de la economía española y esto es lo que nos genera tanta demanda, desde hoteles a apartamentos, pasando por restaurantes o cualquier tipo de local de ocio”. Sector que además exige unas condiciones técnicas muy específicas: tejidos ignífugos, muy resistentes al uso continuo, lavables o, el último grito, resistentes al kétchup (léase mancha de cualquier tipo). Para incorporar esta tecnología puntera se apoyan en la compañía belga Bru Textiles, pionera en tejidos técnicos. ¿Y qué hay del futuro? Se escribe en tinta digital, que les ha abierto un nuevo camino: la estampación en fábricas que, por su alta calidad, tienen ubicadas en Inglaterra (el know-how inglés, dice, siempre ha sido y será el mejor), Italia y Valencia. Además, el grupo, que siempre ha trabajado en silencio, sin alardes, ha empezado a colaborar con diseñadores de primera fila que, tal vez sin ellos quererlo (o sí), les están situando en las portadas que más se precian. Van por la segunda colección con Lázaro Rosa-Violán, trabajaron también con Jaime Beriestain (cuyo diseño se aplicó además a unas alpargatas de la legendaria Castañer), con Toni Espuch (propietario de Azul Tierra) y más recientemente, con el modisto Juan Avellaneda. “Estamos encantados de trabajar con diseñadores que, además de estar entre los mejores, son también amigos. Son muchos los que quieren colaborar con Lamadrid, es una aventura fabulosa”. Una aventura de 45 años, con orígenes casi decimonónicos, que mira al futuro cargada de ilusión.
TEJIDOS TÉCNICOS.
Más información: g-lamadrid.com Vídeo de este reportaje en Orbyt y www.fueradeserie.com
Las telas de
- Grupo RADO Lamadrid DECO OP RES T visten sus proyectos y, en algunos casos, la colaboración da pie a colecciones con su firma. JAIME BERIESTAIN Aprecia “su excelente selección de linos, lanas y sedas con texturas sofisticadas”. Ha empleado su gama cromática “neutra, exquisita y delicada” en Zuu (hotel Sofia, Barcelona) y en varias residencias particulares. Ha creado una línea para ellos: “Álvaro tiene una buena energía comunicativa. Trasmite a todo el equipo su pasión”. JUAN AVELLANEDA Primera incursión del diseñador en interiores y no descartaba que le enviaran a paseo al ver su propuesta. “Pero les encantó”, confesaba divertido al referirse a su interpretación de tejidos de sastrería, e incluso dalinianos, en La Garçonnière, que se presentó en la última edición de Paris Deco Off. Avellaneda reconoce que el mayor reto fue la temporalidad. TONI ESPUCH El fundador de Azul Tierra emplea sus tejidos en cada uno de sus proyectos. En su caso la colaboración ha ido a más: diseñar con ellos la línea Nandi fue como “tocar el cielo”, según Espuch, que firma el “showroom” del grupo en el D&D Building de Nueva York, la meca de los editores textiles en la Tercera Avenida de la Gran Manzana. MELIÁN RANDOLPH “Nos proponen telas que están al día de las tendencias. Además de básicos (lisos, falsos lisos, telas “stain free”) atemporales y para casi todos los gustos”, explican Sylvia y Victoria Melián que las han incorporado en un dúplex en Tarifa, una casa en el campo en Ibiza y un piso rehabilitado en Madrid. En enero en París presentarán su primera colaboración con la firma.