Catalogo XLFamily

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XLFamily del 15 al 19 de mayo de 2013

Participantes: XLF Krew Sr. Marmota, Julieta, Cesp, Barbiturikills Xelön, Deih, On_ly, Iñigo Montoya y End

Organiza: Gabinete de Hygiene Sonia Ariza · Toni Calderón · Nacho Ruíz

Espacio V · c/ Vitoria, 6 Valencia 46002 web: www.gabinetedehygiene.wordpress.com email: gabinetedehygiene@gmail.com Diseño catálogo: Toni Calderón

Patrocina:


XLFamily El graffiti como escritura espontánea sobre pared es tan antiguo como la propia civilización humana, pero no es hasta la década de los 70 del siglo pasado cuando irrumpe como manifestación artística en Nueva York y los periódicos se hacen eco de este término como compendio de una serie de comportamientos contraculturales que rápidamente se extenderán a otras ciudades. Ocurre en un momento en el que había una clara necesidad de romper con los canales establecidos para la creación y difusión del arte contemporáneo a la vez que coincide con un tipo de sociedad más avanzada que corta radicalmente con los modelos y estereotipos precedentes. En esos años de cambio aparecen nuevas disciplinas que trasladan la escena del arte contemporáneo a otros espacios distintos al de las galerías y los museos. Un movimiento muy significativo y que resume bien este periodo es el Land Art o Earth Art que huye del espacio preconfigurado para la exhibición del arte y busca un entorno natural o urbano fuera del espacio funcional concreto. En estos mismos años el arte empieza a ser utilizado como soporte válido para la crítica social, multitud de discursos reivindicativos encuentran en el arte el soporte o quizás vehículo idóneo para que a través de su ejecución lleguen sus reivindicaciones a un público más amplio a la vez que les legitime. Es el momento en el que el feminismo o la homosexualidad forman parte de estas propuestas hasta el punto de convertirse, con el tiempo, en influyentes movimientos artísticos. Es dentro de este contexto de cambio cuando surge el Graffiti a manos de un colectivo de “artistas” menos convencionales, con una formación, la más de las veces, no académica, diferente y con pretensiones que van más allá del simple cambio de escenario. Proliferan como un revulsivo que socializa el arte e inunda la ciudad. En un principio tiene un condicionante beligerante que con el tiempo se ha ido perdiendo. No obstante, nunca ha sido suficiente, en lo que se refiere al concepto arte la sola postura para generar un producto que deba considerarse como tal. Este movimiento, corriente o moda, arranca con fuerza en varias ciudades de Estados Unidos, sede de las nuevas corrientes artísticas una vez Europa cede el relevo al nuevo continente. Sin embargo, por parte de la crítica y por un amplio sector del denominado “mundo del arte”, el graffiti nunca ha llegado a ser bien recibido y es cierto que la gran mayoría de los casos no deberían considerarse nunca como objetos artísticos debido, principalmente, a su falta de calidad, falta de estilo o lenguaje definido y porque la mayoría aportan menos que nada al discurso contemporáneo. A Europa, este movimiento llega más tarde y en un contexto social diferente.

Xelön. Fotografía. Toni Calderón


En España, en primer lugar necesitábamos un cambio de régimen que permitiera la entrada de aires renovadores para que este tipo de prácticas, junto a muchas otras, se convirtieran en realidad. En un principio todos estos elementos nacían de una nueva iconografía, más social y subversiva, que en el caso concreto de España pasa por ser trasladados a los lienzos más que a las paredes del espacio público, se necesitará más tiempo para que esta práctica se extienda por numerosas ciudades españolas en el formato que popularmente conocemos como Graffiti. De todas maneras, la integración se ha hecho tarde, sin ningún orden, con poco apoyo y con una sociedad que lejos de elogiar este tipo de actividades se ha manifestado, con frecuencia, en contra. Ha sido necesario que parte de estos creadores pasen a figurar en exposiciones, eventos institucionales y privados relevantes relacionados con el arte contemporáneo para que empiecen a tener reconocimiento. Hay una actitud social bastante contraria al graffiti. En la mayoría de los casos son percibidos como gamberros que destruyen, ensucian y molestan en las grandes ciudades. Por parte de las instituciones, siempre ha habido una clara animadversión hacia este tipo de actividades ya que la postura reivindicativa de quienes lo practican, la más de las veces, va en contra de las políticas culturales, de marketing y escaparate que se practican desde las instituciones públicas y políticas. Sin embargo, llegados a este punto si hay que destacar que hay verdaderos artistas que han cogido como lienzo para sus obras las paredes las del espacio público y han decidido compartir su obra con un público anónimo y circunstancial. Es complicado y difícil para la crítica poder ordenarlos, e indicar en qué consiste y con qué fines se configura ese trabajo. Gran parte de la audiencia potencial de estos trabajos se sorprende cuando el graffiti emplea un lenguaje cercano al hiperrealismo, sabiendo que este tipo de lenguaje, en el momento actual quizás no aporte demasiado. Pero este no es el caso de los miembros de XLF y de otros muchos graffiteros del ámbito valenciano, que a lo largo de estos años han sido capaces de crearse un lenguaje y una estética muy personal, innovadora y que les hace reconocibles. Es esta elaboración de un lenguaje personal y su posterior evolución lo que crea una obra bien trabajada y desarrollada digna de tener en cuenta. A día de hoy, artistas como Julieta, Deih, Sr. Marmota, Cesp, Iñigo Montoya, End , On_ly, Xelön y Barbiturikills, han sabido crearse un universo personal que han trasladado a soportes diferentes, haciendo que esta aportación al mundo del arte sea digna de tener en cuenta y motivo más que suficiente para poder realizar una exposición como la de XLFamily. Evento que nos permitirá poder analizarlos en todos sus ámbitos procesuales, de significado y mostrar cuáles son sus próximos objetivos. Toni Calderón

Julieta. Fotografía. Juanjo Sagi


Sr. Marmota Un rasgo bastante común en los artistas del graffiti es su capacidad para gestionar, con habilidad, el espacio de representación de la obra. Este tipo de artistas tienen, como en el caso de Sr. Marmota, un perfecto dominio de la composición que trasladan, con facilidad, a cualquier otro tipo de soporte. En la exposición de XLFamily, además de componer el lienzo de la pared de una manera equilibrada lo que genera es realmente una instalación en un espacio bidimensional. Todos los elementos están perfectamente estructurados en función de un mensaje muy obvio que es el objetivo último de su trabajo. Destacar que Sr Marmota es un artista muy influenciado por el simbolismo que conjuga elementos tomados de la cultura popular a la vez que reinterpreta obras del pasado. En todos sus trabajos, el espacio, es un elemento a tener muy en cuenta, ya que agrega y compone siempre pensando en un lugar específico. En esta obra que presenta en XLFamily hay referencias a la obra de Indiana con su universal “love”, a la vez que el individuo con signos masónicos, representa el ideal de hombre como ser supremo en la estructura contemporánea donde el capital es el elemento que configura las no extinguidas clases sociales y de aquí la similitud entre su cabeza y el reverso del dólar. Toda esta superposición de mensajes y figuras, cómicas y críticas, tienen como objetivo enviar un mensaje que llegue nítido al espectador. En este sentido, Sr. Marmota, es tanto en este trabajo, como en otros muchos, un artista muy preocupado por el contenido de la obra. Ofrece una lectura, no compleja, para que el lector, pasajero ocasional, tenga los elementos necesarios para hacer su propia lectura. No obstante, la obra que más me ha llamado la atención, son las cajas de luz con mensajes, contrarios y diversos. Me recuerda a esos letreros de las películas que indican lugares remotos a miles de kilómetros, la distancia a todo aquello que representa el origen, la felicidad, la sonrisa o aquello que se desea o echa de menos. Toni Calderón


FotografĂ­a. Cesp


Fotografía. Toni Calderón

Fotografía. Azahara Rubio


DEIH Aunque aún puede parecernos ajeno el mundo del manga, siempre hacemos alusión a su origen japonés, existe desde hace tiempo un desarrollo y producción nacional de gran calidad que va dándose a conocer y posicionándose a nivel internacional por su gran calidad. Ya son más de cuatro décadas en las que el manga ha ido difundiéndose y formando parte del imaginario colectivo de numerosas generaciones españolas. Con solo navegar someramente por internet, nos damos cuenta que el manga ha formado parte de nuestra niñez y ha dejado una importante impronta en el imaginario popular. La gran difusión de las llamadas series de anime en España desde finales de los años 70 ha ido marcando generación tras generación. Quizás, podemos llegar a afirmar, que la difusión y el impacto de los diversos géneros del manga navega paralela al desarrollo de la oferta televisiva en el ámbito español. Muchas de estas series fueron repitiéndose a lo largo de los años, de ahí su mayor repercusión. Míticas fueron a finales de los 70 Heidi, Marco o Mazinger Z, o en los 80 La batalla de los Planetas o Candy-Candy. Pero son los años 90 cuando un nuevo tipo de manga llega con las multiplicación de la oferta televisiva. Hitos de esa década son Los caballeros del Zodíaco o Dragon Ball que marcarían por medio de canales autonómicos como TV3 a más de una generación. El éxito y difusión del manga, en sus múltiples vertientes va intrínsecamente unido a la mayor oferta de medios, canales digitales, ediciones especiales, que dan a conocer todos los géneros ofertados por lo que hoy es una industria del entretenimiento. Realmente, el manga nace como un arte eminente narrativo y figurativo, y como tal, regido por reglas del dibujo o la ilustración, donde es fácil aplicar intuitivamente fórmulas de esquema y corrección. De ahí la miríada de etiquetas y clasificaciones a las que es sometido, e igual como ocurre en general con el mundo de la ilustración, es considerado como un arte menor. Aunque no por ello debemos dejarlo de tener en consideración. Así lo demuestra el conjunto de ilustraciones sobre papel presentadas por Deih en esta exposición bajo el título The insider series: Un conjunto de ilustraciones de gran calidad donde se observa un dominio absoluto del dibujo y una desbordada imaginación. Son escenas simples, donde se eliminan casi por entero los contextos espaciales clásicos: la figuras parecen ser ajenas a la ley de la gravedad, parecen flotar, deslizarse por un mundo premeditadamente indefinido. Sus figuras son seres extraños, indefinidos: demonios, monstruos o dioses entremezclan en sus cuerpos elementos cibernéticos, mutaciones y mutilaciones, donde cobran relevancia las asociaciones con elementos orgánicos que fluyen entre el espacio y las figuras como entes con vida propia. Este mismo lenguaje es el que aplica el autor en diferentes soportes, prueba de ello las dos lámparas decoradas con sendos rostros femeninos acertadamente cyber-eléctricos, también presentadas en la exposición, o las dos grandes figuras, que a modo de grafiti simulado aparecen enmarcando las ilustraciones anteriormente citadas. Es cierto, que la faceta tan interesante de grafitero del autor no aparece recogida en la exposición, pero por razones obvias: por definición sus grafitis se desarrollan, se adaptan, viven y se disfrutan en entornos exteriores urbanos, industriales y/o degradados; alejados o diametralmente opuestos del ambiente aséptico y límpido de una sala. José Mir


FotografĂ­a. Juanjo Sagi


Fotograf铆as. Toni Calder贸n


Fotografía. Juanjo Sagi

Fotografía. Juanjo Sagi


Fotografía. Juanjo Sagi

Fotografía. Juanjo Sagi


Fotografía. Juanjo Sagi

Fotografía. Juanjo Sagi


Fotografía. Juanjo Sagi

Fotografía. Juanjo Sagi


Iñigo Montoya La primera idea que me viene a la mente al observar detenidamente las obras de Íñigo Montoya presentadas en esta exposición, es la definición general y básica de Arte Conceptual y el inicio de lo que denominamos edad posmoderna: Hacia mediados de los sesenta surge una reacción artística con múltiples vertientes contra el formalismo, se produce lo que llamamos quiebra de los grandes relatos. Sin conocer la existencia de intencionalidad o la mera casualidad, la presente exposición comienza en el exterior de la sala con un gran grafiti de Iñigo Montoya. Utilizando el referente de una cartel de advertencia de la existencia de un extintor contra incendios, sustituye la palabra Extintor por la palabra Expintor. La misma obra aparece en el interior, reproducida como tirada múltiple de cartel que los visitantes podían coger como obsequio o recuerdo. Puede parecer un simple juego de palabras, un grafiti irónico, un grafitero que deja de ser pintor y lo anuncia justamente pintando sobre un muro arruinado y presentando la misma obra por medio de una técnica mecánica. Sin embargo, en las tesis defendidas por Arthur C. Danto en su obra Después del fin del arte, se expone como una de las raíces de la posmodernidad, la ruptura con el purismo pictórico defendido por un crítico tan influyente como era Greenberg en esos años. Radicalizando y simplificando esta idea, es lo que ha servido para hablar, las más de las veces, de la muerte de la pintura, o lo que es lo mismo, la pintura tal y como estaba estructurada narrativamente había llegado a su fin. No dejan de haber, por tanto, paralelismos actuales con la situación del grafiti y la declaración del autor en la obra. También es cierto, que en aquellos momentos los artistas vuelven su mirada justamente hacia los objetos cotidianos, hacia los objetos de consumo. Estos artistas optaron por la experimentación y la destrucción de los lindes del arte, o de la narrativa a la que éste estaba sometida. Trasladándolo al día de hoy, es justo, lo que parece hacer Íñigo Montoya, con el resto de grafitis o intervenciones en la sala. Si la integración del grafiti en el ámbito museístico y expositivo, podemos considerarla muy tardía en el campo del arte. La reducción que apreciamos en el resto de las obras a meras frases serviría como revulsivo social, como experimentación anti-sistema, complicando su identificación como arte en una sociedad que a priori considera los grafiti como un producto de jóvenes gamberros callejeros. Las reivindicaciones o críticas a la sociedad, van intrínsecamente ligadas a la utilización, tanto del espacio, como del propio mobiliario de la sala. Los elementos humorísticos en este caso son más claros, más literales, aluden a la problemática del consumo del tabaco, al culto al cuerpo. Otras como la lucha de las minorías étnicas aparecen muy diluidas. Es el propio espectador el que tiene que reconocer la frase del Subcomandante Insurgente Marcos que sirvió de lema para la manifestación pacífica en apoyo del Ejército Zapatista de liberación Nacional en diciembre de 2012. Quizá es coherente y justo decir, que en cierto modo, los aspectos que señalo como literales, los son, porque todos nos movemos en unos lindes, ya sean históricos, artísticos y sociales, con unas limitaciones. La misma intervención en una sala de México hubiera sido considerada precisamente literal, dado que desgraciadamente y pese a la globalización, pertenece a lo podríamos tildar de propia narrativa histórica de un lugar concreto. Aunque es cierto, que la misma crítica al sistema que pueden contener algunas expresiones artísticas, por muy reivindicativas o anti-sistema que éstas puedan llegar a ser, quedan y han quedado, una vez dentro del sistema diluidas, carentes de la fuerza que ayudó a crearlas. También es cierto, que es la propia capacidad fagotizadora del sistema, la que permite la aparición y convivencia de multitud de relatos, de estéticas y de modos de concebir el arte, así como su difusión entre el público. Aunque forme todo ello, en sí mismo, una dialéctica perversa. José Mir


Iñigo Montoya

Fotografía. Juanjo Sagi


Iñigo Montoya

Fotografía. Azahara Rubio


Iñigo Montoya

Fotografía. Toni Calderón


Iñigo Montoya

Fotografía. Toni Calderón


JULIETA Los que conocemos el trabajo de Julieta desde hace bastantes años no dejamos de asombrarnos y disfrutar con cada una de sus nuevas creaciones. Ha sido capaz de crear todo un universo personal, muy íntimo, con unos rasgos figurativos constantes y una sensualidad que hacen que su obra sea una delicia para los sentidos. Obviamente es una gran muralista, con un excelente control de la composición y una paleta cromática muy bien definida. Su temática, a simple vista, puede definirse dentro de una esfera muy femenina, en gran medida motivada porque sus figuras de chicas son el leitmotiv de todo su trabajo. Es minuciosa en el dibujo a la vez que es capaz de generar formatos de gran tamaño muy bien compensados ya que tiene siempre muy presente el enfoque, el punto de vista, del espectador. Sus contornos, bien marcados, ponen de manifiesto que le interesa la bidimensionalidad y deja bien claro que no pertenece a esa moda del graffiti hiperrealista que lejos de mantener un discurso claro en la obra, esta se sostiene, exclusivamente, como alarde técnico. En la obra de Julieta hay más, hay emoción contenida, hay un mensaje seductor, hay positividad y, sobre todo, llama la atención que incluso en obras como la que presenta en XLFamily donde busca una tridimensionalidad ficticia al superponer a modo de capas los elementos que configuran la representación final, se mantiene firme a sus postulados artísticos. Es, a mi juicio, bueno, mantener esta coherencia, que hace de Julieta una de las artistas más conocidas e identificables del panorama Valenciano. Añadir a lo expuesto que no es exclusivamente una artista del graffiti, más bien es una excepcional dibujante que se adapta a cualquier soporte, incluso la escultura que presenta en la exposición es extraordinariamente delicada y contiene todos los elementos formales y conceptuales que dan significado a su trabajo. A primera vista es un ninot de falla pero además es un gran ejemplo de como cuando un concepto funciona lo hace exactamente igual aunque se modifique el soporte. Toni Calderón


Fotografía. Cesp

Cuando paseo por las calles de mi ciudad sus muros me hablan, me cuentan los pensamientos de otros… estoy atenta, miro y leo en silencio. Me gusta pasear por los barrios céntricos de calles estrechas en donde todo se oye mejor, las aceras apretadas notando el calor de la gente. Allí es donde los pensamientos de otros inundan la mirada, las letras me interesan pero el color, la línea, el dibujo y su imaginación me llevan directa y sin descanso a leer los pensamientos de Julieta. Un festival de colores porta figuras diminutas que envuelven la imagen grandiosa de una niña. En el pensamiento de Julieta esa niña siempre tiene los ojos cerrados, impávida se deja llevar unas veces por su amigo el dragón, otras por un sueño profundo y otras se coge de la mano de una niña para ser detenidas por alegres. La niña de Julieta es camaleónica, puede ser un hada o un caco, puede estar viva o muertita. Son sus niñas. Las aves surgen espontáneamente de los cabellos de todas ellas porque sus sueños son realidad, sueñan con la transformación, la renovación, la evolución que necesita el mundo que las rodea. Su secreto. Las niñas de Julieta siempre guardan un secreto descúbrelo tú. Belén García Pardo


FotografĂ­a. Azahara Rubio


Fotograf铆a. Toni Calder贸n


Fotograf铆a. Toni Calder贸n


XELÖN El artista presenta tres diferentes facetas de su creación, todas ellas unidas por el uso a nivel formal del dibujo como elemento básico. Ya sea en tinta, grafiti o pirograbado, es el dibujo, y sobre todo el inspirado en las tiras cómicas y el manga el que conforma sus obras. Cuando hablamos en general del arte actual, utilizando el discurso de la posmodernidad, hacemos siempre referencia a la quiebra de los grandes relatos. El gran relato que fueron destruyendo las vanguardias fue el concepto de mímesis que había regido durante siglos el arte. Si las vanguardias, fueron excluyentes unas de otras con sus manifiestos, la edad posmoderna plantea la multiplicidad de relatos y su convivencia, sirviendo de inspiración a los artistas. Tal y como afirma J. Kosuth, la razón por la cual distintos artistas del pasado son resucitados nuevamente, es porque algún aspecto de sus obras se vuelve útil para los artistas vivos. Esto ocurre en la obra de Xëlon. El dibujo, aunque la más de las veces excluido del metarrelato general tiene por ejemplo ya a mediados del siglo XIX un interesante precursor, formal y conceptual, aunque sin pretensiones artísticas. El ginebrino Rodolphe Töpffer, al que según E. H. Gombrich, debemos la invención de la historieta dibujada, ya definía el dibujo como un puro lenguaje simbólico y convencional. Planteándolo desde un punto de vista psicológico lo concebía como un lenguaje abreviado que siempre puede contar con que el contemplador suplirá los elementos que el dibujante omite. El mismo Töffer, dentro de sus parámetros históricos, deploraba en su momento que los artistas sirvieran al arte y no a la moral. Consideraba el arte como un arma poderosa que encerraba la capacidad de hacer el bien. Sus ilustraciones planteaban ya una gran dosis de crítica social. La obra de Xëlon rescata, el dibujo como lenguaje artístico, e incluye igualmente la crítica social, tan propia de muchos relatos posmodernos. Crítica social concebida desde un humor actual, principalmente inspirado en obras de consumo de masas como las de la serie Futurama creada por Matt Groening y David X. Cohen (1999), donde ya se entremezclaba una sociedad robot con las mismas carencias de la sociedad humana. José Mir


Fotografía. Azahara Rubio

Fotografía. Juanjo Sagi


FotografĂ­a. Cesp


Fotograf铆a. Toni Calder贸n


ON_LY Clara, directa y al mismo tiempo universal, así enuncia su pregunta la artista. Desde el punto de vista formal, la única obra presentada por On_ly, resulta de una gran sencillez. Por medio de un estarcido, repite la frase “ ¿Para qué?” con diferentes grados de saturación. La reiteración de la tipografía va difuminándose hasta casi el límite de su desaparición. Así, como algunas de las letras aparecen retocadas subrepticiamente, a modo de errores tipográficos, impulsos disfrazados de la artista por romper con la perfección y dotar a la obra de cierto aire trascendental. No cabe duda, que dentro de un discurso plenamente conceptual, primarían, no tanto estos cuestionamientos morfológicos, sino el cuestionamiento funcional del arte. Lo que denomina J. Kosuth el paso de la apariencia a la concepción. No existe más símbolo que las propias letras y lo que éstas simbolizan como parte del lenguaje. La duda existencialista, así planteada, puede rastrearse a lo largo de toda la historia de la humanidad. La artista, parece invitarnos a meditar sobre la propia existencia humana, la libertad y la responsabilidad individual. Parafraseando a Jean-Paul Sartre, no hay una naturaleza humana que determine a los individuos, sino que son sus actos quienes determinan quienes somos. José Mir


FotografĂ­a. Cesp


End Es un artista que tiene varios registros y que por tanto es difícil de encajar en un estilo o tendencia concreta. En algunos trabajos destaca por el uso de las palabras como base del graffiti y, al mismo tiempo, incorpora en otras muchas obras un gran número de símbolos y figuras creadas por él con una mayor carga de significado. En esta obra de XLFamily ha optado por hacer una representación muy simétrica donde destacan los dos lienzos con motivos marinos. Es, como en el caso del Sr. Marmota, un artista muy preocupado por la composición aunque de una manera más organizada y cartesiana. En la parte superior destaca ese puzle que configura un corazón que resalta sobre todo el conjunto de elementos que configuran su obra. Para darle mayor homogeneidad inserta unas olas en la parte inferior con la idea de acotar la representación de los elementos que aparecen en el espacio bidimensional que es la pared. Del conjunto de elementos que forman parte de la obra hay que destacar sus dibujos por su gran calidad, ya que End, es sin duda, un excelente dibujante que cuando trabaja en un entorno como es el de una exposición de interior cambia su praxis para crear una obra distinta, con procedimientos y formas muy diferentes a lo que suele hacer y, en este sentido, hay que valorar. Toni Calderón


FotografĂ­a. Cesp


Fotograf铆a. Toni Calder贸n


Barbiturikills El trabajo de Barbiturikills pese a parecer intrascendente, con poco o excaso significado, es, a mi juicio, todo lo contrario. Con la representación sistemática de sus conejitos ha sido capaz de crear un lenguaje personal, muy reconocible y que además de constituir de una manera lúdica una obra, expresa mucho más pues estos conejitos ya forman parte del imaginario colectivo. Es un trabajo divertido ya que sus conejitos aparecen en los lugares más insospechados, no están recluidos en un lugar específico y van caracterizados con diversos atributos. Llama la atención los diferentes registros de este icono que hace que ya no parezcan tan inocentes. Es aquí, en esta diversidad donde reside, a mi juicio, la intención del artista. A través de un elemento simple y reconocible, es capaz de adaptar el significado dependiendo del tipo de representación y del lugar elegido. La seriación es un método eficaz en la potenciación de un icono y más cuando son representados como trofeos de caza, esa horrible tradición de muy mal gusto que sólo encarna la falta de valores de quien realiza este tipo de representación de una muerte gratuita. Toni Calderón


Fotograf铆a. Toni Calder贸n


Fotograf铆a. Toni Calder贸n


Fotograf铆a. Toni Calder贸n


Fotograf铆a. Toni Calder贸n


CESP Una de las características principales del arte actual es el uso de las vanguardias como fuente de inspiración, exclusivamente, a nivel formal. Dentro de la propia experimentación, cada artista selecciona elementos o características que utilizaron y definieron, en su momento, a las diferentes vanguardias históricas. La reutilización de un elemento de desecho, la repetición de un mismo objeto o su presentación a modo de seriación, pueden permitirnos hacer multitud de referencias. Pero, justamente, el interés de la obra radica en la articulación de todos estos elementos, en la creación de híbridos ambiguos. Demostrando, así, las múltiples posibilidades de la creación. Aunque el nexo común del grupo XLFamily es el uso del grafiti como medio de expresión artística. En este caso, Cesp, presenta sin embargo, a modo de instalación, una serie de fotografías de dosificadores de botes de pintura en aerosol. Cada una de ellas, acompañadas por el objeto fotografiado en el interior de una pequeña bolsa de plástico. Selecciona, por tanto, un elemento ordinario, pero de uso común en la creación de obras de todo el grupo de artistas participantes. La fotografías, versiones aumentadas del objeto existente, que a su vez son un fragmento de la herramienta básica de todo grafitero, subvierten la percepción tradicional de la realidad. Inconsciente, cuando observamos una fotografía, aceptamos ésta como un registro fiel del elemento retratado, como una mera transcripción mecánica de la realidad. Por el contrario, como muestran estas fotografías de realidades aumentadas, podemos observar como un elemento de desecho puede admirarse desde criterios puramente estéticos y de belleza. Los restos de pintura, producto de la mera utilización del objeto, se tornan por tanto, en rasgos percibidos como los propios de una pintura abstracta. Poniendo énfasis en la perversidad de la percepción humana y rompiendo los límites de ésta. José Mir


FotografĂ­a. Juanjo Sagi


FotografĂ­a. Azahara Rubio


Fotograf铆a. Toni Calder贸n


Dj Casius Tonen

FotografĂ­a. Azahara Rubio


Dj Casius Tonen

Fotograf铆a. Toni Calder贸n


V铆deo inauguraci贸n

Making off XLFamily


Nuestro agradecimiento a FERMAX patrocinador de XLFamily

FotografĂ­a. Juanjo Sagi


Fotograf铆a. Toni Calder贸n


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