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BOLETIN DE LA AEA nº 16 – 3º Trimestre 2016 Boletín editado por la Asociación Española de Acuaristas AEA DL. M-27406-1976 ® aea@mundoacuariofilo.org
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EDITORIAL La Asamblea de Madrid ha estado meses trabajando en una nueva y necesaria Ley de Protección Animal y, al llegar a la fase de enmiendas, se incluyó una que decía que NINGÚN animal podría estar expuesto para su venta en las tiendas, que sólo se podría comprar por catálogo o directamente a criaderos. Al incluir TODOS los animales en esa restricción, la ley haría desparecer los acuarios con peces de las tiendas, con lo que las tiendas especializadas quedarían condenas a una lenta desaparición; haría cerrar a los importadores porque no tendrían clientes, sacando del mercado todos los peces importados (que son la mayoría). Un ejemplo más de como el total desconocimiento y desinterés por parte de las autoridades ha estado a punto de destruir un sector y una afición. Por fortuna, al final se impuso el sentido común y, una vez que esos pocos profesionales que salieron en defensa de su labor les explicaron a los políticos el desastre que iban a causar, la ley no será finalmente tan restrictiva. Otro ejemplo más, como el de la controvertida prohibición de la venta de carpas Koi, de la constante amenaza para nuestra afición que supone el exceso de celo de los proteccionistas, unido a las actuacciones de unos políticos desinformados ansiosos por ganarse el favor de los grupos de presión animalistas. Regulación, toda la que queráis, pero con criterio.
Fdo. Fernando Zamora Presidente AEA
Equipo editorial
Gestión de contenidos:
SUMARIO
BOLETIN DE LA AEA nº 16 – 3º Trimestre 2016 1º Trimestre Ene-Feb-Mar. 2016
Ángel Garvía
Asesores de redacción: Pablo Siebers José María Cid Juan Carlos Palau Díaz
Gestion on-line: Fernando Zamora
Maquetación: Ángel Garvía
Equipo de redacción: José María Cid Rosario Columbres Jesús Dorda Ángel Garvía Javier González José Antonio Granados Faramark Hayrapetian Juan Carlos Palau Díaz Pablo Siebers Carlos Tentor
Foto: J. Dorda©
Foto: Á. Garvía©
Acuario marino:
Agua fría:
Cría en cautividad
Boina Roja
A. Garvía ...
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J.C. Palau ...
Estanque: Estanque silvestre
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J. Dorda...
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Colaboradores externos: José Luis Bello Ángel Cánovas Tomás Canto Emilio Cortés Victoria Gaitán Marc Puigcerver Roberto Petracini Andrés Roca. La AEA agradece la cesión de sus textos y fotografías
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Técnicas: Tratado de fotografía III J.C. Palau...
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Agua dulce:
Control biológico algas A. Garvía ...
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Noticias: I
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1ª Jornadas de Acuariologia Exposición Hunter of the Sea
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acuario marino
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PAPEL DE LA CRÍA EN CAUTIVIDAD EN ACUARIOFILIA MARINA
una reflexión personal
Hace pocas semanas contesté en la radio a las preguntas que me formuló un periodista de un programa de amplia repercusión nacional. Quería saber mi opinión, como experto en acuariofilia, acerca de las advertencias que han lanzado algunos científicos en relación a que el estreno de la película “Buscando a Dory” podría poner en peligro la supervivencia de la especie Paracanthurus hepatus, a la que pertenece la pez cirujano protagonista del largometraje.
El argumento es que se iba a producir un gran aumento de su demanda en el mercado ornamental, consecuencia del tirón de popularidad por la película. Así sucedió, hace unos años, con Nemo, el pez payaso protagonista de la película que cuenta la primera parte de la historia. Agravado además por el hecho de los peces cirujano azules no se crían en cautividad, como si sucede con los peces payaso. Las respuestas no debieron gustarle demasiado, y no se lo reprocho pues la conversación telefónica no es mi fuerte ni mucho menos; pero el caso es que los casi diez minutos de entrevista que supongo grabó de nuestro diálogo quedaron, al salir a antena (la entrevista no era en directo), reducidos a unos pocos segundos con tres frases mías entrecortadas y reproducidas del tirón. A mí me dio la sensación que lo que interesaba era una visión catastrofista, con el trasfondo de que la acuariofilia equivale a esquilmar la biodiversidad marina. Sin embargo, mi visión no coincide totalmente con esta idea. Como intenté comunicar en la entrevista mi percepción es otra y voy a intentar expresarla aprovechando las páginas del boletín de la AEA. No me considero en posesión de la verdad (¡qué peligro tienen los “iluminados”!), pero sí que tengo claro algunas cosas de esta afición que he vivido durante los últimos 30 años bajo perspectivas diferentes, desde aficionado a profesional, pasando por consultor especializado, que me han dado una visión más global. Y una de ellas es que ser acuariófilo no es ser “delincuente ecológico”. Otra
Texto: Ángel Garvía © Página 4
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acuario marino e invertebrados no extraídos de su medio natural. El sector de agua dulce es un espejo en el que debe mirarse el sector marino. Si hablamos de cifras generales, resulta muy ilustrativo. Se podría decir que sólo el 10% de los peces de agua dulce comercializados para acuario son pescados; el resto son criados. En peces marinos las cifras son las inversas: sólo un 10% procede de cría. Un 90% son peces salvajes pescados expresamente para ser vendidos como peces de acuario. Hay que cambiar esto, la sociedad actual lo exige. El aficionado, la propia opinión pública y los movimientos ecologistas requieren saber de dónde proceden los peces que se venden para acuario: ¿son pescados o de criadero? Y, sobre todo, interesa saber si se está poniendo en peligro la supervivencia de especies con esa pesca. Soy de los que piensan que, en la mayoría de los casos, la extinción de una especie se debe más a la alteración, contaminación o desaparición de su hábitat natural que a otros factores, que sin duda existen y también pueden contribuir notablemente a dicha extinción. Aun así, no se puede negar que una excesiva presión pesquera, ya sea para consumo humano o para acuario, puede ser determinante para la supervivencia de una especie acuática concreta, sobre todo, insisto, si sus poblaciones silvestres ya están en regresión por otros factores.
es que quizás las ganas de criar especies en cautividad, con el fin de reducir o eliminar la pesca de ejemplares salvajes, está tapando otras posibilidades útiles para lograr un comercio sostenible. Y, por favor, entiéndaseme bien lo que quiero decir. Voy a intentar explicarme con esta reflexión personal que es este artículo. Es innegable que el mercado ornamental en acuariofilia (es decir los animales comercializados para acuario) crece desde hace años en Europa, Norteamérica y ciertas zonas de Oriente. No tiene perspectivas de disminuir, y menos aún en acuarios marinos. También es innegable que en determinadas especies la sobrepesca es un factor determinante para su conservación y la supervivencia de sus poblaciones salvajes. Si unimos ambas, incremento del volumen de capturas como consecuencia del aumento de su demanda para acuario, el resultadlo es igualmente innegable: se puede llegar a poner en peligro la supervivencia de algunas especies a medio e incluso corto plazo. El caso del cardenal de Banggai (Pterapogon kauderni) es un buen ejemplo. Parece evidente que si se quiere mantener, no ya seguir creciendo, el comercio ornamental sin repercusiones ecológicas de tal importancia, es imprescindible lograr el abastecimiento del mercado con peces
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En el marco actual no es viable a medio-largo plazo una acuariofilia que no tenga en cuenta la procedencia de los animales que comercializa. Y es aquí donde entra el concepto de comercio sostenible, que en boca de tantos está. Entendiendo por tal aquel sistema de producción (en este caso animales para acuario) que además del rendimiento económico tiene en cuenta otros factores, principalmente sus consecuencias para el medio ambiente y la supervivencia de los recursos naturales utilizados. Se puede decir que es un comercio comprometido con el medio ambiente. Es necesario, entonces, cambiar el sistema actual, o quizás deberíamos decir evolucionar. Y el cambio o evolución debe producirse en todos los eslabones de la cadena: en pescadores y recolectores de animales vivos, en distribuidores y mayoristas, en profesionales minoristas y también en aficionados. Todos deben estar implicados. Priorizar los ejemplares no salvajes, es decir los de criadero, e interesarse por la procedencia de los salvajes. Y lo primero que se nos ocurre siempre es sugerir que sean de criadero. Bien, pero el término criadero es más amplio y además de la cría en cautividad hay sistemas extractivos sostenibles.
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acuario marino
BOLETIN DE LA AEA nº 16 – 3º Trimestre 2016 De izquierda a derecha: Corales cultivados (Foto Ángel Garvía©). Coral duro salvaje en acuario. (Foto José Luis Bello©). Acuario de arrecife con corales y tridacnas (Foto: Ángel Garvía©). Foto: Ángel Garvía©
Foto: José Luis Bello©
Este cambio imprescindible comentado, en invertebrados marinos ya se ha iniciado. El caso de los corales es un ejemplo claro y, en cuota de mercado, se ha pasado el punto de inflexión e incluso invertido la tendencia. Lo que hace apenas dos décadas era poco menos que impensable, hoy es una realidad: en muchos países se comercializan más corales de criadero que salvajes; de hecho estos están prácticamente desapareciendo del mercado. Las tridacnas o almejas gigantes (Tridacna spp.) son otro buen ejemplo, pues prácticamente todo lo que se oferta en el mercado es de criadero. Hay quien opina que un mercado más restrictivo, por la inclusión en el convenio CITES de estos moluscos y los corales duros, ha sido decisiva para este cambio de tendencia. Pero los corales blandos también han seguido esta tendencia y no están incluidos en CITES. En mi opinión, además de estas regulaciones o restricciones al comercio, que sin duda han contribuido en la rapidez de este cambio, han influido también los numerosos proyectos de conservación del ecosistema de arrecife que se han iniciado por parte de muchas y diferentes instituciones y, sobre todo, la concienciación lograda en aficionados y profesionales del comercio ornamental. En peces marinos el cambio va mucho más lento, pero va. Las pruebas son irrefutables. Hay unas cuantas realidades y buenas perspectivas de futuro. Entre las primeras están peces payaso, gobios, blenios, etc. De todos ellos es posible adquirir ya ejemplares criados
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en cautividad. Las esperanzas están puestas en otras especies de estas familias y en otros grupos diferentes, como los peces damisela. Es evidente que la cría en cautividad es un puntal imprescindible en un comercio sostenible, pero tengo igualmente claro que no tiene porque ser el único sistema de obtención de peces e invertebrados. En mi opinión, en este concepto de comercio sostenible comentado, también encajan perfectamente otras actividades. Es el caso de una pesca local, más o menos artesanal, que rote las áreas de pesca y use técnicas de pesca no destructivas, desterrando definitivamente la pesca con veneno o con explosivos que tanto daño han hecho y siguen haciendo aún en ciertas zonas geográficas. Incluso es el caso de iniciativas más industriales, pero igualmente sostenibles como son las granjas de corales o tridacnas in situ, que con técnicas de maricultura (acuicultura marina) siembran y hacen crecer los invertebrados que luego recogen., como se hace por ejemplo con el marisco para consumo humano. En muchas zonas geográficas, por ejemplo en el sudeste asiático, la pesca de ejemplares salvajes y su cría en granjas in situ es un recurso natural cuya explotación viene generando importantes ingresos económicos para la población local. Bien gestionado, no tiene necesariamente que ser lesivo desde un punto de vista ecológico.
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acuario marino
De nuevo el mercado ornamental de peces de agua dulce puede ser un espejo en el que mirarse. Un mercado en el que actualmente conviven, por ejemplo, las granjas industriales con estanques al aire libre del sudeste asiático, con los criadores especializados en acuario centroeuropeos y aún queda una pequeña cuota de mercado para que se comercialicen ejemplares salvajes de determinadas especies de loricáridos, tetras o cíclidos. El proyecto Piaba (http:// projectpiaba.org/), en Brasil, es un ejemplo ya veterano de iniciativas que fomentan un comercio de peces ornamentales que sea, a la par, responsable con el medio ambiente y socialmente beneficioso para la población local. Bajo mi punto de vista es necesario conjugar ambas cosas: abastecer al mercado con ejemplares no capturados en la naturaleza sin poner en peligro la supervivencia de las especies explotadas. Hacer posible esto último implica desarrollar proyectos de cría en cautividad, pero no siempre ha de ser de modo exclusivo. Y para terminar vuelvo a la película, parece esperable que el estreno de la película aumente la demanda de los peces protagonistas,
como sucedió con la primera parte. También que la situación pueda ser más preocupante, porque las Dorys (peces cirujano azules) no se crían en cautividad como los Nemos (peces payaso); pero, según lo veo yo, eso no es excusa para se intente cargar a esta afición con más cuota de responsabilidad de la que le corresponde. Los acuariofilos tenemos la responsabilidad de fomentar un consumo responsable de un producto, que es más que eso, es un ser vivo. Y no debemos renunciar a ella. En este caso concreto quizás incluya resistir a las peticiones nuestros hijos al salir del cine de comprar una Dory, sobre todo si nunca hemos tenido un acuario marino. O quizás explicar que no todos los peces se pueden mantener en nuestro acuario. O quizás tener que matar el gusanillo yendo a verlos a un acuario público, que afortunadamente hay varios en nuestro país. O quizás, si tenemos la instalación y experiencia necesarias, adquirir un Paracanthurus hepatus, pero nunca por una compra compulsiva, siempre de un modo razonado y pausado, Sin dar excusas a aquellos que, de modo injustificado, asocian acuariofilia marina con poner especies en peligro de extinción.
Pterapogon kauderni Foto: Ángel Garvía©
Sobre el autor: Ángel Garvía Biólogo y ex-profesional de acuariofilia en diferentes mayoristas y comercios minoristas, actualmente es Conservador en el Dpto. de Colecciones del Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC. En la actualidad colabora como profesor en los cursos que organizan la AEA y algunos acuarios públicos, es articulista habitual en revistas especializadas y coordina el contenido de este boletín.
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Agua fría: razas de goldfish
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EL ORANDA RED CAP O BOINA ROJA Como casi todas las razas de goldfish, el Oranda Red Cap o Boina Roja, es de origen Chino, sin duda, y así lo confirman los autores de una obra ya conocida por los lectores del boletín (JAPANESE GOLDFISH CATALOG-Varieties of Goldfish in Japan-). Los mismos nos dicen en la misma: “El Gorro rojo de Oranda es un pez nativo de China, traído a Japón en algún momento de la década de 1950 a 1960 o principios de esta.” Li Zhen, autor del magnífico libro, CHINESSE GOLDFISH, ver bibliografía, en su diagrama, o árbol genealógico Chino del Goldfish, páginas 24 y 25, nos muestra que el Oranda Boina Roja o Goose head, desciende del Carplike fish, que es denominado así en inglés pues recuerda al carácter chino wen. Así como lo que Ángel Garvía denominó, en su excelente artículo publicado en Acaqualife nº 37 (“El Boina Roja- Un pez con la suerte en la cabeza”), como el negativo del Boina Roja o Red Cap, esto es un Oranda de cuerpo Rojo y Melena Blanca. ¡Ojo, el Carplike chino no es un koi, como se puede ven en algunos sitios de internet, sino un cola de abanico o fantail, de aleta caudal larga o corta, pues se pueden dar las dos razas! Ahora bien sabemos, si no nos equivocamos al interpretar la nueva bibliografía de que disponemos, ver fotos y el apartado correspondiente, que desciende, como acabamos de decir del Fantail o cola de abanico. Pero no sabemos con certeza si está cruzado o no con otras razas de goldfish. Y que procede de las razas obtenidas durante la Dinastía Ming (1368-1644), como bien apunta a ello Garvía en su ya mencionado artículo.
Texto y fotografías: Juan Carlos Palau Díaz © Página 8
Dentro de los Oranda, se dan hasta tres tipos grandes, con algún subtipo, de melena. Ténganse en consideración que hablamos de razas, o líneas genéticas, de más de cinco naciones distintas, y todas ellas, en los Orandas, originarias de China, como la japonesa, la EEUU, la tailandesa y la Británica. Una de ellas es la que aquí nos ocupa y que es denominada como Cap, Boina o Gorro, y High Head, tapete, capucha craneal, cabeza de ganso, es la que presenta el Oranda Red Cap, siendo esta de color rojo puro.
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Agua fría: razas de goldfish
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Es decir nos encontramos con un Goldfish, cuya talla, se establece en un máximo, puede haber excepciones, de 20-25 centímetros, contando la aleta caudal, con el cuerpo y aletas completamente blancos, y con la cabeza con melena de tipo cabeza alta o Hig Head, o Boina Roja. En Español. Ver las fotos. También nos podemos encontrar con Orandas Boina Roja, puros, con Pompones blancos, un excelente ejemplar se puede observar en la página 90 foto 111, del excelente libro chino, ATLAS OF CHINESE GOLDFISH, adquirido recientemente por uno de los autores. La boina roja, o red Cap, se da en otros goldfish, como ya hace muchos años apuntaba certeramente Ángel Garvía. Se puede dar en Colas de abanico o Fantail, en perlados o escamas de Perla, en Ranchus y Cabezas de león (el Ranchu, es japonés y el Cabeza de león es chino, ya les tocará en su día su turno de aparecer por estas páginas); además de en goldfish comunes o Hibunas. Sí, también en el goldfish común se dan ejemplares, fijados genéticamente, con el cuerpo y aletas blancas y con Red Cap o boina roja. Se puede decir con total tranquilidad que es una librea o patrón de colorido ya establecido, la Red Cap, o Boina Roja, en casi cualquier, por no decir que en todas, las razas de goldfish,
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dada la enorme hibridación y cruces, milenarios, que se han llevado a cabo y que se seguirán haciendo. Prueba de ello es la reciente creación de una raza nueva. Un ojos de burbuja, con cuatro burbujas, además de las dos en los laterales de los ojos, otras dos debajo de la mandíbula inferior (raza de origen, como no, chino). Decir que actualmente la mayoría de Red Cap, Oranda Red Cap o Boina Roja, se producen y son exportados en y de Japón. No nos podemos extender más en cuanto a los nombres y origen y descripción de esta fascinante y bella raza. Tan solo mencionaremos, lo dicho, en cuanto al nombre, por uno de los autores que escriben estas líneas, Garvía, en su excelente trabajo, ya mencionado. Y que es como sigue, literal: “En China esta variedad de pez dorado recibe el nombre tradicional de “pez con suerte en la cabeza”, en referencia a la creencia oriental que dice que el color rojo es el color de la buena suerte. También es considerada símbolo de longevidad y su imagen es habitual en tarjetas y otros obsequios propios de las fiestas de cumpleaños (Berhardt, 1998), incluso es frecuente que una estatua de un boina roja presida la entrada a ciertos templos…..”
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Agua fría: razas de goldfish
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El acuario Un acuario, teniendo en consideración su talla, ya dicha, de unos 120-150 litros para tres o cuatro ejemplares, sin la talla máxima. Mejor, siempre en los goldfish, de forma rectangular que no de otras formas, por su mayor superficie de contacto con el aire, dada la elevada necesidad de oxígeno disuelto en el agua, para su correcto mantenimiento. Sobre todo en esta y todas las razas exóticas o de “lujo” (Fancy Goldfish). Como planta valen las mencionadas en otras ocasiones, como Anubias y Microsorum. Además de las adecuadas dentro del género Crinum (o Cebollas de agua). Como rocas, las que no alteren la química del agua, y con cantos redondeados. Mejor sin raíces, pero se pueden utilizar las de uso acuarístico. La alimentación Como ya nos hemos extendido bastante, para el poco espacio disponible, decir que vale lo ya apuntado en otras ocasiones. Calidad y variedad. Alimento vivo, como lombrices y trozos de las mismas, de California, y la Dendrobaea. Congelados como larvas rojas, negras y blancas de mosquito. Artemia, si se puede viva, lo mismo que las larvas de mosquito, y
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pulgas de agua, si se pueden conseguir con garantías de salubridad, también vivas. Alimento vegetal, como guisantes congelados, previa descongelación y pelado de los mismos, y troceados o machacados, según los tamaños de nuestros peces. Y judía verde, espinaca, y otras verduras, cocinadas al vapor. Papillas caseras. Y alimento en escamas y granulado. Especiales para goldfish y/o peces de agua fría, de marcas de prestigio, Como Sera, Eheim, Ocean Nutrition, Djana, Hikari, Tetra, JBL, y otras contrastadas y de prestigio. Reproducción Muy difícil a difícil. Se necesitan, obviamente, ejemplares de los dos sexos, los machos presentan cuando adultos, tubérculos o botones en los opérculos y en el primer radio de las pectorales, y persiguen a las hembras, más gruesas sobre todo cuando están grávidas. Plantas de hojas finas, como Cambombas, y también Egregia o Elodea. O sus sustitutos, pues creemos recordar que estas pueden estar catalogadas como invasoras. Y sobre todo, mucho espacio, acuarios de 100 litros para dos machos y una hembra adulta.
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Agua fría: razas de goldfish
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Como parámetros óptimos del agua, un pH de 7 o entorno a esta cifra, sin desviarnos mucho, para un dGH de 5-15º y una temperatura de 22-25ºC. Se dispondrá además de canicas o mallas, para los huevos que caigan al fondo no sean devorados por los progenitores. El resto del mantenimiento y cría, reproducción artificial (métodos manuales, e incluso de provoca por inyección de hormonas, las puestas, no aconsejable ni para expertos, tan solo el método manual), se puede encontrar en el apartado de la bibliografía, a continuación.
Sobre el autor:
BIBLIOGRAFÍA EL BOINA ROJA- Un pez con la suerte en la cabeza- Ángel Garvía. Revista Acqualife nº37 año VII. CHINESE GOLDIFSH. Li Zen-1990 edition, edite by Tetra Press Copyright ©1990 by Forreing Languages Press TETRA.. ATLAS OF CHINESE GOLDIFSH. Zhu Guangya& Chen Yiyu & Chief Compieler Wang hongyuan, 2000-ISBN 7-5039-1823-3/Z.83 EL ORANDA CALICO Y EL BOINA ROJA- Posiblemente los dos tipos de orandas más populares- texto y fotos de Ángel Garvía & Juan Carlos Palau Díaz. Revista Acuario Práctico nº 52
Juan Carlos Palau Díaz:
Acuariófilo, pescador y fotógrafo de naturaleza con más de 500 fotografías publicadas en diferentes medios, incluidos algunos tan prestigiosos como el portal Fishbase (www.fishbase.org). Dos veces finalista en el concurso Fotonatura. Sus fotografías también aparecen en revistas, libros y webs sobre ictiología, acuariofilia y terrariofilia ilustrando textos suyos y de otros autores. Ha escrito más de 70 artículos en diversas revistas especializadas, como por ejemplo “Fauna, perros y compañía”, “Caza y Pesca”, “Captura”, “Feder-Pesca”, “Diorama”, “Foto Profesional”, “Reptilia”, “Río Negro”, “Aquamar” y “Acqua life”. En estas dos últimas ha formado parte de sus equipos de redacción durante años. En la actualidad mantiene principalmente peces de agua fría, betas y gambitas de agua dulce.
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Estanque
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Estanque y naturaleza silvestre Texto y fotografías: Jesús Dorda © Todo jardín es una contribución del urbanita a la obra de la naturaleza, pero en el estanque este acercamiento es mucho más importante.
El agua, elemento imprescindible para el desarrollo animal y vegetal no está fácilmente disponible en la ordenada construcción actual. Con el desarrollo urbanístico y las obras públicas los arroyos, encharcamientos, abrevaderos y otras pequeñas masas de agua han desaparecido al perder su vieja función. Han sido sepultados, encauzados y drenados. Ni los ríos de cierto porte se han librado de la "domesticación" y han visto sus orillas convertidas en paredes lisas, carentes de vida, convertidos en canales más que en ríos vivos con orillas cubiertas de vegetación y animales viviendo en ellas.
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Foto: Jesús Dorda ©
Es por eso por lo que los estanques, por pequeños que sean, pueden ser el refugio y la fuente de vida de numerosa fauna cercana a las zonas habitadas. Desde insectos acuáticos, pasando por reptiles y anfibios hasta llegar a las aves, los estanques son un refugio, un nicho ecológico o el lugar donde saciar la sed.
Nunca he visto mayor alegría en un poseedor de un jardín como la de descubrir que una especie rara de ave visita su estanque para beber, observar que los anfibios de la zona han colonizado su estanque para dejar allí sus huevos o ver las evoluciones de una gran libélula de metálicos colores.
Por supuesto, no todos los estanques cumplen esa función y quizás tampoco tiene por qué ser así. Pero que no le quepa duda al lector que la gratificación que se consigue sabiéndose colaborador en la supervivencia de la fauna salvaje es una de las mayores que un jardín nos puede ofrecer.
Por eso, entre los muy variados tipos de estanque que a lo largo de esta obra se van desgranando, el que llamaremos estanque silvestre, del que tratamos en este capítulo, consideramos que merece una atención especial.
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Estanque
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Foto: Jesús Dorda ©
Antes de continuar, centrémonos en que consideramos especies silvestres a aquellas que llegan a nuestro jardín libremente, andando, volando o arrastrándose. Ese es el verdadero valor de estos estanques. No es válido trasladar forzosamente a los animales, eso incluso puede ser ilegal, porque si no cumplimos ciertas condiciones incluso les podemos perjudicar al arrancarles de su hábitat para colocarlos en otro no adecuado. La mayoría de las veces solo conseguiremos que huyan a la primera oportunidad. Cómo facilitar la vida a las especies silvestres Cualquier estanque o recipiente de agua abandonado en el jardín será aprovechado tarde o temprano por alguna especie animal, pero de su instalación y características dependerá que sus nuevos y silvestres pobladores sean deseables y que puedan fijar en nuestro estanque y sus alrededores la morada definitiva. ¿Qué podemos hacer para que en nuestro estanque puedan vivir especies silvestres? Enumeremos algunas de estas características: Orillas en pendiente suave. No es necesario que todas ellas, pero sí al menos un 25% de los bordes del estanque que tengan la suficiente pendiente para que animales diversos puedan salir del agua sin problemas.
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Parece un absurdo, pero incluso anfibios como sapos y tritones en el momento de la metamorfosis pueden morir ahogados si no tienen unan forma cómoda de salir del agua. Lo mismo puede decirse de ciertos reptiles y, por supuesto, de numerosos insectos y animalillos no acuáticos que en un determinado momento puedan caer el agua. Facilitemos que el estanque sea una ayuda para la fauna, no una trampa mortal. Plantas palustres que faciliten la salida a los insectos emergentes. Las libélulas, efémeras y otros insectos acuáticos necesitan salir del agua a través de los tallos y hojas de las plantas acuáticas que salen del agua. También son importantes para permitir que los adultos, que son animales voladores, se acerquen al agua para poner los huevos. Algunas pocas especies lo pueden hacer mientras vuelan o flotando en la superficie, pero otras no. Plantas acuáticas donde encontrar refugio. De poco vale disponer de sitios donde poner los huevos si no pueden sobrevivir al ataque de los peces. Los fondos limpios de plantas son incompatibles con la mayoría de las larvas de animales acuáticos, vertebrados e invertebrados.
Agua con un cierto aporte orgánico y paredes tapizadas de algas. Las algas son el inicio de la cadena alimenticia y si la obsesión por la limpieza nos lleva a un estanque impoluto, nos debemos olvidar de los animales forman los siguientes eslabones.
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Estanque
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Sitios donde los pájaros puedan bajar a beber sin temor. El estanque puede ser el lugar habitual para beber muchas especies de aves. Las aves son animales de costumbres y acuden generalmente a las mismas horas. Esto es muy bonito y gratificante, pero también los gatos y otros depredadores se llegan a aprender esas costumbres. Así, lo ideal para los pájaros son las islas en medio del estanque, incluso unos simples palos emergentes o plantas con suficiente porte. Si no es posible, sí es conveniente, al menos, dejar una zona de orilla bien despejada, sin vegetación próxima donde puedan emboscarse estas pequeñas fieras felinas. Cuando se tienen peces de gran tamaño que llegan a comerse a los renacuajos y larvas de tritones, es deseable tener un estanque aparte, aunque sea pequeño tamaño y profundidad, donde las inteligentes ranas irán a hacer las puestas, aunque luego vivan en el estanque de los peces. Se sabe que, de alguna manera, los anfibios pueden detectar la presencia de peces en los sitios donde van a criar.
Foto: Jesús Dorda ©
Zonas de diferentes profundidades y, a ser posible, zonas con diferentes grados de circulación de agua. Una zona de agua mansa y una zona de arroyo y caída de agua, aunque sea de muy poca altura, enriquece las posibilidades de colonización.
Como puede deducirse de la enumeración anterior, de lo que se trata en general es de ofrecer el mayor número de hábitats posibles para facilitar el mayor número de nichos ecológicos, que puedan ocupar cuantas más especies mejor. La famosa y actualmente debatida Conservación de la Biodiversidad.
Foto: Jesús Dorda ©
Refugios en otras zonas del jardín. Los anfibios y los reptiles especialmente, pero también algunos otros animales, necesitan espacios donde refugiarse para pasar los rigores del invierno o los extremos calores del verano. Así, un complemento casi indispensable en un jardín deberían ser unos montones de rocas y troncos. Lo ideal sería disponerlos de un grupo en un rincón umbrío, que guarde de la deshidratación a los anfibios, en este caso son ideales los troncos putrefactos que retienen muy bien la humedad, y también un grupo de rocas al sol, que se calientan rápidamente y permiten regular su temperatura a los reptiles, incluso a los que no son acuáticos. Y fundamental es no removerlos y tener mucho cuidado con los pesticidas.
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Estanque molestos visitantes. Habrá, eso sí, otros insectos muy parecidos a los mosquitos que pican: los quironómidos, cuyas larvas viven en una envuelta gelatinosa pegada a las paredes y el fondo del estanque, pero estos "mosquitos", aunque formen pequeñas nubes volando por encima del estanque a la caída de la tarde, no pican. Solo son molestos para algunas personas con una alergia muy específica. También es muy importante señalar que los mosquitos que transmiten la leismaniosis, la terrible enfermedad que mata a miles de perros cada año, son los flebotomos, mosquitos cuyas larvas no se crían en el agua sino en el suelo. Por lo tanto, tranquilidad: los estanques y las zonas inundadas no contribuyen a la transmisión de la enfermedad. Y es importante señalarlo porque incluso algunos veterinarios tienen sus dudas y al decir la palabra "mosquito" lo asimilan con los culícidos. Las avispas serán comidas por las ranas, aunque las ranas con sus sonoros cantos también pueden ser consideradas molestas por los vecinos del aficionado al estanque. Es inevitable, lo que para algunos de nosotros es una maravilla, para otros será un suplicio. Conozco casos de quejas por el canto de un ruiseñor en las noches de verano.
Foto: Jesús Dorda ©
Los buenos y los malos inquilinos Facilitar tal variedad de hábitats indefectiblemente atraerá también animales que no nos sean gratos, como lo son las avispas y los mosquitos, pero cuando se va logrando una población variada y equilibrada raramente estos animales llegan a ser una plaga. Por ejemplo: Si se abandona un simple cubo lleno de agua en un rincón del jardín es casi seguro que en una semana ya esté lleno de larvas de mosquito (culícidos). Sin embargo, no conozco a ningún poseedor de estanque que haya tenido plagas de mosquito en su casa. ¿Por qué? La respuesta es por la presencia de depredadores. Los peces por supuesto, los primeros. El agua con una cierta corriente tampoco atrae a estos
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En esos casos hay un magnífico argumento, si es cierto: nosotros no hemos traído esas especies, son autóctonas y vivían allí antes de que nosotros pusiéramos la casa. Además, suelen ser especies protegidas que no pueden ser cazadas. SOBRE EL AUTOR: Jesús Dorda Biólogo y acuariófilo desde los 13 años. Ha compaginado su labor profesional en el Dpto. de Exposiciones y la Colección de Ictiología, en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, con la divulgación de la acuariofilia. Ha sido, entre otras cosas, presidente de la AEA y redactor-director de dos revistas de acuariofilia. Actualmente mantiene varios estanques y un acuario de 1.000 litros de agua dulce. Más información en su blog: "Notas de campo y jardín" http://notasdecampoyjardin.blogspot.com.es/
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BOLETIN DE LA AEA nº 16 – 3º Trimestre 2016
TRATADO DE FOTOGRAFÍA DE PECES, ACUARIOS Y CÍA. Texto y fotografías: Juan Carlos Palau Díaz ©
CAPTÍTULO III Ahora toca tratar de un tema vital, como es el enfoque en nuestras fotografías de PETS.
Los peces, por lo general, dependiendo de la especie, son más difíciles de enfocar, por su movilidad, como en el caso de los peces cebra (Brachydanio rerio), o los barbos conchonius. Los anfibios y reptiles, así como los pequeños mamíferos, son mucho más fáciles de fotografiar y enfocar, por lo general. Suelen permaneces más estáticos, y en cuanto a los invertebrados, dependerá de su tamaño sobretodo, pues si son pequeños, también plantean ciertas dificultades en el enfoque. Dentro de las réflex digitales (DSLR), tenemos varias opciones para el enfoque de nuestros PETS, como son el enfoque totalmente manual, y el enfoque automático o autoenfoque. También tenemos, el modo de enfocar por medio de la pantalla LCD, de visualización de las fotografías, llamado LIVE WIEV. Este último método es el más preciso, pero es tremendamente lento, por lo que lo inhabilita para fotografía de peces, por lo general, a no ser por ejemplo una coridora que esté totalmente quieta. Y se puede comprobar el enfoque haciendo zoom en la pantalla LCD. Para anfibios y reptiles estáticos es muy preciso, pero yo casi no lo utilizo en casi ninguna ocasión para fotografiar PETS. Dentro del enfoque automático por el visor, o autofoco, tenemos varias modalidades, dependiendo de la marca, las llamarán de una u otra manera. En Nikon, que es la que yo utilizo, tenemos el enfoque dinámico, el de punto único y el de varios puntos. Cada vez que los fabricantes actualizan sus series de cámaras, de iniciación, avanzadas y profesionales, mejoran el autofoco. Así suelen tener más puntos de enfoque, más de 100 los sistemas profesionales, y avanzados (en algunos casos). Ya se comentó en una entrega anterior, que yo tenía la sensación de que con mi “vieja” Nikon D60 conseguía enfocar más fotos, esa sensación tenía, que con mi más avanzada Nikon D5300 y las D3200 y D3100. Esto podría deberse, no es el caso, lo he comprobado reiteradamente, de que las cámaras pueden sufrir, al igual que los objetivos, de lo que se denomina en inglés backfocus y/o frontfocus. Esto es que la cámara y/o el objetivo enfoque por detrás o por delante del sujeto que estemos fotografiando.
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BOLETIN DE LA AEA nº 16 – 3º Trimestre 2016
La prueba más socorrida para saber si tenemos problemas de backfocus o frontfocus, es fotografiar de tres a cinco pilas, colocadas en diagonal, y sobre trípode, y con luz diurna o de flash, y con disparador a distancia, o el autodisparador, enfocar primero en la pila de la izquierda, luego en la del centro y luego en la de la derecha. Y comprobar que las combinaciones de objetivos y cámaras enfocan bien. Yo lo he hecho con mis cuatro Nikon, y ninguna, ni los objetivos que poseo, tienen estos problemas. Además debe de hacerse esta y la prueba de la carta de enfoque, a la vena online, y otros sistemas parecidos, muy rigurosamente. Y varias veces. Para quien quiera saber más en la bibliografía se dejan enlaces a web y post, dedicados a este espinoso y peliagudo tema. Siguiendo con el enfoque, tenemos accesorios que nos ayudan algo al mismo, como los oculares de amplificación del visor, en el caso de Nikon, y para mis D60/D3100/D3200 y D5300 es el Nikon DK 21 M, que amplifica el visor 1.17 veces, lo que en la práctica es muy poquito, pero ayuda. En cuanto al enfoque manual, es para quien goce de muy buena visión o normal, el adecuado, pero personalmente lo empleo muy poco en fotografía de peces, mi visión, con gafas adecuadas inclusive, no es la de hace 10 años, y yo utilizo preferentemente el autofoco. Y lo hago eligiendo el modo de punto único, y normalmente en autofoco continuo. Si bien a veces utilizo el de varios puntos, como 9/21 ó 39 de mi Nikon D5300. Además los objetivos de cierta calidad, tienen la capacidad de funcionar en autofoco y luego poder ajustar o afinar el enfoque manualmente. De todas formas, en la época analógica, cuando yo fotografiaba en carrete de diapositiva, por cada carrete, me podrían salir desenfocadas, de 36 diapositivas, unas cinco o seis, y en digital, de cada 100 fotos que hago a peces, unas 25-40 salen desenfocadas. Si bien es cierto que se han dado algunos casos, como con la Nikon D7000, ya que tratamos de Nikon, esta cámara de serie avanzada, actualmente van por la D7200, tiene igual que las cámaras profesionales, un modo de microajuste del autofoco. Y permite memorizar la combinación de la cámara con hasta unas 10 o más ópticas u objetivos fotográficos. También puede deberse a uno o varios objetivos, que adolezcan de estos defectos. Pero como dice Nikon en su página oficial, hay que tener cuidado, pues podemos ajustar, en las cámaras avanzadas que así lo permitan, el microajuste del autofoco, pero para uno o varios objetivos, si luego cambiásemos de cámara, la combinación no valdría.
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Esto además de mi peor visión, incluso con gafas adecuadas, puede deberse a que en la película de diapositivas, y negativa color, el enfoque no era tan peliagudo, por ser la emulsión fotográfica más gruesa, y atenuar estos defectos. También influye el número de MEGAPIXELES, de nuestras cámaras, no es lo mismo los 10 MP de mi vieja D60 que los 24 de mi D3200 y D5300. Me explico con 6-8-10 MP, los defectos de enfoque y de la cámara y objetivo no se magnifican o ven tanto, como con el doble de megapíxeles. Mi particular consejo, para no estar en una continua experimentación, es que nos limitemos, al menos en principio, a una combinación de cámara y objetivo en concreto, o a lo sumo dos objetivos con un cuerpo de cámara. Además evitaremos el gran problema, al cambiar
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BOLETIN DE LA AEA nº 16 – 3º Trimestre 2016 objetivo, de la introducción de polvo en el sensor. Si bien ya hay aparatos eficientes para el polvo, que no para las posibles manchas o micro gotas de lubricante del obturador, que se depositan en el sensor, como el aspirador ciclónico de Fujin Mark II , pero este cuesta 170 euros, lo que no es poco.
Empezaremos a partir de ahora, a tratar algo fundamental, como es la iluminación con flash desde una unidad a cinco o seis unidades. Dependiendo del motivo y las posibilidades de cada uno.
Aquí quiero hacer un breve inciso, en el desarrollo de la temática, para resaltar la labor de un gran y excelente fotógrafo, conocido por todos de sobra, que no es otro que mi amigo Ángel Garvía, quien con poco equipamiento, y fotografiando en las condiciones más difíciles, como es el Zoo Aquarium de Madrid, consigue fotografías extraordinarias. Con cristales muy gruesos, y evitando ralladuras en los cristales y demás dificultades técnicas.
En el mercado fotográfico, nos podemos encontrar con diversas marcas y modelos de unidades de flash, de mano. También llamados cobra, para montar en la zapata de nuestras cámaras, o bien acoplarles un cable de extensión o unidades de radiofrecuencia, inalámbricas. Que nos permitirán accionar nuestros flashes a distancia.
No es lo mismo fotografiar en condiciones más o menos controladas como son las de nuestros acuarios y terrarios en el propio domicilio que en un acuario público o en tiendas o comercios de acuariofilia. Y lo se pues yo y gracias a Ángel, he podido fotografiar en varias ocasiones, con él, en el Aquarium del Zoo de Madrid. Centrándonos en los objetivos, decir que deberemos de escoger, un número F de diafragma entre F10 y F13/14, y esto en razón al compromiso entre profundidad de campo, lo que saldrá enfocado, y lo que no, y la calidad de imagen, pues a f16 y diafragmas más cerrados, como f22, el fenómeno óptico de la difracción, hará efecto, y disminuirá la nitidez de nuestras fotografías. A veces de forma considerable. En cuanto al modo a elegir en nuestras cámaras, yo utilizo el modo totalmente manual, y a veces con prioridad al diafragma. Y en Manual, utilizo una velocidad de sincronización del flash de entre 1/160 de segundo y 1/60 segundo, a veces, la máxima que me permite el equipo que es de 1/200 de segundo.
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ELECCIÓN DE UN FLASH BUENO, BARATO Y BONITO.
Actualmente tengo 5 unidades de flash para digital, y conservo 3 unidades más de la era analógica, que solo funcionan en modo totalmente manual en mis cámaras digitales. No solamente yo, sino muchos fotógrafos, como en la web de dzoom, aconsejan el flash, para Nikon de la marca asiática, China, Yongnuo 568 EX para Nikon, el cual está a la altura de flashes tres y cuatro veces más costosos, de Nikon y Metz. Este flash cuesta por internet entre 105 y 160 euros, con un número guía de 58, y es más potente, que mi Nikon SB600, tres veces más caro. Y mucho mejor que mi Nikon SB-500, que me costó dos veces y media lo que el Yongnuo. Si bien aquí y como con los objetivos, son los lectores y usuarios, quién tienen que asumir las responsabilidades del uso de terceras marcas, frente a las originales que recomiendan los fabricantes de cámaras. Aunque tengo que decir que en treinta y cinco años fotografiando con objetivos de marcas independientes, serias y contrastadas, al igual que de unidades de flash, como Metz, y otras marcas, jamás he tenido ningún problema de funcionamiento. Pero insisto y recalco que es responsabilidad y elección libre de los usuarios el utilizarlos de la misma marca que sus cámaras o de fabricantes serios y contrastados.
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Técnicas
BOLETIN DE LA AEA nº 16 – 3º Trimestre 2016 Mi flash favorito es un Metz 64 AF -1, de casi 400 euros. Se trata de un flash profesional, con casi todo lo que se le puede pedir a un aparato de este precio, de la prestigiosa firma alemana. Si bien nos podría bastar con un flash solo manual, que funcionase en manual, es mucho mejor que incluya el casi imprescindible, pero tampoco infalible, sistema TTL, en Nikon i TTLL y Bl TTL. Y a poder ser un modo automático, aunque muy pocos flashes actuales lo incluyen. Por supuesto que incluyan la compensación en tercios o medios pasos de EV de exposición, tanto por defecto, como aumentado la potencia. Que incluyan también, y de serie, un difusor como el SB600 de Nikon, ya discontinuado en su fabricación, le ha sustituido el excelente SB-700 y el profesional SB910. Que pueda girar su cabezal, y todas las prestaciones que se le pide a un flash actual. Tengamos en cuenta que fotografiar es pintar con luz, y la iluminación es VITAL. A fecha de escribir estas líneas, estoy pendiente de recibir de China un flash Godox, Viking, V860. Este flash, además de ponerlo muy bien los test en internet, he pagado 121 euros por él tiene la particularidad de que no funciona con pilas, sino con una batería de Litio Ion, que ser carga en dos horas, y promete 600 disparos a la máxima potencia sin tener que recargarla. Lo cual para mí resulta, a priori, muy útil, para cuando fotografío en comercios, donde me lo permiten sus dueños, pues te da una gran autonomía, sin tener que recurrir a pilas, ni pilas recargables. De NiMH.
Dejando ya el tema de la alimentación de nuestras unidades de flash, diremos ya para cerrar esta entrega, que tenemos los cables de extensión, de los cuales tengo unas 9 unidades, entre las que me servían para los de la era analógica y los de la era digital. Conviene probarlos en tiendas físicas, pues si compramos por internet, a mí me pasa con mi apreciado flash Yongnuo 568 EX, ya mencionado y aconsejado (por su imbatible relación Calidad/precio), tan solo funciona perfectamente en TTl con tres cables de la era digital. Los hay desde 1.5 metros de longitud o 1.7 metros a seis o siete metros. Una vez extendidos. Ver fotos.
Bibliografía y enlaces de internet, más que aconsejables: Back y Frontfocus
http://fotografiamartinsilva.com/2013/12/este-lente-es-nitido-y-otros-mitos/ http://www.nikonistas.com/digital/foro/?showtopic=114608
Catálogos y test de flashes online
http://foto321.com/blog/comunidad/prueba-a-fondo-del-nuevo-flash-metz-64af-1-por-jose-antonio-fernandez/ http://www.dzoom.org.es/yongnuo-yn568ex-a-la-altura-de-los-mejores-flashes -de-marca-del-mercado/ http://www.robisa.es/pt/iluminacion/metz/catalogo-productos-metz
El tema de la alimentación de nuestros flashes, es vital también, pues si los usamos mucho, como es mi caso, y si tenemos que comprar pilas alcalinas, a la larga es un gran desembolso, por lo que habrá que recurrir, antes eran de Níquel cadmio, y ahora son de Níquel Metal Hidruro, a las pilas recargables y a los cargadores inteligentes. Yo tengo un cargador de Sony que me carga cuatro pilas de NiMh en 15 minutos, para casos de emergencia, pues estas altas intensidades de carga, para conseguir tan breve tiempo de la misma, acorta bastante la vida de nuestras pilas recargables. Tengo además dos cargadores inteligentes, uno de la marca alemana Technoline, y otro de Powerex, que es el que prefiero, 3 euros del primero por 80 del segundo. Que permiten, por eso se les denomina cargadores inteligentes, descargar por completo las pilas, cargarlas, con distintas intensidades y tiempos, y refrescar las pilas recargables antiguas.
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(Información sobre el autor: página 11 )
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Agua dulce
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ALGUNAS ESPECIES DE PECES ADECUADAS PARA EL CONTROL BIOLÓGICO DE ALGAS EN ACUARIO 1º Parte: Familia Loricariidae
Texto: Ángel Garvía © Bello © Ciertos tipos de algas, como por ejemplo las denominadas algas filamentosas o algas pincel, pueden llegar a ser muy molestas, tanto desde un punto de vista estético como de funcionamiento del acuario. La aparición de algas en un acuario de agua dulce es inevitable, pero sí es posible lograr una situación estable en la que su crecimiento esté bajo control, es decir ayude a proporcionar un aspecto más natural a la instalación pero no llegue a convertirse en un problema. El problema de los crecimientos desmesurados de algas en el acuario debe abordarse siempre bajo una perspectiva multifactorial, entendiendo que son varios los factores a controlar y que la solución, es decir alcanzar la situación de equilibrio antes mencionada, requiere diversas medidas correctivas y sobre todo preventivas. De todos los parámetros o factores a tener en cuenta (como por ejemplo luminosidad, concentración de nitrato, silicatos, fosfa-
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Este articulo fue publicado en el boletín de la AEA en 2010, pero por error en una versión con texto incompleto. Aquí se publica con el texto íntegro y con muchas más fotografías, lo que nos ha obligado a publicarlo en dos partes. Se dejan para la segunda las familias Cyprinidae, Gyrinocheilidae y Balitoridae. tos y otros oligoelementos, etc.), vamos a fijarnos en esta ocasión en la denominada lucha biológica. Las posibilidades que tiene el aficionado de ejercer un control biológico sobre las algas son más amplias de lo que cabe pensar en principio. Además de favorecer un desarrollo óptimo de los competidores naturales de las algas no deseables, como son las plantas acuáticas, se pueden incorporar a la instalación organismos que consuman algas: desde peces a pequeños camarones, pasando por varios tipos de caracoles. Por razones de espacio a partir de ahora vamos a centrarnos en los peces. Evidentemente al comerse las algas contribuyen a mantener estas en niveles adecuados en el acuario, pero no hay que olvidar que su presencia no será suficiente para lograr un control perfecto. Volvemos a la perspectiva multifactorial antes comentada, no son la solución perfecta pero pueden ayudar mucho y, en ocasiones, desempeñan un papel crucial.
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Agua dulce
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Actualmente es fácil adquirir en el mercado especializado peces de agua dulce que incluyan algas en su dieta y que, por tanto, pueden ser empleados como ayuda en el control de las mismas. Incluso está bien arraigado entre los profesionales y los aficionados con experiencia recomendar al que empieza que incluya algún pez limpiaalgas o comealgas entre los habitantes del acuario. Una puntualización: hablamos sólo de agua dulce y únicamente citamos algunos géneros y especies de cuatro familias: Loricariidae, Cyprinidae, Gyrinocheilidae y Balitoridae.
Hypostomus plecostomus
Considero a estas cuatro las más importantes en la lucha biológica contra las algas, aunque bien es cierto que hay otras que también contienen comealgas, como por ejemplo el besucón, Helostoma temminckii, o ciertos cíclidos (Heterotilapia multispinosa, Tropheus duboisi, diversas especies de Pseudotropheus, etc.). Incluso vivíparos tan populares como los gupis, los platis, los xiphos y ciertos tipos de mollis pueden ayudar a mantener las algas en niveles adecuados. Seguro que muchos más se quedan en el tintero. Ahí queda la invitación para todo aquel que quiera ampliar el presente trabajo.
Hypostomus sp.
Farlowella acus
Foto: Ángel Garvía ©
Limpiando de algas decoración y cristales del acuario
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Hypoptopoma gulare
Autor: Marrabbio2 Species: CC BY-SA 3.0 https:// commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=539330
Otocinclus affinis
LORICÁRIDOS (Familia Loricariidae) Sin duda esta familia contiene el mayor número de limpialgas utilizados por los acuariófilos. Constantemente se están describiendo nuevas especies y variedades, que de inmediato se incorporan al mercado ornamental, hasta tal punto que se comercializan poblaciones o variedades que aún no se han descrito científicamente como especie. Los exportadores e importadores comenzaron, hace algo más de 15 años, a suplir este retraso asignando nomenclaturas alternativas, pero sin validez científica, en un intento de paliar los inconvenientes que supone la falta de nombre científico. Sin duda la que más ha arraigado son los llamados número L (L-Numbers) y en más de una ocasión me referiré a ellos. Debido al gran número he decido establecer tres grupos de especies en base a su tamaño.
Autor: No machine-readable author provided. Chle assumed (based on copyright claims). - BY-SA 3.0, https:// commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1148249
GRUPO A: Loricáridos adaptables a pequeños acuarios, 50-100 litros. Son especies de tamaño reducido que además presentan un carácter pacífico y tranquilo. Otocinclus affinis, el otocinclo enano, no supera los 6 cm y es muy popular, aunque puede dañar las plantas de hoja muy fina. Del género Hypoptopoma se importan varias especies, H. carinatum y H. gulare seguramente son las más frecuentes. La primera se queda en 5 cm, la segunda llega a los 8.
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Otocinclus vittatus
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Autor: pl:user:lcamtuf .CC BY-SA 3.0, https:// commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1362915
Chaetostoma sp.
Peckoltia cf. vittata
Chaetostoma sp.
GRUPO B: Loricáridos indicados para acuarios de volumen medio a grande, 100-240 litros. Incluye especies de tamaño mediano con una longitud máxima situada entre 10 y 20 cm, aunque también contiene otras de mayor longitud pero con cuerpos muy estilizados, por lo que en realidad no necesitan volúmenes de agua tan grandes como en principio pudiera parecer. El género Chaetostoma, el pleco bulldog, se ha introducido con fuerza en el mercado en los últimos años. Contiene especies como C. thomsoni, de unos 10 cm, otras más grandes, como C. wuchereri que supera en poco los 20 cm, y algunas más raras de adquirir como Chaetostoma sp. L335.
Peckoltia brevis.
El género Peckoltia es bien popular entre los aficionados. Se comercializan varias especies con tallas entre 10 y 15 cm, como por ejemplo P. brevis, P. pulcher, P. platyrhyncha, P. vittata o P. vermiculatus. También es posible encontrar en el mercado varios números L de este género como L66, L102 ó L106. Otras opciones menos fáciles de encontrar pueden ser Baryancistrus sp. L1816, Panaque sp. L204, Lasiancistrus sp. L68 20 ó Leporacanthicus heterodon. Ninguno llega a medir más de 20 cm.
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Autor: Hantanplan. CC BY 3.0, https:// commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8632692
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Foto: Tomás Canto ©
Entre los de cuerpo alargado, posiblemente el ejemplo más ilustrativo sea Farlowela acus, el pez gato varilla. Con una talla máxima cifrada en 20 cm, es un verdadero especialista en consumir algas sobre superficies lisas, como troncos y piedras. Pero se comercializan al menos tres géneros más de loricáridos con esta morfología. Rineloricaria parva, que crece hasta los 22 cm, es relativamente fácil de encontrar, pero existen variedades más sofisticadas y pequeñas como Rineloricaira sp. “Red” L10A, de 14 cm. Al parecer existe cierta confusión acerca de cuales son realmente las especies que se importan con el nombre vulgar de loricarias. Según la opinión de Cánovas & Puigcerver, la especie comercializada tradicionalmente como Loricaria filamentosa es en realidad Dasyloricaria filamentosa. Otras especies que si pertenecen verdaderamente al género Loricaria también se importan, como por ejemplo Loricaria simillima, que crece hasta los 25 cm. Del género Sturisoma se importan con diversa frecuencia varias especies, como S. nigrirostrum, S. panamense y S. rostratum, aunque también parece existir cierta confusión a la hora de su determinación taxonómica.
(3)
(1)
Foto: Ángel Cánovas ©
(5)
Autor ja:ロイヤル・ファロウェラ CC BY-SA https:// commons.wikimedia.org/wiki/File:Sturisoma_panamense_2.jpg
(4)
(1) Rineloricaria
(2) Farlowella acus
(4) Sturisoma panamense
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(3) Farlowella gracilis
(5) Dasyloricaria filamentosa
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Foto: Ángel Cánovas ©
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BOLETIN DE LA AEA nº 16 – 3º Trimestre 2016 Foto: Pablo Siebers ©
Hypostomus plecostomus
Hypostomus plecostomus
GRUPO C: Loricáridos, en principio, no recomendables para acuarios menores de 300-400 litros. Contiene especies de gran tamaño y/o que dañan las plantas acuáticas. Una de las más espectaculares es el pleco gigante, Acanthicus adonis, que puede superar el metro de longitud, pero no es habitual en el comercio; sin embargo, sí es frecuente encontrar a la venta especies que alcanzan con el tiempo longitudes superiores a 30, 40 ó 50 cm. Es por ejemplo el caso de Hypostomus plecostomus, el pleco común, uno de los limpialagas más comercializados, Hypostomus punctatus, el pleco punteado, Glyptoperichthys gibbiceps, el pleco mariposa, y los panaques real, Panaque nigrolineatus, y de ojos azules, Panaque suttoni. Otros plecos de gran tamaño que ocasionalmente también se pueden adquirir son Pseudorinelepis pellegrini, el pleco de placas óseas, Pterygoplichthys multiradiatus, el pleco merlín, y alguna especie del género Pseudoacanthicus.
Hypostomus punctatus
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Foto: Ángel Cánovas ©
Pterygoplichthys gibbiceps
Panaque nigrolineatus
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Foto: Tomás Canto ©
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Ancistrus dolichopterus
COMENTARIO DEL AUTOR: Ancistrus hoplogenis Evidentemente ejemplares jóvenes pueden mantenerse temporalmente en urnas más pequeñas del volumen mencionado, pero sin olvidar nunca que es una situación provisional, nunca definitiva. Y no es únicamente por motivos de falta de espacio físico para el pez, que ya es un tema de suficiente importancia pues al desplazarse daña la vegetación del acuario. Hay otro tema que no se debe olvidar: una buena parte de los peces que comen algas también pueden comer las plantas acuáticas, especialmente las de hoja ancha, si los niveles de algas no fuesen lo suficientemente abundantes para ellos; situación fácil de producirse en acuarios de volumen pequeño o mediano con peces de tallas grandes, como los mencionados. Algunas otras especies de loricáridos de menor tamaño presentan una clara tendencia a atacar las plantas acuáticas en cuanto las algas escasean lo más mínimo. Igualmente deben ser mantenidos en urnas muy voluminosas y con plantas muy robustas. Es el caso por ejemplo de Sturisoma auremun y la mayoría de Parancistrus y Ancistrus. De este último género se comercializan frecuentemente Ancistrus hoplogenys y A. dolychopterus.
Evidentemente una lista de especies es siempre una elección personal y será sometida al juicio del resto de aficionados. El listado que expongo en este artículo lo elegí hace ya unos años hoy sería algo diferente. La mayoría volverían a estar, pero seguro que añadiría alguno como el pleco zebra (Hypancistrus zebra). Hay más variedad en el mercado y también más información, y no hablo de internet, sino de revistas especializadas en español. Quisiera destacar la serie que sobre peces gato fue apareciendo a lo largo de años en la desparecida Acuario Práctico. Iuk Noe y algún otro autor, contribuyeron sobremanera a dar a conocer estos peces. Al final de la segunda parte adjunto una amplia y actualizada bibliografía.
Continúa en el próximo número
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Hypancistrus zebra.
Foto Ángel Cánovas ©
BOLETIN DE LA AEA nº 16 – 3º Trimestre 2016 1º Trimestre Ene-Feb-Mar. 2016
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acuario marino
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La inclusión de artículos en este boletín no implica necesariamente la aceptación por parte de la AEA de todas las opiniones y/o contenidos que hay en ellos.
NOTICIAS
BOLETIN DE LA AEA nº 16 – 3º Trimestre 2016 EXPOSICIÓN HUNTERS of the SEA Esta exposición, que está siendo un éxito en el Museo de Naturaleza y Ciencias de Tokio (Japón), muestra una gran variedad de especies de peces depredadores en diferentes formatos expositivos: naturalizados, esqueletos, en fluido, maquetas, reproducciones, etc.
Este boletín publica material inédito y reediciones de números suyos anteriores y trabajos ya publicados en otros soportes (boletines, web, foros, etc.), ya sea por intercambio con ellos o por autorización directa de sus autores. Este dato se especifica en cada artículo.
Realmente espectacular, sin duda merece la pena verse. En un próximo número ofreceremos un amplio reportaje fotográfico de la misma.
COLABORACIONES Si estas interesado en colaborar en este boletín, no lo dudes: contacta con nosotros. Nos hace falta tu ayuda. Cualquier tipo de colaboración será bienvenida: textos, fotos, artículos, noticias, viajes, datos, reportajes, crías logradas, experiencias, etc. Nosotros podemos aportar lo que a ti te falta para completarlo.
1ª JORNADAS DE ACUARIOLOGIA ACUARIO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA El pasado mes de Junio, se celebraron en la Universidad de Murcia, las 1ªs Jornadas de Acuariologia, con alta participación y un atractivo programa de conferencias. El desarrollo de las jornadas tuvo lugar en el auditorio del propio Acuario de la Universidad bajo el auspicio del rectorado y del director técnico del acuario D. Emilio Cortes. En dichas conferencias, no faltó la presencia de la AEA, dado que nuestro compañero y actual vicepresidente José María Cid, fue invitado a participar como ponente en una de las conferencias. Confiamos, en que este tipo de eventos, sea cada vez mas frecuente por parte de otras instituciones y que nuestra asociación pueda seguir aportando valor añadido a las mismas a través de sus socios.
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