Bajo el conejo luna, por Josué Díaz by GabrielArgue

Por. Josué Díaz

Por. Josué Díaz El derecho a las personas que han sido maltratados por sus preferencias

Escrito por.

Josué Díaz Guatemala, Centro América junio 6 del 2021

Bajo el conejo luna

La vida no ha sido tan fácil, en especial cuando vives con tus padres y hermanos; y lo peor, es atravesar la adolescencia, lo más terrible que me ha pasado. Ahora ya soy un joven y estoy feliz de pasar aquella terrible etapa. Me presento: Mi nombre es Estefan de cariño me dicen Estef, tengo 18 años y soy un chico muy guapo (eso considero yo) vivo en un país de colores; mi madre se llama Isabela y mi padre se llama Mike, mi hermana Gaby y mi hermano Pablo, yo soy el más pequeño. Todo comenzó cuando tenía 17 años, estaba listo para entrar al colegio cuando conocí a un chico llamado Dani. - ¿Qué cómo lo conocí? En realidad, chocamos los dos al entrar en el aula. -Oye ¿qué te pasa? - dije con enojo. -Lo siento, lo siento- me dijo preocupado. Entonces pasó algo muy extraño, vi como sus ojos brillaban como las estrellas, nos quedamos viendo, como si hubiéramos ido a un paisaje hasta que reaccionamos.

- ¿Estás bien? -me preguntó sonrojado. - Eee creo que sí. -le respondí también sonrojado. Cuando nos dimos cuenta ya era la hora de entrar y nos fuimos escogiendo nuestros lugares sin despedirnos, le miraba entre reojos y así transcurrió el resto del día; regresé a casa pensando en lo que había pasado (en verdad fue una locura), cuando llegué a casa parecía un cementerio: sin ruido... - ¿Hay alguien en casa? -pregunte al entrar. Un tremendo vacío me respondió. diciendo que no, como mis hermanos están trabajando y mis padres creo que salieron entonces estaba solo; subí a mi cuarto pensando en ese chico y así es como transcurrió el resto del año poniéndome las pilas en mi estudio y él y yo jamás volvimos a hablar. En la actualidad, estoy en doceavo grado y no quiero entrar a la universidad, ni de locura. Mi vida se complicó cuando entré al último año: - Despierta Estef ya es hora -dijo mi mama casi gritando. - Ya estoy despierto -le dije entre enojo. - Apúrate y levántate no quiero que llegues tarde. - ¡Ya voy, ya voy! -le dije gritando y riendo. Me levanté como un monstruo, desayuné y me despedí de mis padres, Por cierto, mis odiosos hermanos llegaron antes que me fuera, son odiosos porque me molestan a cada rato y mis padres no les dicen nada, total mi vida es así.

Caminé y caminé, cuando me encontré a mi amiga que por cierto se llama Vicky. - Hola, Vicky -le dije muy contento. - Hola Estef ¿cómo estás? -dijo sonriendo mientras caminábamos algo de prisa. - Bien, ¿y usted? - Pos nomas, aquí bien creo -nos reíamos a carcajadas por las cosas chistosas de la vida. Luego entramos juntos al cole y nos fuimos por el pasillo para entrar al salón cuando me di cuenta, estaba el chico que se llama Daniel y que de cariño le dicen “Dani”, entré sin alzar la vista a nadie y fui directo a mi lugar donde, me quedé hasta la hora de receso para luego quedarme de nuevo como estatua sin moverse hasta la hora de salida. Te preguntarías ¿Por qué? Me quedé quieto. 1. Tenía vergüenza no por mis compañeros, si no por él. 2. No sé qué me pasaba y entré en pánico. Mientras tanto, salí del cole junto con Vicky. Me platicaba de su aburrida vida, no le ponía importancia porque pensaba en ese día, me imagino que me vio desconcertado y me preguntó: - ¿Me estas escuchando verdad? ¿Estás bien? - ¡Que si! -Le dije algo tonto hasta que me animé a preguntarle algo que pasaba con ese chico y yo. - Oye, ¿te puedo decir algo? -le dije.

- Si claro, confía en mí, dime ¿qué te pasa? -Me respondió. - Eee ¿Es normal pensar en alguien? -le dije muy sonrojado. - Uuuy algo me dice que te estás enamorando. -me dijo con una risita pícara. - Si es normal no te preocupes. - ¿Perooo de un chico? -le pregunté. - ¡De un chico! -dijo con un salto y sorpresa porque nos quedamos en medio del camino un buen rato, hasta que seguimos caminando. Pero ella estaba muy sorprendida, luego me dio un tremendo abrazo y me dijo: - En las buenas y en las malas siempre voy a hacer tu mejor amiga. - Gracias –le dije sin entender, - ¿Por qué? -le pregunté. - ¿Eres gay? - ¿Qué, qué, que, cómo? - Yo sé que tú lo sabes muy dentro de tu corazón. Me quedé muy sorprendido. En ese momento no tenía palabras para decirle a Vicky, sin embargo, sabia un poco sobre lo que me pasaba, pero en todo caso pregunté para estar más seguro y ahora me doy cuenta. - ¿Lo sabias verdad? -me dijo preocupada.

Me salió una pequeña lagrima, no por tristeza, sino que por felicidad de que yo tenga esas preferencias. - Lo sabía un poco, pero quería quitarme las dudas y ahora lo sé. -le dije. Mira, tener ese tipo de preferencia no significa que seas diferente a los demás, sino que simplemente eres tal como eres – me dijo Vicky. - Sí, gracias -le dije con sollozo. Nos despedimos al llegar a mi casa, entré directo a mi cuarto sin saludar ni nada. Mi mama subió las gradas, tocó la puerta de mi cuarto, preguntó si estaba bien. le dije que sí y que se fuera; me sentía raro, de pronto quise escuchar música y lo hice, coloqué los audífonos en mis orejas mientras que subía el volumen, escuchaba y escuchaba hasta que me quedé dormido. Me desperté a eso a las cuatro de la tarde, entonces bajé las escaleras y estaban mis dos hermanos criticándome porque supuestamente me vieron llorando cuando subí las escaleras al venir del cole. Los dos, ¡miren, miren quien viene allí, el bebé llorón de la casa -me dijeron a carcajadas. - Déjenme de molestar por favor-les dije con cara de que los voy a matar. Mi papá no estaba, solo mi mama y pregunto si estaba bien. - Que parte de la vida no entiendes que estoy bien, gracias -le dije con furia.

Incluso estaba molesto conmigo mismo, subí las escaleras y de nuevo al cuarto. Al día siguiente me levanté. Todo en mi casa pasó igual que ayer, mi mamá me gritó, me levanté, desayuné, etc. Y encontré nuevamente a mi amiga: - Hola de nuevo, ¿cómo estás? -me dijo con preocupación. - Bien, un poco cansados mis ojos, pero del todo bien, gracias por preguntar. -dije. Fuimos por el pasillo, nos metimos al salón, solo que él no estaba en su asiento, no había llegado. De pronto alguien tocó mi mano, se sentía suave como el algodón y calientito como un peluche, me giré y me di cuenta de que era él, por equivocación tocamos nuestras manos, yo pensaba que era de mi amiga porque tenía miedo, mientras él se había confundido, el solo miró y se fue a su asiento. Me quedé imaginando como un tonto. Ya estaba listo para irme. Cuando Dani se acercó hacia mí, mi corazón empezó a latir como si fuera a estallar. - Dani, hola, ¿cómo estás? -me preguntó. - Yo pu pu pues bien gracias y ¿usted? -le respondí hirviendo mi sangre de pena. - Gracias igual. Por cierto, perdón por no haberte hablado desde el año pasado. jajaja y por haberle agarrado la mano el día de hoy. ¿Estás bien? te veo las mejillas coloradas -me dijo. - Si estoy bien gracias, pero ya me tengo que ir. - Espera, solo quería decirte de buena onda que, si quieres ir hoy en la tarde a mi casa a ver una película, te doy mi número y mi dirección. nos contactamos luego. -me dijo.

Sentía mi corazón estallar. yo decía en mi mente ¡me invitó, me invitó! que alegría, siento mariposas en el estómago ¡jijiji! Salí del salón encontrándome con mi amiga que me esperaba, ella me miró, vio que estaba muy contento y me dijo. - Wow hoy estás más alegre que nunca jajaja. - Sabes ¿por qué estoy muy contento? - ¿Por qué, por qué? cuéntame por favor-me dijo saltando y sonriendo. - Prepárate -le dije. -El chico que me gusta me invitó. Me preguntó si quería ir a su casa a ver una peli. - ¡Enserio! ¿Y qué le dijiste? - No le dije nada. - ¿Es enserio, tienes al chavo que te gusta y no le respondiste? - Lo siento, lo siento, no tenía palabras para decirle que sí o no, pero me dejó su número y dirección. - Uf que bueno, ¿y ahora vas a decir que sí? - Yo, no lo sé, tal vez. Estaba feliz y confundido, hecho un manojo de nervios. - Por favor, Estefan, tienes oportunidad - Bueno, entonces, acompáñame a mensajearle en el parque por favor. - Bueno no tengo nada que hacer así que vamos -me dijo Vicky. Y nos fuimos juntos a mensajear a Dani.

- Bueno ahora hazlo y dile que sí. -me dijo Vicky. Yo respondí obediente -Está bien. Texto: Yo:

¿Hola Dani, cómo estás?

Dani: Bien gracias ¿y usted? Yo:

Aquí bien, por cierto, ¿Qué haces?

Dani: Pues aquí no más preparando las cosas para más tarde, ¿por cierto vas a venir? Yo:

Eee, si acepto tu propuesta.

Dani: ¡Qué bueno!, te espero, adiós. Yo: Adiós Vicky me dijo: - Estoy muy contenta de que lo hayas hecho. - Gracias. Bueno nos tenemos que ir, tenemos que estudiar demasiado… Nos despedimos después de llegar a casa. La invitación de Dani fue increíble, la pasamos muy bien. hasta que terminemos el año. Después él viajó y destruyó mi vida. Todas las cosas las miraba grises y cada vez que lo recordaba me lastimaba el corazón y tenía ganas de dormir para ya nunca despertar. Aquella vez no

tenía la valentía para decirle que cuanto lo amo, porque no miraba que se interesara en mí. Un día traté de hablar con mis padres, lo logré porqué mis hermanos no estaban, pero todo salió mal. Yo: - ¿papá, mamá, puedo hablar con ustedes? -dije con nervios. -Si claro. -dijeron ambos. Yo: - Quiero decirles que los quiero mucho, porque ustedes han sido los mejores padres del mundo. Ellos respondieron: - Gracias hijo nosotros también te queremos mucho. Yo: - Papá, mamá, iré directo al grano. Papá: - Adelante di, ¿qué te pasa? Yo: - ¡Soy gay! Se quedaron en silencio un rato, hasta que reaccionaron. Los dos se enojaron mucho y me dijeron: - ¿Estás hablando en serio? -dijo mi papá. Mientras mi mamá lloraba. Dije entonces: - Lo siento, pero yo no elegí mi destino -casi llorando. Papá: - No me importa quien eligió tu destino. quiero que te vayas a tu cuarto y no des un paso aquí. -dijo mi padre con un tono alzado. - Ja, ja, ja, wow padres que resultaron hacer, sabes porque soy

así, porque lastimosamente ustedes no me dieron el tiempo, ni amor, me trataban mal mis hermanos y me humillaban y ustedes nada que me defienden, gracias por haberme lastimado la otra parte del corazón. -dije. Aunque después comprendí que aunque si bien es cierto, eran cosas que me lastimaban, no tenían nada que ver con mis preferencias. Mi papá me dijo: - ¿Qué van a pensar mis familiares y mis amigos? Yo - Aaa ahí está, solo piensas en tus familiares y amigos, y no tratas de pensar en mí. -dije con furia y lágrimas en los ojos. Papá: - Más te vale que no te hayas enamorado. -Dijo. Llorando y con un nudo en la garganta respondí. - Si, me enamoré, pero, pero, pero él se fue - Mi mamá no decía nada, solo se quedaba quieta. pensaba que no iba a empeorar, pero mis pensamientos no salen como planeaba. - ¿Sabes por qué no te prestamos atención?, ¡porque simplemente fuiste un ERROR! -llorando y enojada me dijo mi mamá en la cara. Sentía que se me venía el mundo por encima, sentí todo negro, las cosas que miraba estaba totalmente sin alma, sin sentimientos. Me puse a llorar y fui directo a mi cuarto, mientras en mi cabeza se escuchaba la palabra ERROR con esa voz de mamá la cual me dolía cuando lo decía en ecos y ecos. Después de un rato, vi una luna llena y blanca con las manchas de un conejo plasmada del cuento de Quetzalcóatl, la miraba fijamente. El corazón se me aceleró, es como si me avisara de algo, bueno pensé que, porque estaba lastimado por las cosas que me había pasado, pero no, pensaba en Daniel y tenía sensaciones de

conexiones extremadamente fuertes. Agarré mi mochila con algunas cosas que necesitaba, juro que podría sentir que la luna me obligaba a ir a casa de Daniel y sentía un conejito tierno que me decía: -apúrate, -apúrate. Bajé con cuidado, porque eran casi las 11 de la noche y no quería que ellos dos escucharan. Fui lo más rápido que pude, calle tras calle, hasta que llegué. Es como si me hubiera enloquecido, toqué la puerta y alguien la abrió; me di cuenta de que era nada más y nada menos que Daniel. Me tiré ante sus brazos, abrazándolo fuertemente, mientras él me preguntó que, si estaba bien, por una parte, lloraba por lo que mis padres hicieron y por otra parte lloraba por lo alegre que estaba por haberle encontrado, aunque no me explicaba porque no estaba con sus padres en su país natal, reaccioné rápidamente y dejé que me secara las lágrimas de mi cara, suavemente sentía sus manos como algodón: - ¿Estás bien? -me preguntó Daniel. Yo le respondí en automático - Si, pero primero explícame ¿por qué estás aquí? Dani me respondió: - Hoy vine porque mis padres me dijeron que regresara, no estaba a gusto viviendo allá, ya no me gusta. Yo estaba feliz - ¡Qué bien que hayas regresado!, te extrañaba. Fuimos platicando, bajo las estrellas, una luna llena y un árbol gigantes que se encontraba a la par de su casa, mientras nos sentábamos en el húmedo y verde llano. Hasta que llegó el tema no inesperado. - Y ¿tienes novia? -Me preguntó. Yo respondí: - No por supuesto que no -dije triste porque pensé

que él sí tenía, pero le pregunté y él me respondió que no, un largo y silencioso momento quedó entre nosotros dos. Pero Daniel se levantó mientras me decía que esperara, estaba nervioso, de repente llegó con una cajita: - Mira te traje un regalito. No lo miraba bien porque estaba entre sentado atrás de mí, él me abrazó, sentí nervios hasta que pasó lo que tanto quise que pasara; nuestros labios se unieron en el profundo mar, nos dimos un beso, lo cual la luna lo sabía y ella nos ayudó a unir nuestros corazones en esa noche de brillos y amor de aquel momento a otro, despertamos del viaje a la luna. Yo - ¿sabías que te amaba? Dani -Lo sabía desde que entramos el primer día de clase, por eso agarre tus manos para sentir conexión. Yo -Pensé que no eras… Dani -Si lo soy, solo quise olvidarte en ese viaje, pero no pude. Yo -Gracias por haber regresado por mí. Dani - Y tú, gracias por esperarme. La luna brillaba aún más. Él y yo estábamos en un cálido abrazo y en mi mente solo pasaba su rostro. Dani- ¿Has visto esa cajita? Yo - Si por supuesto. Dani - A ver, ábrelo.

Había dos cadenas juntas en un mismo corazón, eso quería decir que él y yo siempre estaremos unidos, y dos anillos. Yo - Gracias, Dani. Dani -Siempre estaremos juntos y nadie nos va a separar. Así transcurrió toda la noche hasta llegar la una de la mañana, él me preguntó ¿qué por qué venía llorando? Yo -Es que le dije a mis padres lo que soy y lo que siento y todo salió mal. Dani - No te preocupes, mis padres hicieron lo mismo, después se arrepintieron y los perdoné, pero no me dijeron que era un error al crearme, lo siento por ti. Yo - No te preocupes total ahora nada me importa más que tú, ni mi familia. Dani - Bueno ya no regreses a tu casa, quédate conmigo toda la vida, en mi casa. Yo - Está bien, estaré el tiempo que tú quieras, gracias te amo. Dani - Igual yo te amo. Yo - ¿Por cierto, te has dado cuenta de que la luna tiene un conejo plasmado? Dani -Si me he dado cuenta y según yo la luna hace el milagro del amor como la historia del conejo que ofreció todo al Dios Quetzalcóatl para que él sobreviviera y no muriera. Así pasamos la noche platicando, después nos fuimos a dormir. Transcurrió un año de aniversario de noviazgo, todo transcurría

normal, cuando escuchamos que alguien estaba tocando la puerta con prisa, abrió unos de mis compas que habíamos invitado en la fiesta porque ellos ya sabían de nuestra relación. Me di cuenta de que era papá y mamá que me buscaban; Yo ¿qué hacen ustedes dos aquí? Papá- ¿Te buscamos por cielo y mar por qué te fuiste de la casa? Yo - Solo quise desaparecer de sus vidas. Mamá - Lo sentimos tanto que te hayamos hecho tanto daño, espero que nos perdones. Yo - Está bien, los perdono, pero con una condición; que se larguen después de la fiesta y dejen que yo viva como quiera ¿ok? Mamá - Está bien, ¿pero nos invitas para tu aniversario? Yo - Si claro, pasen adelante. Y así es como termina mi historia de amor con Dani, mis padres se mudaron y yo viví solo con Daniel, ¡pero pronto vino un nuevo miembro de la familia que habíamos adoptado…ESTAMOS ORGULLOSOS DE QUE SEAMOS GAY! FIN

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Querido Josué, para este proyecto editorial, me sentía muy emocionado y orgulloso de poder darle vida a esta historia de amor, ya que, es un tema que debe ser normalizado en una sociedad que se hace llamar “conservadora”. La cuál, hace de menos a los individuos por su orientación, ideología raza y/o sexo. Como parte de la comunidad, te agradezco por ser parte del cambio y la expresión. Gabriel Argueta Septiembre, 2021

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