Guia hora santa para cuaresma

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HORA SANTA Después del miércoles de ceniza

“He venido como mensajero de la verdad y de la esperanza a confirmarlos en la fe, a dejarles un mensaje paz y de reconciliación en Cristo”. Juan Pablo II.

1. EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO

Canto: En Jesús puse toda mi esperanza. (Ver anexo)

Estación (el presbítero o diácono) Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, venimos a nutrir nuestra fe; en este encuentro de amor, donde te contemplamos en la Eucaristía como el Dios vivo que nos acompaña en nuestros gozos y esperanzas, en nuestros dolores y miedos. Al contemplarte nos transformas desde nuestro interior y nos haces descubrir que nuestra esperanza es más fuerte que nuestros miedos. (Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Señor Jesús, Tú eres nuestra paz; Eres nuestro consuelo en el sufrimiento, llénanos de tu amor, de tu fuerza, de tu compasión, de tu perdón. Queremos superar nuestros miedos y abrirte las puertas de nuestro corazón, queremos ser mensajeros de tu paz. (Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, Eres nuestro compañero en el camino; Luz radiante que ilumina nuestra oscuridad; Lámpara que alumbra nuestro camino. Eres Tú quien das valor a nuestro espíritu, para vivir con esperanza, y sacudirnos el yugo del miedo. (Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Oración 3


Señor, Padre Santo que en Jesucristo, tu Hijo, presente realmente en la Eucaristía, nos das el testimonio más grande de la fidelidad de tu amor te pedimos que nos concedas en esta cuaresma, por la oración, el ayuno y la limosna, que la escucha atenta de tu Palabra ilumine nuestras vidas para que no tengamos miedo de abrir las puertas de nuestro corazón a Cristo, y así; sepamos sobrellevar los difíciles momentos marcados por el dolor y el sufrimiento y podamos perseverar como hijos tuyos dando testimonio de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. Adoración personal.

1. LECTURA ORANTE.

Del profeta Joel 2,12 «Esto dice el Señor: “Todavía es tiempo conviértanse a mí de todo corazón con ayunos, con lágrimas y con luto. Enluten su corazón y no sus vestidos; Vuelvan al Señor su Dios, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en clemencia; y se conmueve ante la desgracia"» Palabra de Dios. De que trata el texto: LECTOR 1. El texto es una invitación a todos sin excepción a la penitencia. Dios es misericordioso y esta siempre atento para darnos su bendición si hay un arrepentimiento sincero y puro nacido del corazón. No basta con rasgarse las vestiduras externas, es necesario rasgarse el corazón mostrar actitudes de amor y misericordia, pues El es bueno y misericordioso.

2. MEDITACIÓN ¿Qué me dice el texto?

LECTOR 2. La cuaresma es una oportunidad para transformar los miedos, las angustias las desilusiones: ¿cuál es mi proyecto de conversión para esta cuaresma? El Papa Benedicto XVI en su mensaje de cuaresma nos dice: “La Cuaresma, que nos lleva a la celebración de la Santa Pascua, es para la Iglesia un tiempo litúrgico muy valioso e importante. La comunidad eclesial, asidua en la oración y en la caridad operosa, mientras mira hacia el encuentro definitivo con su Esposo en la Pascua eterna, intensifica su camino de purificación en el espíritu, para obtener con más abundancia del Misterio de la redención la vida nueva en Cristo Señor. El Bautismo, por tanto, no es un rito del pasado sino el encuentro con Cristo que conforma toda la existencia del bautizado, le da la vida divina y lo llama a una conversión sincera, iniciada y sostenida por la Gracia, que lo lleve a alcanzar la talla adulta de Cristo. 4


Este don gratuito debe ser reavivado en cada uno de nosotros y la Cuaresma nos ofrece un recorrido análogo al catecumenado, que para los cristianos de la Iglesia antigua, así como para los catecúmenos de hoy, es una escuela insustituible de fe y de vida cristiana: viven realmente el Bautismo como un acto decisivo para toda su existencia”.

3. ORACIÓN

 ¿Qué palabras me brotan del corazón después de contemplar este texto del profeta Joel?  Ante la presencia de Jesús sacramentado ¿qué proyecto cuaresmal asumo?  Descubro ante Jesús mis miedos que me impiden abrirle las puertas de mi corazón para que el me da la valentía y la audacia para mantener viva mi esperanza.

4. CONTEMPLACIÓN

LECTOR 1. Recordemos el testimonio del siervo de Dios Juan Pablo II que será beatificado el próximo 1º de mayo. Al encontrarse con el pueblo de Cuba dijo: “He venido como mensajero de la verdad y de la esperanza a confirmarlos en la fe a dejarles un mensaje paz y de reconciliación en Cristo”. LECTOR 2. A la luz de este testimonio, descubrimos ante Jesús sacramentado que hoy necesitamos más que nunca ser valientes mensajeros de la verdad. En los tiempos difíciles que vive nuestra patria es necesario despojarnos de la cobardía para reconstruir la esperanza, en aquellos que viven sin esperanza.

5. BENDICIÓN. OREMOS

El Señor nos bendiga y nos guarde. R. /Amén. Que haga resplandecer su rostro sobre nosotros y nos muestre su misericordia. R. /Amén. Que vuelva su mirada hacia nosotros y nos conceda su paz. R. /Amén. (Bendición con el Santísimo Sacramento)

ACLAMACIONES Bendito sea Dios. 5


Bendito sea su santo nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. RESERVA

Acabada la bendición, el mismo sacerdote o diácono que dio la bendición, u otro sacerdote o diácono, reserva el Sacramento en el sagrario y hace genuflexión, mientras el pueblo, si se juzga oportuno, hace alguna aclamación, y finalmente el ministro se retira.

Canto eucarístico.

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HORA SANTA

Primera semana de Cuaresma

“No tengan miedo de abrir las puertas de su corazón a Cristo”. Juan Pablo II.

1. EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Canto: En Jesús puse toda mi esperanza (Ver anexo)

Estación (el presbítero o diácono)

Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, eres nuestra Salvación; socorre nuestros pueblos con la fuerza de tu amor, nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu rebaño, queremos renovarnos con la fuerza de tu amor. Transfórmanos, para que con la fuerza de tu Palabra salgamos victoriosos frente a las tentaciones del maligno enemigo.

(Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Señor Jesús, Tú eres nuestra paz; Eres nuestro consuelo en el sufrimiento. Fortalécenos; haznos capaces de ser testigos de tu compasión, de te perdón. Úngenos con tu amor para liberarnos del dominio del mal; para no tener miedo y abrirte las puertas de nuestro corazón. (Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, Eres nuestro compañero en el camino; Luz en nuestra oscuridad. Infunde en nuestros corazones la esperanza, para sacudirnos el yugo del miedo que nos paraliza. Fortalécenos para que en el itinerario cuaresmal te contemplemos como el Señor de nuestra vida, la misma vida que recibimos cuando renacimos en el agua y el Espíritu. (Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Oración Señor, Padre Santo que en Jesucristo, tu Hijo, presente realmente en la Eucaristía, nos das el testimonio más grande de la fidelidad de tu amor, te pedimos que nos concedas en esta cuaresma, que la escucha atenta de tu Palabra ilumine nuestras vidas para descubrir y vencer las tentaciones del maligno enemigo y superados 7


nuestros miedos podamos sobrellevar los momentos marcados por el dolor y el sufrimiento y perseverar como hijos tuyos dando testimonio de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. Adoración personal.

2. LECTURA ORANTE.

Del Evangelio según san Mateo 4,1-­11

«En aquel tiempo, Jesús fue conducido al desierto por el Espíritu para ser tentado por el demonio. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes." Pero él le contestó, diciendo: "Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo pone en la parte más alta del templo y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras."" Jesús le dijo: "También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios." Luego lo llevó el diablo a un monte muy alto y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: "Todo esto te daré, si te postras y me adoras." Entonces le dijo Jesús: "Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a solo a él le servirás." Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles para servirle.» Palabra del Señor. De que trata el texto: El texto nos presenta la dura confrontación de Jesús con el enemigo, que será constante a lo largo del camino y al que vencerá. También se confrontan dos tipos de mesianismos; el del poder, el prestigio, el de las soluciones fáciles y rápidas y el mesianismo del Siervo sufriente, que carga con los pecados de su pueblo y vive cara a Dios y en solidaridad con los pobres y excluidos.

3. MEDITACIÓN ¿Qué me dice el texto?

LECTOR 1. El día que fuimos bautizados sobre nuestro pecho se nos ungió para “darnos la fuerza de Cristo Salvador”; así fuimos arrancados de las tinieblas y fuimos trasladados al reino de la luz. Para poder vencer el miedo y abrir las puertas a Cristo, habrá que renovar esta fuerza bautismal para vencer al tentador. 8


 ¿Estoy dispuesto a renovarme consciente que poseo la fuerza de Cristo para vencer los miedos provocados por la insidia del maligno?

LECTOR 2. El Papa Benedicto XVI en su mensaje de cuaresma nos dice: «El primer domingo del itinerario cuaresmal subraya nuestra condición de hombre en esta tierra. La batalla victoriosa contra las tentaciones, que da inicio a la misión de Jesús, es una invitación a tomar conciencia de la propia fragilidad para acoger la Gracia que libera del pecado e infunde nueva fuerza en Cristo, camino, verdad y vida. Es una llamada decidida a recordar que la fe cristiana implica, siguiendo el ejemplo de Jesús y en unión con él, una lucha «contra los Dominadores de este mundo tenebroso» (Ef 6, 12), en el cual el diablo actúa y no se cansa, tampoco hoy, de tentar al hombre que quiere acercarse al Señor: Cristo sale victorioso, para abrir también nuestro corazón a la esperanza y guiarnos a vencer las seducciones del mal.»

4. ORACIÓN  ¿Qué palabras me brotan del corazón después de contemplar este texto del Evangelio?  Ante la presencia de Jesús sacramentado abre tu corazón a la esperanza y déjate guiar por Cristo para vencer las seducciones del mal.  Descubro ante Jesús mis miedos que me impiden abrirle las puertas de mi corazón para que el me da la valentía y la audacia para mantener viva mi esperanza. 5. CONTEMPLACIÓN

LECTOR 1. Recordemos el testimonio del siervo de Dios Juan Pablo II que será beatificado el próximo 1º de mayo. LECTOR 2. Juan Pablo II al iniciar su la inauguración de su pontificado nos dio este mensaje: “No tengan miedo de abrir las puertas de su corazón a Cristo”.  LECTOR 1. Descubro ante Jesús sacramentado que hoy necesitamos más que nunca abrir las puertas de par en par; del corazón, de la razón y de los sentimientos a Cristo  LECTOR 2. Soy consciente que el tentador trata de desalentarnos para vencernos, pero que nosotros tenemos la Fuerza de Cristo que nos transforma desde nuestro interior para que podamos continuar en nuestra tarea de ser constructores de paz.

6. BENDICIÓN. OREMOS 9


El Señor nos bendiga y nos guarde. R. /Amén. Que haga resplandecer su rostro sobre nosotros y nos muestre su misericordia. R. /Amén. Que vuelva su mirada hacia nosotros y nos conceda su paz. R. /Amén. (Bendición con el Santísimo Sacramento)

ACLAMACIONES Bendito sea Dios. Bendito sea su santo nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. RESERVA

Acabada la bendición, el mismo sacerdote o diácono que dio la bendición, u otro sacerdote o diácono, reserva el Sacramento en el sagrario y hace genuflexión, mientras el pueblo, si se juzga oportuno, hace alguna aclamación, y finalmente el ministro se retira.

Canto eucarístico.

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HORA SANTA Segunda semana de Cuaresma

“Hemos de ver el pasado con gratitud, vivir el presente con responsabilidad y proyectarnos al futuro con esperanza”. Juan Pablo II.

1. EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO

Canto: En Jesús puse toda mi esperanza (Ver anexo) Estación (el presbítero o diácono)

Señor Jesús tu eres nuestra paz; Tú voz nos da vida, tú Palabra es liberadora y llena de sabiduría. Cuando te escuchamos se ilumina nuestra mente y nuestro corazón; nos devuelves la mirada de la inocencia que nos permite ver el mundo como tú lo vez y descubrir tu bondad en todas las creaturas. Te bendecimos al descubrirte siempre presente en nuestra historia, lo que nos permite ver nuestro pasado con gratitud. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria y canto) 11


Señor Jesús tu eres nuestra paz. Venimos a escucharte, Tú eres el Hijo, el amado de Dios. Cumplir nuestra la misión que nos confías en situaciones de violencia y de inseguridad nos atemoriza. Nos vemos como Pedro y sus compañeros, acobardados cuando les anunciaste tu Pasión. Queremos subir contigo a la montaña de la Transfiguración y contemplar tu Gloria para confirmarnos como discípulos tuyos, dispuestos a llevar la cruz de cada día. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria y canto) Señor Jesús tu eres nuestra paz; esta Cuaresma queremos redescubrir nuestro bautismo para sumergirnos en tu amor, en el misterio de tu muerte y resurrección que nos impulsa cada día a liberar nuestro corazón y proyectar el futuro con esperanza. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria y canto) Oración Señor Padre Rico en Misericordia que nos mandas escuchar a tu Hijo Amado, nutre nuestra fe con tu palabra y purifica nuestras vidas, para que podamos alegrarnos en la contemplación de tu gloria. Ayúdanos a entender que la pasión es el camino de la resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Adoración personal

2. LECTURA ORANTE

Del Evangelio de Mateo 17,1-­9 «En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y los hizo subir a solas con él a un monte elevado. Se transfiguró en su presencia: su rostro se puso resplandeciente como el sol, y sus vestidos se volvieron blancas como la nieve. De pronto aparecieron entre ellos Moisés y Elías conversando con Jesús. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: "Señor, ¡qué bueno sería quedarnos aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías." Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: "Éste es mi Hijo, muy amado, en quien tengo puestas mis complacencias escúchenlo." Al oírlo, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: "Levántense y no teman." Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: "No lo cuenten a nadie lo que han visto, hasta que el hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos”.» Palabra del Señor De que trata el texto: 12


Los discípulos se sienten desanimados después de escuchar el anuncio de la pasión de Jesús y conocer las consecuencias de su seguimiento. La transfiguración es una palabra de ánimo, pues en ella se manifiesta la gloria de Jesús y se anticipa su victoria sobre la cruz.

3. MEDITACIÓN

¿Qué me dice el texto? LECTOR 1. Los acontecimientos recientes de violencia que vivimos en la patria nos desaniman, nos confunden y podemos perder el sentido de nuestra vida. Al escuchar las palabras de Juan Pablo II de proyectarnos en el futuro con esperanza; al contemplar este evangelio donde se anticipa la resurrección de Jesús y se anuncia que el verdadero destino del hombre que es participar de la gloria de Dios ¿Cómo esta mi esperanza? LECTOR 2. Jesús es la fuente de nuestra esperanza, en las oscuridades, frustraciones y crisis, sólo el encuentro con Él es capaz de transformar nuestros miedos e inseguridades en tranquilidad y paz. ¿Acudo a constantemente a Jesús para fortalecer mi esperanza y superar mis miedos? LECTOR 1. El Papa Benedicto XVI en su mensaje de cuaresma nos dice: «El Evangelio de la Transfiguración del Señor pone delante de nuestros ojos la gloria de Cristo, que anticipa la resurrección y que anuncia la divinización del hombre. La comunidad cristiana toma conciencia de que es llevada, como los Apóstoles Pedro, Santiago y Juan «aparte, a un monte alto», para acoger nuevamente en Cristo, como hijos en el Hijo, el don de la gracia de Dios: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle». Es la invitación a alejarse del ruido de la vida diaria para sumergirse en la presencia de Dios: él quiere transmitirnos, cada día, una palabra que penetra en las profundidades de nuestro espíritu, donde discierne el bien y el mal y fortalece la voluntad de seguir al Señor.»

4. ORACIÓN

LECTOR 2. ¿Qué palabras me brotan del corazón decirle a Dios después de contemplar este texto del Evangelio de Mateo? El día de nuestro bautizo fuimos transformados en una nueva creatura y nos revestimos de Cristo, esa vestidura blanca es el signo de nuestra nueva dignidad de cristianos. Este es un buen momento para agradecer el haber sido transformados en Cristo. 13


5. CONTEMPLACIÓN

LECTOR 1. Juan Pablo II nos animaba diciendo: “Hemos de ver el pasado con gratitud, vivir el presente con responsabilidad y proyectarnos al futuro con esperanza”.  Después de este acto de adoración ¿qué actitud tendré ante los acontecimientos que nos entristecen? Juan Pablo II también nos recordaba que: “La cruz se transforma también en símbolo de esperanza. De instrumento de castigo, se convierte en imagen de vida nueva, de un mundo nuevo".  ¿Estoy dispuesto de vivir mi compromiso bautismal de transformar la cruz de cada día en signo de esperanza?

6. BENDICIÓN OREMOS

El Señor nos bendiga y nos guarde. R. /Amén. Que haga resplandecer su rostro sobre nosotros y nos muestre su misericordia. R. /Amén. Que vuelva su mirada hacia nosotros y nos conceda su paz. R. /Amén.

(Bendición con el Santísimo Sacramento)

ACLAMACIONES Bendito sea Dios. Bendito sea su santo nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. RESERVA

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Acabada la bendición, el mismo sacerdote o diácono que dio la bendición, u otro sacerdote o diácono, reserva el Sacramento en el sagrario y hace genuflexión, mientras el pueblo, si se juzga oportuno, hace alguna aclamación, y finalmente el ministro se retira.

Canto eucarístico.

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HORA SANTA Tercera semana de Cuaresma

“Queridos jóvenes… acojan el llamado a ser virtuosos. Ello quiere decir que sean fuertes por dentro, grandes de alma, ricos en los mejores sentimientos, valientes en la verdad, audaces en la libertad, constantes en la responsabilidad, generosos en el amor, invencibles en la esperanza”. Juan Pablo II.

1. EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Canto: Bautízame con tu Espíritu (Ver anexo)

Estación (el presbítero o diácono)

Señor Jesús, Tú eres nuestra paz. Venimos a encontrarte porque queremos gustar y conocer el don de Dios, para que ilumine y guie todas nuestras acciones, para que transforme nuestras vidas y de nuestro interior broten ríos de agua viva. (Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Señor Jesús, Tú eres nuestra paz. Eres el agua que da vida, el agua que sacia de la sed más profunda, la sed de Dios. Hoy, como la Samaritana te decimos “Señor danos de esa agua; así jamás tendremos sed”. Queremos redescubrir nuestro bautismo y vencer las fuerzas de muerte y desterrar de nuestro corazón toda actitud de violencia y comprometernos en ser embajadores de tu paz. (Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Señor Jesús, Tú eres nuestra paz. Queremos redescubrir nuestro bautismo, reconocer que hemos nacido a la vida en el Espíritu; queremos ser testigos de tu amor y comunicar a los demás los frutos con los que tu Espíritu nos ha bendecido: la caridad, el gozo, y la paz. Señor Jesús, con la fuerza del bautismo queremos ser ciudadanos responsables, promotores de justicia y de paz. 16


(Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Oración Dios misericordioso, fuente inagotable de bondad, que nos has propuesto como remedio del pecado el ayuno, la oración y las obras de misericordia, mira con piedad a quienes reconocemos nuestras miserias y estamos agobiados por la violencia reconfórtanos con tu amor, para que podamos asumir nuestro compromiso de ser por nuestro bautismo ciudadanos responsables en la promoción de la esperanza, la justicia y la paz. Amén. Adoración personal.

2. LECTURA ORANTE Del Evangelio de San Juan 4,5-­15

«En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, que venía del cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. Entonces llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: "Dame de beber." Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. La samaritana le dice: "¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?" Porque los judíos no se tratan con los samaritanos. Jesús le contestó: "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva." La mujer le dice: "Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es profundo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?" Jesús le contestó: "El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna." La mujer le dice: "Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla." » Palabra de Dios. De que trata el texto: El texto es una invitación a todos sin excepción a la conversión. Bajo el intenso sol del medio día, después de un largo y agotador camino Jesús llega a un pueblo de Samaria, se sienta junto al pozo de Jacob, se acerca una Samaritana y Jesús le pide que le de de beber, Jesús a través de la necesidades humanas revela el don del “agua viva” capaz de dar vida eterna.

3. MEDITACIÓN ¿Qué me dice el texto?

LECTOR 1. Nosotros hemos sido sumergidos el día de nuestro bautismo en el agua que da vida. 17


 ¿Vivo cada día consciente de mí ser bautizado? LECTOR 2. El Papa Benedicto XVI en su mensaje de cuaresma nos dice: La petición de Jesús a la samaritana: «Dame de beber», que se lee en la liturgia del tercer domingo, expresa la pasión de Dios por todo hombre y quiere suscitar en nuestro corazón el deseo del don del «agua que brota para vida eterna»: es el don del Espíritu Santo, que hace de los cristianos «adoradores verdaderos» capaces de orar al Padre «en espíritu y en verdad». ¡Sólo esta agua puede apagar nuestra sed de bien, de verdad y de belleza! Sólo esta agua, que nos da el Hijo, irriga los desiertos del alma inquieta e insatisfecha, «hasta que descanse en Dios», según las célebres palabras de san Agustín.

4. ORACIÓN

 LECTOR 1. ¿Qué palabras me brotan del corazón decirle a Dios después de contemplar este texto del Evangelio de San Juan?

 LECTOR 2. Redescubre la gracia de estar bautizado ayudado con las palabras del Papa Benedicto XVI en su mensaje para la cuaresma: “El Bautismo es el encuentro con Cristo que conforma toda la existencia del bautizado, le da la vida divina y lo llama a una conversión sincera, iniciada y sostenida por la Gracia, que lo lleve a alcanzar la talla adulta de Cristo”.  LECTOR 1. Reafirmamos que Cristo es el Señor de nuestra vida, la vida que Dios nos comunicó cuando nacimos del agua y del Espíritu.

5. CONTEMPLACIÓN

LECTOR 2. Recordemos las palabras del siervo de Dios Juan Pablo II al encontrarse con los jóvenes en Cuba: «“Queridos jóvenes… acojan el llamado a ser virtuosos. Ello quiere decir que sean fuertes por dentro, grandes de alma, ricos en los mejores sentimientos, valientes en la verdad, audaces en la libertad, constantes en la responsabilidad, generosos en el amor, invencibles en la esperanza”.» LECTOR 1. Hoy necesitamos más que nunca “tener los mismos sentimientos de Cristo” (cf. Fil 2) En estos tiempos difíciles que vive nuestra patria, renovados en nuestro bautismo consolidemos nuestra esperanza. Acojamos el llamado que nos hacía Juan Pablo II «sean fuertes por dentro, valientes en la verdad, audaces en la libertad generosos en el amor. » Hoy a al acercarme al manantial de agua viva, ¿estoy dispuesto a dejarme conducir por el Espíritu para anhelar la paz y ser invencible en la esperanza? 18


6. BENDICIÓN OREMOS

El Señor nos bendiga y nos guarde. R. /Amén. Que haga resplandecer su rostro sobre nosotros y nos muestre su misericordia. R. /Amén. Que vuelva su mirada hacia nosotros y nos conceda su paz. R. /Amén. (Bendición con el Santísimo Sacramento)

ACLAMACIONES Bendito sea Dios. Bendito sea su santo nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. RESERVA

Acabada la bendición, el mismo sacerdote o diácono que dio la bendición, u otro sacerdote o diácono, reserva el Sacramento en el sagrario y hace genuflexión, mientras el pueblo, si se juzga oportuno, hace alguna aclamación, y finalmente el ministro se retira.

Canto eucarístico.

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HORA SANTA Cuarta semana de Cuaresma

“No tengan miedo de abrir las puertas de su corazón a Cristo”. Juan Pablo II.

1. EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO

Canto: El Señor es mi luz y mi salvación (Ver anexo)

Estación (el presbítero o diácono) Señor Jesús, Tú eres nuestra paz. El día de nuestro bautismo fuimos iluminados, para caminar siempre como hijos de la luz y perseverando en la fe salir a tu encuentro con nuestras lámparas encendidas cuando venga al final de los tiempos. Hoy venimos a encontrarnos contigo para redescubrir la fuerza de esta luz que transforme la oscuridad de nuestros miedos e inseguridades con nuestras antorchas de paz. (Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Señor Jesús, Tú eres nuestra paz. Eres nuestro compañero en el camino; Luz radiante que ilumina nuestra oscuridad; Lámpara que alumbra nuestro camino. Eres Tú quien das valor a nuestro espíritu, para vivir con esperanza, y sacudirnos el yugo del miedo. Fortalécenos para que en el itinerario cuaresmal te contemplemos como el Señor de nuestra vida, la misma vida que recibimos cuando renacimos en el agua y en el Espíritu. (Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Señor Jesús, Tú eres nuestra paz. Ilumina nuestra mirada con el Misterio de la Cruz, para que reconociendo nuestras cegueras avancemos por el camino de conversión para que transformados por la acción del Espíritu Santo orientemos nuestra voluntad para superar nuestro instinto de dominio y transformemos nuestras relaciones enfermas en relaciones saludables. (Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) 20


Oración Señor Dios nuestro, que has reconciliado contigo a la humanidad entera por medio de tu Hijo, concede a tus hijos por medio del bautismo preparase con fe viva y entrega generosa al servicio de la paz. Amén. Adoración personal.

2. LECTURA ORANTE

Del Evangelio de Juan 9,1-­11 «En aquel tiempo, Jesús vio al pasar a un ciego de nacimiento, y sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?" Jesús contestó: "Ni éste pecó ni sus padres, sino para que se manifiesten en él las obras de Dios. Mientras es de día, tenemos que hacer las obras del que me ha enviado; viene la noche, y nadie podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo." Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: "Ve a lavarte a la piscina de Siloé que significa Enviado. Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: "¿No es ése el que se sentaba a pedir?" Unos decían: "Es el mismo." Otros decían: "No es él, pero se le parece." Él respondía: "Yo soy." Y le preguntaban: "¿Y cómo se te han abierto los ojos?" Él contestó: "Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo untó en los ojos y me dijo que fuese a Siloé y que me lavase. Entonces fui, me lavé, y empecé a ver." Jesús supo que los fariseos habían expulsado al ciego lo encontró y le dijo: "¿Crees tú en el Hijo del hombre?" Él contestó: "¿Y quién es, Señor, para que crea en él?" Jesús les dijo: "Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es." Él dijo: "Creo, señor." Y se postró ante él.»

Palabra del Señor. De que trata el texto: El texto nos presenta a un ciego de nacimiento que llega a sanar no solo físicamente, sino que recibe también la luz de la fe. Los fariseos, en cambio, se rehúsan abrir los ojos a la luz, teniendo ojos no quieren ver.

3. MEDITACIÓN

¿Qué me dice el texto?

LECTOR 1. El día que fuimos bautizados a nuestros padres se le confió el cuidado de la luz es decir el cuidado de nuestra fe. Hoy nosotros somos responsables de esta luz.

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 ¿Conservo la mirada inocente sobre las cosas y las personas y mi mirada se ha contaminado con la ceguera del malicioso? LECTOR 2. El Papa Benedicto XVI en su mensaje de cuaresma nos dice: «El domingo del ciego de nacimiento presenta a Cristo como luz del mundo. El Evangelio nos interpela a cada uno de nosotros: « ¿Tú crees en el Hijo del hombre?». «Creo, Señor», afirma con alegría el ciego de nacimiento, dando voz a todo creyente. El milagro de la curación es el signo de que Cristo, junto con la vista, quiere abrir nuestra mirada interior, para que nuestra fe sea cada vez más profunda y podamos reconocer en él a nuestro único Salvador. Él ilumina todas las oscuridades de la vida y lleva al hombre a vivir como «hijo de la luz».

4. ORACIÓN LECTOR 1.

 ¿Qué palabras me brotan del corazón después de contemplar este texto del Evangelio?  Ante la presencia de Jesús sacramentado proclama tu fe como la del ciego «Creo Señor, pero aumenta mi fe». Para que el enemigo no te engañe desanimándote en el trabajo de construir relaciones saludables en la convivencia con las personas con las que compartes la vida.  Descubro ante la luz de Jesús la necesidad de abrirle las puertas de mi corazón para que el me da la valentía y la audacia para mantener viva mi esperanza.

5. CONTEMPLACIÓN

LECTOR 2. Juan Pablo II al iniciar su la inauguración de su pontificado nos dio este mensaje: “No tengan miedo de abrir las puertas de su corazón a Cristo”.  Hoy necesitamos más que nunca abrir nuestras puertas de par en par a la luz de la fe y colaborar con nuestro esfuerzo para que esta luz ilumine a toda la humanidad.  La situación dolorosa de violencia que vive México nos cansa y nos dispersa, Jesús nos ilumina con la luz de la esperanza de que la paz es posible. ¿Me dejo iluminar por esta luz?

7. BENDICIÓN OREMOS

El Señor nos bendiga y nos guarde. R. /Amén. Que haga resplandecer su rostro sobre nosotros 22


y nos muestre su misericordia. R. /Amén. Que vuelva su mirada hacia nosotros y nos conceda su paz. R. /Amén. (Bendición con el Santísimo Sacramento)

ACLAMACIONES Bendito sea Dios. Bendito sea su santo nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. RESERVA

Acabada la bendición, el mismo sacerdote o diácono que dio la bendición, u otro sacerdote o diácono, reserva el Sacramento en el sagrario y hace genuflexión, mientras el pueblo, si se juzga oportuno, hace alguna aclamación, y finalmente el ministro se retira.

Canto eucarístico.

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HORA SANTA Quinta semana de Cuaresma

“No tengan miedo de abrir las puertas de su corazón a Cristo”. Juan Pablo II.

1. EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Canto: Yo lo resucitaré (Ver anexo)

Estación (el presbítero o diácono)

Señor Jesús, Tú eres nuestra paz. Nuestra esperanza esta fincada, más allá de nuestras posibilidades humanas, en sí mismas valiosas, en la firme voluntad divina, de conducir la historia de la humanidad entera hacia la plenitud de la vida y la salvación. Nuestra esperanza está puesta en ti Señor, creemos que tú eres el Camino, la Verdad y el Vida.

(Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Señor Jesús, Tú eres nuestra paz. Danos la capacidad de descubrir en nuestra historia los signos del Reino de Dios que se manifiestan en la vida de los hombres y mujeres que aman la verdad, que se conducen con la justicia y que realizan sus acciones en el ardor de la caridad. (Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) Señor Jesús, Tú eres nuestra paz. Estamos agradecidos por nuestra. Por nuestro bautismo estamos comprometidos con nuestro presente y, a pesar de los conflictos y dificultades actuales, tenemos esperanza en nuestro futuro. México es un país Tú has bendecido abundantemente. Fortalécenos para ser ciudadanos responsables en la construcción de la paz por el camino de la reconciliación y de la justicia. (Padrenuestro, Avemaría, Gloria y canto) 24


Oración Señor, Padre Santo que en Jesucristo, tu Hijo, presente realmente en la Eucaristía, nos das el testimonio más grande de la fidelidad de tu amor te pedimos que nos concedas en esta Cuaresma, que la escucha atenta de tu Palabra ilumine nuestras vidas para que no tengamos miedo de abrir las puertas de nuestro corazón a Cristo, y así podamos perseverar como hijos tuyos dando testimonio de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. Adoración personal.

2. LECTURA ORANTE

Del Evangelio de Juan 11,1-­15.21-­45 «En aquel tiempo, se encontraba enfermo Lázaro, en Betania, el pueblo de María y de su hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con su cabellera; el enfermo era su hermano Lázaro. Por eso las dos hermanas mandaron decir a Jesús: "Señor, el amigo que tanto quieres está enfermo." Jesús, al oírlo, dijo: "Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella." Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba. Sólo entonces dice a sus discípulos: "Vamos otra vez a Judea." Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Betania distaba poco de Jerusalén: unos tres kilómetros; y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá." Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará." Marta respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día." Jesús le dice: "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?" Ella le contestó: "Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo." Dice Jesús: "Quitad la losa." Marta, la hermana del muerto, le dice: "Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días." Jesús le dice: "¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?" Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: "Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado." Y dicho esto, gritó con voz potente: "Lázaro, sal de ahí." El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: "Desatadlo y dejadlo andar." Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.» Palabra del Señor. De que trata el texto: El texto nos presenta que Jesús es la resurrección y la vida, el evangelista Juan no solo comunica un milagro, sino que nos transmite la palabra reveladora de Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida”. 25


3. MEDITACIÓN ¿Qué me dice el texto?

LECTOR 1. El día que fuimos bautizados obtuvimos con abundancia del Misterio de la redención la vida nueva en Cristo el Señor, El nos transmitió su misma vida, es por el bautismo que participamos de la muerte y resurrección de Cristo allí comenzó la aventura gozosa de nuestro discipulado. Hoy ante Jesús, como discípulos nos preguntamos qué tanto hemos colaborado para que nuestro pueblo tenga vida digna. LECTOR 2. El Papa Benedicto XVI en su mensaje de cuaresma nos dice: «Cuando, en el quinto domingo, se proclama la resurrección de Lázaro, nos encontramos frente al misterio último de nuestra existencia: «Yo soy la resurrección y la vida... ¿Crees esto?». Para la comunidad cristiana es el momento de volver a poner con sinceridad, junto con Marta, toda la esperanza en Jesús de Nazaret: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo» (v. 27). La comunión con Cristo en esta vida nos prepara a cruzar la frontera de la muerte, para vivir sin fin en él. La fe en la resurrección de los muertos y la esperanza en la vida eterna abren nuestra mirada al sentido último de nuestra existencia: Dios ha creado al hombre para la resurrección y para la vida, y esta verdad da la dimensión auténtica y definitiva a la historia de los hombres, a su existencia personal y a su vida social, a la cultura, a la política, a la economía. Privado de la luz de la fe todo el universo acaba encerrado dentro de un sepulcro sin futuro, sin esperanza.»

4. ORACIÓN LECTOR 1.

 ¿Qué palabras me brotan del corazón después de contemplar este texto del Evangelio?  Ante la presencia de Jesús sacramentado abre tu corazón a la esperanza y déjate guiar por Cristo para que en medio de los signos de muerte que nos rodean, proclamemos nuestra certeza de que Dios nos llama a la Vida.  Descubro ante Jesús los miedos que me impiden abrirle las puertas de mi corazón y le pido fortaleza para mantener viva mi esperanza.

5. CONTEMPLACIÓN

En el itinerario cuaresmal hemos tenido la oportunidad de recibir del Señor la fortaleza para superar nuestros miedos y abrir nuestras puertas a Cristo, El es nuestra paz. Por nuestro bautismo somos discípulos suyos, mensajeros y constructores de la paz. Intensifiquemos este recorrido para celebrar nuestra pascua.

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6. BENDICIÓN OREMOS

El Señor nos bendiga y nos guarde. R. /Amén. Que haga resplandecer su rostro sobre nosotros y nos muestre su misericordia. R. /Amén. Que vuelva su mirada hacia nosotros y nos conceda su paz. R. /Amén. (Bendición con el Santísimo Sacramento)

ACLAMACIONES Bendito sea Dios. Bendito sea su santo nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. Bendito sea el Espíritu Santo Consolador Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. RESERVA

Acabada la bendición, el mismo sacerdote o diácono que dio la bendición, u otro sacerdote o diácono, reserva el Sacramento en el sagrario y hace genuflexión, mientras el pueblo, si se juzga oportuno, hace alguna aclamación, y finalmente el ministro se retira.

Canto eucarístico.

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ANEXO EN JESÚS PUSE TODA MI ESPERANZA. En Jesús puse toda mi esperanza, Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso; asentó mis pies sobre la roca. Mis pasos consolidó. Puso en mi boca un canto nuevo, Una alabanza a nuestro Dios; Muchos verán y creerán y en Jesús confiarán. En Ti se gocen y se alegren todos los que te buscan; repitan sin cesar: ¡Qué grande es nuestro Dios! BAUTIZAME SEÑOR CON TU ESPIRITU Bautízame Señor con Tu espíritu... Bautízame, Bautízame Señor Y déjame sentir, el fuego de tu amor, aquí en mi corazón... Señor (bis) Lávame Señor con Tu espíritu Lávame, Lávame Señor. Y déjame sentir, el fuego de tu amor, aquí en mi corazón... Señor (bis) Renuévame Señor con Tu espíritu... Renuévame, Renuévame Señor, Y déjame sentir, el fuego de tu amor, aquí en mi corazón... Señor (bis)

EL SEÑOR ES MI LUZ El señor es mi luz y mi salvación, El señor es la defensa de mi vida, Si el señor es mi luz y mi salvación ¿A quién temeré? ¿Quién me hará temblar? Una cosa pido al Señor, habitar por siempre en su casa gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo santo. No me escondas tu rostro Señor, buscaré todo el día tu rostro, si mi padre y mi madre me abandonan, el Señor me recogerá. YO SOY EL PAN DE VIDA Yo soy el pan de vida el que viene a mí no tendrá hambre el que cree en mí no tendrá sed, nadie viene a mí, si mi Padre no lo llama. Yo lo resucitaré, yo lo resucitaré yo lo resucitaré el día final. El pan que yo daré es mi cuerpo vida para el mundo el que siempre coma de mi carne vivirá en mí, como yo vivo en mi Padre. Yo soy esa bebida que se prueba y no se siente sed el que siempre beba de mi sangre vivirá en mí y tendrá vida eterna.

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"Ayúdanos a impulsar iniciativas en favor de la paz” Ponte en contacto con Cáritas en tu Diócesis Cáritas Mexicana IAP Bancomer Cta: 0178299609 SUC 3523 CLABE 012180001782996093 Si requieres recibo, comunicare con nosotros: Tintoreto No. 104 Colonia Cd. de los Deportes, Delegación Benito Juárez, México D.F Tel. (55) 5563-­‐1604 y 5563-­‐6543 Fax. (55) 5563-­‐3968 direccion@ceps.org.mx www.caritas.tv/embajadoresdepaz

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