Dossier de prensa 14 septiembre 2013
Miradas
Rafiy (Bennín – pintura) &
Máscaras y estatuas de África Occidental y Central Sitges (Barcelona) del 14/9 al 3/11
Galería Out of Africa - www.galeria-out-of-africa.com Carrer Major, 7 - Carrer Nou - 08870 Sitges (Barcelona) - España sorella@galeria-out-of-africa.com - Tel: +34 618 356 351
MIRADAS
Navegando sobre la ola del éxito, desde su lanzamiento el 1 de junio en Sitges (Barcelona) la galería Out of Africa se ha forjado una imagen exclusiva y cualitativa, presentando una selección de los mejores artistas contemporáneos africanos así como una colección de arte tribal y objetos tradicionales procedente de distintas etnias de África Occidental y Central, cuidadosamente recogida durante múltiples viajes a los pueblos étnicos más alejados de África.
Inauguración de la galería Out of Africa en Sitges: espacio único de arte contemporáneo y tribal africano a 35 km al sur de Barcelona.
Después de haber presentado durante el verano 2013 las obras de los pintores Larry Otoo y Kobina Nyarko (Ghana) así como el arte del reciclaje con las obras de los artistas Hamed Ouattara, Xavier Sayago, Sahab Koanda y Sambo Boly de Burkina Faso, la galería Out of Africa presentará a partir del 14 de septiembre la exposición “Miradas”. El pintor Rafiy (Benín) expondrá sus nuevas telas marcadas por la mirada del artista sobre el mundo, el mundo a través de sus miedos, deseos y obsesiones.
Un espacio de 100m2 en el centro histórico de Sitges para poner el arte contemporáneo y tribal africano de relieve.
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Demostrando que el arte tribal y el arte actual africano se armonizan perfectamente en los interiores contemporáneos, la galería Out of Africa ha seleccionado para el mes de septiembre una treintena de máscaras, estatuillas y terracotas auténticas. Todas ellas con miradas penetrantes, prueba del poder que tienen para entrar durante las fiesteas rituales en contacto con los dioses, los antepasados, es decir con el más allá.
Rafiy, una mirada personal sobre el mundo
Rafiy – Cotonou – Bénin - 1979 – Pintor
Rafiy Okefolahan nació el 7 de enero de 1979 en Porto Novo (Benín). Comparte su tiempo entre Cotonú en Benín, París, Bruselas y Barcelona. Diplomado en 2007 en la Escuela Nacional de las Artes de Dakar, participa en 2009 en los Encuentros Profesionales de arte contemporáneo en Ouidah en Benín. En 2009, es también uno de los 5 artistas de Nudowa Yoyó, una exposición colectiva en el Centro Cultural Francés de Cotonú. En 2010, el Instituto Francés de París le concede una Residencia en la Ciudad Internacional de las Artes en París. En 2011, la galería Lazarew en París y Bruselas expone sus cuadros y Rafiy participa en una exposición colectiva invitado por Charley Case en la galería El Triángulo Azul en Stavelot, Bélgica y en la galería L&deCo en París. En 2012, expone por primera vez en España invitado por la galería Out of Africa en Benasque (Huesca) y en París en la galería Kaertner. En 2012, es también uno de los 14 artistas invitados para participar en una residencia de arte vídeo en Art Bakery, el centro de arte contemporáneo creado por Goddy Leyé, dedicado al arte experimental en el Camerún.
Rafiy terminando una tela para la exposición de la galería Out of Africa.
Muy implicado en la vida artística de su país, Benín, en 2010 organiza con su asociación Elowa las “Primeras Puertas Abiertas” de los 45 talleres de artistas plásticos de Benín y en 2012 organiza con la asociación Elowa "El uno con el otro", una residencia de intercambio con la asociación de los artistas de Belleville en París para que 20 artistas de Benín y Francia trabajen y expongan juntos. 3
Rafiy, una mirada sobre el hombre Su falta de tranquilidad recoge los movimientos del mundo y articula su trabajo en torno al humano caído en la trampa de la historia, del día a día, de la existencia. Nunca pinta en soledad, pinta rodeado de ruido, el ruido de la calle, de los vendedores ambulantes, de los amigos de paso, de las noticias en la televisión.
Rafiy – La Danse des Singes – 2013 120cm Alt x 120cm A – Técnica mixta
De pie, de rodillas, sobre la tela blanca desnuda, el pintor está dispuesto a saltar, a integrar las casualidades, a flor de piel. Usa cola, acrílico, pinta, rasca, utiliza poso de café, herrumbre, dibuja, escribe palabras y cifras al carbón, con la pluma, con el lápiz y con pasteles. La tela así maculada, exalta la sensualidad de estas materias que le materializan así como los colores básicos sin matices. Dibuja retratos de almas, cabezas – sedes de la razón pero también del mal. Transcribe números de teléfono y nombres, inscritos con tiza sobre las puertas y las paredes de las tiendas. Estos números le conducen a reflexionar sobre la identidad, sobre el espacio urbano, sobre los cambios de la sociedad. A veces, la gestación puede ser lenta y entonces, colocada en una esquina, la tela esperará para ser reanudada, retocada.
Rafiy – Le Marché des Singes – 2013 120cm Alt x 188cm A – Técnica mixta
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Rafiy propone una mirada sobre los hechos, sobre lo vivido, una opinión, un estado de alma para que salga un mundo fantástico de criaturas en busca de un mundo mejor.
El arte tribal, otra mirada
Guerrero Bini Edo – Bénin City – Nigeria 40cm H x 16cm L x 15cm P - Bronze
Estatua fetiche – Kongo - República Democrática del Congo Madera, hueso, hierro, tela, cuerda – 83cm Alt x 34cm A x 29cm P
Abordar el arte tribal bajo el ángulo exclusivamente estético sólo consigue privarlo de gran parte de su significado, de su peso en la humanidad. Para sentir toda la belleza de una obra, es necesario conocer su razón de ser y su objetivo, su sentido mítico por quien lo creó y por los que lo utilizaron durante las fiestas tradicionales rituales. Si eligiendo la solución opuesta se favorece el ángulo etnológico a costa del estético, se priva de su belleza, de sus líneas puras y de su impacto visual. Bajo la aparición material del arte tribal, bajo su atracción estética, no tenemos que olvidar que casi siempre hay una dimensión filosófica: el objeto es el soporte de un rito o de una fiesta tradicional. Su objetivo se orienta en los cultos ancestrales o míticos: volver a vivir los mitos fundacionales, perpetuar la memoria de los antepasados, actuar de manera positiva sobre las fuerzas sobrenaturales o sobre las emanaciones del más allá. Es decir, los objetos rituales permiten garantizar la cohesión y la jerarquía social, el respeto de las leyes habituales y la represión de comportamientos no admitidos en el grupo. El hombre siempre quiso superar los límites de sus cinco sentidos con el fin de poder sobrepasar el límite de lo sobrenatural. Así, en todas las épocas los hombres se imaginaron y crearon intermediarios; casi toda África conoce y utiliza máscaras y estatuas durante las fiestas tradicionales rituales. La máscara y las estatuas rituales aparecieron como expresión simbólica de algunos aspectos de lo sobrenatural. Permitían entrar en contacto, sin peligro, con lo trascendente. El arte tribal es indisociable de la música, los ritmos, las 5
danzas, los cantos y sacrificios y todo ritual que lo animaba. El aspecto de la cara tiene un significado preciso a través de las características faciales: una mirada con ojos como ranuras corresponde a una expresión de posesión espiritual mientras que las características faciales destacadas con ojos orbitales se encuentran en las máscaras y las estatuas destinadas a dar miedo.
Estatua de culto – Bembé – República Democrático del Congo madera, pigmentos naturales, incrustaciones de loza, clavos 21cm Alt x 6cm A x 7cm P.
Antes de utilizarse, las máscaras y las estatuas deben ser consagradas por los dignatarios iniciados para volverlas aptas a integrar el espíritu y la divinidad que se supone representan y adquirir así el valor consagrado. El objetivo de las fiestas rituales no es puramente el divertimento, a pesar de que es cierto que los espectadores manifiestan una determinada satisfacción emocional cuando se observa las máscaras bailar. Las fiestas tienen también por objetivo favorecer la cohesión de la comunidad.
Máscara – República Democrática del Congo Madera, patina oscura, tela y fibras – 31cm Alt x 19cm A x 10cm P
Existen también en los pueblos objetos rituales que toda persona, incluso extranjera, puede ver. Es el caso de los altares. El altar de familia, instalado en frente de la entrada de la casa, se destina a defender el recinto familiar contra los malos espíritus. A causa de la transmisión oral de la mayoría de las culturas africanas, estas historias a menudo se transforman en mitos; la máscara y la estatuilla les dan vida introduciéndolos en la realidad de los vivos. La máscara, llevada por un bailarín cuya identidad es oculta, se convierte en la concretización de un espíritu, de una criatura excepcional, sobrenatural participando en la vida social del grupo. Cuando el portador de la máscara aparece
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en su traje de fibras u hojas, no pretende solamente disfrazarse, ni acicalarse para sorprender al público. Se parapeta detrás de una imagen, conforme a las exigencias del mito. El hombre enmascarado no quiere hacerse pasar por un dios, ni por una divinidad. Es dios o la divinidad que lo posee, que actúa a través de él.
Estatua fetiche – Vudú – Benín Madera, restos de sacrificios, tela y hierro – 51cm Alt x 16cm A x 15cm P
“Para el Africano, todo es señal y sentido, por lo tanto todo es símbolo” Léopold Sédar Senghor
Máscara casco fetiche – Yoruba – Benín Madera – 21cm Alt x 20cm A x 25cm P
Más información Rosor Foret rosorforet@art-barcelona.cat | 671860561 ÄRT Premsa i Comunicació www.galeria-out-of-africa.com facebook: Galeria Out of Africa
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