LORENA OLMO

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Lorena Olmo «1, 2 3, sombra»



Lorena Olmo «1, 2 3, sombra»

ArtJaén09 International Art Fair Programa ArtJaén-Out Galería de Arte Contemporáneo Unodeuno Del 26 al 30 de Noviembre 2009

Museo de Jaén Paseo de la Estación, 27 Jaén Del 26 de Noviembre al 31 de Diciembre 2009

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Catálogo Edita Galería de Arte Contemporáneo unodeuno Prensa Miguel Campoy Sánchez Traducciones Pablo Martínez Maldonado Marubel Ruiz Canales Secretaría Purificación Gámez Informática Francisco Anguita Colaboraciones Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales Junta de Andalucía Copyright de la edición Lorena Olmo & Galería de Arte Contemporáneo unodeuno Copyright de los textos Sus autores Maquetación Gráficas Morales (Jaén) Impresión Gráficas La Paz, Torreonjimeno (Jaén) Depósito Legal: J 828-2009

Exposición Montaje Arte XXL & Catalina SLU Galería de Arte Contemporáneo unodeuno Coproducción Auringe Producciones Audiovisuales Temáticas SL Asisten ia técnica Fabricadeideas SL Asistencia Artística Plataforma ApadrinaunArtista Espacio e-1 dos


1. Video - Instalación «sombra» Dirección de vídeo: Lorena Olmo Cámara: José M. Bravo Sánchez, Irene Sobreviela Producción y colaboración audiovisual: Auringe Producciones Audiovisuales Temáticas, SL Fabricadeideas, SL Asistencia técnica de montaje: Angel Llavero

2. Instalación «luz» Dirección de montaje: Lorena Olmo Asistencia técnica: José M. Bravo Sánchez, Jose Juan López Leal Maquillaje: Free Generation S.L., José M. Bravo Sánchez Modelos y actores: Jose Juan López Leal, María García García, Mª José Catalán, Violeta Lucena, Irene Sobreviela, Lorena Olmo Impresión fotográfica: Copistería Jesu (Jaén).

3. Stop - motion «Fotografía sincera» Dirección de vídeo, edición y performance: Lorena Olmo Cámara: José M. Bravo Sánchez Producción y colaboración audiovisual: Galería de Arte Contemporáneo unodeuno & Irene Sobreviela tres



La Fotografía es -indiscutiblemente- una de las mejores herramientas que el humano ha logrado desarrollar para «eternizar» su deseo (1).

Formando parte del nuevo programa ArtJaén-Out, la galería unodeuno presenta el último proyecto de la artista jiennense Lorena Olmo. Bajo el título de «1, 2 3, sombra» esta joven creadora nos propone una producción de Fotografía y Videoarte que bien podríamos calificar como una de la aportaciones más contemporáneas y enunciáticas del presente-futuro que en el Arte Actual se están gestando. Con un discurso desenfadadamente fresco, LO nos plantea una nueva visión de su complejo mundo interior, ofreciéndonos un trabajo de investigación artística totalmente novedoso y arriesgado. Y es que «... total, cuando una no tiene nada que perder...». Porque claro, (2) que Lorena Olmo, después de tan solo 22 años de vida vividos y de sueños soñados, decida revisar todas sus creaciones y presentarlas en esta nueva exposición, no puede ser casualidad. «1, 2 3, sombra» es más un temprano cuaderno de bitácora que una eventualidad. De entre todos los temas que han reclamado la reflexión de Lorena, la poesía de lo hermoso, «la belleza», ha sido el más transitado. La belleza concebida como un misterio, como una pregunta, como una duda más cercana al estímulo que al sofá, a la que descompone, encumbra y habita, unas veces vista como un estado mágico alcanzado por el ser humano y otras como una forma única, virtuosa, a la que explora e investiga en busca de argumentos. La belleza como punto de partida y de llegada de toda su obra. cinco


Más que artista, Lorena es buscadora. Hay en su actitud una mezcla de artista clásico (que huye de la profesionalidad) y de artista moderno (el que intenta ser uno mismo), y ese impulso de buscar, preguntar, barajar y escudriñar posibilidades expresivas que le permitan acercarse a la belleza y al lado desconocido de las cosas es lo que la ha llevado a hablar de la hermosura sin renunciar a la ironía, al humor, a la tristeza más devastadora o a un lenguaje coloquial en contacto con la realidad de su momento. Solo de este modo es posible que una obra permanezca en el tiempo. Siendo uno mismo. No creer en dogmas. Poner todo en tela de juicio. Defender la travesura. Mostrarse como aprendiz que desconoce las sustancias pero que conoce el cuerpo, el dolor, el placer, la inocencia, la soledad y la evidencia del amor, que no se aviene mucho con las calculadoras. Partiendo de fórmulas expresionistas de corte intimista, Olmo propone imágenes cargadas de personalidad que consiguen articular un discurso propio. Así, trabajos como «Fotografía sincera», donde con cuatro palabras explica un estado de ánimo de los que hacen perder peso; «1, 2 3, sombra», en el que solicita el fin del hermetismo y asume sin manías el vicio solitario frente a la ausencia, cuyos narradores sienten la belleza como fuente de conocimiento y nos recuerdan que, de vez en cuando, no es malo tomar en serio los divertimentos; o «luz», donde Lorena navega por un mar de olas blancas, salpicadas (solo cuando su corazón, que no su voluntad, lo decide), por pequeños toques distanciados, para que éstos tengan personalidad propia, muestran a una artista que encuentra en la belleza el verdadero puerto de su obra. Contemplar una obra de Lorena es sumergirse en la interpretación que ella hace de la realidad, de su realidad pasada, de su realidad futura y de aquella otra realidad que escapa a su espacio y a su tiempo. seis


Profundizar en la esencia de la belleza («Violeta»), aprender de ella, descubrir que existe porque es imperfecta, porque desaprueba la muerte, porque es un salvoconducto capaz de aniquilar el tedio y de combatir el más de lo mismo, son cosas que Lorena Olmo tiene observadas y aprendidas, pero no dominadas... no sabe qué significa... por eso inquiere y vuelve a ella, desnudando cada vez más sus propuestas y apostando por la difícil sencillez expresiva de sus obras, con el mismo entusiasmo con que volvemos nosotros hoy a disfrutarlas. Y después de esto, Lorena se alejará.... para buscar nuevos océanos y mares donde navegar o naufragar, con el objeto de hacerlos suyos y condensarlos en su obra, que, como un ciclo vital mil veces repetido, nace y muere. David Martínez Noviembre 2009

(1) O. P. Castillo. Publicado en Omar-Pascual.blogspot.com. Granada 2009 (2) Adaptación-plagio de «Es porque existes». Eusebi La Hoz. Prólogo en «Días de Amores». L.E.Aute 2006 siete



El arte de aparentar

Divagaciones en torno a la obra de Lorena Olmo

“Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma” George Bernard Shaw

El simbolismo de la luz alimenta las tradiciones más remotas de las culturas más antiguas. Los conceptos de luz y tinieblas asumieron desde el antiguo Egipto un importante sentido espiritual: las tinieblas son símbolo de mal y de muerte, que puede especificarse en términos de miedo y opresión, por oposición, la luz es vida, liberación, prosperidad, salvación, felicidad y éxito. En 2001 el artista británico Martin Creed, perteneciente a la generación de los YBA (Young British Artists), llevaba a cabo una instalación que, le valdría el prestigioso premio Turner de las artes plásticas inglesas, otorgado por la Tate Gallery. Se trataba de una habitación totalmente vacía, en la que no había nada. De ahí que la obra pasara a ser conocida popularmente como Nothing, esta sala vacía solo estaba mitigada por unos tubos de neón situados en el techo, que se encendían y apagaban rítmicamente, iluminando y oscureciendo el despejado espacio a intervalos de un minuto, y que al mismo tiempo, daban título a la instalación: The Lights Going On and Off . nueve


El uso del binomio luz-oscuridad, ha sido un recurso repetido a lo largo de la historia por los artistas. En la propuesta que Lorena Olmo presenta en la Sala de Temporales del Museo de Jaén, también juega un papel capital, pero lejos de aproximarse al minimalismo de la obra de Creed, aquí sirve de fondo metafórico para envolver una obra cuyas premisas de partida son extremadamente complejas. En esta, su segunda individual, Lorena exprime al máximo las posibilidades de la sala y con una sutil pero profunda transformación, invita al espectador a realizar un recorrido a través del espacio de una cuidada escenografía. Al adentrarse en la sala nos introducimos en el mundo personal de la artista, la ausencia de luz, hace que nuestra atención se centre inmediatamente en las pantallas de LCD situadas en las paredes que reproducen en un video el lado oculto de varios personajes. Es por así decirlo, esa parte oscura que todos llevamos dentro y que tratamos de ocultar por miedo a ser censurados por la sociedad. Esta paradoja de querer mostrarse sin ser visto, nos recuerda al mito de Eros y Psique, en que el amante es una figura misteriosa y desconocida que ella nunca debe ver y al que sólo puede tocar en la oscuridad. De lo contrario, si enciende una luz y revela su identidad, corre el riesgo de no redimirlo de su condición “monstruosa”. Eros la visitaba sólo por las noches y desaparecía al despuntar el alba. Las hermanas de Psique, la convencen para que desvele la identidad de su amante, asegurándole que sólo un monstruo querría ocultar su verdadera apariencia. Entonces Psique, curiosa por descubrir el misterio que este guardaba, enciende una lámpara, con la mala suerte, de que al enfrentarse a la hermosa imagen del hombre que duerme a su lado, deja caer una gota de aceite hirviendo sobre él, que despierta y la abandona por haber visto lo que no debía. diez


No hay que olvidar que en la mitología griega Psique era la divinidad que personificaba el alma, y en este caso, al igual que Eros, Lorena aprovecha la oscuridad como recurso. Bajo su amparo, no hay miedo a dar rienda suelta a los deseos ocultos, a los defectos y vicios desenfrenados, a mostrarse como se es. Pero cuando los monitores se apagan y la luz se hace presente en la sala, no encontramos la redención esperada, esta se centra en iluminar unos cubos que suspendidos sobre nuestras cabezas, nos dejan ver una suerte de imágenes que representan la cara amable, esa imagen que queremos proyectar al exterior. La luz concede una seguridad, pero esta es una seguridad efímera, en la que no podemos confiar, ya que tras esa visión amable, se oculta la dramática realidad del que necesita ser condescendiente, ocultándose tras una falsa apariencia para sentirse aceptado. Ya nada volverá a ser igual, porque ahora sabemos y hemos visto demasiado y somos conscientes de que en realidad nos encontramos ante un penoso proceso de encubrimiento, ya que ocultarnos tras una máscara para aparentar lo que no se es, conlleva un esfuerzo personal directamente proporcional al peso del maquillaje necesario para ello. El escritor argentino Jorge Luis Borges, aborda este concepto con gran maestría en su cuento ”El espejo y la máscara” La máscara en sus sueños funcionaba como una protección a la vez que una tentación. A él le seducía la posibilidad de descubrir su rostro, pero temía encontrar el horror que se escondía tras ella. Cuando nos encontramos frente a un espejo, esa disposición se encuentra mucho más reprimida , porque de hecho, el horror propio sólo es visible gracias al espejo. El espejo nos devuelve al otro con la certeza de que el otro es uno mismo. once


La fotografía actúa también como máscara. Puede delatar y encubrir, puede aludir y falsear, mostrar y confundir, ponernos en contacto con lo inaccesible, con lo muerto o con lo inexistente; puede llevarnos también a un más allá incompatible con nuestro presente, pero sí con nuestra memoria. Mientras el espejo indica la existencia de un más allá espacial, la fotografía anuncia la existencia de un más allá temporal. La fotografía es espejo y máscara a la vez. El reflejo -fraude esencial del hecho fotográfico- supone la autenticidad de la imagen. Es así como se permite al espectador especular sobre el origen y la identidad de estos personajes. Partiendo de las pautas dadas por Lorena, es el espectador quien debe enlazar, a partir de su propio discurso, una narración que sólo se nos presenta de forma fragmentaria. Junto a la fuerza sugestiva y paradójica de esa trama formal, la obra se convierte al mismo tiempo en una metáfora de la fugacidad de la vida y el paso del tiempo. Es un juego abierto, una trama articulada, que permite dar una coherencia profunda a su trabajo artístico: «la ilusión, espejo del inconsciente»; «los objetos, espejo de la memoria»; «el otro, espejo de mí mismo». El mundo tiene un sentido cifrado, es un texto a interpretar. Y esa acaba siendo la clave última del juego de transparencias, proyecciones y sombras en el que se apoya la propuesta plástica de Lorena. En realidad, sus acciones e instalaciones, sus fotografías y sus vídeos, sitúan su primera referencia en un plano personal, incluso íntimo: la artista se funde y, a la vez, se desdobla en sus piezas, en sus propuestas. Los elementos que constituyen su especial gramática de formas son, al mismo tiempo, reducidos y esenciales. El cuerpo, vestido o desnudo, mostrado en su totalidad o de forma fragmentaria. Las sombras y proyecciones, físicas y mentales, que nos conducen por el curso del tiempo y la experiencia humana de la pérdida, de la deriva. doce


Lorena, trata de orientarse y posicionarse, en un universo, cada vez más desbordante de destellos y ruidos, que ciegan nuestra mirada y aturden nuestro oído. Ella actúa como exploradora de la percepción, como guía de un viaje de retorno a lo humano, al fondo de nosotros mismos. Con su obra, nos hace transitar del reflejo cegador, del espejismo, a la auténtica luz, aquella que se encuentra en la sombra, en el seno de la oscuridad. La lucha interna de esos seres que se esfuerzan diariamente por aparentar lo que no son, obedecen a un reflejo de la sociedad contemporánea, pero si echamos la vista comparando nuestras acciones con una obra teatral, caemos en la cuenta que siempre hemos y estaremos representando un roll en este gran teatro que es el mundo.

José Antonio Torregrosa García “Torregar” Artista

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Estancias con puertas entreabiertas

Propongámonos, de manera ociosa y aventurada, la travesía de un gran de­sierto de arena. Pasemos por alto la dificultad de caminar sobre un terreno que sos­tiene con dificultad el peso de nuestros pasos, ni consideremos, para nuestro caso, la esca­sez de agua y la temperatura extrema. Tratamos de encontrar el camino de regreso o de llegada al otro lado sin artilugios mecánicos ni dibujos arrancados al suelo. El proceso se nos de­viene francamente riguroso: las idílicas y sinuosas líneas de hori­zonte no deben albergar demasiadas pistas sobre localizaciones y distancias y, por otro lado, tendemos a desviar imperceptible y fisiológicamente el trazo recto de nuestro andar, convirtiéndose en un trazo curvo de radio considerable. No cabe duda, que la posibilidad de toparnos con alguna señal que nos sirva de agarre y punto de inflexión es casi una cuestión de principios; una clase de artifi­cio que suspendería la inevitable reacción intelectual al vacío absoluto; la oportuna y sentida si­tuación perentoria que pondría cotas efímeras a un territorio difícilmente acotable. Sin embargo, esto no niega el conocimiento de la arena, de las dunas que forma y de los mo­ vimientos del Sol marcados por las sombras, pero estos valores no son suficientes para reglar una apropiación del lugar ocupado sin que medie una dife­renciación que lo defina como tal lugar. Efectivamente, podemos dar por sentado que somos conscientes de nuestra ubicación, que reconocemos el suelo pisado, que sabemos, en modo general, donde estamos. Pero la determinación de ir en una dirección u otra, no aleja la idea de que cualquier opción to­mada pueda endiablar nuestro, cuestionado ya, énfa­sis vital. quince


Las contingencias que se derivan del incierto camino hacia lo no experimentado, ni dibujado, ni andado es­tán desasistidas del apoyo espiritual o psíquico cuando los hitos no se reconocen, en tanto en cuanto no han sido dados a conocer previamente: la ocu­pación y la toma en consideración del territorio, y hablamos en esta ocasión de su reco­rrido físico o mental, son simultáneas al descubrimiento mismo que se realiza en cada paso, teniendo en cuenta que el registro, el reconocimiento del suelo pisado, se realiza en el siguiente al que esta­mos dando en ese justo tiempo. Los pasos sucesivos siempre serán presumibles y variarán en función de todos los pasos precedentes. Llevado al límite, y en este caso hablamos de la propia representación cartográfica del lugar, la ilustración de mapas globales de la Tierra sitúan la representación de la Antártida en una posición comprometida a primera vista: habitualmente ocupa el borde inferior del papel donde se inscribe, sin continuidad meridiana; no hay nada más abajo. Tratándose de un primer viaje y sin conocimientos previos más allá de los interpuestos por otros, el tránsito de facto y programáticamente seguro hacia ese lugar no permite sin embargo asegurar, al menos emocionalmente, la oportuna continuidad del recorrido sin que aparezca puntual e irracionalmente la posibilidad futura de no hacer pie en la tierra. En otras palabras, quizás más propias de épocas medievales: pareciera que continuar camino hacia el confín de lo representado supone asumir el riesgo de claudicar en un territorio de inciertas lindes y traspasarlo devendría en la irrevocable caída al precipicio de la nada, de lo vacío e infinito. Aún así, más insistente se hace la rotura total con las referencias topográficas asumidas y las relaciones que, al menos en modo general, se estipulan con el menor de los conocimientos astronómicos: la salida y la puesta del Sol y su recorrido visible y, sobre todo y a expensas de lo anterior, la certificación de que dieciseis


ese lugar nos encontraríamos at the bottom of the World, apropiándonos de la expresión de Simon Faithfull. Teniendo en cuenta que la representación del globo terráqueo se realiza con el Norte en la parte superior y el Sur en la inferior, ¿tendríamos la certeza de estar situados en el mismo sitio si intercambiamos la posición de los polos? ¿No nos encontraríamos con el esfuerzo de volver a situar nuestros puntos de referencia? En definitiva, ¿esta nueva situación no nos haría sucumbir ante la incómoda paradoja de reconocer, aunque sea de manera temporal, nuestra total desconfianza ante la ruptura de la representación paradigmática de lo que pisamos y que, de hecho, es el único punto de apoyo físico que nos establece como habitante de eso a lo cual representa? Continuando con nuestra proposición de cambio de polaridad, la idea de que el sol sale por nuestra derecha según miramos la representación, debería transformarse en: el sol sale por nuestra izquierda y. por tanto, el Sur estaría arriba y el Norte abajo. Torres García, poniendo especial énfasis en la cuestión geopolítica y territorial de esta convención escribió: “(…) en realidad nuestro norte es el Sur. No debe de haber norte para nosotros, sino por oposición a nuestro Sur. Por eso ahora ponemos el mapa al revés, y entonces ya tenemos justa idea de nuestra posición, y no como quieren en el resto del mundo. (…) Igualmente, nuestra brújula se inclina irremisiblemente siempre hacia el Sur, hacia nuestro polo. Los buques, cuando se van de aquí, bajan, no suben, como antes, para irse hacia el norte. Porque el norte ahora esta abajo. Y levante, poniéndonos frente a nuestro Sur, está a nuestra izquierda” (1). Más allá de la exaltación y reclamación de la cultura del Sur en contraposición a la del Norte y la proclama, aprovechando[nos] a[de] Benedetti, de que el sur también existe, la cosa no abrigaría mayor problema más allá de la incertidumbre que provocaría el cambio hasta que la costumbre se hiciera cargo diecisiete


de todo: la búsqueda de lo exacto, el encuentro con la apariencia justa que consigne sus atributos confesables en un punto de intersección de miradas múltiple, el poder de la inmovilidad y el mandamiento prescrito. Pero claudicar en lo exacto frente a una indeterminación solicita la asimilación, consentida, de una estrategia de poder hacer, es decir, de formalizar operativamente la exclusión de posibilidades. Con toda la traumática indolencia que las mutilaciones conllevan. Optar por las intersecciones cómo lugares de estancia indefinida no se libra de que sobrevuele un aura cínico y nihilista que se complace con la expresión simulacral eyectada y autocondescendiente del estadío inmóvil. Sin embargo, esto no obvia el irremediable juicio de la duda, el estremecimiento implacable ante una elección, decisión o separación, que es el significado de la palabra griega krisis, cuando los caminos presentes son vías abiertas y el cometido no es anular sino conocer y observar, con los pasos propios, que los trayectos diversos estimulan la concreción de descubrimientos que no claudican ante otros desvelados por la decisión de optar por otra vía, y comprobar que el punto de llegada está imbricada por líneas no disyuntivas, sino participativas y permisivas con otros nodos de conclusiones. Y el concepto permisividad no está lejano de ambigüedad, fluctuación o anisotropía; privilegia las estancias con puertas entreabiertas que solicitan la entrada, en contra de las que tienen sus puertas cerradas o carecen de ellas, pues, en esos casos, la orden se despacha por sí misma: la forma encarnada y porosa se oculta en apariencia verosímil y rígida, en pura representación disuelta en puntos exactos y previstos. Y esto lejos de aportar claridad somete a un cuestionamiento cuasi infinitesimal de cada paso. En palabras de Hernández Navarro, hay “una imposibilidad de comprender con la mirada la complejidad de un mundo que se empeñan en dieciocho


decirnos que sí es comprensible. Y es que la ideología del mundo moderno tiene que ver con una especie de régimen de “cognoscibilidad total”, es decir, de que todo puede ser conocido, dicho y visto” (2). El concepto apariencia es vecino a representación. Lorena Olmo nos sitúa ante un cuestionamiento de las reglas de objetivación de lo aparente. Comparte, precisamente, desde el más desprejuiciado instrumento de re-presentación objetiva, una respuesta que insta a tomar un distanciamiento, si no una negación, de la noción de orientación en lo representado que obliga a situarse en dirección del camino transitable. Y ante la paradoja de tomar postura frente a la representación de lo que es apariencia no queda otro camino que dejar la puerta entreabierta. Domingo Campillo García. Noviembre-2009.

1. V. Torres García, Joaquín; La Escuela del Sur en Universalismo Constructivo. Alianza. Madrid. 1984. 2. V. Hernández Navarro, Miguel A.; Tatiana Abellán: ojos abatidos y cuerpos extraños. Universidad de Murcia. 2008.

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Cuando entres a mi casa te vas a encontrar con las luces apagadas. No pienses que soy poco hospitalaria, es que quiero contarte una historia que sólo se puede contar a oscuras. En parte es porque la historia es tan cruel, que me da vergüenza hacerlo mientras te miro a los ojos. Por otra parte, así seguro que te asusto más. En esa historia te hablaré de cuando he pegado a alguien. De cuando he mentido. De cuando he abusado de tí. De cuando he ofendido a Dios y a mis padres con mis actos. De cuando he sido frívola. De cuando he tomado drogas. De cuando me he dejado llevar por los placeres de la carne. De cuando le he negado a un pobre una limosna. De cuando he matado a un hermano. De cuando no he denunciado una injusticia. Y cuando estés totalmente horrorizado, encenderé la luz, y te haré ver mi expresión, amable, condescendiente, atractiva... Verás lo que yo siempre he querido que veas. Y comprenderás que yo he sido más valiente que tú. Y te darás cuenta de lo doloroso que es fingir de esa forma. ¿Por qué no lo hago en orden inverso? ¿Por qué te enseño primero lo feo que hay en mí y no el esfuerzo que me supone ocultarlo? Porque el dolor que implica aparentar quien no soy para agradarte es tal, que si te lo muestro antes de enseñarte lo que hay dentro de mí, esto dejará de impresionarte. Y no es menos horrible. No lo es. Lorena Olmo Noviembre, 2009 veintiuno


Agradecimientos Si esta exposición ha sido posible, lo ha sido solo gracias a la ilusión, empeño, trabajo, dedicación y buen hacer de un puñado de «buena gente». A todos ellos nuestro más sincero agradecimiento. Y de una forma muy especial a Paki (con ká de kilo), por el cariño con que acogió este proyecto; A Torregar, que tuvo la santa paciencia, la generosidad y la osadía de interpretar-nos el sentimiento de Lorena; A Domingo Campillo, que nos regaló su tiempo y su ingenio de una manera absolutamente desinteresada y brillante; A Omar Pascual, que nos animó desde el principo y jamás dijo «ni pío»; A Joaquín Ivars, por eseñarnos a «mirar dentro de los huecos»; A José M. Bravo, Jose Juán López, María García, Violeta Lucena, Irene Sobreviela, Maribel Ruiz, y Pablo Martínez, por lo que cada uno de ellos sabe; A Angel Llavero (y su equipo), por su impagable ayuda técnica...

... Y a Lorena.

Jaén, Noviembre de 2009 Galería unodeuno

veintidos


Lorena Olmo ÂŤ1, 2 3, sombraÂť

veintitres


«sombra»

Voy a abrir mi caja de pandora y voy a enseñaros cuán fea soy, por dentro y por fuera. Nadie más podrá sorprenderse nunca, porque todo está ya ante vuestros ojos. Cualquier intento de belleza o de simpatía es todo MENTIRA. Pero sabed, que yo no soy la única. Si es que eso me puede servir de excusa. Sabed que somos todos iguales.

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«luz» San Juan (Jn 8,11): «En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los letrados y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron: —Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras. Tú, ¿qué dices? Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: —El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra. E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, fueron escabulléndose, uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último. Y quedó solo Jesús, y la mujer en medio, de pie. Jesús se incorporó y le preguntó: —Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Ninguno te ha condenado? Ella contestó: —Ninguno, Señor. Jesús dijo: —Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más»

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Estoy incondicionalmente enamorada de esta foto. Me parece bella sin más. Bella por la modelo, que es increíble, bella por la luz. Bella como si no fuera mía. Nunca pretendí con esta imagen hacer crítica alguna acerca de nada, simplemente la concebí como una metáfora más dentro del juego de la exposición, dado que cuento una historia muy concreta. Espero que sea vista como tal, y nunca como una ofensa. Del mismo modo, mis más sinceras disculpas si alguien hubiera podido interpretarlo con algún sentido negativo. Debo valorar especialmente el esfuerzo de Mariajo por prestarse a estas fotos tan complicadas, pero más que eso, elogiar su naturalidad y sencillez, que me facilitó el trabajo no se sabe cuánto. Esperaba hacer unas muy buenas fotos esa tarde, lo que no se me podía pasar por la cabeza es que me iba a reír e iba a disfrutar tanto haciéndolas. Es una de las personas más espontáneas y con más frescura que conozco. Tiene una personalidad tan inocente y divertida que es imposible no contagiarse, y es imposible imaginarse un lado malvado en su personalidad. Cuento esto porque espero que quien lo lea, asienta con la cabeza al ver la foto, porque espero que se refleje su dulzura. He intentado hacer algo bonito, y creo que lo he conseguido, dando además un mensaje, que más que negativo, es tan real que molesta. Gracias Mariajo por hacerme reír. Pero no te preocupes, que yo sé que tú eres mucho más que eso.

treinta y cuatro


Sobra decir que todos los modelos de esta exposición se han implicado un barbaridad, pues a la vista están las fotos. Pero lo que también sobra es destacar el esfuerzo de Tote (Jose Juan para los amigos). La barba de este caballero llevaba tres años sin ser cortada. Hasta que llegué yo, amenazé con raparme al cero, y él se ofreció para salvarme. Se ha cansado de hacer recuento de los muchos enemigos que me he ganado con esto, desde su madre hasta su jefe, pero ambos sabemos que ha merecido la pena. Yo pensaba aparecer rapada el día que se inaugurara la exposición, pero eso ya lo ha hecho Britney Spears, así que mejor que lo hiciera él, que está guapo de todas las maneras. Se me ocurren dos anécdotas de esta serie. Una es que nuestro foco maestro (un flexo, como es lógico) estuvo colocado sobre un altavoz enorme, lo que demuestra la inventiva que tenemos los fotógrafos “aficionados”,(si esque puede ser de aficionado la ingeniería que tenemos para hacer este tipo de cosas), y la otra es que a este buen hombre le daba igual raparse y quitarse la barba, pero ¡no había manera de que se quitara la camiseta! Que le iban a picar los pelos decía, el mismo que tiene como lema “la vida son dos días y ya vamos por el segundo”. De todas formas lo conseguí, fue un placer, me demostraste mucho con ese acto de generosidad, y estoy segura de que es el comienzo de una gran amistad.

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He creado una estatua narcisista y hueca. Y estoy contenta, porque era lo que quería. ¿Podéis ver todo lo que esta mujer ha perdido por su apariencia? Metafóricamente, en este caso ha perdido un ojo, de tanto maquillarse. ¿Qué os parece la actitud con la que se arregla? Es casi altanera. Es un maniquí vacío y hostil, que me cae mal, porque encima de todo, es bello, y tiene buen gusto. Y no se lo merece, no, porque es tonta, tonta tonta tonta tonta tonta, y sigue en su empeño, y se vuelve más fea por dentro y más guapa por fuera y más tonta en el proceso. ¿A vosotros os parece igual? Lo he conseguido. Santa paciencia tiene esta chica, que soportó el maquillaje, (porque ella tiene dos ojos, y los dos igual de bonitos), el maquillador, los espectadores, el frío del estudio improvisado (de nuevo con el maravilloso altavoz como soporte), y a mí, que estaba quedándome tan impresionada con las fotos, que no era capaz de dirigirla. Captaste la idea al momento, y si lo he conseguido ha sido sólo por tí, porque yo me quedé lela.

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guapa, espontánea, joven, despreocupada, sencilla. Violeta es una enana con el pelo precioso. Me dejó que le hiciera lo que quisiera, pero sólo la quise por su pelo, cosa que tanto ella como yo lamentamos profundamente. No pasa nada, hay más días que ollas, y a mí me queda la satisfacción de que no es que haya hecho exactamente lo que pensaba; es que ha quedado mejor de lo que se dibujó en mi cabeza. Porque yo contaba con su pelo, pero no contaba con sus ojos. Y me dieron un bofetón que me dejó en el suelo. Y ahora estoy segura de que es realmente lo que vale la pena de lo que estáis viendo. Esta foto fue lo primero que imaginé, antes de pensar en todo este montaje. La concebí directamente en un cubo, y de ahí surgió lo demás. Pero lo primero que tuve en mi cabeza fue a Violeta, tumbada en el suelo del estudio de la escuela, que aún ni conocía. Y todo porque Juanma nos pidió que pensásemos en la fotografía como algo tridimensional, pudiendo servirnos de cualquier soporte. Y dijo: “por ejemplo, una caja”. ¡Zas! Violeta. Llamar a David. Excusarme por estar tan perdida. Contarle cosas. Ir y venir contínuo de ideas a mi cabeza. Buscaremos una galería. Expones en ArtJaén. Juanma, me debes años de vida y de sueño. Una pena cortarte la fuerza de esta manera niña, pero no te preocupes que es de mentira. Y aunque fuera de verdad, tú tienes carrete para rato. Gracias, porque pensé en tí y ahora tengo luz para algunas noches. treinta y nueve


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cuarenta y uno


Bonita, eh? Para mí lo es. Es una radiografía de todos y cada uno de nosotros. Es una de las fotos con más metáfora de las que hay colgadas. Nos representa a la perfección. Está todo lo bonito que todos nos mostramos día a día (que en su caso es mucho), y gracias a los rayos X, el interior que todos tenemos, que yo represento con insectos, y viene a referirse a las vísceras, no físicas, sino de nuestra cabeza. Mi intento con esta foto consiste en que el mensaje no sólo llegue, sino que se aplique. Si hoy aún no hemos aprendido nada nuevo que llevarnos a la cama, ¿por qué no probar con esto? Yo lo estoy haciendo, día a día, y ahora creo que peso un millón de kilos menos de ansiedades, nerviosismos, preocupaciones, estreses, enfados, malentendidos y agujeros negros varios de la vida cotidiana. Lo estoy haciendo poco a poco, descubriéndome cada día un poco más, y la respuesta es inmejorable. La gente de mi alrededor me sigue aceptando, a pesar de estar intentando desprenderme de mi careta, y yo creo que estoy siendo mucho más auténtica ahora. Que quien me conozca lo hará de verdad. Nada de muros ni de inseguridades, porque aunque las corazas nos protejan, nos hacen perder un tiempo maravilloso, y son las causantes de que nos volvamos cada vez más y más huraños y feos, por dentro y por fuera. Esto se lo debo a alguien llamado Jose, que no aparece en esta exposición, pero que es el alma de todo esto. Es por él que esta idea cruzó mi mente, no sólo de forma artística, sino como modo de vida. Porque él es así. Y yo, que soy como soy, quiero seguir siendo única para así parecerme un poquito más a él. Y para estar a su altura. Porque es tan alto que llega al cielo, y desde que me enseñó a vivir de este modo yo me siento un poco más cerca de las nubes. cuarenta ydos


Y estoy segura de que pronto podré dejar atrás las moscas y las vísceras para estar volando con los pájaros que vienen de vacaciones. Y tengo fe ciega en que todo el mundo quiera vivir igual.

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La mirada de la voluntad es impura y ardiente. El alma de las cosas, la belleza, sólo se nos revela cuando no codiciamos nada, cuando nuestra mirada es pura contemplación. Si miro un bosque que pretendo comprar, talar, o usar como coto de caza, no es el bosque lo que veo, sino solamente su relación con mi voluntad, con mis planes y preocupaciones, con mi bolsillo. En ese caso el bosque es madera, es joven o viejo, está sano o enfermo. Por el contrario, si no quiero nada de él, contemplo su verde espesura con «la mente en blanco», y entonces sí que es un bosque, naturaleza y vegetación; y hermoso. Lo mismo ocurre con los hombres y sus semblantes. El hombre al que contemplo con temor, con esperanza, con codicia, con propósitos, con exigencias, no es un hombre, es sólo un turbio reflejo de mi voluntad. Le miro, consciente o inconscientemente, con sonoras preguntas que le disminuyen y le falsean: ¿Es accesible, o es orgulloso? ¿Me respeta? ¿Puedo influir en él? ¿Sabe algo de arte? Los hombres con quienes tratamos, los vemos a través de mil preguntas semejantes a éstas. En el momento en que la voluntad descansa y surge la contemplación, el simple ver y entregarse, todo cambia. El hombre deja de ser útil o peligroso, amable o grosero, fuerte o débil. Se convierte en naturaleza; es hermoso y notable como todas las cosas sobre las que se detiene la contemplación pura. Porque contemplación no es examen ni crítica, sólo es amor. Es el estado más alto y deseable de nuestra alma: el amor desinteresado. Herman Hesse. Extracto de «Mi credo».

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Esta foto me da miedo. Cuando he terminado de editarla me he quedado mirando, y parecía que no la hubiera visto nunca. No la reconozco. Quizá porque me hace sentir cosas que no me esperaba, teniendo en cuenta que lleva en mi cabeza muchos días y debía preveer el resultado. Ha salido tal y como yo esperaba, y sin embargo, tiene algo más. Imagino que será porque es dura, y porque la modelo es una persona muy querida. Hacer este cubo nos costó mucho trabajo. Primero, la forma de hacer que el collar pareciera que realmente estaba ahorcándola nos llevó casi una hora, y al final no lo conseguimos. Tuvimos que llamar a otra persona para que se colocara detrás de la tela del estudio y lo sujetara, y de paso, para que le diera un poco de confianza a la modelo, porque estaba subida en un taburete de puntillas y con la mirada perdida, así que teníamos miedo real a que nos pasara algo. Como siempre, exceptuando alguna ocasión privilegiada, la iluminación ha consistido en focos de casa, más o menos bien puestos, más o menos estorbando, y un flash externo. Esta es la última foto de la exposición, y como siempre que hago una foto, me parece la mejor que tengo hasta ahora, y la que más me sorprende. Lo mismo me ha ocurrido con el resto. Es como si tuviera que familiarizarme con algo que acaba de nacer. Pero esta es diferente. Y eso sí que no lo digo con todas. Nos llevó varias horas conseguirlo, pero aquí está. A pesar del cansancio, el ambiente fue inmejorable. No me sorprende. Esta niña es una de las personas que más quiero en este mundo.

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PD: Siento mucho, mucho, tus marcas en el cuello. Y te agradezco una barbaridad que no te murieras esa noche. HabrĂ­a tenido muchos problemas. Todo lo demĂĄs no te lo voy a agradecer; lo vamos a disfrutar juntas.

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Fotografía is - unquestionably one of the be ones tools that the human has managed to develop he stops “to eternizar” its desire (1).

Comprising of the new ArtJaén-Out program, the gallery unodeuno presents/displays the last project of the jiennense artist Lorena Olmo. Under the title of «1, 2 3, shade» this young creator proposes a production to us of Fotografía and Videoarte that well podriamos to describe like one as the most contemporary and enunciáticas contributions as the present-future that in the Present Art is being developed. With a very self-assuredly fresh speech, it raises a new vision to us of its complex inner world, offering work to us of a totally novel and dangerous artistic investigation. And it is that “… total, when one does not have anything to lose…”. Because sure (2) that Lorena Olmo, after only 22 years of life lived and dreamed dreams, decides to review all his creations and to present/display them in this new exhibition, cannot be chance. «1, 2 3, shade» it is plus an early ship’s log that an eventuality. Of between all the subjects that have demanded the reflection of Lorena, the poetry of the beautiful thing ( the beauty) has been the most journeyed. The beauty conceived like a mystery, as a question, like one doubts nearer the stimulus that to the sofa, to which it disturbs, encumbra and lives, Vista times as a magical state reached about the human being and others as a unique, virtuous form, to which it explores and it investigates in search of arguments. The beauty as departure point and of arrival of all its work. cincuenta y uno


More than artist, Lorena is seeking. There is in his attitude a mixture of classic artist (that flees from the professionalism) and of modern artist (the one that tries to be one same one), and that impulse to look for, to ask, to shuffle and to escudriñar expresivas possibilities that they allow him to approach the beauty and alongside not known of the things is what it has taken it to speak of the hermosura without resigning to the irony, humor, the most devastating sadness or to a colloquial language in contact with the reality of its moment. Single in this way it is possible that a work remains in the time. Being one same one. Not to believe in dogmas. To put everything in judgment fabric. To defend the prank. To be like apprentice who does not know the substances but that he knows the body, the pain, the pleasure, innocence, the solitude and the evidence of the love, that does not agree much with the computers. Starting off of expresionistas formulas of intimist cut, Elm tree proposes loaded images of personality that are able to articulate an own speech. Thus, works like «Sincere Photography», where with four words it explains a mood of which they make lose weight; «shade», in that it asks for the aim of the hermetism and assumes without odd habits the solitary vice front to the absence, whose narrators feel the beauty like source of knowledge and they remember to us that, from time to time, he is not bad to take in serious the divertimentos; or «light», where Lorena sails by sea of waves white, splashed (single when its heart, that not its will, she decides it), by small I touch distanced, so that these have own personality, show an artist who finds in the beauty the true port of his work. To contemplate a work of Lorena is to submerge opportunely in the interpretation that she does of the reality, of her passed reality, its future reality and of that other reality that escapes to its space and. cincuenta y dos


To deepen in the essence of the beauty (“Violet”), to learn of her, to discover that it exists because is imperfect, because disapproves the death, because it is a safe-conduct able to annihilate the boredom and to fight more of the same, they are things that Lorena Olmo has observed and learned, but not dominated… it does not know what means… for that reason it inquires and it returns to her, undressing more and more its proposals and betting by the difficult expressive simplicity of its works, with he himself enthusiasm with which today return we to enjoy them. And after this, Lorena will move away…. in order to look for the new oceans and seas where to sail or to be shipwrecked, with the intention of doing them his and condensing them in its work, that, like a vital cycle thousand times repeated, is born and dies.

David Martinez November 2009

(1) O. P. Castillo. Publicado en Omar-Pascual.blogspot.com. Granada 2009 (2) Adaptación-plagio de «Es porque existes». Eusebi La Hoz. Prólogo en «Días de Amores». L.E.Aute 2006 cincuenta y tres



The art to pretend Wanderings around the work of Lorena Olmo

“ The mirrors are used to see the face; the art to see the soul� George Bernard Shaw

The symbolism of the light feeds the most remote traditions on the oldest cultures. The concepts of light and darknesses assumed from old Egypt an important spiritual sense: the darknesses are symbol of badly and of death, that can be specified in fear terms and oppression, by opposition, the light is life, liberation, prosperity, salvation, happiness and success. In 2001 the British artist Martin You believe, pertaining to the generation of YBA (Young British Artists), carried out an installation that, would be worth the prestigious Turner prize to him of the English plastic arts, granted by the Tate Gallery. One was a totally empty room, in which there was nothing. Of there that the work popularly happened to be well-known like Nothing, this single empty room was mitigated by neon tubes located in the ceiling, that ignited and extinguished rythmically, illuminating and darkening the cleared space at intervals of a minute, and that at the same time, gave title to the installation: The Lights Going On and Off . cincuenta y cinco


The use of the binomial light-dark, has been a resource repeated throughout history by the artists. In the proposal that Lorena Olmo presents/displays in the Room of Weathers of the Museum of Jaén, also a capital paper plays, but far from coming near to the minimalismo of the work of You believe, serves here as metafórico bottom to surround a work whose premises of game are extremely complex. In this, his second individual one, Lorena express to the maximum the possibilities of the room and with a subtle but deep transformation, it invites the spectator to make a route through space of a well-taken care of stage scene. When entering itself in the room we introduce ourselves in the personal world of the artist, the light absence, causes that our attention is centered immediately in the screens of LCD located in the walls that reproduce in a video the hidden side of several personages. It is so to speak, that dark part that all we took inside and that we tried to hide by fear to be censured by the society. This paradox to want to be without being seen, remembers us to the myth of Eros and Psique, in which the lover is a mysterious figure and stranger who she never must see and to that she only can touch in the dark. Otherwise, if it ignites a light and it reveals his identity, the risk of not redeeming it of its “monstrous” condition runs. Eros visited it only by the nights and disappeared when blunting the dawn. The sisters of Psique, convince it so that the identity of its lover keeps awake, assuring to him that only a monster would want to hide its true appearance. Then Psique, peculiar to discover the mystery that this kept, ignites a lamp, with the bad luck, of which when facing the beautiful image of the man who to duer me to his side, drops a drop of boiling oil on him, who wakes up and he leaves it by to have seen what he did not have. cincuenta y seis


It is not necessary to forget that in Greek mythology Psique it was the divinity that it personified soul, and in this case, like Eros, Lorena takes advantage of the dark like resource. Under its shelter, there is fear no to give loose rein to hidden desires, to the wild defects and vices, to be as one is. But when the monitors are extinguished and the light becomes present in the room, we did not find the .redemption waited for, this is centered in illuminating buckets that suspended on our heads, they let see a luck to us of images that represent the amiable face, that image that we want to project to the outside. The light grants a security, but this is an ephemeral security, which we cannot trust, since after that amiable vision, hides to the dramatic reality del that it needs to be obliging, hiding itself after a false appearance in order to feel accepted. Nothing will already return to be equal, because now we know and we have seen too much and we are conscious that in fact we were before laborious process of concealment, already that to hide to us after a mask to pretend what it is not, entails a personal effort directly proportional to the weight of the necessary maquillaje for it. The Argentine writer Jorge Luis Borges, approaches east concept with great masters in his story� the mirror and the mask� The mask in its dreams worked simultaneously like a protection that a temptation. Him it seduced the possibility of discovering its face to him, but it feared to find the horror that hid after her. When we in front of were a mirror, that disposition is repressed much more, because in fact, the own horror is only visible thanks to the mirror. The mirror gives back us to the other with the certainty that the other is one same one.

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The photography also acts like mask. It can expose and conceal, it can allude and falsear, show and confuse, to put to us in contact with the inaccessible thing, the dead or the nonexistent thing; it can also take to us to a beyond incompatible one with our present, but with our memory. While the mirror indicates the existence of a beyond space one, the photography announces the existence of a beyond temporary one. The photography is mirror and mask simultaneously. The reflection - essential fraud of the photographic fact supposes the authenticity of the image. It is as well as one allows to the specular spectator on the origin and the identity of these personages. Starting off of the standards set by Lorena, he is the spectator who must connect, from its own speech, a narration that only appears to us of fragmentary form. Next to the suggestive and paradoxical force of that formal plot, the work at the same time becomes a metaphor of the fugacidad of the life and the passage of time. It is an opened game, a articulated plot, that allows to give a deep coherence to its artistic work: “the illusion, mirror of the unconscious one”; “the objects, mirror of the memory”; “the other, mirror of same me”. The world has a based sense, is a text to interpret. And that finishes being the last key of the game of transparencies, projections and shades in which the plastic proposal of Lorena leans. In fact, their actions and facilities, their photographies and their videos, locate his first reference in a personal plane, even intimate: the artist is based and, simultaneously, she is unfolded in its pieces, their proposals. The elements that constitute their special grammar of forms, at the same time, are reduced and essential. The body, naked dress or, shown in its totality or of fragmentary form. The shades and projections, physical and mental, that lead by the course of the time and the human experience of the loss, of the drift. cincuenta y ocho


Lorena, tries to orient itself and to position itself, in a universe, more and more overflowing of sparkles and noises, that blind our glance and stun our ear. She acts like explorer of the perception, as guide of a trip of return to the human, to the bottom of we ourself. With its work, it makes us journey of the blinding reflection, the mirage, to the authentic light, that that is in the shade, in the sine of the dark. The internal fight of those beings who daily make an effort to pretend what they are not, obey to a reflection of the contemporary society, but we threw the Vista comparing our actions with a theater work, fall in the account that always there are and we will be representing roll in this great theater that is the world.

Jose Antonio Torregrosa Garci’a “Torregar� Artist

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Stays with half-opened doors

Propongรกmonos, of idle and ventured way, the passage of a great sand desert. Let us ignore the difficulty to walk over a land that maintains with difficulty the weight of our steps, nor consider, for our case, the water shortage and the extreme temperature. We tried to find the way of return or arrival to the other side without mechanical devices nor drawings uprooted to the ground. The process is happened to us frankly rigorous: the idyllic and winding skylines do not have to lodge too many tracks on locations and distances and, by another side, we tend to turn aside and the outline physiologically imperceptible rectum of ours to walk, becoming a curved outline of considerable radio. Doubt, that does not fit the possibility of running into to us with some signal that serves to us as takes hold and flexion point is almost one question of principles; an artifice class that would suspend the inevitable intellectual reaction to the absolute emptiness; the opportune one and felt fixed situation that would put ephemeral levels to a hardly acotable territory. Nevertheless, this does not deny the knowledge of the sand, of the dunes that form and of the movements of the Sun marked by the shades, but these values are not sufficient to regulate an appropriation of the occupied place without a differentiation mediates that defines it as such place. Indeed, we can give by seated that we are conscious of our location, that we recognize the ground stepped on, that we know, in general way, where we are. But the determination to go in a direction or another one, does not move away the idea that any taken option can endiablar ours, questioned already, vital emphasis. sesenta y uno


The contingencies that derive from the uncertain not experienced way towards, neither drawn, nor walked are desasistidas of the spiritual support or psychic when the landmarks are not recognized, in as soon as they have as much not been presented previously: the occupation and the taking in consideration of the territory, and we spoke in this occasion of its physical or mental route, are simultaneous to the same discovery that it is made in each step, considering that the registry, the recognition of ground been above, it is made in the following one to that we are giving in that right time. The successive steps always will be presumable and vary based on all the preceding steps. Taken to the limit, and in this case we spoke of the own cartographic representation of the place, the illustration of global maps of the Earth locate the representation of the Antรกrtida in a position it jeopardize at first sight: habitually it occupies the inferior edge of the paper where one registers, without dazzling continuity; it does not have nothing else down. Treating about a first trip and without previous knowledge beyond the interposed ones by others, the transit de facto and programmatic surely towards that place it does not allow nevertheless to assure, at least emotionally, the opportune continuity of the route without he appears precise and irrationally the future possibility of not making Earth foot. In other words, perhaps own of medieval times: it seemed that to continue way towards the border of the represented thing it supposes to assume the risk of wavering in a territory of uncertain you are contiguous and to transfer it would happen in the irrevocable fall to the precipice of the anything, of empty and infinite it. Even so more insistent the complete rupture with the survey controls assumed and the relations becomes that, at least in general way, are stipulated with the minor of the astronomical knowledge: the exit and the putting of the Sun and its visible route and, mainly and to expenses of the previous thing, the sesenta y dos


that place we would be AT the bottom of the World, adapting to us of the expression of Simon Faithfull. Considering that the representation of the globe is made with the North in the superior part and the South in the inferior one, we would have the certainty to be located in he himself site if we interchanged the position of the poles? We would not be with the effort to return to locate our datum points? Really, this new situation would not make us succumb before the uncomfortable paradox to recognize, although it is of temporary way, our total distrust before the rupture of the paradigmática representation of which we were above and that, in fact, it is the only physical strongpoint that it establishes to us like inhabitant of that as it represents? Continuing with our proposal of change of polarity, the idea that the sun leaves by our right according to we watched the representation, would have to be transformed into: the sun leaves by our left and. therefore, the South would be above and the North down. Towers Garci’a, putting special emphasis in the geopolitical and territorial question of this convention wrote: “(…) in fact our north is the South. It does not have of having north for us, but by opposition to our South. For that reason now we put the map the other way around, and then already we have joust devises of our position, and not as they want in the rest of the world. (…) Also, our compass inclines irremisiblemente always towards the South, towards our pole. The ships, when they go away of here, lower, do not raise, like before, to go away towards the north. Because the north now this down. And it raises, putting us in front of our South, is to our left”. Beyond the exaltación and claim of the culture of the South in contrast to the one of the North and the proclamation, taking advantage of [us] to [] Benedetti, of which the south also exists, the thing would not shelter greater problem beyond the uncertainty that would cause the change until the custom became sesenta y tres


of everything: the search of the exact thing, the encounter with the right appearance that briefs its confesables attributes in a multiple intersection point of glances, the power of the inmovilidad and the prescribed order. But to waver in the exact front to a indetermination asks for the assimilation, allowed, of a strategy of being able to do, is to say, to formalize the exclusion of possibilities operative. With all the traumatic indolencia that the mutilations entail. To decide on the intersections how places of indefinite stay do not get rid of that flies over a cynical dawn and nihilista that is pleased with the ejected simulacral expression and autocondescendiente of the immovable stage. Nevertheless, this nonobvious the irremediable judgment of the doubt, the implacable tremor before an election, decision or separation, that are the meaning of the Greek word krisis, when ways present are routes open and assignment not is to annul but to know and to observe, with steps own, which the diverse passages stimulate the concretion of discoveries which kept awake by the decision do not waver before to decide on another route, and to verify that the destination is overlapped by nondisjunctive lines, but participativas and permisivas with other nodes of conclusions. And the concept permisividad is not distant of ambiguity, fluctuation or anisotropy; it privileges the stays with doors halfopened which they ask for the entrance, against that they have its closed doors or they lack them, then, in those cases, the order dispatches in case same: the incarnated and porous form is hidden in likely and rigid appearance, in pure representation dissolved in exact and anticipated points. And this far from contributing clarity puts under an infinitesimal cuestionamiento cuasi of each step. In words of Hernandez Navarro, it has “an impossibility to include/understand with the glance the complexity of a world that insists on sesenta y cuatro


to say to us that yes he is comprehensible. And that the ideology of the modern world has to do with a species of regime of “total cognoscibilidad”, that is to say, of which everything can be wellknown, said and is seen”. The concept appearance is neighboring to representation. Lorena Olmo it locates to us before a cuestionamiento of the rules of objetivación of pretends it. Joint party, indeed, from the plus desprejuiciado instrument of objective representation, an answer that insists to take a spacing, if not a negation, of the notion of direction in the represented thing that forces to locate itself in direction of the passable road. And before the paradox to take position as opposed to the representation of which is appearance it is not left another way that to leave the door halfopened.

Domingo Campillo García. November 2009

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When you enter my house you are going to find with the dull lights. You do not think that I am little hospitable, is that I want contarte a history that can only be counted in the dark. Partly it is because history is so cruel, that it gives shame me to do it while I watch you at the eyes. On the other hand, thus surely that I scare more to you. In that history I will speak you of when I have beaten to somebody. Of when I have lain. When I have abused you. Of when there am victim to God and my parents with my acts. Of when I have been frivolous. From when I have taken drugs. Of when I have let myself take by the pleasures of the meat. Of when I have denied him to a poor man alms. Of when I have killed a brother. Of when I have not denounced an injustice. And when totally you are horrified, I will ignite the light, and I will make see my expression you, amiable, obliging, attractive‌ You will see the one that I always have wanted that you see. And you will include/understand that I have been braver than you. And you will realize the painful thing that is to pretend of that form. So that I do not make it in sequence inverse? So that I teach the first ugly that there is in me and not effort to you that supposes to hide it to me? Because the pain that implies to pretend who I am not for agradarte is so, that if you I show it before enseùarte what there is within me, this will leave of impresionarte. And he is not less horrible. It is not it.

Lorena Olmo November, 2009

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La obra «Fotografía sincera» fué presentada en la Sala de Exposiciones de la Obra Socio Cultural de la Caja de Jaén el 20-05-2009, formando parte de la sección oficial de la 1ª Bienal Internacional de Fotografía y Artes Audiovisuales de Jaén (FotoJaén09). Ganadora del Premio «Joven de Arte-Joven con Futuro» de la 1ª edición FotoJaén09. Galardonada con el premio del público en el concurso nacional de videoarte Clik&Reck/PhotoEspaña09.

Hemos querido documentarla en esta catálogo y volver a presentarla en esta exposición porque, de alguna manera, supone un instrumento útil para argumentar el recorrido que Lorena Olmo viene realizando desde hace ya algún tiempo.

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«Fotografía Sincera»

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Unodeuno Galeria de Arte Contemporáneo C/Puerta de Martos, 46 23004 Jaén (Spain) Ring: (+34) 600 813 455 www.galeriaunodeuno.es info@galeriaunodeuno.es Depósito Legal: J 828-2009

Es un proyecto en colaboración con la Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales


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