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Retos de los donantes ante el nuevo entorno
Retos de los donantes ante el nuevo entorno
El sector filantrópico se ha visto afectado por la pandemia del coronavirus, que ha modificado las formas de pensar y hacer las cosas. Como respuesta, las entidades donantes han destinado numerosos recursos a diferentes rubros para hacer frente a la emergencia, apoyando a sus donatarias y organizaciones aliadas.
Todos hemos tenido que adaptarnos a la nueva “era digital”, y nos hemos dado cuenta de la urgente necesidad de democratizar el acceso a la tecnológica y a la educación, ya que la situación actual ha provocado un importante rezago educativo y un aprendizaje desigual. De ahí que la educación siga siendo el tema prioritario para el sector de donantes.
Otro de los retos para los donantes, a nivel global, es la creación de nuevos mecanismos de recaudación, buscando llevar a otro tipo de donantes y filántropos a invertir en lo social. A pesar de la percepción generalizada sobre la reducción de fondos para proyectos sociales, han surgido nuevos actores e inversionistas sociales, como la industria farmacéutica. Los donantes individuales se han vuelto más participativos y le dan más importancia a la forma de hacer donaciones.
Ante este escenario, es importante considerar que los marcos legales deben generar un ambiente propicio y atractivo para las donaciones. Este es uno de los mayores retos, no sólo para las organizaciones de la sociedad civil en México - incluyendo a los donantes - sino para otros países de la región.
Otro de los retos tiene que ver con la necesidad de sistematizar las prácticas de las donaciones, a fin de conocer de qué manera están impactado en la trasformación del entorno. Es decir, destinar tiempo y recursos a la creación de metodologías que permitan el aprendizaje sobre la inversión de mediano y largo plazo. Además; hay que invertir en la operación para fortalecer a las organizaciones de la sociedad civil.
El ecosistema de la filantropía requiere de actores robustos y visionarios, capaces de imaginar futuros posibles e implementar las soluciones que esos escenarios conlleven.
Invertir en filantropía no se trata sólo de dar dinero a las organizaciones para que operen proyectos. Es prioritario generar infraestructura para el sector de donantes a todos los niveles, intermedio y local; incentivar para que se generen más instituciones orientadas a problemas nuevos; y modificar las dinámicas de poder que dificultan que haya conexiones más efectivas que puedan evidenciar sus resultados en lo colectivo.=