Estimados amigos: Gracias, por acompañarnos en esta celebración tan significativa e importante para Bufete de la Garza, la presencia de todos ustedes hace que en este lugar se respiren aires de amistad, de cariño, de lealtad, de familia y por supuesto los del agradecimiento, sí los de un agradecimiento sincero. Ha sido un largo camino. En el devenir de los años se
guardan
recuerdos
que
no
deben
ser
olvidados y voces que quieren ser escuchadas, espero que la memoria no me traicione, porque en esta ocasión deseo recordar a todos los que de una u otra manera han contribuido para que nuestra firma cumpla treinta años, treinta años de prestar servicios profesionales a esta comunidad. Hoy hacemos un alto en el camino para poner en
perspectiva el trabajo realizado y reflexionar sobre los desafíos que depara el porvenir. La primera idea que a uno le pasa por la mente cuando se deben pronunciar unas palabras en conmemoraciones como esta, es el tiempo. El tiempo que me hace recordar el inicio de la firma, éramos solo tres personas, yo tenía un gran ánimo
para
trabajar
y
pocos
asuntos
que
atender. Años después me enteré que Martha mi querida esposa, les hablaba a nuestros amigos y les pedía que llamaran a la oficina para saludarme, de esta manera cuando menos sonaría el teléfono que en esos días permanecía enmudecido. El ejercicio de la profesión siempre me ha sido muy grato, pienso que esa satisfacción la reflejé en casa y bajo ese ejemplo mis hijos José Mario y
Leopoldo se inclinaron al estudio de mi misma profesión y en su momento se sumaron a la tarea de convertir el proyecto fuertemente anhelado en una realidad que me lleva a pensar que hoy es el día de dar gracias y lo hago con sinceridad y con afecto. Este
es
el
momento
para
agradecer
profundamente a nuestros clientes y amigos que han
depositado su confianza en el trabajo
comprometido de la firma y que han sido y son la base y fundamento de su desarrollo. Gracias también a nuestros colegas, con quienes hemos convivido en el ejercicio de la profesión, todos hemos aprendido que la verdad nuestra puede
convivir
con
la
verdad
ajena,
sin
abdicación, sin transacción, sino solo con mutuo respeto.
Nuestro reconocimiento y gratitud para todas las personas que colaboran en la Notaría 33, cuyo titular es mi hijo Leopoldo, de verdad su apoyo, su compromiso y profesionalismo ha sido invaluable. A las personas que colaboran en la Asociación Civil Renace Capitulo San Luis, que está por cumplir tres años de existencia; les expreso que ha sido gratificante trabajar en la defensa legal de las personas de escasos recursos; privadas de su libertad injustamente y apoyar de manera integral el proceso de reinserción a la sociedad cuando obtienen su libertad. Estoy convencido que Renace Capitulo San Luis se ha convertido en un recinto de esperanza para quienes la fragilidad de la justicia les ha arrebatado la paz.
Nuestro agradecimiento a todas y cada una de las personas que en algún tiempo colaboraron en la firma, nos dejaron un tramo de su existencia, y un girón de su ensueño; estén ciertos que la firma atestiguó sus valiosos esfuerzos. (Especialmente quiero
mencionar
a
un
joven
honesto
y
apasionado del derecho, que se asoció al despacho en sus inicios y que entendió que su vocación o más bien su sueño era poner el derecho al servicio del bien común. Me honra constatar que él ha logrado su propósito y que ahora tiene la extraordinaria oportunidad de poner sus haberes y sus anhelos al servicio de San Luis Potosí. Muchas gracias Juan Manuel Carreras, por estar hoy aquí y formar parte de la historia de nuestra firma) Expreso mi sentimiento de gratitud para nuestros Socios, Héctor Raúl García Leos, José Antonio
Aguilar Reyes, Jaime Eduardo Martínez Terrazas, Edgar
Rodriguez
Moreno
y
Rodrigo
González, también para las abogadas,
López los
abogados y el personal administrativo que hoy día conforman Bufete de la Garza, gracias por su compromiso profesional, por dar mucho más que su tiempo y sus conocimientos, para que la firma realice plenamente sus metas, a ustedes de quien nunca he querido ser proveedor sino suscitador de ideas y a quienes he procurado dar lo poco que tengo, pero lo mejor que tengo, les digo que confío en que realizaran plenamente los objetivos que nos hemos trazado, sin escapar nunca a la responsabilidad que implica velar sin tregua por los intereses de quienes nos otorgan su confianza. Estoy convencido que Bufete de la Garza, no es más que la suma de las voluntades de todos los que trabajamos en la firma, no podríamos ser lo
que somos, sin la participación de todos y cada uno de nosotros, somos un equipo y trabajamos en equipo dándole sentido a lo que hacemos, somos fieles a las mejores prácticas de la profesión y tenemos clara nuestra misión que es proporcionar
a
nuestros
clientes
un
servicio
profesional, eficiente y oportuno, apegado a los principios éticos que rigen la profesión, para de esta manera honrar la vida, honrar el Derecho y coadyuvar en pro de la justicia. Este compromiso que cotidianamente se les encomienda es como el fuego sagrado que según el viejo Símil se trasmiten las generaciones, yo sé que la llama arderá mientras la antorcha este en sus manos. Muy sinceras y muy sentidas gracias, a mis hijos José Mario y Leopoldo y a mi querida esposa
Martha, quien con su aguda, inteligencia, sentido común y sensatez ha hecho que juntos, hombro con hombro caminemos este largo trecho de la vida. A ti Martha, a José Mario y Bárbara, a Leopoldo y Lorena, les digo que pueden estar ciertos de que sin su valiosa ayuda y su cariño
este hermoso
momento nunca, nunca se hubiere dado. Gracias,