El mensaje de salud adventista debe ser positivo y atractivo, por eso todo el cuidado es necesario en la divulgación del mensaje. • Forma equivocada de presentar el mensaje de salud. • Fanatismo y críticas destructivas son conductas inadecuadas en la propagación del mensaje. Esas actitudes sólo aumentan la resistencia en el proceso educativo al cambio. • El sentimiento de superioridad tampoco ayuda. Vivir el mensaje de la salud no es prueba de discipulado.
Otro error común, es generalizar las excepciones y enfatizar algunas prácticas del mensaje de salud de Ellen G. White. Ejemplos: • Mezclar frutas y verduras en una misma comida: cuando se investiga el asunto, encontramos recomendaciones de la escritora sólo para personas con digestión débil y no para personas en condiciones normales. • Consumo de leche, huevos y azúcar. Ellen G. White no es totalmente contraria al consumo. La forma equivocada de transmitir el mensaje de salud ha impedido a las personas a conocer la verdadera dimensión de esas enseñanzas.
Cuando se comprende y se vive genuinamente el mensaje de salud, surge el deseo de proclamarlo y compartirlo. “De todos los habitantes del mundo, los reformadores deben ser los más abnegados, bondadosos y corteses. En su vida debe manifestarse la verdadera bondad de las acciones desinteresadas.” (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 553).
No basta conocer la verdad, tenemos que poseer el método adecuado para divulgarlo.
Metodología apropiada para la práctica y difusión del mensaje de salud • El presentador del mensaje de salud debe tener cortesía, abnegación y bondad. • Educar de manera agradable e inteligente es el mejor y más efectivo método para promover cambios en la salud.
• Presentar los grandes principios bíblicos en lugar de enfatizar un hábito o un alimento en particular. Es necesario hablar primero de la calidad de vida que se obtienen a través de vivencias de este mensaje. • Dejar que el Espíritu Santo ayude a las personas a hacer cambios progresivos en el tiempo apropiado.
Fuente: La Ciencia del Buen Vivir, pág. 157
• El propósito del mensaje de salud es promover una mejor calidad de vida y un condicionamiento físico, mental y espiritual que nos capacite para tener más elevada comunicación con Dios. • Para divulgar correctamente el mensaje de salud, necesitamos utilizar una metodología adecuada. El mejor método es el orientado en la educación, a través del tacto, la cortesía y la beneficencia.