“La enfermedad es un esfuerzo de la naturaleza para librar al organismo de las condiciones resultantes de una violación de las leyes de la salud. En caso de enfermedad, hay que indagar la causa. Deben modificarse las condiciones antihigiénicas y corregirse los hábitos erróneos. Después hay que ayudar a la naturaleza en sus esfuerzos por eliminar las impurezas y restablecer las condiciones normales del organismo”. (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 89)
La Iglesia Adventista del Séptimo Día posee un rico legado en el área de la salud. Los escritos de Ellen G. White fueron revolucionarios desde los días en que aparecieron, porque cuestionaban una grande porción de la “ciencia médica” de la época.
La mayor parte de las prácticas médicas de aquella época eran agresivas e ineficaces, comenzando por las drogas utilizadas. Los “tratamientos” generalmente producían tantas muertes como las propias enfermedades. A inicios del siglo 19, la expectativa de vida de una mujer era de 35 años.
El Se帽or dej贸 instrucciones claras para que llevemos al mundo las verdaderas medicinas naturales. Dios ama el mundo de tal manera, que anhela aliviar su sufrimiento por medio de una vida simple y tratamientos que eduquen en direcci贸n a un estilo de vida saludable.
La revista National Geographic Brasil, de noviembre de 2005, en su artículo principal (“Los secretos de una larga vida”), afirma que “una existencia larga y saludable no sucede al acaso”. Encuestadores admiten que, si usted tiene buenos genes y adopta un estilo de vida correcto, tiene oportunidad de vivir hasta diez años más.
De acuerdo a la información de la revista, fue encontrado en Loma Linda, California, un grupo de adventistas que están entre los campeones de longevidad en Norteamérica. La nota dice además, que los adventistas del séptimo día que evitan comidas rápidas y cafeína, viven de cuatro a diez años más que el californiano típico.
“Los adventistas del séptimo día han de ser presentados al mundo por los principios avanzados de la reforma pro salud que Dios nos ha dado “. (Medical Ministry, pág. 187)
La divulgación esporádica de nuestro estilo de vida parece muy buena, pero no es nada en comparación con lo que ocurrirá cuando cada miembro de la iglesia permita que Dios lo “transforme, por la renovación del entendimiento” (Rom 12:2); y que por el poder del Espíritu experimentemos la reforma y el reavivamiento.
Satanás, sin embargo, ha buscado tomar para sí la bandera de todo lo que es natural con el fin de engañar a las personas. En esa búsqueda, muchos han aceptado lo sobrenatural, la curandería, las medicinas que no contienen principios activos y cuyos efectos son inexplicables; además del uso místico de las hierbas.
Jesús dijo: “Porque se levantarán falsos cristos y
falsos profetas y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán si fuere posible, aún a los escogidos” (Mat. 24:24).
Ellen G. White enfatiz贸 el uso preventivo y curativo de las medicinas naturales de Dios: agua pura, aire puro, luz solar, actividad f铆sica, reposo, alimentaci贸n balanceada, temperancia y confianza en el poder divino. Esas son las verdaderas medicinas naturales que est谩n al alcance de todos.
Satanรกs busca confundir cada vez mรกs la verdad con sus sofismas. Vea lo que ha hecho en esa รกrea:
1. Lleva a la iglesia, e incluso a los profesionales de salud, a no considerar la verdadera orientaci贸n naturista Con los avances de la medicina, muchos han utilizado los recursos modernos y se han apartado del enfoque natural. Si actuamos de esta forma, dejaremos f谩cilmente de reconocer las verdaderas causas de la enfermedad
2. Insistir en la aplicación exclusiva de los llamados recursos naturales Muchos han aceptado que lo “natural” consiste en el uso de medicinas a base de hierbas. Los fitoterápicos también son drogas y pueden ser usados siempre que sea con algunos criterios. Las personas no quieren aprender a tener una vida natural, pero cuando se enferman, quieren un “tratamiento natural”.
3. El temor de que someterse a algún tratamiento o usar algún medicamento sea pecado. Muchos preguntan: Si Dios tiene poder para curar, ¿deberíamos usar tes, medicamentos, antidepresivos, tratamientos psiquiátricos, quimioterapia y cirugías?
Ellen G. White responde: “Hacer uso de los agentes curativos que Dios ha suministrado para aliviar el dolor y para ayudar a la naturaleza en su obra restauradora no es negar nuestra fe. . . Debemos aprovechar toda facilidad para la restauración de la salud, sacando todas las ventajas posibles y trabajando en armonía con las leyes naturales. Cuando hemos orado por la curación del enfermo, podemos trabajar con energía tanto mayor, dando gracias a Dios por el privilegio de cooperar con él y pidiéndole que bendiga los medios de curación que él mismo dispuso (Conflicto y valor, pág. 241)
Entienda la Fitoterapia El uso medicinal de las plantas, tambiĂŠn llamado fitoterapia o medicina herbĂĄtica, estĂĄ Ăntimamente asociada con la idea popular de medicina natural o alternativa.
Muchas plantas, además de los elementos nutritivos, tales como vitaminas, proteínas, carbohidratos y lípidos, tienen substancias químicas que actúan en el organismo de diversas formas: son los llamados principios
activos.
Los principios activos tienen efectos terapéuticos como analgésicos, antiespasmódicos, antidepresivos, antidiarreicos, antisépticos, calmantes, diuréticos, expectorantes, laxantes, etc. También existen plantas cuyos principios activos son tóxicos, cancerígenos y perjudiciales para el organismo.
Piense en los siguientes aspectos de la fitoterapia: 1. El desconocimiento de las indicaciones, el uso y los verdaderos efectos de la planta, expone al usuario al riesgo de no funcionar o hasta ser tóxico. 2. Quienes determinan en la creencia popular para qué sirve tal planta, cuál es su dosis segura, cómo disponerla y cómo usarla son: la vecina, la abuela, un pariente, la televisión, el diario, o una revista;
3. La medicina natural se ha convertido en un negocio bastante rentable. Debemos tener cuidado con la charlatanería que encuentra un campo fértil y rico en muchos astutos. 4. ¿Quién prueba que el contenido de determinada píldora, o polvo, o frasco realmente contiene la sustancia y la cantidad adecuada? ¿Quién hace el control de calidad de esos medicamentos llamados “naturales?”
5. Cuidado con la pérdida de tiempo. El atraso en el inicio del tratamiento adecuado de una enfermedad grave puede ser fatal. 6. No es infrecuente que observemos el uso de determinadas plantas asociadas con actividades de curandería, curas espirituales, simpatías, superticiones y rituales místicos.
Pero finalmente, ¿qué medicinas debemos usar? ¿Los tes y hierbas son mejores que las medicinas de farmacia? ¿O será que esos productos también pueden ser peligrosos para la salud?
El Boldo Es generalmente usado en la forma de té “natural”, pero contiene drogas bastante tóxicas. Estudios hechos en ratones indicaron que el Boldo realmente es bueno para la digestión, pero, por otro lado, presenta un efecto colateral prácticamente desconocido: un aumento del número de abortos y de malformaciones en los embriones, además del aumento de los niveles de colesterol en los ratones que usaron boldo durante un mes.
CONFREI - CONSUELDA Hubo una época en que el confrei tuvo mucho éxito. Se comía en ensalada, se elaboraban jugos, y se le daba otros usos. Años después, para sorpresa general, se descubrió que producía cáncer. Hoy, el confrei es una planta prohibida para uso humano, porque es rico en drogas altamente tóxicas para el hígado, las pirrolizidinas, que pueden causar cirrosis hepática, aparte de problemas en los pulmones y corazón.
Uso de té en el embarazo y durante el amamantamiento Muchas madres en todo el mundo, creen que es óptimo tomar un té natural durante el embarazo y el amamantamiento. En los últimos años, varios artículos de literatura médica han relatado casos de bebés que desarrollaron cirrosis hepática y murieron victimas de las “hierbas naturales”.
Cola de caballo Es usado para varias finalidades pero comúnmente se ingiere para adelgazar. Contiene una droga llamada diterpenóide tóxica. La revista Annals of Internal Medicine, que es una de las más serias publicaciones médicas en el mundo, describió, en 1992, siete casos de hepatitis causada por el uso de esta hierba.
Los remedios farmacológicos también pueden ser tóxicos. El propio fabricante está obligado a publicarlo en la etiqueta. En general también se advierte que aquella medicina no debe ser usada durante el embarazo, en los períodos de amamantamiento, ni por niños hasta determinada edad.
Con las plantas y hierbas tambiĂŠn son necesarios esas atenciones. Las llamadas medicinas naturales son las mayores fuentes de drogas que la medicina dispone y que, evidentemente, pueden producir daĂąos al organismo tanto como las medicinas de las farmacias.
Reglas básicas para el uso de plantas: 1. No use ningún tipo de medicinas de hierbas si está embarazada, con planes de embarazo, o amamantando; 2. No dé ese tipo de productos a su bebé; 4. No use ningún tipo de hierbas en gran cantidad. 5. No haga uso diario de hierbas. 6. Si usted compra alguna mezcla de hierbas, exija que todos los ingredientes estén discriminados en el rótulo (eso no da garantía, pero al menos, informa). 7. No use ninguna mezcla que tenga confrei.
Cuando estudiamos lo que la se帽ora White escribi贸 sobre remedios naturales, descubrimos que ellos no son presentados en la forma de comprimidos, tes o inyecciones, sino en la forma de aire puro, luz solar, agua, alimentaci贸n adecuada, ejercicio f铆sico, reposo, pureza de vida y confianza en Dios.
“El aire puro, el sol, la abstinencia, el descanso, el ejercicio, un régimen alimentario conveniente, el agua y la confianza en el poder divino son los verdaderos remedios. Todos debieran conocer los agentes que la naturaleza provee como remedios, y saber aplicarlos. Es de suma importancia darse cuenta exacta de los principios implicados en el tratamiento de los enfermos, y recibir una instrucción práctica que lo habilite a hacer uso correcto de estos conocimientos. (Conducción del Niño, pág. 344).
Tratamientos de salud realizados por miembros de iglesia. Si alguien gusta de curar enfermos, debe estudiar, prepararse y habilitarse para eso, trabajando en el área en la que se habilitó. Es un error tratar al enfermo muchas veces con medicamentos líquidos que contienen mezclas de hierbas, sin calidad, sin dosificación o indicación de concentraciones.
Vea lo que la Sra. Ellen White escribió: “Elevaré la voz contra los novicios que aseveran tratar las enfermedades de acuerdo con los principios de la reforma pro salud. No permita Dios que seamos objeto de experimentación… Dios nos libre de un peligro tal. No necesitamos tales maestros y médicos. Los que procuran tratar las enfermedades deben saber algo del organismo humano. El Médico celestial estaba lleno de compasión. Los que tratan con los enfermos necesitan ese espíritu. Algunos de los que quieren dedicarse a médicos son fanáticos, egoístas y tercos. No se les puede enseñar nada. Puede ser que nunca hicieron nada de valor. Tal vez no hayan tenido éxito en la vida. No saben nada que valga la pena saberse, y sin embargo, se dedican a practicar la reforma pro salud. No podemos dejar que estas personas maten a uno o a otro. No, no podemos permitirlo”. (Joyas de los Testimonios, t 1, pág.192).
Medicina indicada por Dios El Señor nos enseñó que la verdadera medicina abarca desde la prevención hasta la sanidad, valiéndose de cada avance de la ciencia, pero enfocado en los recursos naturales con plena confianza en el Único que puede curar y salvar.
Recuerde ”Cristo es el verdadero jefe de la profesión médica”.(El Ministerio de Curación, pág. 75). “Es quien sana todas tu enfermedades” (Sal. 103:3); “Educadlos para que tengan mejores hábitos por medio del poder de vuestro propio ejemplo”.( Consejos sobre Salud, pág. 449)
Abandonar las prácticas erróneas. – (La Ciencia del Buen Vivir, pág. 127);
Transfusión de sangre cuando sea necesario. (Mensajes Selectos, t 2, pág. 348).
¿Por qué Dios no contesta algunas de nuestras oraciones pidiendo curación? “Vi que la razón por la cual Dios no escuchó más plenamente las oraciones de sus siervos en favor de los enfermos que hay entre nosotros, es que él no podía ser glorificado al hacer tal cosa mientras estuviéramos violando las leyes de la salud. También vi que él ha dispuesto que la reforma pro salud y el Instituto de Salud prepararan el camino para que la oración de fe fuera plenamente contestada. La fe y las buenas obras deben ir mano a mano para aliviar a los afligidos que se hallan entre nosotros, a fin de hacerlos idóneos para glorificar a Dios aquí y salvarlos a la venida de Cristo”. (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 28)