Llegar: transitar por Temperley, la estación, su plaza, dejarse llevar por la inconfundible agitación de la noche, su muchedumbre y el olor al prensado. Lugar: situarse en un bar oscuro con tinte de antro bien puesto, un par de mesas por aquí y allí y un espacio para la banda al nivel del suelo. Luces cálidas para sublimar las caras pre-feriado – entretanto se ve un menjunje extraño y particular de personas agolpadas en mesitas en torno a la banda- y una melodía persistente de fondo no tan fondo en cual hay que gritarles a los amigos para ver quién pone la próxima birra. Primer banda: comienza Cruzados en el aire a tocar y en seguida se vienen los sentimientos encontrados. A pesar de los detalles de sonido del lugar se puede escuchar buenos riffs –algunos de los cuales los falta madurar- que seguro nos hacen mover. Buena ejecución por parte del violero
aunque -el solo de guitarra dónde está?- asimismo también el bajista quien tiene buenas ideas pero debería estar más atento al sonido del bajo desde el público ya que no estuvo muy presente. Una sola queda por decir, atentos al último tema, llevar átomo desinflamante para el cuello porque el tremendo ritmo del batero más el riff principal seguro los deja con contracturas. Segunda banda: pasa al frente Wylzon ; dos guitarras y una incógnita acerca de lo que podrá resultar de aquello. Ver al dúo sentado cada uno en una banqueta alta tocando uno y cantando el otro un cover de Villanos (‘Sin mí’) me dejó obnubilado en cuanto a mi capacidad de pensar así que resumo el show con frases oídas al público: ‘es la droga de la droga’, ‘esto es música de Renault 19’, ‘me aburro mauro’, ‘sos el Ricky Martin del punk rock’, ‘me quiero matar esto es una mierda’. Concluye el show entre risas y expectativas
de un desempeño más serio para la próxima banda. Tercera banda: se prepara afinando Para siempre , trío de lomas que destaca por su disco hómonimo lanzado hace apenas un año, acompañado por esta vez del baterista de la banda ‘Dios astronauta’. De los primeros temas se rescata el fuerte sonido del baterista, al palazo nos hace entender su definición de punk rock; las influencias de las bandas under del país y de las no tanto, recordándonos de a tanto al estilo de Catupecu; y la absoluta presencia de un bajo que no deja de acompañarnos durante todo el recital, especialmente notable durante el tema Hoax, donde gusto y destreza van de la mano. Luego de un cover de Cranberries y dos temas, siendo el último cantado por Andres astronauta, se retira la banda entre aplausos y vitoreos al ritmo de ‘dale para siempre’.