IMAGEN DEL AUTOR
El dolor y la alegría lo confunden Y en su corazón lo adhiere, Responsable en sus actos, Trabajador incansable Practico a la idea recogida Impulsándola a caminos más abiertos, Donde sus hijos son sus seguidores. Ama la música, las flores, las aves y todos los paisajes; Ama a la mujer, a la belleza y todo lo que la dicha En su interior corona para compartirlo Con su amada compañera. Un espectador anhelante y jubiloso A través del velo donde percibe a la muerte Como un vivir Eterno.
GENARO EVELIO
Robador de ideas, admirador de la palabra Hablada o escrita, en la cual toma su posición Entre la realidad que lo circunda o lo atrae. Un poco incauto, temperamental y estricto en sus haberes; En sus pensamientos solo abre el camino de sus sueños Buscando nuevos horizontes.
GENARO EVELIO
Título: Imágenes © 2015, Genaro Evelio Bedoya R. Primera Impresión Digitación: Carlos Alberto Lozano Martínez Diseño gráfico y diagramación: Concepto Virtual S.A.S Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin la debida autorización del autor.
Agosto de 2015
IMÁGENES Genaro Evelio
DEDICATORIA Esta obra la dedico a mi madre: Ana María. A mi esposa y compañera de toda la vida: Aida Luz A mis hijos: Sandra Ximena y Alexander A todos mis nietos A mis hermanos: Raquel Marina – Fabio Hugo y Javier Wilson. A mis familiares, amigas y amigos – compañeros de escuela. A mis grandes educadores: Asbel Quintero Mena Guido Ospina Calero. A quienes siempre admiré y respeté.
AGRADECIMIENTOS Al Dr. Alvaro Antonio Rebellón, Alcalde del municipio de San Pedro Valle, a través de su administración recibí la colaboración del Coordinador de Cultura y Educación el licenciado Efraín Castillo Gutiérrez, como la del Ingeniero Carlos Alberto Lozano Martínez por su gran ayuda al editar hoja por hoja de este libro. Agradezco al Honorable Concejal el Sr. José Alvaro Rojas Giraldo, persona que contribuyó con el patrocinio para que esta obra se realizara. Al señor Juan Carlos Correa por la elaboración en el proyecto. Mis más sagrados agradecimientos al Doctor Fernel Heli Lozano Lemos, literato e historiador por regalarme, de su propio pensamiento, el prólogo de esta obra. A todos ellos gracias.
El Autor.
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PRÓLOGO Para el Libro de Poemas de Genaro Evelio Bedoya titulado “Imágenes” El autor de este libro de poemas, don Genaro Evelio Bedoya, me ha hecho la distinción personal de que escribiera el prólogo para su publicación. He aceptado el compromiso como una grata respuesta de amigo, sin olvidar que es difícil describir en pocos reglones todo lo que el libro significa. El poeta nace con la facultad de escribir con la mayor belleza del lenguaje, lo que piensa, lo que siente, o lo que ve. Genaro sabe manejar la magia del lenguaje poético para hacernos sentir sus propias emociones, con facilidad para recordar el ayer, describir el presente vislumbrar el futuro y así comprender con lucidez el diario acontecer de la vida. Cuando leo los poemas de Genaro, admiro su sencilla personalidad, su inteligencia, su gusto literario, su capacidad descriptiva para hacernos vivir la frescura de la aurora, el atardecer de verano con sus multicolores arreboles y la noche con sus brillantes estrellas. En sus poemas ha plasmado sus recuerdos de niño, su gratitud a la familia, su patriotismo ejemplar, cuando le rinde homenaje de admiración y respeto a personalidades de la cultura local como doña Olivia Garcerá Correa y al maestro empírico, músico, compositor y arreglista, Sampedreño por naturaleza, Luis Mario Lopeda Zúñiga, cuya memoria y cariño se acrecienta con el tiempo en el corazón de sus paisanos; le ha cantado a la naturaleza en sus distintas facetas, como al árbol, al rio, la florida primavera, a la dulce caña de azúcar, al trapiche artesanal con el aroma vaporosa de la panela, a las colinas
10 Genaro Evelio y los bosques que circundan el pueblo; le ha cantado también con sentido de buen humor a personajes humildes como “Caballo de Palo” y “Mondongo”, queriendo decir que ellos también merecen mencionarse por su popularidad, bajo el signo de la igualdad y la dignidad humana. Le ha cantado con dulzura a la bella y tímida campesina, de tez morena y cabellera lisa, con ojos luminosos, labios tiernos y cálidos besos de pasión. Dice que su cuerpo ondea en su rítmico andar, despertando lujuria de los hombres al pasar y qué bello es admirarlas con perfumes de azahar. El deleite de leer sus poemas, predicando el amor, la belleza de las mujeres, la belleza de la naturaleza, la compasión por los humildes, se convierte en algo así como el alimento del espíritu. Estimado Genaro: Gracias por tu valioso aporte a la cultura y que bueno que otros más como tú, le canten a la vida de nuestro pueblo, perpetuando su historia, cuya nostalgia de lo que nunca volverá, nos hace llorar al recordar. Gracias Genaro por todo lo que para nosotros significas. Felicitaciones por tu obra admirable y cordial abrazo de tu amigo.
Fernel H. Lozano Lemos Ex Alcalde Municipal San Pedro Valle 1974-1976
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AL LECTOR Cuando pasamos por el tiempo y a nuestra mente llegan aquellas palabras que envueltas en sonoros cantos son como la vida misma. Ellas nos hieren el sentimiento cuando por el tiempo se pasa, Penetrando a nuestro ser en un poema El amor es el principio y la vida la mueve el amor; Ese milagro donde se encuentra la ternura, El edén perdido nos colma a veces de sonrisas. Es allí donde las palabras se unen al ritmo del canto Y dan testimonio de un presente.
Casi todo poema nos trae lo amoroso y galante, Nos deja un vuelo interior que a todos nos recrea. Un rumor de recuerdos de rostros y palabras Nos llegan hasta el fondo de los años. La poesía nos deja ese vuelo, Cuando corriendo por los caminos de la infancia, El alma era más blanda, toda caída era una dicha, Era una danza – amanecía nuestra voz en la distancia.
Cuando pasamos por el tiempo Y a nuestra mente llegan aquellas palabras Que envueltas en sonoros cantos Son como la vida misma; es la poesía.
El autor
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INTRODUCCIÓN En el ancho paseo de la vida el sol nos alumbra desde el naciente al poniente; oímos correr las voces entre una atmósfera violeta. Todas las sombras de los árboles y las sombras de las noches, hay cánticos salvajes – trinos melodiosos – coros angélicos como si fuesen luz celeste. Un viento manso y tibio acaricia el vagar de nuestros días, convirtiéndolos en una esmeralda del creador omnipotente. Nos vamos haciendo gazas intangibles en los reflejos del alma con los sueños. Y crecemos ante esa lumbre solar y desaparecemos en el ocaso tras las nubes rojas; y es el poema que nos despierta de nuestros sueños con su grito, ese grito que nos da la pincelada y con ella nos hace saltar la tapia de los sueños. Todo va superando con su tensa llama. La poesía arde en permanente llama detenida, y en fin un inesperado ya nos llega desde el tiempo en pensamiento; en permanente llama detenida.
Repuesta de puño y letra de la poetisa Sanpedreña Olivia Garcerá Correa, al poema escrito en su nombre por el autor
IMÁGENES
16 Genaro Evelio
PENSAMIENTOS Todos luchamos por un pacto vital Buscando el intelecto; que es Dios.
Jesús Espera la llamada para resucitarla.
Muchachita la que un día, un espejo peino tus trenzas.
Aquella tenia colores verdes, como los de la Que se siembra en la tierra Y crece hacia el cielo.
Fuiste el rosal de mi pensar, ungüento rosalino, Llama del viento.
Cuanto cantan las mañanas Cuando salen a alegrar.
La joyería se derrumba – no se debe caer
No digas a la vida: Enana, porque se te devuelve Al revés.
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Al caer ya la tarde, cuando el sol se vislumbra; Qué difícil es seguirlo Cuando todo se extingue.
Aunque tu madre no te dio – sino: Su amor – y su honor Comprenderás lo primero.
Si yo pudiera amarte Un solo instante Sin preguntarme porque Te daría el corazón en cualquier parte.
Amores de estudiante Juramento de amor Hoy un beso ardiente Mañana una traición.
Escribir es desplegar las alas sobre el viento Es conocer el camino de la vida Es contemplar el infinito Es despertar y volver a dormir sobre su lecho Al escribir el alma se llena de atributos.
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SI ME QUEDA TIEMPO Voy a comenzar a labrar mi historia cuando Me quede tiempo, para borrar en Ella Todas mis huellas. Haré el conteo de mis días, Para empezar de nuevo ese trajinar de mis pasos, Por las calles, los llanos, los bosques, Las quebradas y, al regresar a esas tardes Espero del silencio su bella sinfonía. Porque para mí la vejez es el caminar en el ocaso, Cuando el ultimo grano del afecto Pasa por el horario de la vida; es la tarde Cuando invade el alma y se siente uno con Corazón de niño, para mí la vejez es el mirar Entre las nubes del cortejo que detalla. En vapores los recuerdos; es el inspirado Rito Que va mostrando del ayer los lugares En hondas añoranzas, es el pensamiento Hilvanando entre secretos la sombra Anhelada del regreso; es el tañer de las Campanas en el vibrar pretérito del alma Cerrando su taller en alabanzas.
Por eso, al comenzar a labrar mi historia Si es que me queda tiempo, desde el mismo borde Anhelante de mis sueños le diré adiós A mi corazón de niño haciéndole las tardes Como antes, con el vuelo de las aves Y del viento y, el temblor de las nostalgias Revividas, con todo ello: Labrare mi poesía.
Agosto de 2000
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MI BARCO DE PAPEL Todos fuimos niños y en la adolescencia Nos extasiamos en locura, el amor brillo En romance apasionado, recogiendo del mar Sus cosechas que marco rumbos inciertos Con sus olas, salpicando de sal el infinito. Todos vivimos una época, la sentimos, hacemos Nuestra historia y, creemos fue la mejor Y agregamos qué tiempos aquellos los que vivimos, Fueron los mejores; cada cual vive una época En la que siempre batallamos, es el momento feliz Nunca será otro por que fue nuestro. ¿Por qué lo anhelamos todavía? ¿Si esa juventud fue tan nuestra? Todo pasa como lo dijo el Poeta: “Imperios, mundos, creaciones, pasa todo Pasa vibrando por el mundo como Aquellos fuegos que el espacio abrazo”. En estas notas lo veo tan bello, Lo veo tan hermoso, porque podría Ser nuevo estando ya viejo. Hoy pregunto dónde está mi plegaria Que cante de estudiante en la inocente Campana que toque en mis años de escuela. Que se hicieron esos silencios de tarde En el viejo potrero que elevo mis cometas, Y esos charcos fangosos donde dañe Mis zapatos y ensucie mi vestido de largos tirantes. Que se hizo la acequia que formo el arroyuelo
20 Genaro Evelio Para mí frágil barquilla, y el patio candente Donde bailaban mis trompos, jugaba rayuela Y se besaban las bolas. Que se hicieron las aves y las mariposas Que veía tan bellas, ese mundo era mío, Tan inmenso y pequeño, pero era mío, Quien me quito esas cosas con las que yo jugaba, Quien sí eran tan mas. Que se hicieron las veces que haciendo Caminos entre piedras y polvo con mis pies Descalzos y tras un aro los sentía tan bueno, Que se hizo las veces que espinaba mis manos Para saborear piñuelas y tunas, O trepaba al árbol a columpiarme y coger guayabas, Que se hizo la tarde cuando el sol se iba, Que era mi regreso, cuando cansado del aire, Del árbol y del mismo camino, con mi camisa rota Y manchada en colores de frutas Maduras y flores rojizas. Que se hizo ese tiempo de mi frágil figura Cuando en esas tardes en los mismos Potreros y los mismos amigos jugamos a un gol. Que se hizo todo, si todo era mío. Para que tantos años los que he vivido, Si solo el recuerdo tan solo eso queda, Porque no me lo quitan y se quedan con el. Yo podría ser nuevo estando Ya viejo volviendo a vivir
Agosto 2000.
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MIS CUMPLEAÑOS Nací en una mañana de octubre, Un viernes por cierto, cuando el sol salía allá En el oriente en una casita muy vieja Y de paja era de la madre de mama, mi abuela. En esa casita de paja y muy vieja Una comadrona venida del Cauca, Fue mi fiel testigo junto a mi mama; También las gallinas que en el patio cantaban Con sus cacareos y el de sus alas que nos aplaudían, Mientras que en mis ojos el llanto vertían Al ver la Luz Divina, La luz del creador. Nací en San Pedro del Valle del Cauca Igual como muchos de ustedes y , Desde niño cabalgue por el tiempo Adorando el paisaje desde las auroras al atardecer. Fui a la Escuela aprender a escribir Y a leer, y en mi banco humilde grabe con mis Manos mi nombre, allí en ese banco forme Mis costumbres que de mi madre y maestros También herede, como hijo y humano aprendí De sus normas sagradas, de ver en el amigo Lo mismo que en el hermano. En estos caminos, en estas calles mías, He sembrado recuerdos lo mismo que Ustedes de mi viejo San Pedro. Calles viejas y cortas que se llevaron Mis noches, mis días, cuando mi sueño
22 Genaro Evelio Era más grande que el mismo San Pedro; Cualquier esquina, cualquier anden Me habla de mis tiempos perennes. Calles nocturnas de mi adolescencia que Se llevó en sus vientos mis voces, mis alegrías, Que se llevó a cuestas en viejas canciones Y ritmos salvajes. Calles y caminos de mi viejo San Pedro Que llevas nuestras huellas, que llevan Mi huella, los ecos de mi infancia, de mi juventud Romántica, de mi poesía y mis raíces. Hoy me siento digno de ser Sampedreño, de ser de mi tierra, porque mi única inspiración de mi sentir: es ser el hombre que va desde la aurora cabalgando en el tiempo hasta el atardecer. Agosto 2000
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EL DÍA Desde dentro las horas pasan como caravanas, Como largas carrileras se sienten al pasar; Y en vuelo de los vientos nos llevan a otro lugar. Las nubes por el cielo cruzan camino De una playa parecen saludar. Hay un tropel a cada instante Por la adormida alfombra del caluroso día, Que el sol desde el zenit rescalda. Y aquella caravana como larga carrilera, Las horas danzan bajo el ruido sonoro Del canto de las aves que alegran los oídos En el pasar humano. A lo lejos; en el mismo presente Encuentra como huellas la luz de la mañana, Y así agoniza el día buscando otra mañana.
Marzo 2015
24 Genaro Evelio
LA NOCHE Después del crepúsculo la noche; Y en el bosque la obscuridad sobreviene brusca. Un color amarillo intenso baja y se convierte en un azul; Donde la luna aparece en su oro claro; Y entre colores como del arco iris Nace la inmensa lejanía; el azul – azul Como de negro obscuro. El silencio se profundiza en un éxtasis Y como en soplo, El aroma de las flores. Casi todo duerme hasta el corazón humano, Al lado de otro corazón amado; Entre el azul profundo se embellece el firmamento, Y entre esos reflejos el viento agita. A pesar de la luna, hay un incierto que se describe En la inmensidad del cielo. Todo es azul- azul, y nada más que azul.
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EL AMANECER Afuera la aurora se convierte en un claro cielo, frío, rosa y malva. El viento fugaz se redujo a un suspiro, Cuando mueve el trigal en la ladera. A lo lejos se oía el rugido estruendoso De un alud en la montaña, El invierno intenso hace tantas cosas. En mi mente creció la imagen De una mujer que caminaba Y conversaba siempre a mi lado, Envuelta en mar, playa, sol y risas.
Marzo 2015
26 Genaro Evelio
RECUERDOS Ellos: los días y los años que se pierden con las noches Y aquel azul de ti… que se volvió noche, Que voló sobre amores y trabajos y dibujo aquella flor de niña, Esa música de aquellos sueños juveniles.
¿Qué secreto nos dio aquel pasado Que tierna ilusión vago perdida… Entre hojas y pétalos dormía?
Hoy sonríe en condición borrosa y queda una húmeda mirada; Nuestras bocas encierran aquel beso, Nuestros oídos siguen escuchando los pasos de la ausencia.
Caprichos tejidos en nostalgia, Enamorándose nuevamente en la distancia Hoy nos encerramos nuevamente ante la ausencia Y seguiremos oyendo aquellos pasos enamorados quizá Y sonriendo con olvido
Junio 23 de 2001
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REFLEJOS Todo vuelve como hoy a nuestra mente, Aquellas tardes, aquellas noches, En ellas se asoman rostros Y desaparecen porque todo Se vuelve historia ajena.
A veces nos contradecimos y llegamos A pensar que todo es ilusorio aquel pasado; Y como llovizna que se atraviesa por el frente, Resucita en nuestra memoria su secreto, Deslizando ese torrencial de rĂo y Sus noches con sus besos, Perfumes y deseos.
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REMOLINOS Remolinos de danzas, de novias y novios, Retretas y cantos. Bullicios de aquella juventud, De aquel pasado, de aquella muchachada.
Mujeres de labios muy rojos, de bucles Y trenzas que se juntaban sobre nuestros hombros; Brillando en sus ojos amor, juntabanse Sus manos a las nuestras, que unidas igual Que sus labios en un escondrijo Nos dimos un beso.
Bancas y bancos de troncos que habían En el parque, todos ellos Testigos de aquel alborozo.
Como nubes que pasan y se posan; Algo nos queda, un poco borroso De aquellos ayeres De placidos sueños.
Y de la unión de aquellas manos En esos entonces, que en un Escondrijo nos dimos un beso.
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¿QUE ES AMOR? Amor es amor y nada más que amor. Amor es una canción de amor Engendrando amor
Amor es aquella primer pareja, Única pareja el paraíso, el primer hombre, La primer mujer, aquel beso, El primer beso.
La desnudez de nuestro cuerpo, Porque el amor es desnudo Igual al nacer, puro, Angelical e ingenuo.
Amor es el reflejo de las aguas, Amor es el tiempo, son las noches, El día, el río, la lluvia, la luna, El sol y su luz sobre nuestras cabezas. Amor es una canción que engendra Amor en toda ella.
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LA RONDA DEL PASADO Es el recordar: la ronda del pasado Porque el corazón ya herido Se siente triste en el dolor que Le dejo su bien perdido.
Y así el alma llora ante esperanza trunca, Lo que el corazón no le devuelve nunca. Lejana aquella voz nos Llega tarde, desolada y triste. ¿Por qué? Porque el corazón es barro humano.
Y para que culparnos si también Nos olvidaran mañana, un adiós Nos dicen desde afuera, cuando al volver A la ilusión es tarde; se oirá un gemir de cuerdas Y campanas la misma voz allá lejana, Cuando te nombra.
Y aunque todo se va borrando un día, Algo nos dicen los recuerdos viejos, Cosas de entonces, ruidos que vuelven A nuestros oídos En un gemir de cuerdas y campanas.
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EN EL JARDÍN DE LAS CANCIONES Voy a escribir sobre las canciones viejas, aquellas que A veces escuchamos y que cantan amores imposibles, Romances frustrados, poemas pesimistas posiblemente, Pero letras hermosas las aprendimos y a veces Tarareamos, o por lo menos asistimos Al banquete del recuerdo. No puedo con ellas obligar a la juventud Actual dar alguna opinión a su respecto, Solo quiero llegar al fondo del corazón y del pensamiento en su colorido clásico. A esa energía inconfundible de una serenata, A lo nocturno y romántico, a esa institución del amor, Esa que en los amplios caminos de las invisibles almas, Cantan amores a la mujer amada; ese grito musical Que clama de amor nuestro sentir humano. Cada canción, cada poema con su música Llega a ese color de rosa en el rincón del pensamiento Y se anida esa cita de gala, cuando la inmortalidad De ella misma se hizo y dio algo del amor Algo de nuestra vida. Son toda una expresión definitiva, Definitiva en el alarde acentuado de una realidad, Porque viene del ayer lejano, al presente, y quizás al futuro; porque ella sola es definitiva. Toda canción tiene luz que imprime Y fija al ser escuchadas en la quietud, Ellas encuentran el recuerdo y su herida, Que es también luz y sombra en lo vivido. En toda canción va ese canto abierto que Desde la obscuridad aletea al pensamiento, Hacen vivir con aliento y temblar nuestro pecho, Despliegan antojos como banderas al viento.
32 Genaro Evelio Ellas desnudan nuestro corazón en forma justa, En ellas se derrumbaron las hélices del tiempo; Buscando los espacios, en ellas se desprendieron Las estrellas cuando en los ojos de la amada Los envolvía el sueño acariciador y tierno. Ellas nos ayudan a encontrar en el pasado, Días más bellos y mejores, como aquella carta En cuyos pliegues se conservan algunas flores. En el jardín de las canciones va el perfume Que nos recuerda algo, se llevan algo, Arrastran nuestra vida, en el jardín de las canciones Las penas se hacen más gratas porque Van envueltas en la bruma del pasado. Sus dulces canciones tienen Vestido de colegiala, con medias tobilleras Y mirada profunda, que se le quedo a uno Prendida estas dulces canciones de hace años Nos regresa a esas clases diarias; De ese lugar de hoy, y del mañana. Ellas nos recuerdan nuestras voces, Los crepúsculos desmallados de Aquellas tardes cuando inscribíamos Nuestras iniciales en el tronco de un árbol. De esa letra picaresca, de esa promesa Galante mezclada de amor y de ternura, Solo nos queda el recuerdo. Y de aquel árbol hoy caído y destruido Se ha llevado en su corazón aquel lenguaje. En el jardín de las canciones toda flor Nos deja cuan callada por dentro entra a el alma Dócil y triste, llorando y soñando en la luz, Ese resplandeciente rayo que brilla en la noche Y nos deja asonados de azul.
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MI VALLE HERMOSO En todo el Valle del Cauca, tiende el sol Sus galas en las mañanas al despertar Y las tardes son tan bonitas cuando el los mira, Se oculta y se reclina en su soñar. Este Valle hermoso entre montañas vive escondido, Mi Valle puro, el inmortal; Vive entre flores y entre frutales, Alimenta al pobre y al buen turpial. En la planicie es oro verde que los muchachos van a cortar Y en las mesetas los blandos tallos los ganados pastan para almorzar. Entre corrales las aves cantan su madrigal Son sus castillos un habitar donde el mozuelo recoge huevos Todito el día sin descansar; Más otros pescan en las orillas de un manantial, Contentos todos con el barbudo El bocachico y la tilapia que se ha vuelto roja por libertad. Mi Valle hermoso, mi Valle lindo todo esta hecho para enmarcar; Son las vertientes en arroyuelos que de la loma se ven bajar Bañando todo el Valle del Cauca con su frescuras Y en las orillas las verdes guaduas se ven peinar. Y allá más lejos tras las montañas, el mar se agita, Al cielo inunda entre vapores de oración Yo acá en mi campo, en mi llanura, Morral al hombro y con sombrero Llevo mis vacas para ordeñar.
34 Genaro Evelio Alzo los ojos y miro al cielo ¡ oh Valle eterno, Veo las garzas por el pasar Sus blancas plumas se me confunden con nidos de nube en su volar . Y desde la altura de sus montañas en la hondonada se ve cruzar Una cinta ondulante gris asfaltada Y allá en el medio de este Valle hermoso en una orilla, Se ve San Pedro en su despertar Ahora extasiado hago una pausa, vuelvo a mirar Miro al río con gran respeto; al Cauca miro en su caudal El atraviesa a mi Valle hermoso por la mitad.
Mayo 2000
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GOTAS DE LLUVIA QUE LAS BRILLA EL SOL Allí en mi estancia donde vivo con mis hijos, Mis nietos y mi mujer. Ella una santa todo lo pule para crecer Siempre gozamos del buen placer; Hay un pozo hondo que nos regala el agua dulce para beber, Gritan las aves, ladran los perros, brama la vaca, Canta el jilguero, arrullan paz; En el chiquero también el cerdo pide su pan Y en las aguas turbias de un gran estanque, hay un concierto angelical Los peces nadan, se abrazan, también se besan para jugar. El sol sus galas en alas abre, el viento es fresco, todo lo envuelve y entre los árboles sus hojas abre Todas las flores gotean roció, y su perfume se va al vacío, Por eso me llena el alma las dulces cosas Al cultivar en vida, las bellas rosas. Y allá en fondo de la parcela; hay un frutal, Que nos alimenta como al turpial, Debajo de esos árboles, los nietos en algarabía van a jugar, El más inquieto de todos Ellos: Jhojan Nicolás , Mientras las niñas y el más pequeño vienen de atrás: Ana Sofía – Linda Giselle y Juan Dieguito, Todos ellos que son más de tres Me hacen preguntas para entender: ¿Abuelito porque esa avispa siendo negra, se ve verde su color? Yo le respondo: (Si esta es mi razón) Es el iris que a distancia no le podemos ver Y el sol con su luz en los reflejos nos lo deja entender No es que la avispa sea negra o tenga otro color Es la naturaleza coqueta que la palpa con amor.
36 Genaro Evelio Todo lo que a la vista nos lo entrega el buen Señor Son de un mismo color Las mariposas, las flores, los seres y las cosas Viven de la misma unión ¿Abuelito en donde está el pajarito rojo y el de color de cielo, en donde El pájaro amarillo y la que canta el arrullo… la torcaz? Todos están allí tras la fruta madura alimentándose muy feliz, y la Torcaz meciéndose en la espiga del maíz Y esa abeja tan grande que vuela sobre las flores no pica al pajarito Preguntan ellos un poco asustados; No – mis queridos nietecitos, ella lleva solo el polen en sus patitas, Y ellos los pajaritos, la fruta en sus piquitos. Todo aquello es paz, que a nuestra casa llega florecida Por eso voy por el campo – con mis nietos de la mano, para entregar De mi toda la vida ¿Cuantos frutos sembraste en la viña? Me pregunta Jhojan Nicolás, mientras me observan los demás ¿Cuántos dime abuelo o estas cansado? Y agrega un poco preocupado: Yo quisiera ayudarte con mis manos Para que tu descanses, no seas tan porfiado Una lágrima brota de mis ojos, La heredad corre por mi sangre; Y al igual que ellos – infancia y juventud – tiempo de niños, Aquel pasado, hoy maravillas de esplendor. Mi mujer – mis hijos – todos mis nietos Tantas cosas, las plantas, los frutos, la tierra, nuestra casa: Gotas de lluvia que las brilla el sol.
Noviembre 2002
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EL ÁRBOL Sereno y callado trabaja parado, mas nunca cansado Si todos trabajáramos como trabaja el árbol No habría fatiga ni tristezas Si se trabajara como trabaja el árbol que bueno seria El roba el alma al infinito, crea el fruto para saciar al hombre Cobija al débil que el calor le aflige Y en sus ramas la casa del turpial aloja. En la primavera se viste de belleza, alfombra la tierra y la abraza Llena nuestra alma de placer maravilloso Así trabaja el árbol que con muda voz alberga Los quejidos que con crueldad su hermano el hombre le produce Es el árbol hijo del cielo que le cubre – volvámosle la mirada; Como adorna los bosques y los parques Cuando con sus ramas una hamaca invisible da su sombra Y en las riveras del río colorea las transparentes aguas En una copia sus divinos resplandores. Que pacifico es como nos da vida, y en ese divino trabajar; El árbol se llena de luz y encajes Cubriendo pensativo y orgulloso la gran cabellera de sus hojas. Por eso el árbol al morir sin descansar jamás En majestuoso y placido reposo Cubre el fondo de los techos y de muebles toda nuestra casa. Y – allá en la estancia final En transformado cofre de su cuerpo guarda Por siempre del nuestro sus cenizas Si todos trabajáramos como trabaja el árbol, Seriamos más humildes y más grandes Octubre de 1980
38 Genaro Evelio
ERA EL RÍO Era el río que conocí cuando pequeño Su dulce cauce de cristalinas aguas Donde mi madre siempre me llevaba Allí lavaba mi ropa remendada Y pescábamos peces con la mano Era el raudal su fuente limpia Golpeabase su límpido sonoro con la caricia firme de la roca Los arbustos y guaduales encima de la ladera se agobiaban Retratándose en ese espejo de místico reflejo. El beso y el peinar de sus rizadas cabelleras Con el soplo delicado de los vientos Era el río del sonoro canto Henchía a todo lo sediento Su plateado caudal abrigaba y defendía los trigales Con sus límpidos raudales regaba hortalizas y frutales Era el río de sombrosa vega Donde los arboles eran habitación de los turpiales Y de un panal de ricas mieles Hoy que miro al río – aquel río Una ráfaga de doloroso ensueño pobló mis pensamientos Cosas del pasado – recuerdos impregnados Soñando aun con lo que fue aquel río que conocí cuando pequeño Donde mi madre me llevo siempre Allí los árboles, las aves y los seres miraban reflejadas sus miradas. Febrero 1983
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POR EMPINADAS LADERAS Cuando surco las lomas de mi pueblo Un día cualquiera – algo me inspira – algo me da – algo sale a mi Encuentro y se aferra a mi pensamiento.
Siento olor a tierra – olor a ganado Olor a hierba seca trillada – Olor a hojas de selva, bejucos y musgos – Rico olor a venado.
Adoro los campos y las lomas de mi pueblo – Oasis de tierra elevada que salen A mi encuentro con aire azulado.
Y – sobre cada peñón sombrío Las aves vuelan y vuelan allá en el vacío .Enamoradas de la luz del sol Van tras su desafío. La chilacoa canta el gavilán pía, La torcaz en su nido arrulla con alegría.
Allí en cada peñón y sus bellas laderas La vaca brama y cuida su cría – Un toro bufa en pie de vigía olfatea Y riega con su olor la hierba trillada – Más allá un perro ladra en el alar de su casa – Mientras dos felices labriegos con machete, Alambre y martillo hacen tupida cerca a ese toro bravío.
40 Genaro Evelio Son las seis de la mañana – el sol se vislumbra Allá en la montaña, con sus rayos De oro cubre toda la sabana – Encendida esa luz que arrebata al vacío Huye en las sombras… que la noche ha traído – y, el silencio abandona la noche vencida Resplandeciendo la mágica estrella Su anaranjado día.
Zigzaguean las lomas se juntan, se besan, Se abrazan y van a mi encuentro e irrumpen los vientos Con grave arrogancia y al follaje Embriaga con suave fragancia.
Y – por entre el verdor de un plantío, Un río, un guadual sus hojas Sacude y se mira en aquel río. Yo sigo subiendo la empinada ladera – Escudriñando ese bello paisaje Y miro aquel fondo sombrío, Y al girar mi cabeza, vuelvo la mirada a lo lejos, A mi viejo San Pedro.
Allá entre el valle profundo… Se ven sus casitas blancas como juguetes Que envidian los niños. Hay humo blanco y humo obscuro Que sube a los cielos – lo despiden los Hornos de los grandes ingenios – allí se fabrica El néctar más dulce de caña que liba mi pueblo.
Imágenes 41 Y – al Salir de aquel sueño, Que despierto sueño me siento más hijo, Mas hijo de mi pueblo.
Inspirado en ese sueño de ternura Cercana acaricio las plantas que piso en el suelo, Aspiro el roció de todas las flores, Buscando el tesoro que mi alma Lo encuentra como retoño florido De mi Viejo San Pedro.
Octubre de 2009
42 Genaro Evelio
AVECILLAS Avecillas dueñas del infinito cielo Sus alas abren a través del vuelo Van contentas, vuelan libres por el aire En sus cantos se nota aquel donaire
Una luz se refleja en su plumaje Que parece nacer del santo cielo Un canto se escucha en el ramaje Todo ello se agranda en cada vuelo
Avecillas de bosques y llanuras Que vuelan en algarabía Diminutas aves de bellas figuras Llegan al atardecer del día
Todas ellas tranquilas enmudecen Con la voz del turbulento río Y al llegar la noche y el torrente frío Entre coposos árboles se duermen.
Julio 2011
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EL COCLÍ Ave zancuda patirrojiza Plumaje negro blanco color ceniza Sus largas alas cuán grande es Vuela en pares hasta de diez El cocotero es su habitar En la mañana se oye el cantar Al medio día en su volar Y por la tarde al regresar Su largo cuello de pico agudo Entre el estiércol de el ganado Busca alimento para su vida Y el buche llena para su cría. El día lo pasa en el potrero Trabaja tanto como el obrero Su faena acompaña con su cantar Y canta alegre al regresar
Marzo de 2015
44 Genaro Evelio
EN LOS ALARES DE MI CASA En una banca que reposa allá en mi casa junto al jardín y sus alares Me siento a descansar ya por la tarde A contemplar entre el azul del cielo y la montaña Esconderse el sol vestido de arrebol.
Desde la loma que se alejó de la mañana En raudo vuelo bajan los vientos soplando matorrales y cañales Pasa por entre el jardín – sopla mi rostro y se pierde entre la huerta y los frutales.
Como es Dios su manantial eterno Hace crecer las plantas, las flores y los frutos Y yo contento lo veo y lo disfruto Allí sentado en una banca… En los alares de mi casa.
Julio 15 de 2007
Imágenes 45
COSECHA DE MIEL Un rumor de cantos y festejos se oía Y – allá bajo los techos de paja Cosecha de miel; Obreros cantaban al son de alegría Desgranando los frutos del dulce y el bien.
Hoy en la imagen de mi pensamiento Lo veo pasar; Se evoca y se posa, como un firmamento De luz estelar.
Y – veo por dentro y por fuera los seres que habitan Figuras de frágil presencia Que entre aquellos vapores se esfuma Se alejan, y nunca se van. Libardo, Luis Carlos, Rómulo, Joaco, Heriberto, Marula, Marcos, Nelson, Humberto y demás Sudando en su frente lo duro y la hiel.
A: Riasa, Pacho, Pimienta y Santos Álvaro, Hernando, Domingo, Marino, “El Peludo”, “Cacharro”, “El Mister” Eliseo, Arturo y Blandón Con sus manos batiendo la miel.
46 Genaro Evelio Recuerdo de niño el día y la noche Que de cuando en cuando Visitaba el trapiche Y – veo sobre la verde planicie Con la hoz afilada deshojando los hombres Las cañas más dulces, más llenas de mies Que luego el arriero Las cargaba en las mulas cantando feliz.
Y – sobre la tierra polvorosa ardiente Observo a un joven que guía adelante Dos bueyes muy mansos, unidos al frente Labrando los surcos… muy dulcemente.
Así se veía a la bella estancia Que con olores de fina fragancia, Embriagaba el trapiche forjando en su entraña Moliendo la vida… de jugosa caña.
Hoy un raro murmullo llega a mi oído, Como queja leve que deja el sonido Por eso me inspira la bella vivencia Que como canto me entrega su brillo Es luz que alumbra la misma presencia Como aquella imagen… que recuerda un niño.
Agosto 7 de 2005
Imágenes 47
CALEÑA No tembló la mano del artista, Que se atrevió a moldear su cuerpo, No hubo más serenidad en el sueño, Y quietud jamás en el rocío Al palpar su palpitante desnudez de diosa. Un raudal de mieles cristalinas, De campos y llanuras en caleña se convierte, Vierte en ella una sonrisa fija, De sueños y de aromas.
Ella mira el paso del viento Y en su imaginación un beso, Camina coquetona – va contenta, Sus caderas se agitan dulcemente, Como la espiga que en el árbol de la miel ondea. Ella lleva en su linaje olor a viento, Olor al Valle del Cauca en su cabello suelto.
Octubre de 1980
48 Genaro Evelio
CAÑA DULCE Cali bella mujer Llamarle pudiere ser: Caña – por su esbeltez Y dulce – por lo de la miel
Junio 2007
AMADO MIO (Al río Cali)
Río que vienes cantando Sobre tu lecho de arena Así escondes tu pena
Imágenes 49
A TU PENA SUSURRANDO Son lágrimas que la lluvia Enterró en tu corazón Con ellas vas canturreando Mi serenata de amor En tu orilla aves y chiminangos Desenredan a los vientos Con ternura van tejiendo Las caricias que yo siento Eres como la noche Con su infinidad de estrellas Sigiloso te desvelas Sobre tu lecho de arena Soy tu amante, tu lo sabes Soy tu Cali – buen señor Tu caminar es mi vida Vives en mi corazón Río que pasas cantando Por debajo de mi balcón En tu cause va sonando Mi serenata de amor Tu Cali bella
50 Genaro Evelio
MI CASA Mi casa es un florecer eternizado Donde las flores se unen al rocío Y las aves al trinar de su cantío Hacen de esa unión su desafío.
En la mañana los rayos del sol enamorados salen, Luego en la tarde cuando se va y se acuesta Los arreboles cubren su mortaja Y la noche conversa con el – en un colchón de delicadas nubes.
Entre el ramaje el viento y el cantar de aquellas aves Todo se envuelve en delicado acento El sol, la luna, las estrellas y la noche En ese circular envuelven a mi casa. Febrero de 2003
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DE BUENOS AIRES BAJABAN De Buenos Aires bajaban Hombres y mulas cargadas, Traían lo que el sol y la tierra daba Las flores de primavera
Muchas mulas con enjalma La cosecha sobre su espalda Son fruto de nobles flores De hombres y sus mujeres.
Caminaban con tropezones Empuñando la herradura Todo como a jirones Aunque pareciere atadura.
La mula relincha y salta El pedregoso camino, El abismo no la espanta Hasta llegar al destino
Llegan al fin al mercado Aquellas mulas cargadas, Que hombres y mujeres forjaban A orillas de las quebradas.
Septiembre 20 de 2007
52 Genaro Evelio
VIEJA ESCUELA (A la Leonardo Tascón, San Pedro - Valle) Eramos muy niños Bello rincón – Escuela de mis Abuelos Que también fue mía Donde vimos crecer el buen escrito Entremos a sus salones empolvados Refugio de la niñez de todo tiempo Cuan cedro que se cubre con su blonda cabellera El techo de ella las aulas se cobija A su sombra los niños del pueblo y la montaña Van en pos del hombre del mañana. Santísimo altar de los sermones Y soñadas ilusiones Puerta de luz en el abril florido Que abre en aurora esas inquietudes Un concierto de letras y oraciones Que inundan corredores y salones Un himno universal en las mañanas Que canta el maestro al forjar en sus anhelos: la esperanza Para cada niño una fuente Para todos manantial en la cascada Para el que se va – para el que llega Su rico saber al dulce sonar de la campana. Febrero 1980
Imágenes 53
MAYAGÜEZ 70 AÑOS El trabajo era duro Era de hombres maduros Pero trabajar era bueno Don Nicanor Hurtado Y Doña Ana Julia Holguín de Hurtado Fueron los primeros Ellos sacaron de la tierra virgen Esa fuente limpia de la caña dulce Dieron al labrador herramientas mejores Haciendo del fluido energía fecundo A la noche constelación con mil fulgores Y hablaron con términos del mundo Despertaron los albores Sembrando la bella cimiente Como ejercito de marchas triunfales Trajeron el habla a las llanuras del valle Y a los bellos paisajes el verde de los cañaduzales Y en aquellos tiempos de feliz rudeza Las mujeres blancas y las mujeres negras Cantaban – bailaban Y sabían dar un beso El trapiche molía, molía la caña Y a través de las horas Del día y la noche Vertían los fondos la miel de su entraña Hoy como lluvia invisible O como huella que deja el roció Mujeres y hombres describen en hilos de oro Tus dorados setenta años
54 Genaro Evelio
MANUELITA (Al ingenio azucarero Manuelita)
En los alares del Valle y el Cauca Y bajo los vientos que mecen las palmas Una suave brisa se alza en figura Y entre vapores de meladas cañas Tu nombre se eleva en un vuelo azul.
Y en esos altares del Valle y el Cauca Nace ingeniosa – Cuan Diosa Brindando en sus manos Aromas de dulce – aromas de miel.
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SEMEJANZAS Que bella son las “rosas” cuando se tuesta el maíz Así se mira a una niña sentada sobre un tapiz La rosa más natural es la que posa el rosal La niña como la rosa pierde el aroma al cortar.
Si usted me hubiera contado que se iba a casar Le hubiera regalado una bella postal Los seres cuando se casan tienen un día feliz El resto de los días solo son para vivir.
Qué bueno que huele la ropa recién lavada Así recuerdo a mi mama cuando iba a la quebrada La exprimía y la secaba en el hilo de la alambrada Tenía olor a nueva cuando ella la aplanchaba.
Recuerdo a las aguas que corrían por la cañada Corrían hacia abajo con espuma jabonada Así corre nuestra vida como en la quebrada Corre – corre – hacia abajo como agua enturbiada.
Agosto 2005
56 Genaro Evelio
SIMILITUDES El cerdo es un animal Marrano de su corral Cochino muy desleal Y puerco como mortal. De color grisáceo los ojos Sus oídos escondidos Tiene la cabeza baja y una boca como caja. Camina todo encorvado Como fingiendo tristeza A no ser por su pereza Se duerme siempre de lado. Como lo que se encuentre Putrefactos en su lecho Su estómago es tan grande Que almacena el deshecho. Por vivir despreocupado Todos apetecen su asado El chicharrón chamuscado Se lo comen de un bocado. Hay seres como los cerdos Que se engordan con recaudos Comen y viven sentados Doctrinarios adinerados. Diciembre 23 de 2008
Imágenes 57
EN EL JARDÍN DE LA VIDA En el jardín de la vida Vive el clavel y la rosa Nosotros en la penumbra Vivimos cual mariposa.
Todo buen jardinero Cultiva flores hermosas Toda niña en su alero Cosecha las más preciosas.
Como la vida es un jardín Me gustaría que fueses Jardinera de mis días De mis noches hasta el fin.
La niña como la rosa Surge de la rama en botón Una espina le traiciona Le enmudece el corazón.
Por eso en el jardín de la vida Cultiva la rosa en botón Y no vueles cual mariposa Besando de flor en flor. Julio de 2005
58 Genaro Evelio
JUGANDO Y SOÑANDO Parece que jugamos en la arena formando Con el dedo la figura que tanto nos anhela.
Así vuelve el amor en sus engaños, A su fiel hoy, la mañana le augura La nieve de los años. Acento de ilusión en que creímos Hallar la clave de un amor eterno; Porque el amor de ayer No lo olvidamos.
Parece que jugamos en la arena De la playa de ese ayer, formando Con el dedo la misma figura de mujer, O de aquel, aunque hoy solo lo soñamos.
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NIÑAS DE AHORA Que bellas todas se ven jugar Jugando todas sobre el pastal Juegan sobre la arena Y en cancha dura de pedestal
Que hermosas niñas flores vivientes Que juegan su instante crepuscular Ciñen sus cuerpos al uniforme Son voluptuosas al caminar
Que algarabía, su voz chillona Que hermosos cuerpos se ven danzar Entre sus manos rueda el balón Como caricia del corazón
Hoy les he visto allá en la cancha Niñas de ahora en su jugar Y vi en sus ojos esa alegría Que dan sus años para gritar
Mañana será otro día Todo es muy breve – así es la vida Es solo un paso, no sé si acaso Siendo mayores podrán jugar
Septiembre 2003
60 Genaro Evelio
LAS MANOS No traiciones a la vida ensuciando tus manos con la muerte; Abraza al trigo y con tus manos aprieta el pan de cada día No imites a los lobos que se ven melancólicos Barriendo el polvo con la cola. Las manos fueron hechas para abrazar a la mujer amada Y llevarla de paseo por las tardes; Para pintar paisajes, para escribir poemas Y ayudar al humilde cuando puedas. Las manos fueron hechas para hacer cosas amables, Para timbrar de voz el instrumento Para sembrar el surco en el arado; No para herir de muerte al semejante, Son para trabajar y alimentarse. Educa tu intelecto y tu voluntad Y toma entre tus manos, Estas dos preciadas joyas; Así serás amo y señor mas nunca esclavo.
Febrero 1983
ImĂĄgenes 61
RESURRECCIONES Los frutos de miel en sus sabores Los confundo con el soĂąar de mis pensares; Esta cosecha, flor y esencia por otras vidas fue plantada, Ahora se me regala madurada.
Y siento la eternidad vivida Enlazarse en mi sangre con el alma, Como rayo de luz, al infinito unido, Como el leve sonido de la rima Que en el rasgo musical vive igualado; Y en este vivido despertar de mis soĂąares, Saboreo el jugo de la fruta ayer plantada.
Mayo 3 de 1994
62 Genaro Evelio
LA COLEGIALA La loca aventura de la colegiala Que vive pensando y vive soñando, Al compás de un canto, ella vive soñando El canto de un ave que imito el artista En el teclado del fino instrumento Sonetos del aire que ocultos Florecen en su pensamiento.
Toda ella llega de la infancia pura Nupcial florescencia que da el paraíso, Vive risueña esperando un día Mejor alegría Su juventud se perfuma, se viste y se engalana Llevando sus cedas a cuitas futuras.
Pobrecita ella, en su loca porfía Que vive soñando y pensando que un día El canto imitado del fino instrumento Se oculte en el cielo de su pensamiento. Julio de 1987
Imágenes 63
IDEAL Largo y escabroso es el camino Tras este lento caminar la vida pasa; Al impulso de los remos el barco va Llega al pie de las playas tempraneras que se extienden a su espera.
La vida así enamorada pasa Y en su lento caminar todo lo abraza Un jardín florecido – un cariño, La sonrisa, breve pero niña
Un cielo azul Un camino sin lodos ni tropiezos; Eso y nada más lo que quería.
Febrero 2003
64 Genaro Evelio
PUBERTAD A un paisaje muy verde Como pudiĂŠramos volver A esa celda anchurosa Para de nuevo emprender.
Todos llegamos de la infancia Ardemos en adolescencia Pubertad en florescencia Para perder la inocencia. Por un amor conocido O por otro desconocido Inexpertos en el gozo Llegamos pero en exceso.
Hace pero mucho tiempo Aun me parece ayer Ese camino tan largo Para volverlo a emprender.
Julio 2010
Imágenes 65
A: OBSCURAS Todo se ha vuelto tan lúgubre y venenoso No se oye el cantar del pájaro en su nido Ni se percibe el verdor, es bosque envejecido Empañada esta su luz en lagrima y sollozo.
Todo es grisáceo color de tumba De los viejos cementerios, Donde se esparce con cal humedecida Los huesos y los cráneos de los muertos.
Todo pasa y seguirá pasando Nada nos sirve – ni el haber nacido Somos escombros arrojados al abismo Donde el tiempo lo lleva carcomido.
Una ráfaga tal vez de sentimientos Nos hace ver las cosas del pasado Que de martirio llega al pensamiento Para demostrar la verdad en su legado.
De qué sirve vivir si ya sois muerto Vives ¡SI! De un claustro de ira y de martirio Y - ¡muerto! Porque sientes las llamas del infierno.
Abril 24 de 2006.
66 Genaro Evelio
LA CARTA DE MI ABUELO Escudriñando en la alcoba De mi abuela un día, Entre sus cosas una carta De amor halle escondida Su color ya ido, Empolvada y desteñida, Por el tiempo carcomida, Y al tomarla entre mis manos El corazón se me salía. Abrí aquel sobre opaco, desteñido Y de esa emoción que allí sentía Presuroso mire su contenido Su letra de un perfil entrelazado Con ritmo armonizo y delicado, Era letra de mi abuelo, No sé si el – siendo tan joven Tembló su mano Al escribir esas líneas florecidas Un rayo del sol se entrevero Por la ventana de la alcoba De luz ilumino aquella carta, Y en voz baja emocionada Entone las frases que esta daba:
Imágenes 67 “Dulce niña mía De las hijas de Dios, Tú la más divina, De las flores del edén Tú la más hermosa. Flotante espuma entre las aguas puras, Su esfera de transparenta llama Se alza en el altar de mis amores Como aurora en límpida mañana Te quiero mujer, te quiero tanto A ti te amo mujer, porque eres niña Porque eres angelical y pura. Estas en mi soñar dormida Y en mi vivir despierta Te amo mujer porque tus manos Laboran de amor todos los días Ter quiero por que tus manos Acariciaran un día La frente de los hijos míos Te amo porque en la posada final Moremos juntos Y no haya llanto, ni suspiro Y, a través de nuestras almas En un beso haya perfume para unir la brisa
68 Genaro Evelio De las hijas de Dios Tú la más divina Dulce niña mía, Y de las flores del edén tú la más hermosa” Terminaba de leer tan bella carta Cuando escuche un leve ruido La puerta de la alcoba se entreabrió… Era mi abuela.
Los rayos del sol Que por entre la ventana entraban, Una silueta dibujo en ella Y brillaron sus cabellos canos
Mi abuela sonrió – no dijo nada Solo sus ojos se humedecieron, Y dirigieron su mirar hacia lo lejos.
Enero 18 de 1998
Imágenes 69
EMBRIAGUEZ A veces de madrugadas, madrugadas De mis días; sueño con tenerte y retenerte, Mas todo es lejanía, todo se me va de ti.
Así te amo y te quiero, Más no puedo tenerte; A veces se van mis besos Donde no llegaran jamás.
Esta de madrugada otra vez, En ti vuelvo a soñar, Soñar que te quiero tanto, Y no te puedo tener.
Amo lo que no tengo, sos como la distancia Donde no puede llegar. Y entre las auroras de la noche Que paso vuelvo a soñar despierto; Vuelvo a soñar en ti.
70 Genaro Evelio
NIÑA MORENA Y BELLA Niña morena y bella Bella como las frutas De una cosecha feliz Tú tienes la boca dulce Como las frutas de abril
Niña morena y bella Tú tienes así la tez Amo tu cuerpo delgado Alto como el ciprés
Amo tu cuerpo ardiente Amo tu boca sonriente Delirante de embriaguez
Imágenes 71
PRISIONERO DE LOS SUEÑOS La nocturna soledad me inspira; Todo vive y sueña, una gota de lluvia en la ventana, La calle aun desierta, una luz tenue parece que titila; Al aletear una mariposa.
Fría esta la noche y su desierta esquina, Una sombra sin dejar huella, El silencio y los muros son testigos de ti soledad.
Una gota de lluvia y la ventana, La calle y la luz que se desvela, Y una sombra estática en los sueños; Soledad nocturna, sin luciérnagas, Cocuyos ni luceros.
Febrero 2002
72 Genaro Evelio
MUJER Toda mujer nos hace soñar con el perfume Y el aroma, nos inspira a escribir Y a pensar en tantas cosas, porque ellas son aroma Y color imaginario del transcurso entre los sueños.
Ellas nos hacen experimentar El estremecimiento del alma que conlleva En su lenguaje al amor.
Toda mujer desgaja en nuestros ojos Sus lluviosos paraísos, donde el corazón Encuentra cuan época divina Su bella compañía.
Toda mujer nos entrelaza con su voz, Con su mirar, con su sonrisa: La caricia de la niebla entre el riachuelo. Abril 2014
Imágenes 73
TU Eres luna que a la noche arde Como luz que de este valle sale Yo con mi mano lo describo breve Como rosa que a tu pecho arde.
A ti por quien mi mano escribe Porque eres sonrisa, brisa leve Al nombrarte en la más noble poesía Ere luna, beso, flor, eterna melodía.
Marzo 2015
74 Genaro Evelio
AROMAS Tiene el canto, la flor, la dicha el dĂa: El aroma sutil de la pradera Y, es tan bella la queja de los vientos Cuando de nuestra niĂąez le vimos florecida; Por eso hoy cuando la tarde llega Anido para mi todo ese encuentro. Junio 2005
Imágenes 75
HUELLAS A veces oigo tu voz que va llamando aquel pasado Esas promesas de amor, Esas frases que turbaron el corazón con miedo Tantas cosas que dijimos al oído Y que al fin nos arrullo a los dos.
Aun soy aquel joven de corazón travieso Lo se, vivo pensando buscando las huellas en el bosque En la penumbra y en el pasado; Por eso al pensarlo así vivo cantando Y te encuentro en la brisa, en la sombra, en el árbol Y en el viento porque eres aire quejumbroso Que se junta con las frases de mi canto Por eso llevo escondida la pasión del beso Tus labios, tu garganta y tu boca florecida.
Diciembre 2004
76 Genaro Evelio
CONFESIÓN Paso mi juventud, mi primavera No hay flores para dar a tu presencia Pero sueño todavía en los amores En las cosas castas, en las cosas bellas Como tu niña hechicera.
Por eso voy a ti en el misterio Como un niño que llora y canta Perdido en la sombra, buscando la luz Y en ese letargo, en esa penumbra quisiera cantar.
Cantarte los versos de una bella canción Llegar a tu alma – como aquellos reflejos De una pálida estrella Que rompe en la noche el inmenso azul.
Septiembre de 2002
Imágenes 77
A: UNOS OJOS (Los ojos bellos que alumbran un rostro)
Ojos piadosos que parecen dormidos, Cuando miran - más hermosos, Ojos humildes y serenos, Ojos claros y alabados.
Ojos dulces y tranquilos, Ojos bellos más divinos, Ojos que semejan cielos profundos Cuyo mirar se aleja a otros mundos.
Ojos brillantes con grato resplandor de río, Ojos que empapan a las hojas con húmedo rocío, Ojos piadosos que semejan tranquila agua Que al humano corazón refleja el alma.
Octubre de 2004
78 Genaro Evelio
OJOS DE NIÑA María tus ojos son gran tesoro Por adorno o por decoro Tienes ojos de esmeralda y oro Hermosos ojos te adoro
María tienes lo que a mí me gusta Ojos de miel y jalea Ojos grandes cuan rivera Ojos de lumbre hechicera
María mírame una vez Para llenarme de embriaguez Tus ojos son fe y esperanza Dadme con ellos bienaventuranza.
María tienes ojos de río Empapados de roció María mírame con tus ojos Que con mirarme se calman mis antojos.
Imágenes 79
AIDA LUZ Eres como una tarde llena de arrebol O como una mañana cuando nace el sol Donde las aves agitan sus alas Y cantan su bella canción.
Eso eres, como esa bella canción Versos, flores, pájaros y nidos; Eres luz, eres lumbre Que ilumina y engalana mi corazón
Octubre 2007
80 Genaro Evelio
AQUEL BESO Aquel beso nuestro primer beso Y a juzgar por aquel beso Cuando nuestros labios se juntaron aquel día Todo en secreto vive todavía. Ese beso que como viento o brisa O como agua de la mar enloquecida Con sus olas le llevo a la orilla ¿Recuerdas? Cerraste los ojos levemente Y dejaste, te lo robara dulcemente Ese fue el primer beso que a mi boca regalaste Y yo correspondido mire tu rostro de niña consentida Esa cara de ángel escondida Y desde entonces mis labios y mi boca Siguen esperando más besos de tu boca pura Un deseo quizá dentro de ti vive escondido Como secreto que hace pregunta a mis oídos Por eso sin dejar de pensar en ti, y en aquel beso Cada vez que puedo besarte, beso tus labios sonreídos Para despertar en secreto lo escondido.
Abril 2006
Imágenes 81
A TI MUJER En ti nacieron los ríos, los sonidos, las estrellas Y en tus labios lo que el hombre ansia
Porque eres mujer y llevas escondido ese algo De vida, aquel secreto. Tú has transportado y transportaras aquel sentir Inmaculado del nacer.
Porque solo, en la mujer, solo en Ella En su tranquilo asilo pudo nuestro corazón, Gozar y Encontrar.
Marzo 2015
82 Genaro Evelio
PARA UNA FUTURA MADRE Mujer: ábrele tus brazos a esa niña Guárdala en ti – dadle cariño Y – enséñale a orar Hazla divina.
Así las dos – tu y ella Irán por el camino Mostrándose el amor Grande y profundo
Y – como recompensa a tus fatigas Arriba en el zenit brotaran estrellas Y abajo en lo terrenal Frutos y espigas
Febrero 2015
Imágenes 83
ELLA Ella con su amor formo mi alma, Ella fue el camino de mi vida Hizo de mí - la fe bien concebida En el místico rumor de sus encantos.
Y – allá tan lejos cuando ella vaya Al recóndito lugar de los recuerdos, Hablará de mí – de aquellos tiempos, Cuando pequeño me meció en sus brazos.
Ella fue mi único embeleso, Su dulce voz de delicado acento, Acompaño a mí ser cuando travieso.
Ella que con besos y ternura Cubrió mi frente cuando era niño, Supo mitigar mi hambre con cariño Y me dio de su ser toda su sangre.
Hoy que ya estoy hecho, Solo recuerdo a ella A la mujer que se miró en mis ojos; Y más tarde le llame madre Julio de 1960
84 Genaro Evelio
LOS ABUELOS En los alares de una humilde choza Y entre ropaje remendado y viejo; Un hombre y una mujer ya muy ancianos, Hundiendo entre sus manos la cabeza, Ven pasar por ella sus perfiles….en tristeza
Temblorosas esas manos se le agitan, Están débiles y secas Como hojas que caen en verano
Es divina su piel como la escarcha Que la marcha ha tornado en sus arrugas
Y sus ojos son como mares y playas extendidas Cuando se acuestan a soñar entre las olas Esa solemne quietud que da a vida En recuerdo de llanto y alegrías.
Mayo 2000
Imágenes 85
COMO UNA NUBE (Dedicado a doña Inés Jaramillo) Entre la bruma y entre las sombras, Y en la misma nube de la neblina, Hay algo que sin palabras Algo me dice siempre me inspira, Que nuestra vida en ella va.
Se ve colgada como columpios Allá en los pastos y los guaduales, Y en los abismos, la niebla pura algo se lleva, algo se va
Y en sus vapores que emergen a descender, Allí la vida como un espejo se me refleja, Y en esa sombra hecha de nieve, O en esa nube hecha de espuma La vida mía se ve perder. Mayo 2000
86 Genaro Evelio
A ELLA Y EL Lina: son un prisma Tus ojos que se prestan Al mágico color; Y a través de tus pupilas Son más bellos los horizontes Que ilumina el sol Oscar: meciéndote galán y enamorado Cantas la canción divina, Y hay algo humilde en esa canción sencilla, Que Dios su oído a vuestro cantar inclina. Julio 31 de 2010
ImĂĄgenes 87
LA PULCRITUD DE UN MAESTRO (Para Alonso Osorio)
Un hombre de la Riba De artesanas manos Trajo de Antioquia El sabor de los rĂos Y en su trabajo un suave de brisa Formando la huella en cada cabeza
Hoy un silencio se rima en sus ojos Y son esas manos que triunfan hilando Entre surcos la huella y el canto De aquel gran maestro de fino instrumento
88 Genaro Evelio
A: UN MAESTRO (Para mi profesor Guido Ospina Calero)
De mirada patriarcal cabello cano Su pensamiento se va a otras edades Es su pensar tan soñador Que se cubre de nieve sus cabellos
Antes enseño todo fecundo Y broto todo un manantial De aquellos hijos que la tierra inunda Hoy hombres maduros
Del día de ayer nos trajo su voz: Aliento sagrado, promesa Conocimiento para la furia Hoy se rasga en su esplendor la dicha
De mirada patriarcal cabello cano Su pensamiento se va a otras edades Es su pensar tan soñador Que se cubre de nieve sus cabellos.
Enero 1990
Imágenes 89
¡VIVA COLOMBIA! En las noches de invierno y de verano Hay una huella que circunda al horizonte Marcando los puntos cardinales De sur a norte – y de oriente a occidente. Allí se enmarca a nuestra propia mama La madre patria: Colombia con todas sus virtudes Colgada en el ciprés de la hondonada Alegra al turpial – al tin tin – y a la torcaz triste. Huella divina de todo lo que existe Y de su sangre derramada ¿Acaso no hay en los seres voz ni movimiento O el corazón de Colombia no palpita? ¿Y en sus mágicas regiones La humana voz ya ni se escucha? A Colombia cuya luz parece que se apaga Nosotros como hijos la elevamos Para encender su luz solo nos basta Llevar la paz como Cristo… en nuestros corazones. Por que cambiar la inocencia de los niños Por la ignorancia creada por los años No veis que el alma del niño es bienaventurada Y en el adulto esa alma esta apagada. Quien de niño no sintió a cada instante Vivir – sentir la libertad sencilla Hoy preso y quejumbroso vive el hombre Al rodar como lodo entre la arcilla.
90 Genaro Evelio Quién no siente allá en su cerebro Aquella voz que cuando niño… Al despertar le acariciaba, le besaba y contemplaba Aquella voz que el recuerdo llama La voz de su querida mama. Por qué cambiar la inocencia y su lenguaje Aquella que es angelical y pura Por la ignorancia creada por el hombre Infernal – brutal e impura. Hoy Colombia llora lo que hace Busca la paz y la paz se aleja No encuentra su interior – todo lo pierde Y como al niño… su edad tan adorada. Hoy lo que hacemos, como buen hermano Es sepultar a todo colombiano Levantar un mausoleo a sus cenizas Y derramar lágrimas y llanto – y perder nuestras sonrisas. Y – al poco tiempo todo queda olvidado Como ecos que entrego la vida Como historias de amores que se fueron Por Colombia, por la paz o por la vida. La paz para Colombia no es lejana Si se busca en cada ser – en cada cama En su trabajo – allá en la esquina La paz no se consigue con armas – leyes ni plegarias La paz hay que nacerla, y llevarla en el alma, y la mirada.
Julio 15 de 2007
Imágenes 91
DIVINA ILUSIÓN Eran cuatro hermanos Una linda niña y tres varón Una mujer madre labrando los surcos de una ilusión.
Todas las mañanas oraban al padre Y en las noches se entregaban a Dios Comían el mismo plato y en su humilde casa Todo lo hacían con gran devoción.
Durante el día – ella trabajaba Los niños jugaban – reían, lloraban Eran muy pequeños – ellos no sabían Y poco entendían porque la vida Muestra perfiles de toda emoción.
Y en una mañana de un día cualquiera Los niños crecieron, se volvieron hombres Y la niña se volvió mujer Y aquella mujer madre – se volvió abuela Tuvo muchos nietos que fueron creciendo para hacer el bien.
Hoy todos ellos comen rico plato Que aquella noble anciana Labro entre los surcos de su imaginación.
Septiembre 14 de 2007
92 Genaro Evelio
AMÉRICO CALERO (A un compañero de escuela, fruto de valor y soñador por cierto) Se ve pasar por el camino viejo Y el angosto corredor de nuestras calles, Un hombre joven Que se perdió en el tiempo, Un hombre humilde, cansado; Escondiendo su cabeza entre los hombros, Como buscando aligerar su ocaso Lejos de si, Hunde su fabricar de sueños y de ensueños En el polvo del desierto. Absorto ante la mirada de otros ojos Que no acierta saber que es Ni lo pregunta. El riega su corazón En funeral de lagrimas Y canta en la huella del silbido Y, en el insomnio de la noche, Ese terco devenir de las estrellas. Así se ve pasar por el camino viejo Y el angosto corredor de nuestras calles; Aquel hombre joven soñador Que se perdió en el tiempo Aquel hombre humilde trovador y noble.
Junio 2000
Imágenes 93
SILVANA Eres un ángel que dio la primavera En forma de azucena que perdura, Que le dio a tu corazón fragancia pura Y a tu alma altitud imperecedera.
Naciste en noviembre con su neblina pasajera, Donde las flores a su niñez le dieron La charla del sueño con la brisa.
Testigos son la luna y las estrellas Que nos enseñaron a escribir tu nombre, Testigo las plantas y las flores Que definieron tu angelical belleza.
Los rizos de tu esbelta cabellera, Sobre un rosal al corazón ardido Se iluminan al compás de sus latidos.
Eres la canción, hija querida Cernida entre las flores y los nidos, Te envuelves en el jardín, en el suspiro, Y en un vuelo de mariposas va tu risa.
Noviembre 30 de 2013
94 Genaro Evelio
MARÍA CAMILA María es hermosa, es mujer, es viento Ama las cosas al paso del tiempo Ríe en la tarde y en la noche duerme Ilumina con dicha su hermoso sendero Amorosamente ensueño heredero.
Camila es serena, esbelta, es morena Alta, erguida palmera alta, que del viento espera Mover con la brisa su hermosa sonrisa Intensa se siente aquí en la pradera Los vientos le soplan, le besan, le abrazan, Amistosamente su mano le entregan.
Mayo 2010
ImĂĄgenes 95
LA ETERNA SONRISA Tiene esa cara, tu cara La sonrisa pura Matiza en sus labios Una estela de plata Presta al rizado cabello Tus ojos son flores Que adornan Tu bella cabeza Todo es luz, eterna sonrisa Cuando siempre sonrĂes Tus labios de rojo y de rosa Floreces de espigas los bellos trigales.
Mayo de 2015
96 Genaro Evelio
LUIS MARIO LOPEDA ZUÑIGA (In memoriam) Mario nunca quiso acomodarse a los gustos de la mayoría… Y no hacia ninguna concesión, pues estaba convencido de que las obras de autentico valor, triunfan aunque no siempre de inmediato; Todo ello lo ayudó a resistir y conservar su origen. Luis Mario o Mario cariñosamente, Nacido en San Pedro, Valle del Cauca, en el año de 1942 En un día soleado y soplado por los vientos de agosto, Bautizado en la capilla de su pueblo, con agua de la Quebrada Artieta Y fue su pueblo que le vio nacer, crecer y despedirse Para orgullo del Valle y de Colombia. Hoy la alegría se enluta Para rendir culto al pensamiento de este gran Maestro; Han pasado algunos años, nos parece hoy ese ayer, Su pensamiento sigue vivo gracias a su música Que quedo grabada en los cielos sampedreños. Y así como ayer, Hoy las almas y los seres Se encuentran con las cosas. El pondrá en su silencio, En ese opaco gris del cementerio Clamar su grito sonoro y elocuente Como una flauta soplada por su viento. El nos dirá en los sonidos Al volver a su pueblo que mas quiere, A su San Pedro azul y cristalino; Volverá cada año y otro año para oírle Y no pasar como un extraño.
Imágenes 97 Volverá en la noche y en la penumbra Mirará a su pueblo que arde y se deslumbra Como nubes en llamas que se encumbran; Buscará en su lecho su morada, Aquella marmórea almohada Para alzarse de prisa en la alborada; Verá las luces de la aurora, Pero inciertas las calles, las casas y las cosas. Sus pasos sonarán en las trompetas Con grandes resonancias misteriosas Y dulcemente le hablarán las cosas: Cualquier esquina Le hablará de tantos nombres que ella guarda Las ventanas le dirán: “aquí te espera un gran cariño” Y la pequeña parroquia en el sonido angelical de sus campanas Repicará: “ aquí rezaste cuando niño” Y – en aquella casa, la vieja casa, En una alcoba allá en el fondo Se oirá la voz apagada de una anciana que le dice: “Aquí naciste mi pequeño” le interrogara el eco de la escuela: “¿Me olvidaste”? Y ¡ que travieso fuiste! … agregarán los prados de la plaza. Caminará – caminará despacio, Sereno sus pasos para entrar otra vez a su morada, Este poblado que amo desde pequeño, De casas viejas y de azul cedeño, Este poblado tranquilo que parece un sueño, Ese su San Pedro adorado.
98 Genaro Evelio Solo le importuna aquel exilio, La visión de este Valle del Cauca Envuelto en palidez de luna; El caserío solitario y polvoriento De los caminos de Belén que son ensueños; Los sonidos del pequeño campanario Y las gentes que pasan junto a El indiferente. ¡Pero solo el irá como un sonámbulo, abstraído En la contemplación de lo que ha sido… Irá sereno resignado y fuerte Y – en el jardín del beso y del encuentro Se sentará en su banco favorito Para ver su cielo y sentirse afortunado; Y entre las obscuras sombras milenarias del antiguo camposanto, Le preguntarán las flores y las fosas: “Por qué no te acompañan tus amores”? Entonces, El evocará los seres y las cosas, Hará cantar con trinos melodiosos El alma cautiva de esas flores y esas fosas. Y – tornará de nuevo a su morada Al blando sueño de su marmórea almohada, Para cubrirse con pesado polvo congelado Del opaco gris y viejo cementerio. Y – allá en lo profundo del misterio Sentirá: lloro, alegría, tristeza, ira, paz, dolor, olvido O simplemente nada.
Año 2000
Imágenes 99
A OLIVIA GARCERÁ Cómo quisiera robarle al poema Una de sus frases magistrales Para dar a ti…Olivia El verdor de extensos olivares. Cómo quisiera a las flores robarle su pureza Cómo lo hace la abeja – con delicadeza Para engalanar tu ardiente lozanía Y, a tu rostro su angelical belleza. Cómo quisiera robarle al infinito… Las estrellas; Y coronarte con ellas En gran rito. Cómo quisiera a la noche – robarle Su obscuridad serena Y a usted señora – darle Una aurora más en la mañana. Cómo quisiera formar cadenas con los días Cadenas de dichas y alegrías Para formar con ellas melodías Donde tu voz al cielo elevaría.
Agosto 31 de 2004
100 Genaro Evelio
ANA MARÍA (A mi madre) Ella se fue para siempre aquel día, Su vida fue un celaje, agonizó su luz en ese instante. Ella al cerrar sus ojos, Despertó después libre de males, Su candor libre de espinas, contemplando si: Luces divinas, rosas eternas, mundos siderales. Todo lo de ella vive en mí, vive en nosotros, Sus hijos somos herederos, somos su sangre, Así nuestro corazón recoge de aquel seno Qué fue de nuestra mamá: Ana María, corporizados besos, Otros hijos, vendrán otras edades Transformaciones de nuestra vida nacen. Hoy todo vive en nosotros en semillas de luz, ardientes frutos Por eso ella cuando a nosotros viene… Escuchamos su voz remota allá en nuestro pensamiento: Abre la puerta, camina vacilante, apaga el fogón, barre la casa, y esa fe que nos enseñó cuando éramos pequeños, alumbra como blanco cirio en nuestro adentro, nos toma silenciosamente entre sus brazos como aquellas veces cuando éramos muy niños. Entonces ella, escucha en su silencio… Como una “bienvenida” y nosotros sin pensar en el asombro; Nos entregamos a ella en nuestros hijos… Su perfecta herencia, y pensamos en Dios, cerrando nuestros ojos.
Noviembre 08 de 2005
Imágenes 101
TODO PASÓ MAS NO ES OLVIDO Los dos en el camino de la vida Alzamos los dos un mismo estilo Con besos, abrazos y palabras Los dos formamos un destino.
Tu recordabas aquel bello principio, Aquel, cuando yo empezaba a adorarte, Aquel camino que forjamos juntos, Aquel donde sembramos dichas y amarguras.
Yo – fui el primero y único en tu vida Donde aprendí a sembrar mis propios frutos, Con las manos hicimos nuestra choza Y de amor nuestros dos únicos hijos
Muy pocas veces te reías – tal vez te hice daño, No entendía – que la alegría Viene del llanto y la amargura No te hice reír – porque sabia Que nuestros labios formaron tus sonrisas.
Y – entre mañanas y noches que pasamos Tu misma me enseñaste lo que es bueno Y entre abrazos, caricias y el gusto de tus besos, Me hiciste hombre – un hombre de ti y bien amado.
102 Genaro Evelio Nunca te conté alguna historia, De las que tú me insistías No me gusto contar cosas duras y frías Solo me gusto estar en ti todos los días. No sé por qué marchaste lejos Ni hasta cuando el llanto brote de mis cansados ojos; Ya – no puedo hablarte ni escribirte Solo lágrimas enmudecen esta boca Solo lágrimas reviven estas manos.
Hoy al meditar tu imagen pura, Solo recuerdo aquella frase hermosa Esa frase de niña caprichosa Cuando en mi lecho tu cabeza enredaba mi cabeza Y susurrando preguntabas a mi oído: ¡Hasta donde me querrás amado mío ¡ Hasta el cielo si haya me esperas o te espero negra mía.
Noviembre 28 de 2002
Imágenes 103
NUESTRA ELEGÍA Si pudiéramos juntar allá en la fosa, Tus huesos y los míos algún día, Qué bueno seria Hoy como canto que llega a mi memoria Me hace nombrarte con cálida alegría; Eras muy niña cuando tus labios, Tus inviolables labios al amor nacían. Yo filtré a tu boca el primer beso, Yo enredé con mis manos tus cabellos lacios, Aquellos cabellos largos y castaños Yo – vi – vivir y florecer tus quince años, Donde revelabas tu juventud tan bella y pasajera. Más tarde pasaste a mi lado, Juntando la tibieza de tus senos Y fuiste mi adorada compañera; Nacieron nuestros dos únicos hijos Alex y Ximena y de ellos nuestros nietos. Hoy cuando el ocaso a nuestra tarde llega, Me hacen nombrarte con cálida alegría Para darte en esta tarde de este día, Este adiós enternecido – quizás para siempre amada mía. Y – si en el espacio azul y sideral Donde el tiempo tiene su medida, Allí donde las almas parecen esperar – me esperas Que acá en la tierra en la palidez de nuestras fosas, Tus huesos y los míos se juntaran algún día. Diciembre 01 de 2005
104 Genaro Evelio
A LIBIA Con ese recuerdo cariñoso de los años Que hoy se embellecen con su huida Te damos nuestro último saludo de despedida.
En alas de la brisa de este luminoso agosto; Blanca mariposa eres y vuelas a las errantes nubes A esos extraños parajes – vuelas… vuelas.
Cómo fue tu santa inocencia pura Toda la vida fue intenso tu mirar Que a la transparencia diste lo más profundo.
Hoy cuando sueñas – porque sueñas todavía Te llenarás de flores y armonía Cantará un ruiseñor en tu posada Una mano de nieve sostendrá tu mano Y te guiará a feliz partida.
El alma virginal de un cisne anidará de amor tu corazón ya yerto Las mariposas se embriagarán de sol de este verano y su perfume Y, así mientras tu duermes Libia – amiga mía, Sobre tu frente pálida se ciñe: una lluvia de lirios y de rosas.
Agosto 2012
Imágenes 105
NO LLORES MADRE MÍA (La carta que escribió un hijo desde el cielo a su madre afligida)
La vida te lo dio, la vida lo quitó No llores madre mía, no llores por favor Yo se que cada madre lleva en sus entrañas Al hijo por amor, por eso te lo ruego No llores madre mía, no llores por amor. El ser cuando muere, su alma va a otro mundo va Se esfuma como nube para no volver jamás El cielo es infinito como tu pensamiento Cuando a el vayas allí me encontrarás Las penas de las madres son penas de los hijos, De los hijos que se fueron para no regresar. Yo se que la madre lleva en sus entrañas Al hijo que un día tuvo por amor Por eso te lo pido madre mía No llores te lo ruego, no llores por tu amor. No llores madre mía – no llores – no llores mas Las almas en el cielo no saben llorar Y se que toda madre lleva en sus entrañas al hijo por amor; Por eso te lo imploro, No llores madre mía – no llores – no llores por favor.
Junio 2007
106 Genaro Evelio
A MI ADORADA MADRE A eso de mi edad siendo muy niño Le di a mi madre esta bella poesía A – esa mujer que me dio su amor Toda la vida.
A ella, a esa mujer Que desvelo la noche Para hallar el día Y pudo formar mi alma Para toda mi vida.
Imágenes 107
EL “TRASNOCHAO” Por la encorvada calleja con tropezones de piedra, Vivía: doña Francisca a orillas de un gran palmar, Amanecía moliendo: yuca y maíz vinagre, queso y sal
Su casa era de paja y horcones del palmar, La cocina por un lado, El horno más allá, Una acequia de aguas limpias corría por detrás.
En la cocina: tosca mesa torcida, una batea de palo, Hojas de plátano verde, una masa agridulce, Un horno de barro candente listo para hornear.
Sus hijas Emelina y Dioselina y una nieta genial; Su nieta que era hermosa como las muchachas de ayer, Empujaba a hurtadillas el pandebono a hornear, Cómo lo recuerdo ahora cuando lo vuelvo a comer Pandebono “trasnochao” para desayunar.
Olía, como nos huele rico olor a pan, De: maíz, y yuca, queso y sal Cómo lo recuerdo ahora viendo lo mismo de ayer.
Recuerdo a doña: Francisca, con pañuelo en su cabeza, Falda larga y delantal, Una enorme faldriquera para guardar el “real”.
108 Genaro Evelio Qué rico olor salía por lo alto del buitrón Olor a pan de maíz y yuca, olor a queso y sal, cuando se asaba allá dentro en ese gigante fogón.
Qué bella doña: Francisca y su nieta qué tal Cuando nos brindaba caliente Ese pan “trasnochao” con café negro hirviente Endulzado con cucharita de mate, en vasija de metal
Agosto 24 de 2005
Imágenes 109
LAS NOCHES DE MI PUEBLO Las noches de mi pueblo no son aquellas que cuando niño vi… Entre miles de estrellas su hermoso caminar; Eran de luna y bellas obscuridad Que entre los caminos hacia el buen andar, Recuerdo que los viejos en casa se sentaban A contar cuentos e historias que a cada uno le pudo pasar; Nosotros en el patio mirando al firmamento También las estrellas aprendimos a contar.
Mi madre y mi abuela A los muchachos que a casa iban al son de jugar: A la lleva, el escondrijo o la rayuela; Nos brindaban chocolate con canela, Plátano asado y nos hacían rezar.
Hacían coros, cantos y cuentos De brujas y de la “Pata Sola”; Alguna adivinanza que dejaban en lección, Cuando la mas vieja de todas “Loreto” se iba a recostar.
A: Toñito, Don Nino, Noé y Don Joaquín Los recuerdo en su modo de hablar, Se retiraban temprano porque en la madrugada decían ellos; Se levantarían temprano a coger peces dormidos en la quebrada o en lo hondo del zanjón.
110 Genaro Evelio Nosotros en la mañana cuando el Alba nacía Y abríamos los ojos, queríamos que la noche volviera a empezar. Eran las noches de aquel pasado, Para mí las mejores; Hoy viejo las añoro eran aquellas de mi temprana edad, Hoy veo en mi memoria Pasar por el camino empedrado y polvoriento Todas las gentes de aquel bello lugar A comprar bebidas frescas y el tabaco amargo para fumar; Hablar de los difuntos y de las otras gentes – hablar de sus esposas Y la del negro Tomas; De las hijas y los hijos de Pancracio, Nicasio, Lucindo, Enrique, Ernesto, Teófilo, Pio quinto y Rafael; De Enriqueta, Tulia, Percidez, Anacleta, María Enidia, Matilde, Otilia, Virginia y Margarita De la vieja Cleotilde pariente de Mama.
Otros al pie de un viejo muro de la antigua carretera Los temas filosóficos trataban de explicar; Mi tío Joaco un viejo astuto de mística visión, En su mente corría la luz y el esplendor, Atónitos dejaba con su interrogación.
En esas mismas noches sin excepción alguna, Bajaban y subían como la hormiga arriera; De la casa a la tienda y de esta a la casa Con el morral al hombro con cosas que les fiaban los tenderos: Don Cesar, Onésimo, Manuel y Don Ramón: Arroz, sal papa y panela, café “sin nombre” Y mecato para desayunar. Y en noches de los sábados Los viejos de aquella vecindad, que no eran mas
Imágenes 111 Que los: Vidal, Mendoza, Tascón y Domínguez; Peñaranda, los Bedoya, Aguirre, Vásquez, Calero y Holguín; se juntaban en círculos a refunfuñar con: Leónidas, Conrado, Nazario, Belisario y Napoleón; Los Gómez, Gonzáles, Alvarado, Villafañe, Girón y Corral; algún Berón, los Victoria, Dos Bejarano, un Salazar y don Juan Ortiz; Estas mismas personas se aglomeraban Mirando a otros jugar: al parques, al domino, A la baraja escondida, al dado corrido, Un juego prohibido que los hacia enojar. Todo esto lo hacían en el balcón antiguo de doña Cesar Fina Su “gobernación”; también en el “reflejo” del señor Martínez, En “las tres esquinas” de la viejita Nina, O donde Onésimo “La Gran estación” Ese sí que era un gran caserón.
Los Núñez, los Moreno, junto a los Ramírez Por el lado de arriba En una choza humilde Hacían la charla amena Comiéndose la panela en la murmuración; Era en casa de “Minota” Mientras el hacia un trasquilón.
Otros se recogían en un rancho de paja, Inclinado y con goteras a tomar café caliente con empanada Picante de las que hacia Ana María, Mi querida mama y donde Juanita Aguirre de Bejarano en el otro callejón A la luz de una vela con fuerte ventarrón.
112 Genaro Evelio Luego en la madrugada del venidero domingo Y cuando el sol ya salía Buscaban en los bolsillos O en el roto del pantalón algún céntimo o un “real” Para comprar pandebono “ el trasnochao” Ese que hacia doña Francisca mama de los Peñaranda Y doña Rita la madre de los Holguín.
Otras noches muy hermosas No menos que las demás, Eran las fiestas nocturnas En aquellos veinticuatro de alegre navidad Y esos treinta y uno de amanecer primero: Alfredo Arce y Moisés Bernal, voluntarios de este carnaval Se entregaban por doquier; Ellos en los disfraces, el castillo y los triquitraques, En la pelota encendida de fuego y de inmensa llamarada Que hacia grito en el vencido y en el pie del vencedor; También en la Vaca Loca Un holocausto en acción, con enorme cabeza y cola de dragón; Como satán escondido abusando de su pasión, Todo era fiesta cuando al mal se agota En una diversión.
La pólvora resplandecía en medio de la obscuridad Y en la altura se extinguía En un abismo incierto de eco destellante… Su diáfana belleza; por las calle o caminos Los títeres andantes se confundían con la gente menuda Que hacían la comparsa y al mismo tiempo La noche se moría; hoy todo en nubes del ensueño lo hereda el pensamiento.
Imágenes 113 Qué bellas noches esas De aquel mi viejo pueblo ( mi viejo Todosantos) Donde humildes familias de inmenso corazón oraban por la vida Se entregaban a Dios; todo se ha ido del humano pensar, No escucha en el silencio - no aprende a razonar.
¡Pero crece todavía y esta la flor en aurora De las noches aquellas que en mí, viven contenidas; Hoy ligado a la memoria recuerdo a las muchachas Que cantaban debajo de un ciruelo En patio de “La Pacha”; la brisa, El viento y las gotas de roció Humedecían los rostros de aquella muchachada Y es la brisa que siento todavía Soplar fugaz las melodías que oí en un: ”Amor del alma”, “Los dos “. “Caminemos”, “Siete besos” donde sellaban un te quiero.
Bendigo en mi silencio lo escondido Que al cabo lo viví y, aunque parezca un sueño, Surge como una voz susurrando a mis oídos Su bella poesía. Eran otras noches, Otros tiempos, otras edades; Hoy ni la luna, ni la brisa, ni los vientos Hacen mirar al firmamento; se olvidó contar historias, Contar cuentos y el contar a las estrellas.
Diciembre de 1999
114 Genaro Evelio
ES UNA HISTORIA NO ES CUENTO ES LA VIDA DEL VIEJO SAN PEDRO He querido escribir tu historia, La historia aquella que vivió el abuelo, Que vivió la abuela, aunque narrada como cuento, Todo aquello que floreció por dentro. Cuantos niños crecieron en tu albergue, Cuanta juventud camino en tus alares, Y aquellos otros que huyeron a otros lares Donde Dios hizo florecer en pomas suaves. Pequeño acogedor, sencillo y sano, Ese era el viejo poblado de San Pedro; Dos montañas lo han surcado en sus linderos, Donde el azul es más azul que aquel de las bellas lejanías. Eran sus calles cortas, llenas de hierba y piedras regadas por montones, Pero eran hermosas sus cuatro direcciones, Sus casas y sus solares eran fincas con frutales; Las gallinas cantaban cacareos Daban huevos más ricos y más suaves, Los cerdos eran puercos de sabroso tocino chamuscado Y el sancocho más bueno si era de pescado.
Imágenes 115 No había basuras por el suelo Todo era limpio por doquier, Las cosas se envolvían En hojas de “viado”, Plátano o en cualquier papel; Cargábamos morral al hombro, Otros un carriel, Los adultos y los niños saludaban Y a la luz de una vela Aprendimos a leer. No había tráfico en sus calles Solo el tren se paseaba a lo lejos Sobre su larga carretera de dos rieles, Dejando en estelas… humo negro. De gentes calladas, humildes; Dignas de su temple, De mujeres hermosas De mirar de ángel Con capul, bucles y trenzas Y, hombres que usaban la glostora, Se peinaban de “carrera” y lucían negros sombreros; Así creció San Pedro hasta hoy, Del viejo San Pedro; enamorado, desaliñado, Con un solo peluquero, Marcos Quintana de cacharrero Y en el pequeño campo santo Eloy sepultaba los difuntos y los muertos. Ya no viven los viejos que abrieron los caminos Por entre arbustos, arrayanes y bejucos; Llanuras, montañas y quebradas, De ti viejo San Pedro, ni tampoco la escuela, De buenos compañeros.
116 Genaro Evelio Ni las puertas de “trancas” Hechas de guadua, tampoco las de “golpe” Que atravesadas impedían las entradas; Ni las alambradas y cercas de tuna que apresaban Los ganados y sus fincas. Ni existen las palmas de coco de: María Cardona que se alzaban frente al parque Para besar las nubes, Ni los charcos de la quebrada Artieta Donde nadaban los muchachos; Ni los chorros del estanque de plateadas aguas Que peinaban largas cabelleras, Solo queda allá en el recodo, Arena y piedras en vez del cauce hermoso de sus bellas cañadas. No existe el árbol de churimo Que nos dio sus pomas blancas Y el chambimbe para jugar “chumbimbas”, Ni el cachimbo de elevada copa Donde la torcaza fabrico su nido, La mirla silbo en su rama Y el jilguero se arrullo primero; Ni aquel arbolillo que cubría la plaza de frutos verdes De sabrosos mamoncillos. Todo paso a historia ya no viven los abuelos Que abrieron los caminos Por entre grandes bejucos y marcaron los linderos. Era otro tiempo, una época de emporio, De verdes tabacales, donde hombres y mujeres En la casa del “Pensil”, hacían cigarros finos, Para llevarlos a Europa y fumarlos en París.
Imágenes 117 Ya no existen los mansos bueyes Que unidos por el surco y el arado, Limpiaban los cañaduzales; Tampoco el viejo trapiche de Don Chepe Que en el día y la noche las dulces cañas molía, Ni los fondos y el fogón para hacer panelas frescas y venderlas… En la tienda de Isaías Tascón. Todo era hermoso, Todo tan natural, las gentes Vivian alegres Del trabajo artesanal. La plaza que no era otra, Que la plaza de mercado, En la que ahora contamos historias, Donde vendían los frutos que el pobre cosechaba; Todo era barato decía: Obdulio Alvarado Y Hermelinda de Rojas siempre refunfuñaban, Al contar los pocos centavos de la venta de “suspiros”, “bizcochuelos” y cocadas. Al frente de esta plaza, En una de sus esquinas, Había una casona de techo carcomido, Cubierto de musgo seco, De anchos corredores y con piedras recubierto, Con barandas flojas y de horcones retorcidos, Era la casa de las hermanas: Tascón; Mercedes y Matilde, Me parece verles saliendo al corredor; Con mangos maduros, rajados y manchados En un viejo platón.
118 Genaro Evelio Y en la otra esquina como formando una escuadra Estaba la capilla un poco desteñida; Sus campanas eran tan sordas que se gritaban entre ellas Y, dentro de esta humilde casa Estaban los creyentes, en lo alto el armonio; Una señora muy seria cantaba el aleluya; Mientras en el Pulpito un cura con sotana Platicaba el evangelio. Y allá, un poco más lejos, En todo el camino real Había otra casona de estilo colonial, Tenía nombre de subasta Y acequia por detrás, De tejas de barro mal cocidas, También descoloridas, Paredes gruesas mal pintadas Y empedrado corredor, De chambranas altas, Llave de madera con cabestro para cargar; La Venta era su nombre de pila, Hospital de guerras frías, hoy no queda… “ni su venta”. Si volvemos al recuerdo, Aquel viejo pasado, A las tertulias de aquel viejo San Pedro; A las serenatas, a las coplas, al cuento de hadas, A las cartas de amor, a las flores, A las retretas, las carreras de caballo, La de encostalados, los juegos, el pato colgado, La pelea de gallos, el alumbrado, la novena de diciembre De solteros y casados, los aguinaldos que eran mal pensados, La fiesta de San Isidro Labrador que con frutos y billetes Le secaban el sudor; aquella hermosa cultura Quedó toda olvidada.
Imágenes 119 Recordemos lo grandes vaqueros montando sus caballos; La vaca enlazada y enojada llevada al matadero… Que con muñecos en la calle le hacían el burladero. También es de recordar a la Banda Municipal, A esos inmortales, cuando en el atrio de la iglesia: Alcibiadez Calero, Celso Peñaranda, Robertico Tascón, Rubén Peñaranda, Clímaco Mendoza, Clímaco Figueroa, Ramón Bejarano y otros que no alcanzo a recordar; Sudorosos, cansados y mareados de soplar y tocar Sus instrumentos; los muchachos de ese entonces Les gritaban que tocaran otra, ¡que descaro!; Todo era fiesta, festín de quinceañeros. Eran aquellos viejos, nuestros ancestros Aquellos nuestros abuelos; Cuántos de ellos como niños crecieron en este albergue, Cuánta juventud caminó en estos alares y al final huyeron A otros lares donde Dios hizo florecer en pomas suaves. Inspirado de ese sueño, de aquel tiempo, Que todo lo acaricio y corono con cruces Aquellas ilusiones, y como hijo de San Pedro He buscado a través del tiempo Y entre sus gentes, ese abrazo que nos llene de emociones. Todo se ha ido desvaneciendo, se evapora, Así mismo nuestra alma Rindiendo dolor a su penumbra, En su tarde muere su sol Se hunde en el poniente, Y si nos fijamos muy bien en sus ponientes, Cuando la noche llega Veremos que nuestros sueños Se vuelven más estrellas Con luces de aquellos que se fueron. Octubre 23 de 2000.
120 Genaro Evelio
QUÉ BELLA ES LA NAVIDAD Qué bellas son las noches de navidad La hoguera, los niños, los dulces Todo es juego en la vecindad Qué hermoso es el fuego y las luces.
Qué hermoso es el eco en bellos colores Mirándolos de lejos con papa y mama. La pólvora hay que mirarla – no tocarla Mirarla de lejos; allá en la inmensidad Son ecos destellantes – son bellos de verdad.
No te acerques donde haya una explosión Ni al festín de luces y canteras; Todo estallido trae fatal estampida Cuando nos encontramos en la misma dirección
Es hermoso ver las luces – sus colores Escuchar a veces su detonación Es hermoso sus ecos destellantes Pero mirarle de lejos en toda ocasión
Imágenes 121
LAS MOLENDERAS Estas bellas mujeres se pasan la noche Pilando y moliendo – moliendo y pilando maíz Pilando y moliendo y haciendo café. Leticia y Saturia son madres mayores Delfilia muchacha ejemplar Las dichas de su alma las muelen de afán Y alegres se ríen en cada mañana Que bella alegría al ver que las noches les dio para el pan. Amasan y amasan haciendo la arepa Haciendo el buñuelo y el buen pandebono Amasando esos frutos de puro maíz A todo el que llega le ofrecen buñuelos Le ofrecen arepas, también los tamales con sabroso ají Que bellas mujeres, todas ellas ricas de la buena fe Que viven pilando y moliendo y tomando café.
Agosto 1993
122 Genaro Evelio
LA CASA DE MI AMIGA BERTHA La casa de mi amiga no era grande, Su casa era pequeña Así era la casa…. De mi amiga Bertha En su casa había alegría, Y flores en su puerta.
Ella a todos ayudaba y era recta Mi amiga nunca hizo mal a nadie Solo llevaba dentro sus penas Y las nuestras – y en sus labios su sonrisa.
Mi amiga nunca tuvo nada suyo Sus cosas eran nuestras Su vida era una hacienda Y su ruta fue su ausencia.
Ya la casa de mi amiga Bertha Esta desierta Nadie vive en ella Hace frío – esta yerta.
Ya no canta el gallo en la mañana Ni hay flores en su puerta Que se hizo la casa de mi amiga Bertha?
Imágenes 123
Ella vive hoy en otra En otra casa más grande Donde bebe el vino y come el pan Sin leyes ni tormentos.
Seguiremos al final sus bellas huellas Para abrir con ellas… más caminos La casa de mi amiga Bertha era pequeña Con flores y alegrías en su puerta.
Abril de 1996
124 Genaro Evelio
“CABALLO DE PALO” Hombre de Honor
Tropieza por el camino Las rocas que va pisando Cansado, triste y callado Su caminar es porfiado. Así su insistencia sigue, No come – no bebe - ni duerme Esta extenuado su ser Sucio – viejo y pobre De ese tanto peregrinar Que nunca se atrevió a abandonar.
Ya llego a los noventa No se sabe si algo mas Su felicidad acaso es triste, Si sus ojos vieron la luz O fue turbio todo aquello Que le engaño su mirar.
Lanza gemidos al viento, La humanidad no le escucha, No le miran al pasar Solo lleva dolores Que a nadie puede culpar
Imágenes 125 Un andén, su blanda almohada Donde proteger quisiera Del viento – del frío del agua Inciertos tiene sus ojos, Que parpadean sin cesar Tambalea al caminar, Corre a su pronta caída, Para encontrar la comida Ese pan de cada día.
Pero con todo el inconveniente, Así resiste su mente… Sus ojos sin lagrimar Resiste la soledad.
Pocos conocían su nombre, “caballo de palo” se le decía, Fue su nombre de pila… Ese fue su sobrenombre.
Dios le dio un gran Don: Paciencia en su corazón, Ojala con frente alta Cuando muera este varón, Enterrarlo en Tierra Santa Como un Hombre de Honor
Febrero 27 de 2015.
126 Genaro Evelio
“MONDONGO” Pequeño, pequeñito Mas chirringo que un guatín Canalero, mentiroso y parlanchín Tiene orejas recortadas Como aquel gato de la fábula Michín.
Camina a pedacitos Como bailao en anden Lleva y trae – trae y lleva Y vuelve a proponer.
Recostado, majadero, bebedor Toma vino hasta el fin Vampiresco, mentiroso, parlanchín Así es “Mondongo” Chirringo y no es guatín.
Febrero de 2010
Imágenes 127
LAS CUATRO ESTACIONES Niñez Origen fue el sereno despertar del mundo Corría en la atmósfera la nebulosa Gentil su primavera Más allá del Éter – más aun en el espacio Inmensurable grande y basto La luz resplandecía
Y – allá en la extensión sombría Las estrellas en su interior sagrado Se aproximaban más al despertar de su creador La mano soberana
Era el primer de las mañanas – amanecía Un sonido de besos en las diáfanas regiones Inundaban de música los vientos Ebrio ese nacer de juventud sagrada Al humano – El Ser allí se florecía.
Aquel nacía – era el hombre Y ya bosquejaba el sufrimiento La eterna vida palpitaba entonces Procediendo de mundos siderales
128 Genaro Evelio Adolescencia En esa de su niñez se baña De esplendor – lleno de auroras Sus quince años Ese era su hogar El Paraíso.
En El – el hacedor tiende su mano El hombre duerme – indeciso Y – en un jirón sacado de las brumas El deseo nace y sus colores
Cual voluptuoso cuerpo Una blanca figura de las hijas humanos baña con lumbre Y – el creador entrega como vapor nacida de las espumas Fulgido cielo – la mujer su compañera.
Y – van pasando los días, los meses y los años Otras criaturas se bañan en fragante esencia Y sin darse cuenta el corazón humano Llega a los cuarenta
Imágenes 129
Madurez Parece que fue ayer – todo parece vano Todo lo imagina – todo lo humano Su cuello recogido bajo el calor sombrío Sus ojo cansados no leyeron el atardecer del tiempo.
Cruza voraz la primavera La madurez se acerca ¿Cómo buscar las huellas del pasado para encontrar una mística dulzura? Una enseñanza quizá surge en su mente Y como humano en su reposo activo Trae del día y la noche Del verano e invierno – la vida y la muerte: Una remota claridad con blancura de nieve sin mancilla
130 Genaro Evelio Ocaso Hoy su labio exhausto Aguardara paciente Y aunque pase a su lado La sorda muchedumbre Mirara y aplaudirá el silencio.
Un eco bajo trae las brisas y los vientos Como cuajado de inciertas carcajadas Y tras las engañosas nieblas de la vida Las nieblas huyen de la visión humana Al profundo abismo sus pálidos reflejos
Si de joven se embriagaba de ilusiones Hoy en su huida se duerme en el ocaso La luz arranca del alma el canto profético sonoro Del eterno caudal de existencia
Julio de 2015.
Imágenes 131
MI ÚLTIMO ADIÓS Hoy en este mundo… a la extensión sombría, Remonto mi vuelo solitario, aquel que en su espera Volviendo la mirada a lo lejos llora en sus recodos, Vaga enlutecido aquel sendero en que un día me vio nacer.
Silenciosas raíces de mi cuerpo en el recodo Absortas vuelan y miran a mis hijos. Y arrepentido en el viento no tengo voz Ni movimiento; añorando quizá Mi juventud perdida, amigas y amigos del pasado. Y al final a la persona que hice compañera.
Infancia de aquella edad que se llevó Mi sueño que forjara entonces. El alma que guardo aquellos años, Visiones, sueños del ayer. Hoy corren los años que mi niñez Vivió y que pobló de ilusiones cuando Joven y de ellos aspiro al vivir, cuando al encuentro Del placer salió y sintió su primer amor. Canto y evaporo en dicha El sabor de un tango, o de alguna otra canción.
Hoy tras el alegre afán del alma entona un son profundo; Pasan los cantares, es el dulce cantar de los cantares. Aun la fragancia vivirá en mi lecho y acogerá mi alcoba; Oiré el canto en mi ataúd dormido que el corazón Remeda del pasado en llanto.
132 Genaro Evelio Mañana cuando el viento pase Por mi bello Todos Santos; oiré su cantar Como procesión entre los cirios, y, a mis hijos Cantar en voz muy baja todas mis canciones.
Todo es olvido y muerte, pasan gimiendo A solas las olas y los vientos y la tierra Con sus nombres y sus hombres. Y allá al final de la oleada a lo Eterno Como ola evaporada. Hay un eco en cada canto y en Cada flor hay un perfume. Vendrá la noche de los siglos donde flotaran Espíritus como triunfadoras almas. Y allí estaré en prodigiosa espera Aguardando a mí amiga fiel, Que fue mi compañera.
CONTENIDO DEDICATORIA..................................................................................... 5 AGRADECIMIENTOS......................................................................... 7 PRÓLOGO............................................................................................. 9 AL LECTOR......................................................................................... 11 INTRODUCCIÓN............................................................................... 13 PENSAMIENTOS................................................................................ 16 SI ME QUEDA TIEMPO.................................................................... 18 MI BARCO DE PAPEL....................................................................... 19 MIS CUMPLEAÑOS........................................................................... 21 EL DÍA.................................................................................................. 23 LA NOCHE.......................................................................................... 24 EL AMANECER.................................................................................. 25 RECUERDOS....................................................................................... 26 REFLEJOS............................................................................................. 27 REMOLINOS....................................................................................... 28 ¿QUE ES AMOR?................................................................................ 29 LA RONDA DEL PASADO............................................................... 30 EN EL JARDÍN DE LAS CANCIONES........................................... 31 MI VALLE HERMOSO....................................................................... 33 GOTAS DE LLUVIA QUE LAS BRILLA EL SOL........................... 35 EL ÁRBOL............................................................................................ 37 ERA EL RÍO......................................................................................... 38 POR EMPINADAS LADERAS.......................................................... 39 AVECILLAS......................................................................................... 42 EL COCLÍ............................................................................................. 43 EN LOS ALARES DE MI CASA....................................................... 44 COSECHA DE MIEL.......................................................................... 45 CALEÑA.............................................................................................. 47 CAÑA DULCE.................................................................................... 48 AMADO MIO...................................................................................... 48
A TU PENA SUSURRANDO............................................................ 49 MI CASA.............................................................................................. 50 DE BUENOS AIRES BAJABAN........................................................ 51 VIEJA ESCUELA................................................................................. 52 MAYAGÜEZ 70 AÑOS....................................................................... 53 MANUELITA....................................................................................... 54 SEMEJANZAS..................................................................................... 55 SIMILITUDES...................................................................................... 56 EN EL JARDÍN DE LA VIDA........................................................... 57 JUGANDO Y SOÑANDO................................................................. 58 NIÑAS DE AHORA............................................................................ 59 LAS MANOS....................................................................................... 60 RESURRECCIONES........................................................................... 61 LA COLEGIALA................................................................................. 62 IDEAL................................................................................................... 63 PUBERTAD.......................................................................................... 64 A: OBSCURAS..................................................................................... 65 LA CARTA DE MI ABUELO............................................................. 66 EMBRIAGUEZ................................................................................... 69 NIÑA MORENA Y BELLA............................................................... 70 PRISIONERO DE LOS SUEÑOS...................................................... 71 MUJER.................................................................................................. 72 TU.......................................................................................................... 73 AROMAS.............................................................................................. 74 HUELLAS............................................................................................. 75 CONFESIÓN........................................................................................ 76 A: UNOS OJOS.................................................................................... 77 OJOS DE NIÑA................................................................................... 78 AIDA LUZ............................................................................................ 79 AQUEL BESO...................................................................................... 80 A TI MUJER......................................................................................... 81 PARA UNA FUTURA MADRE........................................................ 82 ELLA..................................................................................................... 83 LOS ABUELOS.................................................................................... 84
COMO UNA NUBE............................................................................ 85 A ELLA Y EL....................................................................................... 86 LA PULCRITUD DE UN MAESTRO............................................... 87 A: UN MAESTRO............................................................................... 88 ¡VIVA COLOMBIA!............................................................................ 89 DIVINA ILUSIÓN............................................................................... 91 AMÉRICO CALERO........................................................................... 92 SILVANA.............................................................................................. 93 MARÍA CAMILA................................................................................ 94 LA ETERNA SONRISA...................................................................... 95 LUIS MARIO LOPEDA ZUÑIGA.................................................... 96 A OLIVIA GARCERÁ........................................................................ 99 ANA MARÍA..................................................................................... 100 TODO PASO MAS NO ES OLVIDO.............................................. 101 NUESTRA ELEGÍA.......................................................................... 103 A LIBIA............................................................................................... 104 NO LLORES MADRE MÍA............................................................. 105 A MI ADORADA MADRE.............................................................. 106 El “TRASNOCHAO”........................................................................ 107 LAS NOCHES DE MI PUEBLO...................................................... 109 ES UNA HISTORIA NO ES CUENTO ES LA VIDA DEL VIEJO SAN PEDRO.......................................... 114 QUÉ BELLA ES LA NAVIDAD...................................................... 120 LAS MOLENDERAS........................................................................ 121 LA CASA DE MI AMIGA BERTHA.............................................. 122 “CABALLO DE PALO”.................................................................... 124 “MONDONGO”............................................................................... 126 LAS CUATRO ESTACIONES.......................................................... 127 MI ÚLTIMO ADIÓS.......................................................................... 131
Imágenes © Genaro Evelio Bedoya R. Primera Impresión Agosto de 2015
IMAGEN DEL AUTOR
El dolor y la alegría lo confunden Y en su corazón lo adhiere, Responsable en sus actos, Trabajador incansable Practico a la idea recogida Impulsándola a caminos más abiertos, Donde sus hijos son sus seguidores. Ama la música, las flores, las aves y todos los paisajes; Ama a la mujer, a la belleza y todo lo que la dicha En su interior corona para compartirlo Con su amada compañera. Un espectador anhelante y jubiloso A través del velo donde percibe a la muerte Como un vivir Eterno.
GENARO EVELIO
Robador de ideas, admirador de la palabra Hablada o escrita, en la cual toma su posición Entre la realidad que lo circunda o lo atrae. Un poco incauto, temperamental y estricto en sus haberes; En sus pensamientos solo abre el camino de sus sueños Buscando nuevos horizontes.
GENARO EVELIO