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LETRAS
Swami Parra Morales
MAESTRÍA EN DIRECCIÓN DE NEGOCIOS GASTRONÓMICOS, MENCIÓN HONORÍFICA (2020), GRAND DIPLÔME, LE CORDON BLEU, MÉXICO. DIPLOMADO EN FUNDAMENTOS DE NUTRICIÓN. UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA, MÉXICO Y OTRO EN “FUNDAMENTALS OF RAW CUISINE” EN MATTHEW KENNEY CULINARY. ESTADOS UNIDOS.
Fundó y dirige la “Academia Culinaria SPM Gourmet”. Ofrecemos instrucción culinaria especializada con un enfoque especial en nutrición y estilo de vida saludable, ubicada en Club de Golf Valle Escondido, Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
La pandemia significó para mí una de las más grandes enseñanzas de mi vida, tanto personal como profesionalmente. Las clases en la academia antes de la pandemia eran únicamente presenciales por lo que en un inicio nos vimos en la penosa necesidad de cerrar nuestras puertas. La situación inicial era de una total incertidumbre. Todos los proyectos que se tenían para el 2020 fueron en un principio aplazados y más tarde, conforme al desarrollo de la contingencia, finalmente cancelados. El panorama al pasar los meses fueron cada vez más negros y el peor esquema que vislumbrábamos era el cierre total de la academia. Sin embargo, al correr los meses también hubo tiempo de pensar y crear nuevas alternativas para seguir en el mercado. La academia culinaria es la culminación de sueño que se fue gestando a lo largo de muchos años. Fue producto de una pasión personal por las artes culinarias y de mucho trabajo, esfuerzo e inversión, por lo que no era una opción que desapareciera. El reto principal fue el de adquirir y aprender nuevas tecnologías para modificar el esquema de clases presenciales por el modelo virtual. En mi caso tuve asesoría y apoyo técnico para la obtención y manejo de equipo de imagen y sonido, además de aprender el uso de plataformas nuevas (como Zoom) para la transmisión de las clases en línea. También se tuvo que hacer modificaciones en los programas ya que la manera de enseñar en línea es muy diferente a la presencial, sobre todo para clases de cocina.
Aunado a todo esto, también se bajaron los precios de las clases para hacer más atractiva la oferta y compensar el hecho de que las clases fueran en línea, lo que representaba a su vez, un decremento en ingresos para la academia. Estos momentos fueron de gran incertidumbre al tener una total inseguridad de la respuesta de nuestros alumnos y alcanzar el nivel de ingresos para poder permanecer en el mercado. La respuesta fue muy positiva. Las clases tuvieron un buen quórum desde la primera sesión que ofrecimos. Tuvimos escasos problemas técnicos que fuimos solucionando en las primeras sesiones. Sorpresivamente nuestra cartera de clientes creció y la academia extendió sus fronteras, (gracias al mayor alcance de una plataforma virtual) a otras ciudades e incluso al extranjero. Creo que la mayor lección ha sido que no hay que darnos por vencidos ante situaciones que pueden parecer catastróficas ya que siempre hay una alternativa. La maestría me enseñó a identificar amenazas y transformarlas en oportunidades. El mensaje que les dejo ustedes los recién egresados es que además de perseguir nuestros sueños hay que seguir trabajando en ellos todos los días. Que el éxito no llega solo, se necesita mucho trabajo, disciplina y compromiso y que el verdadero éxito es la satisfacción que nos queda al saber que dimos “todo” por nuestro sueño.
Estos cuatro testimonios tienen algo en común, si bien todos se sintieron desconcertados al principio, ninguno dejó que la incertidumbre les paralizara, en el camino han tenido aciertos y desaciertos; a todos les preocupó no solo su bienestar también buscaron la ventura de su equipo de trabajo en la medida de lo posible y se enfocan en las oportunidades que les brindaba el nuevo escenario, las siguen buscando y continúan encontrándolas, en un esfuerzo por procurar el bien común.