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PRESENTACIÓN

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MÉXICO NOS NECESITA HOY QUIZÁ MÁS QUE NUNCA…

CARTA EDITORIAL

Lic. Gloria Laura Septién Crespo Rectora del Instituto de Estudios Superiores de Tamaulipas

NOS VEMOS EN: www.anahuac.mx/generación-anahuac Facebook: AnahuacEgresados Instagram: generacionanahuac Twitter: @anahuacegresado

Atodos los egresados de la Red de Universidades Anáhuac, sin distinción. Lo que se ha sembrado en nuestra educación tiene que florecer ahora en los surcos de la Patria. La división y el resentimiento no construyen civilización, solo el servicio a los demás es capaz de plantarle cara a la decepción que, cotidianamente, nos sirven las noticias. No podemos decepcionarnos de algo tan sagrado como la herencia de nuestros padres. Voltear la mirada hacia otras realidades, alzarnos de hombros y decir "a mí qué más me da", es justamente lo contrario del liderazgo en valores que constituye la esencia Anáhuac.

Se ha repetido muchas veces -sin que se haga carne- el pensamiento de Sören Kierkegaard en el sentido de que los valores no son nada si no hay alguien que alce la mano y diga yo. “Yo encarno la justicia, yo encarno el respeto a la dignidad de toda persona humana, yo apuesto por la vida en su totalidad, por el combate a la desigualdad, por el maravilloso trabajo que consiste en hacer realidad, aquí y ahora, el reino de Dios”.

Cuando hablamos de un México roto: ¿nos sentimos responsables de volver a unirlo? En Soñemos juntos el camino a un futuro mejor, el Papa Francisco le dice a Austen Ivereigh: "Necesitamos proclamar que ser compasivos, tener fe y trabajar por el bien común son grandes metas de vida que requieren valentía y reciedumbre; mientras que la vanidad, la superficialidad y la burla a la ética no nos han hecho ningún bien". Debemos cambiar lo que podemos cambiar, en acciones concretas, privilegiando la unión, rechazando, como se rechaza una amenaza, el odio y el desprecio a los más débiles.

Esta es la hora de México, es la hora de los valientes, de aquellos hijos de Dios que saben diseñar mejores maneras de vivir en nuestro suelo. Ustedes y nosotros.

Podemos ser una fuerza generadora de cambio si cada quien asume la responsable opción por el bien del otro. Es una pasión, una divisa enarbolada por los egresados de esta universidad. Es el liderazgo que se asume, y que al asumirse dice "yo soy capaz de hacer el cambio que mi país requiere". En suma, se trata de la conversión del corazón. Tarea permanente de una comunidad que desea encontrar a Dios en medio de la tormenta.

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