BOLETÍN DEL CENTRO DE ESTUDIOS PERSPECTIVA SUR 7 de octubre de 2012 / Año 2 / Nro. 10
Políticas para las Industrias Culturales Las políticas culturales en la cultura política por Federico Moreno Industrias culturales, políticas públicas y nuevas tecnologías por Cecilia Gil Mariño y Luis Cecchi “En la región Puglia se ha generado una verdadera contratendencia en el ámbito de la política cultural” entrevista con Francesco Manna Industrias culturales. Conflictos y debates pendientes por Hernán Gullo y Nicolás Wainszelbaum Gestión cultural para el desarrollo por Bruno Maccari y Pablo Montiel
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Sumario
DIRECCIÓN EDITORIAL: Gallo Gustavo Sehtman Alejandro
Las políticas culturales en la cultura política. Por Federico Moreno.
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Cultura para y desde los pueblos. Industrias culturales, políticas públicas y nuevas tecnologías. Por Cecilia Gil Mariño y Luis Cecchi.
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“En la región Puglia se ha generado una verdadera contratendencia en el ámbito de la política cultural” Por Perspectiva
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Industrias Culturales. Conflictos y debates pendientes. Por Hernán Gullo y Nicolas Wainszelbaum.
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REDACCIÓN: Batista Pamela FOTOGRAFÍA: Galli Lucía Bulnes 1136 Cuidad Autónoma de Buenos Aires Tel: (011) 3971-9123 Perspectiva@ceps.org.ar
Gestión cultural para el desarrollo Por Bruno Maccari y Pablo Montiel.
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ESCRIBEN EN ESTE NÚMERO: Moreno Federico Cecchi Luis y Gil Mariño Cecilia Wainszelbaum Nicolas y Gullo Hernán Montiel Pablo y Maccari Bruno
PERSPECTIVA es una publicación periódica del CENTRO DE ESTUDIOS PERSPECTIVA SUR (CEPS). Tiene como principal objetivo pensar los principales desafíos que nos presenta la realidad política, económica y social, a nivel nacional e internacional. En cada número se propone el abordaje de una temática específica desde los puntos de vista de distintos autores que tienen relación directa con ella. El CEPS es el centro de estudios de la asociación civil GENERACIÓN POLÍTICA SUR (GPS) que tiene como objetivo aportar a la construcción y el fortalecimiento de prácticas, actores e instituciones que logren profundizar y expandir la democracia y la justicia social. Para ello promueve activamente el debate público y la producción y circulación de conocimiento sobre las acciones que deben emprenderse para disminuir las desigualdades sociales en todas sus formas, profundizar la dimensión solidaria del federalismo y ampliar el ejercicio de los derechos democráticos.
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Editorial En este nuevo número de Perspectiva se presentan distintas miradas sobre la producción cultural. En la actualidad casi todos los países de Latinoamérica cuentan con políticas de promoción de las industrias culturales. La producción audiovisual, sobre todo tras la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ha colaborado en el mayor dinamismo dentro del espacio de las industrias culturales. Los productos para la televisión, la industria editorial, cinematográfica y discográfica, así como las producciones y ferias artísticas han experimentando un gran aumento no sólo en cuanto a su demanda sino también en la oferta. Sostener y acrecentar la participación de este tipo de industria en el PBI requiere de una gran inversión en recursos tanto del sector privado como del sector público. También, necesita de la vinculación con los procesos productivos regionales. Sin dudas, este proceso es uno de los grandes desafíos futuros que comparte el sector gubernamental -en todos sus niveles- y el sector privado. En este número, el artículo de Federico Moreno aporta datos interesantes sobre la inversión en cultura y trabaja la relación entre la cultura y la política, aprovechando la discusión sucedida en la apertura de la Feria del Libro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El texto de Cecilia Gil Mariño y Luis Cecchi indaga las políticas públicas ligadas a las Industrias Culturales y cómo se incorporan las nuevas tecnologías en su proceso. Sigue una entrevista a Francesco Manna, asesor internacional de Nichi Vendola, Presidente de la región de Puglia, Italia, donde se abordan las características de las políticas culturales en dicho país. Por su parte, Hernán Gullo y Nicolas Wainszelbaum traen a cuenta los desafíos, debates y conflictos en torno a las Industrias Culturales de la Provincia de Buenos Aires y las estrategias que se desarrollan para potenciar su impacto. Por último, Pablo Montiel y Bruno Maccari presentan una reseña de su libro “Gestión Cultural para el Desarrollo”.
por Federico Moreno *
Las políticas culturales en la cultura política La coyuntura La inauguración de la Feria del Libro en la Ciudad de Buenos Aires es nuevamente escenario de debates políticos. A la ya conocida polémica entre Horacio González y Mario Vargas Llosa en la edición del año 2011 se le suma otra, en esta ocasión entre funcionarios del gobierno nacional y de la ciudad capital. Durante la inauguración de este año de la cita anual con la cultura del libro y la industria editorial se cruzaron los funcionarios rectores de la política pública cultural y educativa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Nación, reviviendo la polémica desatada por la medida de regulación aplicada por la Secretaría de Comercio de la Nación sobre la importación de libros y revistas. Medida que fue revisada y ajustada para no transformar en un trámite engorroso de importación la mera compra de libros y revistas proveniente de otros países. Ahora bien, la rectificación de la medida fue consecuencia en parte de las críticas provenientes de diversos sectores afines y críticos del gobierno nacional y la amplificación que tuvo en los medios de comunicación. Durante la inauguración de la feria las críticas del Ministro de Cultura de la Ciudad dirigidas a los funcionarios nacionales fueron recogidas por el diario La Nación del viernes 20 de abril y contienen frases como: “[las medidas tienden a] castigar a los lectores” y a “entorpecer la libre expresión de ideas” o “no es lo mismo importar libros que perfumes”.
La política cultural En lo que respecta al Estado Nacional y la jurisdicción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se podría intuir la relevancia del sector de la política pública cultural por la evolución de los presupuestos públicos. En ese sentido la Ciudad Autónoma de Buenos Aires concentra la mayor parte de las llamadas industrias creativas del país (que incluyen desde industria editorial, musical, artes visuales y artes escénicas, junto con las industrias del diseño y la industria audiovisual), cuyo valor agregado a la economía de la ciudad representaba en el 2009 un 8,7%. En el ámbito de la nación, por otra parte, el conjunto del sector de las industrias culturales representa alrededor de un 3,5% del PBI.
Si siguiéramos esos aumentos en el presupuesto de cultura en serie desde el 2003 al 2009 notaríamos una media de crecimiento de aproximadamente el 24% en el presupuesto de la Secretaría de Cultura de la Nación. En ese periodo en el Ministerio de Cultura de la Ciudad “se detecta un crecimiento en todos los años, con un fuerte pico en el 2006 (más del 50% de crecimiento interanual) y en el 2008 (más de 35%). En los dos años restantes, 2007 y 2009, el crecimiento interanual ronda el 20% […] En los dos años siguientes, la evolución es pareja en relación al gasto total, para ubicarse en el 9% en 2009, más de 10 puntos por debajo del crecimiento del presupuesto general”3 .
La cultura política El sistema de producción cultural presenta instancias de producción, distribución, cambio y uso con una compleja interdependencia. Por eso una política cultural sobre un área específica del sistema, como puede ser la de los bienes y servicios producidos en la industria editorial, por poner un caso, debería considerar todos esos aspectos en su conjunto e intervenir en aquellos que considere necesario dinamizar para fortalecer el conjunto. Las medidas regulatorias de la Secretaría de Comercio de la Nación criticadas por el Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, pueden haber sido pensadas en línea con una política de manejo de divisas y/o de la protección de la producción económica y simbólica nacional, pero la forma de implementación desluce la orientación final de las mismas. Ahí es donde el eco mediático, que abunda teniendo en cuenta el panorama de la prensa, la TV y la radio actual; es capitalizado por las fuerzas opositoras, como ocurrió con los dichos y desdichos del Director de la Biblioteca Nacional en el 2011. Si una mirada sobre los presupuestos puede otorgar ciertas orientaciones en cuanto a políticas culturales, el dato de las inauguraciones de la Feria del Libro podría dar cuenta, más que de políticas culturales, de una de las formas de la cultura política actual.
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Presupuestos Nacionales en Secretaría de Hacienda http://www.mecon.gov.ar/onp/html/#
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Datos del los presupuestos del Ministerio de Hacienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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Datos del SInCA en; “Hacer la cuenta”. La gestión pública de la Argentina a través del presupuesto, la estructura institucional y la
En cuanto al presupuesto destinado a los organismos rectores de la política pública cultural en el año 2012, la Secretaría de Cultura de la Nación contaba con $589.927.318, lo que representa un aumento del 36% respecto a los $432.821.050 del 20111. Mientras que el Ministerio de Cultura de la Ciudad cuenta con $903.574.694 frente a los $867.619.299 del 20112, lo que representa un aumento interanual del 4%.
infraestructura. - 1a ed. – Buenos Aires: Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, 2010.
* FM es Politólogo-UBA, Master en Gestión Cultural- Universidad de Barcelona y Docente en las materias Industrias Culturales IV (UNTREF Virtual) y Polítiicas Culturales (UNTREF). 3
por Cecilia Gil Mariño y Luis Cecchi * CuLTuRA PARA y DESDE LOS PuEBLOS
Industrias culturales, políticas públicas y nuevas tecnologías La conformación de una sociedad de masas en los primeros decenios del siglo pasado rápidamente impulsó el desarrollo de las industrias culturales y del entretenimiento en nuestro país. Tempranamente, el Estado comprendió su importancia tanto política como económica. En este sentido, la Argentina muestra una gran concentración de su producción cultural en la región metropolitana; en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la incidencia económica de las industrias culturales supera el 8% del producto bruto geográfico, aunque en los últimos años, en las provincias han comenzado a identificarse nuevas experiencias de gestión cultural auspiciosas para el desarrollo cultural del país. Asimismo, el desarrollo de las industrias culturales tiene un rol fundamental en los procesos de configuración de las identidades culturales. Desde una perspectiva que contemple el ejercicio y el disfrute de las manifestaciones y expresiones culturales como derechos de carácter fundamental, éstos se tornan elementos básicos para la cohesión y la inclusión social. En este sentido, para que las industrias culturales contribuyan a un proceso de crecimiento económico que contemple a los diferentes actores de la producción cultural, así como a un fortalecimiento de identidades culturales plurales y liberadoras frente a una lógica puramente de mercado, es necesario el desarrollo de políticas públicas que garanticen estos derechos. En los últimos años, la revolución tecnológica, especialmente las tecnologías asociadas a la información y a la comunicación, transformaron radicalmente el escenario cultural social. No sólo se vieron modificados los nuevos patrones de consumo, sino también las formas de producción cultural. Así, emergieron nuevos productores culturales que con un “click” presentaban su producción de cara al mundo. No obstante, esta apertura, si bien ampliaba el círculo, tensaba la soga también para quienes se vieron privados del uso de estas tecnologías, generando nuevas formas de exclusión. Este nuevo contexto planteaba nuevas responsabilidades para el Estado y la sociedad, por las que el diseño de una política cultural debía considerar la democratización del acceso a la información y a la conectividad para disminuir la brecha digital. Reconocer la potencialidad del vínculo entre la cultura y el desarrollo económico y tecnológico se vuelve indispen4
sable para propiciar la igualdad de oportunidades en la producción y el acceso a los bienes y servicios culturales, para fomentar la participación popular en las industrias culturales y en las comunicaciones. Las nuevas tecnologías, por otra parte, han revolucionado las manifestaciones culturales en sí mismas, “el medio es el mensaje” (Mcluhan), y así, colaboran a la definición de una “nueva cultura”. En este sentido, el hogar, el espacio privado, como modo de acceso al consumo cultural fortalecido por el rol vertebral de Internet, lleva al desarrollo de nuevos modelos de negocios que buscan la interacción y retroalimentación de la virtualidad, la experiencia en vivo y el cruce de las diferentes industrias culturales. En el plano local, a partir de la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (26.522), el Estado argentino encaró una serie de políticas públicas, vinculadas entre sí, que buscaron actuar sobre el desarrollo de obras de infraestructura tecnológica, el fomento de contenidos de calidad y el acceso a estas nuevas herramientas de manera igualitaria, inclusiva y federal. Entre estas políticas se encuentran el Plan Conectar Igualdad, el desarrollo de la Televisión Digital Abierta (TDA), el Plan Nacional de Telecomunicaciones “Argentina Conectada” y el Plan Nacional “Igualdad Cultural. Inclusión en la diversidad”, que concibe el acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y a la cultura como un derecho fundamental de todos los habitantes de la Argentina. Esta iniciativa se propone generar las condiciones para propiciar en todo el país la igualdad de oportunidades en la producción y el disfrute de los bienes culturales, y el acceso a las nuevas formas de comunicación. Los desafíos de cara al futuro nos plantean la importancia de profundizar el delineamiento de políticas públicas que regule el mercado de las industrias culturales de un modo más justo para los diversos productores culturales. Fomentar la cultura para y desde los pueblos, tiene como objetivo fortalecer la función social de los procesos identitarios, así como también alentar la sustentabilidad económica de estos proyectos que potencie su capacidad transformadora y liberadora.
* CGL es Historiadora-UBA, cursa la Maestría en Teatro y Cine Argentino y Latinoamericano-UBA, es doctoranda en Historia UBA/CONICET, miembro de la Dirección de Cultura y Producción Audiovisual de GPS.
* LC es Licenciado en Ciencia Política (UTDT); Miembro de la Comisión de Planificación y Coordinación del Plan Nacional “Igualdad Cultural. Inclusión en la diversidad”, Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios e Investigador del Centro de Estudios Perspectiva Sur (CEPS). 5
ENTREVISTA CON FRANCESCO MANNA
“En la región Puglia se ha generado una verdadera contratendencia en el ámbito de la política cultural” EL ITALIANO FRANCESCO MANNA, ASESOR INTERNACIONAL DE NICHI VENDOLA, EL PRESIDENTE DE LA REGIóN PuGLIA, VISITó LA ARGENTINA PARA PARTICIPAR, DuRANTE MARzO DE 2012, DEL PRE MICA NEA, uNA ACTIVIDAD ORGANIzADA POR LA SECRETARíA DE CuLTuRA DE LA NACIóN. LuEGO DE OFRECER uNA CHARLA SOBRE LAS POSIBILIDADES DE DESARROLLO REGIONAL DE LAS INDuSTRIAS CuLTuRALES, EN DIáLOGO CON PERSPECTIVA, MANNA ExPLICó LOS LINEAMIENTOS y ALCANCES DE LA NOVEDOSA MANERA DE GESTIONAR CuLTuRA quE yA ES EL SELLO DISTINTIVO DE ESA REGIóN DEL SuR DE ITALIA.
–¿Cómo caracterizaría la relación actual en Italia entre cultura y políticas públicas en la materia? –Desde hace aproximadamente una década, las políticas nacionales sobre la cultura y la creatividad señalan una progresiva reorganización de la inversión pública para el sostén del sector. Italia invierte cada vez menos dinero público en las políticas culturales, y en 2010, llegó a destinar la mitad de los recursos que diez años atrás. Esta inversión decreciente, además, ha seguido siempre la lógica de la contribución a la actividad y nunca a la estrategia de desarrollo de una línea productiva. En un vacío normativo y político en el ámbito central, las regiones italianas han tenido que diseñar las políticas culturales en forma autónoma y con sustanciales diferencias de estrategia y de resultados conseguidos. –Esto significa que las regiones han debido diferenciarse fuertemente del gobierno nacional... –Exactamente. En el caso de nuestra región, esta diferenciación ha dado lugar a la generación de una verdadera contratendencia en el ámbito de la política cultural. Si bien somos un área meridional y con menos recursos que las demás, hemos logrado superar muchas de las restricciones que impone un marco nacional de desvalorización de la cultura y del arte y de abandono del patrimonio público, que ha tenido una línea de total continuidad en todos los últimos gobiernos. 6
–¿Cuáles son los pilares de esta política regional alternativa a la nacional? A través de varios programas e instrumentos normativos, en los últimos cinco años, Puglia ha encaminado una compleja política de apoyo a la línea productiva de la cultura y la creatividad, con el objetivo de promover el pluralismo y la diversidad cultural en el acceso al mercado de todos los actores del sector y en la ampliación de la oferta; en la consolidación de una red de espacios para la experimentación, la innovación y desarrollo empresarial en el sector. –¿Qué lineamientos guían a la región Puglia en sus programas destinados a la cultura? –Desde 2005, la estrategia regional para el desarrollo de la industria creativa se basa en la acción de políticas incidentes en diversos sectores de la acción regional: desarrollo económico, turístico y cultural; líneas orientadas a la juventud, y a la formación y capacitación profesional. En esta dirección, se buscó intervenir en ámbitos como la demanda cultural, en general; y en el espectáculo en directo, el cine y el audiovisual, las artes visuales y las nuevas ideas empresariales de jóvenes menores de 32 años de edad, en particular. También se propone incentivar la colaboración entre empresas pertenecientes a líneas paralelas, por ejemplo, turismo, formación, enología, gastronomía, diseño, etcétera. –¿Cuáles son las acciones que toman por eje a los productores artísticos y creativos? –En el actual contexto de producción y circulación de bienes culturales, es prioritario intensificar la interacción entre las diversas disciplinas artísticas y creativas, las instituciones académicas y científicas y los actores públicos y privados. Sin embargo, así como muchos productos artísticos son prototipos y estas experiencias pueden capitalizarse en el intercambio y la movilidad de los productos culturales y artísticos, también se apunta a mejorar las condiciones de trabajo de quien opera en el sector. –A partir de 2005, en Puglia, se comenzó a implementar una serie de líneas y programas, mencionados por usted al comienzo de esta entrevista, muchos de los cuales toman a los
jóvenes como motor de cambio. ¿Qué iniciativas destinadas a este sector de la población fueron emblema de esta nueva manera de gestionar la cultura? –La región Puglia viene trabajando en una serie de proyectos que tienen por objetivos reforzar la identidad y la producción, y crear una industria fuerte en los diferentes sectores que componen el área de la cultura. Entre estos programas, se realiza Ardientes Espíritus, que aborda las políticas juveniles. Se trata de un conjunto de intervenciones y acciones dedicadas a los jóvenes puglieses y a quienes trabajan con y por ellos. Este sector es un recurso fundamental para el desarrollo de la región, como verdadero motor del renacimiento social, económico y cultural. Con este programa, se busca habilitar su activa participación en todos los aspectos de la vida de la comunidad, para que aporten el valor agregado que los caracteriza: talento, creatividad, energía y espíritu de colaboración, y es a través de él que se organizan las becas Regreso al Futuro, que ya han entregado unos 60 millones de euros. También se convoca al concurso “Principios Activos-Jóvenes ideas por una Puglia mejor”, que financia proyectos pensados por la juventud y contempla un gasto total de € 7,5 millones. Otro de los hitos en las acciones destinadas a este sector de la población es Laboratorios urbanos: inmuebles inutilizados o abandonados, puestos en valor y dotados de equipamiento se transforman en espacios públicos apropiados por la juventud para llevar adelante iniciativas artísticas, experimentar las nuevas tecnologías y socializar. utilizando cerca de € 50 millones de recursos nacionales, la región Puglia ha financiado 71 proyectos de Laboratorios urbanos presentados por municipios, uniones de vecinos o autoridades locales. –¿Cuáles han sido las políticas implementadas para estimular las áreas más sensibles de la producción cultural, como el teatro, la danza y la música, entre otras? –Para promover el crecimiento cultural de la población, con Teatros Habitados, se introduce una nueva modalidad de gestión de los espacios teatrales y los recursos financieros públicoprivados: la colaboración de los entes locales y provinciales, los propietarios de espacios teatrales y las compañías regionales de danza. Este proyecto prevé 12 residencias teatrales des-
plazadas sobre el íntegro territorio regional por un total de 18 compañías regionales de producción de teatro y danza. Destinado a desarrollar la música local, el programa Puglia Sounds tiene el objetivo de crear un mecanismo virtuoso entre producción y distribución de espectáculos puglieses, nacionales e internacionales. Es una revolución para quien hace música, para quien la distribuye, la produce y la escucha. Así, se busca el sostén de artistas, empresas y sujetos culturales a través de instrumentos económicos y prácticas gestionales, para ampliar y consolidar la oferta cultural y su distribución. También las acciones se dirigen a sostener la producción cultural cinematográfica y audiovisual. Para eso, se creó la Apulia Film Commission, que se propone atraer inversiones en el sector audiovisual y ofrece servicios gratuitos a las producciones y a los autores. Otro de los aspectos abordados por las políticas destinadas a la cultura se relaciona con el patrimonio arquitectónico de la región: Intramoenia Extra Art-Castillos de Puglia promueve una sinergia entre valorización y tutela del bien. El arte contemporáneo es protagonista en castillos y edificios históricos de Puglia, para incentivar el turismo y reforzar el conocimiento de la identidad territorial en el extranjero. Estos programas, de los que sólo mencioné algunos ejemplos concretos, muestran el interés que existe en la región Puglia por interpelar e incluir a todos los actores involucrados en la cadena creativa y productiva de la cultura para expandir, de este modo, las posibilidades de una industria pujante, revalorizando, siempre, los aspectos más propios de la identidad pugliese.
FM es Asesor internacional del Presidente del Gobierno de la Región Puglia (Italia). Participó del pre encuentro de la Región NEA del Mercado de Industrias Culturales Argentinas, impulsado por la Presidencia de la Nación Argentina. 7
Construir comunidad por Hernán Gullo y Nicolás Wainszelbaum * INDuSTRIAS CuLTuRALES.
Conflictos y debates pendientes. Inmersa necesariamente en lógicas económicas, culturales y sociales a la vez, el complejo entramado que significa desarrollar políticas para las Industrias Culturales engloba preguntas, cuyas respuestas revisten distintas aristas. Es por esto que un conjunto de políticas centradas en este tema no debería dejar de atender los contextos locales, los actores que forman parte de cada cadena del sector y los públicos o audiencias que participan del consumo de estos bienes y productos. De este modo entendemos que la producción –y el consumo- de cultura está imbricada en una serie de tensiones y conflictos, propios de un “Campo” (Bourdieu) y que en el caso de las Industrias Culturales es un potente generador de imaginarios simbólicos. quizás aquí resida su valor cultural, pero también político, amén del económico, por lo que es indispensable una lectura correcta del mismo. Es necesario entender particularidades que nos permitan adecuarnos al contexto de la Argentina del que podemos recortar dos nuevas situaciones: por un lado, la tensión entre un sector de producción global y otro local, que tiene su expresión en un mercado compuesto por empresas nacionales y multinacionales, usualmente oligopólicas y con distintas maneras de entender su accionar y abordar los negocios. Es central entonces, comprender el rol del Estado en esta desigual producción cultural y su influencia en los modos de consumo, a la hora de plantear las reglas del mercado y el uso de las TIC´s. Por otro lado, la presencia de un mapa que plantea una enorme concentración de Industrias Culturales en la Ciudad de Buenos Aires, sobre el cual es imperante operar para generar nuevos focos de emergencia, circulación y adquisición de cultura. Es necesario trabajar sobre esta lógica para romper con la producción unidireccional desde Capital Federal hacia el resto del país y así pensar en otros circuitos y esquemas. Estos conceptos aparecen como base para pensar en políticas para las Industrias Creativas en la provincia de Buenos Aires por un territorio extenso y heterogéneo en lo cultural, lo político y lo geográfico, presenta una desigual distribución de su población. En este sentido el Gobierno, encabezado por Daniel Scioli, entendió la centralidad del tema para el desarrollo económico y cultural y nos encomendó, a través de Juan Carlos D´Amico1, presidente del Instituto Cultural, el diseño de una serie de políticas y herramientas de gestión para abordar el tema en toda su anchura y complejidad. 8
El diagnostico era claro: una inscripción muy limitada del tema de las Industrias Culturales en la agenda política de la provincia, escasas acciones de visibilidad para el sector y actores poco identificados. Entendimos que no había modo de desarrollar estrategias si no éramos nosotros mismos los que, en modo alguno, saliéramos a construir nuestro propio relato de sectores. Así fue como comenzamos a hablar sobre este tema desde un lugar familiar y pensamos en el Folklore como un vehículo ideal para introducir este concepto y comenzar a operar sobre uno de los sectores más dinámicos de la cultura. El mapa de fiestas, artistas y productores que enmarca cada uno de los festivales de la provincia daban excusa y sustento para operar, al tiempo que impulsábamos nuestras propias plataformas. En este sentido “Marca Folklore” fue el puntapié inicial. Coincidimos en que hablar un mismo idioma, compartir canales, generar un primer entendimiento era el objetivo cero y también el modo de introducir una nueva lógica de trabajo. Desarrollamos así una extensa red de “Espacios de encuentro”, formato desde el cual a cada festival regional le agregábamos un nuevo condimento, una enorme red de profesionales de la industria que participaban con charlas, capacitaciones y rondas de negocios con los productores locales. El impacto fue inmediato. Al mismo tiempo que nos permitió obtener un preciso mapa del sector, posibilitó generar amplias convocatorias para consolidar nuestros catálogos de folklore, a partir de los cuales construimos un directorio anual de artistas a los que el gobierno de la provincia acompaña con shows en vivo, subsidios y asistencia técnica; y a los cuales invita año a año a participar del FIFBA, Festival Internacional Folklore Buenos Aires.
FIFBA: las nuevas comunidades del folklore El desarrollo del Festival Internacional Folklore Buenos Aires continúa, en relato de gestión, el trabajo semilla realizado en los espacios de encuentro. ya por su cuarta edición, se propuso poner en visibilidad a estos artistas en tanto permite la generación de nuevos públicos, a través de un formato que lo emparenta en calidad con otros festivales de nuevas músicas del mundo, y desarrolla plataformas para el desarrollo del sector. En la búsqueda de sumar propuestas, este festival de folklore latinoamericano trabaja su programación con artistas que toman sus orígenes como punto de partida, pero que en su andar son atravesados por el presente. Contempla un abanico de posibilidades que van desde los clásicos del género hasta momentos de intensa exploración sonora y construye distintas aristas definidas por un cruce generacional y estético que, lejos de generar un problema identitario crea una marca registrada y abre nuevos diálogos y puentes musicales. Así, las nuevas expresiones conviven
con los clásicos como Soledad Pastorutti o el Chaqueño Palavecino, bajo una mirada curatorial precisa que provoca y propone diversidad de formatos y audacia en nuevas propuestas vivenciales. Se torna compleja y desafiante la elección del lugar, las alianzas sectoriales y los canales a construir para llevar a cabo la “Comunidad FIFBA”. La Plata aparece, entonces, como punto central, una ciudad atravesada por la música y con un púbico heterogéneo conformado por miles de estudiantes universitarios que llegan desde todas partes del país. Esto evidencia la necesidad de enfocar el trabajo en el armado de estrategias segmentadas de comunicación que tenga como objetivos un profundo respeto por el espectador, una propuesta que escape a rótulos estancos de género, la universalización de la música como concepto aglutinador y la generación de una experiencia vivencial para el público, que logre que quien participe del festival tenga deseos de volver. Desde 2012, y luego de un sostenido trabajo de consolidación del sector musical de la provincia, el FIFBA desarrolla un mercado para la región con la presencia de 20 compradores de América Latina y Europa. De esta manera brinda una herramienta de vínculo para el ámbito local, posiciona
al festival a nivel internacional y genera, como ejercicio de gestión para la tarea que encabeza Juan Carlos D’ Amico, un rito fundacional en múltiples sentidos: la construcción de nuevos públicos para el folklore, la consolidación de un sector de estas características en la provincia, que funcionaría como plaza de negocios y la ruptura de una lógica centrista para la cual todo acto de consagración cultural debería pasar por la ciudad de Buenos Aires.
BAFILM: La Provincia en Foco. Así como el FIFBA marca un momento de comunión entre identidad, cultura y clara enunciación del impacto económico que provoca, también en materia audiovisual y editorial venimos desarrollando distintas plataformas. Es por esto que, desde nuestra llegada al Gobierno Provincial, hacemos hincapié en la formalización, posicionamiento y visibilidad del sector a través del BAFILM, Comisión de Filmaciones de la Provincia. Ésta relaciona, con un trabajo intenso de acercamiento, el nivel municipal, provincial y nacional en un proyecto transversal. De este modo, al igual que en el folklore, encontramos en la multiplicidad de paisajes la excusa perfecta para hablar de un área pujante y en cambio permanente. 9
Posicionar una comisión de filmaciones significó un intenso trabajo de formalización de trámites. A nivel provincial, a través de la creación de pautas consensuadas con los organismos de gobierno que apuntaron a lograr cierta previsibilidad en la industria audiovisual. Así, trabajamos sobre la temática de las locaciones de filmación a partir del desarrollo de comunicación que posibilitó la disponibilidad de datos y fotos de más de 5000 sitios de la provincia de Buenos Aires y en relación al trámite de permisos, nuestro compromiso de realizarlos en un plazo máximo de 5 días hábiles. A su vez, a nivel municipal, hemos logrado generar la apertura de 8 comisiones y otras tantas están en proceso de lograrlo. El proyecto se ve complementado además, con un intenso programa de apoyo a la exhibición, que incluye asistencia financiera a más de 10 festivales provinciales, la participación en el consorcio que organiza el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y la permanente circulación de nuestro Cinemóvil, que permitió la proyección de películas en más de 500 destinos de la provincia. Como resultado de este paquete de acciones se ha logrado incrementar, en este período, más de un 1000% la cantidad de permisos otorgados, permitiendo posicionarnos como la provincia más solicitada para filmar en todo el territorio nacional. 10
El gobierno de la Provincia ha entendido claramente la importancia central del desarrollo del sector en la construcción de la comunidad y trabaja en consecuencia. Entendemos que la decisión política se ha traducido en acciones concretas y en responsabilidad con esos objetivos. La realidad de las Industrias Culturales, de cualquier modo, requiere de un permanente replanteo y redireccionamiento de políticas que; mas allá de la construcción de nuevas redes, de la aparición de nuevos actores en el campo o la discusión de formatos o modelos de exhibición; siempre está planteado desde el claro lugar de acompañar a las Pymes y generar las mejores condiciones posibles para que su acceso al mercado sea lo más justo posible.
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NdeR: Al momento de la redacción de la nota Juan Carlos D´Amico se encontraba al frente del Instituto Cultural. En la actualidad, el Instituto es presidido por Jorge Telerman
* HG y NW forman parte del Instituto Cultural del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, que preside Juan Carlos D´Amico, en el que desarrollan distintas plataformas políticas de Industrias Culturales. Con anterioridad realizaron un trabajo similar en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
por Bruno Maccari y Pablo Montiel *
Gestión cultural para el desarrollo Cultura y desarrollo conforman un binomio cuyos términos mantienen una relación dinámica, dialéctica y valiosa, aún cuando muchas veces se encuentren en tensión. A pesar de ello, a menudo son desvalorizados por los responsables de la gestión cultural. A partir de esta comprobación, reunimos en el libro “Gestión cultural para el desarrollo. Nociones, políticas y experiencias en América Latina” de Editorial Ariel, una serie de reflexiones y experiencias con el objetivo de ilustrar desde diversas ópticas cómo la cultura puede colaborar en procesos de desarrollo humano, social, económico, e incluso, institucional u organizacional. Al hacerlo, priorizaron un enfoque pragmático y contextualizado, capaz de dar cuenta de cómo iniciativas vinculadas a la cultura y el desarrollo demarcan un nuevo ámbito de trabajo en los procesos de transformación social. En este libro enfocamos un conjunto de prácticas de diverso tipo llevadas adelante desde organizaciones de base cultural y urbana en ciudades con realidades muy diferentes como es el caso de Bogotá, Buenos Aires, DF, Lima, San Pablo y Santiago de Chile. Es así que las estrategias de desarrollo de recursos y gestión del trabajo voluntario en el caso de la Fundación ph15 de Buenos Aires, el caso de la Huaca Pucllana como modelo de articulación desde el Estado para la puesta en valor del patrimonio cultural y el desarrollo de Miraflores en Lima, el caso de Biblioteca Viva como modelo de mediación gerencial en espacios no convencionales para la promoción del libro y la lectura en la Región Metropolitana de Santiago de Chile, la metodología pedagógica de la Red de Faros como estrategia para la generación de ciudadanía en el Distrito Federal de México, los procesos de planificación a la actividad de sus Clubes de Arte, Tecnología y Ciencia y las estrategias transversales de innovación de Maloka en su aporte al desarrollo educativo, social y cultural de Bogotá y la comunicación del Festival SWu como estrategia para la difusión y concientización sobre el cuidado del medio ambiente en San Pablo (Brasil) son aportes para conocer y discutir procesos de gestión que hablan de una forma de encarar la gestión de la cultura propia de América Latina. Intentamos a partir del análisis de estos casos abrir un espacio reflexivo para futuros emprendimientos que se interesen en la cultura como condición desde donde avanzar hacia un desarrollo sólido, ético, diverso, sustentable y productivo.
* PM es Gestor Cultural. Licenciado en Política y Administración Cultural por UNTREF, y tiene diversos posgrados en materia de gestión cultural en instituciones como FLACSO, Universidad de Barcelona (España), Universidad Carlos III (Madrid, España), Universidad de San Andrés y The Kennedy Center for the Performings Arts.
* BM es Gestor Cultural. Licenciado en Artes por la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), Especialista en Administración Cultural por la Facultad de Ciencias Económicas (UBA), y posee posgrados en cooperación cultural por la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid, España) y el Ministerio de Cultura de España (Madrid, España). 11
El Centro de Estudios Perspectiva Sur (CEPS) es el centro de estudios de Generación Política Sur (GPS). Su objetivo es producir conocimiento para profundizar la democracia.
PERSPECTIVA es la publicación periódica del CEPS para pensar los principales desafíos que nos presenta la realidad política, económica y social. En cada número colaboran jóvenes investigadores con breves textos que expresan su punto de vista. perspectiva@ceps.org.ar
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