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JORGE VILADOMS Música sin fronteras
JORGE VILADOMS
PIANISTA Y FILÁTROPO
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Música sin fronteras
EL PRESTIGIOSO CONCERTISTA CONFIESA SU PASIÓN POR MÉXICO EN LA ÚLTIMA CAMPAÑA DE PORSCHE.
TEXTO JAVIER FERNÁNDEZ DE ANGULO FOTOGRAFÍA D.R.
EL PRESTIGIOSO PIANISTA ha vivido un año atípico, tanto desde el confinamiento en Suiza como en su fugaz visita a México. Pero su música no ha dejado de sonar, ni sus clases que tanto ama, en el conservatorio de Lausanne, eso sí, todo con las debidas medidas sanitarias. Su proyecto generoso, la Fundación Crescendo con la música, sigue ofreciendo ayuda a los más jóvenes y transformando su vida con notas musicales.
Testimonial de Rolex, su labor es un ejemplo para todos. En tiempos de la Covid-19, Crescendo con la música ha ofrecido a los niños contacto constante y les ha dedicado una plataforma digital para que su relación con la música no cese, ni su formación, compartiendo material educativo.
La Fundación señala en sus redes sociales: “En Crescendo más que nunca creemos en llevar la música a todas partes, porque la música traspasa las puertas de las casas, crea puentes, atraviesa fronteras, no hay nada más universal”. En los nuevos caminos que recorre Jorge nos comparte una nueva aventura y un homenaje a la Ciudad de México, “muy emocionado de compartirles esta colaboración con Porsche México para el lanzamiento del nuevo Porsche Macan”, señala en sus redes y le vemos recorrer con ilusión el centro histórico, “mi hermoso México”, como él dice. Echa mucho de menos su gente, los colores, los sabores, los olores, los sonidos. En el video vemos como por unos instantes cambia las teclas del piano por el confortable volante de Porsche para recorrer la capital de la República, sus calles, sus edificios, sus monumentos y muchos recuerdos. “Cada ciudad tiene una música muy especial” declara, “en mi México hay miles de sonidos, organilleros, músicos ambulantes. Esa mezcla de
Jorge Viladoms participa en el corto “Es momento” de Porsche para promover el lanzamiento del nuevo Porsche Macan.
sonidos es inspiración. Pasear por la ciudad, sus árboles, sus sombras, y también el silencio, “incluso Mozart dijo que el silencio entre las notas es tan importante como las notas” y él busca la pausa y el sigilo en su tierra natal, “las notas son las palabras del alma y a veces están en el silencio”, señala.
Con Nespresso y la Fundación ha hecho un gran proyecto al hacer un concierto y recaudar fondos para los niños de México, bajo la iniciativa Nespresso Editions que busca talentos para inspirar vidas, eligió a Jorge Viladoms para ayudar a los niños que apoya con la Fundación. “La música da valores, capacidades y ayuda a la integración social del niño y la familia”, subraya el concertista. “El lujo es sentirte libre, con las personas que quieres y te hacen feliz, la felicidad no está en lo que tienes si no en ti mismo, en lo que sientes”, reflexiona.
Hace un año, en enero, la Fundación durante los Juegos Olímpicos de la Juventud 2020 reunió a más de 20 jóvenes de México y Kenia con músicos de Suiza que unidos hablaron el mismo lenguaje universal de la música. Arte y música con una chispa que ilumina. El piano generoso de Jorge Viladoms, sigue sonando.
Ahora irá rumbo a las islas Maldivas donde sonarán sus notas en medio del Océano Índico y presentará un espectáculo musical con danza, con bailarines de la talla de Alexander Parish, británico y principal bailarín del Ballet Mariinsky de San Petesburgo y Julian MacKay, bailarín principal de la Compañía de Danza del Ballet de San Francisco. Todo esto sucederá en el paradisiaco Hotel Vela Private Island de Maldivas.
Su compromiso con la sociedad mexicana no cesa y sueña con cambiar las cosas desde su Fundación y cree firmemente que la música puede hacer milagros en los niños y ayudar a desarrollar sus capacidades, “si tú pones a 30 niños a pintar en un cuarto creas 30 dibujos, si pones a 30 niños a hacer música en un cuarto, haces una sinfonía” relata. Un ejército de violines, pianos, batutas, chelos, acompañan a Jorge a conquistar un mundo mejor. Con proyectos desde México, Kenia o Lausanne, sentencia: “la música puede cambiar la vida”.
