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ARTISTAS VIAJERAS
PIONERAS EN AFIRMAR SU OFICIO DE PINTORAS Y FOTÓGRAFAS, DESCUBRIMOS EL TRABAJO DE CUARENTA DESTACADAS FRANCESAS QUE RECORRIERON EL MUNDO, EN UNA AMPLIA MUESTRA EN LA LOCALIDAD GALA DE EVIAN.
PIONERAS EN AFIRMAR SU OFICIO de pintoras y fotógrafas, descubrimos el trabajo de cuarenta destacadas francesas que recorrieron el mundo, en una amplia muestra en la localidad gala de Evian.
“A los quince años, Alexandra recorrió a pie la costa belga, y a los dieciocho, todavía a pie, cruzó el San Gotardo, con sólo un impermeable y las Máximas de Epicteto”. Así recuerda el escritor Jean Chalon, biógrafo de destacadas mujeres, en uno de sus pasajes de su libro Dames de coeur et d’ailleurs, a la orientalista Alexandra DavidNeel (1868-1969).
Parte de la producción de esta polifacética mujer, que cultivó el periodismo, la música, la fotografía y fue una reconocida exploradora, entre otras facetas, forma parte de la exposición que ahora tiene lugar, bajo el título de Artistes voyageuses (Artistas viajeras), en la apacible localidad balnearia de Evian. Frente al lago Lemán, en el Palais Lumière, impresionante edificio que alberga desde hace más de tres lustros un museo, en el que se podrá disfrutar durante estos meses la muestra, que reúne el trabajo de alrededor de cuarenta mujeres artistas de un amplio periodo de la historia de Francia, entre la Belle Époque y finales de la Segunda Guerra Mundial; es decir, entre 1880 y 1944, más de seis décadas, a caballo entre dos siglos.
Porque mayo del 68 no fue el comienzo de la liberación de las mujeres. Los primeros movimientos feministas empezarían mucho antes, sacándolas de las labores domésticas e involucrándolas en la realidad social de duros periodos, como la primera y segunda contienda. Aunque no fueron al frente, sí lucharon por un mundo mejor, hasta formando parte de la resistencia gala, en los años duros de la ocupación, como lo hicieran Denise Jacob, conocida como Miarka, o Lucie Aubrac, entre la larga lista de valientes féminas.
Arriba, un par de obras de Aymé Alix que datan de los años 30 y otra de Ackein Marcelle de 1923. Abajo, El Palais Lumière que alberga la exhibición Artistes voyageuses hasta mayo 21.
La muestra expone el trabajo de mujeres artistas y fotógrafas de la Belle Époque hasta la Segunda Guerra Mundial.
Será mucho antes, en 1881, en el país de Camille Claudel, donde se fundaría la Unión de Mujeres Pintoras y Escultoras, y dos décadas después, la Escuela de Bellas Artes de París, que albergaría dos talleres reservados a las mujeres, uno para desarrollar la escultura y el otro la pintura. Tanto como la Académie Julian forma a profesionales, que con ayuda económica, viajaban dentro y sobre todo fuera de Francia, de África a Oriente; en busca de inspiración. Son nouvelles femmes, “actrices de su destino”, entre las que no faltan pintoras orientalistas galas, como Marie Caire-Tonoir, Marie Aimée Lucas-Robiquet o Andrée Karpelès.
Mujeres algunas que, en lugar de pinceles, tendrán una cámara fotográfica en sus manos, como Denise Colomb o Thérèse Le Prat, aunque todas con ganas de dar testimonio de lo que veían, por medio de cuadros o fotografías, en este grupo también había dos artistas de origen chino, Fan Tchunpi y Pan Yuliang, formadas en Francia y quienes más tarde recorrerían Europa y su país de origen.
Alrededor de doscientas pinturas, esculturas, dibujos, afiches y fotografías, acompañadas de un voluminoso catálogo, donde además de apreciar el peso y la evolución de mujeres en pro de su eman- cipación, en el mencionado periodo, asistimos a la expansión colonial de ese país. Artistes voyageuses se puede ver hasta el 21 de mayo en el Palais Lumière de Evian, y entre el 24 de junio y el 5 de noviembre, en el Musée de Pont-Aven, localidad de la región de Bretaña, en la que Gauguin y otros artistas desarrollaron su talento.
Muchas de las obras están influenciadas por el orientalismo, así como los viajes hacia el norte de África durante la decada de los años 20.
Como reinas
Evian, cuna del agua mineral del mismo nombre y famosa en el mundo entero, alberga uno de los grandes hoteles de Francia, el Royal. Marcel Proust lo adoraba y se encuentra entre las celebridades que lo frecuentaron, así como multitud de mujeres importantes, como la poeta y novelista Anna de Noailles, las cantantes Édith Piaf, Juliette Gréco y Barbara Hendricks, y las actrices Claudia Cardinale o Isabelle Adjani, entre la larga lista, sin olvidar cabezas coronadas como la de la Reina Madre de Inglaterra.
De arquitectura inspirada en el Art Nouveau, fue inaugurado en 1909 y desde entonces figura entre los establecimientos más prestigiosos europeos, donde el servicio es extremadamente cuidado y en el que, por tanto, no falta detalle. A descubrir su restaurante Les Fresques (1 estrella Michelin), a cargo del chef Patrice Vander, que propone multitud de platos elaborados con productos locales. Una auténtica delicia para damas y caballeros.