El “Niñ@ Interior” simboliza nuestro ser emocional, esa parte nuestra que creció en un entorno familiar determinado y que, a muy temprana edad, empezó a ser condicionada por éste.
Todos tenemos, en mayor o menor grado, heridas emocionales que, si no hemos trabajado en sanar, actúan interfiriendo en nuestras relaciones, nuestro trabajo y nuestro bienestar.
Cuanto más conozcamos ese “niñ@ interior” herido y aprendamos a acogerlo y a sanarlo, más capaces seremos de conseguir que esta parte de nuestra psique trabaje a nuestro favor en lugar de emplear energía “peleándonos” con ella.