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NOTA EDITORIAL

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El presente número de la Revista Sigma está dedicado a los fenómenos de la moda y el erotismo en el desarrollo de la vida cotidiana. Si bien nuestro número 13 se enfocó en el estudio de la pornografía, nuestros compañeros y amigos sociólogos, tanto egresados como estudiantes de sociología, en Colombia y en América Latina, ven, en las temáticas de la moda y lo erótico, un campo fértil y poco trabajado en la academia sociológica, por lo que, en algunos casos, los convirtieron en sus propios temas de profundización y especialización.

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Si bien los fenómenos sociales de la moda y lo erótico fueron trabajados por algunos de los clásicos de la sociología –especialmente Georg Simmel, quien ve en la moda una manera en la que se fomenta la acción recíproca y el establecimiento de círculos sociales y, por ende, un componente fundamental en la construcción de sociedad–, la academia sociológica había dejado de lado estos estudios para dedicarse al análisis de instituciones y sistemas, es decir, de estructuras sociales. Y no fue sino hasta el último tercio del siglo xx que la sociología, como ciencia, empezó, al menos públicamente, a abrir las puertas al análisis de la moda y el erotismo como elementos legítimos de análisis, puesto que dichos fenómenos crean sociedad.

El siglo xxi ha traído nuevos retos para la academia sociológica: la creación de nuevas formas de conexión con el mundo a través de la internet, la expansión de las redes sociales; expresiones artísticas como la música y, sobre todo, la explosión del reconocimiento de identidades de género, alternativas a las socialmente aceptadas, han creado y establecido nuevas formas de sociedad y socialización que sobrepasan, en muchos casos, las formas de reaccionar y de ver el mundo de los científicos sociales. Estos elementos han convertido los fenómenos de la moda y lo erótico en elementos protagónicos de nuestra cotidianeidad.

Como lo demuestra el presente número, la moda no solo está determinada por las maneras de vestir, que es lo primero que nos viene a la mente al escuchar este término, sino también se refiere a la creación de hábitos y a la conformación de costumbres que, a su vez, modifican las formas de interacción, como lo expresan Fabián Herrera, Leifer Hoyos y Johan Sebastián Torres en sus respectivos artículos. Así mismo, lo erótico se refiere, por un lado, a las formas de vestir o al uso de ciertas prendas, de determinadas maneras y, por el otro, a la experiencia personal en la que usualmente nos vemos atrapados, expresadas en las lógicas creadas por la industria

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cultural; así lo sustentan Juan Felipe Montealegre, Yohana Champutis y Ana María Moreno en sus propuestas. A la vez, esas maneras, experiencias y lógicas se convierten en formas de ver, sentir y pensar el mundo; tal y como lo expresan Carlos Ardila, Cristian Cano, Alberth Mora y Adriana Barajas en sus textos.

Sin más que decir, hemos de resaltar las palabras de nuestro director y fundador Óscar Quintero:

Este número demuestra la prolífica producción del estudiantado de nuestra Universidad y la pertinencia de revistas como Sigma. El tema del número centrado en la moda refleja las preocupaciones de los tiempos contemporáneos.

Equipo Editorial Revista Sigma

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