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D I CI E M B R E 2017
›› ARQUEOLOGÍA
Por JESÚS MAZA*
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO ARQUEOLÓGICO DEL CANAL PREHISPÁNICO HUIRU CATAC, CUENCA ALTA DE NEPEÑA TECNOLOGÍA HIDRÁULICA PARA INTEGRAR LA PUNA, LOS VALLES INTERANDINOS Y LA COSTA
1. INTRODUCCIÓN
*JESÚS O. MAZA POMA Bachiller de la Escuela Académica Profesional de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con estudios de diplomado en Gestión del Patrimonio Arqueológico en la UARM (Universidad Antonio Ruiz de Montoya). Viene estudiando Geomática como segunda carrera profesional y trabaja actualmente en el Qhapaq Ñan como arqueólogo de campo en el tramo Xauxa-Pachacamac. Ha sido autor de algunas publicaciones referentes al desenvolvimiento de las sociedades prehispánicas en la costa norcentraL y ponente en eventos académicos realizados en el ámbito nacional. En el campo laboral ha trabajado en diferentes proyectos de investigación y de arqueología por contrato. Se ha centrado en el estudio de las sociedades prehispánicas que habitaron el valle de Nepeña en base al análisis del patrón de asentamiento y desde un enfoque espacial, conociendo la estrecha relación que existió entre el hombre prehispánico y su medio ambiente.
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En la actualidad, los estudios arqueológicos realizados a canales y sistemas de irrigación de períodos prehispánicos son numerosos y nos han permitido conocer mejor el funcionamiento y naturaleza de estos (Canziani, 2007; Damiani, 2002; Farfan, 2012; Farrington, 1980a; Gonzales, 2011; Mejía, 1998; Ore, 2005; Ortloff, 2016; Regal, 2005) Es de resaltar los trabajos intensivos que se han realizado para la Costa Norte para periodos tardíos, brindando luces sobre el manejo de las políticas sociales practicadas con referencia a la administración del recurso hídrico (Farrington, 1980b; Kosok, 1965; Risco, 2013; Tellez & Hayashida, 2004) De igual manera, es necesario mencionar los trabajos sobre estudios arqueológicos de canales prehispánicos ubicados en las tierras altas de los andes peruanos (Berrocal, 2014; Herrera, 2011; Kendall & Rodriguez, 2009; Lane, 2006a; Lane, 2009; Lane, 2014; Perales & Loayza, 2011) La particularidad del canal prehispánico Huiru Catac radica en que, hasta la actualidad, no se ha identificado otro canal que posea la misma naturaleza en los andes norcentrales occidentales. Es necesario entender que el canal Huiru Catac nace a 4500 msnm (Figura 1) en la laguna Tocanca y recibía el desfogue de un conjunto de lagunas asentadas en las partes altas de la Cordillera Negra y discurre su trazo por las laderas de los cerros y lomas, salvando en algunos tramos las pendientes con originales acueductos y muros de con-
tención de considerable altura, levantados con el fin de darle una pendiente continua al fluido. En el momento de su funcionamiento, permitió irrigar grandes extensiones de terrenos, especialmente andenes en la parte alta del actual distrito de Cáceres del Perú. Asimismo, debido al acucioso registro del canal, se pudo determinar los distintos ramales secundarios que nacían del canal madre e irrigaban el valle contiguo de Lacramarca y algunas partes meridionales del actual distrito de Macate. Cabe agregar que se tienen referencias muy generales sobre un canal ubicado en el Alto Piura (INCAH, 1996) y otro en la cuenca alta de Chicama (Villafana, 1986, pág. 103) que tendrían alguna similitud con el canal Huiru Catac en lo concerniente a su origen en la cabecera de los andes occidentales para irrigar tierras en zonas bajas. El reconocimiento arqueológico sistemático del canal Huiri Catac y sus componentes arqueológicos periféricos, representa un esfuerzo por entender dicho desenvolvimiento partiendo desde la natural necesidad que tienen las sociedades agrícolas por el manejo del recurso hídrico. El presente trabajo, pretenderá exponer las características arquitectónicas del canal Huiru Catac y se apoyará en la aplicación de los SIG (sistemas de Información Geográfica) como herramienta para obtener datos de carácter ingenieril con el fin de comprender algunos principios básicos en su diseño y construcción.
2. ANTECEDENTES DE ESTUDIO
La primera identificación del canal prehispánico Huiru Catac se lo atribuimos a Gambini1 (Gambini, 1975), quien lo recorre y registra los sectores más representativos, así como los ramales secundarios e inclusive elabora un croquis del mismo (Gambini, 1984). Es necesario mencionar que ya en la década de 1930, en el marco de los trabajos realizados por la Expedición al Marañón encabezados por el insigne Julio C. Tello (1956), continuando su viaje desde Casma hacia Santa, pudo obtener referencias de un gran acueducto que provenía de las lagunas de la Cordillera Negra. Sin duda, tal referencia se lo atribuimos al canal Huiru Catac. Villafana2 (1986) es otro investigador que recorre el canal en ciertos tramos y brinda sus impresiones y reflexiona sobre la posibilidad de rehabilitar el sistema para solucionar el problema hídrico en las partes áridas del valle de Nepeña y Lacramarca. En los últimos años, el estudio de la tecnología hidráulica en la cuenca alta de Nepeña ha sido desarrollado por Kevin Lane (2006a), dando a conocer las tecnologías hidráulicas prehispánicas identificadas para el valle inmediatamente al sur, el valle de Pamparomás3, zona donde reconoce sitios arqueológicos asociados a infraestructura hidráulica de las sociedades prehispánicas enfatizando el carácter agropastoril de las comunidades del área de estudio (Lane, 2006b).
El canal prehispánico Huiru Catac toma su nombre debido a que las partes más conservadas de la obra se encuentran en una zona dominada por cerros y lomas conjuntamente conocidas como Huiru Catac. Para una mejor comprensión geográfica del canal se optó por dividirlo en cuatro tramos con sus respectivas progresivas, los cuales vienen definidos por los accidentes naturales más importantes encontrados en el área, tales como los cerros y quebradas.
Figura 1. Mapa de ubicación y modelo de elevación digital correspondiente al área de estudio.
3. DESCRIPCIÓN Y CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
Farrington (Farrington, 1980a) considera que un canal de riego es un artefacto delicado, diseñado con precisión para transportar una cantidad requerida de agua de una fuente al campo para mantener un ambiente de humedad adecuado en el terreno a irrigar. Su construcción debe ser bien planificada debido a que su falta de exactitud puede originar serios problemas de erosión y el mal funcionamiento del sistema hidráulico. Partiendo de este supuesto, consideramos que la construcción del canal Huiru Catac, fue impulsado por la necesidad natural que tenemos los humanos por dotarnos del líquido vital ya sea para actividades domésticas, productivas y agrícolas. Siguiendo lo que el autor menciona, el diseño y construcción del mismo se tendría que haber realizado por ingenieros expertos en el trazado y ejecución de tales obras, y son prueba del conocimiento ancestral andino para solucionar los problemas hídricos en el probable marco de un beneficio comunitario.
Figura 2. Mapa de ubicación del canal Huiru Catac - tramo I (Fuente Bing Aerial).
1 Wilfredo Gambini Escudero: ex alcalde de Cáceres del Perú, profesor de Historia y esmerado autodidacta del periodo prehispánico de la región. Denomina al canal prehispánico como “canal de Tocanca” 2 Economista interesado por la ingeniería hidráulica prehispánica y que tuvo conocimiento del canal Huiru Catac debido a que su hermano participó de los trabajos de construcción de la carretera de alta tensión Huallanca-Chimbote. 3 Consideramos al valle de Pamparomas, como el conjunto de las tres subcuencas (Uchpacancha, Rico y Chorrilos) que forman el área de estudio de este autor.
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Figura 3. Canal Huiru Catac cruzando la quebrada San Mateo (según carta IGN) o Tsoku.
Figura 4. Imagen Satelital del canal Huiru Catac - tramo II. Vista de los elementos arqueológicos y el camino prehispánico (Fuente Bing Aerial).
Figura 5. Sector del canal en el tramo III caracterizado por la disposición de piedras planas hacia el interior.
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Tramo I: comprende desde su nacimiento (Km 0 + 000) hasta la quebrada San Mateo4 (Km 5+ 730) (Figura 2). Tramo II: comprende desde la quebrada San Mateo hasta la loma de Recuay Posada (Km 15 + 140) En este sector se encuentran el segundo y tercer acueducto (Figura 3 y 4) Tramo III: comprende desde la loma de Recuay Posada hasta la intersección de la carretera que proviene de Jimbe y la que viene de Lacramarca, zona conocida como cruce de Ventanilla (Km 25 + 841), por situarse en la parte inferior del cerro del mismo nombre (Figura 5). Tramo IV: comprende desde el cruce de Ventanilla hasta el fin del trazo reconocible en la parte alta del pueblo de Quilcay Antes de llegar a la cresta del cerro Kiway Punta, se encuentra el asentamiento arqueológico Cerro Kiway, el cual fue dividido en dos sectores: A y B. El sector A en la parte superior y el otro en su parte inferior, en dirección este. La separación entre ambos es de 100 metros aproximadamente (Figura 6). Después de Kiway Punta, se pudo divisar el trazo del canal y se pudo retomar su recorrido unos metros más abajo. Siguiendo el trazo del canal, no tardamos de recorrer un kilómetro y se llega al punto donde supuestamente termina el canal Huiru Catac, al menos, el trazo más definido. Es curioso que el trazo del canal se pierda en un lugar donde podría haber seguido tanto para el valle de Lacramarca como para el valle de Nepeña. Gambini (1984) menciona que el canal seguía su trazo hasta la costa, en las inmediaciones de la hacienda Tambo Real. Sin embargo, la presente prospección solo se limitó a realizar el reconocimiento en la parte donde el trazo del canal aun es distinguible. Más allá del punto donde se pierde el canal según nuestro reconocimiento, Gambini sostiene que flanqueaba la parte Norte del cerro Corona y continuaba por un canal que irrigaba las inmediaciones de Santa Ana, Lacramarca y Tambo Real. Creemos que la vegetación y el paso del tiempo han borrado el trazo del canal. Es necesario anotar que el canal es utilizado en la actualidad, a partir de Kiway Punta, como un sendero transitable para personas y animales. Este posterior tipo de uso ha sido reportado para otros canales prehispánicos por otros investigadores (Regal , 2005, pág. 77)
Conocida como Tsoku por los lugareños del área. La denominación de San Mateo la tomamos de la carta del IGN.
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›› Cabe agregar que existió antes una bocatoma en la laguna Kapado pero que debido al trazo de la carretera fue modificado quedando en la actualidad solo un terraplén.
Figura 6. Panorámica del sector superior de Cerro Kiway. Nótese los muros perimétricos. Vista E-O.
4. COMPONENTES DE FUNCIONALIDAD
Entendemos por canal de riego al conducto artificial, abierto, en donde circula el agua debido exclusivamente a la acción de la fuerza de gravedad, sin ninguna presión externa y tiene en su funcionamiento diferentes mecanismos para poder conducir óptimamente el agua desde un punto de captación a un punto de entrega (Damiani, 2002). Para tal funcionamiento, es necesario hacer una descripción de los componentes funcionales que permitieron tal tarea. 4.1. Bocatomas Se han identificado algunas de las bocatomas de las lagunas que desaguaban el fluido de agua al canal. En la actualidad, se puede ver la bocatoma reforzada de concreto en la laguna Tocanca (Figura 7), que funcionaria a modo de bocatoma inicial del canal. De igual manera, se pudo constatar la presencia de otra bocatoma en la laguna Coñocranra. Cabe agregar que existió antes una bocatoma en la laguna Kapado pero que debido al trazo de la carretera fue modificado quedando en la actualidad solo un terraplén.
Figura 7. Detalle de la bocatoma actual reforzada de concreto de la laguna Tocanca.
Figura 8. Dique prehispánico de Coñocranra.
4.2. Diques o embalses Definimos en este grupo a los muros de contención de los embalses prehispánicos identificados basadas en las características actuales. 4.1.1. Embalse prehispánico de la laguna Tocanca Está ubicado en las coordenadas UTM (WGS 84): 18 L 171028 E, 9019365 N a una altitud de 4542 msnm. El muro de contención de
Figura 9. Detalle del ancho del canal en alrededores de Ulto Cruz.
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Figura 10. Mapa de ubicación del canal matriz y canales secundarios.
Figura 11. Vista del canal principal y canal secundario en dirección hacia Qishuar Puquio. Vista S-N.
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4.1.2. Embalse prehispánico de la laguna Coñocranra Está ubicado en las coordenadas UTM (WGS 84): 17L 829012 E, 9019492 N a una altitud de 4368 msnm. El embalse de esta laguna es el mejor trabajado y ancho de los que hemos identificado. Se compone de una estructura sólida de hiladas sobre hiladas de piedras grandes e irregulares rústicas, unidas con una rústica capa de barro, que a modo de fango hacía imposible las infiltraciones (Figura 8). La mampostería es de doble cara. La altura máxima registrada del muro fue de tres metros y 50 cm de ancho. El muro está cubierto de líquenes y pajonal. El estado de conservación es regular. Este tipo de embalses han sido registrados por Lane (2009) para el valle de Pamparomás. esta laguna se encuentra muy bien trabajado, e inclusive se puede diferenciar hasta dos momentos constructivos. El primero corresponde a una fase constructiva temprana, y el segundo, al refuerzo que hicieron de las mismas. Es clara la diferencia al observar los cimientos de los muros. El muro de contención de la laguna está compuesto en su mayoría de piedras grandes rusticas sin labrar. Adosado al muro, se encuentran unos recintos que parecen ser modernos por su buen estado de conservación y por encontrarse en ellos restos de actividad humana reciente, los cuales están construidos con el mismo material pero con menos mortero en sus uniones. La altura promedio de estos muros es de 0.80 a 1 metro aproximadamente y tienen plantas rectangulares en su mayoría. Todos los muros están cubiertos de musgos y líquenes.
4.3. Canal madre o principal A partir de los datos obtenidos en esta investigación, se obtuvo una longitud de 29 km para el canal principal, al menos, el trazo mayor definido. Los anchos varían entre 0.80m a 1.50m (Figura 9). 4.4. Canales de derivación o secundarios (Figura 10) Sirvieron para llevar el agua desde el canal madre hasta el lugar de uso. Podían ser utilizados en actividades agrícolas, artesanales y domésticas. Se identificaron 3 ramales. Debido a los pocos vestigios que quedan de estos, se reconocieron directa e indirectamente5 dichos ramales. El primer canal secundario, se origina en el segundo acueducto. Irrigaba el flanco Norte de los cerros Ticas y Ulto Cruz, específicamente las zonas de Tambar, Kachap y Conchas. El segundo canal secundario, se desprende de la quebrada Ulto Cruz e irrigaba las zonas altas de Rayan, Querocancha y Azul Ranqra. Fue reconocido directamente en algunos sectores. El tercer y último ramal (Figura 11), se origina metros antes de llegar al sitio arqueológico Kiway Punta, y vertía sus aguas en la quebrada Qishuar Puquio. Fue reconocido directamente y tiene una longitud de 955m. Se encuentra por sectores colapsado.
Directamente cuando se reconoció en campo y se pudo registrar su trazo e indirectamente mediante el análisis de imágenes satelitales en software especializados y las referencias generales de Gambini (1983).
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Figura 12. Panorámica de segundo acueducto. Vista NE-SO.
Figura 13. Vista detalle de las tres plataformas superpuestas del segundo acueducto.
Figura 14. Corte del canal realizado para construir la carretera de mantenimiento de las torres de alta tensión. Vista NO-SE.
4.5. Acueductos Para mantener la pendiente del canal, se rellenaron depresiones y quebradas sobre lo cual se hicieron conductos artificiales, mediante el sistema de plataformas superpuestas escalonadas. Este tipo de soluciones hidráulicas han sido reportados para otros canales prehispánicos en los andes (Kaulicke, Kondo, Kusuda, & Zapata, 2003; Kendall & Rodriguez, 2009; Salvatierra, 2010)
›› El embalse de esta laguna es el mejor trabajado y ancho de los que hemos identificado. Se compone de una estructura sólida de hiladas sobre hiladas de piedras grandes e irregulares rústicas, unidas con una rústica capa de barro, que a modo de fango hacía imposible las infiltraciones. 4.5.1. Primer acueducto: ubicado aproximadamente 200 metros antes de llegar a la quebrada Tsoku o San Mateo. Fue construido en una zona de acantilados y peñas, al parecer, su causa se debió al no poder horadar la roca en ese trazo y la única solución viable fue utilizar el talud de las peñas y el cerro como lado interno del canal. Se levantaron grandes muros de contención o sostenimiento de hasta 8 metros de altura en algunos sectores. 4.5.2. Segundo acueducto: se constituye como una serie de sucesivas plataformas construidas en el divortium aquarum de las cuencas de Nepeña y Macate. Para el lado N (Lacramarca-Macate) se identifican hasta 3 plataformas superpuestas (Figura 12 y 13), pudiendo existir hasta una cuarta conteniendo la base del canal. Gran parte de las plataformas se encuentran colapsadas.
Figura 15. Técnica constructiva correspondiente al caso 1.
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›› ARQUEOLOGÍA 5. TECNOLOGÍA CONSTRUCTIVA
Figura 16. Detalle constructivo correspondiente al caso 2.
El canal Huiru Catac es un conducto artificial abierto no revestido y fue construido, en sus diferentes tramos, de acuerdo a las condiciones geográficas y el relieve por donde se diseñó su trazo, empleando los materiales cercanos del área. En algunos casos, como en los primeros kilómetros, bastó con realizar aplanamientos y nivelación del terreno (caso 1) (Figura 15). En otros, se tuvo que erigir pequeños muros de contención de 1 metro promedio aproximadamente. Estos muros fueron levantados con rocas rústicas de cerro y al parecer, tuvo una delgada capa de mortero, no muy distinguible en la actualidad (caso 2) (Figura 16). Asimismo, en determinados casos se tuvo que horadar la roca para darle paso al trazo del canal (caso 3) (Figura 17). En algunos sectores, se levantaron muros de sostenimiento o contención de hasta 8 metros de altura. Las rocas rústicas de cerro fueron superpuestas unidas con una argamasa y con las caras planas hacia el exterior. Actualmente, existe una especie de fango mezclado con musgo y líquenes, los cuales perjudican su conservación. La colocación de las rocas que conforman este muro de contención no es uniforme.
Figura 17. Detalle constructivo correspondiente al caso 3.
El largo es de 64 metros la parte aérea. El ancho fluctúa entre 2.80 y 3.40. La altura tomada en base a una parte conservada fue de 3.60 metros. Se identificaron hasta dos o tres tipos de rocas utilizadas como material constructivo. Asociado al terraplén existen caminos que llegan del Norte y Oeste. 4.5.3. Tercer acueducto: ubicado a 380 metros del primero, siguiendo el curso del canal. Es el sector donde la carretera Chimbote – Huallanca realizo el corte dejando expuesto el relleno constructivo de la obra (Figura 14)
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Figura 18. Detalle de piedra incrustada con forma de media luna.
›› Algo de resaltar aquí, es la percepción que los antiguos peruanos tenían con la naturaleza de sus construcciones. Se pudo identificar de manera fehaciente, como los constructores fijaron como cimiento de los muros, los afloramientos rocosos del mismo cerro. Es decir, aprovecharon las características geomorfológicas de la zona para levantar estos grandes muros de contención...
Algo de resaltar aquí, es la percepción que los antiguos peruanos tenían con la naturaleza de sus construcciones. Se pudo identificar de manera fehaciente, como los constructores fijaron como cimiento de los muros, los afloramientos rocosos del mismo cerro. Es decir, aprovecharon las características geomorfológicas de la zona para levantar estos grandes muros de contención, dotándolos consciente o inconscientemente de propiedades antisísmicas por excelencia. Siguiendo con el análisis de la tecnología constructiva del canal, se identificaron hasta 3 acueductos, los cuales destacan por su monumentalidad. En la edificación del primer acueducto, encontramos rocas sumamente rústicas sin labrar o labradas toscamente, superpuestas y unidas con una argamasa simple. Los acueductos siempre fueron construidos con una finalidad: la de darle pendiente de caída al flujo de agua. Los dos acueductos siguientes, fueron construidos utilizando como principal material constructivo la piedra caliza, y al parecer, en el mismo momento, inferido por el mismo material y técnica empleado. En el relleno interno de los terraplenes, destacan las rocas calizas de regular tamaño en el centro, así como las rocas planas de menor tamaño en las caras expuestas del canal. En su parte interior, el canal parece haber tenido una capa de argamasa más compacta. En determinados sectores del canal se incrustaron unas piedras con forma de media luna, las cuales pensamos, sirvieron para darle estabilidad al terreno y también para prevenir pequeños deslizamientos en las partes críticas del canal (Figura 18) El tipo de roca utilizado para erigir los terraplenes, como ya se comentó, fue la caliza. Sin embargo, tenemos conocimiento por referencias bibliográficas (Villafana, 1986), se consideraba también la utilización de la piedra pizarra en su constitución. Para determinar ello, se re-
cogieron muestras de distintos tipos de rocas en base a sus características físicas y se llevó a cabo un pequeño experimento para conocer si reaccionaban ante el vinagre como lo hacen las calizas. El resultado fue que, aquellas aparentes piedras pizarras, también reaccionaron con efervescencia como las calizas.
6. DISCUSIÓN CRONOLÓGICA
Sobre la cronología del canal podemos decir que, es necesario analizar profundamente el canal con los sitios arqueológicos próximos (Figura 10) para poder obtener datos acerca de la antigüedad del canal. Sin embargo, es pertinente plantear, o al menos sugerir, que en base a los análisis y relaciones establecidas en el marco de este estudio, es posible que el canal haya sido construido a fines del Horizonte Medio o inicios del Intermedio Tardío. Dichos postulados están planteados desde el marco comparativo identificado en la cuenca baja de Nepeña (Proulx, 2007) y los estudios realizados por Lane en la subcuenca de Pamparomas, donde encuentra una creciente inversión en infraestructura hidráulica asociada a periodos tardíos (Lane, 2011; Lane & Grant, 2016). Los datos del valle bajo de Nepeña indican para el Horizonte Medio, una considerable explosión demográfica (Proulx, 1973), lo que conllevaría a la necesidad de un aumento de tierras productivas para este valle y el contiguo de Lacramarca. Asimismo, Proulx (1984) asocia sitios del Horizonte Medio a canales de irrigación en el valle bajo y medio. De igual manera, los datos presentados por Silva (2016), afianzan esta hipótesis, al considerar un periodo de extrema sequía para el Horizonte Medio en la zona circundante al nevado Huandoy. La presencia de similar tecnología arquitectónica hallada en Llushka, afiliado al Horizonte Medio e Intermedio Tardío, indicaría una asociación temporal de este sitio con la construcción del canal.
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›› ARQUEOLOGÍA ›› Lo pendiente que tenemos adelante, es realizar una estimación del área posible que irrigó en su momento el canal principal y sus canales secundarios.
PERFIL LONGITUDINAL DEL CANAL HUIRU CATAC 4500
Altitud (metros)
4400 4300 4200 4100 4000 3900 3800 0
5000
10 000
15 000
20 000
25 000
Distancia (metros) Figura 19. Perfil longitudinal del canal Huiru Catac.
DATOS TÉCNICOS 28830.1358
Longitud (metros) Coordenadas inicio
830909.357
9019375.278
Coordenadas final
815648.226
9016922.642
Altitud mínima
3802.245451
Altitud Máxima
4500.952792
Pendiente
2.423531218
Las coordenadas inicio del canal han sido proyectadas en la zona 17L debido a que la mayor cantidad de evidencias se encuentra en referida zona. La geolocalización original es: 18 L 170892 9019384 Figura 20. Cuadro técnico del canal Huiru Catac.
7. USO DE LOS SIG (SISTEMAS DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA) PARA EL ESTUDIO DE UN CANAL PREHISPÁNICO)
Gracias a las nuevas herramientas con las que contamos los arqueólogos en la actualidad, es posible encontrar en las mismas, elementos que permiten una mejor comprensión del espacio geográfico y cultural de los elementos arqueológicos. Es por ello que a modo de caso aplicado, pretendemos aplicar algunas herramientas SIG para tal caso. El recorrido íntegro del canal permitió generar un track6, con el cual se pudo obtener el respectivo perfil longitudinal (Figura 19), recorrido general, pendiente (Figura 20) y relación con los sitios arqueológicos identificados circundantes mediante la elaboración de mapas temáticos. Por otra parte, el análisis de las imágenes satelitales7 con respeto al trazo del canal Huiru Catac, permitió descubrir un antiguo camino prehispánico, que une el extenso sitio Tzaqanan y un sector conocido como Llushka, con un punto del canal en un paraje muy cerca de
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la loma de Pukapampa (Figura 4). Este descubrimiento, permitió en posteriores reconocimientos a Tzaqanan y Llushka, identificar materiales y técnicas constructivas similares en lo referente a la mampostería de los elementos arquitectónicos hallados en ambos lugares. Estas comparaciones, nos permiten a los arqueólogos, realizar interpretaciones sobre los posibles constructores del canal prehispánico, con el fin de asociar estos elementos a una cronología aceptable, al no hallarse elementos diagnósticos como la cerámica en contextos inmediatamente relacionados al canal. Lo pendiente que tenemos adelante, es realizar una estimación del área posible que irrigó en su momento el canal principal y sus canales secundarios. Dichos datos se encuentran en proceso de análisis y serán presentados más adelante cuando las tareas de registro en campo delimiten los andenes que en la actualidad se encuentran abandonados, pero seguramente que en el momento del funcionamiento del canal Huiru Catac, fueron áreas productivas. Otro aporte de los SIG con respecto al estudio del canal, es la estimación que se pudo obtener del grado de conservación en que se encuentra actualmente el canal. Dichos datos podrían servir para un posible contexto referido a la rehabilitación del canal8.
8. CONCLUSIONES
El presente trabajo, aún preliminar, nos ha dado algunas conclusiones con respecto al canal prehispánico Huiri Catac. De manera general podemos decir que, la construcción de una obra de esta enverga-
El track es definido como la sucesión de puntos que se registran al desplazarse de un lugar a otro. 7 Técnica conocida como teledetección o detección remota. 8 Es necesario agregar que las comunidades del valle de Lacramarca se encuentran firmemente decididas a rehabilitar el canal prehispánico. 6
dura representa dos consideraciones principales. Por una parte, demuestra la interacción intervalle que existió así como la integración o acuerdo por parte de poblaciones de ambas regiones para organizarse colectivamente en el marco de una obra de beneficio comunitario. Por otro lado, nos habla del alto grado de conocimiento en ingeniería hidráulica por parte del hombre andino al aplicar principios antisísmicos (consciente o inconscientemente) y superar condiciones geográficas adversas en el ya conocido accidentado territorio andino mediante un complejo funcionamiento de componentes funcionales, propios de un sistema hidráulico avanzado, en el que la preocupación por el manejo y racionalización del recurso hí-
drico fue primordial para el desarrollo comunitario, inclusive a nivel intercuencas. El canal fue construido, en sus diferentes tramos, según las características físicas por donde se diseñó su trazo. Dicho acción, seguramente, permitió reducir tiempos y trabajo en la construcción del canal. El caso expuesto en este trabajo permiten conocer un caso de ingeniería hidráulica particular hallado en los andes norcentrales. Dicha particularidad debe ser profundizada en lo concerniente al manejo social que se le daba al agua en este contexto específico a partir de un enfoque social ecológico que pueda aproximarnos más al contexto arqueológico del canal Huiru Catac.
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