Como como pienso

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Acciones de DiseĂąo para el consumo Ă­ntegro de alimentos


“COMO COMO PIENSO” ACCIONES DE DISEÑO PARA EL CONSUMO ÍNTEGRO DE ALIMENTOS

GINNA BIBIANA FIGUEREDO RODRÍGUEZ

Trabajo de Grado para optar al título de Diseñadora Industrial

ASESORES: Giovanni Ferroni John López Viviana Torres

UNIVERSIDAD DE BOGOTÁ JORGE TADEO LOZANO FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS, ARTE Y DISEÑO PROGRAMA DE DISEÑO INDUSTRIAL BOGOTÁ D.C 2012


“COMO COMO PIENSO” ACCIONES DE DISEÑO PARA EL CONSUMO ÍNTEGRO DE ALIMENTOS

GINNA BIBIANA FIGUEREDO RODRÍGUEZ

UNIVERSIDAD DE BOGOTÁ JORGE TADEO LOZANO FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS, ARTE Y DISEÑO PROGRAMA DE DISEÑO INDUSTRIAL BOGOTÁ D.C 2012


ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN …………………………………………………………………………………... 1 1.1 ¿Qué es comer? ¿Por qué comemos los que comemos? …………………………... 1 1.2 Delimitación ……………………………………………………………………………………………. 1 1.3 Justificación …………………………………………………………………………………………..... 4 1.4 Objetivos ……………………………………………………………………………………………. 5 1.4.1 Objetivo General 1.4.2 Objetivos Específicos 2. PROBLEMÁTICA …………………………………………………………………………………... 6 2.1 Condiciones socioeconómicas de los habitantes de Bogotá D.C y sus implicaciones en las condiciones alimentarias ……………………………………… 6 2.2 Caracterización del abastecimiento de alimentos en Bogotá ……………….. 8 2.2.1 Producción …………………………………………………………………………………………… 8 2.2.2 Cadena Alimentaria ……………………………………………………………………………… 9 2.3 El desbalance producción / consumo …………………………………………………. 10 3. UNIDADES DE ANÁLISIS …………………………………………………………………….. 13 3.1 Consumo Íntegro ………………………………………………………………………………. 13 3.2 Consumo como acto político ……………………………………………………………... 15 3.3 Slow Food …………………………………………………………………………………………. 15 3.4 Acción de diseño ……………………………………………………………………………….. 16 3.5 El Diseño como Investigación ……………………………………………………………. 17 4. METODOLOGÍA …………………………………………………………………………………. 18 5. PROPUESTAS ……………………………………………………………………………………… 19 5.1 El Sabor va por Dentro ………………………………………………………………………. 19 5.2 ¿De dónde viene tu ensalada? ……………………………………………………………. 21 5.2.1 Secuencia de uso ………………………………………………………………………………… 22 5.3 ¿Qué comer esta semana? …………………………………………………………………. 24


6. ANEXOS ……………………………………………………………………………………………… 26 Anexo 1. Conceptos claves del consumo colaborativo …………………………….. 26 Anexo 2. Sistema de Registro ………………………………………………………………….. 27 Anexo 3. Criterios de Evaluación …………………………………………………………….. 28 Anexo 4. Cronograma del Proyecto ………………………………………………………… 29 7. BIBLIOGRAFÍA ……………………………………………………………………………………. 30


1. INTRODUCCIÓN 1.1 ¿Qué es comer? ¿Por qué comemos lo que comemos? Comer es el acto por el que una persona ingiere y/o consume cualquier tipo de comida, en el caso de los seres humanos el acto cotidiano de comer trasciende la función puramente nutritiva para convertirse en un vehículo de relaciones económicas, sociales, culturales y psicológicas. Ya no se come para alimentarse, ni se come cuando se tiene hambre, los seres humanos hacemos de la comida una forma de relacionarnos con el mundo, sesgada tanto ontológica como filogenéticamente. Cuando nos sentamos a la mesa llevamos con nosotros la carga cultural de nuestros antepasados más lejanos, así como la tradición gastronómica en la que fuimos inmersos desde el nacimiento, creando hábitos alimenticios que determinan la forma como compramos, preparamos, conservamos, presentamos e ingerimos los alimentos. Estos hábitos alimenticios o formas de comer son el resultado de la mezcla de las necesidades nutricionales humanas y las condiciones geográficas, ecológicas y económicas de las diferentes culturas. En un mundo globalizado en el que las tecnologías que facilitan la creación, distribución y manipulación de la información juegan un papel importante en las actividades sociales, culturales y económicas, los hábitos alimenticios ya no están condicionados por limites geográficos o espaciales, si no determinados por el gusto o por lógicas modales. En una ciudad como Bogotá, Colombia es posible encontrar comida de casi cualquier parte del mundo y cada vez es más fácil hacerlo, gastronomía japonesa, hindú, del sudeste asiático, brasilera, peruana, árabe, etc. son solo algunos de los ejemplos de la oferta alimenticia.

En los supermercado es cada vez más común encontrar

ingredientes que evidentemente no son producidos localmente, sino que han tenido que viajar varios miles de kilómetros para poder ser consumidos por el público bogotano; hace 20 años desconocíamos alimentos como el Lychee, el Mangostino o la

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Flor de Jamaica, productos que hoy en día hacen parte de la canasta familiar de algunos habitantes o por lo menos los hemos oído nombrar de manera cada vez más frecuente, ejemplificando como nuestras preferencias alimenticias cada vez están menos dictadas por la biología y más instauradas social y culturalmente. Desde el punto de vista de la diversidad alimenticia y cultural, estos procesos de transculturización enriquecen las relaciones alrededor de la comida y generan nuevas prácticas de interacción, pero desde el punto de vista de un enfoque ecológico – económico las desventajas son mayores que las ventajas.

1.2 Delimitación El hecho de que para el ser humano el acto de comer trascienda la función nutritiva separándose de lo biológico para estar influenciado por factores sociales, culturales y económicos, ha permitido el desarrollo de diferentes modos de comer en espacios y tiempos y simultáneos. Los modos de comer están constituidos no solo por la manera como ingerimos los alimentos, sino donde y porque y los compramos, como los preparamos, como los servimos y como los conservamos. En la sociedad industrial la producción de alimentos ha dado forma a modelos económicos y sociales que no garantizan la distribución equitativa de alimentos, ni la producción de alimentos de calidad generando dinámicas de consumo que afectan la salud, el medio ambiente y las relaciones sociales; como consecuencia de la inclusión de ciclos de producción naturales (siembra, recolección, cría) en dinámicas de mercado. Esto sumado a los avances en tecnología agropecuaria, piscicultura y ganadería han permitido a los mercados ofrecer todo tipo de alimentos todo el año, generando un desconocimiento de la procedencia y por ende del valor social y cultural de los alimentos que se ponen en la mesa.

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Según la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations) en los últimos 50 años la producción de alimentos ha aumentado notablemente, superando incluso la tasa de población mundial, sin embargo en el mundo aproximadamente una de cada siete personas pasa hambre, mientras que más de 1.500 millones de adultos tiene sobrepeso, lo que evidencia un desajuste entre la producción y el consumo alimenticio1. ¿Cómo nos estamos relacionando con la comida para que una situación de estas se presente? ¿Somos conscientes de que cada alimento que nos llevamos a la boca hace parte de un sistema global de producción?, ¿Cómo afectan los diferentes modos de comer particulares y las decisiones individuales de compra y consumo de alimentos la situación alimentaria local y mundial?, ¿Cómo desde el diseño industrial puedo afectar el consumo para que primen otro tipo de relaciones hombre – alimento, que generen otros modelos económicos, sociales y culturales? El presente trabajo de grado se presenta como un laboratorio de investigación, con lo que se indica que su alcance es fundamentalmente experimental. Su desarrollo no apunta hacia la consecución de resultados tangibles, aunque su eficacia si pueda ser mesurable. Su objetivo es explorar la posible articulación de una dinámica social compleja, como el consumo humano de alimentos, a través de los ejes centrales

-creatividad,

representación,

economía,

lo

social,

producción

y

comunicación- que estructuran la matriz de conocimientos que constituyen el programa de estudios del diseñador industrial tadeista2.

1 2

http://www.fao.org/ http://www.utadeo.edu.co/programas/pregrados/diseno_industri/estructura.php

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1.3 Justificación Aunque tradicionalmente el objeto o artefacto era el centro de atención del discurso del diseño, es su agenciamiento en los contextos psicológicos, culturales y sociales y el reconocimiento de que estos se sitúan en variedad de formas en la vida cotidiana lo que ha llevado a reevaluar el papel del diseño industrial en las sociedades contemporáneas. A partir del análisis de las interacciones del ser humano con los objetos que lo rodean, con los contextos en que estas relaciones se desarrollan y con los otros individuos que componen esas relaciones; el Diseño Industrial tiene la capacidad de proponer y construir nuevas interacciones que modifiquen esquemas mentales y culturales, propiciando nuevas maneras de ver el mundo. Partiendo de la idea de que los seres humanos no son receptores pasivos de los mensajes o productos, sino que son participantes activos en la construcción de significados y en el modelamiento de sus entornos, se hace pertinente que desde el diseño industrial se evalúen los modelos actuales de consumo de alimentos con el objetivo de plantear nuevas dinámicas que mejoren la calidad de las relaciones alrededor de la comida. Los sistemas alimentarios actuales eximen de responsabilidad al consumidor, no reconociendo su papel activo en las decisiones de compra, consumo y desecho de alimentos; es posible desde el diseño industrial generar nuevos modelos que devuelvan el papel activo del consumidor y que ayuden a mejorar la calidad alimentaria global.

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1.4 OBJETIVOS 1.4.1 Objetivo General Desarrollar acciones de diseño que permitan reflexionar sobre las condiciones actuales del

sistema de producción, comercialización, compra y consumo de

alimentos en la ciudad de Bogotá D.C

1.4.2 Objetivos Específicos - Contribuir a la reflexión y reconfiguración de el tipo de relaciones que jalonan el consumo de alimentos, para priorizar aquellas que permitan un modelo responsable de compra, preparación y desecho de alimentos. - Propiciar el conocimiento de los procesos naturales de producción de alimentos para generar opciones de compra basadas en decisiones responsables política, económica, social, ambiental y nutricionalmente. - Motivar el consumo íntegro de alimentos a partir de acciones de diseño que permitan un mejor conocimiento del sistema alimentario y que propicien mejores decisiones de compra y consumo de alimentos.

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2. PROBLEMÁTICA 2.1 Condiciones socioeconómicas de los habitantes de Bogotá D.C y sus implicaciones en las condiciones alimentarias Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, la Capital de la república tenía 6.778.691 habitantes en el año 2005 3 . Las proyecciones municipales de población 2006 - 2020, indican que en la ciudad vivirán en el 2012 8.175.942 personas4. Bogotá ha crecido de tal forma que se ha construido, lo que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD ha llamado una “segregación socioeconómica en el espacio urbano”5, es decir en la Capital los ricos y los pobres no se mezclan. Siguiendo al PNUD, ha sido clara la tendencia a la construcción de un norte rico y un sur pobre. El diseño urbanístico, los procesos migratorios, el desplazamiento forzado y la estratificación han llevado a la periferia a los sectores económicamente vulnerables. La segregación impide, en lo económico, un mejor ingreso y la reducción de costos de acceso a bienes básicos, como los alimentos. Esta segregación se observa en los indicadores de pobreza, como son las necesidades básicas insatisfechas, la línea de pobreza y la línea de indigencia. La población de Bogotá se ubica en tres bloques poblacionales: el primero con el más de 3.000.0000 de habitantes que corresponden al 40.3% de la población, y que se encuentran en la línea de pobreza, el extremo opuesto que es el 39.1% se ubica en el nivel socioeconómico más alto y el 20.6% restante se considera población

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http://www.dane.gov.co/censo/files/libroCenso2005nacional.pdf DANE. Proyecciones municipales 2006 - 2020 5 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, Bogotá una apuesta por Colombia. Informe de Desarrollo Humano 2008. Bogotá, PNUD, 2008. 4

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“sándwich”, es decir que sobreviven con las necesidades básicas satisfechas, pero no tienen acceso a bienes o servicios de lujo. A pesar de la brecha socioeconómica entre los habitantes de la ciudad, el 76% de los habitantes tiene seguridad alimentaria, es decir, comen bien, tienen acceso a alimentos de calidad y pueden comprar los alimentos que necesitan6. El consumo de alimentos es evolutivo y está jalonado por factores sociales, económicos y políticos. Es mayor la cantidad de productos de primera calidad (65%) que los consumidores con el poder adquisitivo para pagarlos (solo el 10 % de la población). A medida que sube el estrato socioeconómico se reduce el número de personas que conforman el núcleo familiar y por consiguiente se buscan productos alimenticios de menor tamaño. La transculturización a afectado las tendencias de consumo de alimentos, permitiendo mayor variedad en la oferta gastronómica y mayor demanda de variedad de alimentos, así como el desplazamiento de alimentos que ya no son comunes en la canasta familiar.

Gráfico 1. Relación estrato socioeconómico y comportamiento de consumo (elaborado por Ginna Figueredo según datos de Corabastos)

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1ª Encuesta Distrital de Demografía y Salud 2011

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2.2 Caracterización del abastecimiento de alimentos en Bogotá 2.2.1 Producción Bogotá se encuentra ubicada en el centro de Colombia en una región natural conocida como la sábana de Bogotá que hace parte del altiplano cundiboyacense y que limita con los departamentos de Meta y Huila.

Esta ubicación geográfica

estratégica permite que la ciudad se abastezca de los municipios aledaños y de los departamentos cercanos a través de tres anillos de suministro que garantizan la entrada de 3.000.000 de toneladas de alimentos al año. En el gráfico 2 se puede observar que la distribución en el abastecimiento permite que el 70% de alimentos que ingresan a la ciudad sean productos frescos provenientes de no más de 300 kilómetros a la redonda lo que hace de Bogotá una ciudad que se alimenta localmente7.

Gráfico 2. Anillos de abastecimiento de alimentos de Bogotá D.C (elaborado por Ginna Figueredo según datos de Alimenta Bogotá) 7

http://www.alimentabogota.gov.co/

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El gráfico 2 nos muestra como la producción agrícola que ingresa a Bogotá se divide en tres tipos de calidades de acuerdo a su peso y forma, garantizando en cada caso propiedades organolépticas óptimas.

Gráfico 3. Porcentaje de calidades de los alimentos que ingresan a Bogotá D.C (elaborado por Ginna Figueredo según datos de Corabastos)

2.2.2 Cadena Alimentaria Compuesta por todos los actores que tienen que ver con el producto: Productores, operadores

logísticos,

transportadores,

transformadores,

comerciantes

y

consumidores. La producción agrícola actual se encuentra planeada desde la demanda, reconociendo el poder de las decisiones de compra del consumidor promedio como determinantes en el proceso de preproducción.

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Gráfico 3. Caracterización de la cadena alimentaria (elaborado por Ginna Figueredo según datos de Corabastos)

2.3 El desbalance producción / consumo Actualmente en condiciones ideales un habitante de un asentamiento urbano como Bogotá se abastece de alimentos crudos en un supermercado (mini o gran superficie) o en la plaza de mercado y en el caso de alimentos preparados escoge un restaurante o puesto ambulante de la amplia oferta de la ciudad; si se tiene el dinero y el tiempo se puede comer cualquier cosa que uno desee, la comida siempre aparece. Precisamente es esta supuesta abundancia de comida la que nos ha llevado a olvidarnos que aunque comemos no solo para satisfacer una necesidad biológica, seguimos siendo animales que dependemos de la naturaleza para obtener alimento. Para alimentar una ciudad como Bogotá se necesita producir, transportar, cocinar, consumir y conservar suficiente comida para mantener la oferta alimentaria y suplir la demanda. Si la demanda de alimentos está garantizada y la oferta es tan diversa el sistema alimentario debería funcionar correctamente, sin embargo al revisar las cifras sobre

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malnutrición y desperdicio de alimentos tanto en Bogotá como a nivel mundial se hace evidente que algo no está funcionado como debería. De las 2.989.302 Toneladas de comida que ingresan al año a Bogotá, 89.100 Toneladas terminan en la basura; mientras en la ciudad existen más de 234.000 menores de 5 años que sufren de desnutrición, hay hogares en los que los alimentos terminan en la caneca porque se compran, se preparan, se sirven en abundancia y no alcanzan a consumirse o no son consumidos por mala preparación o son de mala calidad8. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN 2010)9 en Colombia uno de cada dos adultos se encuentra malnutrido, tiene sobrepeso u obesidad o enfermedades relacionada con mala alimentación, como diabetes, hipertensión, etc.; así como uno de cada seis niños y adolescentes; estando ubicada la mayor prevalencia de sobrepeso en las áreas urbanas. Contrastando estas dos situaciones, no es la falta de comida lo que produce la malnutrición, sino los patrones culturales que nos llevan a elegir que alimentos llevamos a la boca. Según la ENSIN más del 71 por ciento de los colombianos no incluye verduras en su dieta diaria; cuatro de cada diez no consumen lácteos; el 35 por ciento no consume frutas y el 15 por ciento no come carne ni huevos. Además cada vez se incluyen en la canasta familiar promedio productos menos saludables y más costosos como: los embutidos, la comida rápida y las bebidas azucaradas y gasificadas. A nivel mundial el panorama no es muy diferente, el 11 de Mayo de 2011 la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FAO publicó el informe Pérdidas y desperdicio de alimentos en el mundo10 en el que señala que cerca de un tercio de los alimentos que se producen para consumo humano en el

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El desperdicio de comida en Bogotá se empezó a establecer en la investigación “La caracterización de los residuos sólidos en Bogotá” llevado a cabo por la Unidad Administrativa Especial de Servicio Públicos UAESP y cuya primera fase finalizó en Mayo del 2011. 9 https://www.icbf.gov.co/icbf/directorio/portel/libreria/php/03.030811.html 10 http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/ags/publications/GFL_web.pdf

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mundo, 1.300 millones de toneladas aproximadamente, se pierden o desperdician sin que exista diferencia entre países industrializados y países en desarrollo. Algunas de las causas que reconoce el informe hacen referencia a la producción que excede la demanda, a sistemas alimentarios inadecuados y a los altos estándares en cuanto a apariencia que manejan los supermercados que lideran los mercados. Si sumamos esto a que actualmente se produce más alimento para consumo animal y para la producción de biocombustibles y a que el cambio climático a disminuido la extensión de tierras cultivables y a llevado a la pérdida de millones de toneladas en cultivos; podríamos estar dirigiéndonos a una crisis alimentaria mundial con consecuencias devastadoras. En términos generales las mayores fallas del sistema alimentario parecen estar centradas en la producción y el post-consumo, mientras que el consumo parece estar supeditado a la demanda y a las lógicas de mercado que garantizando comida fresca de todo tipo, todo el año, han generado el desconocimiento de los ciclos de producción; que en principio dependían de la naturaleza, pero que gracias al desarrollo de la biotecnología, son ahora independientes de esta.

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3. UNIDADES DE ANÁLISIS 3.1 Consumo Íntegro La revolución industrial permitió la diversificación de las labores, generando nuevas fuentes de empleo y como consecuencia la migración masiva desde el campo hacia la ciudad; A mayor expansión de los asentamientos urbanos, mayor separación de las fuentes de origen de los alimentos y mayor desconocimiento de la procedencia de lo que comemos. Al no tener facilidad para producir nuestros alimentos debemos proveernos de aquellos que los pueden producir y que nos permiten acceder a ellos a través de canales de distribución que hacen posible que a pocos metros de nuestras viviendas podamos adquirir alimentos producidos a miles de kilómetros de distancia. En términos económicos este sistema genera ganancia para todas las partes, los productores proveen alimento a consumidores que no pueden producirlo y que lo necesitan para vivir a cambio de un precio “justo”, mientras que los consumidores pueden obtener comida sin necesidad de cultivarla y esperar las cosechas, mientras trabajan en la ciudad para poder pagar la comida que compran a los productores en el campo. En términos prácticos esta paradoja es la principal causa de los problemas de la comida: malnutrición, mala distribución de los recursos alimentarios, mayor producción y consumo de comidas procesadas, hambrunas, etc. Al no producir nuestros alimentos desconocemos los procesos naturales que los afectan, así como sus ciclos de cosecha, recolección y pos cosecha y la manera eficiente de conservarlos, prepararlos y minimizar el desecho; lo que ha permitido que la industria de alimentos reciba cantidades enormes de dinero proveyéndonos de lo según las lógicas de mercado es lo que debemos comer. Nuestras decisiones de compra se encuentran determinadas por lo que el mercado considera que es rentable que comamos, sobre lo que en términos de nutrición y sostenibilidad es conveniente, generando problemáticas como el desperdicio de comida, la mala nutrición y los problemas de salud derivados de la mala alimentación.

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La economía define consumidor como: “una persona u organización que demanda bienes o servicios proporcionados por el productor o el proveedor de bienes y servicios. Es un agente económico con una serie de necesidades y deseos…”.11 Un consumidor íntegro sería aquel que cuestiona el origen de esas necesidades y el verdadero valor de los satisfactores que adquiere. Cuando el satisfactor que se requiere es alimento, para cubrir la necesidad de saciar el hambre, las decisiones de compra deben generarse desde lo nutritivo; cuando ese satisfactor hace parte de un sistema natural de producción que el consumidor entiende y respeta, las decisiones de compra deben sustentarse en las relaciones ambientales, ecológicas y humanas que rodean los alimentos que consumimos.

Lineamientos de la gastronomía íntegra

11

http://es.wikipedia.org/wiki/Consumidor

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3.2 Consumo como acto político La política se define como la actividad del ciudadano cuando interviene en asuntos públicos con su opinión, voto o más recientemente con sus decisiones de compra. El consumo como acto político es la acción que se ejerce al seleccionar los bienes y apropiarse de ellos, dando relevancia a lo que consideramos valioso públicamente y a las maneras como nos integramos y distinguimos en la sociedad. Va más allá de la satisfacción de las necesidades convirtiéndose en una forma de organización y participación en la sociedad a través de la apropiación de bienes y signos en formas más activas que las que actualmente se rotulan como consumo12. Alimentarse no se reduce al hecho de consumir alimentos, si no a donde los adquirimos, cómo los procesamos y hasta cómo los desechamos; consumir alimentos de manera política se relaciona con el hecho de reelaborar el sentido de las elecciones de compra

para que estas tengan consecuencias más allá de la

individualidad.

3.3 Slow Food El slow food Nace en Italia en 1989 como un movimiento que se opone a la comida rápida (fast food) y a la vida rápida (fast life) para impedir la desaparición de las tradiciones gastronómicas locales y la falta de interés general por la nutrición. Es una nueva gastronomía basada en la libertad de elección, educación y en el enfoque multidisciplinar, para vivir lo mejor posible utilizando respetuosamente los recursos disponibles13.

12 13

García, 1995. www.slowfood.com

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Lineamientos del movimiento Slow Food

3.4 Acción de Diseño Una acción o acto de diseño es un producto – idea, que tiene la capacidad de generar una transformación positiva en los niveles de calidad de vida de un colectivo indeterminado. Su naturaleza puede ser material o inmaterial, es decir, que puede tratarse tanto de un artefacto concreto que optimice sensiblemente el funcionamiento de una ciudad, como de una idea, manera de proceder o acción sistémica que genere un cambio de hábitos o una reflexión sensible en una comunidad. El diseño, así entendido, pierde su finalidad estrictamente industrial y se convierte en una posibilidad de transformación desde la implementación de acciones o ideas que contemplen la finalidad de cualquier acción humana: propender hacia la felicidad de la especie14. 14

http://www.proyectod.com/actforcity_final/act_for_city.html

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3.5 El Diseño como Investigación Es una forma de abrir nuevos espacios para el diseño, en la que no se diseñan soluciones para las necesidades de usuarios, si no se descubren nuevas oportunidades para nuevas formas de ver el mundo.

Ampliando los límites

disciplinares a partir de la especulación en la exploración de funciones, experiencias y prácticas fuera de lo culturalmente aceptado.

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4. METODOLOGÍA Este proyecto apunta al diseño como exploración hacia la innovación social, sobre la base de que las acciones individuales locales hacen parte de una transformación colectiva global.

A partir del análisis crítico de la problemática presente en el

desbalance entre producción y consumo de alimentos en la ciudad de Bogotá, visto a través de los componentes disciplinares del Diseño Industrial, se generaron acciones de diseño que permitieron reflexionar sobre las condiciones actuales del consumo de alimentos.

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5. PROPUESTAS 5.1 El Sabor va por Dentro Una de las causas del desperdicio de alimentos en la cadena de abastecimiento tiene que ver con los altos estĂĄndares de calidad que manejan los supermercados y que sobre enfatizan la apariencia por encima del sabor y del valor nutricional. De manera paralela y como consecuencia de las largas distancias que tienen que recorrer los alimentos importados o provenientes de regiones lejanas se hace necesario el uso de empaques adicionales que generan desperdicio y tienen consecuencias ambientales. Esta estrategia comunicativa toma como referente los adhesivos que vienen en las frutas en donde se expresa su origen para sensibilizar al comprador sobre las cualidades que realmente deben buscar a la hora de comprar.

FotografĂ­as por Ginna Figueredo

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Bond autoadhesivo Fuente: Lato Regular 7 Pt

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5.2 ¿De dónde viene tu ensalada? El análisis crítico de la problemática arrojó como resultado que una de las variables determinantes para el mal funcionamiento del sistema alimentario en la ciudad de Bogotá D.C es el desconocimiento de los procesos naturales de producción de alimentos. Esta propuesta apunta hacia la conexión entre el acto de comer y el acto agrícola de cosechar alimentos, enmarcados el contexto urbano; desarrollada a partir de los lineamientos del consumo colaborativo en donde el consumidor tiene un papel activo en la producción de los bienes o en este caso alimentos que consume. (Ver Anexo 1)

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5.2.1 Secuencia de uso

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23


Fotos: Ginna Figueredo. Video del proceso: http://www.youtube.com/watch?v=XLE1hqYu-PI&feature=gupl&context=G2a4da95AUAAAAAAAAAA

5.3 ¿Qué comer esta semana? La falta de planeación en la compra de alimentos tiene como consecuencias el desperdicio de alimentos, mala nutrición y desaprovechamiento de los beneficios de comprar alimentos de temporada regional. Aunque entidades como Corabastos han generado estrategias de divulgación de los alimentos en cosecha, como el calendario agrológico15, estas son desconocidas por la población y no tienen efecto práctico a la hora de comprar alimentos. Esta propuesta se define como un planeador semanal que informa sobre los alimentos de temporada para cada semana y permite a través de una matriz planear los menús para cada comida.

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http://www.corabastos.com.co/

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Fotos: Ginna Figueredo.

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6. ANEXOS Anexo 1. Conceptos claves del consumo colaborativo

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Anexo 2. Sistema de Registro

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Anexo 3. Criterios de Evaluaci贸n

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Anexo 4. Cronograma del proyecto

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7. BIBLIOGRAFÍA

Bialas, Thomas. Future food trends. Future Exploration Lab. 2011

Douglas, Mary. Estilos de pensar. Gedisa. 1998

Forero Alvarez, Jaime. Bogotá: Autonomía agroalimentaria. Antropos 2006

García Canclini, Nestor. Consumidores y ciudadanos. Conflictos culturales de la globalización. Grijalbo. 1995

Harris, Marvin. Bueno para comer. Alianza. 1990

IDEO. Human Centered Design an introduction. Segunda edición. 2008

Latouche, Serge. Sobrevivir al desarrollo. Icaria. 2004

Margolin, Victor. The idea of design. MIT Press. 1995

Peters, Tom. Re- imagine Manifesto. www.tompeters.com . 2010

Polland, Michael. The omnivore’s dilemma: A natural history of four meals. The penguin press. 2006.

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