L A R E V I S TA D E L O S M I S I O N E R O S C AT Ó L I C O S E N E E . U U . R U R A L
G L E N M A R Y. O R G INVIERNO 2021
Unidos con la Virgen de Guadalupe allá cerca del mar
Cómo hacer iglesia sin levantar paredes el poder de cristo
Cristo nos ilumina más que el Sol
Hijos de un mismo Padre CARTA DEL EDITOR / Omar Cabrera Somos una congregación católica de misioneros, sacerdotes y hermanos que, junto con misioneros laicos, establecemos la presencia de la Iglesia católica en los pueblos pequeños de Estados Unidos rural. Fundada en 1939 por el padre William Howard Bishop, Glenmary es la única congregación dedicada exclusivamente a servir espiritual y materialmente a los pobres en las misiones rurales de los Estados Unidos. Hoy día, Glenmary realiza este apostolado a través de las ofrendas de buena voluntad, que nos permiten establecer misiones a lo largo de los montes Apalaches y el Sur de Estados Unidos. Los misioneros de Glenmary sirven en áreas donde frecuentemente menos del uno por ciento de la población es católica, un porcentaje significativo de la población no asiste a ninguna iglesia y la tasa de pobreza es el doble del promedio nacional. Nuestra actividad misionera incluye el establecimiento de comunidades católicas, la promoción de la cooperación ecuménica, la evangelización de los no creyentes, el alcance social y la lucha por la justicia. Lograr todo esto es el reto de Glenmary.
EL RETO GLENMARY El Reto fue publicado por primera vez en 2015 como parte de las esfuerzos de Glenmary para llegar a la población que habla español como primera lengua. Algunos artículos de El Reto son traducidos de inglés a español, de la revista Glenmary Challenge. El Reto Glenmary se envía gratis a los donantes y a cualquier persona que lo solicite. Para comenzar a recibir El Reto, use la información de contacto abajo.
La Navidad es un periodo de unión. En los mejores casos, las familias se reencuentran, los vecinos se muestran más amigables y las comunidades cristianas también se unen más. La música de los villancicos y alimentos como los tamales, el pavo, la gallina asada y el ponche forman parte del ambiente festivo de esta época. Para nuestros hermanos mexicanos, la devoción a Nuestra Señora de Guadalupe constituye un pilar de su fe católica. Por eso, la portada de la revista que usted tiene en sus manos está dedicada a esta advocación de la Madre de Dios, que el Papa Juan Pablo II proclamó como Patrona de toda América, es decir, de Norteamérica, Sudamérica, Centroamérica y el Caribe. Si usted es originario de un país distinto a México, como este servidor suyo, probablemente nuestra devoción a la Virgen de Guadalupe no sea tan fuerte como para nuestros hermanos mexicanos. Pero sí coincidiremos no solo como latinoamericanos, sino entre cristianos de todo el mundo, en que celebrar el nacimiento del Hijo de Dios, ¡es motivo de enorme fiesta! Nuestra fe católica en particular y cristiana en general nos une como hijos de un mismo Padre: papá Dios, que hace brillar el sol sobre buenos y malos. En las siguientes páginas, usted encontrará un artículo sobre ese tema, escrito por el padre Dan Dorsey, presidente de Glenmary. Aprovecho para recordarles que ya tienen a disposición de ustedes la página de Facebook en español “Misioneros Católicos Glenmary”. Además, estamos haciendo llegar copias de esta revista a más y más parroquias. Si quiere recibirla, totalmente gratis, puede contactarme a ocabrera@glenmary.org o al (513) 881-7470.
MISIONEROS CATÓLICOS GLENMARY P.O. Box 465618 · Cincinnati, OH 45246-5618 513-881-7411 · 800-935-0975 · vocaciones@glenmary.org © 2021, Misioners Católicos Glenmary. Permiso de reproducción se concede bajo petición.
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PORTADA DE LA REVISTA: Los esposos misioneros Marco y Daisy Tavares tienen una fuerte devoción por Nuestra Señora de Guadalupe. Aseguran que ella ha intercedido en momentos cruciales de su vida. Foto cortesía de la familia Tavares.
Unidos con la Virgen de Guadalupe
El misionero Marco Tavares narra cómo la Virgen ha intercedido en su vida personal y familiar. página 8
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por omar cabrera
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tan lejos , pero tan cerca
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el poder de cristo
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estuve enfermo y me cuidaron
Alejada de las grandes ciudades, esta comunidad construye la iglesia de Cristo sin necesidad de paredes.
Nos alimentamos de Cristo igual que los modernos paneles solares se alimentan del Sol.
La clínica móvil Santa María atiende pacientes sin seguro médico, totalmente gratis.
Director: Padre Dan Dorsey Editor: Omar Cabrera Gerente de Comunicaciones: John Stegeman Directora de Arte: Cassie Magnotta
Equipo editorial en español: Clarisa Chavarría, Bárbara Hasbach, Hermano David Henley, Padre Esteban Pawelk
Aquí, Dios se hace presente en Su palabra, el prójimo, y especialmente en el pan y el vino, que se convierten en cuerpo y sangre.
Tan lejos y a la vez tan cerca
A una hora de la parroquia más cercana de Glenmary, una comunidad de trabajadores mexicanos simboliza la esencia de la vida misionera por omar cabrera / fotos por john feister
L
os padres Richard Toboso y José Carlos Miguel López han manejado una hora para llegar hasta aquí. Hoy visitan una comunidad de trabajadores mexicanos temporales en una planta de procesamiento de cangrejo. Aquí no hay una linda iglesia con vitrales y bellas imágenes donde cele-
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EL RETO GLENMARY glenmary.org
DERECHA: María Cerino trabaja en la planta de envasado de cangrejo. Ella fue quien pidió a sacerdotes de Glenmary que llevaran la misa a su comunidad. ABAJO: así lucen los alrededores de la planta.
brar misa, sino casas móviles desvencijadas esparcidas en un terreno junto a la fábrica de mariscos. La Eucaristía tendrá lugar en una cochera con apenas un techo y pilares de metal, sin paredes, con piso de tierra, sin aire acondicionado ni altar formal. Alrededor cacarean gallinas enjauladas, hay trozos de madera apilados junto a algunas de las casas, y un oxidado barril sobre ladrillos de cemento que sirve como estufa artesanal. Es la zona costera de Carolina del Norte. El lugar se llama Mattamuskeet. A pocos kilómetros de aquí, se ubican destinos donde los turistas llegan a relajarse y disfrutar del mar. Destinos turísticos tan cercanos, pero a la vez tan lejanos para estos trabajadores, en su mayoría mujeres, que no tienen vehículo propio para llegar hasta allá. Pero la pobreza material de esta comunidad contrasta con su entusiasmo y fervor religioso. “Venimos de la religión católica muy firme”, dice María Cerino. “En Tabasco (México), tenemos muy firme nuestra fe y en dondequiera que estemos, para nosotros es importante tener una celebración, porque es un encuentro con Cristo cuando nosotros estamos en una misa”. María explica que desde que el padre José Carlos fue ordenado, este año, él y padre Richard llegan a celebrar misa cada dos semanas. Antes, lo hacían una vez al mes. Glenmary lleva ya cerca de seis años sirviendo a esta comunidad.
Un ambiente festivo Tocando la guitarra, Rosario Velásquez, el compañero de vida de María, canta durante la misa. Esta vez también le acompañan José Pacheco, quien ha llegado desde Plymouth junto con los sacerdotes. Por momentos, también le pasan el micrófono a Sofía, la nieta de cinco años de María, quien con su voz infantil, pone algunas notas de ternura desde la primera fila. Unas 25 personas asisten a la misa, pulcramente vestidas como si estuvieran en la iglesia en una ciudad. “El carisma de Glenmary es para salir de nuestra zona de confort, de Rosario Velásquez toca la guitarra y canta durante la misa. Aquí aparece junto al padre Richard, quien concelebró ese día junto al padre José Carlos. Invierno 2021 EL RETO GLENMARY
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Sofía, de 5 años, canta durante la misa mientras su madre y su tía sostienen a otros dos pequeños miembros de la familia. Sofía es nieta de María Cerino, y con su voz puso un toque de ternura a la misa.
también llevan a la comunidad paquetes de alimentos que los feligreses de la misión en Plymouth han donado.
nuestro templo, e ir a donde la gente nos necesita”, dice el padre José Carlos, al explicar por qué sirven a esta comunidad aunque tengan que conducir durante más de dos horas para venir y regresar a su hogar en Plymouth. “El Papa Francisco remarca que tenemos que oler como las ovejas y eso es lo que nosotros tratamos de hacer, que a veces uno es el que tiene que ir a buscar las ovejas donde ellas están”, agrega el padre José Carlos. “Lo hacemos porque es nuestra misión, aparte de que es un mandato del Papa”. Como la viuda del Evangelio Al terminar la misa, la comunidad sigue unida en torno al pan. Esta vez, el platillo es pollo con mole que los feligreses degustan junto a sus dos sacerdotes y otros parroquianos de la misión en Plymouth que los acompañan. “Siempre nos dan de comer”, dice el padre José Carlos. “Yo creo que ese es un signo del amor y la apreciación que ellos tienen hacia nosotros. Ellos reflejan muy bien la historia de la viuda que lo da todo, en la Biblia. Tienen claro que hay más alegría en el que da que en el que recibe”, añade el sacerdote. Es un amor bien correspondido. Además de celebrar la misa y hacer confesiones, los padres de Glenmary El padre José Carlos Miguel López, primer sacerdote latino en la historia de Glenmary, es ahora el principal vínculo de la congregación con la comunidad de Mattamuskeet.
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EL RETO GLENMARY glenmary.org
Media vida entre México y EE. UU. María cuenta que ella y otras personas comenzaron a viajar de Tabasco a este lugar, con visas temporales de trabajo, hace ya tres décadas. Hoy, unas 70 personas, todas mexicanas, trabajan en la planta de procesamiento y empaque de carne de cangrejo. En los inicios, no fue fácil conseguir un sacerdote que llegara a oficiar misa, recuerda María. Por eso, ahora que Glenmary ha prometido y está cumpliendo con dos misas por mes, más y más personas pueden recibir los sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación. Al terminar la comida y una amena convivencia, sacerdotes y feligreses se despiden. El padre Carlos dice que esta parte del ministerio suyo y del padre Richard implican esfuerzo. “Algunas veces, regresamos a casa a las nueve, nueve y media de la noche, y al final sientes como que: OK, hice algo muy lindo hoy. La gente, al final se queda bien feliz porque tuvieron su misa, tuvieron esa chanza de confesarse. Y es lo más hermoso. Lo espiritual lo abarca todo, y ese es el regalo más grande que uno pueda tener”, dice padre José Carlos.
buenas nuevas Foto por Hermano David Henley
La Capilla y Casa de Formación de Glenmary ofrecen ahora más espacio
f or m ac ión / Las instalaciones del programa ganan terreno Los estudiantes de los Misioneros
asisten a misa entre 8 y 15 personas.
vida espiritual gracias a dos amplia-
las iglesias en nuestras misiones de
Glenmary en St. Meinrad, Indiana.
ki, director de Pre y Postnoviciado.
Católicos Glenmary podrán mejorar su ciones en la Casa de Formación de
El 17 de octubre, Glenmary bendijo
una expansión de la capilla ahí en el campus, así como un nuevo edificio
que incluye: una cocina, un comedor y
“Nuestra capilla es pequeña como
Glenmary”, dijo el padre Bruce Brylins-
pequeñez de las comunidades a las que anhelamos servir”.
La Casa de Formación de Glen-
habitaciones para invitados.
mary está ubicada junto al Seminario
de los Campos en honor a la patrona
ristas de Glenmary se preparan para
La capilla, llamada Nuestra Señora
de Glenmary, sigue siendo bastante
pequeña, pero ahora puede albergar hasta 28 personas. En un día típico,
ARRIBA: El padre Bruce Brylinski (derecha) bendice a asistentes al acto de dedicación de la nueva área en la Casa de Formación.
“Nuestra formación hace eco de la
St. Meinrad, donde todos los semina-
ahí. En la actualidad, siete estudiantes
el sacerdocio misionero. Los candi-
incluye la casa principal, la capilla, las
conviven en el edificio. El campus
datos a convertirse en hermanos de
nuevas habitaciones para invitados y
Glenmary también viven y estudian
una residencia para el padre Bruce.
Para que todos seamos Uno
her m an dad / Todos somos hermanos, más allá de nuestra afiliación religiosa
La cooperación entre cristianos de
Ecumenismo de Glenmary, Nathan
los cinco principios básicos del minis-
Conferencia de Obispos Católicos de
terio de Glenmary. Es una forma de
practicar la oración de Cristo “Para que todos sean uno" (Juan 17, 21).
Con ese espíritu, el director de
La reunión constituyó la primera
Smith, participó en un diálogo entre la
vez en que los académicos que repre-
los Estados Unidos (USCCB, en inglés)
nivel nacional para sostener un diálo-
sentan a los dos grupos se reunieron a
y las Iglesias Pentecostales/Carismáti-
go teológico.
cas de América del Norte, del 14 al 16
“Esta primera, de tres reuniones
de septiembre, en Washington, D.C.
dentro de nuestros diálogos explo-
ratorios sentó las bases para la futura colaboración entre la Iglesia Católica
y los cristianos pentecostales/carismáticos”, dijo Nathan. “Todos los asis-
tentes sintieron energía, entusiasmo,
curiosidad y una genuina fraternidad Foto cortesía de Nathan Smith
diferentes denominaciones es uno de
cristiana, lo cual habla bien del futuro de estos diálogos”.
"Todos los asistentes sintieron energía, curiosidad y una genuina fraternidad cristiana", dijo Nathan Smith, de Glenmary.
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La Virgen de Guadalupe nos cubre con su manto sagrado
El Papa Juan Pablo II la proclamó “Patrona de toda América”, es decir del continente entero, desde Groenlandia hasta la Patagonia.
Los esposos mexicanos Marco y Daisy Tavares trabajan para Glenmary organizando charlas, retiros y otras actividades.
Mis primeros recuerdos relacionados con la celebración de la Virgen de Guadalupe nacen cuando yo aún era un niño. Mi padre, un devoto matachín, dedicaba cada diciembre varios días para danzar en honor a nuestra Madre del cielo. Fue de esa forma que la semilla se plantó en mí. Varios años después, esa semilla se convirtió en un frondoso árbol con sus ramas apuntando hacia el cielo, después de que mi esposa y yo tuvimos nuestro encuentro con el Señor. Pero permítanme contarles desde el inicio. El primer acercamiento con Nuestra Señora de Guadalupe se da precisamente en una parroquia dedicada a dicha advocación, en Hobbs, Nuevo México. Todavía resuenan en mí las palabras que le dirigí a Santa María de Guadalupe: “Dicen que tú eres la manera más fácil de llegar a Jesús; dile que aquí estoy, que le entrego mi vida y que quiero hacer Su voluntad”. 8
EL RETO GLENMARY glenmary.org
Foto cortesía de Familia Misionera Tavares
por marco tavares
Esa pequeña oración se convirtió en el inicio de una nueva y profunda relación con nuestra Madre, que con el tiempo fue creciendo en respeto, amor y devoción. Decidido a conocer más a “mi Madre”, empecé a introducirme en la lectura para entender más la importancia de María en mi vida. Los primeros libros que me ayudaron a comprender y a fortalecer mi devoción fueron los de San Luis María de Montfort: “El tratado de la verdadera devoción”, “El secreto de María y El secreto del Rosario”. Cada vez me maravillaba más la forma en que una niña tan humilde y sencilla había creído y obedecido completamente a Dios, al grado de convertirse en una pieza fundamental en el plan de la salvación de nuestro Padre Eterno. Comencé a enamorarme cada vez más y a dejar que Dios fuera tomando el control de mi vida a través del Santo Rosario. Años después, el Señor me haría el lla-
que Nuestra Señora de Guadalupe transmitió en esas apariciones. Es importante recalcar que para los mexicanos, esta es una de las devociones más importantes y arraigadas en nuestra cultura; existe incluso un dicho: “En México no todos son católicos, pero todos son Guadalupanos”; sin embargo, muchos desconocemos el verdadero mensaje que la Virgen viene a darnos. El mensaje central, y lo podemos encontrar en el códice náhuatl encontrado en la tilma de Juan Diego, es simple: “La llegada del verdadero Dios a México”. Los aztecas comprendieron este mensaje tan solo con mirar la tilma de Juan Diego y gracias a eso millones fueron bautizados en nuestra fe católica. Como conclusión, la Virgen de Guadalupe no solo fue una aparición, sino el estallido de una nueva evangelización. Por tal motivo, hemos dedicado los últimos años a compartir y difundir la devoción a Nuestra Señora de Guadalupe. Incluso, en las comunidades de Glenmary hemos visto los frutos de dicho mensaje, ya que tanto en la misión de Plymouth como en la de Lafayette, después de haber compartido la conferencia sobre la Virgen de Guadalupe, ha surgido ya un grupo de familias que devotamente, cada semana, se reúnen a rezar el Santo Rosario y a profundizar más sobre su fe. Todo esto gracias a que al igual que nosotros, se enamoraron de la Reina del Cielo. ¡¡¡Que viva la Virgen de Guadalupe!!!
Foto cortesía de Kathy Patterson
mado a convertirme en misionero, y fue precisamente en las primeras misiones donde Nuestra Señora de Guadalupe empezó a ser parte fundamental de la misión de nuestra familia. En una ocasión en la que mis hijos se encontraban hospitalizados, yo tenía que cumplir con la misión que Dios me había pedido. Mi esposa me alentó a dirigirme a esa misión, así que con mis hijos en estado delicado, emprendí el viaje al lugar donde debía presentarme, no sin antes hacer la siguiente oración: “Señor, tú sabes que mi corazón está dividido. Yo haré lo que tú me pides, solo te pido: encárgate de mis hijos”. En ese momento, Nuestra Señora se hizo presente. En mi interior escuché una dulce voz que me decía: “¡Ay Juanito, Juanito!”. Yo respondí: “¿por qué me dices Juan?”, a lo que la voz respondió: “Porque un día, Juan Diego no quería cumplir la voluntad de mi hijo porque su tío estaba enfermo... Ve y cumple la voluntad de mi hijo y no te preocupes, porque tus hijos están bien”. Lleno de alegría y confiado en esas palabras, seguí mi camino y justo antes de llegar a la tan esperada misión, recibí la llamada de mi esposa dándome la noticia de que nuestros hijos se irían a casa ya que después de que yo había salido del hospital, ellos habían reaccionado de una manera favorable y que ya no necesitaban estar más en el hospital. Fue entonces cuando le compartí a mi esposa lo que había experimentado en oración y no nos quedó duda de que la Virgen de Guadalupe había intercedido por nuestros hijos y Dios había realizado el milagro de su recuperación. Debido a ese milagro que Dios realizó en nuestras vidas fue que me di a la tarea de conocer más a fondo el misterio de la aparición de Santa María de Guadalupe a Juan Diego. Comencé a leer el Nican Mopohua, un relato escrito por Antonio Valeriano, un noble y letrado nahua que narra las apariciones de la Virgen a Juan Diego. Al mismo tiempo empecé a ver documentales y conferencias sobre dichas apariciones, para poder así convertirme yo también en un mensajero guadalupano y esparcir su mensaje al pueblo de Dios. Desde hace ya ocho años, he compartido en un sinnúmero de comunidades el mensaje y la enseñanza El padre Esteban Pawelk, de Glenmary, oficia misa en Tepeyac, México, en el mismo lugar donde la Virgen de Guadalupe realizó en 1531 una de sus apariciones.
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Foto por John Feister
Los nuevos paneles se alimentan de la energía que viene del Sol, así como nosotros nos alimentamos del Hijo de Dios, cuyo cuerpo y sangre recibimos en la Eucaristía.
El Poder de Cristo
CARTA DEL PRESIDENTE / Padre Dan Dorsey en ciencias. Sin embargo, después de investigar un poco, supe que nuestro sol es un reactor nuclear. Libera paquetes de energía llamados fotones. Cada hora, impactan en nuestro planeta suficientes fotones para generar la energía solar capaz de satisfacer las necesidades globales durante todo un año. Tómese un momento para reflexionar sobre eso. Si aprovecháramos el poder del sol, ¡las necesidades energéticas del mundo entero podrían resolverse! Un panel solar funciona al permitir que los fotones golpeen a los electrones para liberarlos de los átomos, generando un flujo de electricidad. Los paneles solares en realidad están hechos de muchas unidades más pequeñas llamadas células fotovoltaicas, que convierten la luz solar en electricidad. Ahora imagine que el poder de Cristo es análogo al Foto por John Feister
En las oficinas centrales de Glenmary recientemente instalamos paneles solares. En un día soleado, nuestro parque solar no solo proporcionará electricidad para todo nuestro campus, sino que también podremos obtener crédito de nuestro proveedor de energía si producimos más de lo que necesitamos. Antes de continuar quisiera decir que soy analfabeto
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EL RETO GLENMARY glenmary.org
El presidente de Glenmary, padre Dan Dorsey, bendice los paneles solares que ahora suministran energía para la residencia, la capilla y las oficinas centrales de la congregación en Fairfield, Ohio.
Un tipo diferente de ‘misión en casa’
mi si Ón / Regresó de EE. UU. a Kenia, con amor
Foto cortesía del Padre Kenn Wandera
poder del sol mientras nos preparamos y celebramos el nacimiento de Jesús durante esta temporada de Adviento y Navidad. La palabra se hace carne y, al hacerlo, la luz de Jesucristo nos ilumina. ¡Su gracia y el Espíritu Santo son como los fotones que liberan al pecado (electrones) de la humanidad (átomos) generando un flujo de electricidad de salvación! ¡E igualmente importante, cada una de nuestras comunidades de fe es como las células fotovoltaicas que convierten el poder de Cristo en la Luz del Mundo! En nuestro mundo hay una crisis energética de fe. Muchas personas profesan que son espirituales pero no creen en ninguna iglesia o religión. ¿Cómo estamos llamados a responder como individuos y comunidades de fe? ¿Cómo tomamos la luz de Cristo y la convertimos en “electricidad” que iluminará nuestras comunidades? ¿Asistiendo a un estudio bíblico? ¡Sí! ¿Apoyando a los bancos de alimentos? ¡Sí! ¿Participando activamente en la misa dominical? ¡Sí! ¿Contactando y visitando a una persona confinada en casa? ¡Sí! Al vivir el Evangelio todos los días, producimos luz en un mundo de tinieblas. Los misioneros de Glenmary intentan ser los paneles solares en las áreas a las que sirven. Hacen todo lo anterior y más. Nuestra misión es tocar la vida de aquellos que están al margen, los olvidados, los abandonados. Un ejemplo de ello es el trabajo que dos de nuestros sacerdotes en Carolina del Norte realizan en la alejada comunidad de obreros en Mattamuskeet, del cual usted puede leer un artículo en esta revista. Eso también se muestra en otro artículo sobre la clínica móvil que atiende de forma gratuita a pacientes sin seguro médico en nuestra misión en Rutledge, Tennessee. ¿Le sorprendió a usted, tanto como a mí, el hecho de que en una hora, la luz del sol que llega a la tierra podría suministrar energía al mundo entero? ¿No ocurre lo mismo con el poder de Cristo que llegó a la tierra hace 2000 años en un pesebre en Belén? Isaías soñó con esto cuando profetizó: “El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que habitaban en la tierra de las tinieblas una luz ha brillado…. ¡Porque nos ha nacido un niño!” (Isaías 96: 1) ¡Que durante esta temporada, la más bendita, aprovechemos la luz de Jesucristo y la compartamos con gozo con aquellos que encontremos!
El padre Kenn Wandera (Izquierda) sigue viviendo su ministerio en Kenia, junto a misioneros mexicanos. Glenmary es único. Sus misioneros trabajan exclusiva-
mente en Estados Unidos. Eso es lo que se entiende por "misiones nacionales". Sin embargo, por el momento, el padre Kenn Wandera es una excepción.
El padre Kenn voló a su natal Kenia en junio para
celebrar misas de Acción de Gracias después de su or-
denación como sacerdote. Él planeaba una breve visita y luego volver para comenzar su ministerio sacerdotal en EE. UU. Pero, debido al COVID-19, la embajada de EE.
UU. en Nairobi suspendió los servicios rutinarios de visas y le informó que las primeras citas disponibles son ¡en junio de 2022!
Mientras tanto, el Padre Kenn está sirviendo en
Nuestra Señora de Guadalupe, una parroquia en Nairobi fundada por los Misioneros de Guadalupe, que son
originarios de México. Al vivir allí, él puede practicar su español, lo que le ayudará a servir a las comunidades
hispanas a su regreso a EE. UU. También visita hogares
y reparte comida a los hambrientos en Kibera, un barrio donde las personas viven en extrema pobreza.
“Espero que mi poco tiempo aquí de 'misión en casa'
sea un verdadero regalo para mí y para aquellos que
conozco”, dijo el padre Kenn. “El mundo es la misión de Dios, y en el humor y el misterio de Dios, él nos envía
por caminos interesantes para encontrarlo siempre de una manera nueva".
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El llamado del Evangelio a cuidar de los enfermos es el motor que impulsa a la clínica móvil Santa María. El ministerio sirve a seis comunidades rurales.
Porque estuve enfermo y ustedes me cuidaron
La clínica Santa María atiende gratis a personas que no tienen seguro médico por omar cabrera
U
n joven de unos 25 años entra a la iglesia católica San Juan Pablo II. Le explica a los voluntarios que están sentados frente a una mesa que él habla solamente español, no inglés. El párroco, Neil Pezzulo, sale a su encuentro y le indica, en español, que tome asiento. Luego, se sienta junto a él y comienza a preguntarle ciertos datos con los que llena un formulario. Parqueado frente a la iglesia se encuentra el gran camión blanco de la Clínica El Legado de Santa María, que brinda servicios médicos gratuitos. La clínica visita esta misión de Glenmary una vez al mes, así como otras cinco comunidades rurales en el este de Tennessee. El consultorio móvil funciona con médicos, enfermeras y personal de apoyo. Sus pacientes no cuentan con seguro médico. El joven a quien el padre Neil pide datos, por ejemplo, dice que es originario de México y vino a Estados Unidos hace tres meses. Trabaja en una plantación cercana de tomate, lechuga y chile verde. Este
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EL RETO GLENMARY glenmary.org
día, vino para consultar por un dolor en un brazo. El padre Neil explica que “Los contratistas de los obreros agrícolas simplemente no ofrecen seguro médico y ellos no tienen el dinero para pagarlo”. “Muchos no tenemos doctor” “Esto (la clínica) está muy bien”, dice, en español, un paciente de 37 años. “Habemos muchos que no tenemos doctor y la clínica nos ayuda a estar al pendiente con la salud”. Añade que, normalmente, el personal de la clínica le entrega una receta con la que luego él puede comprar sus medicamentos. La encargada de la clínica ese día nos pide que, para proteger la privacidad de los pacientes, no publiquemos sus nombres. La clínica ofrece “visitas médicas regulares, manejo de condiciones médicas crónicas, visitas de nuevos pacientes y educación de pacientes”, dice la directora,
Esto está muy bien. Habemos muchos que no tenemos doctor y la clínica nos ayuda a estar al pendiente con la salud.
Porque estuve enfermo... Tras ayudar a varios pacientes, el padre Neil hace una pausa y explica que “Esta es, de hecho, la misión de Glenmary. Estamos aquí para servir al pueblo de Dios en cualquier cosa que necesiten. Ellos pueden venir a la misión católica, recibir cuidado de salud de calidad y nosotros los tratamos con respeto y dignidad”. La clínica móvil es operada por la Diócesis Católica de Knoxville, Tennessee. Parte de su equipo son voluntarios, incluyendo médicos, enfermeras y personal de apoyo que donan su tiempo y esfuerzo para hacer posible este ministerio. Los orígenes del proyecto se remontan a la década de los 1930, cuando las Hermanas Religiosas de la Misericordia fundaron un hospital en Knoxville. En 2011, tras la venta del hospital, parte de los fondos obtenidos sirvieron para crear la Fundación El Legado de Santa María, que actualmente constituye una de las fuentes de financiamiento de la clínica. “Nuestro trabajo no sería posible sin el generoso apoyo que recibimos de nuestros voluntarios y donantes para nuestra organización”, dice la hermana Mary Lisa. "¡Estamos muy agradecidos por el trabajo de los Misioneros de Glenmary y todo lo que hacen para ayudar a nuestros pacientes!" Al terminar su visita a Rutledge ese día, la clínica había atendido a más de 15 pacientes. Todos pasaron consulta médica y recibieron recetas; a algunos también se les practicó exámenes de laboratorio. La próxima visita será dentro de un mes.
Un joven de 25 años que llegó a pasar consulta conversa con el padre Neil Pezzulo, de Glenmary. El párroco le ayuda con interpretación del español al inglés, y a llenar papeleo.
Guadalupe (de gorra) asiste a la clínica móvil para recibir la ayuda médica que enfermeras, doctores y voluntarios ofrecen con gran amor durante cada visita a comunidades rurales.
Fotos por John Feister
hermana Mary Lisa Renfe. “Podemos hacer ciertos procedimientos a bordo, incluyendo la remoción de lesiones de piel, infiltraciones en las articulaciones, citologías vaginales, electrocardiogramas y espirometría”, añade la hermana Mary Lisa. “También brindamos servicios de laboratorio y medicamentos limitados a los pacientes”.
La hermana Mary Luke Feldpausch, RSM, y el padre Neil Pezzulo, de Glenmary, trabajan juntos para que la clínica El Legado de Santa María atienda pacientes en Rutledge, Tennessee. Invierno 2021 EL RETO GLENMARY
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El Señor de los Milagros llega a Carolina del Norte Fotos tomadas de video de la parroquia.
por omar cabrera
L
Fotos tomadas de video de la parroquia.
as fuertes sacudidas de un terremoto que golpeó a Perú hace más de tres siglos han llegado hasta Carolina del Norte. Al menos, desde el punto de vista espiritual. En 1655, un terremoto azotó las regiones de Lima y Callao, en Perú, destruyendo casas, iglesias y mansiones. Pero, una imagen de Jesús crucificado, pintada en un muro de adobe, permaneció en pie. Las multitudes comenzaron a reunirse ante la imagen, cuya supervivencia consideraron un milagro. Ese fue el primero de varios prodigios que la gente atribuye a “El Señor de los Milagros”, que ahora es una invocación del Hijo de Dios. La fiesta constituye una de las principales celebraciones católicas en Perú. La que se realiza en Lima es una de las procesiones religiosas más grandes del mundo. Una réplica de la imagen fue traída desde Perú hasta
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EL RETO GLENMARY glenmary.org
Feligreses trajeron esta devoción a Jesús desde su natal Perú. Aquí le contamos la historia. Carolina del Norte por amigos de Leonor Rossel Cáceres, una ferviente devota del Señor de los Milagros que asegura que Jesús se ha manifestado en numerosas ocasiones en su vida y en la de su familia a través de esta devoción. El 24 de octubre de este año, feligreses latinos cargaron en procesión la imagen de “El Señor de los Milagros'' en los contornos de la parroquia la Santísima Trinidad, en Williamston, condado de Martin, una de las misiones de Glenmary. La parroquia empezó a celebrar esta fiesta hace tres años. La misión de la Santísima Trinidad es pequeña. Aproximadamente 60 personas asisten a la misa dominical. La mayoría de ellos (sobre todo mexicanos, centroamericanos, pero también peruanos y de otros países) hablan español como lengua materna y participan de la Eucaristía en español. Por su parte, quienes hablan inglés como idioma nativo son alrededor de 20 personas y asisten a la misa en inglés. Aunque poco conocida en otros países, la devoción a “El Señor de los Milagros” es para los peruanos como la que los mexicanos profesan por Nuestra Señora de Guadalupe, explicó el párroco John Brown, de Glenmary.
La procesión unió a feligreses peruanos, mexicanos y de otros países en su fe común a Jesús como Hijo de Dios. Fue un tributo a la diversidad.
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"La Iglesia hoy debe ir a las periferias, tanto geográficas como existenciales". —Papa Francisco Síganos en Facebook dándole like a Misioneros Católicos Glenmary.
m i s i o n e r o s c at ó li c o s g le n m a ry
En el este de Carolina del Norte, la carretera abierta invita a adentrarse con esperanza en territorio misionero. Con Dios, ¡todo es posible en la tierra de las misiones en Estados Unidos!