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Entre el ser y el deber ser: México debe impulsar las inversiones para el sector energético nacional
La política de la actual administración pretende que el sector energético constituya la palanca para el desarrollo del país, bajo la premisa de que debe alcanzarse la autosuficiencia, y a esto le llaman soberanía energética. La implementación de la estrategia se ha dado mediante un conjunto de actos administrativos que, si bien no han progresado en su mayoría, constituyen un freno para la llegada de nuevos proyectos y para el arranque de los que están en curso.
Por Marisa Miranda Arroyo
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La política energética implementada por la actual administración ha desencadenado diversos impactos en el desarrollo del país. No hacemos referencia únicamente al tema económico, sino que debemos considerar la forma en la que México se desenvuelve dentro y fuera del país, ya sea con sus órganos reguladores y otras autoridades, o como un socio estratégico en materia de negocios, regulación, inversiones y compromisos ambientales con otros países, principalmente los miembros del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En entrevista para Global Energy, Guadalupe Campuzano, Coordinadora Académica de Mujeres en Transición Energética de la Universidad Anáhuac México, ofrece un panorama sobre el papel de nuestro país en el contexto actual, donde México fue sede de la X Cumbre de Líderes de América del Norte, y se tocaron temas de coyuntura como el combate al cambio climático, el fortalecimiento de las relaciones de negocios y el impulso al uso de energías limpias.
México en el T-MEC
A pesar de que el gobierno ha mostrado “buena voluntad” y hasta optimismo frente a las consultas que solicitaron Estados Unidos y Canadá en materia energética, no haber tocado el tema durante la Cumbre de Líderes de América del Norte incrementa el riesgo de enfrentar paneles arbitrales.
De acuerdo con la experta, esto se debe a que el cambio de estrategia que se anunció con la llegada de la nueva secretaria de Economía, y que ahora incluye la participación de la Secretaría de Energía, ventiló la falta de coordinación y el desconocimiento que existía dentro del gobierno federal.
“Mi impresión es que la atención se desvía hacia el tema de nearshoring, y cuando mucho, se incluyen temas de electromovilidad o de explorar el tema del hidrógeno, lo que deja de lado los temas que detonaron las consultas que, al momento, parecen solo haber servido para que Estados Unidos y Canadá reiteren la naturaleza de sus inquietudes y sin una atención efectiva de la contraparte mexicana”, comenta.
En este sentido, Guadalupe Campuzano considera que en la medida en que el gobierno federal no solucione el bloqueo de la participación de empresas privadas, inevitablemente México llegará a una fase de paneles. La académica ve una muy baja probabilidad de ganar paneles arbitrales; en consecuencia, el impacto sobre el presupuesto público será muy grande en lo que se refiera a posibles sanciones.
“Además, veremos una pérdida de competitividad de la industria nacional debido al encarecimiento de productos y servicios en la economía, ante la posible imposición de aranceles, que se traducirá en la caída de las exportaciones, y posteriormente al empleo en sectores económicos de gran importancia para el país, tanto agropecuarios como manufactureros”.
En cuanto a la inversión extranjera, el inicio de los paneles arbitrales podría generar la salida de diversos proyectos, como lo hemos visto en el sector energético. “Las afectaciones irán más allá del freno que ya se observa: basta con ver el Ranking Mundial Climatescope, que evalúa qué tan atractivo es un país para las inversiones en proyectos limpios, donde se observa que México cayó de la posición número 8 en 2018, al lugar 24 en 2019, al 38 en 2020 y para 2021 se ubicó en el lugar 63”.
Impulsar las energías limpias
Una de las prioridades de la administración actual de Estados Unidos es el impulso a las energías renovables y el combate al cambio climático. Al respecto, Guadalupe Campuzano refiere que, de continuar con la política energética nacional, tendremos dos panoramas. “Hay una diferencia entre lo que debería de ser y lo que será. En el debería ser, se encuentra que, dado que la urgencia es global y de México en sus compromisos por la transición
La urgencia global no se ve correspondida con acciones a nivel nacional por parte del gobierno; y si las empresas que buscan ser socialmente responsables no encuentran la forma de serlo en México, se verán forzadas a cumplir con sus objetivos en otras latitudes” que han paralizado el desarrollo de los mercados, particularmente en lo que se refiere a la contribución de la iniciativa privada con el cumplimiento de las metas ambientales. energética, esto debería ser una oportunidad: proliferación de proyectos limpios, no solo con miras a la diversificación de la matriz energética nacional, sino a la exportación”.
En el Ranking Mundial Climatescope, que evalúa qué tan atractivo es un país para inversiones en proyectos limpios, México cayó del lugar 8 en 2018, al 24 en 2019; al 38 en 2020, y al 63 en 2021.
Otro tema relevante en materia ambiental son los esfuerzos globales para descarbonizar la industria y la economía. Al respecto, la experta asegura que México debería impulsar la generación eléctrica limpia, la eficiencia energética, la sustitución de combustibles fósiles, el uso de biocombustibles, la continua inversión en redes y la electromovilidad; además de fortalecer la industria del litio y el hidrógeno verde.
Sin embargo, estas acciones solo tendrán un impacto significativo si se hacen mediante políticas fiscales, industriales y energéticas, así como con certeza jurídica y de las inversiones, marcos regulatorios estables y claros, coordinación federal, transparencia y rendición de cuentas. Asimismo, es necesario promover la concientización de la población, el consumo sustentable y la economía circular, así como el financiamiento a proyectos sustentables.
Finalmente, la experta destaca que México enfrenta un riesgo de grandes pérdidas económicas, no solo en materia de sanciones, sino derivadas del funcionamiento de la economía nacional, con la pérdida de mercados. A esto se agrega el incumplimiento de compromisos ambientales suscritos internacionalmente.
De lograr que se desarrollen más proyectos, también podríamos observar inversiones para el fortalecimiento, ampliación y modernización de las redes de transmisión. No obstante, el otro escenario tiende a frenar las inversiones de los particulares y pretende impulsar las públicas sin la planeación y el presupuesto necesarios, lo que representaría un impacto mínimo.
En materia de transición energética, la Coordinadora Académica plantea que en México no solo hay un freno, sino que estos esfuerzos están en retroceso y bajo este panorama no hay forma de cumplir con los compromisos que se han suscrito a nivel internacional. “La urgencia global no se ve correspondida con acciones por parte del gobierno; y si las empresas que buscan ser socialmente responsables no encuentran la forma de serlo en México, se verán forzadas a cumplir con sus objetivos en otras latitudes”, expone.
Por otra parte, asegura que los compromisos trilaterales para combatir el cambio climático funcionarán si se retoma y fortalece la estrategia previa a la política actual. “Implementar el sistema de comercio de emisiones, incentivar el desarrollo de proyectos limpios, empujar a que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) realice las inversiones necesarias en las redes, retomar las subastas, hacer que las empresas del Estado participen en la transición energética, dotar de transparencia a todos los procesos y exigir rendición de cuentas a todos los responsables, públicos y privados”.
En este contexto, Guadalupe Campuzano se considera poco optimista, ya que, desde su punto de vista, cualquier avance marginal para lograr una transición energética queda rebasado por el retroceso, así como han mostrado los planes del gobierno y sus acciones,
“Urge replantear las premisas hacia una verdadera seguridad y transición energética, que las empresas del estado se sumen a ella y no que asuman la responsabilidad del abasto. Urge visualizarnos a todos, empresas y ciudadanos, como responsables de la transición energética, sumar y fortalecer alianzas, dejar de victimizarnos, de satanizarnos y ponernos a trabajar. Urge incluirnos a todas y todos”, finaliza.
Mayor participación femenina en la industria Guadalupe Campuzano se desempeña como consejera de Voz Experta, una comunidad cuya misión es visibilizar a las expertas en el sector energético. Desde su experiencia, esta comunidad participa en el debate público y en el fortalecimiento en la toma de decisiones dentro de las propias organizaciones.
“Voz Experta busca incansablemente la presencia de las mujeres en congresos, seminarios, conferencias y demás eventos. Somos un grupo de mujeres con posiciones de liderazgo en sectores estratégicos y buscamos formar vínculos profesionales dentro del ámbito nacional e internacional. Además, Voz Experta funge como un órgano de consulta que aporta conocimientos y experiencia para contribuir al desarrollo del sector energético”.
Como red, permite ampliar los conocimientos de quienes conforman dicha organización a lo largo de las cadenas de valor, mediante la interacción con especialistas dentro y fuera de la organización. Asimismo, busca sentar bases para generar equidad en oportunidades laborales y en el desarrollo profesional de las mujeres. “Dichas misiones, visiones e iniciativas van más allá de la actual política energética nacional; me atrevería a decir que es parte de la misma transición que, de no incluir a las mujeres, no será”, puntualiza Guadalupe Campuzano.
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