INTRODUCCIÓN A LA FOTOGRAFÍA DE RETRATO Antes de comenzar tengo que avisarte de algo: una vez que entres en el mundo del retrato, ya nunca querrás salir. Los retratos son adictivos y, antes o después, si te gusta la fotografía, caerás. Mi teoría es que esto ocurre por varias razones. Evidentemente sentimos más empatía por una persona que por cualquier otro ser vivo u objeto, somos humanos, no podemos remediarlo. Otra razón es porque están muy a mano a la hora de practicar con una nueva cámara y si no encuentras a nadie con predisposición para posar para ti, siempre puedes recurrir al autorretrato. Estas son algunas razones por las que el retrato atrae, pero la más importante es la capacidad que tiene un retrato para conmover, para emocionar. Si logras capturar el alma de esa persona, la esencia de tu modelo, conquistarás a tu espectador. Para conmover con un paisaje, por ejemplo, necesitas un lugar que te inspire, la luz adecuada, el objetivo ideal, y una buena composición. Sin embargo, para emocionar con un retrato, lo más importante es saber mirar dentro de esa persona, robarle un pedacito de alma. Si logras esto, y con algunas nociones básicas, serás capaz de hacer unos retratos impresionantes. Hoy voy a contarte esas nociones básicas y algunos trucos para que aprendas a “mirar dentro” de esa persona ¿Te apetece arriesgarte a adentrarte en un mundo del que no podrás salir?
Tipos de retrato Lo primero que has de saber es que existen distintos tipos de planos en el retrato y no sólo el primer plano que es el que seguro te vendrá a la mente, vamos a verlos: o
Plano General: es
el plano más lejano y en él aparece todo del cuerpo, sin
ningún recorte.
o
Plano Tres Cuartos/Americano: es el que corta a la persona (en la foto, ¿eh? no te vayas a pensar que hablamos de cortar de verdad) por los muslos o las rodillas. Como ves, nos vamos acercando un poquito.
o
Plano Medio: recoge aproximadamente hasta la cintura. Como realza la belleza del/la protagonista, se utiliza mucho en fotografía de moda.
o
Plano Medio Corto: incluye desde la cabeza hasta la mitad del pecho, dándole más protagonismo al modelo.
o
Primer Plano: un
plano mucho más íntimo que sólo abarca la cabeza y los
hombros. o o
Primerísimo Primer Plano: abarca solo el rostro (entero). Plano detalle: como dice su nombre, este plano recoge una
pequeña parte que
puede ser del rostro o del cuerpo. En este plano la distancia es mínima y la expresividad máxima.
Puedes también jugar con el ángulo de la cámara para lograr otros planos en función de la perspectiva.
¿Qué necesitas? Modelo Por supuesto que esto es básico. Puedes tirar de algún familiar y/o amigos que no puedan rechazar tu oferta por lo mucho que te quieren, encontrar a algún/alguna aspirante a modelo que quiera practicar y además le vengan bien las fotos para su “book”, probar con robados callejeros o si todo esto te falla…
siempre puedes autorretratarte. Más paciencia que tú contigo mismo/a no creo que tenga nadie. Luz Sin luz no hay foto. Eso ya debes saberlo. Además de ser un elemento imprescindible en la foto, es un elemento con el que puedes jugar para obtener resultados muy distintos. Desde dibujar una silueta utilizando una luz trasera hasta potenciar la personalidad agresiva de tu modelo utilizando luz dura. El tema de la luz daría para un artículo entero, mas no temas, no te vamos a hacer esperar, ya lo tenemos preparado para ti: la guía completa para iluminar tus retratos. Y de propina, puedes descubrir la belleza de los retratos tomados con un Beauty Dish.
Objetivo Yo personalmente te recomendaría el rey de los objetivos (un 50mm 1.4), y estoy segurísima de que Mario también (o el 50mm 1.8). No obstante aquí tienes 8 objetivos recomendados para la fotografía de retrato. Trípode y autodisparador Esto no es necesario al menos que sea un autorretrato, caso en el que se convierte en imprescindible. Pero te puede venir bien si tu modelo tiene algo de
fobia a las cámaras. Planta la cámara en el trípode y mientras charláis utiliza el disparador remoto. Fondo Un fondo inadecuado puede arruinar por completo un retrato o darle mucha más vida. Si el entorno no cuenta nada de tu protagonista, no lo incluyas, opta por hacer planos más cortos y utilizar aperturas amplias que desenfoquen el fondo. Si cuenta mucho y puede aportar a la historia de tu prota pero hay elementos que no te convencen, puedes probar con el blanco y negro. Flash Aunque lo ideal es utilizar luz natural, por su propia belleza, es muy probable que te encuentres en situaciones en las que no dispongas de ella y tengas que tirar de flash. En ese caso procura que no sea el que viene incorporado si quieres obtener un buen resultado. El flash te servirá en interiores, como flash de relleno (para eliminar sombras) o para retratos nocturnos (y ojo con los ojos rojos)
Composición La composición es otro elemento que no podemos olvidar en un retrato. Hay dos reglas básicas que sólo debes saltarte si tienes de verdad un motivo específico, artístico, creativo, emocional o lo que quieras, el único motivo que no vale es el desconocimiento. Estas dos reglas son: La ley de la mirada Según esta norma el mayor espacio ha dejarse hacia donde se dirige la mirada del sujeto. Jugar con la ley de la mirada te permite contar mucho del momento o de tu protagonista. La ley de los tres tercios Lo más probable es que ya conozcas esta regla y sólo deba recordarte que el centro de interés suele ser la mirada, por lo que en planos más cercanos has de colocar los ojos en los puntos de interés. En un plano general será el sujeto o el rostro el que se sitúe en las líneas de intersección. Si no sabes de lo que te hablo, debes saber que es una de las primeras lecciones que has de aprender en fotografía.
El alma en el retrato Ahora viene la parte más difícil, el momento crucial, el instante mágico en el que decides apretar el botón porque esa mirada es justo la que desnuda a tu modelo, porque en ese preciso instante está contando quién es. Esto no es nada fácil, requiere de entrenamiento y sensibilidad, pero voy a ser como un GPS en tu búsqueda de su alma, te dejo un itinerario para que sepas por dónde tienes que conducir y no te pierdas por el camino, aquí tienes la ruta más rápida o
Toma la Avenida del Lenguaje Corporal: el lenguaje corporal cuenta mucho más de lo que intenta ocultar o transmitir. Va mucho más allá de las palabras. No lo ignores.
o
Detente en la Plaza de las Historias Personales: párate a charlar con esa persona, descubre qué esconde, qué teme, de qué presume o con qué sueña. Cuando la conozcas un poquito, averigua qué es lo que quieres contar de ella antes de disparar
LO QUE LA MIRADA ESCONDE o
Gira por la Calle de la Mirada: el rostro es el espejo del alma, o eso dicen. Lo que no se dice tanto es que la puerta de entrada a ese alma son los ojos. Céntrate en los ojos y su mirada, te revelarán todos los secretos, y enfócalos bien. Si están a distinta distancia y usas una profundidad de campo pequeña, enfoca el ojo más cercano.
CONQUISTA CON LA MIRADA o
Si te apetece puedes detenerte a tomar un café en Clave alta o Clave baja.
o
Has llegado a tu destino: cuando creas que es el momento justo, llama a la puerta (dispara). Esto no es todo, puedes quedarte en los retratos “clásicos” o lanzarte a practicar los retratos en blanco y negro, retratos nocturnos o retratos diferentes.
¿Te animas? RETRATO EN BLANCO Y NEGRO
Si te ha picado el gusanillo (que me temo que así es) y quieres profundizar más en el tema, no te lo pienses y hazte con la “Guía Para Dominar la Fotografía de Retrato”. Lo que sí que no puedes dejar de hacer es practicar. Retrata, retrata y retrata. Si no lo que has leído no te servirá para nada Gracias por leer hasta aquí y compartirlo en las redes si lo ves de utilidad. ¡Hasta la próxima!