La mĂşsica es el alimento espiritual de los que viven de amor Autor: William Shakespeare
LOS NIÑOS Y LA MÚSICA. Los niños disfrutan de la música, gustan de ella. Se emocionan al ir experimentando emociones, sentimientos, gozando con los sonidos, que oyen y producen. Es un lenguaje que permite que los niños se comuniquen con el interior de sus sensaciones, y a la vez entre ellos. Pueden hacer música, pueden expresar a través de su composiciones e improvisaciones, con sencillos materiales los sonidos que mejor comunique lo que sienten. Es en el contacto con los otros niños y con la docente que se enriquece este don musical que el niño posee.
El niño nace al mundo del arte popular a través de una sabia conjunción de poesía y música. Ese mundo poético convocado por las primeras manifestaciones aumenta su valor afectivo y su fuerza comunicativa cuando va acompañado de una melodía.
La música tiene un gran poder. Brinda una grata experiencia de aprendizaje, estimula la imaginación y creatividad en los niños. Además, crea vínculos entre padres e hijos según los ritmos y sonidos que se generan en el ambiente. El gusto entre padres e hijos mientras comparten momentos musicales refuerza sus lazos. Ese lazo le servirá para las relaciones que el niño mantendrá durante toda su vida
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La música tiene el don de acercar a las personas. El niño que vive en contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación más armoniosa. A esta edad la música les encanta. Les da seguridad emocional, confianza, porque se sienten comprendidos al compartir canciones, e inmersos en un clima de ayuda, colaboración y respeto mutuo. Pág
GLORIA ESPERANZA RODRIGUEZ JURADO X SEMESTRE DE PEDAGOGIA INFANTIL 2013