Zacatecas Artesanal

Page 1

EJEMPLAR GRATUITO

«vive la experiencia»

No.0 enero–marzo 2017


EDITORIAL DIRECTORIO Alejandro Tello Cristerna Gobernador de Zacatecas

Carlos Fernando Bárcena Pous Secretario de Economía

Rosa Elvira Campos Álvarez Subsecretaria de Desarrollo Artesanal

Mayra Janeth del Río Pérez Promoción artesanal

Juan César Reynoso Márquez Proyectos artesanales

Juan Antonio de León Sigg Coordinación editorial

Cristina Judith González Carrillo Patricia Ordaz González Luis Ángel Correa García Personal del cieapz Colaboradores

PRODUCCIÓN

Judith Navarro Salazar

Las artesanías de Zacatecas representan el trabajo familiar, las costumbres, las tradiciones, las técnicas y los conocimientos ancestrales legados por quienes hace mucho tiempo dieron origen y forma a nuestro Estado. Adentrarse en los procesos de la elaboración artesanal es una invitación a vivir una experiencia nueva para locales y viajeros. Las muestras de artesanía son tan vastas como el territorio. Mantener vivo este legado, como lo hacen coleccionistas y amantes del arte popular, es un deber colectivo y una función de la Subsecretaría de Desarrollo Artesanal ante la inminente pérdida de algunas ramas artesanales. Sin duda, el objeto tangible y perdurable de la cultura popular que más destaca es la artesanía, inserta como fiel reflejo del patrimonio cultural intangible con el que nuestro Estado se distingue en la geografía nacional. Además de fotografías, las artesanías son el mejor recuerdo que un turista se puede llevar a casa. El propósito de la revista Zacatecas Artesanal es difundir la artesanía y el papel que esta desempeña en la cultura y la economía del Estado. Este es un espacio para que los interesados y los especialistas en este tema promuevan las características de los oficios y los productos artístico–artesanales con fin de vivir mejor la experiencia que brinda el arte popular. Entre otros interesantes temas, este primer número invita a hacer un fascinante recorrido por el Estado de Zacatecas, a través de la colaboración del maestro artesano Ángel Santos; relata historias de vida y el quehacer actual de maestros artesanos; habla de la importancia de la artesanía frente a la manualidad; da una idea de la función del diseño en la artesanía contemporánea, e invita a recorrer el Centro de Investigación y Experimentación de Arte Popular y su Galería Nacional, ubicado en Tacoaleche; además, la maestra Gaby Rosas explica el nombre popular de este recinto.

4 6 10

HACERSE DE UN RECUERDO La Casa de las Artesanías, explosión de texturas y colores

Índice

DIFERENCIAS ESENCIALES entre artesanía y manualidad

5

GALERÍA

8

LA CANTERA, EL ALMA DE ZACATECAS: Refugio Guevara

RIQUEZA DE CONTRASTES El arte popular del Estado de Zacatecas

EL ARTE POPULAR Y LA ARTESANÍA EN GRAFÍAS Mapa de distribución de la producción artesanal en los municipios

12

Dirección editorial

Mónica Paulina Borrego Lomas

14

Diseño editorial

Elizabeth Martínez Murcia Corrección de estilo

Andrea Rodríguez Galván

NUEVO DISEÑO ARTESANAL preservando la tradición

Fotografía

José Ulises Tinajero Guzmán

LAS MANOS DEL ARTE

Asistente de fotografía y diseño

Martha Alejandra Ramírez Alva Comunicación

Óscar Jorge Neri Martín del Campo

16

Administración

LOS JUGUETES DE ANTAÑO alfarería miniatura de Zacatecas

Portada: «Capitel de orden corintio», detalle. Talla en cantera. Miguel Ángel Gómez Carrillo. Guadalupe, Zac. Foto: Andrea Rodríguez Galván

Zacatecas Artesanal es una revista de la Subsecretaría de Desarrollo Artesanal del Gobierno del Estado de Zacatecas para difusión y promoción de la artesanía y el arte popular en Zacatecas. Informes al Tel. 925 4478, desarrollo.artesanal@zacatecas.gob.mx, Plazuela Miguel Auza 312, Centro Histórico, Zacatecas, Zac., cp 98000. La revista Zacatecas Artesanal respeta las opiniones de los colaboradores en el marco de derecho, aunque no necesariamente comulgue con lo expresado en ellas; no se responsabiliza de la veracidad de la información y la categoría de los contenidos expresados por los colaboradores ante terceros, incluyendo derechos sobre el uso de imágenes, cifras, estadísticas o certificaciones. Zacatecas Artesanal es una marca propiedad de Gobierno del Estado de Zacatecas, cuyo registro se encuentra en trámite.

19

15

LA IMPORTANCIA DE LA CULTURA POPULAR

18

PUNTOS DE VENTA DE ARTESANÍAS ZACATECANAS

22

¿CASA DE LAS CIEN PUERTAS?


Zacatecas ARTESANAL Fuente: Fonart, Manual de diferenciación entre artesanía y manualidad

Hacerse de un recuerdo:

La Casa de las Artesanías

Exquisitas joyas en oro y plata, esculturas de madera o cantera, delicadas blusas, rebozos, cobijas y sarapes abrigadores y duraderos, vajillas y loza de gran colorido y estética, entre otros muchos artículos forman parte de las obras hechas totalmente a mano con técnicas ancestrales que pueden adquirirse o apreciarse en la Casa de las Artesanías de Zacatecas. Ubicada en el callejón de Rosales y la plazuela Miguel Auza, en el Centro Histórico de la ciudad de Zacatecas, la Casa de las Artesanías, subsidiada por el Gobierno de Zacatecas a través de la Subsecretaría de Desarrollo Artesanal, concentra para goce de sus visitantes diferentes expresiones de las manos zacatecanas. En este amplio espacio, el visitante puede admirar trabajos como las famosas arracadas jerezanas, las sillas de

4

Interior de la Casa de las Artesanías

tule tejido de Río Grande, la piedra volcánica tallada de La Cantera (Fresnillo), las máscaras tastuanas de añeja tradición, textiles confeccionados en telar de pedal de Villa García, primorosos deshilados de Huanusco, selectos tejidos de Tabasco, y bordados varios; todo en una explosión de colores y texturas que manifiestan el quehacer artesanal de los zacatecanos. La Casa de las Artesanías, además de albergar, exponer y vender los diferentes productos que se realizan en la entidad, tiene como objetivo apoyar la economía de los artesanos al promover sus creaciones. Además, en este espacio tenemos el gusto de atender a zacatecanos y visitantes prácticamente todos los días del año, pues sus puertas solamente se cierran los días 25 de diciembre y 1 de enero.

Diferencias esenciales

La diferencia entre artesanía y manualidad no radica necesariamente en aspectos estéticos o de calidad: al igual que las artesanías, las manualidades pueden ser productos de gran belleza, especialmente en rubros como el decorado, las formas y los diseños. El paseante que, al visitar ciudades o regiones por primera vez, decide adquirir como recuerdo de su estancia un producto artesanal puede requerir de ciertos criterios que le permitan discernir si lo que compra es efectivamente una pieza de arte popular. Lo anterior se debe a que, en muchos casos, las artesanías pueden llegar a confundirse con otros productos, como las manualidades, que, al igual que aquellas, se elaboran de forma predominantemente manual. Entre los principales elementos de diferenciación pueden destacarse tres: Materia prima: mientras que la artesanía usa generalmente materias primas provenientes de la región donde se elabora (barro, piedras, fibras, pieles, madera), que reciben una transformación posterior, la manualidad se hace recurriendo a materias primas previamente procesadas o prefabricadas. Técnica: las técnicas de producción usadas en la fabricación de artesanías, además de implicar cierta transformación de los materiales e insumos utilizados, son parte del patrimonio histórico y cultural de la región, transmitidas de generación en generación por décadas o siglos. En cambio, las técnicas usadas en las manualidades, que generalmente se concretan al engarce, ensamble o decorado de materiales prefabricados, no tienen una identidad o tradición cultural y tienden a volverse modas que cambian o se pierden con el tiempo. Las técnicas de producción de las manualidades se aprenden mediante publicaciones especializadas, o bien, en cursos y talleres cuya principal finalidad es recreativa. Contenido: generalmente, la artesanía tiene una alta carga simbólica de la cultura que la origina, que puede expresarse en aspectos como las imágenes con la que está decorada, o bien, en el uso ornamental o ceremonial al que es destinada. La manualidad prácticamente carece de este elemento, pues atiende más los gustos y la estética de los individuos o las familias que la elaboran. 5

Muñeca vestida de época, modelada en hoja de maíz, Alicia Benítez Parra, Guadalupe


Zacatecas ARTESANAL Por: Guillermo Correa Pacheco

La cantera, el alma de Zacatecas:

Refugio Guevara Saucedo (fotografía: Jorge Guillermo Correa Pacheco)

Tacoaleche,Guadalupe: «Cuando se habla de Zacatecas, se habla de la cantera; y, cuando se nombra la cantera, se referirá sin duda a Zacatecas», con estas palabras define el maestro cantero J. Refugio Guevara su pasión por este oficio, el cual, gracias a su dedicación y amor, lo ha convertido y lo ha llevado a ser reconocido como uno de los cien Grandes Maestros del Patrimonio Artesanal de todo el país.

Sencillo en su trato y en la palabra, el maestro me recibe en el espacio que utiliza como taller en las instalaciones del Centro de Investigación y Experimentación en Arte Popular de Zacatecas, en la antigua Casa Grande de la comunidad de Tacoaleche. Ahí, me brinda una roca para que me siente y, así, él pueda, con una breve charla, introducirnos en la esencia de su oficio, la piedra, su consistencia, su fuerza, su dureza; destaca que, aun cuando en la actualidad se reconoce al de los canteros como un oficio artesanal, en los años entre 1700 y 1900, los canteros llegaron a ocupar un lugar entre las profesiones más importantes, junto con la medicina y la arquitectura. «Ahora no, ahora eso se está perdiendo; lamentablemente, cada vez hay menos talleres», comenta el maestro Refugio y agrega: «es una lástima porque en Zacatecas tenemos toda la materia prima… donde nos sentemos, nos sentamos en cantera». Mientras el ruido del cincel sobre la piedra originado por el trabajo de sus alumnos llena el espacio al aire libre, don Refugio se remonta a sus inicios en 1990, cuando llegó a pedir trabajo a la empresa Laminados Pétreos de Zacatecas no como aprendiz de cantero, sino como soldador, otra de sus grandes pasiones. En ese lugar, dice, dio inicio su relación con la cantera; pidió una oportunidad para aprender el oficio con los maestros canteros que laboraban ahí. El comienzo fue difícil y frustrante, pues no recibió el conocimiento deseado, lo que, lejos de derrotarlo, lo motivó a iniciar su aprendizaje por cuenta propia. Recuerda que un par de años después proyectó lo que sería su primera figura, un don Quijote de la Mancha junto a su fiel caballo Rocinante con una cantera de Santa Clara, que le fue obsequiada por un amigo. 6

«Triste final de un imperio, Cuauhtémoc», pieza ganadora del primer lugar en el 3er Concurso Estatal de Cantera, Plata y Piedra Volcánica, Refugio Guevara Saucedo, Guadalupe

«En esos días, había una librería cerca de la Rectoría de la Universidad donde tenían libros y motivos de don Quijote, pero no tenía dinero para comprar el libro, así que entré, pedí permiso a la señorita que atendía para hacer un dibujo frontal de la figura y lo realicé ahí mismo, esta fue mi primera obra». Hoy podemos encontrar el trabajo de Refugio Guevara en países y ciudades como Londres, Francia, Nueva York, Phoenix, Los Ángeles y otros más. Son obras que han sido pedidas al maestro cantero por particulares dada la alta calidad de estas. A los pocos años de estar dedicado de lleno a este oficio y de producir diferentes obras, principalmente aquellas relacionados con la figura del cuerpo humano y de animales, en 1996, Refugio Guevara es nombrado por la Fundación Banamex uno de los cien Grandes Maestros del Patrimonio Artesanal. El maestro cantero Félix Muro Arenas, también zacatecano, recibió el mismo nombramiento. Para preservar este hecho en la historia, la fundación editó un libro con la obra más representativa de los artesanos mexicanos. En esas páginas, como reconocimiento a su trabajo, tiene un lugar don Refugio. «Esto me ha dado grandes satisfacciones. Yo puedo decir que el noventa por ciento de mi trabajo son obras

propias; no me considero copista, me gusta trabajar mis propias creaciones». Hoy, con 50 años de edad, el maestro cantero tiene en puerta diversos proyectos, acompañado con este bagaje de conocimiento que le han dado los últimos veinticinco años de trabajo; sin embargo, reconoce, no sin un dejo de tristeza, que este maravilloso oficio ha ido perdiendo empuje en los últimos años. «La tecnología le ha quitado mucho a la artesanía, ya es muy difícil atraer la atención de un niño en este tipo de oficios. Ahora ya tienen otra forma de ver la vida, y en las escuelas ya no se inculca el amor por los oficios como la cantería», señala. «Todavía no se pierde, pero cada vez son menos los talleres; es una lástima, pues la cantera es el alma de Zacatecas: adonde quiera que vaya, usted camina o se sienta sobre cantera. El mejor ejemplo es la máxima expresión cultural de Zacatecas, nuestra Catedral». Concluimos la entrevista y seguimos caminando por el pasillo donde el maestro Refugio Guevara me va mostrando los bloques de piedra que, en poco tiempo, serán transformados por las manos artesanas de Zacatecas; y se despide señalando: «Cuando se habla de Zacatecas, se habla de la cantera; y, cuando se nombra la cantera, se referirá sin duda a Zacatecas».

«Vientos de la Esperanza», escultura en cantera (detalle), Refugio Guevara Saucedo, Guadalupe

7


Fibras vegetales varias (detalle), región norte del Estado de Zacatecas

Molcajete en piedra volcánica (detalle), La Cantera, Fresnillo, Zacatecas

Olla esgrafiada y policromada, María Nieves Delgado Dávila, Zacatecas

Arracadas, filigrana en plata de ley 925, Jerez

Figura de felino, talla en madera cubierta de cera de Campeche y decorada en chaquira (arte wixárica), Sierra Madre Occidental


Zacatecas ARTESANAL Por: Ángel Santos

Riqueza de contrastes

Zacatecas es un Estado que no solamente concibe en sus entrañas plata, cantera, piedra porosa, plantas y fibras, sino también la afamada arcilla y el humilde barro. Su gente recibió del cielo cualidades para transformar la materia hasta concederle voz propia, cual si fuera insuflada con divino soplo. Ahora, pasado y presente conversan, interactúan; el pasado se revalora y es replanteado como piedra angular hacia el futuro inmediato.

Hebilla en forma de herradura y broches de cuero bordados con pita, talabartería, Jerez; sobre bajorrelieve tallado en cantera Santa Clara, Refugio Guevara Saucedo, Guadalupe

10

Fresnillo y la ciudad capital, Zacatecas, dan muestra de ello al situarse como impulsores de talentosos personajes que se mantienen en constante ejercicio técnico y creativo. Los grandes santuarios–museos rinden culto y hacen el recuento desde gloriosos tiempos pasados de las artes hasta las nuevas generaciones, las cuales los apuntalan día a día con aportaciones, tanto personales como colectivas: escultura y grabado, pintura, abstracto (como en el Museo Manuel Felguérez) y todas esas posibilidades actuales, como tallerear en cerámica con la arcilla zacatecana. La plata exquisita y discreta y el barro que suena a plata, distingo de sonidos en la patria no tan chica, pero suave, del poeta Ramón López Velarde, son muestra de las bondades de los materiales: nobleza y maleabilidad. Destacan también las virtudes del artífice, excelso anfitrión, hábil con sus manos, que están conectadas con el corazón. Desde el sonoro jarro hasta los trinares del barro, a través de silbatos y ocarinas, se encuentran productos elaborados por hábiles manos, oídos y espíritus sensibles, dedicados a la preservación, el rescate y el experimento de afanoso empleo. A través de las extensas y coloridas tierras, de ocres a rojizas, de extensos horizontes, no hay —de la palma al órgano, del nopal al huizache, del maguey al mezquite— tierras que no generen material para crear y producir arte. La alegría en la creación artística es, cual flor del desierto, belleza que brota casi de la piedra contrastando con el entorno que la contiene. Son artesanos laboriosos, de oficio y maestría alcanzada; de manos fuertes, sensibles, correosas, curtidas al son del trabajo en tierra soleada, forjadas al fuego; y de manos suaves que sutilmente encaminan la materia prima dándole una nueva forma, creando determinados objetos bajo técnicas ancestrales con material natural o mestizo, adquirido o elaborado por la misma persona o en la comunidad. Hay una necesidad de encontrar objetos bellos o de crearlos, con esencia y con sentido de uso. Acaso, se trata de la necedad humana de diferenciarse como especie de otros seres vivos. Más allá de hacerlo, se trata de hacerlo bien, muy bien o de forma extraordinaria. De la fibra, se origina el capote para atenuar chubascos; del borrego, la lana del gabán y la cobija para menguar el frío y calentar los ánimos. Por el uso y el ritual, se elaboran comales para la lumbre, que acogerá las tortillas de maíz o nixtamal y los frijoles cocidos en leña; y el jarro que le ha de dar mejor sabor al jocoque. Hay una huella del pasado desde el Teúl, en alfarería, con la damajuana, para contener ese elixir del maguey, hasta Jerez, donde la piel se trabaja minuciosamente en la talabartería para hacerla bolsos, fajos, sillas de montar piteadas; la preciosa plata se constituye en arabesca filigrana hecha arracada, sello jerezano, que oscila quedito en los oídos de una bella mujer, tradición que se niega a desaparecer.

En Ciudad Cuauhtémoc, destacan los térmicos comales de barro, los molcajetes y la escultura del pueblo de cantera; en Tabasco, municipio cálido cuasi tropical, el barro utilitario. Al norte se localiza Villa de Cos, región semidesértica que ofrece contrastados paisajes de posibilidades diversas, mosaico que con aparente aridez canta y encanta. Las riquezas artesanales se observan desde las mesas y sillas de Río Grande, donde hay emprendedores que suman al campo creativo, hasta Villa García, con los textiles de lana, y los pastoreos de borrego a las faldas montañosas de oasis alto del municipio de Pinos, donde también se moldea y se cuece barro de heredado oficio. Además de las tareas cotidianas del hogar, las mujeres desarrollan labores complementarias en comunidades como Huiscolco, donde hábilmente tejen con luz la tarde. Cerca de la puerta o en aquellos medianos patios del interior de la casa, se trabaja platicando de lo cotidiano. Hay quienes comienzan a aprender y, con el tiempo, continuarán haciendo estas labores de aguja e hilo. La riqueza del territorio se observa desde las danzas, los atuendos con espejos y pluma, la elaboración de ofrendas, las mandas que pagan la gracia del favor recibido y los fervientes exvotos, hasta la ritualidad que envuelve el corte de la base del maguey para extraer su sangre y darle nuevos sentido al convertirla en bebida que da alegría y euforia, y también las quita: mezcal bendito, agua de las verdes matas. Con máscaras rituales, máscaras actuales, en el cañón de Juchipila, las morismas de Bracho y las festividades de Plateros, se encuentra un colectivo que, paciente e impaciente, que no pasivo, espera la siguiente fecha para representar de nueva cuenta su papel ante la comunidad. Tradiciones y costumbres conviven en un espacio en común que es el de la creación sublime del artífice cantero, el extraordinario fundidor platero, al modesto objeto artesanal. Los oficios siguen latentes en esta tierra donde la llanura se pinta de colores y que se sostiene en las mareas de los tiempos. Hay memorias de extensas carreteras, terracerías y hasta veredas que le dan sabor a la llegada, a la visita al taller. Una sonrisa familiar me recibe ofreciendo con gusto y orgullo su nueva producción, la pieza recién hecha, un nuevo encuentro. En la memoria de infancia permanecen los dulces de biznaga de antaño, y en mi memoria, en sepia o en blanco y negro, el abuelo que regresaba desde la sierra para traer las biznagas grandes sobre la mula; los panes caseros horneados a la leña que se venden en el mercado de Río Grande; y los hornos que se pueden ver casi en cada casa en algunas colonias, en los viejos caseríos de mis recuerdos placerosos. Con el sonido de la música de mis padres, allá a lo lejos, en tocadiscos con scratch, se oye alguna canción de los Montañeses. 11


Fuentes: Acervo bibliográfico de la Subsecretaría de Desarrollo Artesanal y Sistema de Inventarios del Arte Popular y las Artesanías de México (siam)


Zacatecas ARTESANAL Por: Nohemí Rivas Dávila

—Nuevo—

diseño artesanal preservando la tradición

Tambor de barro, alta temperatura, María Nieves Delgado, Zacatecas

Juego de tazas y plato con forma de tuna y nopal, cerámica modelada, Ana Andrea Bocanegra Vargas, Zacatecas

En México, la presencia artesanal ofrece una vasta información histórica, pero también una importante aportación ornamental a través de sus diversas formas y colores. Zacatecas cuenta con una gran variedad de manifestaciones artesanales, desde los textiles de Villa García hasta la cerámica en miniatura de Jalpa, la cestería de Jiménez del Teul y la piedra volcánica de la localidad de La Cantera, en Fresnillo, por mencionar algunos. Estas manifestaciones artesanales implican un arraigo hacia un oficio, una memoria colectiva y, sobre todo, una preservación de tradiciones. En la medida en que estas tradiciones se introducen en la sociedad, la identidad cultural se fortalece y aumenta el interés por conocer estas representaciones, experimentar las manifestaciones populares y consumir los productos artesanales. Con la presencia industrial en todo el mundo, el sector artesanal ha sufrido un decremento en el consumo de su producción. Se ha otorgado un lugar deteriorado al sector artesanal, que se ve rebasado por la industria. Ante esta situación, la artesanía presenta resistencia, más que al cambio, a desaparecer, por lo que su alternativa es una modificación en sus diseños, formas y aplicaciones. Un ejemplo de lo anterior es el arte huichol, las formidables piezas y las esculturas delineadas en chaquira, materia prima sintética y de origen extranjero que, al llegar al mercado, fue adoptada por la cultura wixárika, que incorporó este material a sus diseños, elaborados con 14

estambre, y sin dejar de componer vistosas obras, con el mismo contenido cosmogónico. Después, es posible observar un dinamismo en sus diseños, pues ahora no solamente se encuentran cuadros de nierikas decoradas en chaquira; ante las nuevas tendencias y como propuesta comercial, es posible encontrar diseños wixárikas plasmados en alhajeros, plumas, envases, huaraches, calzado de marca e incluso en automóviles (como el caso del Vochol, en 2010), reinterpretando su sistema simbólico para adquirir nuevos valores sociales. Como en el ejemplo anterior, se puede observar que todas las ramas artesanales del Estado de Zacatecas han sufrido cambios en su diseño en diferente escala. En resumen, las artesanías, como manifestación de una cultura popular, han sido testigo de evoluciones culturales, viéndose amenazadas ante el embate cultural de masas; sin embargo, estas manifestaciones ofrecen resistencia mediante la innovación en sus diseños para adquirir, así, una posición propia dentro de un mercado altamente vulnerable.

Por: Gabriela Turner Saad

Los aspectos importantes de la actividad manual y artística no solamente radican en las manos, sino también en la visión, es decir, en la percepción del mundo, de la naturaleza y de las cosas. Además, hay diferencias entre las manos por su habilidad y destreza, ya que con ellas se realizan diversas labores cotidianas; aparte de su función relacionada con las terminaciones nerviosas y el tacto en sí, son creadoras de objetos que pueden deslumbrar a cualquier persona, por su cotidianidad y por la maravillosa elaboración que los distingue como manualidad. Las manualidades se reconocen principalmente por el entretenimiento que generan en quien las produce, que, además, obtiene cierta realización personal: a partir del trabajo ejecutado, la persona experimenta gozo mientras elabora las manualidades; puede utilizarlas dentro del hogar, obsequiarlas o venderlas como adornos decorativos que alcanzan la posibilidad de usarse en algunas celebraciones familiares: cumpleaños, aniversarios, bautizos, despedidas, entre otros, incluyendo ciertas festividades tradicionales. Las manos crean diferentes objetos que logran ser útiles o artísticos. Mientras que la manualidad tiende a lo decorativo y práctico, la artesanía sobresale no solamente por el uso común, sino por la tradición de una cultura específica como herencia o legado que forma parte constitutiva de su propia historia, étnica o no. Además, la artesanía es escasa, pues, por lo general, puede adquirirse solo en la región en la que se origina.

Técnica del deshilado (detalle)

Curiosamente, suele distinguirse una artesanía de otra por el color, los símbolos, los elementos y el material que manejan, por supuesto, entre otros componentes. El reconocimiento salta a la vista, ya que brota como curiosidad. Si en la antigüedad se trabajaba con turquesa, jade y pizarra, ahora se emplea la chaquira de colores intensos y llamativos por el contraste que inspiran a los huicholes, ya sea en la ornamentación de vasijas, animales, o bien en joyería que refleja su cosmogonía, esto es, la unión o vínculo entre la naturaleza, el sentido mágico y la energía que fluye del universo. Por lo tanto, cada región está poblada por artesanos distintos que muestran el linaje de la talabartería, la platería, la alfarería y los textiles. Las manos traducen el mundo con sutileza o con valentía cuando el individuo comunica lo que le conmueve o asombra, cuando, a través del color o la forma, invita a la contemplación de lo irrepetible y lo único. Una sola

Técnica del modelado en barro (detalle)

obra convoca a quien la admira a interactuar con el otro. El artista hace partícipe de su experiencia a quien contempla una pintura o escultura al manifestar, con vocación y talento, aquello que lo rodea o lo persigue, o lo que posee en su interior; exalta sus ideas por medio del trazo o la sombra. La obra se convierte, así, en testimonio de una época porque refleja las ideas o los pensamientos promovidos como parte de la cultura y la estética del momento. El arte atrapa a quien aprecia y percibe la sensibilidad y la singularidad de una obra que cruza los siglos, con sus guerras, sus devociones, sus levantamientos, sus transiciones o independencias. El arte trasciende al ser humano y lo humaniza, le muestra el encantamiento por la belleza capturada o los sufrimientos en sí; luego, habita en los recintos más preciados: los museos, cuyas paredes dotan de entusiasmo, de gozo y de belleza al visitante sin que olvide ningún rasgo.

Técnica de tejido con fibras semiduras (detalle). Imágenes de acervo

cieapz

15


Zacatecas ARTESANAL Por: María Cristina Rodríguez Pérez

Los juguetes de antaño

Vajilla miniatura, barro modelado a mano (detalle), Laura América Velázquez Roque, Jalpa

Eloísa Roque Valdivia platica la historia de su familia. Su papá era don Rodrigo Roque. Él aprendió el oficio gracias a la insistencia de su madre, doña Elodia Perales, que, interesada en que sus hijos se instruyeran en un oficio y pudieran trabajar en algo, los aconsejó para que observaran y ayudaran a sus tíos, que ya practicaban esta tradición: «Dice mi mamá que, en su tiempo de recién casados, había más familias alfareras en Jalpa; el barro se obtenía de Jalpa, en la comunidad a la que le dicen El llano de santa Isabel, como en la actualidad».1 La reconocida artesana Eloísa Roque muestra lo intangible a partir de la perseverancia y la preocupación de las mujeres para salvaguardar la tradición y los saberes generacionales: se comparte y se educa. Como se verá en las siguientes líneas, las mujeres de la familia son quienes han preservado esta tradición. 16

Eloísa recibió los saberes de su oficio por parte de sus padres. Rodrigo Roque fue quien inició la elaboración de piezas en miniatura o juguete, para poder vender mejor. María Valdivia adquirió este conocimiento y se unió a la producción de la alfarería al casarse con él. El esplendor del taller se dio en los años setenta. Eloísa recuerda que muchos instalaron su propio taller; pero, al no ver rápida remuneración, prefirieron migrar a los Estados Unidos: «incluso mis hermanos, solamente un hermano y yo seguimos con la tradición».2 Las piezas se elaboraban al aire libre y se quemaba en horno de leña; no había firme.3 Eloísa siempre gustó de estar al lado de su papá observando y ayudando en lo que le mandaran; por ejemplo, asolear las piezas. Siendo ya un poco más grande, empezó haciendo platitos y jarritos; claro, sin darles el acabo final. Así fue como aprendió y terminó elaborando de todo.

Canasta y trastero con piezas miniatura, barro modelado a mano Laura América Velázquez Roque, Jalpa

Este proceso requiere cuatro días para tener lista una tanda de piezas. Las piezas tradicionales que se elaboran son rellenos: «cazuelitas, cacitos, ollitas, juegos de té, jarritas, jarritos, molcajetes». Eloísa las llama juguetes y son muy vendidas porque evocan la nostalgia de los clientes. En el acervo de sus creaciones, hay tres tipos de rellenos; de los cuales un ejemplo es el conjunto de cazuelitas. El que podría llamarse micro, el más pequeño, mide un centímetro de circunferencia y de alto 0.25; el más grande de este juego de cinco mide tres centímetros y 0.5 de alto, es por eso que es de admirarse su destreza y capacidad técnica para la elaboración de las piezas. Una opinión muy generaliza entre los estudiosos del arte popular mexicano consiste en considerar a la miniatura como la expresión más bella y delicada de todas nuestras manifestaciones artesanales, y estas no son la excepción: además de ser pequeñísimas, son hermosas. Esta familia artesana, además de elaborar el juguete, ha innovado en sus piezas dándole uso para ornamento propiamente femenino: aretes, collares, pulseras. Se acomodan los jarritos, molcajetes, metates y platitos para la satisfacción de las damas actuales, por lo tanto, se sigue aplicando la expresión «¡Válgame, pero si hoy te colgaste hasta el molcajete!».

Comal con miniaturas, barro modelado a mano, (detalle), Laura América Velázquez Roque, Jalpa

1. Entrevista realizada por María Cristina Rodríguez Pérez a Eloísa Roque Valdivia en la ciudad de Zacatecas, 15 de agosto de 2013. 2. Entrevista realizada por María Cristina Rodríguez Pérez a Eloísa Roque Valdivia en la ciudad de Zacatecas, 15 de agosto de 2013. 3. Se refiere a la falta de cemento u otro material. 4. Herramienta tradicional, aparentemente de menor importancia, pero que cumple una función determinada en el proceso de elaboración, como una vara especial para apalear el barro y triturar los terrones, aglomeraciones de tierra. A este proceso le sigue la criba, que se elabora con un harnero de diversas dimensiones y que en ocasiones se improvisan con desechos de bolsas o las llamadas redes de nailon. En documento manuscrito del Instituto de Desarrollo Artesanal, p. 8. 5. Entrevista realizada por María Cristina Rodríguez Pérez a Eloísa Roque Valdivia en la ciudad de Zacatecas, 15 de agosto del 2013.

17


Zacatecas ARTESANAL Por: Alicia Susana Palacios Alvarado

Encargada de la Unidad Estatal de Culturas Populares de Zacatecas

La importancia

«Cuenta, cuenta esta leyenda, porque si no se cuenta, pues así se queda».

de la cultura

popular

Hace muchos, pero muchos años, cuando inició nuestra historia, el hombre tuvo la necesidad de comunicar a sus congéneres sus conocimientos, testimonios, experiencias y emociones; para ello, tuvo que inventar el lenguaje. Los antiguos pueblos dieron un gran valor a la palabra y forjaron la tradición oral, seguros de que, si no se cuenta, o se ejerce el oficio de narrador, las cosas caen en el olvido.

Muñecas de trapo, Alicia Benítez Parra, Guadalupe

México es reconocido internacionalmente por su gran riqueza cultural. Esta riqueza es conformada por un bello mosaico de manifestaciones populares que definen cada una de las comunidades que existen en nuestro país, nacidas de la cotidianidad. Se trata de saberes y quehaceres que se van trasmitiendo de generación en generación como parte de un legado que se recrea y se significa cada día, y que forman parte de su memoria histórica y cultural. Todo ello conforma la cultura popular y es parte de nuestro patrimonio. Para los zacatecanos, la cultura popular está en las danzas de matlachines, de caballitos, de pluma, de indio y de pardos, con sus sones y vestuarios de vivos colores, que, de manera imprescindible, forman parte de las fiestas patronales; en las formas creativas de la filigrana en cantera y plata, las prendas de lana elaboradas en telar, la alfarería, la herrería, la talabartería, con que los maestros artesanos han sabido preservar e innovar su legado cultural; en la diversidad de platillos gastronómicos que 18

degustamos como regalos de esta generosa tierra: el asado de boda, la birria de borrego, las gorditas de cocedor, el queso de tuna, las frutas en conserva, la gran variedad de dulces de leche, siempre presentes en los jardines y paseos dominicales; en la tradicional reliquia, cuyo significado va más allá del fervor y el agradecimiento religiosos; en las representaciones de las Morismas con sus bandas de guerra y contingentes monumentales, y parte importante de los coloquios o representaciones teatrales; en pastorelas, viacrucis y romerías, herencia y remembranza de nuestra cultura criolla. Todo ello conforma una interminable lista de las expresiones de la cultura popular zacatecana, que se encuentran cada día en las comunidades del Estado. Valorar y salvaguardar las expresiones de nuestra cultura popular es una de las tareas prioritarias que cada uno de los zacatecanos debemos lograr para asegurar el legado de las futuras generaciones, manteniendo vivas nuestras tradiciones y, con ello, nuestra identidad. 19


Por: Gabriela Rosas Ponce Así, la poesía, los cuentos, las leyendas y los mitos conforman el arte de la lengua, ya que en ellos se expresa de forma bella los recursos de la palabra, desarrollando su propia narrativa. Con el paso del tiempo, algunos pueblos ya han perdido su tradición oral y en otros, debido a la globalización y a los medios masivos de enajenación, está en constante peligro de desaparecer el contador de historias. Las leyendas han nutrido la vida, la tradición y la imaginación de los pueblos; por eso, han permanecido durante siglos y, aunque muchas ya han desaparecido, otras siguen vigentes; tal es el caso de la leyenda de «La casa de las cien puertas». Sucede que antes de construirse la casa grande o casa de las cien puertas en la comunidad de Tacoaleche, perteneciente al municipio de Guadalupe, Zacatecas, esta fue en sus inicios una antigua estancia fundada por el conde del Jaral y su esposa, María Dolores Moncada, y perteneciente a la hacienda de Trancoso de 1700 a 1760; posteriormente, pasa a los señores De León García; y, después, a los García Salinas. En 1880, Antonio García, de los García Salinas, recibe por donación familiar los terrenos que más tarde serían la hacienda de Tacoaleche.1 Por estas fechas, Antonio García conoce y se enamora de una joven de la hacienda La Sauceda. El padre de Antonio, que vivía en la hacienda de Trancoso, fue a pedir la mano de la joven, pero el dueño de la hacienda La Sauceda, por deseos de dicha joven, puso como condición que se le construyera una mansión con cien puertas; solamente así, aceptaría casarse. El enamorado aceptó la condición; comenzó a construir esta finca en 1891 y la terminó en 1915. La construcción de la finca se realizó con adobe y cimientos de piedra en arcos ciegos; tenía cien puertas de madera, dos niveles, una terraza en el segundo nivel al frente, una atalaya de diez metros de altura y un mural pictórico de origen francés del siglo xix. Se contrató un mayordomo y cuatro mozos, un ama de llaves, una costurera, una cocinera, una persona encargada del lavado de ropa y otra persona encargada del aseo de la loza.2 Al terminar la construcción, llegó el momento de ir con su enamorada para iniciar con los preparativos de la boda; sin embargo, se llevó una gran decepción, pues ella desistió de su promesa. Muchos cuenta que la enamorada fue a conocer la casa y contar las puertas, las cuales eran solamente 99, y fue por eso que no se casó con Antonio. Otros dicen que le jugó una traición haciéndolo creer que sería su esposa; por este motivo, él se convirtió en un triste y solitario hacendado. Si se pone atención en las fechas, es posible comprobar que esta casa se terminó de construir justo en plena Revolución. Se cuenta que el padre de Antonio y su tío fueron secuestrados por el general Francisco Villa, quien 20

les exigió dinero y víveres para la causa; al dar lo que Villa pedía, fueron liberados. Cuentan, asimismo, que don Antonio no soportaba la situación que se vivía ni la tristeza que lo embargaba, así que decidió irse a México, donde murió el 19 de febrero de 1921. A la muerte de Antonio García, renace la leyenda de la casa de las cien puertas. La hacienda pasó a ser de los hermanos García Salinas; pero, con la Reforma Agraria, en 1938 se convierte en ejido. Es entonces cuando se empieza a ser más popular la leyenda. Dicen los que trabajaron ahí y los que pasaban junto a esta casa que la sombra sollozante de don Antonio se podía ver entre las ventanas y por todos los cuartos abriendo y cerrando las puertas de la casa. Se cuenta, también, que en el sótano había un túnel donde se escuchaban rugidos y gemidos. La casa permaneció mucho tiempo en abandono; poco a poco, los muebles fueron saqueados. Aun con ese misterio, la casa sirvió de cárcel durante la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera; ha sido hospital, escuela, casa de evangelización y sede cinematográfica de diversas películas, como la de Emiliano Zapata. En el patio central, se realizaban bailes, tras los cuales se escondía la basura generada en el túnel, con el propósito de taparlo y dejar de escuchar los misteriosos gemidos. Además, se hacían apuestas para ver qué valiente era capaz de quedarse a dormir una noche dentro de la casa. Posteriormente, entre 2004 y 2008, los ejidatarios de la comunidad y los propietarios de dicha casa, junto con el grupo de teatro de títeres denominado Hilos de la invención, del cual fui integrante, realizamos diversas actividades artísticas con el proyecto del museo del títere y la cultura popular, con el objetivo de iniciar una reconstrucción. El inah comenzó la reconstrucción de la finca a finales del 2008. Esta abrió nuevamente sus puertas en 2012 como Centro de Investigación y Experimentación en el Arte Popular de Zacatecas (cieapz). Las cien puertas de esta singular casa ya están abiertas, así como la leyenda vigente y el misterio que embarga dentro de todo aquel, valiente o no, que visita la casa y se adentra en su historia.

Ventana y escalera al primer piso, imagen de acervo

1. Esparza Jasso, Geovana y Marco Antonio Torres Inguanzo: Los rancheros. La fundación, Programa de Estudios e Intervención para el Desarrollo Alternativo, Universidad Autónoma de Zacatecas, Plaza Zaragoza 50-a, Centro, cp 98630, Tacoaleche, Guadalupe, Zacatecas. 2. http://www.tacoaleche.com/nuestro-pueblo/origen-de -la-hacienda-de-tacoaleche/

Patio central, imagen de acervo

cieapz.

cieapz


Casa de las Artesanías de Zacatecas A sus órdenes desde el año 2006, la Casa de las Artesanías de Zacatecas está ubicada en el corazón del Centro Histórico de la bizarra capital, en un edificio de finales del siglo xix; abre sus puertas para la venta de productos artesanales en distintas ramas: cantera, cerámica, joyería, talabartería, textil en telar de pedal, textil labores de aguja, cestería, piedra volcánica, talla en madera, muñecas tradicionales, cartonería, entre otras muchas piezas artesanales, utilitarias y ornamentales, de excelente expresión artística y popular. Todos los productos que se ofrecen tienen la calidad de manos zacatecanas y de las materias primas de nuestra tierra, con carácter y sello identitario.

N

O

E

S

Ubicada en Plazuela Miguel Auza 209, Centro Histórico, Zacatecas, Zac. Módulo de Turismo, ubicado en el Mercado González Ortega, Centro Histórico Teléfonos (01 492) 925 4478 y 943 0338 Horarios: martes a sábado de 9:00 a 20:00 Domingo y lunes de 9:00 a 17:00 Xochipillan, Tiendas de Artesanías del Cañón Apoya la economía de los artesanos de los municipios de Apozol, Villanueva, Jalpa, Huanusco, Tabasco, Joaquín Amaro, Moyahua y Juchipila a través de la venta de sus productos. Principalmente, tiene a la venta piezas de labores de aguja, tejido, deshilado y bordado; también se encuentran piezas de cantera, cerámica y dulces. Se distinguen las tradicionales máscaras tastuanas. Cabe mencionar que el Cañón de Juchipila es tierra de los Tastuanes. Ubicada en Calle del Mixtón 16, Centro, Juchipila, Zacatecas Horario: de lunes a viernes de 10:30 a 15:30

Casa de las Artesanías sucursal Guadalupe Ubicada en pleno centro de la ciudad de Guadalupe, Zacatecas, frente al convento, esta tienda ofrece productos de todo el Estado y especialidades del municipio: capas y ruanas de lana, talla en madera y miniaturas, imágenes religiosas en materiales diversos, plata y cerámica, entre otros muchos. Jardín Juárez

22,

Ubicada en Guadalupe, Zacatecas


@DifusionSDA SubsecretarĂ­a de Desarrollo Artesanal desarrollo.artesanal@zacatecas.gob.mx


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.