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voz en off por Sergio Díaz
El bosque protector Soy urbanita de primera generación. Pertenezco a una larga estirpe de gente de campo (pastores, agricultores, ganaderos...). Mis padres pusieron todo lo que estaba a su alcance para que yo me formara en la ciudad y así pudiera optar a un futuro mejor. Mejor que el suyo. Pero yo siempre fui un poco renegado. Mis ojos siempre miraban más hacia el campo. No sé por qué, pero desde que tengo uso de razón he recorrido bosques y montañas y a esos lugares les debo gran parte de lo que soy ahora. Con una personalidad compleja, extremadamente pasional, intenso y con tendencias melancólico-nostalgias demasiado acusadas, reconozco que el campo, y concretamente el bosque -cualquier bosque-, ha sido el bálsamo necesario que me ha ayudado a sobrevivir. Cuando estoy en un espacio natural, rodeado de árboles y/o montañas, cuando observo toda la vida que hay a mi alrededor, cuando logro conectar de esa manera sublime en la que nada más importa, es cuando realmente me siento en paz. En ese instante soy capaz de tomar aire y poder avanzar un paso más. Soy capaz de seguir adelante. Gracias al poder y la magia del bosque. Mi bosque protector. “Cada noviembre volveré a morder como un pájaro caduco cualquier suelo, y de pronto aletear hacia el invierno, y en su aliento padecer para remontar de nuevo”. Kutxi Romero
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sumario voz en off.3 emilia.4 cómic. pablo i. simón.6 territorio danza.8 éxtasis de los insaciables.10 antonio aguilar.12 G21 en acción.14 I ciclo directoras red lavapiés.18 jesús cracio.20 música.21 equus.24 clamor de clitemnestra.25 foto portada: Emilia, en el Teatro del Barrio. Foto de Teresa Arilla
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Revista Godot Artes Escénicas
EDICIÓN GDT Ediciones S. L. c/ Juan Bravo 3-A. 28006 Madrid. Tel. 91 436 74 43. DIRECCIÓN Álvaro Vicente alvarovicente@revistagodot.com REDACCIÓN redaccion@revistagodot.com, Sergio Díaz sergiodiaz@revistagodot.com, David Hinarejos. DIRECCIÓN COMERCIAL Marisa Navajo marisanavajo@revistagodot.com MAQUETACIÓN Y DISEÑO Rubén Embrujo. COLABORADORES Jorge G. Palomo, Juan Vinuesa, María Morales, Ka Penichet, Pablo I. Simón, Miguel P. Valiente, Nico Guau. IMPRIME Exce Consulting Group. DEPÓSITO LEGAL M-37604-2010. La propiedad intelectual prohibe la reproducción total o parcial de textos e imágenes sin el consentimiento del autor.
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mujeres imborrables por Ka Penichet
emilia es la Primera obra de una trilogía que se está gestando en el teatro del barrio sobre mujeres que han dejado huella FOTOS DEL REPORTAJE Y DE LA PORTADA: Teresa Arilla
Según un reciente estudio publicado por Tragycom, sólo el 23% de las obras de teatro españolas que se representan están escritas por mujeres. Bien es cierto que existe una corriente que lucha para subvertir esta tendencia, pero aún queda mucho camino por recorrer. El Teatro del Barrio se ha embarcado en una trilogía de mujeres que han sido relevantes en la lucha por la igualdad en los siglos XIX, XX y XXI. Esta iniciativa surge a petición de los socios de la cooperativa del teatro, que consideran que las obras que se han representado hasta el momento son siempre de personajes relevantes masculinos pero nunca de mujeres. Alberto San Juan, gestor de Teatro del Barrio, nos revela que “el ciclo se iba a llamar en principio Mujeres en Lucha pero, tras un debate, decidimos denominarlo Mujeres Cañeras”, a pesar de que Noelia Adánez,
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la dramaturga, nos manifestaba no estar de acuerdo con esa decisión puesto que “eso sería reducir la lucha de las mujeres a la categoría de anécdota. Las luchas no consisten en “dar caña” y me parece que, además, no refleja el espíritu del proyecto”. Las piezas de esta Trilogía Mujeres Cañeras serán: Emilia (por Emilia Pardo Bazán), María Teresa (por María Teresa León) y Eva (por Eva Forest). Nos centraremos en la primera, Emilia, ante su inminente estreno. Emilia Pardo Bazán fue una escritora del siglo XIX, de procedencia aristocrática y precursora en la lucha por los derechos de las mujeres. Adelantada a su tiempo, se separó y mantuvo una relación intelectual con Galdós provechosa para ambos y, a posteriori, sentimental. Una de sus máximas luchas fue intentar hacerse un hueco en la RAE. Emilia es un monólo-
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go de un solo acto firmado por Noelia Adánez, que confiesa que su planteamiento es “dejar bastante abierto al espectador la interpretación de lo que está viendo para que saque sus propias conclusiones”. A pesar de parecerle una mujer muy antipática, le fascinaba el personaje y le interesaba “porque fue una mujer extraordinaria por las cosas que hizo y por el tipo de vida que eligió llevar”. Anna R. Costa, la directora, tiene la laboriosa capacidad de transformar un texto narrativo tan extenso, alimentado de numerosas anécdotas, en teatral. De hecho, se centró principalmente en la teatralidad, buscando situaciones de conflicto que se tuvieran que resolver, “así que partí de una situación ficticia en la que Emilia se presentaba en la RAE solicitando que la dejaran ocupar un sillón”. Si a Noelia, Emilia le podría resultar antipática, Anna le da la razón pero indica que al final “es un personaje al que he cogido mucho cariño; era una mujer que tenía muy claro lo que tenía que hacer para llegar al máximo de público posible”. El broche de oro lo pondrá la actriz Pilar Gómez dando vida a una Emilia muy valiente, de armas tomar, incómoda, excesiva... Habla de ella con una pasión contagiosa: “Que yo pueda ser quien soy y expresarme como me expreso es por mujeres como ella, me
“Que yo pueda ser quien soy y expresarme como me expreso es gracias a mujeres como Emilia”. Pilar Gómez
siento heredera en eso”. Cierro este encuentro con estas profesionales con la infinita satisfacción de haberme empapado cual esponja de una inagotable fuente de conocimiento. Emilia Pardo Bazán sentiría mucho orgullo al comprobar que hay mujeres que siguen luchando por el legado que ella nos dejó, generando debate sobre nuestra posición en este mundo que, a pesar del paso del tiempo, sigue teniendo un prisma machista.
Emilia Noelia Adánez ha elaborado este texto, dirigido por Anna R. Costa e interpretado por Pilar Gómez, sobre una de las mujeres más relevantes del siglo XIX Teatro del Barrio Desde el 16 de noviembre
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novelas gráficas Pablo Iglesias Simón @piglesiassimon
Frederik Peeters: la vida en los tiempos muertos Frederik Peeters es un genial dibujante suizo del que asombra su capacidad para afrontar temáticas diversas. No obstante, bajo este eclecticismo fabulario todas sus tramas comparten al menos un rasgo en común: el deleite con el que se detiene en dar vida a los tiempos muertos del transcurrir, en iluminar pasajes que otros narradores hubieran descartado con elipsis. Así, sus historias logran mostrarnos cómo exprimir lo cotidiano, la vía para disfrutar del néctar de lo esencial. En Píldoras azules, Peeters se coloca ante un espejo para contarnos el rincón más íntimo de su vida, su relación con Cati, seropositiva y madre de un hijo de tres años que también lo es. La enfermedad latente, el mal mortal cuya sentencia se aplaza con la prórroga que regalan las píldoras azules, se convierte en su peor desgracia y en su mejor suerte. Este es sobre todo un relato romántico, con las calles de Ginebra como telón de fondo. El de un amor que se alcanza por un camino serpenteante empedrado de coincidencias. Que es extraordinario aunque se vista de normalidad. Un amor que la presencia del VIH fortalece y amplifica, sustituyendo la piedad por admiración, “esa admiración que produce la alegría y las ganas de ofrecer tu ayuda”. Un amor que se engrandece bailando el pre-
sente sin angustias, sin necesidad de detenerse, pero tampoco de correr, paseando de la mano hacia un futuro incierto, dibujado en un horizonte con forma de sonrisa. En Lupus acompañamos a un par de amigos de la infancia en su odisea galáctica en busca de buena pesca y mejores drogas. En un planeta minero se toparán con la despreocupada Sanaa, quien huye de los cazarrecompensas contratados por su poderoso padre. Así comienza una fuga a ninguna parte que se convierte en un retorno a los escenarios de un pasado familiar pero extraño. Una amistad dislocada, los requiebros de un amor negado y un destartalado robot cuya obsolescencia hace tiempo que fue programada, acompañarán a estos navegantes del éter en su aventura al encuentro de sí mismos. En El olor de los muchachos voraces, donde comparte autoría con Loo Hui Phang, Peeters nos relata un viaje iniciático al oeste inexplorado. Al que se arrojan un desaprensivo empresario, un fotógrafo homosexual y una joven, que se trasviste para ocultar su cuerpo virginal a la brutalidad de los hombres. Así hilvana una historia de vivos y muertos, de una naturaleza y unas tribus que agonizan ante una civilización que no dudará en arrasarlas, de la libertad de las miradas que se cruzan y de quienes eligen el dónde y el para qué de la propia muerte.
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¿bailamos? por Sergio Díaz
Llega una nueva edición de territorio danza, un festival que apuesta, año tras año, por abrir una ventana para la danza contemporánea
Territorio Danza se despliega por decimotercer año en la Cuarta Pared, ofreciéndonos un surtido de nuevas creaciones de danza contemporánea. Aire fresco para esta tierra habitada por el cuerpo y la idea, libre de prejuicios y etiquetas. Esta edición tendrá lugar del 31 de octubre al 19 de noviembre y disfrutaremos de obras de creadores consagrados junto con piezas visuales de una nueva generación de coreógrafos. Carmen Werner y Camille Hanson son las creadoras que marcarán sobre la escena su larga trayectoria profesional. Luz Arcas e Igor Calonge, una generación de artistas emergentes, muestran al espectador la frescura de sus coreografías. Asier Zabaleta pone el punto medio entre generaciones y presenta un espectáculo con música en directo. Preparados, listos, ¡danza!
Tormenta La compañía Cielo RasO, dirigida por Igor Calonge, trae esta composición que hace alusión a
la fuerza, a la debilidad, a la necesidad, al cariño y a la resistencia a la que cualquier persona se enfrenta a sus propios desafíos diarios. 11 y 12 de noviembre a las 21h.
FOTO: Enrique Escorza
ABOK Proyecto que Luz Arcas ha desarrollado en Guinea Ecuatorial reuniendo a bailarines de allí para que, a través de la danza, muestren su propia identidad. 31 de octubre. 21h.
Una mirada sutil Trabajo de la Compañía Provisional Danza, con Carmen Werner a la cabeza, donde 5 bailarines llenan la escena de movimiento. 3 y 4 de noviembre a las 21h.
The Sacrifice of Giants
Original trabajo coreográfico de carácter ecológico a cargo de la coreógrafa Camille Hanson, que trata de sensibilizar a las personas sobre el comportamiento natural de los habitantes de nuestros océanos e ilumina sobre el problema del cautiverio de los grandes cetáceos. 8 y 9 de noviembre a las 21h.
Territorio Danza
N.A.N. Creación de Asier Zabaleta donde se entremezcla la danza, las palabras, lo audiovisual y la música, provocando la reflexión del público sobre conceptos como nación, patria o pueblo. Del 17 al 19 de noviembre.
13º edición de este festival que aglutina algunas de las mejores piezas de danza del panorama contemporáneo Sala Cuarta Pared Hasta el 19 de noviembre
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rompiendo la convención por Álvaro Vicente
Mikolaj Bielski destila a witkiewicz en un montaje inscrito en lo mejor de la tradición teatral polaca Hablar de teatro polaco en Madrid es hablar de Réplika. Es una suerte para esta ciudad tener aquí a Jaroslaw Bielski y a su hijo Mikolaj (y al resto de la familia, a Socorro y a toda la gente que trabaja con ellos), que ha heredado, afortunadamente, su pasión por el teatro. Una pasión moldeada por la influencia polaca, como no podía ser de otra manera. Hablar de teatro polaco puede parecer, quizás, una excentricidad, pero en Polonia sucede algo que sucede en muy pocos países: el teatro es una cuestión de Estado, hasta en las peores situaciones. Tanto es así que ahora mismo, con un partido ultracatólico, ultranacionalista y ultraderechista en el poder, Polonia está llevando a cabo una purga en los teatros públicos para colocar allí
a personas afines que cumplan a rajatabla con los dictados del poder, a sabiendas de que el teatro cala entre la población. Desde luego, la comunidad teatral polaca está muy preocupada por esta deriva, porque se está pervirtiendo una tradición riquísima donde la libertad creativa ha sido siempre una máxima inquebrantable. Ahí están Tadeusz Kantor, Krystian Lupa o Jan Klata, por dar solo tres ejemplos que van de los 70 hasta hoy en día. Antes que todos ellos estuvo Stanislaw Ignacy Witkiewicz (1885-1939). Sin él, no hubieran existido todos los demás.
Al teatro por el misterio y la forma
Witkiewicz (que es ese señor del ceño fruncido de la foto de ahí arriba, conocido familiarmente
FOTO: Vicky Solli
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como Witkacy) es alguien digno de descubrir si no se le conoce. En lo escénico, abogó por un teatro formal que reaccionaba frente al realismo ruso y al simbolismo de su tiempo. Un teatro antinaturalista que se vale de la forma para contar cosas, con la idea de devolver al teatro un cierto carácter trascendental, misterioso, que creía perdido. La experiencia estética que había muerto en la religión, el arte y la filosofía, todavía la podía ofrecer el teatro. Miko Bielski (en la otra foto) ha conformado una dramaturgia a partir de fragmentos de varias obras suyas y ha creado en escena, junto a los actores, un collage de teatro y música que apuntala la esencia de lo que preconizó Witkacy: “sus textos te obligan a la ruptura, a salir de la zona de confort, tanto a los actores como a los espectadores -señala el director-. Hemos querido poner en cuestión una serie de convencionalismos sociales como la familia, las reuniones familiares, las figuras materna y paterna, los ritos profundamente arraigados que se reproducen sin conciencia, que se convierten en aquello que ‘debe ser’ a pesar de que, en realidad, nosotros no lo hemos decidido. Estas convenciones nos gobiernan y es necesario romperlas y redefinir las reglas del juego, como individuos y como sociedad. Para nosotros, el teatro es el espacio apropiado para esta ruptura y este material de Witkacy lo permite.” Probablemente no será una obra de fácil digestión, pero cualquiera que haya iniciado una terapia, cualquier terapia, sabe lo difícil que es salir de la zona de confort.
“Queremos poner en cuestión convenciones sociales como la familia y sus figuras totémicas”
El éxtasis de los insaciables La nueva producción de la compañía de Réplika está dirigida por Mikolaj Bielski y bebe de los textos de Witkiewicz. Socorro Anadón y Raúl Chacón lideran el reparto. Réplika Teatro. Desde el 11 de noviembre
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políticas culturales por Sergio Díaz
Antonio Aguilar
“Me gustaría poder explicarle al Ministro la precariedad en la que viven las artes escénicas” Hablamos con Antonio Aguilar, actor que protagoniza estos días la obra Cómo amar al Ministro de Cultura en Nuev9 Norte Teatro. Es el tercer montaje de la compañia de la que forma parte, El Hangar, tras Pedro y el capitán y De noche justo antes de los bosques.
FOTO: Daniel Garrido
Tras estar metido tantos años en la piel de Pedro, en la obra Pedro y el Capitán, ¿cómo afrontas este reto? Pues lo afronto con muchas ganas e ilusión. Cómo amar al Ministro de Cultura, de Enrique Olmos de Ita, es un proyecto que surge en colaboración con Nuev9 Norte y la Diputación de Córdoba. Hemos invertido mucho tiempo e ilusión y esperamos tener la oportunidad de movernos mucho, no solo en Madrid, sino por las demás ciudades del país. Pasas de la oscuridad del texto de Benedetti a la nebulosa de la política cultural. ¿Tenías ya ganas de que la gente se riera contigo en una obra?
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Más que tener ganas, lo necesitaba. Desde el estreno de Pedro y el Capitán, he pasado por la “oscuridad” de Pielmeier, Koltés y Genet. Oscuridad en la que me sentía cómodo, pero también sé que tenía y debía cambiar de registro. A la comedia siempre le he tenido mucho respeto, me resulta muy complicada. No veía el momento de enfrentarme al público y de que este se divirtiera y se riera conmigo en escena. Hasta que apareció Chiqui Carabante. ¿Cómo ha sido el trabajo con Chiqui Carabante? ¿Quién buscó a quién? Fuimos a ver Desde aquí veo sucia la plaza (que lo dirigía Chiqui) y en una cafetería de Lavapiés, hablando con él, surgió el amor. Me siento afortunado de haber trabajado con él, porque no es un director cualquiera. Desde el principio, su actitud hacia nosotros fue como la de uno más, un compañero que está ahí, a tu lado, para sacar lo mejor del personaje, de ti, para buscar la perfección dentro del conjunto. ¿Se van a identificar con los personajes que proponéis en la obra gente de las artes escénicas? Creo que sí, que se van a sentir identificados con la tragedia que sufren estos personajes. Pero no solo la del sector. También los jóvenes que hoy día estén estudiando; cualquier persona que tenga la lucidez de viajar a la gran ciudad esperando ver cumplir
sus sueños; las familias que vean a estos “artistillas” en escena, que rápidamente van a identificar la situación por la que pasan sus hijos; los futuros médicos, profesores, electricistas, científicos... que acabarán siendo grandes cerebros en Londres o Berlín. ¿Tras ver la función podrán amar al ministro de cultura? No sé qué pasará cuando terminen de ver la obra. No sé si acabaran amándolo o no. Lo que sí es seguro es que no les van a dejar indiferentes. De eso se encarga Chete Guzmán. ¿Qué le pedirías al ministro de cultura si pudieras hablar con él en circunstancias menos forzadas? Me gustaría invitarle a ver una obra de teatro en una de las salas off de Madrid. Al acabar la función le sentaría junto a la compañía a tomar una cerveza. Le invitaría a que escuchara lo que tienen que decir el sector más machacado de la profesión. Que entendiera lo que es tener uno o varios trabajos para poder llegar a actuar ese día. Que supiera de primera mano la precariedad a las que nos enfrentamos continuamente. Y debatir ahí de una manera cercana, lejos de los trajes, los micrófonos y los coches oficiales. Lo mismo, por una puta vez, se siente persona.
Cómo amar al Ministro de Cultura Comedia negra de Enrique Olmos de Ita, dirigida por Chiqui Carabante y protagonizada por Antonio Aguilar, Mónica Mayén, Chete Guzmán, Luis Miguel Molina Rincón y José Emilio Vera, en la que tres artistas, acuciados por las deudas, deciden secuestrar a un político para conseguir algo de dinero. No saben que su chapucero plan podría cambiar, de una vez por todas, la nefasta política cultural del gobierno español. Teatro Nuev9 Norte Sábados a las 20h
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G-21 en acción por Manuel Benito
Tienes nombre de reina Antonia, sentada, relee una antigua novela. Amalia duerme a su lado, acurrucada. ANTONIA.- Amalia. (Amalia no se inmuta.) Amalia. (Amalia ronca.) ¡Amalia! AMALIA (despertándose de golpe.)- ¿Qué pasa? ANTONIA.- ¡Amalia, tienes nombre de reina! AMALIA.- ¿Y para eso me despiertas? ANTONIA.- Estoy leyendo esta novelita que he encontrado esta mañana, y viene tu nombre... Amalia... (Lee.) “La reina Mª Amalia de Sajonia, esposa de Carlos III...” AMALIA.- Antonia, me lo has dicho muchas veces. Pero hoy estaba durmiendo, déjame dormir, que he pasado una noche terrible... Y con lo poco que me gustan a mí las reinas... ANTONIA.- ¡Pero si acabo de llegar a esta página! ¡No te lo puedo haber dicho muchas veces! AMALIA.- Hace ya muchos años que estás leyendo esa novelita... La has encontrado esta mañana al despertar como cada mañana, y has comenzado a leerla como cada mañana... Y yo estoy harta de decirte lo mismo cada mañana... ANTONIA.- Pero no puede ser, es la primera vez que tengo esta novela en mis manos. AMALIA.- Eso es porque nunca te acuerdas de lo que has hecho el día anterior y yo te lo tengo que recordar. ANTONIA.- ¿No recuerdo nada? AMALIA.- Absolutamente nada. ANTONIA.- ¿Y eso por qué? AMALIA.- Efectos secundarios.
ANTONIA.- ¿Efectos secundarios? AMALIA.- Sí, de los medicamentos. O de las operaciones. ANTONIA.- Pero Amalia, si yo no estoy tomando medicamentos ni me han operado... AMALIA.- Ahora no, pero los tomamos durante muchos años. Y nos operaban. ANTONIA.- ¿Estábamos enfermas? AMALIA.- Eso decían, que estábamos enfermas, por eso nos metieron aquí. ANTONIA.- Yo creo que no he estado enferma desde hace... desde que era niña... ¿Y ya estamos curadas? AMALIA.- ... ANTONIA.- Yo, desde luego, me siento mucho mejor. AMALIA.- ¿Mejor que cuándo? ANTONIA.- Mejor que... Mejor que antes, creo. AMALIA.- ... ANTONIA.- ¿Y de qué estábamos enfermas? AMALIA.- Éramos “infelices privadas de razón”. Eso decía la prensa, pero en realidad... ANTONIA.- ¿Infelices? AMALIA.- Así nos llamaban. Yo era feliz en casa, con mi familia, pero a veces... ANTONIA.- ¿A veces qué? AMALIA.- No sé, a veces hablaba demasiado, no lo recuerdo bien. ANTONIA.- ¿Hablar es malo? AMALIA.- No lo recuerdo bien. ANTONIA.- Qué pena que no lo recuerdes, parecía una bonita historia. Y yo, ¿por qué estoy aquí?
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AMALIA.- Eras una “infeliz privada de razón”. ANTONIA.- ¿Y cuándo nos conocimos? AMALIA.- En 1935. ANTONIA.- ¿Y en qué año estamos? AMALIA.- Si te lo digo te asustas. ANTONIA.- Amalia, dímelo, que no me asusto, te lo prometo. AMALIA.- Te asustas todos los días que te lo digo. ANTONIA.- Si me lo dices te canto una canción de mi pueblo, de cuando niña. AMALIA.- Mira, que te vas a asustar... ANTONIA.- Por favor... Me gustaría saberlo. AMALIA.- ¿Segura? ANTONIA.- ¡Segurísima! AMALIA.- ¿Habrá canción? ANTONIA.- Te cantaré la canción más bonita de mi pueblo... AMALIA.- Está bien, te lo diré, pero sólo porque me gusta mucho oírte cantar. Estamos en noviembre de 2016. ANTONIA.- ¿Cómo? ¡Pero cómo dices eso, Amalia! ¡En 2016! ¡Ese año ni siquiera existe! No hables más, Amalia, que me das miedo... (Se levanta.) AMALIA.- Lo sabía, te has asustado, como cada mañana. Antonia camina hacia la puerta. AMALIA.- ¿Dónde vas? ANTONIA.- Te tengo miedo. AMALIA.- ¿A mí? ANTONIA.- Me voy, no sea que me sigas contando cosas de miedo. (Sale.) AMALIA.- Antonia... ¡Antonia! ¡No me dejes solita! ¿Qué voy a hacer sin ti? (Se levanta, se asoma a la puerta y la llama.) ¡Antonia! (Espera un momento por si recibe respuesta, pero después se acerca a la ventana.) Han pasado muchos años. Supongo que ahora los que son como nosotros ya no sufren tanto, ni están encerrados, bueno, encerrados tal vez sí, pero no sufren... ANTONIA (entrando.)- Amalia, ¿cuántos años tenemos? AMALIA.- ¡Has vuelto! ANTONIA.- Pero sólo porque al fondo del pasillo se oyen gritos y me he asustado más todavía. AMALIA.- Aquí estamos bien. ANTONIA.- ¿Esto es la capilla? Lo he leído fuera.
AMALIA.- Sí. ANTONIA.- Pues te advierto que yo no sé rezar. Nunca me ha hecho falta. AMALIA.- Algunos días venimos aquí, otros al taller de cerámica, otros al patio... ANTONIA.- ¿Un taller de cerámica? Me gustaría ir. Me encanta la cerámica. AMALIA.- Mañana iremos. ANTONIA.- Amalia, ¿es verdad eso de que estamos en...? ¿En qué año has dicho? AMALIA.- En 2016. ANTONIA.- Si estamos en 2016, ¿cuántos años
ILUSTRACIÓN: Nuria Henríquez Navarro
tenemos? Tú al menos te conservas fenomenal, y yo, no sé, no me he mirado al espejo, pero me siento estupenda... AMALIA.- No tenemos años. ANTONIA.- Amalia, no, eso es imposible, yo siempre he tenido años. Es algo que no me pueden quitar, ni aquí ni en ningún sitio... AMALIA.- Es cierto, nos pueden quitar la ropa, el reloj, la libertad, nos pueden quitar a nuestra familia basándose en mentiras, nos pueden extirpar las zonas enfermas del cerebro con una brutal operación, nos pueden cortar el pelo al cero... ¡Pero, la edad...! ¡La edad es algo que nadie nos puede quitar! ANTONIA.- ¡Nadie! ¡La edad es algo que nadie nos puede quitar, Amalia! AMALIA.- Y sin embargo... ANTONIA.- Sin embargo, ¿qué?
AMALIA.- ¿Sabes que yo recuerdo mi último cumpleaños? Cumplí 29. En 1937. Unos días después me operaron, y entonces ya... ANTONIA.- ¿Estabas malita? AMALIA.- Mira la cicatriz. (Se levanta el pelo por detrás de la cabeza y le enseña la cicatriz.) ANTONIA.- ¡Ay, pobre! ¡Qué dolor! ¡Debías de estar muy malita! AMALIA.- No sé cuántos años tenías tú cuando... ANTONIA.- ¿Cuando qué? AMALIA.- Cuando te operaron. ANTONIA.- ¿A mí también me operaron? AMALIA.- No lo sé, no sé si te operaron, o te moriste de hambre, o te... suicidaste. ANTONIA.- ¿Pero qué dices? Lo siento, Amalia, pero no entiendo nada... No recuerdo haber estado enferma como para que me operaran, y lo de... suicidarme... Jamás se me ocurriría... A mí me gustaba ir al taller de cerámica, eso sí lo recuerdo... AMALIA.- A veces, a media tarde, recuperas un poco de memoria, pero al día siguiente de nuevo lo has olvidado todo... ANTONIA.- ¿Y qué hacemos aquí? AMALIA.- No lo sé. Esperar. Creo. ANTONIA.- ¿A quién? AMALIA.- Tal vez a que alguien nos recuerde. O a que alguien nos venga a buscar y nos lleve a casa. O tal vez a que alguien venga a escucharnos, sólo a escucharnos... Puede que si alguien nos escuchara y conociera nuestra
historia, algún día... ANTONIA.- Puede... AMALIA.- Puede que si alguien, alguna vez, escribiera nuestros nombres en un pedazo de papel, únicamente con escribir nuestros nombres... ANTONIA.- Puede que entonces... AMALIA.- Pero hasta ese momento, todo seguirá igual, como sigue igual desde 1937, cuando me operaron. Mañana volverás a encontrar esa novela cuando despiertes y luego me preguntarás mi nombre, y después comenzarás a leer y pasarán las horas, y cuando llegues a la página 29 verás mi nombre escrito y me dirás que tengo nombre de reina... Y así día tras día. ANTONIA.- ... AMALIA.- Y con lo poco que me gustan a mí las reinas... ANTONIA.- Amalia, salgamos de aquí, no me gustaría quedarme para siempre en un manicomio abandonado... AMALIA.- ¿Ves? Ya vuelve. ANTONIA.- ¿Ya vuelve? AMALIA.- Tu memoria. ANTONIA.- ¿Mi memoria? (Mira a Amalia. Pausa. Saca un peine de un bolsillo y comienza a peinarle los largos cabellos.) Puedes terminar de leer este texto en www.escenagodoff.com
FOTO: Susana Martín
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G-21. Primera generación de dramaturgos y dramaturgas que ha dado o acogido España en el siglo XXI. Manuel Benito es dramaturgo. Ha acumulado una nutrida experiencia como intérprete y director de sus propios textos y como gestor de espacios escénicos privados (Montacargas, Guindalera). Bajo el seudónimo de nico guau, desarrolla su vertiente periodística como crítico del mundo teatral madrileño.
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ciclo de teatro lavapiés a escena por Sergio Díaz
La red de teatros de lavapiés presenta este ciclo dedicado a la mujer en la escena independiente para dar visibilidad a su trabajo
Preguntas
a) ¿Cuál es la distancia de la felicidad? No tengo ni idea, pero tal vez sean 3.442 kms. Lo único que sé es que tengo que seguir caminando por este paisaje nevado si no quiero morir congelado. b) No sé si en ese camino alcanzaré la felicidad, pero poco a poco, paso a paso, tendré que ir dejando atrás el lastre de una vida irreal. Una vida superflua y vacía que siempre se ha fijado más en el contenido que en el continente. c) Me da miedo dejar atrás mi propia historia. Me da miedo empezar de cero sin la anestesia emocional que me ha acompañado hasta ahora y que me lo ha hecho todo más fácil. Me da miedo hundirme en el fango de mi propia vida. Sé que es el proceso natural para volver a empezar, pero no sé cómo coño hacerlo.
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d) He comprendido que ya no estoy aquí para ser vuestro divertimento. No estoy aquí para seguir dándome por entero sin recibir nada a cambio. Ha llegado mi hora. La hora de crecer y ser yo mismo. Pero la pesada carga que llevo sobre mis hombros, cual Sísifo del siglo XXI, me hace caer una y otra vez. e) Y así estoy. Sigo deambulando sin rumbo. Y lo peor de todo es que lo hago sin ilusión. Sé que mañana todo volverá a ser igual, y las lesiones internas que van devorando mi cuerpo me hacen muy cuesta arriba este proceso de vivir.
Respuestas
a) Moscú 3.442 km. (-foto derecha-). Pieza escrita y dirigida por Patricia Benedicto, que pretende hablar del paso del tiempo y los sueños no cumplidos. Sala El Umbral de Primavera. b) La verdadera historia de Blancanieves, texto de Carolina Bermúdez, dirigido por Laura Garmo, que utiliza el conocido cuento como sátira social para reflexionar sobre las costumbres y creencias de nuestra sociedad.
Sala El Umbral de Primavera. c) Miedo o soltar, de Elena GonzálezVallinas, un retrato de las despedidas en 4 partes. Sala El Umbral de Primavera. d) No estoy aquí para entreteneros (foto izqda.), de Paola T. y Antje Zemmin, versión libre de El mito de Sísifo de Albert Camus. Sala Mínima. e) Lesiones incompatibles con la vida (foto abajo), es el manifiesto del Tríptico de la aflicción, trilogía escrita por Angélica Liddell, y dirigida por Alba García. Sala La Tortuga.
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violar no es solo violar por Álvaro Vicente
“Soy escéptico respecto al comportamiento del hombre, sobre todo bajo el capitalismo” ¿Cuál fue tu primera impresión, como hombre, tras leer esta obra? Pues me tiene revuelto desde entonces, porque es una función... no me gusta decir la palabra “dura”, porque se usa mucho, pero lo es. Pero yo siempre intento que el humor esté presente de algún modo y, aunque parezca difícil sacarlo, le busco un espacio.
El veterano director Jesús Cracio se ha hecho cargo de este montaje, que pone el foco sobre la violencia sexual contra las mujeres, pero la más velada, la que más desapercibida pasa, a través de la historia de la agresión que sufre una mujer a manos de un hombre que se ha obsesionado con ella.
La obra establece un juego de poder paralelo: en el ámbito del trabajo, ella está por encima de él, pero en la realidad de la vida, él la somete a ella valiéndose del poder asumido por el hombre desde siempre... Efectivamente, ese es el juego hermoso que tiene la obra, más el chantaje, que es lo que a mí me preocupa sobre todo y que será lo que más acentúe en el montaje. Porque nos han dado Internet, nos dicen que somos libres, libres, muy libres, y lo que pasa es que mientras unos ganan una pasta a costa nuestra, los de-
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más nos comunicamos cada vez menos. Cuando se habla de violación aquí, no es agresión sexual, ¿no? No, porque lo que él quiere es someterla, esclavizarla, haciéndole chantaje, sólo porque él se ha obsesionado con ella. Es algo muy premeditado, como en aquella película, El coleccionista. ¿Crees que los hombres estamos haciendo cosas realmente para desterrar esas dinámicas patriarcales, sexistas, machistas... lugares y espacios de dominación que disfrutamos con la perversidad de la inconsciencia? Yo soy un poco escéptico en cuanto al comportamiento del hombre. Esto ha sucedido siempre y seguirá, sobre todo mientras siga el capitalismo. Espero que golpe a golpe, verso a verso, con pildoritas de cultura cambien algunos pensamientos.
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la mínima profanación de la libertad de una mujer es ya una violación El 25 de noviembre es el Día Internacional de la Violencia de Género. Pero para muchas mujeres, cada día es el día local, o el día familiar, o el día vecinal de la violencia de género, de la violencia machista. Y para muchas mujeres, las noches son a veces la noche urbana, la noche oscura, la noche intranquila de la violencia sexual. Obligadas por la historia heteropatriarcal a vivir con miedo y a mirar de abajo arriba al hombre, la violación no es solo penetrar a una mujer en contra de su voluntad, sino invadir su espacio, desarmar su decisión, amarrar su libertad y anularla por un poder adquirido, innato, que tiene que ver, solo, con ser hombre. La violación no es una cosa puntual, no es solo ese espectáculo dantesco (abonado por el amarillismo) de los 5 indeseables de San Fermín. Como señala la psicóloga Sonia Cruz, “el agresor conocido por la víctima no necesita usar la fuerza física para violentar sexualmente. Se respalda en su status social superior como hombre y se aprovecha de la confianza y/o del vínculo que tiene con la mujer para manipularla. En la obra Mírame se muestra claramente este tipo de coacción y cómo el chantaje emocional y la extorsión tienen un poder intimidatorio equivalente al de un arma.” La autora de la obra, la argentina Susana Torres Molina, quiso investigar “el enigma que significa el comportamiento del violador frente a su víctima, y el de la víctima frente a esa circunstancia deseperada, traumática. Comparto la visión de algunas investigadoras y teóricas sobre el tema, que no ven la violación como una consecuencia de patologías individuales, ni en el otro extremo, un resultado automático de la dominación masculina, sino como un mandato. Un mandato dentro de la estructura jerárquica patriarcal que atraviesa todos los órdenes de la vida pública y privada.”
Mírame Jesús Cracio dirige a Manuel Domínguez y a Cecilia Sarli en una obra de Susana Torres Molina con la que colabora la Fundación ASPACIA. Sala Mirador Del 18 de noviembre al 18 de diciembre
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cruce de sonidos por Rubén González
El abrazo entre el blues pantanoso y el rock fronterizo Furia Trinidad consolida con su segundo disco, She and the Sunshine, su sonido a caballo entre el blues pantanoso y el rock fronterizo del desierto con ecos de surf-rock, instrumental y psicobilly. Anclados en el micrositio cultural que representa el Puerto de Santa María, y habiendo grabado con el venerado productor Paco Loco a quien le unen afinidades musicales y personales, su propuesta transgresora radica entre el Mississipi y el Sonora, y lo mismo te vale para una película de Quentin Tarantino que para un festival español independiente, dentro de esa corriente revitalizadora del sonido americano que venimos disfrutando por la vía de otras bandas como Guadalupe Plata o Arizona Baby. Con su primer trabajo, Listen to Phenomenal Western Rock Combo (14), Furia Trinidad consiguió que el diario francés Libération les considerara una banda clave y responsable, junto con Hinds, de la actual eclosión del rock en España. Un gran hito para una banda que acababa de nacer hacía menos de un año. Desde entonces, el grupo formado por Goli SuperSummer y Nur Wong no ha hecho más que
consolidar su presencia en la escena musical de nuestro país. Durante estos dos últimos años, Furia Trinidad ha estado en la carretera. Más de 140 conciertos nacionales e internacionales, giras en las Islas Reunión y Francia, presencia en festivales como Primavera Sound y colaboraciones con artistas internacionales como Amy Lavere y Will Sexton, o más recientemente de Martin Wenk, de Calexico, han servido a la banda andaluza para conseguir ese potente directo del que ya se han hecho eco los medios de comunicación. Furia Trinidad convence y seduce, con las únicas herramientas que realmente merecen la pena. Un discurso propio cada vez más elaborado, un sonido cada vez más perfilado y mucho más certero, una estética perfectamente definible, y lo más importante, echar el resto al salir sobre un escenario. Por esos motivos y muchos otros son nuestra recomendación para este otoño.
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Manipulación emocional
OTELO Teatro de la Puerta Estrecha Miércoles de noviembre
En el Teatro de la Puerta Estrecha siguen indagando en los innumerables matices que contiene la obra literaria de William Shakespeare. Y a su éxito La tempestad (que lleva ya unos meses en su cartelera), unen esta versión de Otelo realizada por Paco Montes, que pone en escena la compañía Actoral Lab y que nos habla de la guerra, los refugiados, la hipocresía de occidente, el comercio de armas y de personas, la lujuria del dinero, la manipulación y la violencia de género... El error de nuestro Otelo es su complejo de inferioridad en un mundo donde trasciende el éxito y la meritocracia por encima de valores como la amistad y la justicia. Y esa falta de personalidad y su inadaptación a una sociedad hipócrita y depredadora lo aboca hacia la barbarie. Un abismo por el que transitan todos los personajes que se relacionan con él.
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proyecto global por Sergio Díaz
El proyecto Equus de Arte&Desmayo sigue creciendo Equus fue uno de los grandes proyectos teatrales de la temporada pasada. La apuesta más fuerte en toda la trayectoria de Arte&Desmayo. En levantar este montaje se han dejado mucho esfuerzo, mucho trabajo y mucho dinero. Los gestores de la sala Juanma Gómez y Álvaro Gómez apostaron por este texto de Peter Shaffer y confiaron en Carlos Martínez-Abarca (quien ya se había encargado de llevar a buen puerto la versión de El coleccionista) para que hiciera la versión de una obra que no se veía en nuestra ciudad desde 1975, cuando se representó en el Teatro de la Comedia. 40 años pasaron para que alguien nos volviera a brindar la oportunidad de vivir este texto
en directo. Y ahora este proyecto escénico sigue creciendo. El mes pasado volvieron a retomar la obra tras el parón veraniego, pero además, dieron un paso más en su apuesta teatral y se embarcaron en traducir el texto original de Peter Shaffer al castellano, por no existir ninguna traducción reciente (hasta hoy estaba descatalogada en España y en toda Latinoamérica). Natalia Fisac (foto), una de las actrices del elenco de Equus, ha sido la encargada de traducir la obra. Un regalo para todos los amantes del teatro y una oportunidad para seguir descubriendo una gran historia.
Presentación del libro El próximo 23 de noviembre a las 19h tendrá lugar la presentación de la versión traducida de Equus al castellano por parte de Natalia Fisac. El acto tendrá lugar en la Casa del Lector (Paseo de la Chopera, 14) y contará con la presencia del editor del libro, Francisco Javier Suárez Lema (Ediciones Invasoras), la dramaturga María Velasco y la propia autora de esta traducción.
Equus La obra de Peter Shaffer, 41 años después en nuestra ciudad, con versión y dirección de Carlos Martínez-Abarca Sala Arte&Desmayo De jueves a domingo
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Estigma injusto
CLAMOR DE CLITEMNESTRA Teatro del Arte Viernes de noviembre
Tú, mujer, llevas sobre tus espaldas el peso del mundo. Eres la encargada de dar la vida a aquellos que luego llenan tu existencia de culpas, injusticias y prejuicios. Así ha sido desde el principio de los tiempos, desde que Clitemnestra, la que fuera reina de Micenas, deambulara por las calles del Hades arrastrando sobre su imagen de mito eterno, los estigmas que aquellos hombres convinieron perpetuar sobre ella: la de perra vengadora, perversa, viuda negra ponzoñosa, asesina. Clitemnestra acabó siendo una mujer desterrada, desclasada y condenada a la invisibilidad. Por tratar de defenderse antes las afrentas masculinas. Natalia Moya y Luis Quinteros han elaborado esta dramaturgia para gritar al aire que aún hoy sigue habiendo millones de Clitemnestras que sufren y padecen en silencio porque su clamor no es escuchado. S. Díaz