¡CHUPATE ESTA BANANA! de Carlos Alberto Ricchetti

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ยกCHUPATE ESTA BANANA!


PRÓLOGO Observando de la situación que se presenta en la Argentina, comencé a escribir lo que al principio, constituiría un artículo más de la Revista “REFLEJOS DE COLOMBIA Y LATINOAMÉRICA”, la cual tengo el orgullo de dirigir desde el mes de diciembre de 2.007 y que lleva 46 números lanzados de manera virtual, tanto en diversas redes sociales como en todo el ciberespacio. Advertí la complejidad del tema; la imposibilidad de explicar a través de pocas páginas, la necesidad de argumentar con fundamentos legítimos, una situación que en lugar de afectar los derechos del pueblo, atenta contra los intereses centenarios de los descendientes de los líderes fundacionales de la decadencia argentina, temerosos de la pérdida de sus privilegios. Por supuesto, esta minoría no se queda de brazos cruzados, frente al accionar de un gobierno que a pesar de cualquier clase de defectos adjudicados, dio el puntapié inicial a importantes reformas demandadas por el conjunto de la sociedad. Como de costumbre, acusaciones de autoritarismo, corrupción, inseguridad, desempleo u otros, son los típicos descargos sobre una administración nacional y popular, como la de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2.012, al igual que contra cualquier otra, anteponiendo el interés nacional al particular. Esta situación, motivo a que el modesto periodista y escritor aficionado, a lanzar este informe a modo de folletín, el cual a pesar de la pertinente solicitud de incluir mi autoría, le obsequio a las personas de bien, de talante popular, argentina o de la Gran Patria Latinoamericana, simpatizantes, cuestionadores de algunas de sus medidas, opositores a la gestión del actual gobierno nacional, para que lo lean, difundan y publiquen. De poder hacerse esto efectivo, no me estarían colaborando de forma personal, sino con todos los argentinos y los habitantes del mundo entero, viendo como sus antiguas castas gobernantes, aprovechando su influencias, socios, intereses, apelando a las mentalidades coloniales, a las mentes, a las almas estrechas, para recuperar el poder que les fue arrebatado por el pueblo, consciente de sus derechos, de cuanto le pertenece, le costó recuperar y otra vez, intentan quitarle. A todos, lectores de reflejos, argentinos, compatriotas latinoamericanos, hispanos o no, les agradezco de antemano y desde ya, la molestia que se han tomado con sólo prestarle atención a éste apunte, que sin ningún tipo de intereses, mucho menos pecuniarios, intenta ser un llamado a la conservación del bienestar, la inclusión y el mantenimiento de los beneficios para todos. Carlos Alberto Ricchetti*


(Director General Revista “REFLEJOS DE COLOMBIA Y LATINOAMÉRICA”

¿Quién está detrás de los “cacerolazos” en la Argentina? El enfrentamiento oficialismo - oposición, resulta innegable. Puede palparse donde sea. Es el producto, la consecuencia lógica de un país, que va dejando atrás décadas de dependencia y se abre paso a la autonomía, la verdadera independencia, enmarcada dentro del verdadero concepto de soberanía política, a través de importantísimas transformaciones en todos los aspectos. Los cambios, conducen al inminente conflicto. De la reforma todavía parcial de las estructuras, deviene el falso, el destructivo análisis de la "división social", orquestada por la impotencia del andamiaje opositor, que ve en el descrédito al gobierno la alternativa para recuperar antiguos privilegios. Carente de plataforma, doctrina, apuesta a la artimaña de sembrar malestar, condicionar el terreno de la queja “potable”. Siente temor, estalla furiosa, indignada. Tiembla al ver circular tanto dinero, antes destinado a sus bolsillos descarados, invertirse en crecimiento con inclusión social, a la salud, a la educación, al empleo. No puede ganar elecciones a falta de méritos, porque lo prometido en demagógicas campañas, lo hizo efectivo el gobierno al cual combate. Le faltan figuras de relieve, a la altura de gobernar. El pueblo los reconoce, los identifica como los adalides del despojo, de la concentración de la riqueza, de la desigualdad, de la fiesta, del disfrute de pocos, abonado por el sacrificio, las privaciones, la miseria, el hambre, la muerte de muchos… Cuesta más “poner de pie” a un cuerpo en estado de coma, que inducírselo. Una nación puede ser destruida con media docena de decretos, pero demandar años en recuperarla. Las falencias, los errores –de los que apenas están exentos quienes nunca hicieron nada- conviven junto a las debilidades funcionales; la corrupción, siempre existente en diversos grados y esferas; las burocracias sindicales, hábilmente utilizadas para obtener “créditos” electorales para dar continuidad al proceso político actual. El puntapié inicial esta dado. La transición avanza a marcha forzada. Ahora, resta dar los pasos para promover el verdadero bienestar general, neutralizando a los enemigos del bien común desde la raíz, de los nódulos donde poseen su habitual margen de maniobra: Infraestructura, estructura y superestructura. Crímenes impunes –Mariano Ferreyra, Maximiliano Kosteki, Claudio “Pocho” Lepratti, Darío Santillán, Caros Fuentealba- la desaparición de Julio López, auténticas “deudas pendientes”, aguardan ser esclarecidas para


escarmiento de los culpables. Los tiempos de la justicia, del deber de cumplirla, de la sed de ella y de llevarla a cabo de inmediato, el de los asesinatos que siguen transcurriendo, por desgracia, son incompatibles con los de la política. Es el “precio transitorio” a pagar, hasta que llegada la hora, el momento oportuno, acompañando la superación de las defecciones, caiga sobre los responsables el pesado brazo de la ley y paguen en la cárcel, de donde no deben salir nunca. Sumar a las fuerzas de izquierda, como garante de profundización del modelo El país está unido. Trabaja, se desarrolla, crece económicamente, quizás no siguiendo al pie de la letra o el sentido estricto del marxismo clásico, ortodoxo, el cual exige cambios legítimos, justificables, comprensibles e inmediatos. La idiosincrasia argentina, prefiere la moderación, la “maldita convivencia” con una burguesía nacional, no siempre sumisa a la demanda de cambios. Apoya en su mayoría el actual modelo, aunque como sucedió con el primer peronismo, “deja las puertas abiertas” para oír y dejarse entusiasmar. De allí, la creencia de vencer en la batalla ideológica con gestión, ahínco, inteligencia, derrotando de una vez a los artífices del dominio por la colonización mental, los promotores de las falsas conciencias. Si algunos están persuadidos de la imperiosidad de una mayor profundización hacia la izquierda, jamás la lograrán sin convencer, ni empiezan por superar diferencias de método y forma, hallando puntos de coincidencia. Tal acuerdo, sería la antesala de la unidad en un futuro frente común, hacia el perfeccionamiento paulatino del proceso de liberación. Del fruto de ese esfuerzo mancomunado, la izquierda ganaría en pragmatismo, de cara a la acción concreta; dejaría de lado las vacilaciones, sin por ello perder la identidad, contribuyendo con el aporte de la reserva moral que la distingue, a desechar la ambivalencia ante el rumbo delineado. Los integrantes del gobierno, de esa tendencia, aunque más moderada, depurarían dirigentes oportunistas, advenedizos, aprovechados, devolviendo a la derecha al lugar que pertenece: Los pequeños partidos antinacionales. Priorizaría, también, la liquidación de los esquemas estructurales de dependencia, en lugar de limitarse a convivir con los responsables de la ruina, prestos a la conspiración, al permanente acecho del poder popular. El tercer paso, sería que ese gran movimiento, de profundo contenido humanista, transformador, se encargue de estimular mediante la palabra y a través de acciones concretas, la convicción de ir más allá de lo alcanzado. Los protagonistas de las revoluciones, en el sentido de cambios positivos,


no son “una secta de iluminados”, creyéndose los dueños de la verdad, ni los hombres o los líderes, sino los pueblos, consientes de su destino. El resumen de una exitosa gestión de gobierno El kirchnerismo, al interior del Movimiento Nacional Justicialista, a la vez de adquirir un peso mayúsculo en la escena política local, potencia la Argentina desde sus fortalezas inmediatas, ingeniándolas para crear nuevas. Lo demuestra el crecimiento del PBI en los últimos diez años, a razón de una política económica que por más defectos habidos o por haber, llevó bienestar, en especial, a los estratos más humildes, cumpliendo con los compromisos de solvencia. Desarrollo la industria, reactivó el aparato productivo, recuperó el salario y el empleo; implementó la jubilación para amas de casa; estatizó en parte Yacimientos Petrolíferos Fiscales, para que la intervención del estado haga proclives negocios provechosos para el país. Estatizó las Asociaciones de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), a fin de que el trabajo de toda la vida, no siga siendo usufructo del enriquecimiento de particulares mediante la especulación, so riesgo de pérdida o robo; restituyó la asignación universal por hijo, como garantía económica de manutención de los niños argentinos. Progresos en educación, investigación científica, salud, vivienda, medidas proclives al autoabastecimiento, por ejemplo, significan responder con gestión, tender puentes, dar un abrazo de amor al pueblo mediante ayudas sociales, para cubrir los requerimientos de la inmediatez; no por clientelismo, según algunos, mientras los puestos de trabajo se abren y el empleo es una realidad contundente. A los elogios de economistas experimentados, cabe añadir la paradigmática figura adquirida por la Argentina en materia derechos humanos, transmisión del conocimiento de la historia, al desnudar la verdadera, la silenciada, al enfatizar el pasado reciente, para evitar la repetición de episodios infortunados, escritos con la sangre de compatriotas, sin resentimientos, por el contrario a lo que alertan ciertas “voces especializadas” en “reabrir heridas”. El humilde espacio disponible, no es suficiente para enunciar o describir la inmensa labor de las administraciones netamente progresistas de Néstor y de Cristina Kirchner. Con la ventaja de presidir un poder desde donde implementar medidas, otorgado por la voluntad popular, nada hubiera sido posible de obtener, sin la base de la persuasión como sistema, de lo cualitativo, con el pensamiento, el “termómetro” inmerso en la realidad, el contexto, el “tiempo” de los argentinos y así forjar, asegurar el porvenir de los años venideros, de las próximas generaciones. Porque la argamasa para


alcanzar los logros, las metas, garantizando el espíritu democrático, es el convencimiento de la gran mayoría de la ciudadanía, desde la razón al corazón, a partir de lo único innegable: La evidencia de lo cierto, frente a la falacia que encierra la mentira, el engaño, el arte de manipular y el error, instrumentado por quienes se beneficiarían de forma ostensible con “un glorioso retorno al pasado”. Los devaneos de una oposición apátrida, sin propuestas Frente a los intentos de descrédito –disfrazados con sevicia de “exigencia de libertades o derechos coartados”, a falta de desconocimiento e ignorancia- existe un país unido. Lo demuestra el pueblo, sabedor de lo que quiere, de dónde se dirige. La Argentina de la “Segunda Década Infame”, carcomida por el desempleo, la exclusión social, la desesperanza, entre otras “calamidades del libre mercado”, esa obra dantesca de los mismos que hoy, con absoluto desparpajo, salen de sus madrigueras donde los echó el pueblo a gritos y huevazos, a pregonar “cómo se debe gobernar el país”, agoniza. Pero estará distante su hora de morir, si antes no se profundiza el exitoso camino iniciado, noqueando a los actores políticos, sociales, económico, conspirando para recrearla. Inevitablemente, llegar a tal propósito, demandará de manera inexorable una severa reestructuración de los medios de producción y cambio, como se viene gestando en la Suramérica del Siglo Veintiuno, con la idiosincrasia local por astrolabio natural de orientación. Los alcances físicos de ésta humilde crónica, son desbordados por la amplia gama de variantes o variables existentes, para “darle apariencia sólida” a la calidad de la “oposición formal al modelo”, al del “contradictor”, unificando los distintos criterios de una masa de “inconformes”, muy “distinta” a la de Estados Unidos o Europa. El contenido, el carácter, el sustento ideológico, el plan alternativo al nacional y popular, es mero espejismo, una cáscara vacía, cuya plataforma superficial “presentable”, para llamarla de algún modo, es retraer a fojas cero lo reconstruido hasta ahora. El arco opositor, ante su asombrosa carencia de propuestas –salvo la de abalanzarse sobre el superávit de las cajas del Estado Nacional, lo cual, desde luego, no hará público- pretende acentuar, centrarse en la crítica como si ella, de por sí, fuera un recurso cuasi dogmático. Parte de sus principales “exposiciones”, con la finalidad de “reencauzar a la Argentina en la “senda del neoliberalismo”, de “dar garantía indefinida al vaciamiento”, de “devolverle a los privados lo obtenido en desmedró de lo público”; en fin, de “llenarse los bolsillos”, son las siguientes. Desde luego, cada una tiene una respuesta objetiva, por breves e incompletas que parezcan: a- Autoritarismo


El Gobierno Nacional, a la cabeza de la Sra. Presidente de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, reelecta para un segundo período, cuenta con todas las atribuciones constitucionales de un sistema representativo republicano - federal, habiendo sido elegido por una abrumadora mayoría, en comicios limpios, transparentes. Es improbable pensar siquiera en una elección fraudulenta, ni “comprada”, a causa de que en la Argentina el voto es libre, secreto y obligatorio, no existiendo la obtener la suma capaz de “re direccionar” la intención de voto, mucho menos por la suma de los obtenidos por Kirchner. La administración, durante ambos períodos, jamás incumplió norma o artículo constitucional alguno, ni pagó para sancionar normas, como en efecto ocurrió en las presidencias de Carlos Saúl Menem (1.989 – 1.999) y Fernando de la Rúa (1.999 – 2.002), etapas en que las administraciones destinaron dineros de las arcas nacionales, para sancionar leyes como las de flexibilización laboral, escándalo por las coimas (sobornos) mediante, por citar casos puntuales. Lejos de “dejarse tentar por métodos espurios”, “toleró en silencio” cuando pese al clamor popular, el vicepresidente “radical K” de entonces, Julio Cobos, “traicionó al gobierno”, al votar contra de la Ley de Retenciones, proyecto que éste impulsaba, frente al abuso de sectores con fuertes intereses ligados al campo y al sector rural – agropecuario. De esa manera, las acusaciones de autoritarismo no poseen otro fundamento, que la falta de docilidad del gobierno, a partir de la figura presidencial, ante los reclamos de quienes sostienen la creencia de ser los dueños del país y se manifiestan en contra, porque sienten como nunca el sabotaje a sus centenarios intereses. La oposición, con el sustento de malintencionados, desmemoriados, ignorantes o acudiendo a los multimedios, los manipuladores sociales, pasando por un espectro de figuras deplorables y hasta las más patológicas de la sociedad, es la autora de este falso señalamiento. La politización de la sociedad no es autoritaria. Es sana, porque crea conciencia colectiva, descarta el individualismo egoísta, amplía el sentido de la participación en democracia e impide el desarrollo de rasgos autoritarios de una sociedad. En cambio, los malos ejemplos públicos, los sofismas de distracción, son, fueron y serán mecanismos


fascitoides para desviar la atención, hecho harto consumado por los que hoy parecen erguirse frente a su presunción. b- Intolerancia frente al disenso político – ideológico. La opinión de la mayoría y de las minorías, por más absurdas, manipuladas que parezcan, están garantizadas. El gobierno no persigue ciudadanos por pensar distinto, ni los estigmatiza. En todo caso, con argumentos válidos, denuncia primero y aplica el peso de la ley después, cuando detrás de aparentes solicitudes de “derecho a la expresión”, “a las libertades individuales”, se detecta una consabida maniobra de saqueo. Aunque el ideal democrático, llevado a la retórica, puede amparar e incluso justificar tales hechos, no lo hace en el terreno de lo práctico. La obligación de todo gobierno que se auto caratule como “auténticamente popular”, “defensor del patrimonio del conjunto”, de las “libertades y garantías individuales”, a través de su significancia, así lo ameritan. Disentir es válido, aunque no siempre hay honestidad en esa clase de alegatos. Una cosa, es el ciudadano común, convencido de manera filosófica; el pueril, el equivocado, la víctima del engaño, acerca de algo indeterminado. Distinto, cuando estar en contra proviene de la angurria de algunos sectores ultra minoritarios, de hacerse de mayores e injustos privilegios, de autonomía para delinquir, concierto para la dependencia del extranjero, abuso y desigualdad social; etc. Por esa razón, la clase politiquera, verdadera depredadora de las riquezas nacionales, detesta tanto los controles, las regulaciones. Adora el “dejar hacer, dejar pasar”, para que “ni se haga nada” y en cambio, “ocurra de todo”. No se los puede llamar delincuentes comunes, teniendo en cuenta que a la Argentina, la han perjudicado desde militares a doctores, pasando por una bailarina fracasada, si a detalles se hace referencia. A sus móviles se los puede describir como sofisticados, audaces, peligrosos; a falta de ideas, de una grandilocuencia capaz, a veces, de convencer al millonario y al muerto de hambre, eterno prisionero de esas “nobles formas democráticas del abuso”, de ir del brazo. Se disfrazan de los garantes de la libertad: de culto, de asociación, de competencia, de cambio, de precios, entre tantas, pero decretando la de una sola, acaban para siempre, en la práctica, con la totalidad de las demás: La libertad económica, la cual al concentrarse el capital en pocas manos, nunca podrá ser democrático, obrando a favor del interés de quienes lo ostentan, contra los de la mayoría que fue despojada.


El deber del gobierno, entendible, justo, es acabar con las tramas de éstos “bribones de la media noche” camufladas de disenso, perjudiciales para el país, sin temblarle la mano, manteniendo el equilibrio entre lo individual y lo colectivo. c- Reelección Con una increíble sucesión de “ataques epilépticos de constitucionalismo”, la oposición habla de un intento de perpetuación del gobierno en el poder. Emplea vocablos como “caudillismo”, cuando son los procesos económicos los que demandan el surgimiento de líderes, conductores. Están desconociendo –los delata su propia misoginia hacia el pueblo- que al encontrarse un determinado proceso avalado por la voluntad popular, sea cual fuere, debe ser respetado. Un conocido estadista, dijo en alguna oportunidad: “El pueblo tiene derecho a tomar la soga y aún, a elegir el árbol en el cual desee ahorcarse”. Especialistas en la materia, llegan a calificar que “el poder corroe”, “agota”, “desgasta”. Ejemplos y motivos, avalan el resultado dispar de esas apreciaciones razonables, que pueden sustentarse con la observación de la historia, pese a su relatividad. Sin embargo, en una democracia concreta, formal, son los pueblos los amos y señores del destino al cual pretenden dirigirse para bien o mal, aunque muy difícilmente se equivoquen, más, cuando tuvieron que atravesar penosas experiencias. De igual forma, los conductores, los líderes, deben procurar vencer al tiempo desde la construcción de organizaciones que los sobrevivan, para consolidar los procesos. El fundamento termina de caer en picada, cuando se descubre a famosos “anti reeleccionistas”, apoyando la segunda y la planificada tercera, pero fracasada re-reelección del presidente Carlos Saúl Menem. En ese caso, desde luego, las argumentaciones se dejaban de lado: El mayor concesionario de los Estados Unidos “en democracia”, fue el propio Menem. La “trampa”, la “mula”, el “chafe”, brilla a simple vista. Para concluir con la devastación de ésta ridícula hipótesis, en alusión a los “hermanos del Norte”, un poderoso enemigo de la Argentina durante los años treinta, cuarenta del pasado siglo, Franklin Delano Roosevelt… ¡Fue electo presidente tres veces y lo hubiera sido una cuarta, de no morir súbitamente! Si para la oposición tiene tan claro el “deber de imitar” a los Estados Unidos, “el de servirlos con tamaña diligencia”; ¿por qué se oponen cuando la


Argentina torna paralelas algunas de sus políticas? ¿Causa o consecuencia? ¿Ideología, oposición o conveniencia? d- Desempleo Los gobiernos de Néstor Carlos y de Cristina Kirchner, fueron los máximos responsables de la reactivación del aparato productivo, de recuperar muchos de los puestos de trabajos “desaparecidos” en los años noventa y de la creación de fuentes de empleo. El diario “Clarín”, cuando no veía amenazada su hegemonía mediática, habló del impulso de la presidencia de Néstor Kirchner para reactivar el cordón industrial en la periferia de la ciudad de Buenos Aires y en el interior. Líneas ferroviarias, ramales enteros que al ver interrumpido su tráfico, volvieron fantasmas a los pueblos en su camino, fueron reactivados, hicieron parte de ese emprendimiento nacional, encargado de facilitar por esa vía la circulación de bienes. La firme posición del gobierno de entonces ante los países y organismos acreedores, posibilitó dar alivio y respiro a los deudores hipotecarios. Desensambló el corralito, el corralón, devolvió el dinero a los ahorristas, evitó que por pedido del Fondo Monetario Internacional (FMI), no perdieran su vivienda miles de familias endeudadas. A propósito de la mencionada posición, surgió el mito de una de las tantas frases del presidente: “Si persisten con el ajuste, no va a haber deudor capaz de poder pagar deudas, ni ustedes la podrán cobrar”. Para dar muestras de cuanto vendría más tarde, sin titubeos, expropió a la empresa privada, de origen francés, encargada del suministro de agua, por negligencia, irresponsabilidad e incumplimiento de condiciones de contrato. Ello, sin contar con la definitiva ruptura de relaciones carnales con Estados Unidos. La oposición, no conforme con su estruendoso fracaso, haber causado tantos males al país, el creciente desprestigio y en vistas del repudio a sus personalidades más destacadas, aún en plena vía pública, comenzó desde el “vamos” a conspirar para el retorno. Los primeros síntomas de tensión, se vieron cuando, dado el aumento del consumo interno, logrado gracias a una hábil política de exportaciones, buscaron inducir un aumento en los precios y el gobierno se los impidió. Era el germen del odio, de la bronca, de la indignación al recorte de privilegios. En las postrimerías de su mandado, el presidente dijo que a él, “le había tocado apagar el incendio” y que a Cristina Kirchner, su esposa, senadora y candidata, profundizar el modelo nacional y popular emprendido y un


panorama “más aliviado”. Agregó además: “No es bueno aspirar a una reelección. Son otros tiempos”. Quizás en las segunda y tercera apreciación, estuvo en lo cierto, pero en la primera, es probable que no. Su fallecimiento, la crisis económica mundial y la profundización de los cambios iniciados, le jugaron en contra a sus dichos, pero él no tenía manera de saberlo”. Cristina Fernández de Kirchner, ganadora de los comicios presidenciales, cumplió a rajatabla la tarea asignada. La desaparición física de Néstor, quien iba a ser electo por amplia mayoría, la obligó a un postularse a un segundo mandato que obtuvo, logrando eclipsar a los adversarios y determinando la “muerte política” de algunos referentes de la escena local, como Eduardo Duhalde, “Lilita” Carrió o la dinastía de los Rodríguez Saá. El país prosiguió su crecimiento ininterrumpido. La crisis económica mundial, aunque disminuyó el ritmo, no evito saldar cuentas con el FMI, cumplir compromisos financieros pero menos, desde luego, proseguir un camino imposible de detener, sin obviar la presidente que “falta mucho todavía por hacer en la Argentina”. La mandataria, además de pasar a la historia como la primera mujer en ocupar democráticamente la presidencia de la República, lo hará gracias a la re implementación de las asignaciones universales por hijo, la nueva Ley de Radiodifusión, la re estatización de las jubilaciones privadas, la jubilación a las amas de casa, la mejora de las condiciones de la educación pública, etc. Y del empleo, que sus destructores por antonomasia durante casi treinta años, reclaman hoy como faltante. e- Inseguridad Queda demostrado que a toda crisis económica, deviene otra, de índole ético - moral, producto del desenfado que promueve el capitalismo salvaje en su afán de consumo, poniendo a “todos contra todos”, en una carrera individualista, competitiva, individualista. Es decir, el “culto a la eficiencia”; imponer el ser material, de su “modelo”, sobre la esencia del humano: La realización del bien, la honradez, la solidaridad, el espíritu colectivo, independiente de las religiones, credos, caracteres agnósticos o ateos. El afloramiento de patologías, abominaciones, la degeneración, lo intolerable, inconcebible e insano, aparecen como “alternativas viables”, frente a la escasez de posibilidades de progreso. Esto, con el agravante de que a las consecuencia de este desgarramiento, sectores liberales, de izquierda, los bautizan con el mote de “libertades legítimas”, haciéndoles flaco favor a su propia causa. Sin embargo, se observan sociedades con un alto grado de desarrollo, asoladas por desórdenes derivados de su evolución, sufrir el


aumento del flagelo de la inseguridad. La crisis ético – moral de la sociedad, la ausencia de valores, no es suficiente para darle explicación ni a los lugares donde surge, si son ricos o pobres. Alcanza mirar los “paraísos emulables” de la oposición, como América del Norte, Europa, para comprobarlo. La inseguridad está vinculada a defectos en la educación, la formación, la justicia social, la inclusión. Del éxito en esas áreas específicas, será posible alcanzar logros, allí donde la “solución mágica” del “gatillo fácil”, del “revólver matón”, se topó con infructuosas salvedades. Tras años de dilema libertad – libertinaje, la dictadura, con su estruendoso exterminio y aniquilación, ni los gobiernos democráticos “condicionados”, fueron capaces de superar este mal. Pero al igual que con otros factores, se los azuza con interés político y curiosamente, también por los responsables de abrirle las puertas, fomentar el desorden mediante el caos o el descalabro. En “democracia”, De mayor a menor, el delito fue poniéndose como “móvil de éxito rotundo”, dejando en libertad a los genocidas a través del indulto, al amparo de cobijar las actuaciones de ineptos, oscuros o personajes poco creíbles de la talla de como Enrique “Coti” Nosiglia, Facundo Suárez Lastra, Ricardo Mazzorín. En la “era Menem”, llegarían el “clan” Alsogaray, Roberto José Dromi, José Luís Manzano, Carlos Grosso, Eduardo Duhalde, Carlos Corach, Mauricio Macri. El fenómeno De la Rúa, traería aparejado consigo el retorno de alfonsinistas y viejos “conocidos” como Carlos “Chacho” Álvarez, Juan Vital Sorrouille, José Luís Machinea, Juan Manuel Cassella, Alberto Flamarique, Graciela Fernández Meijide e Hilda “Chiche” Duhalde. Basta el puñado de nombres de una extensísima lista, para intentar explayar lo que se pretende. Quedan fuera los nombres de empresarios, sindicalistas, allegados, hombres del espectáculo, del deporte, tras bambalinas, haciendo de la impunidad un símbolo. Si los referentes cometen ilícitos y “salen triunfadores”; ¿cómo no esperar que los demás, por acto reflejo vertical, de arriba hacia abajo, roben en la medida de lo posible? La democracia, la libertad, para ser efectivas, demandan de una responsabilidad, de orden. Porque si “los que mandan” no son los primeros en dar el ejemplo, el contrato social se quiebra, al punto de volverse un contrato usurero. Los asaltos a cualquier hora del día, a mano armada, las víctimas, los robos, los delincuentes, existen. Son legítimos, aunque en índices muy inferiores al de otras ciudades del mundo, como lo omiten los multimedios al servicio de los opositores. Mientras en Bogotá (Colombia), mueren sesenta personas diarias, en Caracas (Venezuela) alrededor de cuarenta, en Buenos Aires, por


citarla de ejemplo “visible”, lo hacen entre siete y diez. Desde luego, cuando el “mal de muchos se vuelve el consuelo de los tontos”, es señal inequívoca de que “algo no funciona bien”. La inseguridad vigente, de no ser consecuencia de la proliferación de una evolución desordenada, lo es de la falta de educación en la sociedad desde la formación, producto de la carencia de oportunidades y del ruinoso legado neoliberal que impacto en el tejido social de manera determinante, rotunda. En menor medida, de una policía con resabios de derecha, que con fines desestabilizadores, ante las condenas a represores en sus filas, “contribuye” a liberar delincuentes, repartiéndose el botín con las altas cúpulas, ni bien estos retornaban a las celdas. Ya durante el gobierno de Néstor Kirchner, se asestaron violentos golpes a delitos como la “piratería del asfalto” y a los “desarmaderos” de vehículos, sucio negocio al cual del cual en su momento, salió muy mal librada la policía. En lugar de dar “canilla libre” a la argucia de quienes para volver al gobierno, estimulan el odio, la intolerancia, la “mano dura” contra vastos sectores de la población que dejaron desguarnecidos, en pos de reducir gastos y obtener mayor peculio, son precisas algunas aclaraciones. El robo agravado, calificado, el crimen, es injustificable y el deber es encarcelar al delincuente que los cometa sin vacilar. Ningún niño nace malvado, ni ladrón. La herramienta es la erradicación de la desigualdad, de la cultura de que “para sobrevivir, es necesario perjudicar a un tercero”, de los medios, destructores de lo cultural, constructivo, educativo, para darle espacio al exhibicionismo, el mal ejemplo, la trivialidad, el embrutecimiento.

Todo acto violento, no puede deparar algo distinto a otro peor. Los argentinos conocen de sobra el abuso de autoridad, de cuando los militares y la policía actuaban con renovada impunidad, violando elementales derechos humanos también en democracia. La policía, el pueblo trabajador, odiaría al delincuente; este, frente a la furia generalizada, rodeado, tan prisionero del entorno como las víctimas, recobraría impulso para contraatacar, sin sentir remordimientos al disparar, esgrimir la puñalada trapera. He aquí la resultante de la política del “garrote a diestra y siniestra”, en lugar de la de generar oportunidades sociales para no tener ni el pretexto de usarlo. En los estados norteamericanos de la Florida, Texas, donde esta instituida la pena capital, la misma sirve como elemento inhumano de represión. Pero en el campo de la persuasión y disuasión, fracaso. La violencia sexual, la


prostitución, el robo, el asesinato, continúan, sin descender los porcentajes; sus victimarios, no le guardan ningún resquemor. Si a algún “prócer opositor” se le ocurriera implementarla, en la Argentina no hay la suficiente legalidad para imponerla, al margen de su inutilidad y consabido sadismo. Como parte de sus obligaciones y tareas para mitigar el daño social, los focos potenciales donde germina la delincuencia, el gobierno Kirchner lleva a cabo una política adecuada de recuperación de los privados de la libertad, mediante programas de rehabilitación. Por otra parte, se pretende otorgar el voto obligatorio a los dieciséis años, con el objeto de darle plenas libertades, del mismo modo que busca subir la edad de aplicación de las condenas. El rumbo emprendido es promisorio. El pesimismo, forma parte de la cadena del desánimo y su contagio, a cargo de los aprovechados que “anhelan el pastel” sin compartirlo. f - Falta de libertades económicas e inflación No existe libertad alguna, cuando se sustenta en detrimento de la del otro. Tampoco de la anulación de la opinión disidente, la cual al ser genuina, enriquece y aporta al esfuerzo de la democracia, ni del autoritarismo tan reconocido por los argentinos. Un gobierno coherente, tiene que procurar soluciones para el colectivo; no apenas la de unos pocos “afortunados” o “allegados al poder”. Es imposible complacer a todos, así dejando por fuera a un cinco por ciento que dista de sufrir carencias sociales, frente a la inmensa demanda del noventa y cinco restante. Como se enunció con anterioridad, hay sectores interesados en el sabotaje, el derrumbe, el boicot del modelo de desarrollo nacional y popular, porque los dejó sin prebendas. El gobierno, en lugar de ceder a los poderes de las “maquinarias de impedir”, defendió al pueblo tomando medidas acertadas cuando lo creyó necesario, como el riguroso control fiscal y políticas antiinflacionarias. En lugar de coartar la libertad económica, defiende los derechos de todos a la misma, sin contar los intereses del país. Las molestias ocasionadas ante medidas como la justificación legal de dineros llevados al exterior, que sin dudas todavía afecta a ciudadanos particulares, al igual que las mecanismos tendientes al control inflacionario, ha sido bien aprovechada por la oposición, la verdadera causante en sus pretensiones de desestabilizar.


En cuanto a las primeras, a pesar de tratar de “pretender tapar el sol con el dedo índice”, el arco opositor expolió con éxito parcial, la inquietud de algunos sectores, desde los vinculados a las grandes empresas, el uso de la tierra, las clases altas –que venían traficando sus capitales con holgura- hasta los estratos medios, grandes beneficiados por el gobierno, que les recuperó el salario y “devolvió” el futuro, evidenciando su desacuerdo a raíz del “malestar particular” por las medidas antiespeculativas. Años de individualismo neoliberal, de la falsa convicción del “sálvese quien pueda”, tienen que ver con esa actitud enajenada, la cual “pone el grito en el cielo”, pero en su ceguera colectiva, es incapaz de atreverse a “pegarle” a la causal de sus males. Los segundos, se deben y son ocasionados por los mismos “enemigos sociales”. El gobierno nacional enfrenta alrededor de ochenta empresas extranjeras que aumentan los precios, en desproporción a la continua suba de los salarios. Debe soportar permanentes intentos de desabastecimiento, a fin de encarecer el valor de los productos, el derroche de alimentos, como el perpetrado por conocidas firmas lácteas, capaces de desechar materias primas con idéntico objetivo, sin contar infinidad de delitos económicos. La oposición ubica al acusado en la silla del acusador. Tergiversa los papeles. Promueve, acrecienta, provoca, incita contra el gobierno e intenta abrogarse su representación, cuando son sus aliados, contactos, resortes, los que forman parte de una conspiración silenciosa, buscando golpear al pueblo para sacrificar su gobierno. De allí, el advenimiento de los “cacerolazos” en distintos puntos de la Argentina. No asombra, en un “singular espectro multifacético”, la convergencia de medianos, pequeños empresarios –los grandes y la mayoría de los promotores políticos, tuvieron no se dejaron ver, salvo pocos, para “reconciliarse” con quienes les gritaban “¡Que se vayan todos!”- haciendo “bulto”. Miembros de los patriciados locales, personas de solvencia desahogada, fueron “parte del convite al trasnochado divague”, donde pudieron verse, para asombro de algún opositor de religión judía, el tránsito de una pequeña columna, portando un pendón nazi. El resto, en vertiginosa línea descendente del escalafón social, engrosaron filas cual prescindibles peones del ajedrez opositor, en la ignorancia de permanecer a la espera de volver a ser traicionados como en el pasado. Salvo quienes se encuentran “detrás” de los “cacerolazos”, los disconformes harían mejor en ir a desatar su “musical ira” sobre los promotores del desorden, en vez de atacar a un gobierno, que contra la opinión de agudos observadores, no alzó la mano para expropiarles un centímetro cuadrado a sus adversarios antinacionales. Pero quizás en algún momento, debería ponerse a considerarlo si quiere conservar la cabeza y por


consiguiente, profundizar el modelo, despojando de las herramientas de poder y presión de los arquitectos de la destrucción, del engaño. Queda recorrer un largo sendero, como lo advirtió Kirchner. Con la fuerza del liderazgo, el carisma de persuadir acerca de la conveniencia de llevar más adelante las transformaciones iniciadas, será posible llegar a poner coto a los inconvenientes derivados de la controversial política mega minería, por ejemplo. Aunque como diría un famoso ex futbolista: “Paso a paso”… El pueblo advierte lo hechos e identifica a los responsables de las maniobras Como se explicó antes, aunque las intenciones dañinas retornen disfrazadas de ideologías y preceptos democráticos, las conclusiones son posibles al comprender una sabia regla de oro de la política, la cual indica que la plataforma, es circunstancia, mientras la doctrina, es la sustancia haciendo al alma de un futuro gobierno. Si el más furibundo antikirchnerista puede hallar una respuesta contradictoria a dichas afirmaciones, en la oposición, sería recomendable que juegue a la lotería de Navidad, porque seguro se quedaría con el primer premio del pozo. La Argentina atraviesa una situación crucial. No es la elección de un cuadro de fútbol, ni la de la reina de la primavera. Por lo tanto, no hay lugar para las actitudes ambiguas: Es la opción de apoyar un proceso político, así sea con afán de profundizarlo, lograr su paulatino perfeccionamiento o bien, trabajar para reinstaurar la decadencia dependiente, la insolidaridad, el egoísmo, la venta del patrimonio nacional a máxima escala. Es elegir el mañana promisorio o tomar el túnel del tiempo a la época del autoritarismo policial militarista, donde se atropellaba a las personas, se las hacía desaparecer, el dinero entraba y salía a plazo fijo, al grito de “¡gol!”, a del clamor de villas miserias, emparedadas para no ser vistas, la persecución, la muerte. A la de las “democracias de cartón”, donde parecía bastar que haya elecciones para comer, curar y educarse, se hablaba de derechos humanos, pero no se investigaba el origen de la deuda externa, ni de los “ñoquis” del Congreso. Retornar a cuando la “democracia”, significaba estar desposeído de lo elemental, seguir a un presidente que no defraudaría a nadie, garantizando pan en todas las mesas, mientras en lo económico implementaba las políticas de la dictadura, dictadas en Washington. A un gobierno, donde las patillas se cambiaron por las corbatas de un concesionario, donde un dólar valía un peso y uno por uno, iba quedando en la calle, sin trabajo, ni hogar, viendo como los poderosos amasaban fortunas con el desfalco de lo público. Un país, donde los escándalos de corrupción era la moneda de cada día, mataban periodistas, conscriptos,


dirigentes obreros que no claudicaban, se asesinaban jóvenes por mucho menos de lo que el “autoritarismo kirchnerista” tolera en nombre del derecho. La “republiqueta bananera” prosiguió el curso. Las privatizaciones se trocaron en falsas promesas de centro izquierda, pero no de negociados, como el que flexibilizó el trabajo, incentivando la sanción con tarjetas de crédito o débito. Un nuevo mandatario, calvo, anunciaba por televisión que sería un maestro en cada escuela, un médico en cada hospital, un policía en cada esquina, pero terminó siendo la fuerza de choque del escuadrón antimotines, cargándose la vida de diecinueve argentinos hambreado para huir luego en helicóptero. Le sucedieron seis presidentes sin pena ni gloria. Otro pelado, con aire de galán, declaró la cesación de pagos y tuvo que delegarle el lugar a un narco bañero, coprotagonista de la “aclamada estabilidad”, el cual decidió llegada la hora de devaluar, licuando el setenta por ciento de los salarios. De entre los escombros, fue cobrando imagen un hombre al que la mayoría aún veía como más de lo mismo. Alguien que a pesar de la ligera desviación en la mirada, veía, entendía la necesidad de guardar silencio, aprovechar la disputa personal, política, entre dos protagonistas antagónicos de una vieja fórmula presidencial, para aguardar el momento. Apadrinado por “el ayer”, sin el cual no hubiera podido posicionarse para cambiar de verdad a la Argentina, alcanzó la segunda vuelta de las elecciones. Y sin esperarlo, la “otra parte del pasado que se dispuso a enfrentar”, arrojó la toalla por temor al descrédito de ser vencido por un “pingüino”. Cuando asumió el poder, desalineado, jugaba con el bastón presidencial y el inmenso corazón que tenía, le dictaba las palabras. A su lado, una mujer hermosísima, maravillosa, lo felicitaba. Lo demás, es la conocida historia de los mejores presidentes de la historia Argentina, junto al maestro de ambos, Juan Domingo Perón: Néstor Carlos y Cristina Kirchner.

América Latina, viernes 28 de septiembre de 2.012


*EL AUTOR

Carlos Alberto Ricchetti nació a los siete días del mes de octubre de mil novecientos sesenta y nueve en la ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina. Desde temprana edad sintió una profunda vocación por la literatura y el dibujo, destacándose en ambos. En 1979, cuando apenas contaba con nueve años de edad, ya escribía sus primeras redacciones dedicadas a sus compañeros del cuarto grado de la escuela primaria. Tres años después, al concluir la Guerra de las islas Malvinas (1982), una redacción suya en homenaje al Gral. Don José Francisco de San Martín se convierte en la mejor de la Escuela Evaristo J. Baldía, donde se gradúa. Con el transcurso del tiempo, a pesar de tener condiciones, va dejando lentamente el dibujo para avocarse más hacia la literatura y se despierta en él un incipiente interés por la música. Su dedicación al arte dilatan un tanto la continuidad de sus estudios, pero en dicho período es cuando su obra va incrementándose. Escribe numerosos compilados de poemas que dedica alegremente a novias, amigos y amigas, según algunos, con una “facilidad casi instantánea”. De orígenes ideológicos justicialistas de "Perón y Evita", como le gusta decir, en 1991, al tiempo que milita en el trotskista Movimiento al Socialismo (MAS), agrupación política argentina por entonces liderada por Luís Zamora, se desempeña de manera efímera como uno de los conductores del programa radial “El Otro Camino”, en FM Class. Ese año forma lo que sería la primera versión del grupo de heavy metal del cual es el verdadero fundador, Gólgota, junto al guitarrista Mario Marcelo Maher, ex integrante de Máuser. Finalmente concluye sus estudios secundarios dos años después. Desiste en comenzar una carrera de ciencias sociales y ciencias políticas –otras de sus grandes pasiones- porque se veía forzado a interrumpir sus actividades artísticas, en especial la literatura. En


cambio, cursa en la Escuela de Periodismo de los Dos Congresos, teniendo como profesores a los renombrados periodistas Alicia Barrios, Horacio Viola, Mario Caputo, Tabaré Arias, y María Laura Anselmi, entre otros calificados profesionales. Con el título obtenido de Periodista Integral (1995), comienza a desempeñarse en distintos medios radiales y gráficos. Trabaja en el diario “La Nueva 5ta.”, dirigido por Lázaro Ottonello y en FM. Antena 2, por ese entonces propiedad del periodista y actor Baby Etchecopar, como conductor de “Madura el Knock- Out”, un breve pero exitoso ciclo humorístico de actualidad que las dificultades en la economía Argentina impidieron se afianzamiento definitivamente. Tras una participación en el programa “La Tarde de Mitre” en la renombrada emisora del mismo nombre, ingresa en calidad de humorista en el noticiero radial “El Electrón”, conducido por el periodista Glenn Miller que se transmitía por FM. Fénix, una importante emisora de la localidad de Martinez, en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. Al volver a formar una nueva versión de Gólgota, más volcada al metal argentino, abandona de forma transitoria el periodismo para dedicarse de lleno grupo, cantando y componiendo las letras de lo que sería su primera producción independiente, “Monte de las Calaveras” (1997). La música le permitió conocer o vincularse con personajes de la talla de Gustavo Bazterrica (La Máquina de Hacer Pájaros, Los Abuelos de la Nada), Osvaldo Civile (V8, Horcas), Javier Martínez (Manal), Olaff Mangialavore (El Dragón), Juan Carlos Chiapín (Búfalo, Hechizo, Sueño Púrpura, Viento Divino), los integrantes del grupo Rosa Mística, Jorge Pinchevsky (Billy Bond) y Lorenzo Sandoval (miembro original de Los Playeros, trío acompañante del bolerista Rosamel Araya y cesionista de guitarra del cantante Pepito Pérez), por citar algunos nombres conocidos. Mientras en Gólgota intercala ensayos con actuaciones, obtiene entre otros postgrados periodísticos: 1) CONSEJO DELIBERANTE DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES MOVIMIENTO NACIONAL JUSTICIALISTA (1996) -Asesor durante la Jornada Interdisciplinaria “La Ciudad de Buenos Aires y su Evolución Urbana” (Organizado por la Comisión de Planeamiento Urbano y Vivienda). 2) ESTILO DE MUJER –ORGANIZACIÓN CIVIL SIN FINES DE LUCRO- (1996) -Módulo: “El Adolescente y su Inserción en los Medios” 3) CONSEJO DELIBERANTE DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES (1996) MOVIMIENTO NACIONAL JUSTICIALISTA -Asesor durante la Jornada Interdisciplinaria “La Problemática de las Inundaciones en la Región Metropolitana de Buenos Aires (Organizado por la Comisión de Planeamiento Urbano y Vivienda).


4) UNION CIVICA RADICAL –Escuela de Formación Política- (1996) -Seminario de Historia Económica de la Argentina. 5) POLICIA FEDERAL ARGENTINA (1997) -Iº Seminario para Periodistas “El Accionar Policial y la Investigación Científica del Delito”. 6) HONORABLE CONGRESO DE LA NACION ARGENTINA (1997) -Seminario sobre Periodismo y Derecho. 7) F.A.T.P.R.E.N. -Federación Argentina de Trabajadores de Prensa- (1997) -IIº Jornada sobre Seguridad Profesional de Periodistas. 8) UNION CIVICA RADICAL –Escuela de Formación Política- (1999) -Seminario de Formación Política para las Nuevas Generaciones. Hacia comienzos de 2001, ya sin el grupo de música, ingresa en el periódico Alcaldía Norte, que dirige el concejal (m.c.), Raúl Padró (Movimiento Nacional Justicialista), en carácter de subdirector. El discurso nacionalista de Padró, a quien aprecia, respeta y admira por su enorme capacidad a pesar de ser de derecha, no sólo lo devuelve a su "primer amor", el peronismo, del cual se había alejado a partir de cuestionamientos ideológicos y una oposición tenaz hacia el régimen neoliberal de Carlos Saúl Menem, en quien veía la encarnación de la destrucción del verdadero justicialismo. Al año siguiente, recibe una mención de honor durante el VIIº Concurso Capitalino y Provincial de Poesía y Cuento Urbano y Suburbano 2002, organizado por Ediciones Baobab y auspiciado por la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires y declarado de interés provincial por la Dirección General de Cultura y Educación de la República Argentina. Sus poemas “Hombre Medieval”, “La Celeste Inmensidad”, “Una Mujer Alucinante” y “Sonidos del Corazón”, en virtud del evento, pasan a formar parte de la 7º Antología de Poetas Urbanos y Suburbanos, publicada tanto en la ciudad como en la provincia de Buenos Aires. Sus últimas incursiones en la política argentina, que lo llevaron a ser también secretario general de varias unidades básicas de la Agrupación "Peronismo Doctrinario", encabezada por Padró, fueron durante las elecciones presidenciales de 2.003. A tal efecto, prestó su apoyo a la candidatura de Adolfo Rodríguez Saá, que por entonces hacía gala de una excelente gestión al frente de la provincia de San Luís. Desconocía, como muchos otros argentinos, que otros tiempos más felices, justos, equitativos, de redistribución de la riqueza y de recuperación del empleo, de la construcción de un país soberano, vendrían de la mano de un gobernador patagónico, más precisamente de Santa Cruz, que de paso sería el enterrador político de Menem: Néstor Carlos Kirchner. En 2002 conoce en Buenos Aires a quien sería su mujer, viajando a Colombia el 24 de diciembre de 2003, donde se radica, intercalando su estadía con


esporádicos viajes a su tierra natal. Se casa a comienzos de 2004 y comienza una búsqueda de trabajo que lo llevará a montar varios proyectos propios con suerte dispar. Está decidido a realizar el camino inaugurado por sus bisabuelos paternos, en 1905, cuando llegaron a la Argentina, pero en sentido inverso. Con gran cariño, piensa en brindarle al país que tan amablemente lo albergó, la suma de sus conocimientos y experiencias de su tierra, pero adaptándola a las formas e idiosincrasia de Colombia y sus nacionales. De inmediato, como parte de éste proceso, toma contacto directo con la situación política y socio económico de Colombia. Es testigo en carne propia de las desigualdades, los crímenes, los asesinatos y las injusticias del régimen neoliberal de Álvaro Uribe Vélez, decidiéndose a trabajar por los que menos tienen, aún cuando todavía no encuentra trabajo estable. Denuncia las atrocidades del neoliberalismo, al que conoce muy bien por la experiencia argentina y detesta. Critica los puntos álgidos de la política impulsada por el establecimiento, como la ausencia total de democracia, derechos humanos, persecuciones y crímenes de estado. Simpatiza con el ala moderada del Polo Democrático Alternativo (PDA), movimiento político de izquierda democrática, aunque no comienza a militar en esta agrupación hasta que conoce a Carlos Enrique Duque Vargas, abogado laboralista y hombre muy vinculado a la defensa de los menos favorecidos, quien por entonces comenzaba a construir su candidatura a la alcaldía de Calcará (departamento del Quindío). En esta ciudad participa de distintos eventos políticos, sociales y culturales en teatros, organizaciones campesinas, espacios de la cultura, etc., donde conoce políticos, militantes sociales, artistas y demás personalidades destacadas a nivel municipal y nacional, como los senadores Gustavo Petro, Jorge Enrique Robledo y Gloria Inés Ramírez, el caricaturista "Calarcá", el dirigente social y político Jhon Jairo Salinas -una de sus grandes amistades hasta la actualidad- coordinador de REDEPAZ QUINDIO y al periodista y director del semanario "Voz", Carlos Lozano Guillén. La campaña política, por defecto, le permite también conocer a las distintas personalidades relevantes de otros partidos políticos del municipio. Desde aquel momento inicia una militancia ininterrumpida, a partir de entregarse permanente a la causa popular, la cual lo lleva a veces a dejar de compartir momentos con su familia recién conformada y a sufrir algunos pequeños "sacrificios y renuncias personales". A su vez va construyendo una sólida y gran amistad con Carlos Duque. Pronto es nombrado Jefe de Prensa de la Campaña del Polo Democrático Alternativo en Calarcá y aunque Duque, debido a las enormes limitaciones presupuestarias, a algunos desacuerdos de sus partidarios y a la maquinaria política tradicional, no consigue hacerse con la alcaldía, es el candidato de izquierda que obtiene la mayor cantidad de votos en la ciudad, los cuales triplica.


En los últimos días de campaña, conoce al acordeonista Libaniel Marulanda Velázquez y este, a raíz de un episodio fortuito, descubre la capacidad de Carlos para interpretar tangos, contratándolo de inmediato para actuar el 24 de noviembre en el espectáculo tanguero "Calarcá en el Corazón" y lo invita a formar parte de su conjunto estable: "Los Muchachos de Antes", donde intercala el escenario con figuras de la escena local e internacional como Álvaro León, Ana Patricia Collazos, el bajista Jairez y el cantante argentino Roberto Lamas. Si bien nunca se termina por desvincular de Calarcá una vez concluida la campaña, tampoco lo hace con el tango, que también representa para él una salida laboral. Afianzado en Colombia, realiza entre otros cursos hasta el presente: 1- Seminario Internacional de RENOVACION URBANA, desarrollado en el Hotel “Meliá”, Pereira, departamento de Risaralda), con el auspicio del MINISTERIO DE AMBIENTE, VIVIENDA Y DESARROLLO TERRITORIAL, del DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACION (DNP), AGENCIA DE COOPERACION INTERNACIONAL DEL JAPON (JICA) y la ALCALDIA DE PEREIRA (2007). 2- Seminario Nacional - Sindical "LA CRISIS ECONOMICA - POLITICA ESTATAL Y LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES", (en el Hotel “Americana”, departamento de Valle del Cauca), convocado y organizado por la Asociación de Abogaos Laboralistas al Servicio de los Trabajadores (2.009) 3- Seminario de “MARKETING POLITICO”, DOSQUEBRADAS (2.011) -Seminario dictado por la Escuela Superior de Administración Pública (Realizado en la Sede Regional Quindío Risaralda de Dosquebradas, departamento de Risaralda –República de Colombia). 4- SEMINARIO DE “FORMULACION, GESTION Y EVALUACION DE PROYECOS DESDE EL ENFOQUE PRODUCTIVO”, DOSQUEBRADAS (2.011) -Seminario dictado por la Escuela Superior de Administración Pública (Realizado en la Sede Regional Quindío Risaralda de Dosquebradas, departamento de Risaralda –República de Colombia). 5- DIPLOMADO EN "MARKETING POLÍTICO" (2.011) -Dictado por la Escuela Superior de Administración Pública (Realizado en la Sede Regional Quindío Risaralda de Dosquebradas, departamento de Risaralda – República de Colombia). La actividad política, lo lleva a conocer, tomar contacto o dialogar con personajes públicos de distintos partidos, además de los del PDA, como el senador Juan Carlos Valencia Montoya, los concejal Amancio Córdoba, Juan Carlos Reinales y Alfonso Molina Corrales, los diputados Ernesto Zuloaga y Atilano Córdoba (Partido Liberal de Colombia); los senadores Elsa Gladys Cifuentes Aránzazu y Enrique Soto, Ana Vallejo de la Pava (Partido de la "U") y Nora Oyola Cutiva (Partido Conservador de Colombia).


Con una situación económica más holgada y resuelta, por intermedio de un tal "Chepe", propietario del local "El Firulete" de la ciudad de Pereira, conoce al maestro Jaime Duque López, acompañante de Pepe Aguirre, Armando Moreno, El Caballero Gaucho y Raphael, por citar algunas figuras de renombre, formando el grupo "La Gran Orquesta Típica de Sebastián y Los Muchachos del Cantón", al que luego se agrega ocasionalmente Carlos Alberto "Tito" Moreno en el bajo y hacia mediados de 2.010, el pianista Serafín Nieto León. Con el tiempo, traba contacto con los artistas locales "Don Tango", "Candelo", Alberto Giraldo, el prestigioso acordeonista Alberto Laverde y a su hijo Juan Diego, tenor, conocido como "La Voz Mayor de Colombia", de quien en forma paulatina tambien se hace amigo. Desde luego, no deja su activa militancia política y social. También de la mano de Carlos Duque, se vincula al PDA de Risaralda y por intermedio de éste, traba relación con el dirigente Marino Alzate Salazar, de quien hasta hoy es amigo y colaborador. En vistas al posterior decaimiento, la incertidumbre y la crisis al interior del movimiento político por el cual tanto laboró, en lugar de apelar a la política como móvil de cambio efectivo, decide recurrir a sus iniciativas personales para favorecer a quienes lo necesitan. Por azar, en una de sus actuaciones musicales al interior de una sede política, donde funcionaba un centro de adultos mayores, conoce a la secretaria del mismo, Gloria María Ramírez Restrepo, quien termina por vincularlo de manera definitiva. Tras un corto período, se separan de la dirección principal para constituir el suyo propio. El "Club Nuestros Queridos Abuelitos", nombre con el que sale a la luz la entidad, el 9 de julio de 2.010, se transformará luego en fundación, por sugerencia de Jhon Jairo Salinas, el 22 de noviembre de ese año. A comienzos de 2.011, aduciendo razones personales insalvables, Ramírez, co fundadora de la institución, renuncia por escrito al cargo de suplente del presidente, Carlos Alberto Ricchetti, de directora y miembro de la entidad, la cual reúne, a pesar de su corta vida y hasta el día de la fecha, de cuarenta a sesenta personas, con expectativas de alcanzar sus metas inmediatas para avocar la entidad hacia otros sectores y áreas específicas. Durante todo el año 2.010, enseñó computación en lo referente al manejo de programas como Draw, Power Point, Word, Internet y su especialidad: Audio y Video, en el Centro Tecnológico Arquitectónico, donde por la calidad de su ejercicio docente, el centro de enseñanza decidió renovarle el contrato, destinándole una nueva cátedra, en provecho de sus altos conocimientos en materia de ciencias sociales: Historia de la Comunicación. Sus recientes conocimientos adquiridos en materia de marketing político, asociados a su formación, lo llevan a asesorar a varios aspirantes a distintos cargos y aunque , todavía brinda colaboración al interior del PDA, donde posee excelentes amistades y afectos, contribuye al desarrollo del incipiente Movimiento Progresista, orientado por Gustavo Petro, logrando por su intermedio, de alguna forma, unificar aquello que políticamente, por criterios opuestos y enfrentados, da la impresión de ser irreconciliable.


En la actualidad, complementa sus múltiples ocupaciones actuando frente a numerosos públicos que siguen la "música de Buenos Aires". A la vez, permanece entregado a sus escritos y demás actividades, siendo el director general de la revista virtual "Reflejos de Colombia y Latinoamérica". Por medio de esta nueva iniciativa, buscó congregar a todos sus contactos colombianos y del exterior, para consolidar un medio de comunicación alternativo, independiente, al alcance material e intelectual de quienes tengan inquietudes en la transformación constructiva de la realidad, luchando con el corazón por la soberanía política, la independencia económica y la justicia social, así como por el surgimiento de una conciencia nacional de los pueblos de América y del mundo entero. La mayor parte de su obra, constituida por cuentos, novelas, redacciones, artículos periodísticos y crónicas, por distintas causas y motivos, permanecen todavía inéditas.


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