Ser molino - Entrevista a Mamerto Menapace

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Dama Julianes

Entrevista Los Toldos, 24 de diciembre de 2013

Ser molino

Entrevista a Mamerto Menapace, abad benedictino *Mamerto Menapace es un abad benedictino autor de gran cantidad de libros. Algunos de sus cuentos ya clásicos para varias generaciones. Su labor sacerdotal y su actividad literaria han ido de la mano.

¿Cuáles son las formas de oración? En primer lugar, hay que tener un corazón sensible frente a la realidad; o sea, si la oración es el encuentro con Dios, ¿qué es lo que nos hace encontrar con Dios? En principio, son dos realidades: las maravillas de Dios y las miserias del hombre. San Agustín comparaba la oración con una mariposa. La mariposa tiene dos alas a la derecha y dos alas a la izquierda. Las alas de la derecha son las maravillas de Dios y las de la izquierda, las miserias del hombre. Frente a las maravillas de Dios, la primera actitud de oración es la alabanza. Cuando eso lindo es para mí, entonces yo agradezco. La segunda actitud es agradecer. Eso se puede hacer de rodillas, parado, caminando en el colectivo, o donde sea. Pero, si miramos alrededor, también vemos miserias. Entonces hay otras dos actitudes: la súplica y el perdón. Esas son las cuatro grandes motivaciones para rezar. La mariposa, con esas cuatro alas vuela; si le falla una de las 4 alas, se cae. Después, las formas dependen de cada uno. El papa Francisco, cuando le preguntaron cómo rezaba él, dijo que le gusta hacer oración memoriosa, dejar que vayan pasando los recuerdos, las personas que quiere. A mí, por ejemplo, me resulta muy difícil estar arrodillado frente al Santísimo durante más de 5 minutos; en cambio, puedo estar sentado frente a la Virgen media hora sin problemas. Y, sobre todo, lo que más me gusta es cuando camino por el campo una hora todos los días y rezo cuatro rosarios… caminando, con la naturaleza, camino nomás.

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Bergoglio es un hombre de mucha acción. ¿Qué componente juega la oración en la acción? Miremos un molino de viento. Es una rueda que da vueltas con el viento y después tiene como una especie de pistón que agarra abajo un émbolo, hace vacío y saca agua. A veces te das cuenta de que el molino está andando muy rápido y decís “mmm... este está desconectado del pistón, este no saca agua”. Cuando saca agua, el molino pesa. De alguna manera, pasa lo mismo con la acción. Uno puede tener mucha acción; pero, si no tiene un contacto con Dios, con el espíritu, esa acción queda. El molino gira, pero no saca agua. Creo que una persona que quiere hacer fecunda su acción tiene que tener también momentos muy profundos. Bergoglio, para tener suficiente serenidad para enfrentar los problemas internos de la curia, soplar a algún cardenal que anda molestando o hacerle frente a algo como escribirle una carta a Putin para que pare una posible guerra, tiene que tener momentos muy intensos de estar delante de un ícono y dejarse mirar por Dios.

«Creo que una persona que quiere hacer fecunda su acción tiene que tener también momentos muy profundos »

«(...) podrán cambiarse muchísimo las estructuras pero, si no cambia el interior, la motivación por la cual lo hacemos, lo mismo se va a convertir después en un lastre » «(...) un hombre que irradia alegría, a pesar de que está en el centro de los problemas »

Con respecto a los más humildes, quienes han sido relegados en este sistema de Iglesia y comunidad actual, ¿creés que Francisco puede reivindicar esta situación? Lo está haciendo y de una manera muy muy fuerte. Si uno lee la Exhortación Apostólica La Alegría del Evangelio, gran parte de ésta pone una clara atención a lo que son, ya no los oprimidos, sino los excluidos de la Iglesia. Es muy fuerte esa idea que Bienaventurados Especial Francisco 2014 | 25


Entrevista No hagamos grandes cosas en Nordelta para ayudar al bajo Boulogne, sino más bien vayan al bajo Boulogne y compartan”. Juampi Jasminoy, por ejemplo, creo que es una gran síntesis. Un hombre que viene de un tipo de ambiente, pero se fue a Virreyes, y en Virreyes trabajó un montón. Hicieron un club, un equipo de rugby con aspiración de llegar a primera. Es interesante, porque hay una identidad: ellos se sienten de Virreyes. El éxito les da identidad: “soy de Virreyes y puedo jugar al rugby en primera”. Y después, la integración.

« (...) los valores no hay que defenderlos, hay que difundirlos »

Vemos en Francisco muchos cambios en las formas, ¿qué cambios profundos creés que puede llegar a lograr? En primer lugar, yo creo que ha habido un cambio en él. Bergoglio no era un hombre de sonrisa en Buenos Aires. Va allá y, después de esta conversión de la dureza del espíritu, es un hombre que irradia alegría, a pesar de que está en el centro de los problemas. Es una persona que en este momento busca ser más amado que temido. Un gran cambio. La autoridad en general prefiere ser temida, se siente más cómoda frente a personas que la respetan. El que ama, invade; uno está muy expuesto cuando es amado. Fui a verlo y no pedí una audiencia, “Yo voy a ir con toda la gente del pueblo un domingo”; y empezó a llover. Me impresionó porque, sin dejar de ser una autoridad, es impresionante la actitud que tiene la gente cuando aparece. Pidió un ratito de silencio: 40.000 personas bajo la lluvia en silencio. Con respecto a los cambios, en primer lugar, yo creo que muy difícilmente se va a poder retornar a algunas cosas anteriores. Como dice el Papa: podrán cambiarse muchísimo las estructuras pero, si no cambia el interior, la motivación por la cual lo hacemos, lo mismo se va a convertir después en un lastre.

«(...) la cultura del encuentro, la cultura del compartir, la cultura de la defensa mutua »

dijo delante de los periodistas y que sonó como una bomba: "Quiero una Iglesia pobre para los pobres". Y para Navidad dio directamente un mensaje a los cartoneros. Creo que es la primera vez que los cartoneros sienten que un cura les habla… y que sea el Papa… ¡un Papa que les habla en lenguaje porteño! Es evidente que este Papa va a ser recordado como un hombre que quiso limpiar la Iglesia de estructuras perimidas, no sólo de palabra sino con los hechos. Me parece que realiza signos que está como queriendo decir: “Basta de zapatillas rojas y de anillos de oro”. Cuando le pregunté al abad primado, alemán, “E cosa ti sembra. ¿Qué le parece este Papa argentino?”, me respondió en italiano: “Al fin un uomo normale. Me parece lindísimo. Es un hombre normal”. Bergoglio dijo que anhelaba "Una Iglesia pobre y para los pobres". Esto también quería Carlitos Mugica, gran amigo tuyo. Carlitos venía de una sociedad, de un estilo de familia de alta sociedad, con mucha diferencia, y él lo notaba. Lo dice y lo pide en su oración. Este dicho del Papa, "Una Iglesia pobre para los pobres", supera un poco ese momento que le tocó vivir a Mugica, que era 26 | Bienaventurados Especial Francisco 2014

desde una Iglesia rica ayudar a los pobres. Yo creo que los curas villeros hoy están tomando una actitud un poco diferente, están viviendo en las villas y aprendiendo, de los villeros, una cultura villera, que es la cultura del encuentro, la cultura del compartir, la cultura de la defensa mutua. La cultura es una manera de relacionarte con Dios, con los demás y con la tierra. Es una cosa que se transmite de generación en generación y va cambiando permanentemente. Entonces, para mí, hay dos palabritas claves: Identidad e Integración. Es importantísima la identidad, que la mujer sea mujer, que no quiera imitar al varón. Y después, Integración: no hacer una cultura de la confrontación. Entonces me parece que el trabajo de los grupos que se llama pastoral para las villas está teniendo justamente esto que nace un poco de Bergoglio: una Iglesia pobre para los pobres. Yo todavía pertenezco a una generación en la que se creía que la Iglesia tenía que tener el máximo poder para poder ayudar a los pobres. Entonces se hacían grandes colectas y todo para que la Iglesia tuviera poder. Se hacían grandes colegios, y con esos grandes colegios se financiaban pequeños colegios en los barrios. El otro día fui a Nordelta y el Padre Aníbal Filipini dijo: “Me interesa más el encuentro.

Claramente, tiene una popularidad enorme en muchos países, pero no ha tenido el apoyo de los sectores más conservadores de varios países. Ah, pero eso es una suerte. Mirá, Don Quijote decía: “Ladran Sancho, señal que cabalgamos”. Los bichos que carecen de esqueleto, necesitan caparazón; es un viejo

axioma de biología. Entonces algunos preferirían el caparazón, defender la Iglesia, atrincherarse en los valores. Sin embargo, los valores no hay que defenderlos, hay que difundirlos. Yo no lucharía demasiado contra el matrimonio igualitario, yo defendería el matrimonio. Qué lindo que es el matrimonio entre el hombre y la mujer jóvenes que se quieren, que quieren tener hijos. Proclamar ante el mundo una cosa linda. El Papa dijo que ya basta de hablar tanto en contra del aborto. La doctrina está muy clara; no por insistir se va a lograr más. La doctrina no va a cambiar. Ahora tenemos que proclamar al mundo lo lindo que tenemos. Proclamar el Evangelio más como un don que como una exigencia. La mejor manera de defender el matrimonio es proclamar un lindo matrimonio, porque con el tiempo va a ser una cosa rara. Los sectores conservadores que están en contra, ¿ponen en duda ahora la infalibilidad papal? Ese es el problema: mientras el Papa diga lo que yo quiero, el Papa manda. Sin embargo, ya ha pasado que el Papa ha dado determinada Exhortación y el cardenal "x" (que es un cardenal jefe de la signatura apostólica) ha dicho que ese documento del Papa, la Exhortación, “no va a quedar como de la Iglesia”. O sea, mientras el Papa dijo cosas afines a él, era "infalible"; ahora cuando opina distinto que él... Yo creo que sería tristísimo que el Papa no fuera contradicho, que el Papa no fuera criticado. Porque, si no suscito la bronca de los que piensan diferente, algo me está pasando.

« sin dejar de ser una autoridad, es impresionante la actitud que tiene la gente cuando aparece »

¿Creés que el Papa corre peligro de muerte? Jesús era muy consciente de que marchaba hacia ahí. Creo que Francisco lo dijo una vez en el avión: “Yo no tengo ningunas ganas de tener enemigos, pero sé que haciendo esto voy a tener gente que esté en contra”. Rezo mucho para que no le suceda; pero, si en el misterio de Dios, él tuviera que dar la vida, ya la dio. Y lo cierto es que no anda buscando seguridades. En Brasil quiso un auto sin vidrios blindados. Dijo: “Yo no puedo presentarme frente a mi pueblo en una jaula, yo quiero estar cerca”. Bienaventurados Especial Francisco 2014 | 27


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