Encuentro 03 - 50 años by Golondrina, comunicación con misión social

03. AÑO1 SEPT. 2013

Revista de distribución gratuita Facebook: /PurisimaConcepcion.Pacheco

Jóvenes ayer y hoy

Los jóvenes de ayer y hoy en Purisima, el compromiso de 50 años de misión

Staff Revista DIRECTORES P. Ignacio Palau Leticia Jazhal EDITOR Fabián Albinati

Nuestro querida . directorapor ¡Graciabsajo tu tra Leti!

FOTOGRAFÍA Dolores Justiniano, María Hermida, Maca Sánchez Barros y Griselda Strubbia CORRECCIÓN Lorena Leiva Marta Beatriz Rollhaiser NOTAS Néstor Roldán, María Chanourdie y María Luz Iglesias PUBLICIDAD Y RECAUDACIÓN DE FONDOS Juan Pablo Gavuzzo Tomás Chavarría

EQUIPO DE COMUNICACIÓN • Prensa: María Chanourdie y Néstor Roldán • Facebook: Ma. José Florentino • Coordinadora de Carteleras y Distribución Revista: Stella Mantelli . Representante Capilla Ntra. Sra. de la Salud: Ma. Victoria Bianco . Representante Capilla Nra. Sra. del Encuentro: Victoria Orué . Representante Capilla Santa Teresa: Ma. del Carmen Servant . Representante Centro Comunitario Jesús de la Buena Esperanza: Marta Rollhaiser COORDINACIÓN DE EQUIPO DE COMUNICACIÓN, CONTENIDOS, Y DISEÑO Golondrina, comunicación para la iglesia. Flor y Magui golondrinacomunicacion.com

De principio a fin

3/ NUESTRA PURÍSIMA 4/ DÉCADA DEL 60´ · José Egozcue · Juan Premat · Década en fotos 8/ DÉCADA DEL 70’ · Hermanas de San José · Década en fotos 12/ DÉCADA DEL 80’ · Adrián “El tano” Santarrelli · Década en fotos 14/ DÉCADA DEL 90’ · Parroquia Medalla Milagrosa · Parroquia San Juan Bautista · Pablo Taboada

· Pquia. María de Guadalupe · Década en fotos 20/ DÉCADA DEL 2000 · Martín Fassi · Parroquia San Juan Diego · Parroquia Santa Clara · Parroquia Espíritu Santo · Jorge Eduardo Scheinig · Década del 2000 y 10’ en fotos 28/ JÓVENES AYER Y HOY Los jóvenes de ayer y hoy en Purisima, el compromiso de 50 años de misión 29/ DÉCADA DEL 10’ Ignacio “Goti” Palau

PARROQUIA PURÍSIMA CONCEPCIÓN

CAPILLA NUESTRA SEÑORA DEL ENCUENTRO

Dirección: Hipólito Yrigoyen 250, Gral. Pacheco. Pcia. Bs. As. (C.P. 1617). /PurisimaConcepcion.Pacheco

Dirección: Berutti y Tucumán Horarios de Misas: jueves 18:00 y sábados 19:30

Párroco: Ignacio Palau Diácono: Tomás Chavarría Diáconos Permanentes: Rubén Maiola Alberto Rollhaiser

CAPILLA SANTA TERESA DE JESÚS

Atención Sacerdotal: Miércoles de 10 a 12. Viernes de 16 a 19.

Dirección: Hudson y Mitre Horarios de Misas: miércoles 18:00 y domingos: 10:00

SECRETARÍA PARROQUIAL Horarios: Martes a Sábados de 10 a 12 Lunes a Viernes de 16 a 19 C.e.: purisima.pacheco@gmail.com Tel.: 4740 5030 / 4508 0062

CENTRO COMUNITARIO JESÚS DE LA BUENA ESPERANZA

HORARIOS DE MISAS Martes, Miércoles y Jueves: 9:00 Lunes, Viernes: 19:00 Sábados: 18:30 Domingos: 8:30, 11:30 y 19:30 ENCUENTRO Es la revista bimensual de la parroquia Purísima Concepción de Pacheco y de sus capillas. Es una publicación gratuita y con una tirada de 2 mil ejemplares que se distribuyen en la parroquia, las capillas, el centro comunitario y los siguientes puntos: Hospital Pacheco, Club El Chasqui y otros centros importantes del radio. CORREO DE LECTORES Comentarios, aportes, sugerencias, críticas, información a: revista@parroquiapurisima.org.ar

Dirección: Islas Orcadas y Neuquén Horarios de Misas: martes 18:00 y sábados 17:30

CAPILLA SANTA MARÍA DE LA SALUD

Dirección: Catamarca 357 Tel.: 4508 0061 Horario: 9 a 17 Coordinadora Gaby Poletti: C.e.: polettigabi@hotmail.com

CÁRITAS: Ayuda Inmediata, Farmacia, Bolsa de Trabajo, Feria de Ropa. Consultar en secretaría.

Info. Gral. + Ptos. de Encuentro

EQUIPO DE COMUNICACIÓN Son unas 20 personas que se dividen en áreas y realizan también: el facebook, los carteles, la difusión a los medios zonales, las carteleras, y, próximamente, la página web. ¡Todos están invitados a sumarse! Escribínos: revista@parroquiapurisima.org.ar ANUNCIÁ Para publicar un aviso en la revista escribinos a: jpgavuzzo@grupodellacasa.com.ar

De una familia a un templo y de un templo a una parroquia De una familia a un templo y de un templo a una parroquia El templo de Purísima cuenta sus 120 años, pero la parroquia cumple sus primeros 50 años. Conocé en la revista la historia de Purísima: todos los sacerdotes que pasaron por la comunidad, algunas anécdotas especialmente recordadas, el surgimiento de las parroquias que nacieron de Purísima, y la historia de nuestro país y del mundo que se entrelazan para situarnos en la época. Bienvenidos a un viaje por el tiempo, los invitamos a celebrar estos 50 años de historia. De la historia de una familia surge un templo.

1865 1875

1878 1884

1885/6

1888

1963

La historia del templo comienza en el año 1865, cuando Agustina Anchorena y José Pacheco, (hijo del General Pacheco) se casan. En 1875 luego de muchos años de intentar concebir un hijo, José hace la promesa en nombre de Agustina “que si se les concedía la gracia de un niño, levantaría una capilla para veneración, honor y agradecimiento a la pura y limpia concepción de María”. En noviembre de 1878, nace en Madrid, José Agustín, único hijo de ambos. En el año 1884, José solicita al Arzobispo de Buenos Aires, se le permita construir una capilla y una escuela, para cumplir con la promesa realizada. Ese mismo año son aprobados los planos. A principios de 1885, comienza la construcción. En mayo de 1886 se bendice e inaugura la Capilla. En 1888 muere Agustina y es enterrada en la cripta de la misma. Así mismo, lo fueron luego, José y el hijo de ambos. La Capilla pertenecía primero al arzobispado de Buenos Aires. Pasó luego a pertenecer a la diócesis de San Isidro, cuando esta fue creada. Pero fue recién en septiembre de 1963 cuando la capilla se transforma en la Parroquia Purísima Concepción. 3

José Egozcue Historias que hablan de él

P. JOSÉ HORACIO EGOZCUE nació el 7 de febrero de 1927. Asumió como párroco el día de la creación de la parroquia cuando tenía 35 años, el 7 de septiembre de 1963, y murió el 16 de agosto de 1985 con 58 años. Fue párroco de Purísima del año 1963 a 1970.

“Sobre el Padre Egozcue puedo decir que trabajé con él en los años 1965/66 cuando se abrió el Jardín de Infantes en la Parroquia. La Directora era Susana Causourang y como maestra también estaba Ana María Agosto. En aquella época no había Jardines de Infantes cerca (no sé si existía alguno en Pacheco), así que concurrían muchos chicos del barrio, entre ellos estaban el hijo del vecino de la Parroquia Cichini, Rubén Luaces, el hermano de Silvia, los hijos de Rita Fernández entre otros. De la actividad recuerdo que para el día del árbol plantamos el pino que está en el parque mirando de frente, a la derecha del altar viejo. El Padre José era una persona muy amable, con mucha fuerza y acción comunitaria. Fue uno de los fundadores de los bomberos.

Recuerdo el conflicto que hubo con la gente de Tigre por una autobomba “blanca” donada por Ford que pretendían llevársela y su actuación en defensa de Pacheco. El hermano era cura y trabajaba en Medalla Milagrosa. Nos casó en 1967 y bautizó a nuestros 3 hijos”. Berta Ponce de León (67 años) “Nosotros estábamos en jardín de infantes y ayudábamos en la misa. El padre José tenía una burra que se le escapaba y nosotros teníamos pánico, además él fue uno de los fundadores (Padrino de los Bomberos voluntarios de Pacheco) participó de la toma del cuartel cuando se independizaron de los bomberos de Tigre y salió en la tapa de todos los diarios zonales”. Roberto Fernandez (52 años)

anécdota de su citroen

Juan Premat

El cura de la gente

Todos los párrocos de Purísima, han dejado su huella, su impronta en la comunidad. Para hacer una semblanza de quien fue Juan Premat, el segundo párroco, Martín, Adrián y algunos vecinos, nos prestaron sus recuerdos. Juan era el cura del Pacheco. Era de la gente, para la gente. Estaba siempre. El y las hermanas de San José. Juan abrió muchos centros misionales, que hoy son parroquias. De las diez parroquias que hay en el decanato de Pacheco, seis salieron de Purísima. Juan estuvo 16 años recorriendo toda la zona, desde la Panamericana hasta el acceso Tigre. Zona de quintas y viveros, muchas calles de tierra, caseríos en algunas partes. No existía el puente. Juan atendía a la gente a cualquier hora del día. Se levantaba tempranito, mate, radio y noticias; y después salía de recorrida. Era

el hombre de la visita permanente. A toda hora, se calzaba el poncho salía, entraba y hacía. A los curas jóvenes los sorprendió el respeto, el cariño, la sencillez que había logrado con la gente. Y Cómo hizo la parroquia, siendo que era un hombre ya mayor. Era un hombre muy austero. Le gustaba leer. Todavía hay libros de la biblioteca en la secretaría que lleva su nombre. Su inquietud personal, siempre buscaba y tenía ideas nuevas. Muy querido por los jóvenes, era como el papá o el abuelo. En esa época había como 400 jóvenes en confirmación. Era muy misionero, muy pastor. Casi todas las parroquias de pacheco, fueron en su origen centros misionales creados por Juan. Era muy jocoso en su forma de ser y muy firme a la vez. Cuando fue el centenario del templo, hicieron una escalinata al

ENCUENTRO 01 · Purísima Concepción, Pacheco

frente, por donde antes se salía a la ruta. Juan acostumbrado a salir por ahí, bajó con el Citroen por la escalinata, tran, tran… De Juan y el Citroen se cuenta también, que un día se le quedó en el barro, cuando desoyendo el consejo de Alberto Adamo, que no iban a poder pasar, a lo que él contestaba con su gran fe: “Dios proveerá”. Alberto agrega: “Yo no sé si alguna vez se lo dije, pero lo sentía muy en mis entrañas, y me contestaba a mismo: Sí, Dios provee pero yo empujo en medio del barro...” A los 75 años se puso a disponibilidad y renunció como párroco. El obispo le propuso seguir viviendo en Purísima y fue su felicidad. El poder seguir haciendo todo lo que le gustaba, en su lugar, en su querencia. Y cada 8 de Diciembre, además de las fiestas Patronales, se recuerda el cumpleaños de Juan. por maría chanourdie5

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s a n a m r e H de San José

Llegan a Purísima de la mano del párroco de San Fernando, el sacerdote Eduardo Schang, quien les propone ayudar al Padre Juan Premat con la catequesis. El Padre Juan les confió a las Hermanas la catequesis y ellas se pusieron a trabajar inmediatamente. Las pioneras fueron: Irma Dolzani, Angelita Giulianni y Ana María Steeman. Con la comunidad catequística y junto al padre Juan vieron la importancia de que los padres dieran la catequesis a sus hijos. “Fueron los primeros pasos para la catequesis familiar”. Coordinaron esfuerzos con las catequistas para formar grupos de mamás con una catequista, y otra catequista para los niños. Arduo trabajo. “Hubo que cambiar conceptualmente la forma de dar y recibir catequesis”, nos dice Irma. Nos cuenta también que hubo que poner mucho esfuerzo, porque este cambio significó visitar a cada familia, conocer sus 8

realidades, ganarse la confianza y la amistad de la gente, mayor compromiso familiar. “Los padres y los niños se iban integrando paulatinamente”. “La familia pequeña se abrió a la gran familia parroquial”. Cada mamá, papá, chico, cada catequista, daban y al mismo tiempo recibían la catequesis. “Cuando uno da, también recibe; cuando hace crecer al otro, crece uno mismo”. En este camino las hermanas sintieron el constante apoyo del padre Juan. Los chicos recibían la ficha de trabajo de su catequista, y a la vez, la catequista de padres entregaba la ficha de trabajo. De esta forma, en el hogar se realizaba la catequesis de padres a hijos. En los comienzos fueron tiempos de viajar mucho en colectivo. Un día, un par de vecinos que viajaban en el colectivo con la hermana Irma, le dijeron: “Hermana, usted está en todos los colectivos”. En 1973 el padre Juan y miem-

Compromiso misionero

bros de la comunidad prepararon una casa-habitación, para las hermanas, en terrenos de la Parroquia: una prefabricada que fue acondicionada y equipada por toda la gente de la comunidad que “quedó hermosa y nos sentimos a gusto”. Las Hermanas empiezan a realizar más actividades, como visitar enfermos, para lo cual contaron con la invalorable colaboración de los vecinos, que ponían sus autos al servicio de la comunidad. Lita de Peris, familia Maiola, padre Abel Caride, y tantos otros. Eran épocas de crecimiento de la comunidad, donde se notaba que “era tierra fértil ávida de recibir la Palabra de Dios”. Y entonces comenzó otra búsqueda; terrenos para levantar capillas como lugar de encuentro comunitario, de celebración de la Eucaristía, de fiesta. Vaya como ejemplo el caso de Ricardo Rojas, donde en los primeros tiempos cuentan las Hermanas, las misas se celebraban en casas, bajo

s, Margarita y Caorlo enil, juv up gr 1er l de es en jóv dura cta di la jo ba n ce desapare garita ar “M . 76 militar. Julio 19nocieron en una y Carlos se co os juveniles de la reunión de grup ísima, dulce iglesia. Era buen Betty, .” sta ne ho y a. an rm su he

un árbol y hasta en un bar cerca de la estación López Camelo. Existía un terreno fiscal que fue donado por el municipio a la Parroquia. En una prefabricada comienzan las celebraciones. El Padre José D’Acosta iba los domingos a celebrar misa. “Un día trajo una imagen de San José tan grande que no entrábamos nosotras”, cuentan las Hermanas entre risas. Por otro lado unos vecinos hicieron una campana para la capilla cortando un tubo de oxígeno. Había en la comunidad una necesidad de dar que alegraba el corazón. Con el correr de los años se incorporan las Hermanas Rita Bosch, Isabel Dolzani, Teresita Feresin, Lucía Inés Masin, Mónica Cucchi, Ana María Romero, Cristina Patrone, Albina Giaigischia. Mucha gente se comprometió, para las catequesis de bautismo, comunión, confirmación, matrimonio. “Fue realmente la acción del Espíritu de Dios y de Nuestra Madre, la Virgen María, que nos acompañó siempre”. La obra de las Hermanas ha sido inmensa. El recuerdo de ellas es pura alegría, gratitud hacia Dios y a toda la gente que aún sigue dando su vida. Siempre estuvieron a

gusto y les brillan los ojos cuando recuerdan las cosas que hacía la gente para colaborar y que, según ellas mismas les allanó el camino y les facilitó enormemente su tarea. Para quien tuvo el honor de entrevistarlas y compartir una mañana con ellas, le queda en lo más íntimo del corazón esa paz y alegría que transmiten y que dejan ver que nada ni nadie puede quitarles ese sabor dulce de haber dado su vida al servicio del Evangelio. Y que aún siguen dando.

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por néstor roldán9

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Adrian“El Tano” Santarelli El joven apasionado

Con solo 28 años y el lema “Si vivimos, vivimos para el Señor”, llegó a Purísima sorprendido, por haber sido elegido siendo tan joven. “No sentí tanto el peso de la juventud, porque aún estaba el padre Juan”, que era su apoyo. “La comunidad era muy unida y acogedora, me recibieron con los brazos abiertos”. Como una de tantas misiones aquí, recuerda que fue, una época de continuar la expansión, que había comenzado Juan. La compra de terrenos para nuevos centros, la parcelación de los terrenos en Las Tunas, para que la gente tuviese su título de propiedad. El trabajo en el bajo Pacheco, los comienzos de la guardería de María Reina. La inauguración de la casa Pastoral, como centro de actividades de la zona. “Supongo que la gente me sufrió también, por mi inmadurez”, reflexiona. Pero afirma que fue “la mejor época de mi vida”. “Se vivía una parroquia con núcleos muy fuertes, se trabajó 12

mucho para formar comunidad en comunión”, “Una comunidad que te imponía el diálogo, el consejo de la gente adulta y el hablar con criterio”, recuerda con cariño. “Fue todo un desafío lograr que las comunidades de los barrios se desprendieran de la parroquia, para estar en los centros”. “El trabajo con los jóvenes, era increíble”. Confirmación, la orientación parroquial en los colegios, la moda de las misas de fin de curso de todos los colegios, primarios y secundarios que eran del estado y laicos. Una misión social y evangélica. El recuerdo de las hermanas y la maravillosa obra que realizaban. En su último año en transición para irse a misionar a Cuba, dejó su lugar de párroco a Pablo. En ese tiempo, el obispo le propuso se encargara de la renovación carismática. De ahí surgieron las misas carismáticas de los lunes que se llenaban casi como las de un domingo. “Venía gente de todas

partes”. En 1994 habían puesto la imagen de la Virgen atrás porque estaban pintando y una mañana, en la que el altar brillaba inusualmente, según algunos testimonios, vinieron a avisarle que la imagen de la Purísima lloraba lágrimas de sangre. En efecto así era, y por un tiempo se formaron grupos que le rezaban, sobre todo los chicos de confirmación. “Hubo muchos signos por esos días”. Tiene muchas anécdotas de todos esos años; cuenta que una noche muy tarde, sonaban las campanas y el templo estaba cerrado. Fueron a ver que pasaba y resultó que un hombre que había entrado temprano y muy ebrio, se había quedado dormido en el campanario. Cuando se despertó, al no poder salir, no tuvo mejor idea que tocar para que lo sacaran”. Juventud, amor, pasión y mucha bicicleta, fueron los motores que guiaron a Adrián durante esos años. Dejó la parroquia pensando si hacía lo correcto... por maría chanourdie

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Parroquia Medalla Milagrosa Lugar de fiesta, de encuentro y de perdón “Cuando tenía 12 años nos mudamos de Santa Fe a Pacheco y lo primero que preguntó mi mamá cuando llegamos fue dónde quedaba la iglesia y a qué hora era la misa” recuerda con alegría Rosario Barchetta, hoy laica consagrada y con una larga historia en estos pagos. Purísima fue la primera parroquia de Rosario aunque desde siempre ella asistía a la capilla Santa María del Talar, hoy parroquia Medalla Milagrosa. Llena de orgullo no duda en afirmar que “su segunda casa es Medalla Milagrosa”. ¿Cómo es la Parroquia Medalla Milagrosa? Es una comunidad que con sus pobrezas y miserias intenta ser desde el Evangelio, un lugar de fiesta, de encuentro y de perdón; reconociendo en Jesús el motivo por el cuál nos movemos, vivimos y existimos. Fue nombrada parroquia el 3 de marzo de 1985 y el P. Luis Tridenti fue su primer párroco.

¿Cómo surge esta comunidad? El primero en encarar la construcción en la calle Pasteur, en lo que hoy es el salón parroquial, fue el P. Luis Golchesky y se llamaba Santa María del Talar. Con el padre Adolfo Egozcue el 25 de Abril de 1963 comienza la construcción del templo, y con el consentimiento de la comunidad se le cambia el nombre al de Medalla Milagrosa, de quien el sacerdote era muy devoto. Actualmente el párroco es Hugo Pietrobon y el templo se encuentra en la calle Las Heras 1893. Tiene un Centro Misional: Santísima Trinidad y una Capilla: Santa Mónica. ¿Cómo fue creciendo la parroquia? omo todas las comunidades ha tenido sus vaivenes, pero hay que destacar que si bien es cierto que fue importante la presencia primera del P. Luis Golchesky y luego del P. Adolfo Egozcue; la

realidad es que la comunidad y la capilla son fundamentalmente el fruto del trabajo y compromiso de un grupo importante de laicos, de vecinos, que quisieron e hicieron realidad la existencia de La Medalla Milagrosa. ¿Qué esperan ustedes como comunidad del decanato de Pacheco? Vivir entre todas las comunidades una verdadera fraternidad evangélica. Por último quería preguntarte, ¿qué es para vos Medalla Milagrosa? La parroquia es mi segunda casa, pertenezco a ella desde 1966, año en que vine a vivir a El Talar. Es mi lugar de encuentro con Jesús y mis hermanos, donde voy creciendo espiritualmente y como persona. Soy ministro de la Eucaristía y catequista, en esta comunidad a la que amo muchísimo y en la que soy inmensamente feliz.

Parroquia San Juan Bautista “Hay fiesta y en la fiesta, vida” Desde hace 30 años la Parroquia San Juan Bautista con sus capillas San Agustín, Santa Marta, el jardín Maternal Casa del niño amanecer, sus dos apoyos escolares y el colegio secundario San Pedro Claver, late en la vida de las personas de Ricardo Rojas. Ubicada en una de las zonas más humildes del Partido de Tigre, esta parroquia tiene como misión magnánima sostener y animar al colegio San Pedro Claver. El mismo atiende a 1200 alumnos en dos turnos. En una carta de presentación el Padre Jaime Morea, párroco del lugar, explica: “Muchos vienen de realidades familiares y económicas complicadas, sería imposible expresar en pocas líneas cuántas luchas diarias padecen para alcanzar las cosas básicas para vivir. Pero tanto los jóvenes como sus padres creen en la importancia de la educación. Y nosotros sentimos una vocación profunda de poner nuestro grano de arena.” “La comunidad es terriblemente especial” asegura Cecilia Black de Mackintosh, desde hace tres años responsable de Cáritas Parroquial, sin disimular su amor por la gente de esta parroquia que le enseño el rostro más humano y fraternal de Dios. “Es una comunidad muy cálida y acogedora. Cada capilla tiene su identidad propia y bien particular, pero interaccionan

Capilla an S Agustín

Capilla Santa Marta

V. del Rosario de San Nicolás entre sí, especialmente en algunas celebraciones y entre todas forman la identidad parroquial. Esta es muy rica y está marcada por lo celebrativo. Permanentemente hay fiesta y en la fiesta, vida”. Cecilia asegura que en esta tarea no está sola “lo mío es un pequeño aporte al lado de todo lo que da y se compromete la gente del barrio”. Ella no duda en afirmar que conocer esta comunidad, además de darle amigas nuevas y verdaderas con quienes comparte desde la fe; le transformó la vida. “Cuando las amistades son en Dios superan todas las diferencias y uno comparte desde otro lugar”

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Hace un tiempo Cecilia se unió al grupo de misión barrial. Para las primeras visitas a las casas, preparaba cuentos y oraciones “pero cuando llegaba a las casas la realidad se imponía y aprendí a dejarme llevar por lo que tiene el otro para compartir. Empecé a abrirme y dejarme asombrar por lo que traía el presente. Ahora salgo a visitar a las familias pensando qué se me va a regalar hoy” Cecilia concluye que el compartir la vida de la gente le dio una nueva dimensión al vínculo: “Te empezás a sembrar en la tierra de ellos, a compartir su historia, y a ser tierra donde ellos siembran”. 15 por malu iglesias

a d a o b a T o l b a P

El cura afectivo y sensible

Llega en 1990 para colaborar con el párroco, en ese entonces Adrián Santarelli. Conocía en parte la comunidad por su hermano Rolfi, a quien venía cada tanto a visitar, así que “cuando me destinaron me sentí desde el comienzo como en casa, sentí que ya era querido por carácter transitivo”. Su lema de ordenación fue “Que con sólo vivir predique el Evangelio”. Su misión fue vivir el Evangelio en lo cotidiano, caminar con la comunidad las alegrías, las pérdidas, las crisis, los logros, tratando de ser factor de unidad en tanta diversidad, en especial cuando se empezó a integrar a la comunidad parroquial la gente de los barrios nuevos. “Esto fue un gran desafío: cómo recibir sin perder la identidad, enriqueciéndonos con lo nuevo y transmitiendo

la riqueza propia tan cultivada en Pacheco: vivir y disfrutar la afectividad. Siempre decíamos que si en el saludo de paz en la misa, te abrazabas con menos de 20 personas tenías problemas afectivos. ” La fuerza de Purísima siempre estuvo en muchos laicos comprometidos de los que aprendió tanto. “Ellos fueron y son la riqueza y los transmisores de vida”. Cuando Adrián decide irse a Cuba, se hace una Asamblea Parroquial y ese mismo domingo a la mañana el Obispo le pide a Pablo que sea párroco. Pablo le dice que lo tiene que pensar y esa tarde en la misa de cierre el Obispo anuncia al Padre Pablo como nuevo párroco. Para él fue un honor acompañar al Padre Juan en sus últimos tiempos

en la parroquia y que tanta gente lo haya dejado entrar en sus vidas, y compartirlas. “Purísima te transforma, te invita a ser vos mismo, te obliga a convertirte cada día, a ser natural, a comprometerte con el corazón; te invita a la pobreza, al desprendimiento, a descubrir a Jesús en lo cotidiano, en cada rincón. Esa fue para mí la fortuna más grande de la comunidad”. Se sintió más sacerdote por haber pasado por esta comunidad, por el amor tan sincero y grandioso que recibió. Recuerda que conoció a Octavio, un nene de 11 años que le enseñó cómo se vive hasta el final con un cáncer. Después de tantos años sigue sintiendo a Purísima como una parte esencial de su vida.”En todos ustedes, querida gran comunidad, lo vi caminar a Jesús por tantos lugares y con tantas caras. Gracias por permitirme vivir tanta riqueza”.

por néstor roldán

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Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe

“Vengo a escuchar el dolor de los más pobres” Desde hace un año Néstor David Cruz García, más conocido como Padre Nepi fue nombrado Párroco de Nuestra Señora de Guadalupe, una parroquia enclavada en el centro de los Troncos del Talar. Actualmente anima a la comunidad junto a los dos diáconos permanentes Toti (Emiliano Héctor Icardo) y Manuel Escobar y cuatro religiosas de la congregación de las Josefinas de Pacheco: las hermanas Rita, Meli, Elsa e Imelda. “Guadalupe es una parroquia con diez comunidades, inserta en la realidad del barrio, el sacerdote vive en una casa en el barrio. Acá hay mucho protagonismo de los laicos. Además tiene doce emprendimientos sociales que intentan responder a las realidades de los más vulnerables, especialmente, niños y ancianos”, cuenta con una alegre serenidad el Padre. El 9 de diciembre de 1995 Guadalupe fue erigida parroquia y por sus brazos pasaron los párrocos Rolfi Taboada, Alejandro Marina y actualmente Nepi. La Parroquia en cuyo nombre atesora el carisma y abraza a la realidad “Vengo a escuchar el dolor de los más pobres” (extracto del relato de la aparición de la Virgen de Guadalupe) es un mensaje de esperanza 18

para esta comunidad. “La Parroquia es signo de mucha organización popular -explica Nepi-. Cuenta con una organización muy compleja donde se integran realidades muy distintas: la de las comunidades de Troncos, el barrio cerrado Laguna del Sol y el Colegio Pilgrims, que colabora de manera muy solidaria en lo material y con la presencia. Además Santa Bárbara que desde acción social se ocupa del sostenimiento del Jardín Maternal Rincón de los Niños”. Las comunidades de la parroquia son: San Cayetano, Fátima, Sagrado Corazón, Nuestra Señora de Luján, Medalla Milagrosa, Virgen de Caacupé, San José, Sagrada Familia, San Juan Bautista e Itatí. Los emprendimientos sociales son: Taller Escuela Fátima, Jardín Maternal Rincón de Niños, Come-

dor Rincón de los abuelos, Comedor los Bajitos, Taller especial Juan Diego, Copa de Leche, Comisión de Tierras, Equipo de adicciones, Amigos de Jesús (chicos del barrio y de la calle) y Cáritas. “¿Qué necesitamos del decanato? Trabajar comunitariamente. Entre los sacerdotes nos apoyamos mucho y en algunas cosas estamos empezando con proyectos en conjunto, por ejemplo, junto a los jóvenes de las Tunas. En nuestra parroquia siempre necesitamos donantes que nos ayuden a sostener los proyectos de acción social. Es una parroquia pobre como parroquia, pero con mucho movimiento económico en lo social. Necesitamos gente solidaria que nos ayude a contactarnos con empresas que quieran acompañar esta realidad” concluye el Párroco.

por malu iglesias

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Martín

El sueño de la integración

Fassi

Con 24 años y el lema “Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo que vive en mi”, que mostraba “el ideal de un cura joven que se quiere identificar con Jesús”, llegó a Purísima por primera vez a acompañar al padre Juan. “Una Purísima con su historia y su orgullo, que te recibía como pastor, pero al mismo tiempo te obligaba a integrarte”. Eran tiempos de expansión, de misionar, casa por casa, sobre todo con los jóvenes. “Un laicado comprometido y contenedor a la vez. Donde aprendí a trabajar en equipo, a sentirme parte e ir caminando juntos”. “El primer destino pastoral te marca para toda la vida, te da la impronta, un norte”. “En esa época, Purísima era la iglesia de Pacheco, toda la vida religiosa pasa-

ba por ahí, éramos como una gran familia”. Todo era en grandes números. Comuniones de 500 chicos, 400 de confirmación. Purísima era el lugar de la integración social y las actividades de la zona confluían allí. Cuando llegó el momento de irse y seguir camino a misionar a Chaco y más tarde a Cuba, se dio cuenta de todo lo vivido y expresó: “cuanto tenía metida la parroquia en mi interior”. “La despedida fue un momento emotivo de síntesis y concentración, de una larga historia de afectos y de vínculos”. Volvió a Argentina en el 2000 y sin un lugar fijo. Y el destino quiso que volviese a Pacheco. En 2001 llegó a una parroquia y una realidad completamente distinta. Una parroquia más pequeña, en una población nueva y de grandes contrastes. Su desafío y su sueño entonces, fue lograr la integración como “una gran mesa donde todos puedan tener un lugar y además hagamos lugar a otros. Una mesa donde todos podamos compartir”. Y este sueño en cierta forma

se volvía realidad cada mañana de Nochebuena, cuando las familias compartían e intercambiaban la caja de la cena navideña. Espiritualidad y compromiso social. Bajo estas premisas comenzaron los retiros parroquiales, apoyando tanto a la liturgia como al espacio celebratorio. Un templo pequeño, de distancias cortas, de misas familiares, de mucha charla en el atrio. “Acompañando al momento que se estaba viviendo, la creación de Talita kum en Jesús de la Buena Esperanza y la Pastoral Social, espacios de mucha humanización”. Un tiempo de mucho trabajo en equipo entre los vecinos históricos y nuevos. Un tiempo en el que la inclusión social, la integración y la dignidad de todos los vecinos era prioridad en la agenda de Martín. Cuando cumplió 25 años como sacerdote, vino a celebrarlo a Pacheco. El parque estaba lleno, a pesar de ser lunes. Y un nuevo lema: “Llevamos este tesoro en vasijas de barro”. Es más realista reflexiona, “lo elegí con mucha más conciencia de lo que es el desarrollo de mi humanidad”. por maría chanourdie

Parroquia San Juan Diego Saliendo a las calles

Desde hace ocho años San Juan Diego surgió como cuasi parroquia en la zona del barrio Las Tunas. En ese entonces el Padre Rolfi Taboada fue nombrado encargado parroquial y el Padre Mario Lago, administrador parroquial. La cuasi parroquia atiende en la actualidad a cinco comunidades: Jesús de Nazareth, María Reina, Santa Clotilde, Santa Rafaela María y Nuestra Señora de la Unidad. Jesús de Nazareth y María Reina pertenecían a Purísima, mientras que Santa Clotilde, Santa Rafaela María y Nuestra Señora de la Unidad, a la parroquia San Juan Bautista. “El nombre de esta parroquia lo eligió Rolfi que venía de ser párroco en Nuestra Señora de Guadalupe en Troncos del Talar. Juan Diego cayó del cielo y creo que aún nos falta hacer una catequesis profunda sobre este santo. Pero espero que en algún momento sus dones y gracias se desparramen sobre esta comunidad” sostiene con esperanza Wilma Presentado, quien forma parte de la comunidad desde sus inicios y actualmente trabaja en catequesis prebautismal junto a su marido, Juan Manuel, referente de la comunidad de María Reina. En el año 2012 el Padre Vicente Llambías regresó de una misión en Cuba y llegó a estas tierras

para acompañar a la comunidad. Con él empezó una nueva etapa. Uno de los ejes de este tiempo fue empezar a trabajar en la integración de las capillas y en buscar la identidad como Parroquia. Para ello, en junio de este año, tuvieron el primer encuentro de las cinco comunidades con miras a una asamblea parroquial. “Este fue el primer paso para conocernos y poner en común las realidades de cada uno. Es una parroquia que se está poniendo de pie y tiene muchas cosas para resolver” explica con franqueza Wilma. Alineados con la invitación del Papa Francisco a la Iglesia argentina en la Jornada Mundial de la Juventud: “Espero lío, que haya lío, que la Iglesia salga a las calles” la comunidad de San Juan Diego se está enfocado en las misiones barriales y en trabajar junto y con los jóvenes. “Por otro lado, dentro de poco, en las fiestas patronales vamos a hacer campañas de bautismo, invitando a bautizarse a todos los que no lo hicieron y deseen recibir este sacramento -cuenta entusiasmada. Tenemos muchas esperanzas de poder encaminarnos y marcar el rumbo hacia donde queremos ir”. Wilma, quien tiene mucho ca-

ENCUENTRO 01 · Purísima Concepción, Pacheco

mino recorrido en las catequesis de Pacheco, pide al decanato, para su parroquia, un acompañamiento en la catequesis, la liturgia y prebautismales. “Nosotros hacemos lo que podemos, pero necesitamos más docencia. Que otras comunidades nos ayuden a crecer y nos compartan su sabiduría y camino. Los sacerdotes no pueden estar en todo. Hoy están más solos; antes contábamos con la presencia de seminaristas y religiosas, pero esta es una realidad de la diócesis.” 21 por malu iglesias

Parroquia Santa Clara “La parrroquia es el barrio” del barrio diariamente a almorzar y dos apoyos escolares. Se suman a ellos, los espacios de ayuda profesional para los problemas de violencia, adicción y vivienda, que son las realidades más dolorosas y cotidianas. Con una gran presencia, la parroquia intenta hacer cada día más digna la vida de las personas, según el proyecto de Jesús.

Juan Manuel Bianchi Jazhal creció en los jardines de Purísima. “Allí recibí la fe, los amigos y la vocación sacerdotal” comparte. En el 2008 entró al el seminario y actualmente está colaborando con la iglesia Santa Clara, una de las cinco parroquias que surgieron de Purísima. El párroco es Jorge García Cuerva y su vicario Alejandro “Cucu” Agustoni. En esta charla con los ojos y el corazón de Juan Manuel recorremos la comunidad de Santa Clara, fruto y hermana nuestra. ¿Cómo es Santa Clara? Nuestra parroquia es una comunidad que celebra, acoge y vive la fe desde la realidad del barrio. Además de la evangelización, es muy fuerte el trabajo en lo social. En la parroquia hay un jardín de infantes, un jardín maternal, un comedor al que van 400 personas 22

¿Qué esperan del decanato? El decanato Pacheco tiene una diversidad social muy grande. Necesitamos que sea un decanato de hermanos que se ayuden y se acompañen, tanto en lo humano como en lo material. Un ejemplo concreto de hermandad es la Colecta Anual de Caritas, donde el 33% de lo destinado a Caritas parroquial, acá se pone en común. Estos nos ayuda a estar agradecidos con las otras parroquias y a la vez, puertas adentro de nuestra comunidad, a ser más comprometidos con la colecta, y salir con las alcancías a la calle con mucha fuerza.

que no nos podemos desentender porque el Jesús que celebramos en la Eucaristía es el que se nos presenta en el hermano necesitado. ¿Cuál es la voz que ustedes levantan? - Que donde muchos ya no ven oportunidades, Jesús sí y eso es lo que nos alienta. - Que no podemos separar la parroquia del barrio, la parroquia es el barrio. - Que en el barrio todos se sientan invitados a la comunidad en torno a Jesús y nadie se sienta excluido por ningún motivo. - Que en medio de tantas injusticias sociales, el Reino de Dios se hace presente y genera nueva vida.

¿Qué rostro de Cristo y de los hombres nos invita a mirar Santa Clara? Nos invita a ver el rostro de los más pobres, que se nos hace presente en cada hermano que viene a pedir ayuda. En esas situaciones donde sentimos como comunidad

por malu iglesias

隆Gracias! A las familias que apoyan a la revista Encuentro.

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Parroquia Espíritu Santo Con la fuerza del Espíritu Santo Cuando el español Don Julio Arsemio Martínez tenía 65 años (hoy tiene 88) fue ordenado diácono. En aquel momento empezó a trabajar junto al Padre Juan en Purísima, más específicamente en los centros El Encuentro y la Salud. Unos años después se enfermó y como necesitaba descansar, pero quería seguir cultivando su vocación, el obispo de entonces, Monseñor Jorge Casaretto, le ofreció ocuparse de la cuasi parroquia el Espíritu Santo, que se encuentra en el barrio La Paloma, en la localidad de El Talar. Allí llegó hace 9 años y Don Julio fue testigo

privilegiado el 13 de diciembre del 2009, día en que la consagraron parroquia. “Cuando llegamos había muchas cosas para hacer. Lo primero, organizar la catequesis. El Espíritu Santo es una comunidad muy nueva, el que tiene más años soy yo”, cuenta Don Julio. Junto al párroco, Fernando Astarloa y al vicario, Daniel Duto, comenzaron a organizar esta comunidad que hoy tiene seis centros subsidiarios. “Esta iglesia atesora su carisma en su nombre -como dijo Monseñor Casaretto, en la misa donde se constituyó Parroquia-.La Palabra de Dios le da sentido y la presencia del Espíritu Santo, que es el gran animador de nuestras vidas, se difunde en esta comunidad diocesana”. “En la comunidad hay buena gente -cuenta con certeza Don Julioy hay mucha crisis de fe como suce-

de en todo Pacheco. Esta realidad es común a todos. Hay domingos en los que mucha gente viene a misa y otros no. Pero no somos ajenos a lo que está pasando alrededor”. Don Julio conserva algunos recuerdos de su paso por Purísima, como las charlas y comidas con el Padre Améndola; reuniones con diferentes grupos; encuentros de catequesis y atención a las capillas. “¿Cómo es Purísima? La comunidad de Purísima es buena, pero no santa, porque los santos están en el cielo, por supuesto. Pero es una comunidad que debe, como todas, luchar por crecer en la fe. Si no cuidamos la fe que tenemos ¿Qué tipo de fe tenemos? ¿Usted sabe por qué el mundo está mal? Porque nos olvidamos de nuestro creador que es Dios.”

por malu iglesias

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Jorge Eduardo Scheinig El restaurador

Llegó a Purísima en el 2009 en el que cumplía sus 50 años. “Que toda lengua proclame Jesucristo es el Señor”, es el lema que eligió para que lo acompañe y lo guie. Estuvo como párroco solo dos años, “Un tiempo muy corto para ese específico servicio eclesial y pastoral”. “Gracias a Dios estaba Cucu, que aseguró la contención de la comunidad frente a tantos cambios en poco tiempo”. La comunidad de Pacheco es una parroquia con una historia muy rica y con los desafíos propios de los enormes cambios sociales y eclesiales de esta época. Personalmente, el 26

haber vivido allí, “me confirmó en la riqueza de las diferencias y en la necesidad de una nueva pastoral y de una nueva iglesia, más atenta al servicio diferenciado según la necesidad, realidades, momentos de los grupos y de las personas”. Su corazón inquieto de pastor se afirmó en este camino a profundizar: “ya no alcanza un único modelo, debemos alcanzar otro que acompañe la vida de las diferentes personas y situaciones”. Siente que su aporte, fue el de ayudar a dar pasitos en esta línea. Jorge Eduardo piensa que fue sin duda, el Espíritu de Dios, el que inspiró aquellas fiestas patronales del 8 de diciembre de 2009, en las que durante todo el día se abrieron las puertas de la parroquia para ofrecer el bautismo y recuerda “nos sorprendió la formidable respuesta de las personas de los distintos barrios”. “Evaluando, vimos que por ahí se debía seguir caminando, abrir más la Iglesia”. Esa fue la intención también, al

mejorar la ermita a cielo abierto, allí donde se encuentra la imagen de la Inmaculada. El itinerario realizado con el equipo de Caritas y Pastoral Social fue muy significativo. Posiblemente sobresale la remodelación del centro Jesús de la Buena Esperanza que posibilitaría mejorar los servicios que allí ya se daban. Así mismo la simultánea restauración del templo, el mejoramiento del parque, la playa de estacionamiento y la realización de lo que llamamos el anfiteatro. “Según mi entender, es parte del ministerio del párroco estar atento a cómo se van dando ciertos acontecimientos y ofrecimientos de personas y saber articularlos, y en ese momento se nos dieron esas posibilidades”. Está muy agradecido a “las personas concretas de la comunidad que en su entrega permanente y con sus vidas fueron dando testimonio del Dios Vivo, que siempre regala a manos llenas misericordia y ternura”. Se fue de Purísima con 52 años y su misión cumplida. por maría chanourdie

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Jóvenes ayer y hoy Purísima

por fabián albinati

Los jóvenes de ayer y hoy en Purisima, el compromiso de 50 años de misión Charla con Ana María Fernández Costa, Raúl Berretta, Leticia Jazhal, Alberto Adamo, Gisela Hutter, Agustín Villalba Orué, y Gonzalo Haedo. Un amigo, que ya superó holgadamente los 80 años de edad, siempre me dice: “cuando charlo con un viejo, lo exprimo, trato que me cuente aquellas experiencias de épocas que el resto no vivimos”. Bueno, esa fue una de las consignas de este encuentro, conocer cómo fueron los jóvenes de los años ’70 en Purísima, pero compartiéndolo con las expectativas y vivencias de los jóvenes de hoy.

Los intensos años ‘70 Los 70 fueron intensos por donde se los mire, social, cultural y políticamente. En ellos se generaron eventos que tienen repercusión hasta nuestros días. El Padre Juan tan intenso y movilizador como la década que estaba por venir, invitó a un grupo de adolescentes a formar un grupo juvenil. Así este grupo de 15 chicos de Pacheco, se sumó a un movimiento de cambio

que se venía produciendo en la iglesia, renovándola, liberándola de algunos protocolos y dándole a los jóvenes un espacio propio. Fueron guías, monaguillos y todo lo que se necesitara, se hicieron muy amigos, algunos novios y los que llegaron más lejos, marido y mujer.

La fe en tiempos del Ciberespacio Hoy un adolescente accede al

“Necesitamos Santos de jeans y zapatillas, que vayan al cine y escuchen música…. que tomen Coca Cola y coman panchos…..” (Juan Pablo II) mundo con la misma naturalidad que camina por un shopping o comparte la misa. Si bien transmiten un entusiasmo similar al de los “jóvenes de ayer”, quizás se hace más difícil sorprenderlos. Si quisieran, podrían ver por internet todas las misas del Papa, y ni hablar de la gira que realizó por Brasil, la cual se transmitió durante 24 horas en varios canales de TV. Pero los jóvenes hoy tienen un rol definido (y necesario) en la iglesia, misionan en distintas localidades y coordinan los grupos de confirmación con auténtica vocación y saben que en este Pacheco lleno de “countries” y de familias humildes, la fe nos iguala y abre puertas.

Cómo eran, cómo son Los “pioneros” de los 70 pidieron especialmente mencionar a Máximo Adamo y Azucena Martiíez como dos puntales de esos primeros años y recuerdan con felicidad sus “misas rock” con guitarras eléctricas y batería, así como sus reuniones maratónicas para tratar temas de emergencia o simplemente divertirse. Los de hoy disfrutan a la comunidad de Purísima para salir de sus distintas “burbujas” sociales y digitales, unirse a sus pares por valores de fe y ayudar a transmitirlos en medio de una vida que los tiene hiperconectados a todo.

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Los de hoy escuchan con atención a los de ayer, cuando dicen que el Papa Francisco les hace acordar en actitud al Padre Juan, quien siendo ya una persona grande tenía energía para tratar de cambiar todo. Antes esperaban 10 días para ver las fotos de un evento reveladas, hoy esas fotos están puestas en alguna red social a los 10 minutos. Antes tenían que ir a cada rincón de Pacheco para avisar algo, ahora con facebook pueden hablar con 300 chicos a la vez, pero hay algo que no cambió y es el valor de la palabra de Cristo, su vocación de servicio y testimonio y la firme convicción de que la iglesia puede ser el camino a un mundo mejor. Y Purísima seguirá siendo un testigo privilegiado de ello.

Ignacio

“Goti”

Palau Con 49 años de vida y experiencia como párroco en Olivos y Benavidez, llega con mucha alegría a principios del año 2011 a Purísima. Al hacerse cargo su deseo fue “conocer la comunidad, ir caminando viendo qué necesidades hay y continuar con la historia”. El mayor desafío es la integración entre las nuevas realidades de la comunidad de Pacheco y los históricos. Sobre todo por las diferencias en las costumbres y culturas. Su lema de ordenación sacerdotal es: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra”. De Benavidez trajo esa inquietud por mejorar la comunicación, hoy desarrollada con la revista “Encuentro” que comenzó a editarse este año y el equipo de comunicación en pleno desarrollo. Una sorpresa para él fue cuando, el mismo año que asumió, lo llamaron de la casa de Ejercicios 30

Experiencia, reflexión, compañerismo

Espirituales para avisarle que tenían reservado el lugar para el retiro parroquial. La experiencia de predicar en los retiros fue muy gratificante. En estos dos años y medio de cura párroco se concretó el deseo de poseer un cinerario en los terrenos de la Parroquia, siendo el tercer sábado de cada mes el día para la disposición de las cenizas de los difuntos celebrando previamente una misa. También se realizaron obras en el anfiteatro para darle una mayor funcionalidad. El grupo de misión fue “refundado” bajo su dirección y hoy las actividades de este grupo se hacen sentir sobre todo en el bajo Pacheco. Con los jóvenes, su deseo y objetivo es continuar trabajando para que tengan cada vez mayor participación en las actividades parroquiales. La realización de las peñas es otra actividad a la cual le aportó toda la buena experiencia que tuvo

Inauguración del cinerario

en su parroquia anterior. El Consejo Parroquial se consolidó y amplió en estos últimos dos años. Nos dice que Cucu, habiendo sido vicario de dos párrocos anteriores, lo ayudó mucho a entender toda la comunidad. Goti nos dice: “es una comunidad con mucha vida. Una comunidad abierta, donde siempre hay espacio para entrar e integrarse”. Goti está compenetrado en este 50 aniversario como si hiciese años que está al frente de la Parroquia. En estos escasos dos años y medio ha aportado toda su experiencia como Párroco al servicio de Púrisima. Según sus propias palabras, Purísima le pega fuerte.

por néstor roldán

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