Cáritas Buenas Nuevas by Golondrina, comunicación con misión social

Revista de Cáritas Diócesis San Isidro www.caritassanisidro.org.ar Diciembre 2012

DIÓCESIS DE SAN ISIDRO ENTREVISTA AL OBISPO Diálogo con Monseñor Ojea MES DEL VOLUNTARIADO La historia de una vida de entrega

Un vínculo duradero

Charla sobre los jóvenes de los barrios más marginales. Hoy, 15 años después, 12 organizaciones integran esta red que asiste a 800 chicos de la diócesis de San Isidro. Nos cuentan su historia.

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Contenidos

4 EDITORIAL 5 CÁRITAS ¿De dónde venimos? 6 CÁRITAS ¿Quiénes somos? Esto pasó y Esto se viene 8 RECOMENDADOS

9 ESPIRITUALIDAD La mirada de un pastor de Belén 12 ENTREVISTA AL OBISPO Diálogo con Monseñor Ojea 18 ÁREA RECURSOS Cuestión de abrir los ojos

Correo de lectores

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ÁREA ADOLESCENCIA Un vínculo duradero ÁREA ANIMACIÓN Voluntariado Testimonio de una vida de entrega CÁRITAS Áreas y acciones INFO DE CONTACTO

Canillita Cáritas

buenasnuevas@caritassanisidro.org.ar ¿Qué te parece la revista? ¡Escribinos!

Animáte a llevar la revista a tu barrio, a tus amigos y en lugares de paso (salas de espera y confiterías). ¡Llevá la revista a todos lados!

Quiénes hacemos Cáritas Buenas Nuevas Contenido y Diseño:

GOLONDRINA,

comunicación para la Iglesia www.golondrinacomunicacion.com

Correctoras: Claudia Calvosa y Silvana García Calabria / traduar@gmail.com Fotografía: Tel.: (011)4856 0538 www.maggio-pardal.com

Colaboran periodísticamente en este número: María Mullen Paula Markous Gianina Michelloti Matías Imaz

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Editorial

coordinaciongeneral@caritassanisidro.org.ar

Todo en su justa medida. Ni tanto, ni tan poco. Este péndulo, siempre en movimiento… muchas veces el pensar en Cáritas como organización, nos obliga a revisar nuestras acciones, iniciativas y propuestas. ¿Hacer o no hacer? Y si es hacer, ¿cómo? La “Cáritas tradicional” la que la gente en general conoce, léase, Cáritas parroquial + feria + roperito + algo más, es sólo una expresión de todo lo que realmente una Cáritas tiene que hacer y hace. Algo de esto irán viendo en este número. La organización de la caridad es mandato. Mandato que deviene de un compromiso que por partida doble asumimos al momento de ponernos manos a la obra en la Iglesia: por un lado, Jesús nos interpela con los enésimos significados que adquiere de su entrega el verbo AMAR, y por el otro, están nuestros hermanos (la sociedad toda) que sienten que podemos hacer llegar esos gestos a los que sufren, a los bienaventurados de Dios. Cáritas entonces, desde todos sus estamentos y recorriendo toda su capilaridad, es organización porque la seriedad

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de las acciones nos exigen serlo, y también, es esa caricia que llega en el momento justo en que es necesario el gesto, en que es necesario que el amor se haga servicio. Habrán notado que dije caricia y estaba por decir mano, pero es más exacto caricia. La caricia es lo que llega; la mano es sólo un medio. Cáritas es signo de la presencia y del mensaje de Jesús que actúa, celebra y anuncia. A Cáritas le toca actuar, pero también anunciar con la acción y celebrar con la vida y en la vida de las comunidades. Cáritas, en una comunidad, son todas las personas que desde algún lugar, desde sus talentos o conocimientos, compartiendo sus bienes o su tiempo, aceptan y descubren que en el convite de servir está la levadura que transformará la realidad; toda la realidad, también la suya. Verán en este número un intento renovado de comunicarnos más y mejor. Verán también algo de esta organización que les mencionaba y tendrán de primera mano a nuestro Obispo hablando de estos tiempos.

“CÁRITAS ES SIGNO DE LA PRESENCIA Y DEL MENSAJE DE JESÚS QUE ACTÚA, CELEBRA Y ANUNCIA.” Escucharán testimonios conmovedores y, como dicen en el barrio, nos verán la cara a muchos que a veces no somos tan visibles. Se enterarán de lo que todos venimos haciendo y también de lo que todavía queda por hacer. Dios quiera que puedan leer entre líneas la vida que Él suscita en nuestra querida diócesis. Esta puede ser un muy buen pesebre para que nazca Jesús entre nosotros. Sigamos diciéndole que sí. Fraternalmente,

Diac. Pablo Muttini

¿De dónde venimos?

Cáritas

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Cáritas

¿Quiénes somos? / Esto pasó y Esto se viene

COMISIÓN DIRECTIVA Presidente: Mons. Oscar Ojea, Obispo de San Isidro Vicepresidente: Pbro. Guillermo Piñero Jolly Director: Eduado Ichaso (saliente) Juan B. Sabogal (entrante) Miembros: Pbro. Martín Fassi, Sandra Nesossi, Ana Madero, Alicia López, Yudith Acuña, Horacio Reyser, Pedro Dehrs Coordinador General: Diac. Pablo Muttini

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Recomendados Área de Infancia y Adolescencia

Recomendadísimos Libros

Chicos en banda, de Cristina Corea y Silvia Duschatzky. ¡Atención! Se puede descargar vía Internet. Este libro habla de las experiencias de los chicos en el declive de las instituciones. Para una mirada instalada según los hábitos estatales, los chicos sin instituciones están en banda, a la deriva. Y sin familia portadora de ley, sin escuelas productoras de ciudadanía y sin Estado protector, ¿cómo se

puede ser un chico? Pero los chicos también viven en bandas, habitan en esas redes inventadas, construidas, sostenidas, con durísimas condiciones que los atraviesan. Las bandas de los chicos son universos en los que se sufre, se piensa, se arman lazos, y constituyen territorios de experiencias subjetivas. Aun cuando viven en un terreno de declinación institucional, los chicos habitan sus bandas.

“Maestros errantes. Experimentaciones sociales en la intemperie” de Silvia Duschatzky. Estar hoy en la escuela – y, se podría ampliar, en el mundo – es estar expuesto a lo imprevisto. Ya no hay estructuras protectoras ni Estados garantes. Ni el maestro, ni el alumno, ni el vecino tienen partituras de las cuales valerse. Pero lejos de llorar sobre la leche derramada, los investigadores que dieron forma a este libro

prefieren dirigir su mirada hacia las posibilidades que sí se abren en la intemperie, hacia las estrategias que nacen erráticamente y que muestran otros modos de construcción social. Para ello se propusieron ir a las prácticas: entraron en las escuelas y en los barrios, se aproximaron a las dinámicas sociales singulares y, junto con los interlocutores disponibles, procuraron experimentar nuevas prácticas y pensamientos.

Área de Gestión de Recursos

Libros

Emprendedores Sociales. Los que hacen la diferencia, Bernardo Kliksberg. El mundo atraviesa hoy una de las crisis más profundas de su historia. Los principales paradigmas de nuestra convivencia social, política y económica están en discusión. No es para sostener un discurso tremendista que hacemos esta afirmación, sino por la necesidad de orientar las respuestas que cada uno de nosotros y todos en conjunto tenemos la responsabilidad de producir, según el lugar que ocupamos y el rol que desempeñamos, frente a la realidad actual.

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“Un fuego que enciende otros fuegos”, biografía sobre San Alberto Hurtado. Quienes conocieron al padre Hurtado recurren frecuentemente a la imagen del fuego para describir su vida, precisamente porque en él ardía el fuego del amor a Cristo. Y esto es lo que se transmite en estas páginas. El sacerdote jesuita chileno fue canonizado en Roma en octubre de 2005. Edición preparada por el Pbro. Samuel Fernández, sj.

Web www.aedros.org Sitio web de la Asociación de Ejecutivos en Desarrollo de Recursos para Organizaciones Sociales. AEDROS es la asociación que nuclea a los profesionales que practican la profesión de recaudar fondos para causas sociales y de bien público en la Argentina (Fundraising). AEDROS es también un espacio referente para todos los que se desenvuelven en el área de desarrollo de recursos y/o quienes velan por el financiamiento de las organizaciones sociales y la práctica responsable de la filantropía. En AEDROS, los profesionales se pueden encontrar, aprender e intercambiar sus experiencias y saberes.

cuento de Dolores Aleixandre

Espiritualidad

La mirada de un pastor de Belén Queridos hermanas y hermanos de las comunidades parroquiales: Este año el lema de la Colecta de Adviento que animamos desde Caritas, es “No teman, les ha nacido un Salvador” (Lc. 2, 10). En el afiche asoman ojos que nos invitan a comprometernos con la realidad de niños y adolescentes de nuestra Diócesis. Según el relato de Lucas, las palabras del Ángel dirigidas a los pastores nos revelan que ha sucedido un hecho extraordinario y que tenemos motivo para alegrarnos. La señal es un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Hacia allí se dirigen los pastores y trasmiten la Buena Noticia a todos los que quieran escucharla. ¿Seremos capaces de descubrir en los niños y adolescentes de los centros de Infancia y Adolescencia un llamado a salir de nuestros prejuicios, egoísmos y comodidades? ¿Será esta Navidad una oportunidad para comprometerme creativa y solidariamente en esta colecta? Que María, nuestra señora de la Esperanza, nos conceda el don de “meditar todas estas cosas en nuestro corazón” y nos encamine a los Belenes actuales.

La luz vacilante de una candela dentro de la gruta nos hizo saber dónde estaba la señal que andábamos buscando: un niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre. Conozco bien los alrededores de Belén desde que comencé a trabajar como pastor, después de que una racha de malas cosechas me dejara arruinado. Procedo de una familia acomodada y religiosa en la que aprendí la tradición y las oraciones de nuestro pueblo, pero cuando llegué a Belén con las manos vacías y me vi obligado a pasar las noches al raso, pensé que Dios me había abandonado y no volví a rezar nunca más. Me habitué a la vida ruda de unos pastores con los que ahora iba en busca de la extraña señal anunciada, conscientes de lo desconcertante de nuestra decisión. “Ha sido un sueño”, decían algunos, “a veces la luna llena juega malas pasadas…” “Un niño recién nacido no puede ser señal de la presencia del Altísimo”, decían otros. “¿Cómo podéis creer que vamos a ser precisamente nosotros los primeros en saber de la llegada del Mesías?”, añadían los más escépticos. Mientras duró el resplandor que nos había cegado, todo parecía evidente, pero ahora estábamos otra vez en medio de la oscuridad

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Espiritualidad

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Espiritualidad de una noche helada, y el júbilo del anuncio escuchado comenzaba a desvanecerse como el rocío al amanecer. Fueron mis palabras las que lograron convencerles: - De joven aprendí algo de las Escrituras y recuerdo las palabras de un profeta: “Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado…” (Is 9,5) y además, ¿cómo explicar esta alegría desmesurada que nos ha invadido y que ha arrastrado nuestros temores con la fuerza de un huracán? Cuando entramos en la cueva vimos en la penumbra a una mujer muy joven recostada sobre un haz de heno y, junto a ella, un hombre que debía ser su esposo y que se afanaba por encender fuego. El niño, apenas un envoltorio minúsculo encima del pesebre, estaba dormido. Percibí una serenidad tranquila en ellos, inesperada por lo inhóspito del lugar. Les ofrecimos pan y un cuenco de leche y ellos nos dijeron sus nombres y nos contaron que venían desde Nazaret para inscribirse en Belén. No habían encontrado sitio en la posada y, ante la inminencia del parto, se habían refugiado en aquel establo. Los pastores somos gente más habituada al silencio que a las palabras, pero había algo en ellos que nos invitaba a la confianza y yo me atreví a expresar con brusquedad las preguntas que llevábamos dentro, todos: - ¿Por qué la claridad de Dios nos ha envuelto precisamente a nosotros, tan alejados de él y tan olvidados de los mandamientos de su ley? ¿Quién va a creer de labios de esta gente perdida y rechazada que somos el anuncio de que la complacencia y la ternura de Dios

Hoy soy ya viejo pero no he podido olvidar lo que me fue revelado aquella noche: aquel puñado de hombres insignificantes y excluidos éramos el pueblo que caminaba en tinieblas y había visto una luz grande; habíamos pasado de la sombra y el frío, al interior de un hogar iluminado y caliente. nos abrazan a todos? ¿Y cómo es posible que la señal del Mesías que todos esperan sea un niño nacido en un lugar como éste? Cuando terminé de hablar, María dijo algo sobre guardar las preguntas y los acontecimientos en el corazón y esperar como espera la tierra la llegada de la lluvia. Y yo recordé un proverbio de nuestro pueblo: “Hijo mío, cuida tu corazón porque en él están las fuentes de la vida” (Pr 4,23) y pensé que ella vivía en contacto con su propio corazón, como un árbol plantado junto a corrientes de agua. Fue entonces cuando, inesperadamente, se levantó y tomando al niño, lo puso en mis brazos… Hoy soy ya viejo pero no he podido olvidar lo que me fue revelado aquella noche: aquel puñado de hombres insignificantes y excluidos éramos el pueblo que caminaba en tinieblas y había visto una gran luz; habíamos pasado de la sombra y el frío, al interior de un hogar iluminado y caliente. Nos había nacido un niño, se nos entregaba un hijo, Dios venía a nuestro encuentro precisamente porque éramos los últimos de su pueblo. El niño sobre el pesebre representaba el destino mismo de Dios, un Dios que plantaba su tienda junto a los más pobres y perdidos, un Dios sin palabra, desarmado e inútil, que comen-

zaba a llamarse Emmanuel, “Dios con nosotros”. Junto a María aprendí aquella noche a pronunciar el nombre que se revelaba como inseparable de nuestras fatigas y lágrimas, de nuestras oscuridades, esperanzas y preguntas. Estaba, como nosotros, a la intemperie, entraba en nuestra historia como uno de tantos, y por eso se le cerraban las puertas y carecía de techo y de privilegios. Esta era la señal: el Salvador, el Mesías, el Señor, descansaba ahora entre los brazos torpes de un pastor. “Voy a hacer pasar delante de ti todo lo mejor que tengo” (Ex 33,19), había prometido Dios a Moisés en el Sinaí. Aquella noche de Belén, en una de sus grutas, lo mejor de nuestro Dios: su misericordia entrañable, la ternura de su amor, la fuerza de su fidelidad, se manifestaba por primera vez entre nosotros. El Dios que se había revelado en la tormenta del monte, envuelto en la nube, mostraba ahora su rostro y hacía descansar su gloria en la fragilidad de un niño. En medio de la oscuridad de la noche sentí en lo profundo de mi corazón, como un susurro de ángeles, la certeza de estar – lejos del miedo – envuelto en la paz que Dios concede gratuitamente a todos los hombres y mujeres que Él quiere tanto.

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Entrevista al Obispo Por María Mullen

Diálogo con Monseñor Ojea Conversamos con nuestro Obispo de San Isidro y presidente de Cáritas Nacional, tras su primer año a cargo. Su experiencia en la labor, su preocupación frente a la situación económica de los centros de Cáritas, las problemáticas que él considera más urgentes en la sociedad de hoy y el valor de la comunicación fueron algunos de los tantos temas que se hablaron en este nutrido diálogo. Domingo, 8.30 am. Luego de las tormentas que inundaron tantas calles en noviembre, finalmente un cielo azul y un poco de viento en la mañana silenciosa de San Isidro. Los vecinos duermen. Monseñor Ojea, en cambio, está despierto desde temprano y recibe con entusiasmo nuestra visita para entrevistarlo. Se disculpa por el horario ofrecido para el encuentro: ¡ni él puede creer que su agenda sea tan apretada! Pero las responsabilidades son muchas. Una vez en su despacho, se dispone a una sincera charla sobre varios temas. ¿Qué puede decirnos de la situación económica que atraviesan los centros de Cáritas en San Isidro debida a los atrasos de los subsidios del gobierno provincial? Es una situación que estamos viviendo con particular intensidad en toda la provincia de Buenos Aires. En la diócesis de San Isidro, de entre todas las obras, son más de 120 las que cuentan con convenios anuales con el Ministerio de

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Desarrollo Social. La situación de atrasos y goteo de los aportes, entre otras cosas, provocó grandes dificultades en el pago de salarios y puso en riesgo la continuidad de los servicios…todo nos preocupó enormemente. Por un lado, porque nuestros servicios son servicios sociales que de alguna manera surgieron como suplencia del estado dada la urgencia. Por otro, porque los trabajadores deben recibir su salario y lo necesitan en

tiempo y forma. El no saber qué pasará más adelante provoca incertidumbre, angustia. Los convenios, al ser anuales, son frágiles y todo nos lleva a plantearnos cómo seguiremos sosteniendo y apoyando las obras que comienzan a tener dificultades. De todas maneras, las obras de la Iglesia no son las únicas que están sufriendo esta problemática.

Históricamente, ¿cómo empezaron muchas de estas obras y cómo se consiguió trabajar con convenios con el estado?

“La nueva pobreza de estos tiempos tiene que ver con las adicciones. La realidad de nuestros chicos y jóvenes sin horizontes”.

Cada obra tiene su historia. Muchas se realizaron con más fuerza en el año 2001. Recordemos que vivimos una situación límite donde realmente había que salir a dar de comer. Una enorme parte de nuestra población quedó en una situación de pobreza prácticamente extrema, surgieron los cartoneros, la organización del tren blanco... El movimiento de voluntariado que surgió en ese entonces fue muy grande; el país volvió a demostrar su generosidad. Sin embargo, al ir mejorando la situación, el voluntariado se fue perdiendo. Las obras con un cierto grado de complejidad no

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Entrevista al Obispo pueden sostenerse exclusivamente con personal voluntario por mucho tiempo. Alguien que tiene que venir a cocinar todos los días a un comedor o alguien que tiene que venir a contener a los chicos todos los días, necesita una remuneración. Así es como se fue tomando conciencia de que muchas personas necesitaban un salario y el respeto de los derechos como trabajadores. Entonces a partir de esas realidades se fueron realizando los convenios con la provincia.

¿Cómo surgió el Fondo de Ayuda Solidaria (FAS) y en qué consiste? El FAS nació con la aspiración de que las instituciones diocesanas más pudientes puedan ayudar a otras y que en la diócesis pudiera darse verdaderamente una cadena de apoyo, de generosidad y de comunión. El FAS permite que podamos salir al auxilio de esta situación económica. Gracias al FAS ya hemos ido adelantando pagos y cubriendo necesidades de los centros. Para colaborar con este fondo los interesados pueden acercarse a su Cáritas parroquial o al Obispado de San Isidro, o hacer una donación con tarjeta de crédito contactándose con Cáritas Diocesana.

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“La Fe, nuestra Fe cristiana, opera por la caridad. La caridad es un signo de credibilidad. Hoy, más que nunca. Todo lo que puede decir la Iglesia, se hace más creíble cuando acompaña a los más necesitados”.

¿Parte de la colecta de adviento de este año será destinada al FAS? Efectivamente. Para agrandar este fondo solidario y este espíritu de comunión, hemos propuesto que de la colecta anual de adviento, en este comienzo del tiempo preparatorio para la Navidad, el porcentaje destinado a Cáritas Diocesana para Proyectos Parroquiales sea en beneficio del FAS. Es un llamado, en la Navidad, a la ayuda a nuestros hermanos más pobres. ¡Los centros son tan importantes para la vida de la comunidad! Y, por supuesto, para la vida de la Iglesia. Cuando el canal televisivo de zona norte recorrió centros de Cáritas, los docentes, los responsables y los chicos de distintos barrios dieron testimonio de la necesidad de la existencia de los apoyos escolares, los jardines maternales, los comedores, los merenderos, etc. Cáritas forma parte de la vida comunitaria. De no ser por muchas de nuestras actividades muchos niños y adolescentes estarían en la calle, estarían en la droga y expuestos a miles de peligros. Para las madres que trabajan todo el día, contar con los apoyos escolares a contraturno, por ejemplo, permite que vuelvan a sus

casas y sus hijos ya hayan hecho la tarea y hayan pasado su tiempo en un ambiente que los ayude a desplegar su energía y capacidades.

Como Iglesia, a través de las actividades de Cáritas para los más necesitados, ¿se busca también acercar a estas personas a la vida de Fe? La Fe, nuestra Fe cristiana, opera por la caridad. La caridad es un signo de credibilidad. Y hoy más que nunca. Todo lo que puede decir la Iglesia, se hace más creíble cuando acompaña a los más necesitados. A veces, el mensaje cristiano se da de un modo más implícito, a veces de un modo más explicito. Lo cierto es que Cáritas tiene una relación muy estrecha con la Iglesia. En un momento tan delicado de la vida social del país, el hecho de que estemos presentes con los centros es importantísimo. Se hace un gran trabajo humanizante, comenzando por nuestros niños y jóvenes, y sus familias. Ellos son nuestra esperanza. En nuestros centros se busca desarrollar lo mejor de cada persona; se busca que jóvenes y niños encuentren un sentido a la vida, encuentren herra-

mientas para conseguir un trabajo, encuentren medios de expresión como el arte para canalizar lo que llevan dentro, y todo eso los ayuda a enfrentar peligros grandes, peligros de evasión de la realidad, peligros que les llevan a creer en un mundo de espejitos de colores, un mundo donde todo se desarrolla en el instante y el instante se agota… El gran problema que tenemos todos en la sociedad en que vivimos es encontrar el sentido de la vida. Encontrar nuestra vocación en el mundo.

¿Cuál considera el problema más urgente hoy? El problema más urgente y el problema que para mí atraviesa de un modo transversal toda la vida social es el problema de la droga. Dar la espalda a esta realidad es desconocer que va creciendo el número de jóvenes sin horizonte, sin perspectiva de futuro y, por supuesto, no solamente invade a los segmentos más pobres: hay una sociedad adicta que de alguna manera busca escapes frente a lo duro de la realidad. Yo creo que nos estamos encontrando frente a nuevas formas de pobreza. La pobreza “tradicional”, la falta de alimento, de vivienda, de

ropa, las faltas en la salud… son reales y existen en la Argentina y el GBA, pero han aparecido nuevas pobrezas. Y las nuevas son tan evidentes y tan claras que si uno simplemente recorre un barrio se da cuenta en dónde está la prioridad. Hoy se necesita que la educación sea auténticamente integradora y que descubra distintos modos de prevención. A través, por ejemplo, del deporte, del arte y de otras actividades pueden despertarse “sentidos de vida”, compromisos, elevación en las metas…Es como ir recreando la vida espiritual. Otro tema prioritario es la rehabilitación de nuestros hermanos que ya están lastimados. Y esto no es solamente un tema terapéutico; es “también” un tema terapéutico. Es un problema que hay que encararlo de un modo más holístico porque también tiene que ver con un sentido de la vida; son todos los actores sociales los que pueden llegar a comprometerse con esta realidad. Sería largo hablar de este tema, pero quiero decir que para mí la prioridad y la nueva pobreza tienen que ver con las adicciones y la realidad de nuestros chicos y jóvenes sin horizontes.

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Entrevista al Obispo ¿Cómo fue su experiencia este primer año como presidente de Cáritas? Muy buena. Si bien significó una responsabilidad grande porque coincidió con mi inicio como Obispo en San Isidro, una diócesis compleja y nueva para mí, tuve muchísima ayuda y apoyo, tanto en la Comisión Nacional saliente como en la entrante. Encontré en el ambiente de Cáritas mucha apertura para conversar. Al entrar en la Presidencia y en el equipo nacional me sentí entrar en una historia muy rica en servicio, proyectos, creatividad… realmente me he sentido muy bien. Casi les diría que las veces que he podido ir a las oficinas ha sido como un descanso de las temáticas que tengo habitualmente en la diócesis. Tuve que delegar mucho; me hubiera gustado estar más presente, pero fue una experiencia muy buena.

Con respeto a la comunicación en Cáritas San Isidro y a este nuevo formato de la revista, ¿cuáles son sus impresiones y anhelos? El valor de la comunicación es enorme. Yo cada 20 días grabo spots para las redes

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“Como Obispo necesito trabajar en comunión, confrontar, cotejar, necesito que se me digan las cosas. Es muy importante para el que debe conducir y guiar habilitar la palabra de todos, porque esto ayuda mucho a tener una visión general”. sociales y me doy cuenta de la llegada que se puede tener. Las comunicaciones escritas, si están bien hechas y cuentan con buen material gráfico, son una herramienta excelente. La claridad y la transparencia siempre han sido características de Cáritas pero hoy más que nunca hay que salir a responder preguntas. El público a veces desconoce muchas cosas; hay quienes creen, por ejemplo, que el trabajo de Cáritas es todo voluntario o que se necesita una estructura para poder llevar adelante todos los esfuerzos. La comunicación sirve para ir tomando conciencia de esto. Dada la necesidad de mostrar realidades me parece interesante que estas preguntas que me han hecho a mí, también las puedan contestar los laicos que trabajan, los chicos, los jóvenes… eso enriquecería

mucho la perspectiva. Creo que si esta revista hace pensar con lo que cuenta y lo que informa, ya tiene un enorme valor, porque el pensamiento en estos momentos es fundamental. La tentación de pasar de una cosa a la otra cosa, sin detenerme, es muy fuerte. Hay que lograr “hacer pensar”.

¿Como Obispo, qué necesita de la pastoral de Cáritas? Como Obispo necesito trabajar en comunión, confrontar, cotejar, necesito que se me digan las cosas. Es muy importante para el que debe conducir y guiar habilitar la palabra de todos, porque esto ayuda mucho a tener una visión general. De lo contrario, en diócesis tan grandes, uno fácilmente puede dejarse llevar por un pequeño microclima, o por pequeñas cosas que quizá no le dan una visión exacta de la realidad. Espero dialogar y trabajar juntos. Que cada uno aporte desde su lugar lo que es mejor para la Iglesia. A la Iglesia la hacemos todos y la Iglesia somos todos, así que yo aspiraría a una comunión fraterna donde podamos caminar juntos para servir mejor a los hermanos que más nos necesitan.

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Números

Área Recursos Por Gianina Michelotti

Programa Ayudarte: se

Cuestión de

proyecta cerrar 2012 con 200 colaboradores nuevos gracias a la implementación de la campaña “Diálogo Directo”

abrir los ojos

El área de Gestión de Recursos de Cáritas busca dar a conocer la realidad de nuestros hermanos más pobres y propiciar el compromiso de la sociedad, movilizando recursos a favor de iniciativas comunitarias para brindar atención integral. AL CONOCER NACE EL COMPROMISO “Creo que los argentinos somos solidarios, pero vivimos a las corridas (sobre todo en Buenos Aires), metidos en nuestras vidas. A veces no nos aparece la inquietud, no sabemos cómo ayudar o no hay conocimiento de la realidad difícil en la que viven muchas personas, como las dificultades para acceder a una buena educación, a lugares de contención, a un trabajo digno. Pero una vez que nos acercamos y podemos ahondar en estas realidades, siempre la respuesta es buena”, atestigua Virginia Vilella, Coordinadora del área de Gestión de Recursos de Cáritas de la Diócesis de San Isidro. “Creemos que si compartimos, alcanza para todos. Solo hace falta abrir los ojos y el corazón”, asegura. “En la Diócesis, (partidos de Tigre, San Fernando, San Isidro

y Vicente López), viven alrededor de un millón de personas. Si cada uno donara dos pesos por mes, contaríamos con una importante suma para sostener toda la tarea y transformar algunas realidades. Es cuestión de tomar la decisión.” Emilio Rojo, Coordinador del Programa Ayudarte, agrega “donde está tu hermano estás vos” es la mirada que sostenemos desde Cáritas. Cáritas se relaciona con valores como credibilidad, transparencia, experiencia y trayectoria, legitimidad y eficiencia. No obstante, falta conocimiento sobre la magnitud de la obra. “A veces se asocia solo con la entrega de ropa o de alimentos, y no con toda la acción que se hace sostenidamente en todos los ámbitos de la vida humana. La misión está orientada a la atención integral de todas las personas, especialmente las más marginadas”.

¿QUÉ SIGNIFICA SER COLABORADOR DE CÁRITAS? Claudio Insúa

“Para mí es un honor -además de un placer- poder colaborar, porque me gratifica ayudar a una organización que pone tanto esfuerzo y funciona tan bien. ¡Hay mucho más Cáritas de lo que se conoce! Hacen un trabajo fantástico, como el de inclusión social. Personas que serían irrecuperables, vuelven a tener una oportunidad. En mi empresa trabajarán dos jóvenes. Hay tanto 18 • Cáritas BN para hacer y cada uno puede dar una mano desde su lugar.”

EL PULMÓN SOLIDARIO El área de Recursos gestiona los ingresos que recibe Cáritas del ámbito privado: particulares y empresas. Trabajan cuatro personas y se suma la ayuda de asesores y empresarios, y de quienes ofrecen horas de voluntariado. Los recursos totales que moviliza Cáritas llegan a 28.400 personas en situación de pobreza en la Diócesis. Varios son los programas diseñados para lograrlo: Eventos: Con el doble objetivo de difundir y recaudar mediante publicidad, auspicios y entradas, organizan el “Concierto a Cielo Abierto” y las “Veladas con música clásica”. Ayudarte: Fondo solidario conformado por 3.000 donantes particulares que realizan aportes mensuales a través de débitos o tarjeta de crédito, para contribuir con los Centros de Infancia y Adolescencia de Cáritas y sus familias.

Néstor A. Gaggero

Somos cristianos cuando descubrimos a los otros y junto a ellos nos ayudamos a superar nuestras dificultades materiales y espirituales y así juntos recorremos el camino para ser más. Cáritas no solo se ocupa de las necesidades inmediatas de nuestros hermanos, como la alimentación, salud, etc. sino también de las necesidades estructurales, como la contención, educación, etc. que son necesarias para el crecimiento y autosuficiencia de los individuos. La organización de Cáritas hace que la ayuda

Staff de Área Recursos “Fuimos pioneros hace 20 años y hoy es un ejemplo”, cuenta Virginia. Inés Minlos, integrante del equipo de Recursos, agrega: “Cáritas entrega una rendición transparente y completa a los Colaboradores. También una carta de agradecimiento del obispo, el recibo, y, a fin de año, una tarjeta de Navidad coloreada por los chicos. Siempre acompañamos con la revista de Cáritas”. “Los Colaboradores se involucran mucho. De los 3000, más de 500 respondieron en 2012 el pedido de aumento de su aporte”, comenta alegre Virginia. Campañas: Para impulsar el crecimiento del programa Ayudarte, lanzaron la campaña “Diálogo directo”, caminando por las zonas más transitadas de la Diócesis para abrirle a la gente las puertas a la solidaridad. “Llegamos a todo aquel que encuentra en Cáritas una forma concreta de ayudar”. Se proyecta cerrar 2012 con 200 colaboradores nuevos. Las empresas hacen donaciones en dinero y en especies, por ejemplo, ofreciendo espacios de recreación, y también acompañan programas como parte de su política de Responsabilidad Social Empresaria: - Pistrelli Henry Martin y Asoc. S.R.L. (Firma miembro de Ernst and Young Global): Colabora con dos obras de Cáritas, un Apoyo Escolar en Benavidez y un Centro de Adolescentes en Virreyes. Además, los empleados participan en diversas jornadas con la comunidad destinataria de los programas. - Fundación BBVA Banco Francés: Cáritas participa del Programa de Becas BBVA de Integración.

También el Banco financia talleres de expresión artística. - Una productora de televisión: Invita a los chicos a disfrutar de espectáculos de recreación y de otras acciones a través de uno de sus socios (colaborador del programa Ayudarte). - Walmart y Zona Vital: realizan una campaña para que los clientes puedan donar el vuelto de las compras y asignarlo a distintos proyectos del Área de Infancia y Adolescencia de Cáritas. - Capacitación sobre “la profesión de vendedor como salida laboral y proyecto personal” a cargo de Miriam Testorelli. Publicidad y auspicios en la revista. Colecta Anual: Importante evento comunicacional y de recaudación, organizado desde Cáritas Nacional, en todo el país. Colecta de Adviento: La Diócesis de S.I., en tiempo de Navidad, acerca la posibilidad de colaborar llevando la alcancía a diferentes lugares “Cada año se suman más parroquias y más gente, entre ellos, muchos jóvenes. ¡Esperamos que este año nos acompañen todos!”, expresa Virginia. Los desafíos para 2013 son aumentar la cantidad de colaboradores y profundizar el compromiso de las empresas para poder llevar aún más lejos la atención integral a quienes más lo necesitan. “Si cada empresa, de las más de 1000 que hay en la Diócesis, se sumara con una pequeña donación, comprometiéndose con la comunidad, ¡la realidad sería otra!”, sintetiza Virginia.

que podemos brindar sea realmente efectiva. Gracias Cáritas por ayudarme, por ayudarnos a servir a Cristo en nuestros hermanos.

Pistrelli Henry Martin y Asoc. S.R.L.

En nuestra estrategia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) destacamos la importancia de la educación. Desde 2006 colaboramos a través de Cáritas con el apoyo escolar Buena Gente. Solventamos salarios de docentes, psicopedagoga y profesor de música, efectuamos

Virginia Vilella Coordinadora del Área Gestión de Recursos y Coordinadora del Programa Ayudarte

Emilio Rojo Coordinador Programa Ayudarte

Inés Minlos Administración de Recursos con Individuos

Andrea Demaria Administración de Recursos con Empresas

Gráfico distribución de Colecta Adviento

Gastos organiz. Colecta Caritas Diocesana Pastoral Social

reformas edilicias y donamos libros y computadoras. Algunos colaboradores de la firma lo visitan varias veces por año. Creemos que las acciones que Cáritas impulsa generan un mayor compromiso ciudadano y celebramos y compartimos su espíritu solidario, que es el que buscamos despertar en nuestros profesionales. Nuestra organización también colabora económicamente con el apoyo escolar La casita de los sueños y La cueva, también a través de Cáritas. Cáritas BN • 19

Área Adolescencia

Números

Por Paula Markous

Un vínculo duradero

1997-2012: 15 años Actualmente la integran 12 organizaciones. En total atienden una población de 800 adolescentes y jóvenes de 13 a 24 años.

Desde que se creó en 1997, la red de trabajo con adolescentes mantuvo su esencia: lograr el encuentro verdadero con los jóvenes de los barrios más marginales. Hoy, 15 años después, 12 organizaciones integran esta red que asiste a 800 chicos de la diócesis de San Isidro. ¿Cómo trabajamos? Propuestas pedagógicas: espacios de apoyo escolar, metología de estudio y becas. Articulación con escuelas y con planes educativos alternativos. Propuestas artísticas: talleres de expresión, como fotografía, cine, plástica, música, teatro, artesanía y cerámica, entre otros. Propuesta de formación para el trabajo: curso de formación en oficios, microemprendimientos juveniles, talleres de orientación vocacional y laboral. Talleres formativos y reflexiones sobre salud integral, relaciones de género, prevención de adicciones, prevención de violencia familiar, abuso sexual y proyecto de vida, entre otros. Propuestas recreativas y deportivas.

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Nacieron hace 15 años como alternativa de “la esquina”, como un lugar de pertenencia para los adolescentes de los barrios marginales. No había recursos, ni muchos voluntarios pero sí un objetivo claro: acompañar a los jóvenes en su proceso de crecimiento, en su tránsito escolar y en su inserción laboral. El eje de los grupos de la red de trabajo con adolescentes era, y sigue siendo, hoy el encuentro con el otro. Al principio, la red estaba formada por seis organizaciones distribuidas en los cuatro partidos que componen la diócesis de San Isidro: Vicente López, San Isidro, San Fernando y Tigre. Hoy los grupos son 12 y están compuestos por unas 120 personas que asisten a unos 800 jóvenes de entre 13 y 24 años. Los grupos trabajan con adolecentes que han sido vulnerados en sus derechos básicos de salud, educación y participación, y del acceso a una vivienda digna. Son jóvenes que en muchos casos fueron defraudados por quienes debían cuidarlos. Chicos a los que les falta un horizonte, que le te-

men al futuro, a “salir del barrio”. “Los problemas típicos de cualquier adolescente que busca su identidad se manifiestan con más intensidad en estos jóvenes. Muchas veces los adultos que viven con ellos están desbordados ellos mismos por sus problemas y los chicos crecen solos y en un medio muy hostil”, explica Guadalupe Sonego, coordinadora de la red de trabajo con adolescentes. La falta de un modelo y este contexto tan adverso hace que los adolescentes tiendan a desconfiar de los demás e incluso de sus propias capacidades. Por eso el trabajo de la red está enfocado en que los jóvenes reconozcan y desarrollen todas sus capacidades. Se trata de que puedan construir su propio mundo interior y así construir su proyecto de vida. Otro objetivo de los grupos es que los jóvenes puedan adquirir estrategias no violentas para responder a conflictos y restituir los lazos familiares y comunitarios. El eje de trabajo de los grupos es establecer un vínculo con cada joven, basado en el afecto, en la confianza y en el respeto mutuo.

“Después de muchos años de hacer encuestas con los chicos, lo que rescatan prácticamente todos los años es la presencia de un adulto, de alguien que los escuche y los apoye”, dice Mónica Othasegui, presidenta de la Asociación Civil proyecto Horizonte, del barrio de la Cava, en Beccar. Los grupos que conforman la red son heterogéneos. Hay organizaciones que se dedican solamente a los jóvenes, otras que están dentro de un espacio comunitario y otras que combinan actividades para los niños y para los adolescentes. Pero a grandes rasgos hay cinco espacios de trabajo: las propuestas pedagógicas, que brindan apoyo escolar; las propuestas artísticas, que incluyen talleres de fotografía, cine, música, plástica, etc. para los jóvenes; las propuestas de formación para el trabajo, donde se imparten cursos de formación en oficios y talleres de orientación vocacional y laboral; los talleres formativos y reflexivos sobre temas que abarcan desde la prevención de las adicciones hasta la salud integral y, por último, las propuestas recreativas y deportivas. Aunque cada centro trabaja de forma autónoma, en estos 15 años la red se fue articulando y se generaron espacios de encuentro que enriquecen y mejoran el trabajo. Uno de ellos es el Encuentro Anual de Jóvenes, un evento que

(...) el trabajo de la red está enfocado en que los jóvenes reconozcan y desarrollen todas sus capacidades. Se trata de que puedan construir su propio mundo interior y así construir su proyecto de vida.

se realiza desde hace 10 años en Tigre, donde 200 chicos de diferentes organizaciones se conocen, juegan e intercambian vivencias. Otra actividad es Mostrarte, un encuentro gratuito y abierto a toda la comunidad, donde los jóvenes tienen la oportunidad de expresarse y darse a conocer compartiendo sus experiencias y creaciones artísticas. Música, cine, murga y poesía conviven en este encuentro que ya va por su tercer año. La red también organiza la Jornada de Capacitación de los Equipos, una jornada anual en la que participan todos los que forman parte de las organizaciones: coordinadores, docentes, talleristas y operadores. Allí se reflexiona sobre el trabajo con los adolescentes, el contexto actual y las estrategias a seguir. Fueron 15 años de trabajo articulado para lograr el funcionamiento de la red. En el comienzo, sin embargo, los mecanismos no estaban tan aceitados. Algunas organizaciones carecían de sede y las voluntarias recuerdan que todo “se hacía a pulmón” y que había que hacer mucho “trabajo de pasillo” para que los chicos se animaran a asistir a los grupos. “Los centros comenzaron en la década de los noventa,

Staff de la Red Infancia y Adolescencia

Fabiana Aquino Coordinadora Red de Infancia y Adolescencia

Guadalupe Sonego Coordinadora Red Adolescencia

Patricia Fernández Coordinadora Red de Jardines y Comedores

Lila Rizzo Coordinadora Red de Apoyo Escolar

Objetivos

Eventos

Nuestra tarea desde Cáritas es acompañar y controlar el trabajo de dichas organizaciones, colaborando en la articulación de acciones y promoviendo el intercambio de experiencias. Ayudamos con la reflexión sobre la práctica a la luz del evangelio, en la formación y capacitación de los equipos de trabajo y en la gestión de recursos para el sostenimiento de las obras. Se asesora y acompaña también en situaciones de conflicto. A su vez, desde Cáritas buscamos sensibilizar a la comunidad diocesana sobre la problemática de los jóvenes que viven en situación de pobreza.

Encuentro anual de Jóvenes. Es un encuentro recreativo-deportivo en el que participan 200 jóvenes de las organizaciones que conforman Matilde Scarincio la red. Este encuentro se desarrolla ininteCoordinadora rrumpidamente desde el año 2003. Red Formación Profesional Encuentro “ Mostrarte” de Jóvenes Creadores: este encuentro, que se realiza por tercera vez, busca que los jóvenes de los centros juveniles de Cáritas puedan dar a conocer sus diversas expresiones artísticas a través de las cuales transmiten sus ganas de crear, su modo de ver y de situarse en el mundo, su capacidad de construir con otros y su deseo de seguir BN • 21 apostando a la vida en un contexto que muchasCáritas veces les es adverso.

Área Adolescencia

Equipo que trabaja hace 15 años

Guadalupe Sonego Coordinadora Red Adolescencia

Como sociedad exacerbamos el valor de la juventud pero descuidamos a los jóvenes, sobre todo si viven situaciones de pobreza. Nos atemorizan, nos crean inquietud con su modo de hablar, de vestir y de relacionarse. Nos convencemos de que son lo que los medios nos suelen mostrar: delincuentes, adictos, violentos y vagos. Sin embargo, cuando sabemos mirar más profundo, cuando nos animamos al encuentro genuino con ellos, es otro el mundo que descubrimos. Descubrimos jóvenes frente al desafío de constituir su identidad, en un contexto de privación de derechos básicos, que asumen muchas veces responsabilidades de adultos. Jóvenes que buscan, que sueñan, que se enamoran, que saben de sus errores, que buscan superarlos, que sufren cuando se les niegan oportuni-

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dades y que se brindan por entero cuando se sienten queridos. Algunos se acercan espontáneamente, a otros los salimos a buscar. Desde los centros juveniles buscamos cotidianamente construir comunidad mediante el vínculo personal con ellos. Son vínculos que saben de afecto, de luchas, de dolores, de decepciones, de sueños, de amores, de transformación y de esperanza. No buscamos resultados inmediatos, acompañamos procesos de crecimiento, buscamos despertar la llama de vida que cada joven lleva dentro, tejer lazos y construir juntos alternativas de vida. Sabemos mucho de poda, pero también de primaveras. De siembras en la noche, cuando todo parece sin sentido y de amaneceres radiantes cuando un joven vuelve a sonreír después de meses de sombra, cuando una joven puede relatar su historia, cuando se tejen lazos solidarios, cuando se abren nuevas oportunidades, cuando despiertan nuevas confianzas y se asumen nuevos desafíos.

en un contexto muy duro, de ollas populares, desempleo y mucha pobreza. Había otros problemas distintos de los actuales. Por ejemplo, la droga no estaba tan instalada en los barrios”, cuenta Mónica. Este grupo, que cumple 15 años como la red, brinda programas y talleres para los niños y adolescentes del barrio. Hoy son 100 los chicos que participan de una muy variada oferta de talleres, que incluye apoyo escolar, actividades recreativas, liderazgo juvenil y fotografía, entre otras opciones. Otro de los centros que cumple 15 años es la Casa de los Jóvenes, en el barrio La Loma, en Olivos. La organización “ofrece talleres de formación profesional, apoyo escolar, orientación laboral y actividades recreativas para alrededor de 70 jóvenes. Pero

En estos 15 años la red se fue articulando y se generaron espacios de encuentro que enriquecen y mejoran el trabajo. más allá de lo formal, tiene una dinámica semejante a una casa “Los chicos entran, se preparan la merienda, vienen a hacer el C.V.”, cuenta Paola Ballán, trabajadora social de la organización. La Casa del Joven, La Cueva, en el barrio Santa Rosa, en Virreyes, también forma parte de la red desde hace 15 años. Además de los talleres que brinda

la organización, Andrea Soto, su coordinadora, destaca uno de los mayores logros: la creación de Betania, una panadería que surgió con el objetivo de crear hábitos de trabajo en los jóvenes y brindar una salida laboral. Hoy es un éxito en el barrio. La red de trabajo con adolescentes creció mucho en estos 15 años. Se incorporaron nuevos talleres y capacitaciones, y se articuló más el trabajo entre los grupos. Pero la esencia de la primera época sigue intacta. “Todas las actividades que hacemos se pueden prestar tanto en un centro cultural como en un centro municipal. Creo que, lo que los chicos captan más allá del contenido es el modo en que llevamos adelante las prácticas. Buscamos el encuentro verdadero”, resume Mónica.

JÓVENES, EN PRIMERA PERSONA La Cueva, Virreyes

Hola, soy Miriam, tengo 27 años y una hermosa hija de 2. Yo empecé a ir a La Cueva a los 16 años. Al principio me costó mucho relacionarme con los coordinadores y los demás chicos. Pero pasado el tiempo me empecé a integrar. Éramos muchos jóvenes. Teníamos un grupo muy grande y no era para mí muy sencillo adaptarme a las reglas del lugar. Fui conociendo gente nueva, que me ayudó a conocerme a mí misma y a aceptar mi historia, a valorar lo que tenía, y así fueron pasando los años. Cambió mucho La Cueva durante este tiempo. Gente nueva, chicos nuevos y nuevas realidades. Hoy soy parte del equipo de coordinación de un grupo de adolescentes. Elijo trabajar en este lugar, con estos adolescentes, con sus historias, porque siento que es un modo de dar todo lo que en un momento me brindaron y me enseñaron a mí. Gracias. Miriam Fernández, 27 años.

Casa de los Jóvenes, Parroquia Virgen del Carmen, Olivos.

La Casa de los Jóvenes es un lugar en el que me gusta estar porque hay gente muy buena que te hace sentir bien, que te apoya, que te sabe escuchar, que te aconseja. Hay mucha gente buena; a mí me gusta estar cerca de ellos. Gracias a ellos crecí más como persona. Les agradezco tanto que se hayan cruzado en mi camino… Me encanta pasar horas con ellos, siento que siempre van a estar ahí para mí. Los quiero mucho a todos, y es un lugar donde me enseñaron también a no discriminar

a las personas sino a saber mirar lo de adentro y saber valorar a las personas. Gracias por todo. Mummy, 15 años.

Proyecto Horizonte, La Cava.

Horizonte: un lugar y mi historia. Cuando tenía 15 años comencé allí rodeada de personas que querían ayudarme. En la actualidad colaboro en todo lo que me piden, con el mismo amor de siempre, sintiéndome feliz de hacerlo. Los chicos que asisten al lugar esperando ayuda para sus estudios, por sus carencias, sienten lo mismo que yo aquella vez, sabiéndose protegidos por personas atentas a escuchar , aconsejar, enseñar sin esperar nada a cambio… únicamente la inmensa satisfacción de haber sido útil a alguien que alguna vez nos necesitó. Brevemente resumo mi historia, pocas palabras, mucho amor. María Cáritas BN • 23 Laura Coria: 33 años.

Área Animación Por Matías Imaz

Voluntariado,

Testimonio de una vida de entrega Animación Parroquial Desde esta área se promueven las acciones y la organización de la Iglesia que ama con gestos concretos. Desde esta área se aportan los elementos para encender o avivar los fuegos ya encendidos en las comunidades para que después se propaguen. Una Iglesia viva es aquella que se compromete, se comparte, se comunica, contagia. Desde Animación Parroquial se intenta compartir ese espíritu a los equipos de las Cáritas parroquiales para que también ellos sean el fermento en su comunidad.

¿Cómo funciona? Se reúnen una vez por mes con los referentes parroquiales en el espacio de los decanatos de Cáritas, también una vez por mes con la subcomisión de decanatos. A estas reuniones asisten las coordinadoras de cada uno de los decanatos.

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Luchadora incansable y amiga incondicional, son solo algunos de los calificativos con los que sus compañeros del voluntariado y de la vida definieron a Merche Sanguineti. Esta vecina del barrio de Victoria, fallecida el 20 de octubre. Supo desde un principio lo que significaba la tarea del voluntario de Cáritas y la llevó adelante durante toda su vida. Con algo más de 20 años, Merche comenzó a participar de los Campamentos Universitarios de Trabajo, organizados por el Padre “Macuca” Llorens. Los jóvenes visitaban las zonas más necesitadas del país y compartían la vida de los residentes del lugar. En un campamento realizado en Fortín Olmos conoció a Silvio, su marido, que trabajaba con el Padre Mujica en la Villa de Retiro, en Capital. A través de Silvio, Merche se unió al trabajo en esa zona. Junto a otros, recorrían los barrios más carenciados del partido, realizando tareas solidarias, sin dejar de lado la misión evangelizadora. Graciela Imaz, que acompañó a Merche en esa época, destacó el amor y la dedicación que ponía su amiga para mejorar la vida de la gente. “Le gustaba escuchar, sumergirse de lleno y experimentar la forma de vivir que tenía cada una de esas personas a las que iban a ayudar”.

Merche era compañera alegre y sonriente. Recién casada con Silvio, decidieron irse a vivir primero al campo, y luego a Salazar, un pueblo de 2000 habitantes en el Oeste de Buenos Aires, en el que nacieron cuatro de sus seis hijos. Adoptó Salazar como su “lugar en el mundo”; amaba “el oeste” y la vida sencilla de pueblo. Nunca dejó de lado su compromiso social. En la escuela primaria fundó el Taller Artesanal Salazar, que tenía como objetivo enseñarles un oficio a las mujeres y transformarlas en futuras profesoras de artesanía. Realizaban alfarería y cestería. Además organizaban visitas de profesores de otros puntos de la provincia que enseñaban guitarra y patinaje, entre otras cosas. Junto a otras mujeres del pueblo organizó kermeses y peñas e hizo crecer el comedor escolar que funcionaba en la escuela. Al inicio de la década de los ochenta, regresó a Victoria. Los barrios La Cava, Sauce y San Cayetano pertenecían a Cáritas de la Parroquia de Nuestra Sra. de Lourdes, en Beccar. Merche comenzó a colaborar como voluntaria. Teresa Maurer y Joan Firmat se sumaron a ella; trabajaban poniendo principal atención en la importancia de que la misma gente del barrio estuviera representada en las reuniones mensuales

Staff de la Red Animación y tomara decisiones según las necesidades. Eran tiempos difíciles, de inundaciones, ollas populares y situaciones de riesgo emergentes. Entusiasta, inquieta y creativa, sentía la obligación constante de generar cosas nuevas. Su forma de ser inspiraba confianza, lo que le permitió contar siempre con personas a su lado. Más allá de sus reconocidas habilidades para la organización y de su empuje, nunca aceptó cargos oficiales. Le gustaba caminar el barrio, compartir la vida de la gente y atender sus pedidos. María Mejía, coordinadora de Cáritas Diocesano, se encontró con ella por

Inés Amormino Coordinadora del Área de Animación Parroquial y de la Subcomisión de Decanatos

Aurora Álvarez Coordinadora de la Red de Bancos de Medicamentos

Gloria Viglianco Coordinadora de la Red de Discapacidad

Merche representa lo que está llamada a ser la Diócesis “construir puentes que ayuden a vivir en comunión con el otro” primera vez en el 87, en el curso del Centro de Capacitación Pablo VI. María le pidió que se hiciera cargo de armar el voluntariado. Tenía que recibir a posibles voluntarios, capacitarlos y conformar equipos de trabajo. A ella no le gustaba mucho, se definía como “una mujer de acción”. En el mismo curso del Centro Pablo VI, Merche conoció al Padre Agustín Espina, que en ese momento era Diácono en la Parroquia Santa Teresa del Niño Jesús, en Virreyes. Según afirma el Padre, hoy asesor del centro de capacitación, Merche era una persona a la que “nunca le gustaron las estructuras, coordinó la acción parroquial pero jamás le inte-

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Números En los espacios de los decanatos asisten 1 o 2 voluntarios por parroquia: son nueve decanatos y 69 parroquias. Decanatos: Munro, Olivos, V. López, Martínez, San Isidro, Boulogne, San Fernando, Pacheco y Tigre. Voluntariado: Más de 10.000 personas en la Diócesis ofrecen su tiempo y sus talentos en las diferentes formas de voluntariado. Es voluntario de Cáritas todo aquel que en nombre de Jesús asume hacer un gesto de amor. Tomando una frase de San Alberto Hurtado referida a las obras podemos decir que “En nuestros gestos, nuestro pueblo sabe que comprendemos su dolor”. Cantidad de áreas/servicios: ocho

resó figurar”. Entre las mayores virtudes, destacó “su importante reflexión sociopolítica, sin perder de vista a las personas concretas”. Uno de los principales proyectos llevados a cabo por ella y su marido fue la reubicación de 30 familias del barrio San Cayetano en el denominado Barrio Esperanza, en la localidad de Benavidez, entre 1987 y 1990. Siempre recordó ese trabajo como uno de los más gratificantes, aunque también fue costoso y sinuoso. Se organizaban reuniones semanales con las familias. Pasaron dos años sin poner un ladrillo, hablaban y orientaban a la gente acerca del cambio cultural que significaba dejar la villa. El trabajo se realizó comunitariamente, todos participaban de la construcción de las

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casas. A esa tarea Merche y Silvio dedicaron muchos sábados. En ocasiones iban al barrio acompañados por sus hijas menores. Para sus hijos no fue difícil aceptar que tenían –en palabras de Mercedes, la menor– “una mamá compartida”, sencillamente porque nunca sintieron que los hubiera dejado de lado. Mercedes cuenta que tanto ella como el resto de sus hermanos se enorgullecían al ver cómo era reconocida por la gente, cómo la recibían en cada uno de los lugares a los que llegaba. En 1998 viajó al sur con su familia y compartió una Celebración Eucarística del Padre Julio Grassi en El Calafate. Al finalizar la misa, sintió la necesidad de saludarlo y entablar un diálogo con él. Para ese entonces, el Padre Grassi acababa de colaborar con la Obra Don Orione en la creación de un Centro de Día que funcionaba en los talleres del tren de Victoria, destinado a chicos que pedían limosna en los vagones de la línea Mitre. Inmediatamente recibió la invitación para participar de las actividades del Centro. Estar a tantos kilómetros de distancia y que la invitaran a formar parte

de un proyecto a pocas cuadras de su casa, había significado una clara señal; “Es de Dios”, como le gustaba decir. En la Parroquia Nuestra Señora de la Guardia, de la que dependía el Centro de Día, no existía Cáritas. Fue ella, junto a Chichita Madero, la que en 1999 se lo planteó al Padre Caminos, que aceptó la conformación de este organismo de acción pastoral caritativa en la parroquia. Con la crisis de 2001, el trabajo se volvió principalmente asistencial dada la realidad que atravesaba el país. En 2003, cuando enfermó su marido, Merche recorría infinidad de veces por día las calles que separan su casa de la parroquia. A pesar de los problemas familiares nunca abandonó su trabajo como voluntaria. Patricia Arata, una de sus compañeras en aquel tiempo le agradece el haberle enseñado a “patear la calle y a comprender a la gente”. Merche no se conformaba

Escultura del Hijo Pródigo realizada por Merche.

Inés Amormino Coordinadora de Animación

¿Qué es animar? “Animar” significa dar ánimo, dar alma. Es estimular, incentivar, colaborar para que cada uno pueda desarrollar sus capacidades y dones. Esto supone la presencia, la escucha, el acompañamiento, la motivación y la formación. Ir creando espacios para el crecimiento individual y comunitario. Cáritas está formada por personas que por su vocación y en nombre de la comunidad, asumen la responsabilidad de animar la pastoral caritativa desde las Cáritas parroquiales.

con aconsejar y transmitir cosas a las personas que visitaba -afirma Patricia- sino que les brindaba posibilidades, incluso la de que evaluaran su acompañamiento. Jamás levantaba la voz. Su forma dulce y el interés que demostraba por el prójimo (siempre recordaba la situación personal de cada uno), le permitían realizar las preguntas más inesperadas sin que resultaran incómodas. Según quienes compartieron el trabajo y la vida, una de sus principales características fue la de pensar siempre que el otro era capaz, y que sólo necesitaba la oportunidad para demostrarlo. En su persona simple, austera, comprometida y generosa hacia los sectores más necesitados de la sociedad, Merche representa lo que está llamada a ser la Diócesis de San Isidro. Una Diócesis en la que conviven personas con situaciones diferentes, con necesidades diversas y concretas, y en la que es necesario construir puentes que ayuden a vivir en comunión con el otro.

¿QUÉ SIGNIFICA SER VOLUNTARIO DE CÁRITAS? Omar Alberto Díaz, Coordinador de Cáritas de la Parroquia Santa Teresa del Niño Jesús

El voluntariado en Cáritas es la devolución a Dios de todas las gracias recibidas a lo largo de nuestras vidas; también es sentir que somos una pequeña parte de la Caridad de la Iglesia para con todos los necesitados, excluidos, despojados, desterrados y no apreciados, no obstante su característica de hijos de Dios. Tal vez nuestros talentos no sean los mejores que una persona puede tener, pero al compartirlos, se transforman en amor. En la práctica también actuamos como intermediarios entre las comunidades que desean ayudar y aquellos que necesitan esa ayuda. No solo intentamos satisfacer las necesidades básicas sino también las espirituales y morales, escuchando, aconsejando, acompañando y tratando de ponernos en el lugar de quien se acerca a nosotros. Siento personalmente como una llamada especial el haber sido asignado a esta tarea y, con mis virtudes y mis defectos, procuro realizarla lo mejor que puedo.

Franco Ferreyra (20 años). Voluntario en el Apoyo Escolar “San José” de San Fernando. Responsable del taller de cocina.

“Para mí, ser voluntario significa tratar de cambiar algo, cambiar una situación de injusticia por una de solidaridad. Estos dos años que estuve en el Apoyo me ayudaron a ver de cerca la situación de gente que necesita una mano y yo puedo dársela. El ser voluntario está bueno porque puedo compartir con gente que está cerca, en el barrio donde vivo, no hace falta ir lejos para ayudar. Es importante primero ver lo de acá y después lo de afuera. También me ayuda a crecer como persona, a dar y a recibir cariño y también a compartir conocimientos, porque puedo ayudar a hacer las tareas y también cocinar con los chicos algunas cosas que voy aprendiendo”.

Graciela Carrel, Parroquia Ntra. Sra. de Carupá. Voluntaria de un centro de discapacidad

Ser voluntario es vivir el Evangelio desde lo cotidiano, con la coherencia que eso significa. Las Bienaventuranzas, El Buen Samaritano y el Lavatorio de pies en el Evangelio de Juan son mis lecturas recurrentes. Siempre encuentro algo más sobre el servicio. En estos tiempos donde todo parece descartable, existe algo más fuerte que se podría llamar un “río de amor”. Muchísimas personas que trabajan desde Cáritas en forma silenciosa reciben mucho amor, crecen en la escucha, en el encuentro con Jesús en ese hermano concreto que nos enseña a usar los dones que recibimos del Espíritu Santo. Particularmente, hace casi veinte años que soy voluntaria, unos pocos en la red de discapacidad. Me siento muy bien por estar al servicio de mis hermanos especiales, llenos de sabiduría, que me permiten crecer a su lado y encontrarme con voluntarios, como Merche Sanguinetti, que hacen presente el Reino aquí y ahora.

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Cáritas

¿Qué es y cómo trabaja?

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