GOLZINE Porque el fútbol es mucho más que 22 jugadores atrás de una pelota Nº1 / Mayo 2011
Los ladrones sueltos
Declaración de Intenciones
- Hola, ¿usted es el comisario? Venimos a entregarnos. Así de simple. No tenemos armas. Si quieren, levantamos las manos, nos cachean y nos mandan al calabozo. Como le digo: es simple. Esto es Golzine, un experimento completamente lleno de vicios ajenos adoptados como propios. Lleno de ideas que aplaudimos y disfrutamos a más no poder. Lleno de párrafos, pero de esos que nos hacen viajar más allá del festejo de un gol, de conseguir una entrada para la final de nuestro equipo o del abrazo con un hincha completamente desconocido. Lleno de historias en las cuales queremos mostrar que este deporte "es mucho más que 22 jugadores atrás de una pelota". Golzine es un experimento que germinó de las semillas que, sin darnos cuenta, fuimos sembrando a lo largo de nuestra vida. No esperen una especie pura, porque es, para lo bueno y para lo malo, un engendro literario. Soriano, Fontanarrosa, Galeano, Sasturain, Sacheri, Dolina, Apo y muchísimos otros autores que fueron moldeando nuestro gusto literario futbolero son culpables de este pequeño experimento. Culpables los Capote y Salinger, los Varsky y Fernández Moores. Culpables, también, los miles de blogs -‘Vale Chumbar’, ‘En una baldosa’, ‘Tic Espor’, ‘Don Patadón’ y ‘El Diván del Fútbol’ entre otros- que día a día nos descubren un nuevo mundo en un universo que no deja de expandirse. Pero, señor comisario, aún más culpables son el Chiri y Casciari con su revista Orsai, y sus constantes pinceladas sobre la vida y su relación con el fútbol. Sin olvidar tampoco lo culpables que son los hacedores de ‘La Redó’, con sus cientos de comentarios que rozan lo desopilante, y que terminan siendo lectura obligatoria, diaria. Ellos son los culpables de Golzine, de nuestra aventura. Ante lo anteriormente mencionado, y por todo lo que podrá encontrar aquí, nos vinimos a entregar. Entienda que buscamos una línea, que tomamos de los mejores, lo mejor. Trataremos de no defraudar y dar la talla. Por eso, si usted, señor comisario, nos permite, tenemos que volver a trabajar. Tenemos que volver a escribir, a leer, a disfrutar de un partido entre amigos, a compartir recuerdos de tribunas, a gritar goles, a respirar fútbol. Esperamos que usted disfrute de Golzine tanto como nosotros. Gracias, y hasta nunca.
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Rafa Benítez: "Mou es buen entrenador, pero yo soy defensor del producto nacional"
/Editorial
/Contenidos
04. El reposo del guerrero 09. Abecedario Atlético 19. Por un Potosí 22. La pelota como excusa 27. 2014: ¿Último Mundial sudamericano? 31. Neymar: el nuevo... Neymar 34. Selección Argentina ‘B’: el vaso medio lleno 38. Cómo España ganó la Eurocopa y el Mundial 44. Imagen de radio: José Luis Pérez Piscinero 46. Mineros con Pelotas 47. Equipos Históricos: Holanda del ‘74 48. Me lo contó un pajarito 49. La Viñeta de Rubio 50. Letra a letra, trazo a trazo 51. Golzine #2
GOLZINE
Sean ustedes bienvenidos al #1 de Golzine. Podrá sonar a cassette, pero ojalá se sientan como en su casa. Ahí sentados en el sofá, con unas pizzas y cervezas, agua, gaseosa o lo que quieran tomar. Y mientras cortan la primera porción de una de 'muza' que chorrea queso (y aceite), en la televisión está por comenzar el partido que esperamos. Contrariamente a lo que pudiésemos imaginar, no juega nuestro equipo. Tampoco seremos espectadores de un encuentro de la liga de nuestro país. Quizá ni conozcamos ni a un jugador de los que entren entre los 22 iniciales. Ni hablar de los suplentes, entrenadores y colegiados. Con suerte, descifraremos los nombres de los equipos. A las 10 de la mañana de un domingo uno no está para sudokus, y mucho menos para wikipediar acerca de estos dos equipos del torneo de Macedonia. Epa. Por lo menos tenemos un dato concreto: es un partido entre dos equipos desconocidos, pero juegan en Macedonia. Eso lo sabemos. Eso, y que es fútbol, y que estamos ahí por la pasión que nos despierta este deporte que va más allá de nuestro equipo. Golzine nace para que cuando no encuentres ni siquiera un partido de la liga de Macedonia, puedas seguir respirando fútbol. Ojalá se sientan cómodos, como en su casa.
Porque el fútbol es mucho más que 22 jugadores atrás de una pelota
Nº1 / Mayo 2011
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EL REPOSO DEL
GUERRERO Escribe Valerio Zulueta
Valerio Zulueta El inesperado retiro del astro futbolístico Claudio "Maravillita" Bertolari, anunciado ayer por el mismo deportista, ha conmocionado al mundo entero. Y no es para menos: periodistas deportivos y aficionados de cada rincón del planeta consideran al delantero argentino como el más grande jugador de todos los tiempos, la estrella que terminó para siempre con las polémicas referidas a la hipotética superioridad de Distéfano, Pelé o Maradona. El meteórico ascenso de Bertolari a su trono indiscutible consiguió tal unanimidad universal que su adiós será, a no dudarlo, el antes y después de Cristo de la historia del fútbol. "Maravillita" inició su hoy legendaria carrera deportiva el jueves pasado luciendo la casaca de Malón Patrio Unido, modesta institución que cierra sin puntos la tabla de posiciones de la Liga de Fútbol de Nuncaleufú, en La Pampa. El destino, que siempre vela el camino de los elegidos, le puso la camiseta número nueve casi contra su voluntad de muchachón sencillo, ya que el futuro titán de los campos de juego concurrió ese día a la canchita de Malón Patrio Unido con el solo propósito de recuperar su documento de identidad, olvidado allí y depositado a la espera de su dueño en el bufete de la sede social. Lo demás lo hizo el destino. Bertolari se retiraba con su cédula recuperada justo cuando el árbitro del encuentro que debía apurar el equipo local contra el Deportivo Laguna Seca amenazaba con la pérdida de los puntos al dueño de casa por no reunir el mínimo reglamentario de jugadores. El técnico de Malón Patrio Unido no dudó. Tomó a Claudio del brazo y pese a las protestas del joven le urgió a ponerse la número nueve. —Nunca jugué a la pelota, don; encima ando con una gripe de la gran puta, no ve que se me caen los mocos —reculó según se cuenta el futuro "Maravillita". —No importa. Entra, esperá que el árbitro dé la orden de empezar y salí —habría contestado, ante
la evidencia de los mocos colgando, el técnico. Claudio Bertolari, sonándose la nariz con la número nueve de Malón Patrio Unido, ingresó al mismo tiempo al campo de juego y a la historia, para salir quince segundos más tarde de aquél, pero nunca más de ésta. A la mañana siguiente la fotografía de Bertolari saliendo de la cancha mientras despeja su tracto nasal a costa de la camiseta ilustró un breve suelto del periódico regional. "El 9 del perdedor, un tal Bertaruli, o Bertoncini, besa la casaca de Malón Patrio Unido a pesar de la goleada en contra", explicaba el epígrafe. Testigos consultados en la tierra natal del ídolo cuentan que la foto llamó la atención de cierto corresponsal espontáneo que cada tanto envía algún material a los diarios de Buenos Aires. Aparentemente el comedido prefirió embellecer un poco el epígrafe y, en pocas horas, la imagen del moqueante Bertolari recorría el país desde las páginas del más popular deportivo del país, acompañada de unas líneas: "Claudio Bertolari, la maravilla del Sur, deja la cancha besando la camiseta tras una faena inolvidable". El semanario decano del deporte argentino, ni lerdo ni perezoso, se hizo de la fotografía y para no ser menos la mandó a la tapa. "Quién para a ‘Maravillita’ Bertolari: juega, golea y besa la camiseta", tituló en grandes tipos. Aquel desconocido que luego de marear rivales lleva a sus labios con unción los colores de su escuadra, no podía pasar desapercibido en los mercados siempre ávidos de cracks sudamericanos. El lunes a la mañana "Maravillita", como ya se lo conocía aunque él no se hubiera enterado todavía, pasaba a formar parte de la nómina del afamado representante de futbolistas Ottavio Alonso y éste lo tenía ofrecido a varios clubes europeos. La fluidez del mercado de pases del viejo continente hizo lo suyo. En minutos Bertolari era jugador del Lieja de Bélgica; hasta que una hora después el Real Madrid, siempre a la caza de ta-
Iraola: ''Muniain tiene muchas cosas del Kun Agüero''
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El reposo del guerrero lentos, adquiría el pase del jugador. Pero a las siete de la tarde el Manchester United, tras desembolsar una cifra nunca igualada hasta la fecha, madrugaba al Real y se quedaba con el contrato. Las redacciones se desesperaban informando y contrainformando a medida que la cotización de Bertolari subía y su nombre era pronunciado en más y más idiomas. "¿Bertolari a Europa?", se preguntaba la portada del gran diario argentino al día siguiente; "Se va Maravillita, nomás", se leía en la tapa de "Olé", que debió reimprimirse a último momento para anunciar que "Claudio ya es del Inter: el mejor futbolista del mundo viaja de Manchester a Milán". Sí. La poderosa escuadra milanesa batía una vez más el récord en la cifra abonada por el pase de un futbolista. Mientras tanto, asistido por su flamante representante y algunos allegados que a esa altura de los hechos se desplazaban en una caravana de combis, Bertolari demostraba que no se llega casualmente a los primeros planos sino que, por el contrario, sólo quienes se hacen valer terminan en la cima. Sus exigencias iban elevándose con el sucederse de los acontecimientos: recién vendido al Lieja, "Maravillita" manifestaba, besando a pedido de los fotógrafos la casaca del club belga, que aspiraba a ganar casi tanto como su padre, un taxista jubilado; pero mientras su pase fluctuaba entre el Real Madrid y el Manchester el astro endurecía sus condiciones. En conferencia de prensa difundida por las cadenas internacionales de noticias decía Bertolari: "Bertolari es un profesional, Bertolari va a dar la vida por los colores del Real o del Manchester pero Bertolari no mueve una gamba por menos de dos millones", ello dicho con el acompañamiento de fragorosos ósculos sobre ambas camisetas. Quien haya podido pensar que "Maravi-
llita" estaba tirando demasiado de la cuerda no pudo estar más equivocado. Apenas el Inter mostró interés por adquirirlo Bertolari llamó a una nueva conferencia de prensa: "Bertolari está listo para dar todo por el Inter; Bertolari viaja hoy mismo si es necesario, pero Bertolari piensa que la carrera de un profesional es corta y hay que hacerse valer". Al mismo tiempo que cubría de besos apasionados la casaca azul y negra solicitó que la dirigencia milanesa pusiera a su disposición un castillo en España, aunque al explicársele que
"Bertolari capaz que pisa alguna vez Alemania, pero Italia jamás"
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Milán no queda en España se mostró flexible en la búsqueda de una solución negociada; pidió además autos, aviones, botes, submarinos y transbordadores espaciales para sus movimientos y la renuncia inmediata del primer ministro canadiense. El club italiano, huelga decirlo, se allanó a todo. Y hasta ofreció a "Maravillita", en lugar de la renuncia del premier canadiense, cambiar el sentido del tránsito a todas las avenidas de Milán para facilitar el traslado del jugador a los entrenamientos; o bien —si así lo prefería— mudar el estadio a media cuadra del castillo reservado al astro. Pero no hubo caso. El miércoles muy temprano y por TV Bertolari tronó: "Bertolari está cansado del manoseo de los dirigentes y del primer ministro canadiense. Bertolari se quiere quedar en el Lieja o en el Manchester o en el Real, que son los colores que Bertolari lleva en el corazón. Bertolari prefiere retirarse antes que ir a jugar al Inter: Bertolari jamás pisará Alemania." Tras discreto susurro de su representante, Bertolari
Silvio Berlusconi: "Quiero fichar a Cristiano Ronaldo"
Valerio Zulueta agregó: "Bertolari capaz que pisa alguna vez Alemania, pero Italia jamás". Se iniciaron entonces frenéticas consultas telefónicas entre Milán y Ottawa, mientras Bertolari permanecía frente a un millar de periodistas encerrado dentro de una heladera, ya que desde el pasado viernes una corporación multinacional que las fabrica patrocina a "Maravillita" y el jugador debe lucir el artefacto en todo momento. El primer ministro canadiense no se mostró encantado pero finalmente accedió a renunciar para no frustrar el pase del siglo. Cerca de la medianoche de ayer, y cumplida la razonable exigencia del astro, las partes se disponían a firmar en el contrato. Pero consciente de su valía Claudio Bertolari ya había endurecido las tratativas. "Bertolari está dispuesto a dar la vida por los colores del Inter —dijo, ametrallando a besos la correspondiente camiseta; —pero Bertolari tiene una condición más: que Paraguay esté donde ahora está México, y que México esté en la parte del mapamundi donde está Paraguay. Si no, Bertolari no viaja". Como no podía ser de otra manera la exigencia de Claudio "Maravillita" Bertolari impulsó un debate universal que tarde o temprano debía llevarse a cabo. Mientras el fabuloso jugador aguardaba la respuesta dentro de su heladera, miles de dirigentes, periodistas, intermediarios, amantes del fútbol y del deporte en general se preguntaban anoche si la imparable carrera de contratos millonarios y el endiosamiento del atleta rentado no habrán llegado demasiado lejos. Pregunta que quizás no tenga respuesta todavía, no al menos para los millones de paraguayos y mexicanos que, si todo sale como se arregló finalmente, se cruzarán el viernes que viene más o menos a la altura de Venezuela, cargados con sus petates, en camino hacia sus nuevas ubicaciones geográficas. Claudio "Maravillita" Bertolari descenderá en el aeropuerto de Milán besando la camiseta del
Inter ante el delirio de los tifosi lombardos. Al pie de la escalerilla, sin embargo, su representante agitará un telegrama y una nueva camiseta para besar: "Tirá ese trapo, Claudio; te compró el Barcelona". Ya habrán pasado cinco días, cinco largos días, desde el lejano momento en que esa leyenda viviente que es Claudio Bertolari pisó por primera vez una cancha de fútbol. Este verdadero veterano de quince segundos de lucha, idolatrado por las hinchadas de Malón Patrio Unido, el Lieja, el Manchester, el Real y el Inter, alcanzará a probarse por algunos minutos y no sin antes cubrirla de besos la casaca azulgrana del Barça. Después será durante toda una noche titular indiscutido del Bayern Munich, ampollándose los labios en el consabido homenaje a sus nuevos colores; posteriormente adquirido en 370 millones de dólares por el Celtic de Glasgow y, apenas besada su camiseta blanca y verde, tendrá que salir disparado hacia Brasil: "Bertolari siempre fue hincha del Flamengo, y para Bertolari defender los colores del Flamengo es el sueño del pibe", confesará con la boca inflamada de besuquear su último uniforme. Sólo pondrá como condición que el Río Amazonas corra de norte a sur, y no de oeste a este; afortunadamente, a lo que es justo nadie se niega, ni siquiera el Ministerio de Asuntos Hídricos del Brasil. Sin embargo, con las localidades del Maracaná agotadas para ver a "Maravillinha", con el mundo entero pendiente de la transmisión satelital mejor vendida de la historia, Bertolari anunciará su retiro. Opulento como Craso y con los labios a la miseria, el viejo gladiador de 19 años ya carga sobre sus espaldas demasiado tiempo de fútbol, de aviones, de continentes, de castillos y de heladera. Durante casi una semana le ha dado todo al deporte, a sus fanáticos, a sus colores. Nada es para siempre. Después de seis días —qué menos que Dios— es la hora del reposo.
Erik Lamela: "Para mi viejo hasta ahora no jugué un partido bien"
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...se tiene que ‘traspirarʼ
El Tablón
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea con lugar en Luxemburgo y fecha 15 de diciembre de 1995 dictó sentencia en la cual declaraba ilegales las indemnizaciones por traspaso y los "cupos de extranjero" de jugadores nacionales de estados miembros de la Unión Europea (UE). O lo que es lo mismo, desde ese día entró en vigor la “Ley Bosman” que permite la libertad de movimientos de futbolistas europeos entre países sin que ello suponga ocupar plaza de extranjero. Con un pasaporte europeo, un mínimo dominio del balón (o por el contrario, una mínima habilidad hacia el atropello del contrario que domine el balón) y un buen representante, encontrar equipo para jugar en Europa fue más fácil que pedirle a “Maravillita” Bertolari que se saque una foto besando el escudo de una camiseta. Desde ese día, ese momento, los clubes europeos se convirtieron en un desfiladero de jugadores que imposibilitó ni siquiera disimular el negocio en el que se habían convertido las transferencias.
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Cuando José Antonio Lavado Bueno (de ahora en adelante, el Chiqui) nos envío la nota que van a leer a continuación, me acordé del blog “En una Baldosa” (enunabaldosa.com), que como carta de bienvenida explican que nació como un espacio de homenaje a “promesas que quedaron en la nada. Extranjeros de paso olvidable. Ilustres desconocidos. Buscavidas en el exterior. Inventos que juegan por el apellido. Eternos suplentes. Héroes con 15 minutos de gloria. Hombres a prueba. Famosos con pasado en una cancha. Nombres portadores de nostalgia. Futbolistas resistidos, ignorados, olvidados y con historias dignas de ser contadas.” Y en parte, en eso se convirtió el Atlético: un desfiladero en el que cada jugador busca una historia, una foto, para poder contarle y mostrarle a su nieto, y sigue viaje. El abecedario del Chiqui tiene muchos de esos baldoseros, que nos ayudan a entender un poco mejor el alcance de los representantes, intermediarios y editores de videos, que gracias a la Ley Bosman, encontraron en el fútbol un lindo currito.
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ABECEDARIO ATLÉTICO DE LLANTOS Y CALESAS Escribe José Antonio Lavado Bueno Ilustra Rubio
En ocasiones, el abecedario merecería tener 50 letras. Esta es una de ellas. Permítanme presentarme: para lo que nos interesa, soy socio del Atlético de Madrid. Eso, antes que nada, me ha supuesto un conocimiento profundo de todas las tragedias que puede sufrir un aficionado al fútbol. También alguna ligera noción sobre la felicidad, no les miento, pero mucho más esporádica. Cuando Emi me propuso escribir sobre mi equipo en este estreno de Golzine, me di cuenta de que para muchos, mi Atleti es sólo uno más. ¿Cómo hacerles ver que se equivocan? La
pregunta quizá tenga cientos de respuestas, desde Hamburgo y Barcelona al añito en el infierno que fueron dos. La mía gracias a una idea de Jesús, el tipo que pinta también en esta página, fue recordar 27 fichajes con los que se entiende mucho mejor el último cuarto de siglo rojiblanco. Hay grandes y pequeños, futbolistas que marcaron una época y otros que ni llegaron a estrenarse. Sólo comparten dos cosas: ninguno nació en España y todos, por suerte o desgracia, componen la historia reciente del Atlético de Madrid.
Cappa: "Raúl define con la delicadeza con la que se cierra la puerta de un Rolls Royce"
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José Antonio Lavado Bueno Abass Muyiwa Lawal (2000/2001) Se pueden escribir 40 folios de los últimos 25 años de calamidades atléticas o se puede pronunciar este nombre. Ustedes mismos. Lawal, con toda justicia un perfecto desconocido futbolístico, llegó a debutar en el Calderón con el primer equipo atlético. Él era el bueno de los cuatro. Los cuatro eran los cuatro negritos. Los cuatro negritos eran cuatro chavales (Lima, Maxi, Djana y él mismo) que el Atlético de Madrid dijo haber fichado por 2.740 millones de pesetas (más de 15 millones de euros) a la sociedad Promociones Futbolísticas. Ninguno de ellos era jugador profesional. Promociones Futbolísticas era una empresa de la familia Gil, dueña del club, que debía al Atlético 2.740 millones de pesetas. Años más tarde, el Tribunal Supremo sentenció lo que parecía evidente: la familia Gil había estafado a su propio equipo. Las estampitas eran las fichas federativas de los cuatro supuestos futbolistas.
Burgos, Germán Adrián Mono (2001/2004) Al Mono Burgos le preguntaron una vez cómo era posible que, además de ser portero del Atleti, tocara en un grupo de rock.
Sólo soy futbolista dos horas al día, fue su respuesta. Un tipo sensato que perdía la cabeza apenas se ponía la gorra. La angina de pecho permanente en el uno contra uno. Para bien o para mal. Tan loco como para dejar un Mallorca de Champions por un Atleti de Segunda y hacernos reaparecer desde las alcantarillas.
Cholo Simeone, Diego (1994/1997 y 2003/2005) No era el más rápido, tampoco el más técnico, ni siquiera el mejor jugador de aquel Atlético de Madrid. Pero Simeone era aquel Atlético de Madrid. A su lado Caminero rompía cinturas de Nadal, Pantic traía copas de cabeza y Kiko lanzaba flechazos a la Liga. Con él en el campo, nadie se metía con los nuestros. Papá Cholo estaba mirando. Tras emigrar a Italia unos años, volvió en 2003 con las mismas ganas, pero seis años de más y una rodilla hecha polvo. El tiempo sólo perdona si te llamas Donato: Simeone acabó desapareciendo de las convocatorias. Tanto que se volvió a Argentina en uno de los primeros vuelos de 2005 para jugar en Racing y hacerse entrenador. Todos sabemos que algún día volverá.
Dani Carvalho (2000/2003) Es falso eso de que lo único relevante que hizo Dani Carvalho en toda su carrera fue meternos un gol. Nos metió dos. Cuando marcó el primero era un imberbe que aún jugaba en el Ajax. Ese gol nos costó salir de Europa. El otro estuvo tres años marcándolo continuamente en el Calderón y nos salió carísimo. A Carvalho le traicionaron sus ojos, su pinta de modelo de cualquier pasarela convertida en cualquier discoteca. Desahuciado para el 11
Abecedario Atlético: de llantos y calesas fútbol, lo dejó con 27 años. A esa edad en la que todos los demás empiezan a ser grandes, él, imperdonable en un portugués, tiró la toalla.
Eller, Fabiano (2006/2008) Cada década, Dios sólo permite que nazcan dos brasileños que jueguen mal al fútbol. El Atlético de Madrid, no hace mucho, los ha tenido los dos. Uno es Cléber Santana, el otro Fabiano Eller. Defensa central, llegó del fútbol turco por petición de Javier Aguirre un poco después de las Navidades de 2006. Se presentó, palabrita, con la aspiración confesa de convertirse en el mejor central de la Liga. Seis meses más tarde, lo cedimos a Brasil. Volvió la temporada siguiente para confirmarnos que los sueños no suelen hacerse realidad.
Futre, Paolo (1987/1993 y 1997/1998)
Un galáctico por adelantado. Futre fue el nombre que todos nos dibujamos en la camiseta cuando las camisetas no llevaban nombre. Gil, todavía candidato, puso el triple de pasta de la que ofrecía el Inter por él para traérselo al Atleti. En 8 horas, cambió Milán por una discoteca de Madrid. Para su presentación, aclaro. En el Calderón apenas le-
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vantó dos Copas del Rey, pero con él en el campo, éramos tan grandes como cualquiera. Cuenta que, jugando ya en el Marsella, rechazó una oferta del Madrid. Deambuló por el mundo hasta que, mientras veía un entrenamiento desde la grada, Antic le invitó a jugar una pachanga porque faltaba un jugador. Cómo estaría la cosa que se acabó quedando todo el año. Jugó, poco, con el 12 en la espalda. Un sacrilegio para todos los que un día regateamos una farola llevando su 10.
Gamarra, Carlos (1999/2000) Junto a Chamot iba a formar la pareja de centrales que tapiaría la puerta atlética. Junto a Chamot y algún otro, fue colaborador necesario en un descenso a Segunda división que todavía sobrecoge al pueblo Atlético.
Hasselbaink (1999/2000) Jimmy Floyd Hasselbaink. Segundo máximo goleador de la última Liga en la que nos atrevimos a ganar en el Bernabéu, Hasselbaink fue también el hombre que falló el penalti de Oviedo. El que nos hubiera permitido soñar quizá una semana más con no bajar. Pero el mismo tipo que hasta entonces había evitado la tragedia con sus goles, se dejó aquel por marcar. Sus lágrimas de gigante desolado fueron las de todos. El Atlético se fue a Segunda y Hasselbaink al Chelsea, donde siguió anotando con la facilidad que, en Madrid, no había sido suficiente.
Ibagaza, Ariel (2003/2006) Lo suyo no es una carrera, sino el resumen de diez o doce. Ibagaza, como tantos, es ese futbolista con
Di Stéfano: "El Milan quiso ficharme pero al final me quedé en el Real Madrid”
José Antonio Lavado Bueno calidad que destaca en un equipo de perfil mediobajo, ficha por el Atleti, suponiendo que éste sea un equipo de medio-alto, y se deja caer. Tres temporadas estuvo de rojiblanco, seis partidos buenos se le recuerdan. En concreto, los seis que se jugaron mientras negociaba su renovación. Fue firmar y buscar salida: el año siguiente, regresó al Mallorca para continuar jugando a su fútbol de ratos.
Juanchi González (1998/1999) Vieri nos había dejado tirados el día antes de empezar la temporada. Malvivimos hasta Navidad. Era evidente que hacía falta un delantero centro. El Calderón bramaba. Un día de invierno, sus muros amanecieron con una pintada: Gil, traete a Romario. Y Gil se trajo a Juanchi González.
Kun Agüero, Sergio (2006/actualidad) Hemos fichado a Maradona. Fue lo único que acerté a decir, boquiabierto y premonitorio, cuando me enteré de que Agüero, con 17 años, iba a ser atlético.
De eso hace cerca de cinco temporadas y todavía me pellizco de vez en cuando en el estadio. Como el tipo feo que ligó con la modelo, tememos cada día que se rompa el hechizo. Agüero coge la pelota y sabes que va a pasar algo. Ve más que los demás, más que todos nosotros. Y una pelota imposible para cualquiera es, para el Kun, el principio de una copa europea en Hamburgo. Agüero es un jugador luminoso. No hace falta que se vaya para que ya sepamos que es el mejor futbolista al que veremos de rojiblanco en varias décadas.
Lubo Penev (1995/1996) Penev o el arte de estar en el momento justo en el sitio adecuado. Lubo llegó al Atleti buscando un buen contrato y perder de vista al entonces presidente del Valencia con el que acabó, no exagero ni un poquito, a hostia limpia. Aterrizó en un equipo que necesitaba un delantero como el comer. Marcó 22 goles entre Liga y Copa. Su sociedad con Kiko fue uno de los ingredientes fundamentales del doblete. Pero el chico era de talante, por hablar esta vez bien, inquieto: un año después de llegar, salió tarifando del Atleti con destino Compostela.
Musampa, Kizito (2003/2004) Musampa no era uno de esos futbolistas que son más nombre que otra cosa. Kizito era sólo nombre. Titular en el Bernabéu el día que el Ajax se llevó por delante al Madrid camino de su segunda final de Champions, nadie pareció reparar en que cuando llegó al Atleti venía rebotado del Girondins y del Málaga: ya de vuelta de todo. El día en que su traspaso era inminente, su respuesta a los periodistas fue de las de hombre comprometido: “a mí me da lo mismo, mi vida no Pep Guardiola: “Mi tiempo en el Barça se acaba”
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Abecedario Atlético: de llantos y calesas depende de eso”. Y lo cumplió: Musampa acabó jugando tan poco en el Calderón como lo hacía en Málaga. La grada, casi siempre sabia, correspondió en su justa medida: ‘Musampa no se vende, Musampa se regala’ clamaba una pancarta en el estadio poco antes de que se fuera.
ese campeonato para comprar su AEK y convertirse en el salvador de un club amenazado de descenso por los tejemanejes del hombre que le hizo exiliarse, ironías de la vida, en el Manzanares.
Nikolaidis, Demis (2003/2004)
Necesitábamos un delantero y, hay tradiciones ancladas en la noche de los tiempos, llamamos a nuestro representante de cabecera para que nos vendiera uno. Entonces el favorito era un tal Paco Casal que llegó con Richard Núñez, uruguayo del Grasshoppers suizo, bajo el brazo. Podría haber sido literalmente: tan pequeñito era Núñez. El problema es que Super Richard no era lo que se dice un 9, sino un todocampista. En definición de alguno de los (pocos) que le conocían, era lateral, volante zurdo, mediapunta o delantero. Un tipo polifuncional, el eufemismo idóneo para decir que realmente no jugaba bien en ningún puesto. Con ocho partidos disputados, un par de ellos de inicio y dos goles que le marcó en la última e irrelevante jornada al Getafe, se nos fue para México, donde acabó buscándose la vida antes de volver a su país.
Para qué vamos a engañarnos, si por algo nos acordamos de Demis Nikolaidis en el Calderón es por su costumbre de llevar siempre una muñequera en cada brazo, lo que le daba una extraña pinta de gladiador que él nunca perdía ocasión de alimentar. Llegó del AEK de Atenas huyendo de su Gil particular. Era la temporada 2003-2004 y no hizo mala mezcla con Torres mientras le dejaron las lesiones. Mandó ese verano el Atleti un delantero a que jugara la Eurocopa con Grecia, ganaron los griegos el torneo y nos devolvieron un exfutbolista. Nikolaidis colgó las botas tras
Nuñez, Richard (2004/2005)
Olivera, Rubén Ariel el Pollo (2003/2004) Uno busca en el diccionario el concepto marronazo, y aparece la historia de Olivera, el Atleti y la Juventus de Turín. Navidades de 2003, por sorpresa nos enteramos que la Juve nos cedía a un centrocampista ofensivo del que ni habíamos oído hablar, ni nadie, por supuesto, había pedido. Si los bicampeones de Italia y subcampeones de Champions se habían fijado en él, algo tendría el pollo cuando lo bendicen -pensamos con un candor digno de un convento de ursulinas. Medio año estuvimos preguntándonos que coño hacíamos pa-
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Sergio Batista: "Juan Pablo Carrizo es una de mis debilidades"
José Antonio Lavado Bueno gando a un presunto futbolista que no llegó nunca a debutar en nuestro equipo. A toro pasado nos explicaron los porqués: teníamos en una copropiedad rara con River, Rosario y Cerro Porteño a Matías Lequi. La Juve quería a Lequi y, si se ponían flamencos, podían negociar directamente con los suramericanos y dejarnos sin un duro. Así que el representante de ambos jugadores, ¿adivinan? Paco Casal, ofreció el cambalache: nosotros nos traíamos a Olivera para que no se aburriese en Turín y ellos compraban a Lequi dejando algo de parné en el Manzanares. Trato hecho. Como a estas alturas ya imaginarán, Matías Lequi no acabó en la Juventus, se marchó a la Lazio, el Atleti no vio un duro de todo aquello y sólo fue un equipo más en la lista de cesiones y años sin jugar que encadenó Olivera hasta su vuelta a Uruguay de donde ahora lo ha repescado el Lecce.
deos que le enviaba el propio futbolista. Para el resto era otro aspirante más a comer caliente de nuestra lamentable economía. Pero resulta que Pantic, el primer futbolista de Primera para el que eso de la presentación en un estadio fue literal, era un gran jugador de fútbol. Dirigió todo lo que hizo falta en un equipo tan escaso de directores y marcó. Marcó mucho. Cualquier falta en la frontal del área era susceptible de que Milinko la colara. Harto de meter goles con los pies, tenía reservado el primer tanto de cabeza de su carrera para una ocasión especial: con casi 30 años, marcó así el gol que nos dio una Copa del Rey. Hoy, más de 12 de años después de que se fuera, el córner derecho del fondo Sur del Calderón, sigue teniendo cada partido un ramo de flores en su honor.
Pantic, Milinko (1995/1998)
Quinton Fortune llegó al Atleti porque en Inglaterra no le daban el permiso de trabajo. Cuatro años le sirvieron para jugar seis partidos en el primer equipo rojiblanco. Luego, para pasmo general, se lo llevó el Manchester United como sustituto de Giggs. Ryan Giggs, con el United, acaba de establecer el récord de edad para un jugador en la Champions. Fortune lleva un año sin equipo tras conocer las segundas divisiones de la mitad de Europa.
Quinton Fortune (1995/1999)
Rade Bogdanovic (1997/1998)
Hola. Soy Milinko Pantic y vengo a haceros campeones de Liga y Copa. Dijo lo primero al llegar a España, no lo segundo. Pero debería haberlo dicho. En el verano de 1995 a Pantic sólo lo conocía Antic y porque se había hinchado a recibir ví-
2900 millones de pesetas, casi 18 millones de euros. El mismo precio por el que luego vendría Vieri. Esa cantidad dijimos que nos había costado Rade Bogdanovic, un delantero de brillante carrera asiática: Corea y Japón. Pronto vimos que sería un tipo de banquillo. Del nuestro y del de la Audiencia Nacional: Miguel Ángel Gil acabó admi-
Samuel Eto'o: "No fue culpa de Ibrahimovic que el Barça pagara tanto por él"
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Abecedario Atlético: de llantos y calesas tiendo que había pagado por él semejante disparate sabiendo que era un paquete, pero fue, según dijo, para que la empresa que lo representaba pusiera a tiro a jugadores de relumbrón para el Atlético. Todo el mundo hizo como que se lo creía y nosotros todavía los seguimos esperando.
Sosa, Marcelo el Pato (2004-2005) Cuando el centrocampista llamado a ser titular en tu equipo se presenta, da dos cabezazos seguidos a una pelota y se cae al suelo de culo, sabes que no vas a tener un buen año. No lo fue ni para nosotros ni para él. Dicen que Marcelo Sosa llegó al Atleti recomendado por José Luis Garci, como parece evidente, mejor cineasta que ojeador. En una temporada, le dio tiempo a demostrar que no está capacitado para jugar seriamente a esto de la pelota, que sí lo está para partirse la crisma con un aficionado y que hay equipos, como Osasuna, que aún fichan peor que el Atlético. Se lo llevaron la temporada siguiente sin que sepamos demasiado bien qué vieron en él.
Tren Valencia, Adolfo (1994/1995) Protagonizó, en plan pasivo, uno de los episodios más lamentables de la lamentable historia de Gil como presidente Atlético. Como buen internacional colombiano, Adolfo Valencia fracasó en la Liga española. No sé el motivo. Simplemente, pasa. El Tren venía de ser el máximo goleador en el Bayern de Munich y jugar el Mundial de Estados Unidos. Pero el delantero rápido y efectivo que compramos se convirtió, no bien respiró la kryptonita del
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Manzanares, en un tuercebotas de mucho cuidao. Tras un partido contra el Logroñés en el que Valencia falló todo lo que se puede fallar y parte de lo que no, Gil sacó al racista que llevaba dentro para decir algo así como al negro ese que le corten la cabeza. Fue la misma temporada en que otra amenaza recurrente hacia los jugadores era Furia, una cría de cocodrilo adoptada como mascota por un presidente que hablaba con su caballo. Ya ven, esos años el Atleti era un carnaval.
MagUy, Serge Alain (1993/1994) Serge Alain Maguy, costamarfileño. Otro de los chanchullos épicos del fútbol patrio. Llegó al Atleti en Navidades del 93 diciendo que su nivel era el de Maradona. Lo fichó Gil y Gil con el sólido argumento de dos vídeos y el más sólido aún de su reciente nombramiento como cónsul de Costa de Marfil en España. Es una operación política, llegó a confesar Gil con escaso sentido del ridículo. Nadie sabía a ciencia cierta si Maguy tenía 23 o 27 años, pero sí que el presidente de su club de origen era hermano del embajador costamarfileño en España. El mismo que acababa de otorgar un cargo a Gil. Antes de volver a su país, Maguy tuvo 8 partidos para demostrar que sus similitudes con Maradona terminan en que ambos son bípedos e implumes.
Vieri, Christian (1997/1998)
José Antonio Lavado Bueno El hombre del gol imposible al PAOK. El tipo de los cuatro tantos al Salamanca en aquel partido que perdimos. El juego de Vieri, efectivo, demoledor, era la viva imagen de lo que cualquier hincha siempre sueña. Su currículum, la peor de sus pesadillas: 15 equipos en su carrera, salvo en el Inter, nunca aguantó más de una temporada en cada uno. A nosotros nos tocó la 97/98. Marcó 24 goles en 24 partidos, terminó el Mundial, cogió el portante y se fue el día antes de empezar la Liga. Nos dejó 4.300 millones de pesetas y un proyecto que durante todo el verano se había hecho para él convertido, en apenas una noche, en un penoso desguace.
Wicky, Raphael (2000/2001) Ser suizo y futbolista es demostrar muy poco ojo en esta vida. Raphael Wicky vino del Werder Bremen a intentar que rebotáramos en nuestra caída a Segunda. No lo logró y con las mismas acabó volviendo a Alemania para hacernos, sin saberlo, de avanzadilla en Hamburgo. Nadie recuerda demasiado bien si era alto o bajo, rápido o lento, pero por el Calderón, de vez en cuando, se sigue
escuchando nombrar a un tal Wicky, el único vikingo que aceptamos como nuestro.
X Se llama así el futbolista del que más se habla últimamente en el Vicente Calderón. Centrocampista creativo, con visión de juego, buen pase y capaz de echarse el equipo sobre sus espaldas. Se busca.
Yankov, Zlatko (1992/1993) Es muy difícil sorprender a una afición como la atlética tan hecha a llantos y calesas. Pero el triple salto mortal del esperpento que fue el fichaje de Zlatko Yankov merece un lugar de honor en esta lista. Yankov, que luego sería 80 veces internacional en la Bulgaria de Stoitchkov, llegó a Madrid el 11 de marzo de 1993 por capricho de Gil, se presentó de rojiblanco, fue incapaz de dar dos patadas seguidas al balón e inmediatamente lo empaquetamos para Valladolid. Pobres. Si no debutó en el Atlético, allí apenas jugó 6 partidos antes de hacer la maleta y ponerse otra vez a recorrer mundo.
Zoran Njegus (1998/2001) Lateral, mediocampista, algo en general que pululaba de vez en cuando por la banda derecha de mi equipo. Uno de los artífices del exitazo que supuso bajar a Segunda división a una plantilla llamada a pelear por la Liga. Según logramos salir del infierno lo mandamos hacia Sevilla donde también acabó de mala manera. Despido improcedente denunció. Si lo hubieran visto jugar...
Jorge Amor Ameal: “No creo que haya muchos amigos en el plantel, es algo común”
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Cenizas de Rosas
El Tablón
“No hay volcán que frene esta locura”. Con esa bandera, ese trapo, el Chiqui, Juanjete y Raúl esperaban, en el aeropuerto de Barajas, poder embarcarse para hacer varios miles de kilómetros y llegar a Alemania, donde en unas 48 horas su equipo estaría enfrentando al Fulham por la final de la Europa League. Desde esa mañana todos los vuelos en el viejo continente fueron cancelados por la nube de cenizas proveniente del volcán islandés Eyjafjalla, lo que aumentó -si aún era posible- la épica atlética. Esa misma tarde los llamé. Sentados, esperando novedades, me atendieron. De vez en cuando, me contaron, desplegaban la bandera y salían en televisión. Raúl, orgulloso, llegó a salir al aire en un falso directo comentando las bondades de la bufanda tejida por su abuela: “Esta bufanda nunca perdió una final”. Tampoco había jugado tantas, pensé. Si el avión no salía, había un Plan B. Me alegró escuchar eso, porque más allá del resultado final, no estaban haciendo otra cosas que escribir una historia digna de escuchar una y otra vez. Si el Eyjafjalla seguía escupiendo cenizas al cielo, ellos viajarían por tierra, en auto. Juanjete había tra-
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zado una ruta y un cronograma de turnos de manejo en el que llegaban a Hamburgo, quizás, hasta antes que los equipos. Era una locura, mire por donde se lo mire, pero de las lindas. Al final lograron viajar en avión. Llegaron a Alemania, se proclamaron campeones -no es un dato menor, pero tampoco era fundamental-, y festejaron. Caminaron por Hamburgo con sus orgullosas bufandas, tomaron cerveza con extraños, cantaron abrazados con hinchas que no conocían ni volverían a ver, se subieron al avión de vuelta y fueron a Neptuno. Ahí, a la misma fuente donde una vez, ellos tres sin nadie más, fueron a festejar una victoria que los acercaba al repechaje de la Champions League. Porque el Atlético (como todos los demás clubes) es eso: compartir historias más allá de un resultado, de una racha, de los jugadores que llegan, tocan y se van, una y otra vez. Es sentirse parte de un fútbol que queda en segundo plano porque, en realidad, no deja de ser un evento social para disfrutar con la familia, amigos y contrarios. Sin importar el resultado. Como le pasó a Santi, que viajó a ver un partido de la Primera División de Bolivia, con amigos.
Diego Armando Maradona: “De San Lorenzo no me llamó ni el bufetero”
POR UN
POTOSÍ Escribe Santiago Tiraboschi
Ni el Ojo del Inca, ni la Casa de la Moneda. Potosí le tenía preparada otra -sí, otra- sorpresa: su estadio. El impactante "Víctor Agustín Ugarte", arropado en la altura boliviana por la cordillera que hermana a gran parte de Sudamérica, como lo hace el fútbol. Viajó en enero, aprovechando el buen clima, y el 15 cuando llegó a destino. Desestimó el plan inicial: preparar la nota, conseguir los tickets aéreos y llegar para cubrir un partido de la liga local. Esa vez quiso vivir la experiencia desde otro punto de vista: desde lo cultural. Mochila al hombro, caminos de tierra, empanadas y un sinfín de autobuses, amables viajantes y mucha caminata lo depositaron en la puerta del Ugarte. Sentado en la vereda, una radio del restaurant en donde almorzó anunciaba el arranque de la Liga Profesional de Bolivia. Y ahí estaba él, a nosecuántos metros tratando de sacarse la
duda de si la pelota dobla, o no. Potosí se vistió con sus mejores ropajes para que su Nacional reciba al mítico Strongest de La Paz. Se cumplían las expectativas creadas. El local llegaba de un gran torneo en la "B", en la que logró el ascenso a la máxima categoría. La ciudad era una fiesta, y no era para menos. Con su entrada en mano, decidió entrar al estadio ni bien pudo. Por un lado, el placer de saborear un estadio lleno de colores, aromas y canciones nuevas; por otro, el poder sentarse y dejar su mochila descansando en el cemento de la tribuna. Por lo bajo le comentó a un hincha local que por el paisaje, el precio de la entrada ya estaba justificado. No recibió respuesta alguna, y poco le importó. Estaba feliz. Estaba respirando fútbol. Con el correr de los minutos, el Ugarte se fue llenando de coloridas pinceladas con formas
Por un Potosí de personas. Un niño le ofreció golosinas, y adivinando el acento, le preguntó por Carlitos Tévez, Riquelme y Messi. Sin perder lo cortez, y por los 12 años del pequeño vendedor, trató de hacerle entender que esos jugadores no eran más que dioses terrenales. Le explicó que la magia del fútbol va más allá de los cracks, y que ellos, en ese momento, estaban siendo partícipes de un momento único en Potosí. Como es obvio, el niño no se fue del todo conforme con la respuesta. Trató de memorizar algún cántico de la hinchada local, de descifrar las banderas, de adivinar los movimientos. Quiso sentirse parte del espectáculo, aunque el partido se encargaría de que así fuera, porque al final se vivió una fiesta que no dejó indiferente a nadie. Renán Addles llevó a su equipo en volandas. El final del primer tiempo mostró un justo 3 a
0 en contra para el local, su Nacional. Entonces se animó a cantar, a aplaudir, a ponerse de pie. Empujó junto a la hinchada a un Potosí que llegó a igualar el encuentro en 3 goles. Era un milagro. O mejor dicho, fue un fiesta que duró poco. El bueno de Addles se inventó una jugada donde quedó claro que la pelota no dobla, contrariamente a las caderas de tres defensores que quedaron desparramados en el césped de un estadio que optó, una vez finalizado el partido, por retirarse con la cabeza bien en alto. Antes de cerrar su cuaderno de anotaciones, garabateó una y otra vez ‘Addles’, levantó su mochila y enfiló al centro de la ciudad. Se despidió del Ugarte, no sin antes agradecer su calidez y juró volver a visitarlo, esa vez llevará la camiseta de Nacional de Potosí puesta.
La tribuna es una fiesta
El Tablón
Estoy seguro de que Santi, hincha de River, no se acuerda de cómo fueron los últimos diez goles de su equipo del alma. Contrariamente a los siete que se metieron en el partido entre Nacional de Potosí y el Strongest, no se los olvida más. Así es el fútbol. Hay momentos en que por suerte el deporte, el fútbol, vuelve a ser nada más que un juego. Otros en que ni siquiera es un juego pero es toda una experiencia de vida. Tan cerca hoy, pero tan alejada de nuestra realidad, llegar a Potosí implica convertirse en un turista que busca la integración inmediata a las costumbres de los lugareños. Qué se come, dónde ir, de qué se vive. Y cómo se vive. Cuando la ciudad se ‘desnuda’ para sentirse mejor y más ligera, es ahí donde el ‘cómo’ nos muestra su realidad. Generalmente las
grandes fiestas son excelentes ocasiones para vivirlo. Y un partido de fútbol es una gran ocasión. En una ciudad desconocida, con dos equipos que no nos pertenecen y un resultado que no condiciona nuestro estado de ánimo, nuestros sentidos captan la inocencia que hemos perdido: l del hincha, las canciones, los colores, los aromas, el frío del hormigón. Todo eso fue Potosí para Santi. Para la estadística fría, el fútbol como competencia, termina ineludiblemente atado a la victoria o al fracaso. Como recuerdo, siempre la alegría o la tristeza de una tarde fútbol están ligada al fútbol como excusa de otras historias, las que siempre contamos y que, por suerte y en su gran mayoría, tienen un final feliz. Como tiene que ser.
Juan Sebastián Verón: “A Sorín lo voy a cagar a trompadas”
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LA PELOTA COMO EXCUSA Escribe Fernando Blasco
Fernando Blasco Como no podría ser de otra manera, Circo Hugo se asocia a lo que fue la fiesta del Fútbol Mundial ofreciendo información que, mientras altamente pertinente, no es común hallar en el diario batallar de los medios de comunicación. Creemos que conviene que un evento de la envergadura y trascendencia del Mundial sea considerado con perspectiva histórica. No nos referimos al análisis de corto plazo que significaría considerar los países que ganaron el torneo a lo largo de los años ni al escrutinio de las posibilidades de los distintos equipos (tarea que cuenta ya con extensa cobertura), sino a la historia antigua. Claro que si se habla de historia antigua el asunto es dónde empezar. El universo tiene unos 14 mil millones de años(¿?), el ser humano entre 5 y 7 millones, y el homo sapiens sapiens apenas unos 200.000 años. Pero para hablar de registros más o menos significativos no se puede retroceder más que unos tres mil años. ¿Qué tiene que ver esto con el Mundial de Fútbol 2010? Benedetto Croce sostenía que “toda historia es historia contemporánea”, lo cual es una manera de decir que el que no conoce el pasado no puede entender el presente y, lo que es mucho peor, puede imaginar muy poco del futuro. Se podrá argumentar que el conocimiento del pasado es siempre parcial y sesgado, cuando no definitivamente erróneo (Napoleón escribió: “Qu’est ce l’histoire, sinon une fable sur laquelle tout le monde est d’accord?”). ¡Pero lo mismo pasa con el conocimiento del presente! Pon lo tuyo en consejo, y unos dirán que es blanco y otros que es negro, decía Sancho Panza. Tenía razón Sancho; tan mal se accede a conocer el presente que cada cual puede tener de él opiniones totalmente opuestas. Para poner un ejemplo más a tono con el tema del Mundial de Fútbol: basta escuchar una discusión sobre un partido para que parezca que todos los que estuvieron presentes hablan de eventos diferentes. Así es la capacidad humana para el conoci-
miento. Limitadísima, tanto para el pasado como para el presente. Pero por más limitada que reconozcamos a nuestra capacidad cognoscitiva, es lo único que tenemos para tratar de dar algún sentido al Circo, así que con eso vamos. El asunto es que, se mire como se mire, ¡es verdad que toda historia es historia contemporánea! Ya sé que esto parece no tener nada que ver con el Mundial, pero pido un poco más de paciencia que, como dice Sancho, todo saldrá en la colada. La mínima digresión acerca de la historia sólo intenta preparar el terreno para introducir en la discusión, del modo más natural posible, a Diógenes, el filósofo griego del siglo IV de antes de la era cristiana. Puesto en el contexto de los 200.000 años del homo sapiens sapiens, un hombre de hace apenas dos mil trescientos puede considerarse realmente contemporáneo, y sus comentarios deberían acarrear validez aun para el más limitado de los hombres vivos en el siglo XXI. El hecho es que Diógenes ya hablaba del Mundial de Fútbol 2010. No lo digo para que se tome literalmente, por supuesto; pero es difícil imaginar algo más parecido al Mundial de Fútbol que los Juegos Olímpicos de su época. Y, ¿qué tenía Diógenes para decir de los Juegos Olímpicos? Decía que había visto “grandes multitudes en los Juegos Olímpicos, pero ninguna persona”. De Diógenes se decía que era muy violento para expresar su altanero desprecio por los demás. Las multitudes que se entusiasmaban con los eventos deportivos le molestaban especialmente. Decía también de los juegos de Dionisio que eran una “gran maravilla de tontos”. Qué era lo que molestaba tanto a Diógenes sólo puede inferirse, pero creo que con bastante precisión. Por empezar, si bien es cierto que los eventos deportivos pueden pensarse en términos casi artísticos como una exhibición del cuerpo humano, de sus posibilidades armónicas y de sus destrezas, son casi nulos los espectadores (presen-
Teo Gutierrez: "Cuando me dicen negro, les digo 'bueno blanco’”
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La pelota como excusa
La verdadera motivación de casi todos es la posibilidad efímera de sentirse parte de algo mayor a sí mismos
ciales o televisivos) que están motivados por ese aspecto. La verdadera motivación de casi todos es la posibilidad efímera de sentirse parte de algo mayor a sí mismos, de algo que los supera y los trasciende. Hablamos de un equipo que representa a un grupo. Ser parte de ese grupo y sentir la pasión de ese grupo es lo que buscan los participantes del evento. Que gane mi equipo es lo que importa. Vale la pena entonces ver qué es el grupo, cómo está formado. En los eventos deportivos cotidianos el grupo es una versión humana del mínimo común múltiplo, es decir, un grupo al que se puede pertenecer con sólo cumplir la condición mínima, en este caso, sencillamente, la de declararse miembro del grupo. Mínimo precio; mínimo y común. Ese precio permite compartir la pasión. No importa, por supuesto, que el grupo también admita a ignorantes absolutos, a infelices, a psicópatas y a neuróticos de todas las clases. El mecanismo psicológico que impulsa a aliarse a un grupo de este tipo (a “ser hincha” de un equipo) se alimenta de la suposición de que el triunfo del equipo elegido aporta a los miembros de ese grupo alguna forma de validación o de primacía, y de la esperanza de que el triunfo (en sí mismo irrelevante e insignificante pero, por sobre todo, ¡triunfo ajeno!) permita anular, aunque sea efíme-
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ramente, la realidad de la miseria a la que cada uno está sometido por el simple hecho de su humanidad. Es lo kitsch. En los eventos deportivos extraordinarios como los Juegos Olímpicos de Diógenes o el Mundial de Fútbol, la tendencia a la inmersión en el grupo (lo que llaman “la pasión por el deporte”) responde, además de lo anterior, a cuestiones más complejas dictadas más que nada por la identificación con el país (con la ciudad-estado para los contemporáneos de Diógenes). En realidad, tanto la ciudad-estado como el país no son nada más que límites arbitrarios determinados por la extensión de lo que los poderosos de un grupo social logran establecer como área de usufructo. Ellos, en una suerte de mecanismo de auto-preservación, tratan permanentemente de ampliar su ámbito de influencia y de controlar a sus pobladores con el fin de cobrarles impuestos, explotar sus recursos naturales, venderles productos (a los que protegen de la competencia a través de gravámenes o manipulaciones de la moneda), imponerles derechos de autor, someterlos a sus leyes, a sus manejos financieros, a sus salarios y a sus condiciones de trabajo y, finalmente, mandarlos a luchar por ellos si los poderosos de otras regiones les cuestionan su predominio territorial. No hay juicio ético en los comentarios an-
Giampaolo Pozzo: “Alexis Sánchez tiene el potencial de Messi”.
Fernando Blasco teriores. No se trata de que los poderosos sean malos o perversos. Simplemente, así es cómo ha funcionado y así es cómo funciona. Es humano. Por supuesto, este problema no se resuelve con la eliminación de los poderosos. Se ha intentado, y la experiencia muestra que el nuevo grupo que toma el poder (los nuevos poderosos) se comportan exactamente igual. Es humano. Pero no por eso hay que aceptar las consecuencias a nivel individual, y cuanto mejor lo entendemos mayores son la posibilidades de liberarnos. ¿Cómo logran los poderosos mantener el control siendo muchos menos que los aprovechados? No a través de conciliábulos conspirativos. Es un simple proceso de negociación y de alineación de intereses que termina generando una complicada red de propaganda, de miedo y de mentiras (“une fable sur laquelle tout le monde est d’accord”), cimentada en el mantenimiento de la masa en un permanente estado de dependencia económica y de inferioridad cultural. ¿Exagerado? ¿Extremo? Para no alargar la lista de colaboradores en este artículo, sigamos con Napoleón Bonaparte, que supo tener bajo su control a toda Europa. Napoleón escribió: “Es necesario que una constitución sea corta y oscura. Debe estar hecha de manera de no molestar la acción de gobierno”, y agregaba honestamente dos aclaraciones: “El corazón de un hombre de Estado debe estar en la cabeza” y “La pobreza, las privaciones y la miseria son le escuela de un buen soldado”. Lo único que hace falta agregar es que “un hombre de Estado” (un poderoso) tiene la cabeza en la billetera. ¿Se puede escapar de esto? Son muy pocos los hombres libres. Muy pocos los que pueden resistirse a los mecanismos de manipulación y control. Uno fue Diógenes, pero para lograrlo tuvo que aceptar vivir en la calle (en una tinaja) y soportar incomodidades y desprecio. Diógenes, que por su filosofía punzante se había transformado en un hombre famoso, estaba un día sentado to-
mando el sol cuando pasó por allí Alejandro Magno. Al ver al filósofo, Alejandro, el hombre más poderoso de su tiempo, se acercó y le dijo: “Podés pedirme el favor que quieras”, y Diógenes contestó: “Pido que por favor se mueva, porque me está tapando el sol”. La mayoría de los hombres quedamos muy lejos de Diógenes. Muchos no sólo sucumbimos a la manipulación y al control sino que hasta los preferimos porque nos permite un cierto sentimiento de seguridad y de estabilidad. Entonces nos lanzamos con pasión al Mundial de Fútbol, a sufrir y gozar si los de camiseta de un color les ganan a los de camiseta de otro color. Nos escapamos hacia los eventos deportivos. Organizados por países (o por ciudades-estado), son útiles para reforzar las sensaciones de pertenencia y de dependencia que sostienen los esquemas de poder vigentes. La bandera, el orgullo nacional representado por nuestros once, el himno, el amor a la patria, todo vale para convencer a la masa para que acepte someterse a “valores superiores” que sostienen la supremacía de los poderosos instalados al tope de la pirámide. Que el país es una unidad impositiva y legal, que la bandera de un color o de otro vale exactamente lo mismo y, en realidad, muy poco (como bien saben los que venden en las afueras del estadio), y que la patria es un negocio de unos pocos, son conceptos peligrosos que el Mundial de Fútbol ayuda a adormecer. Y sin embargo, es muy lindo juntarse con los amigos, con pizza y cerveza, a ver el Mundial. Y está muy bien. Mientras no seamos hinchas de nadie, mientras no compremos la propaganda, mientras nos respetemos. Como escribió Erasmo: “El hombre realmente prudente reflexiona que, ya que él mismo es un mortal, no debería desear ser más sabio que lo que corresponde a un mortal, sino que debe jugar su suerte con el resto de la raza humana y avanzar torpemente en buena compañía”.
Adriano: “Cuando vuelva a mi ritmo, voy a darle muchas alegrías al club”
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Maracanazo não tem fim
El Tablón
El fútbol desata en nosotros el deseo de viajar por viajar, sin más. A Santi lo llevó a Bolivia, al Chiqui a Alemania y hace un año, miles y miles de fanáticos partían hacia Sudáfrica. En todos los casos el fútbol no fue más que una excusa, pero para el Mundial lo fue aún más. Tengo la teoría de que si uno fuera un personaje frío, de esos que maneja su vida como si fuese una planilla de excel, no tendría ni que contratar televisión por cable. Mucho menos viajar a ver un Mundial. ¿Para qué? ¿Para viajar sabiendo que tu equipo no tiene chances, y desde que se juegue el primer partido ya estar haciendo cálculos de quién lo eliminará y cuándo? ¿Con qué necesidad? Solo habrá un campeón. De 32 equipos 3 o 4 tiene realmente chances de campeonar. De esos, sólo uno festejará. ¿Y si encima ese Mundial se desarrolla en Brasil?
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No importa. ¿O acaso los hinchas uruguayos se volvieron antes de la final del Mundial de 1950? Personalmente, como argentino, ya estoy ahorrando para el 2014. Ariel escribe un artículo realmente muy fundamentado de por qué ésta puede llegar a ser la última cita mundialista en la región. Sea o no así (ojalá que no), ahí estaremos. Y estarán los hinchas de las 30 selecciones restantes, con más o menos posibilidades, pero como escribió Fernando, sintiéndose parte de algo mayor a sí mismos. Viajar por viajar. Para disfrutar, para vivir un encuentro histórico, y para poder tener una (u otra) historia que contar. Con la pelota como excusa y con el sueño -en sus 31 versiones posiblesde ser testigos de un nuevo maracanazo. Aunque sea por última vez.
Manuel Pellegrini: "El Real Madrid nunca conseguirá jugar como el Barcelona"
BRASIL 2014
¿EL ÚLTIMO MUNDIAL SUDAMERICANO? Escribe Ariel Judas Ilustra Alejandro Salcedo
¿El último Mundial en Sudamérica? Brasil 2014 puede cerrar un ciclo para el fútbol latinoamericano. Si a futuro se confirma la tendencia expuesta por la FIFA con la elección de Rusia y Qatar como países organizadores de las certámenes de 2018 y 2022 las posibilidades de que se juegue un Mundial al sur de los Estados Unidos en las ediciones más o menos inmediatas parecen reducirse de manera dramática. Desde el torneo organizado en 2002 en adelante el ente rector del fútbol a nivel planetario ha dejado en claro que hay dos variables que toma muy en cuenta para elegir la sede de un Mundial: la expansión hacia nuevos escenarios y -fundamentalmente- el retorno económico. Una vez que termine la final del Maracanâ en poco menos de tres años a las federaciones iberoamericanas les costará mucho complacer y ajustarse al nuevo standard impuesto por Blatter y su Comité. Hay factores que contribuyen al pesimismo. El primero de ellos es el que indica que la FIFA parece dispuesta a romper el principio de rotación de continentes. Alemania 2006 fue el primer paso. Y las recientes declaraciones de los jerarcas del fútbol mundial dan a entender que una decisión en ese sentido podría hacerse oficial relativamente pronto. Así, la escala ocasional en territorio sudamericano -hasta ahora esperada y más o menos respetada- perdería muchísima potencia en la lista de prioridades de los jerarcas que toman decisiones en Zürich. Uruguay y Argentina anunciaron recientemente una romántica precandidatura de cara a la Copa de 2030, cuando se cumplirá un siglo del primer Mundial de la historia, jugado en tierra charrúa. Chile, en solitario o en sociedad con Argentina, también ha dejado caer que podría plantearse la posibilidad de postularse como país organizador próximamente. Colombia en algún momento buscará enmendar la renuncia al torneo de 1986 (era originalmente la sede del certamen que finalmente se llevó a cabo en México). Y, te-
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niendo en cuenta el panorama geopolítico actual, no sería descabellado que Venezuela se convirtiera en otro aspirante oficial dentro de la CONMEBOL. Pero -y este es el segundo ingrediente que alimenta mi pesimismo-, ¿Cuántas opciones reales tendrían estos países ante la postulación de competidores como China, Australia y Estados Unidos (todos aparentemente dispuestos a ofrecerse como sede del Mundial 2026)? ¿Y qué pasaría ante la aparición de nuevos actores en el universo de la FIFA, como India o Canadá, que comienzan a asomar como mercados rentables para un evento de este caracter? No nos olvidemos, además, de Europa Occidental, que también por ese entonces se sentirá con derecho a reclamar una nueva oportunidad dentro de su geografía. El tercer elemento que juega en contra de una nueva Copa del Mundo en Sudamérica es el económico. Brasil ha podido imponer su candidatura para ser sede en 2014 no solo en base a su riquísimo historial futbolístico y a su presente como el país que mayor cantidad de jugadores exporta al planeta cada año. La FIFA ha concedido a la CBF el próximo Mundial porque, fundamentalmente, se le ha garantizado el retorno monetario que parece ser clave para obtener el visto bueno de los patriarcas del Comité Ejecutivo. Una edición de Panorama -uno de los programas más prestigiosos de la BBC- arrojó luz sobre los requisitos que hay que cumplir para resultar elegido en uno de esos cónclaves. Pago de cánones, entrega de los derechos televisivos y de mercadeo, exenciones impositivas. Todo en beneficio de una organización teóricamente ecuménica, como Fédération Internationale de Football Association. Brasil -indiscutida potencia regional- es el único país sudamericano con espaldas para hacer frente a esta lista de exigencias. Absolutamente consciente de esta realidad, la FIFA facturará a mitad de 2014 el último Mundial en América Latina en mucho tiempo.
Juan Mercier: “Mi interés de irme a Racing era porque quería comprarme una casa"
Ariel Judas Centroamérica vive una realidad mucho menos favorable que la de Sudamérica. Y México ya ha organizado dos campeonatos. Parece complicado que en el futuro inmediato le toque en suerte ser sede de un tercero, pero lo que sí es un hecho es que es uno de los pocos países que cuentan con el visto bueno para reemplazar sin demasiado aviso previo a cualquier organizador que falle con su cronograma de obras e infraestructura. Todo apunta a que la próxima Copa del Mundo que se juegue en territorio americano será dentro de la órbita de la CONCACAF, seguramente de la mano de las postulaciones de Estados Unidos y Canadá. De acuerdo con los trascendidos que llegan desde Suiza, los representantes del fútbol sudamericano votaron por la candidatura conjunta de España y Portugal y por la propuesta de Qatar. En el primer caso, por afinidad cultural y por reciprocidad con las federaciones organizadoras (especialmente con la RFEF). En el segundo, por un interés meramente económico que seguramente se verá recompensado a futuro (si es que ya no ha sido debidamente reconocido). La CONMEBOL se ha comportado de una manera absolutamente mercenaria con la postulación de Estados Unidos para ser sede del Mundial 2022. Un hecho curioso, teniendo en cuenta que Nicolás Leoz y los cardenales de la Confederación Sudamericana aspiran a seducir a los equipos de la MLS para participar de competiciones como la Libertadores. Y para -eventualmente- conseguir que desde Alaska a la Patagonia algún día el fútbol responda a una única autoridad. Diplomacia nula. Y más recelo de la CONCACAF hacia su par del sur del continente. Una CONMEBOL mercenaria que ha respondido al reclamo también mercenario del ente organizador de Qatar 2022. Mohammed bin Hamad Al-Thani, el jeque que ha estado al frente de la candidatura del emirato ha prometido donar nueve estadios desmontables que serán usados en ese Mundial a países en vías de desarrollo. ¿Serán De Jong: “Me trataron como si fuera un criminal”
esas canchas-frigorífico parte del pago por los favores prestados durante la votación en Zürich? Si fuera el caso, ¿Podemos esperar ver alguno de estos futurísticos escenarios en Sudamérica? ¿Qué país sería el beneficiado, llegado el caso? Posterguemos este debate para dentro de doce años. La FIFA, que se publicita como ecuménica, tal vez sea el actor más mercenario de todo este cuento. Más allá del proyecto competitivo, del análisis de infraestructuras y del retorno económico, a la máxima autoridad del fútbol poco parece interesarle que un Mundial se juegue en países donde las libertades individuales no son respetadas (en forma parcial o total), donde la democracia no se ejerce de manera plena (o, directamente, no se ejerce), y donde la prensa trabaja bajo severos condicionantes (por no decir que se ve censurada, de manera velada o explícita). Poco importa la realidad de Rusia y Qatar en este momento. Poco importó lo que en 1978 se vivía en Argentina, bajo un sanguinario gobierno militar. Demasiadas sombras en el futuro para las aspiraciones de los países latinoamericanos. Por eso creo que es necesario darle aún más valor a la próxima Copa. Un campeonato que dentro de la región que nos interesa no debería ser visto por el aficionado como un evento solo relevante para los brasileños. Por más de un motivo la cita de 2014 es “el” Mundial de Sudamérica. El último que probablemente se realice en el continente en varias décadas. El último que -hasta nuevo aviso- se va a organizar a nuestra manera, con nuestra impronta (y no me refiero al estilo de la CONMEBOL, precisamente). El último que en mucho tiempo va a tener nuestro sello. Sin Abramovichs, sin macroeconomías que nos sustenten, sin razones monetarias que nos hagan atractivos a futuro de acuerdo con las variables que hoy vivimos. Brasil 2014 puede ser nuestra última oportunidad de vivir algo tan importante jugando más o menos como locales. Ojalá lo sepamos valorar. 29
Juventud, divino tesoro
El Tablón
Messi llegará a Brasil con 26 (para 27) primaveras en su espalda. Según dicen los que saben, ésa es la edad ideal para jugar un mundial. Quizá porque sea la edad con la que Maradona se convirtió en el mejor jugador de planeta, allá por el ‘86 en México. Con 26 llegó Iniesta a Sudáfrica y se fue con la Copa del Mundo. También con 26 Robinho formaba parte de una selección brasileña que fue un fiasco, en Alemania 2010. Pero con 22 Pelé se proclamó campeón en el ‘62 en Chile, aunque con 18 ya había festejado en Suecia. Con 22 Messi llegó a Sudáfrica y se volvió con un equipo en llamas. Con 22, a Maradona le pasó lo mismo en España ‘82. Con 22 llega Neymar al 2014. Demasiados números para mi idea de fútbol. Demasiados nombres que van y vienen, y que uno, a esta altura del partido, no sabe todavía quién estará y quién no. Es muy probable que parte de los equipos del próximo mundial estén compuesto por jugadores que todavía no debutaron oficialmente en la ‘mayor’. Y eso demuestra cómo cambian los tiempos. La línea de tiempo de un jugador estaba marcada por su paso en inferiores, alguna convocatoria a una selección juvenil, el debut en pri-
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mera división, la consolidación en el primer equipo, una transferencia importante, la llegada a la selección, la consolidación con la elástica nacional, el regreso al equipo en el que se formó y el retiro. Todo eso transcurría en un lapso de tiempo de 18 o 20 años. Ahora el lapso es casi el mismo, sólo que el paso por inferiores hasta la llegada a la selección, el debut en primera y la transferencia a un equipo ‘grande’, ocurre en no más de 3 años. Los 15 años restantes, o se es figura o un ‘Maravillita’ Bertolari de la vida. El fútbol, o mejor dicho, el mercadeo del fútbol, convirtió a las plantillas en lo que son los equipos de gimnasia artística de Europa Occidental o Asia: con 20 años, si no sos leyenda, sos descartable. Faltan 3 años para el Mundial 2014, muchísimo tiempo para el fútbol de hoy. ¿Será la consagración de Messi como el mejor del planeta? ¿Neymar iniciará su reinado desde su Brasil natal? ¿España será testigo del recambio generacional de su plantilla? Éstas tampoco dejan ser preguntas tan frías como los números, algo tan ajeno al juego de fútbol como necesario durante la semana entre partido y partido.
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NEYMAR (EL ‘NUEVO’... NEYMAR) Escribe Mauricio Texeira
Mauricio Texeira A día de hoy es un muy buen jugador, que a medida que pase el tiempo, sin duda alguna, se convertirá en un crack.
al Real Madrid, Barcelona, Juventus o Milan. Tampoco descarto que se quede un tiempo más en el Santos, si éstos se desprenden de Paulo Henrique Ganso.
Forma de juego
Selección
Crack o buen jugador
No estoy de acuerdo con los que lo tildan de egoísta. Si está bien acompañado, con jugadores que saben moverse, es un gran asistidor. Es un jugador que siempre encara, que va al frente. Su único punto negativo es que a veces simula faltas, se tira. Igualmente, con Muricy Ramalho (nuevo entrenador del Santos) y con Mano Menezes (DT de Brasil), estos vicios irán desapareciendo.
La comparación con Robinho
Es inevitable. Salieron de la misma cantera (del Santos), son protagonistas en Brasil. A Neymar le faltan títulos nacionales, pero a sus 17 años era mejor que Robinho, lo mismo que ahora a sus 19. La diferencia estará en cuando Neymar pegue el salto a Europa.
Robinho, el "nuevo Pelé"
Neymar puede ser el nuevo Neymar. Tiempo al tiempo.
Grandes de Europa, o...
Lo ideal sería una temporada en un equipo de segunda línea, sin presión mediática y que lo ayude a adaptarse al fútbol europeo. Igualmente esto será imposible, por su contrato (muy alto, inclusive para el fútbol sudamericano), y por lo que ‘vende’ un jugador que va camino a convertirse en titular en la mismísima selección de Brasil.
Danza de nombres
Se habló mucho del Chelsea. Yo no descartaría ni
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Ya está preparado. Con casi tres años para el próximo Mundial, sin la presión de jugar las eliminatorias, y con un grupo que carece de delanteros efectivos, se hará un lugar entre los titulares en breve... si no es que ya se lo ganó.
¿2014 o 2018?
Puede ser la figura de los Mundiales 2014, 2018 y 2022 si no tiene problemas físicos, fuera del campo de juego y si hace las elecciones correctas con lo que respecta a su carrera.
Fiestas, Dios, redes sociales...
Con 19 años capta toda la atención propia de una estrella. No pertenece al grupo de jugadores que cada dos palabras mencionan a Dios. Es polémico con sus declaraciones en las redes sociales y en la prensa. Por ahora no hay registros de que sea una amante de las fiestas como en su momento los fueron (y lo son) Ronaldo, Ronaldinho, Adriano y el mismo Robinho, entre otros. Además está muy contenido por su padre.
19 años
Hace cosas propias de un chico de su edad, como su corte de cabello y su lenguaje en Twitter. Pero también ha participado en telenovelas, usa vestimenta de marca con complementos de oro y autos de lujo. Esto no deja de ser parte del perfil de los jugadores de fútbol de hoy en día, pero por suerte, Neymar parece ser un buen chico de 19 años.
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La vida por un hashtag
El Tablón
No hace mucho, Raúl Jimeno (@menottinto), en una de sus locuras -que son muchas, pero de las buenas- lanzó un hashtag de lo más acertado: #NeymaralAtleti. Es imposible, como escribió Mauricio, no ponerse a comparar la carrera de este Neymar con lo que fue la de Robinho. Misma cantera, mis prensa, misma camiseta verdeamarelha dos talles más grande. Estaba en Madrid cuando Robinho se declaró en rebeldía y no se presentó al entrenamiento del Santos. Presionó para pasar al Madrid y debutó frente al Cádiz, en La Bombonera mediterránea. Hizo uno o dos caños, y un sombrerito. Hermosos todos. El As y el Marca llenaron páginas hablando del ‘nuevo Pelé’. El crack, a los años, pidió ser traspasado al Chelsea, para ser el mejor jugador el mundo, pero terminó en el City. Al año, bajó en helicóptero, y de la mano de Pelé, en el campo del Santos para jugar a préstamos por un año. Tampoco allí pudo ser el mejor jugador del mundo, y pasó al Milan, desde donde hoy lo sigue
intentando. Se le acaba el tiempo. Si hay algo que le sobra a Neymar, en este momento, es justamente tiempo. El hashtag de Raúl, no es una locura porque, si algo se puede sacar en claro de los errores de Robinho, es que la presión lo superó. O que Robinho no era tan bueno como lo pintaron. Ronaldo, Ronaldinho, Lucio y Alves llegaron a Europa y, contrariamente a lo que suele suceder, jugaron en equipos de segunda línea. La adaptación y el devenir de sus carreras fueron muy distintas a las de Adriano, o el mismo Robinho. Habrá que ver cuál sea el destino de Neymar. El Atlético sería una gran idea. Y una locura, como las de Raúl. Pero mientras practicamos futurología, Neymar sigue en Brasil. Y ojalá que siga unos años más. Todavía le sobra tiempo para ser figura en Europa. La selección de Brasil es un claro ejemplo de que ya no hay que jugar en el viejo continente para ser tenido en cuenta por el entrenador. El sueño colchonero del hashtag puede esperar.
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SELECCIÓN ARGENTINA
EL VASO MEDIO LLENO Escribe Emi Yahni Ilustra Alejandro Salcedo
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El vaso medio lleno Cuando Daniel Alberto Passarella asumió como seleccionador nacional, creó un equipo con jugadores locales. Las negativas de los clubes de Europa a ceder jugadores, la distancia y la posibilidad de ir modelando un grupo que pudiese entrenarse durante la semana fueron los principales argumentos del Kaiser y la mejor definición de por qué de un equipo ‘B’. Fue parte de una regeneración del fútbol argentino post Maradona jugador. El debut ante Chile (victoria albiceleste en Santiago por 0-3) fue con un equipo formado por incipientes estrellas del torneo local: J.Zanetti, Ayala, Arruabarrena, Bassedas, Espina, Ortega y Rambert. Ese equipo significó un cambio de ciclo: atrás quedaba parte de la generación del ‘86 y de la resaca del Mundial ‘90. La historia continuó cuando Maradona (imán económico y político de gran llegada al público) tomó las riendas de la selección, cuando el Coco Basile decidió dar un paso al costado por no tener onda con los más jóvenes. El Diego, entre locales y ‘extranjeros’ convocó a más de 100 jugadores, entre los que llaman la atención los casos de Ariel Ortega, y los que a posteriori fueran mundialistas en Sudáfrica, como Ariel Garcé y el interminable Martín Palermo. Días atrás, con el Checho Batista al mando, Argentina debutó con su equipo ‘C’. Sí, ahora además de la ‘selección local’ -que sería el equipo ‘B’- tenemos tercer equipo: dícese de un grupo de jugadores del torneo argentino que forma parte de clubes que no disputan competiciones internacionales. El (bueno) del Checho hace malabares para cerrar una convocatoria y quedar bien con el mundo empresarial que maneja la Selección. A veces la lista está compuesta por jugadores que no son ni titulares en sus equipos, pero, es lo que hay. No hace mucho, un artículo del diario La Nación (Buenos Aires, Argentina), titulado “¿Para
qué sirve la Selección Argentina?” remarcaba cinco puntos a tener en cuenta acerca de selección de Batista en su versión local. El informe se basó en dos puntos políticos (intereses del Gobierno e intereses de Grondona para con la gente, clubes y federaciones del interior del país), dos puntos económicos (recaudar y cotizar jugadores) y un punto deportivo (las conclusiones que el DT pudiese obtener acerca de jugadores y planteos). Y ahora yo me pregunto: ¿Qué pito tocamos nosotros en ese circo? La respuesta es simple, y es la de siempre: ninguno. Lo de cada domingo, pero con la selección. En un país donde se habla más de lo que se hace, en donde se roba más de lo que se hace, y en donde se piensa menos de lo que se habla, es conveniente parar la pelota, y como espectadores de lujo que somos, tratar de ver el vaso medio lleno. Estos tejes y manejes políticos son aún más viejos que la relación del poder con el fútbol. El denominador común a lo largo de la historia ha sido siempre el hincha. Por eso, a continuación, desde ahí haremos camino al andar. Argentina posee un gran polo futbolísticoeconómico (Capital Federal y el Gran Buenos Aires) y luego equipos del interior que van y vienen, suben y bajan, aunque algunos, como el caso de los equipos de La Plata o Rosario, ya son un clásico de la Primera División. Por cuestiones demográficas, económicas y políticas este fenómeno, esta polarización, se extiende a todo gran evento cultural que suceda en el país. Contrariamente a lo que hacen países como Brasil o España, la Argentina juega de local en las eliminatorias siempre en Buenos Aires. La última vez que se jugó en el interior, fue ante Brasil en Rosario y por pedido de Maradona. La historia, que arrancó con un cruce de declaraciones entre el Diego y los jardineros de River Plate, llevaron al primer equipo a Rosario, a 300 kilómetros de la Capital. Brasil facturó y se volvió con los tres puntos, mientras que
Sergio Rondina: “Con 18 puntos en juego, si no sumo 5, me pego un tiro en los huevos”
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Emi Yahni Argentina confió, nuevamente, su suerte de cara a Sudáfrica a las tribunas del histórico Monumental. Con el vaso medio lleno, es entendible que la Selección Argentina local vaya evangelizando hinchas en cada estadio del interior que se inaugure, en donde haya un acto político que respaldar con una fiesta popular. No está mal. Siguiendo el ejemplo de Brasil, que siempre fue una selección que ‘mechó’ jugadores de Europa con los que disputaban el Brasileirão, que exista una Selección Argentina que permita a los jugadores del ámbito local tener una oportunidad, siempre es de agradecer. La motivación puede ser tal, que antes de ‘desaparecer’ en una liga de segunda línea (léase Europa Oriental) o con petro-
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dólares, podrán apostar por poder llegar a vestir la albiceleste y salir de gira por el interior para seguir luchando por ganarse un puesto en la selección en su versión ‘A’. El fantasma de cotizar jugadores no existe como tal: es una realidad. Cuando un representante, junto con el intermediario, acreditan convocatorias y minutos en la selección de sus protegidos, curricularmente poco importan que la selección sea ‘A’ , ‘B’ o ‘C’. ¿Y a nosotros qué? Menos que menos, si ya nos estamos acostumbrando a ver a los jugadores como a esas figuritas que cambiábamos en los recreos del colegio: hoy están, mañana ya no, pasado vuelven. Ya no con su brillo original, y hasta con alguna punta rota. Por eso,cuanto más se queden y los podamos disfrutar, mejor. La Copa América, próxima a realizarse en junio en Argentina, es una excelente excusa para seguir apostando por un equipo que como banco de pruebas es mucho más importante de lo que muchos creen. Por la gente, por los jugadores, y porque a futuro se puede recuperar la mística albiceleste, con juego propio y con un espíritu auténtico, sin buscar un espejo de juego en Europa. Sin perder tiempo, y con la aguas más tranquilas, desde la AFA ya se trazó la ruta de la Selección ‘B’: ‘el interior’. Como dijimos no es más que una excusa para cumplir con una exigencia empresarial o política. Qué más da. La gente es parte fundamental del circo, y conoce muy bien su papel. Compra una entrada, se pone la celeste blanca y disfruta de jugadores que despuntan a miles de kilómetros de su realidad. Hoy al equipo local se lo reclama desde todos los puntos cardinales de nuestro país. Quizá germine de este experimento otro equipo como aquel que le ganó a Chile en el primer partido de Passarella. El Checho es el director de un equipo que se convirtió en circo ambulante, y no está mal que así sea. Por nosotros, y nuestro fútbol.
Casualidad Favorable
El Tablón
carambola. 1. f. Lance del juego de trucos o billar en el que la bola arrojada toca a otras dos. 2. f. En los trucos o billar, juego con tres bolas y sin palos. 3. f. Lance de caza que consiste en matar dos piezas de un solo disparo. 4. f. Casualidad favorable. Ahí está: la 4. Casualidad favorable es parte de la receta del fútbol. Del de la semana y del de los 22 jugadores atrás de la pelota. Casualidad favorable a veces también es una extensión optimista sobre una situación que como carambola, resulta ser una incógnita. Pasemos a lo práctico. En el billar la bola ‘A’ le tiene que pegar a la ‘B’ y así se desarrollará una jugada, previamente estudiada. Fríamente estudiada y precisa. Ahora, cuando la jugada empieza con la bola ‘A’ con dirección a la ‘B’, pero por un fallo de ejecución se dirige a la ‘E’, la cual ni teníamos en cuenta, eso es una verdadera carambola (a secas). Si esa bola ‘E’ va camino de la ‘J’, la que no sabíamos que existía, y la jugada termina
en “algo”, eso se puede denominar como una carambola propia de un dirigente de fútbol. Ni buena, ni mala... entiéndase como inducción no tan casual. Ese tipo de carambola llevó al Checho Batista a hacerse con el mando de la Selección Argentina. Ese tipo de carambolas llevan a que los equipos muchas veces triunfen por voluntad más que por juego, por una racha individual de un suplente que había caído en el olvido, o por un contraataque que tuvo como inicio un error ajeno, y que al final del partido fue el único tiro al arco del equipo: error, contra, tiro, travesaño, espalda del arquero y gol. Rubio no habla de carmbolas, pero entiende que España, además de habérselo currado, tuvo la cuota de carambolas -buenas y malas- que necesita un equipo para triunfar. Habrá que creerle porque sabe de lo que habla. Y créanme, tenerlo en la Golzine, además de ser un lujo, ha sido una verdadera carambola, de esa que se reconoce como una casualidad favorable.
Carlos Marchena: “Argentina puede jugar como España”
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José Mourinho: “Me da asco vivir en este mundo ...”
ESPAÑA CÓMO GANÓ LA EUROCOPA Y EL MUNDIAL Investigó, escribe e ilustra Rubio
Ni el toque de Xavi, ni la casta de Puyol o Ramos, ni la fantasía de Iniesta. Ni Del Bosque, ni Aragonés, ni San Iker ni el tiqui-taca... España ganó la Eurocopa y Mundial por otras razones. Son las claves OCULTAS. Esta es la verdadera historia de cómo España ganó la Eurocopa y el Mundial, en una investigación exclusiva de Rubio para G O L Z I N E Clave #1: Se dice con razón que el éxito español se debe a la influencia holandesa. Cierto. Pero no hay que mirar a Cruyff, sino a Koeman, que cuando llega como entrenador del Valencia, en octubre de 2007, se carga a David Albelda, fijo en la selección de Aragonés. Al ser apartado del equipo, Luis tiene que buscar otro centrocampista. Se lleva a Marcos Senna, que se salió.
Cómo España ganó la Eurocopa y el Mundial
Clave #2: Luis sustituye a Villa En la semifinal de la Eurocopa, no jugamos bien al principio. Villa se lesiona y Luis, tras el descanso, junta a cinco centrocampistas... y bailamos a Rusia bajo la lluvia. Había nacido el tiqui-taca.
Clave #3: En la Eurocopa no hubo cuartos de final La eliminatoria contra Italia no pertenecía a los cuartos de final. Sería otra cosa, porque si hubieran sido cuartos de final, España no hubiera pasado. Y punto.
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Cómo España ganó la Eurocopa y el Mundial
Clave #4: Jugamos la final de la Eurocopa contra una selección perdedora En contra de lo que se cree, Alemania pierde mucho. Y si no, miren: han ganado 3 Mundiales, sí... pero han perdido 4 finales. ¿Recuerdan, además, algo que haya ganado Ballack con su selección?
Clave #5: Las vuvuzelas España ha aportado al mundo el aparcamiento en doble fila y el enorme ruido que hacemos los españoles en cualquier lugar. Por eso, ya en el Mundial, fuimos los que mejor nos adaptamos al estruendo infernal de las dichosas vuvuzelas. 41
Cómo España ganó la Eurocopa y el Mundial Clave #6: El Jabulani · Hay una frase que define muy bien a los españoles: “hoy te quiero, mañana te mato”. Vamos, que somos muy volubles y veletas. Por eso, el Jabulani, ese balón impredecible como una alineación de Mourinho, no tuvo ningún secreto para nosotros.
Clave #7: La conexión extraterrestre Lo de Del Bosque es raro: amable, tranquilo, educado, equilibrado, deportivo... ¿No me digan que no parece de otro mundo?
Clave #8: El hemisferio Sur Y claro, todo al revés: Italia “españoleó”; España tuvo la suerte de Italia; Brasil se germanizó y Alemania quiso jugar a la brasileña; Argentina, la tierra del 5, sin centrocampista; la Inglaterra de Shilton, Banks y Clemence, sin portero... Nada era lo que parecía.
Cómo España ganó la Eurocopa y el Mundial Clave #9: En la final, hicimos trampa · No jugamos con 11, sino con más.
Clave #10: La identidad española Se ha hablado siempre de la falta de compromiso de muchos jugadores con la selección por espúreos motivos políticos. Pero por una vez, lo de la identidad fue clave.
“Amarilla, por simular”
Imagen de Radio
JOSÉ LUIS PÉREZ
PISCINERO Escribe Capitán Bilinbert
“El fútbol mundial está lleno de personajes. Algunos muy grandes, otros desconocidos. Algunos agradables, simpáticos, y otros con los cuales no querríamos compartir ni un refugio antinuclear. La vida se llena de colores, y son estos personajes los que la van pintando día a día. Es muy fácil pedirle la opinión a un Diego Armando Maradona, a un Zinedine Zidane. Pero nosotros queremos ir un paso más allá de lo que es una simple investigación periodística, o a lo que comúnmente conocemos como ‘opinión rápida e indolora’. Si vamos a tratar un tema, que lo trate el mejor, el especialista. Por eso, en un trabajo sublime por parte de nuestro productor, Echeverri, tenemos aquí a José Luís Pérez Piscinero...” - ¿Es usted, Piscinero, un ex futbolista? - Estoy tratando de volver… - ¿Pero qué edad tiene, Piscinero? - 37 años. - ¿Y hace cuánto que está sin equipo? - 18 años. - ¿Y siente que está a tiempo de conseguir un nuevo equipo donde se pueda ganar un lugar?
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- José Luis Pérez Piscinero no se tira si no ve agua. - Como les contaba, queridos oyentes, tratamos de que cuando hablamos de un determinado tema, sean los especialistas los que tomen la palabra. Echeverri, nuestro productor, me apunta que usted, en su época de jugador, era un especialista en simular faltas, lo que hoy se conoce como un piscinero… - Así es. - ¿Cómo llega un jugador a ser reconocido por simular faltas? - Yo de chiquito siempre quise ser nadador. Era fanático de Aquaman, pero mis padres quisieron lo mejor para mí, algo que tuviese un futuro prometedor. Eso, además de que mi madre trabajaba en el kiosco del club y mi padre era presidente de la institución. - ¿Y arrancó en las categoría inferiores? - Arranqué a los 18 años. - Es decir que si hace 18 que no juega y arrancó a los 18, su carrera duró un año… - Un poco menos… - Explíquese, por favor.
Pablo Mouche: "El incentivo es vestir esta camiseta y hay que dejarla muy bien parada”
José Luis Pérez Piscinero - Doble fractura expuesta de tibia y peroné… 9 meses en el dique seco. - Piscinero, ¿usted jugó al fútbol 3 meses? Echeverri esto es una ridiculez de invitado... - Pero he dejado huella… ¡si hasta tengo un récord! Bueno, ahora que me acuerdo, dos… - ¿Dos récords Piscinero? - Sí… el de faltas sufridas, que luego el comité determinó que no habían sido. Fueron 48 simuladas, y el comité de disciplina entendió que ninguna había sido realmente falta. Es más, entendieron que de esas 48 faltas que hice creer haber sufrido, 13 habían sido cometidas por mi persona contra un contrario… - Esto es lamentable… ¿Y el otro récord? - Es el de faltas sufridas antes de saltar al campo de juego. Simulé dos faltas en el túnel, y el juez entendió que una de esas había sido, y el partido empezó con un tiro libre directo desde el túnel, a favor de mi equipo. - ¿Un tiro libre desde casi el vestuario? - Sí, y el balón impactó en la cara del entrenador, rebotó y rompió un farol… el único farol del túnel… luego el comité de disciplina, que me tenía entre ceja y ceja, entendió que esa falta tampoco había sido verdadera… - ¿Y le hicieron pagar el farol? - El farol y la reconstrucción del tabique nasal del entrenador... - Que me imagino que no lo incluyó nunca más en una convocatoria. - Fue el entrenador el que me quebró la tibia y el peroné… - Y ahí su carrera… - Sí, me hundí… fue difícil no jugar más para mi club. - ¿Cómo se llamaba su club? - Real Club Buceo de La Paz, Bolivia. - ¿Pero cómo empezó usted a simular faltas, a ser un piscinero? ¿No prefería jugar al fútbol? - Yo jugaba de carrilero derecho, y la gente no es-
taba muy contenta con mi desempeño por la banda, entonces empezaron a tirarme objetos, cosas… - ¿Los espectadores? - No, mis padres y mi compañeros de equipo… - Pero Piscinero, esta es una historia muy triste… - Espere, porque viene la parte buena, que es cuando me di cuenta que podía ganar mucho más de lo que estaba perdiendo si me la pasaba tirado en el césped… - ¿Y cómo puede ser eso? ¿Qué ventaja encontró en ser un piscinero, Piscinero? - La gente me tiraba cosas, en su mayoría monedas… no me pagaban por jugar, pero vivía de mi habilidad en el campo de la simulación. - Bueno, Piscinero, yo le tengo que ser sincero, y decirle, más que nada por respeto a los oyentes, que esta historia me parece una basura. Ya hablaré en privado con nuestro productor, Echeverri. Pero como le digo una cosa, le tengo que decir otra: estamos recién empezando con este programa radial, y tener invitados o personajes como usted no está al alcance de nuestro presupuesto. Por eso, le pido si puede ser partícipe de nuestro programa y venir, cuando la actualidad así lo requiera, y analizar a los piscineros que hoy, por desgracia, abundan en nuestras ligas… - Usted sabe que todo tiene precio, mi amigo. - ¿Y si le tiro unas monedas? - Hecho. Que no se hable más del tema. - Es una alegría poder contar con un personaje como usted Piscinero… Y ahora le pido a Ibagaza, nuestro operador, que vayamos con la publicidad, que yo me encargo de tirarle unas monedas a Piscinero. Pero antes, una última pregunta para José Luís Pérez Piscinero: ¿quién es el mejor piscinero del mundo hoy en día? - Michael Phelps. - No, de fútbol, Piscinero - Dan Marino. - ¡Qué desastre! Ibagaza, vamos a publicidad.
Pep Guardiola: “¿Santos de Pelé? El Barcelona tiene a Messi”
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El fútbol en España
Un poquito de historia
MINEROS CON PELOTAS Escribe Gabriele Porri
El fútbol llega a España casi a finales del 1800. Si en Italia fueron los trabajadores del puerto y de las industrias textiles, en la península ibérica llegó de la mano (o del pie, mejor dicho) de los mineros del Río Tinto en Huelva, Andalucía. Estos mineros crearon en 1878 el que seguramente sea primer club español, el Rio Tinto FootBall Club. Esta sociedad, sin embargo, no fue inscrita en ningún registro, por lo que no ha quedado constancia legal de su existencia, así que el primer club oficial reconcido fue el Real Recreativo de Huelva, hoy partícipe en la Segunda División española. La naturaleza de sociedad fragmentada por comunidades autónomas frenó la evolución de este deporte y de sus correspondientes campeonatos. Tanto es así que la creación de una federación nacional no se dio hasta 1913, y en 1920 debuta la selección nacional en los Juegos Olímpicos de verano, en Amberes. El primer torneo regional que se forma es el catalán, en 1901. Entre los equipos que disputaron este campeonato estaban el Barcelona y Español (ahora Espanyol), fundados en 1899 y 1900 respectivamente. El torneo toma el nombre de Copa Macaya, en honor a su organizador Alfons Macaya, quien era presidente del equipo que sería declarado ganador: el Hispania. En el 1902 da inicio lo que se conocería como el Campeonato del Centro, en Madrid. En el País Vasco no se forma un torneo, pero se acuerdan partidos con equipos de otras regiones.
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También en 1902, durante la coronación de Alfonso XIII de Borbón, y por las celebraciones de la llegada al poder del joven rey, se celebra un torneo en el Hipódromo de Madrid. Disputaron el mismo cinco equipo: Madrid, New FC, Barcelona, Español y el Bizcaya (nombre oficial y escrito así), que no era ni más ni menos que un equipo con jugadores de Athletic de Bilbao y el FC Bilbao. Los vascos le ganarían en la final al Barcelona por 2 a 1. Quedó acordado que este torneo se celebraría cada año. A medida que pasaba el tiempo se soñaba con una liga que incluyera a los ganadores de la Copa del Rey - conocida en aquel entronces Copa de la Coronación- y los mejores equipos de cada región. Esto al principio quedó en la nada por temor a que los campeonatos regionales perdiesen importancia, pero se autorizó la creación de un torneo paralelo, una especie de liga, la cual podrían disputar los ganadores de la Copa del Rey. En 1928, y bajo el auspicio de la RFEF, los seis campeones de Copa (Barcelona, Real Madrid, Athletic, Arenas, Real Sociedad y Real Unión de Irún) junto a tres subcampeones (Español, Atlético de Madrid y Europa) más el Racing de Santander, disputan lo que se conoció como el primer campeonato de Liga de Primera División. El primer gol de la liga fue obra de José Pitus Prat, jugador del Español quien anotó contra el Real Unión de Irún, equipo que a su vez, en la última jornada vio consagrarse al Barcelona como primer campeón de liga de España.
Hugo Gatti: "Messi hace lo que en España porque los jugadores españoles son muy boludos"
La Holanda del ‘74
Equipos Históricos Jongbloe d Suurbier Neeskens
Haan
Krol
Rysbergen Jansen
Rensenbrink
la naranja
Van Hanegen
Cruyff
Rep
mecánica
es Bajos, a La Selección de fútbol de los País o la Selección de menudo citada erróneamente com resentativo del fútbol de Holanda, es el equipo rep s. Es uno de los país en las competiciones oficiale do. Si bien nunca equipos más importantes del mun bol, ha estado ha ganado la Copa Mundial de Fút eo, en 1974, presente en tres finales de este torn el título de la 1978 y 2010. También ha alcanzado de 1970 recibió el Eurocopa, en 1988. En la década al excelente apo do de naranja mecánica debido ellos años, cuando nivel de juego alcanzado en aqu del Mundial. consiguió llegar a las dos finales
JOHAN CRUY FF
Recibió el Balón de Oro en tres ocasiones (1971, 1973 y 1974), marca que co mpart e con Michel Platini y Marco Van Basten. Fue el más famoso exponente de la fil oso "Silva fía hoy de es el«F mejor deútbol Total». 43
Me lo contó un pajarito
Tweets Faveados
@arieljudas Bambino Veira en Radio Belgrano: "Por favor, cómo no va a poder jugar Messi con un 9? Salgo corriendo y me tiro al Mar Egeo". Sublime... @mariano_dangelo Nose porque dicen que Cappa nunca gano nada... Si es el campeon en descender equipos @corralesmartin La defensa de Racing da más asco que un primer plano de Lola Berthet (?) @ernestou Yo voy a ir un día a #elprogramadefantino con una camiseta de Chivas a pedirle al Chino que me la escupa @mlamique hoy llevé a mi hija de 7 años x 1ra vez a la cancha,entró al campo de juego, disfrutó y me abrazó fuerte en los goles @chiquilavado Pues nada, a la mina. RT @sguasch: Mou: "a veces me da un poco de asco vivir en este mundo del fútbol"
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@hachita #ElprogramadeFantino nominado al Martin Fierro? #ALosBotes @alepulsar La hora del horror. Todo el TL hablando de fútbol. Me abro.... @therebelwriter Oliver & Benji. Ah, no, son Park y Uchida. @propanprul Según Forbes, el bar más caro del mundo está en el Bernabéu: una copa 500 millones... @langosta_ Van un asturiano, un argentino y un tinerfeño, lo pillas? Pues la defensa del Madrid tampoco @diegosilber No sé porqué tantos se emocionan tanto con el regreso de Abidal, teniendo a Fredes como titular en Independiente hace años... @jhondasilva Y el ultimo tambien! RT @2010MisterChip: Parece q es imposible recuperar el 1er tweet.
Mi 1er tweet fue, probablemente, una gilipollez. @taboadalucia Me fascina el usuario @HasTorresScored. Al menos el creador sí ve algo de red. Social, se entiende. @alfremontes Que boludo, me olvidé q cumple el Me77i Gustavo tb. No sabia q estaba vivo todavía (?) @navarromontoya Gracias Barcelona por el futbol,poetas de la gambeta y equilibristas del balon,el mundo futbolero te reverencia rey del buen futbol.j @twitadversario Lo de Pep/Mou está a niveles solo rozados con Karpov/Kasparov @enunabaldosa Boca cumplió 106 años pero la mitad de los que están en la cancha son hinchas de Boquita, que se fundó en 1998. Aclaren porque confunden (?)
Cristiano Ronaldo: "El año que viene que le den directamente la Copa al Barcelona"
Viñetas
Más allá del fútbol...
Ilustra Rubio
Letra a letra, trazo a trazo
Autores Ilustradores
Ariel Judas
Página 27
@arieljudas
Además de escribir el blog www.latitudfutbol.net, participa del programa ‘Latitud Fútbol’, en Radio Marca de España, www.radiomarca.com
Fernando Blasco Página 22
@circohugo
Escritor y payaso del Circo Hugo en sus ratos libres. Hincha de Racing y del equipo que salga campeón en la Liga de España. circohugo.com
Rubio
Páginas 9 / 38 / 49 @picatostes
También conocido como Antón Zape, nació en Guadalcanal (Sevilla) en 1968. Publica viñetas en el diario El Día de Toledo y en los semanarios Cambio16 y Aquí Castilla-La Mancha.
Valerio Zulueta
Página 4
Ladra. Escribe. Toma café. Fuma. Escribe. Fuma. Ladra. Se rasca. Escribe. Fuma. Camina. Toma café. Fuma. Escribe. Se rasca. Y vuelver a fumar.
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Chiqui Lavado Página 9
@chiquilavado
Periodista, atlético, inconsciente. Autor del libro ‘El año que volvimos’ sobre esa temporada en la que el Atleti los hizo felices cuando ya nada parecía posible. elratotonto.net
Gabriel Porri Página 46
@gabrieleporri Blogger, escritor, historiador de fútbol. Amante de las estadísticas. Interista. Autor de Inter-Blog inter-blog.net
Alejandro Salcedo Páginas 27 / 34
Ilustrador recibido en bellas artes. Tatuador. Fanatico de las revistas. Amigo de los monos, pero de los chiquititos.
Mauricio Texeira Página 29 @mautex
Periodista. Paulista. Futbolero. Blogger. En el 2008 ya estaba preocupado por la final del Mundial 2014. En el 2011 ya entendió que la Argentina de Batista no asusta tanto.
Héctor "Bambino" Veira: "Si Caruso Lombardi viajaba en el Titanic, se salvaban"
Este es un experimento de: Emi Yahni (@emou)
Con el inestimable apoyo de: Santi Tiraboschi (@santiago_t) Correción: Maga
Agradecimientos: Luqui (@luquiyahni) Federico Madrid (@fedessco)
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GOLZINE
Nº1 / Mayo 2011
GZ#2
Ni alargue ni penales. Ya está. Al vestuario, duchazo y a descansar. La Golzine #1 fue un partido trabado, pero de esos que con el correr del tiempo se disfrutarán más y más. Se pudo formar un lindo equipo, pero como son muchos los frentes en los que queremos seguir ‘con vida’, nos sumaremos a la polémica instalada con las rotaciones. Sí: quien quiera jugar, está invitado. El #2 de Golzine será como esos partidos de fútbol propios de los parques en un día feriado, en donde empiezan con 3 contra 3, y a medida que va llegando gente termina siendo un 27 contra 29. Hay lugar para todos, por eso, quien quiera enviar textos, ilustraciones, fotos, frases, o lo que sea... será bienvenido. Mediante el email, el twitter, Facebook o paloma mensajera, ya saben cómo contactarnos. Esperamos que hayan disfrutado del #1 de Golzine tanto como nosotros. Gracias a los protagonistas que pusieron letras y tinta a este experimento. Y sobre todo, gracias a los que irán llegando con el correr del tiempo.
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GOLZINE Porque el fútbol es mucho más que 22 jugadores atrás de una pelota
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"Silva hoy es el mejor delantero del país" - Ricardo Gareca