ESTE MUNDO juan carlos gil

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ESTE MUNDO JUAN CARLOS GIL


Juan Carlos Gil - Este Mundo. Primera edición Moxte! Casa Editora, Buenos Aires, 2015. 66 páginas, 12 x 12 cm ISBN Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 Diciembre 2013 Ilustraciones: Gonzalo Dobleg Rosa de los Vientos: Diseñado por Freepik Varias imagenes que componen las ilustraciones son propiedad de http://www.vintagevectors.com/

Diseño de la edición: Gonzalo Dobleg Contacto: juanlit@hotmail.com

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JUAN CARLOS GIL

ESTE MUNDO POESÍA

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A Elisa, Gonzalo, Sebastiรกn, Make, Francisco, Lisandro, Leรณn, Lucrecia, Paulina y Gonzalito

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Este mundo, muchachos, ¿no lo oyen? Reclama otra especie de Poesía. Joaquín Gianuzzi (1924-2004)

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Prologo por ALICIA GUERRERO

LA NAVEGACION DEL PAPEL Juan Carlos Gil es poeta, tiene como ritmo de vida la profesión más bella. Y del poeta me intriga todo: ¿Cómo guardó cada verso? : en un bolsillo, en los bordes de un libro o en el sobre que encontró en el suelo. Recorro el libro. Busco dónde zarpo la expedición hacia la palabra, la única, la especial, la que atropellando o tomando distancia de otras palabras, logra que el poema perfore el sol y permite el paso del suspiro melancólico de los navegantes. Nos lleva con él. Somos, en la lectura, una vela rota, un palo mayor quebrado, las hendijas por donde empieza a entrar el agua…cualquier trozo de oleaje

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“Este mundo” de Juan Carlos Gil, es un poemario compuesto por 18 poemas y en todos los rincones se siente “un dolor de escritos secos en la sombra”. Escribe porque hace falta otro tipo de poesía, la del aliento, las uñas, los deslices, las improcedencias, los metales del cuerpo, los signos de las hogueras, las maderas que flotan, las astillas que quedan… se lo reclaman. Reclaman la palabra que diga porque escribe, cómo escribió este poemario, cuánto terrible tiene la boca de la palabra, cuánto que muerde, cuánto que besa. El autor es perseguido por el “inviolado y blanco del comedido papel” y persigue “con sangre agazapada”, en un círculo de obsesiones. 10


Propone otra poesía porque “no se puede cambiar el rumbo de los verbos”, porque la palabra es “palas carne espesa espera”, porque “hay un dolor de no poder en la hoja”, y esa es la poesía que narra la vida de cada verso desde el instante que llega hasta que queda quieto en el papel para que lo lea el mundo. Esa es la poesía que muestra “Este mundo” “emperifollada como los puertos”, sexual, intransigente, desordenadora. Golpea, y lo más fuerte del golpe es ser invisible, no se ve venir, no se espera, aún si el lector no entiende lo que dice el poema, siente la tormenta, la noche donde los dioses preparan naufragios, el sortilegio de la creación que no vive afuera.

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A Macedonio Fernández

EXORDIO Esta es la primera cuerda de las derrotas y el camino que hice cuando me propuse contar. Se ha discutido mucho la precisión cronológica porque según se sabe, en el marco para llevar a cabo este texto no es menester lo que puedan otorgar las palabras recogidas por allí. Todo lo escrito de aquí en más ha sido polemizado por voces críticas sin que el debate haya concluido aún. Ello se debe a que los deslices retóricos y espaciales imprescindibles todavía, cuando el recuerdo de Las Flores de Mal, de Una tirada de dados nunca abolirá el azar, de El barco ebrio, de No todo es vigilia la de los ojos abiertos, y Espantapájaros y Altazor, están ahí tan recientes. Que si los vientos y las mareas acceden, llegaremos. Que todo lo dicho y por decir sea una interpolación total del 13


pensamiento, que habrá naufragios y rupturas, que será un vuelo por la síntesis arbitraria que no soslaye quiebres de relaciones entre las palabras. Y he aquí que no se han de buscar personajes pequeños y delicados que incurran con una impresión al corazón o al alma, ni personajes grandes y toscos que cometan incidentes ordinarios y rudos, que no tengan repercusión en ello en el nivel de la narración ni incidan en el desarrollo de la misma. De la propia búsqueda saldrá el rumbo que hemos de tomar y volar días y cumplir mandatos. Para ello pensé graficar todo este periplo todo muy puntualmente, que día en día todo lo que hiciese, viese, pasase y pensase, como en adelante se verá también allende de apuntar cada noche lo que en el día pasare y en el día lo que en la noche pensare.

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UNO, DOS Y COLOFÓN Ave su camino lenguas vieron vieron calmas vieron tuvieron y anduvieron sol y lunas bifurcadas anclas sin escollos vientos aran melgas de amanecer el aguallamave espeja hierbas Navegaron su sino alto anduvo por almas calmas luengas vinieron sumas una señal de tierra tantas dadas veces matas sin brotar estrechadas sin brazos y sin líneas de cenizas anochece reliquias sin prologar el blanco la bella estrella estalla y miente sin gracia y sin espuma Proyecto vertical instancia leguas sordas navegar simas horizontan islas voladoras desembarcan tres líneas y naufragan la balsa baila el aguacero de los signos entre la línea y el papel está la piel del texto.

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DE OTRO SITIO Leguas pasaron bajo sus zapatos gastados disipados dilapidados bordeó abordó derivó se embarcó y navegó parado en el puerto llegaba desde un sueño su camino se perdió en la ciudad urbe metrópolis capital pueblo localidad suburbio villa miseria proyecto reflejado en su cara disfumada extendía los brazos como lápices sin escribir nada en el aire sombras vacías brillo de dolor frotado mucho y con ahínco con su lejana tierra ante el hambre con dolor debajo del sombrero disipado rebajó los tonos composición primaria sus contornos le dieron aspecto de vaguedad y lejanía se esparce y desvanece de lugares con franqueza y lentitud abrazo perdido extraviado matorral sin flor un silbido alojado en el bolsillo confina de vuelta su esperanza devenga derecho débilmente decaído escampado definitivamente alguna retribución por razón de trabajo en torno de una plaza piensa el sol disipa las 19


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sombras encuentra un bar tropieza reflexiona mosaicos diagonales blanco y negro lo llevan a una silla el viento malgasta nubes la mesa lo recibe la mesa rayada la madera rayada le devuelve sus planos reintegra sus quimeras de casa con jardĂ­n.

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VACÍO Esta es la primera ave su camino abrazó sin ideas la nave por la borda orilla escucha silencio escapa oculta de la solas lo profundo temeroso tan río acariciado siempre cabal verdor lloriquea las acostumbradas estrellas vigilando calmo el viento permanecen a manera de sedas sensuales rompientes de amanecer alzar las alas como anclas de la noche huecas la bóveda y el tiempo conmovidas piedras de la tarde ternuración en la punta del puerto partir como una oración desigual anochecer en el confín costa emperifollada de faroles la noche dispuesta marea alta ni un solo velero desluce el horizonte liso árbol escobajo de oscuridad inviolado y blanco el comedido papel.

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DIORAGAS I) Observando las cotidianas paredes que de tan blancas hacen de una cambiante inutilidad el ejército de palabras recluidas en los claros miedos que adoptan la fuerza de unos ojos que no son los míos. II) Infinitos puntos como minas de lápices afiladas para escribir una historia de interminables batallas virtuosas en sus desplazamientos construyendo del esencial orden del caos una perfección intolerable. III) El pensamiento demasiado aferrado en el estuche espuma de recuerdos adaptados a la embriaguez de ambigüedades llevadas por los vientos cálidos que empuja el torrente de sangre que corre debajo de mi camisa no calla. 25


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IV) El movimiento fielmente acorde a las cenizas del pasado que en el grito utópico vuelve como marea en polvos solitarios para encontrar siempre la misma arena sin lámpara ni ancla eyaculando el silencio que lo encierra entre esas malditas paredes de imposibles signosajes. V) El orden anunciado de la nave azul sin guantes lleva al desfiladero infinito de angustias disparadas con ausencias de luces en secretas noches de cuero naufragando en la obra que inunda las raíces de mis cabellos. VI) La esperanza que investiga rojosos tules abraza con capacidad obsesiva de dictador con fobias plurales arrojándola contra collares concretos en medio de engranajes trituradores de ilusiones anunciadas como las renovadas muertes que salen de los cementerios. VII) El deforme caldo de la verdad ilustra a través del poder de los cinco elementos fundamentales con fuego metamorfoseado 27


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con el dolor de una isla de cuerpo ensombrecido como una puerta abierta sin umbral. VIII) El deseo impulsivo de los párpados por abrir adoración estéril esos árboles sin sueño ni sexo en ahuecadas tardes sentadas esperando que del blanco broten signos en libertad y apaguen la sed que camina buscando entre neuronas aguas del paraíso. IX) Lo esencial de las paredes junto a las puntas de los lápices y las cenizas del pasado es el golpe de una manoculta que vuela en movimientos cálices tormentosos de vino agrio y su despedida sabiendo a desagrado. X) Se desparraman los dones en estampida al comenzar el fin manchando las paredes blancas y devorando vientos y vientos golpeando los muros con libertad de intemperie sin consultar las fuentes que disparan sus plumas en el papel escalera costa del mar del argumento.

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IMPULSO Abrazó con ideas muslos las máscaras más caras hiperbolea con palabras palas carne espesa espera es peor anda acuclillada con los senos rimados y desnudos horizontan poros singulares suaves ondulaciones marítimas esclava del deseo servidumbre sumisa sometida a la avidez del otro apetencia de agua suave ilusión de mascarón de proa vientos sábanas organizan resucitados gritos palpación misma misteriosa inventada muerte diosa inmoral sin barco juega marinero mago extranjero original cifrado de la noche blanca y del día piel compañera de expresiones centradas en el punto interior arcilla sin descubrir cenizas de inequívocos juramentos únicamente ante nunca conocido amante relativo lecho ganar gemido inmune lúdico puro como una lágrima.

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ENROQUE Aquí algo termina debo otro lugar ese viejo baldío de los dioses la eternidad enorme rama de nogal acabarás trebejo lúdico destino onírico dibuja rombos el diagonal alfil la torre editoriando rectángulos palabras volcadas los caballos clave de sol rumbos de pentagramados pensamientos como viruta consagrada al brasero cada fonema solo elementa fuegos fatuos cada signo modula su propia brasa vana vientos extraños avivan su vuelo el silencio y la soledad son socios las paredes siguen siendo blancas los vientos en las paredes dictan ecos de calma lo habitual carece de elementos la llama estacionada funde lágrimas sesenta y cuatro cuadros escribir sesenta y cuatro escaques investidos de todos los poderes en la madera vive el alma del maniático estético.

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LA NAVE Orilla escucha voz donde hombre y nombre lanzan su bufido canto es urgente y conveniente que el nuevo endemoniado desaparezca junto a él tanto se ha deshojado pensando infinitas voluptuosidades que si va fondeando el silencio es largo son sonidos oceánicos tal como no lo había pensado navega hacia donde ese barco de lánguido insignificante parte rezo teme su laico raciocinio oye su negro mástil junto a él se morirá en su sombra telaraña ceñida aves de rapiña mas abajo su alma como un buzo teje tormentos nostalgiosos tiempo de escamas y de lutos aquel sol ya no es justo detenida brújula del tedio ofrece gotas eternas de vacío la confianza fangosa neblina el barco lee pupilas en los foques había dicho o pensado detrás del velamen males tan luctuosos eyaculan noche cóncava le pesan afuera emanaciones moradas todo 35


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es silencio amortajado misterioso río reina inminente asco su deforme hombre inundóse a sí mismo de hieles saturadas ya no está retenido el arco del cabrón en la cucheta desterrado loco en su trastienda lúnica despojado reventado miserable como un sueño mínimo del mismo viaje condenado atroz de un supuesto que no hubiese ancló las suyas sin mar sin playas sin espumas ni arenas.

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ORACIONAMEN Huí ventana con ideas de mesa los vidrios diente de león ante mis ojos venas verdes verdades vendas escrita con sangre agazapada agazapadas olas solas horizontan la tarde hacia acá plurales brillos brincan cacareando pensamientos de gallina filigranada colección letrada diaria mente o di os vi veodios beodo beato de taberna sustantiva sustentas casas cuaderno cuando cuadra cualquier cosa osa esa pesa y mar i posas ante mí tus miserables de lirios di os vi en vil he sido cabrón deja de beber en ese te u ve sucio cielo y cierra esa caja aja sor presa amante bribón de lo eterno déjame mamar en paz el pecho de la madre arte ría sombra trinitaria ¡OH dios! O d i o amén.

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ANTE UN MASCARÓN DE PROA La añoranza es un mar quieto y empañado ya nada canta ni hay carteles allí está la mordaza atuendo de abismos en aguas viejas nada te agrada tanto como tanto te mirabas en los mares tu entendimiento dormido ya no despierta en la capilla de un perchero están tus deseos colgados la cima donde encalló tu razón es una perfecta noche y lloras surcan antorchas apagadas giran en tu sesera almohadones negros eres la hija de un vacío futuro en tu nada florecen lirios morados mientras tu muerte padece lentamente toda tu vida en un pequeño balanceo melancólico antaño feliz cazador de retratos cristalinos ángeles rengos revolotean tu cuerpo escacharrado y te sonríes flotan por la esencia que emanan tus ensueños en la quietud oscura se trepan por tus venas velas de calor hacia un corazón vencido permaneces allí las alas de tu 41


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entendimiento ya no escuchan los pĂĄjaros solo esperas un funeral de bĂşhos eres la enseĂąa inerte de un escombro una hoguera chispeante asoma en tus agujeros tu alma se desprende ya queda sobre tierra.

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PARDELAS EN EL VIEJO VIENTO Calmó el viento esta noche a ratos espiaban balsas de brisa anda por toda dirección después de encontrar el sol nacido detrás del rey brotado navegué islas desnudas garzas y pardelas y otras aves muchas aparecieron avecillas pardas y otras rojizas aves recorrí el aire con velas recogidas infinitos bonitos pequeños peces de suspiros muy suaves y dulces como senos siempre muy llanas las aguas después de la luna llegada con soplo fresco así será toda la noche cada uno purificó el vino barbado hallábamos aires más ardientes determino ubicarlos cada día también por las noches más grandes luminares por el puerto del cielo entraron pétalos corales por ser las aguas frescas he visto la hierba pencas de juncos dice la mar a Dios: sean dadas las gracias.

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LA SIRENA Y EL BALANDRO Ondas de la noche caribe femíneo cuerpo generoso tranquila espuma ecos sinfonía vuelos balsámicos capillas apagan las sombras diferentes rocío sustancial monárquico dinámico sollozo en esta isla que padece ardores su cuerpo es una nube que alborota secreta hembra oratorio pagano fresca proclama placeres perpetuos generosa piel otorgada concedida metamorfosis cálida clama placeres eternos hasta la más ínfima raíz de los vigores canta eterna cárcel de placer con las velas recogidas navega cuantioso gozo sus caderas como estelas aturde la senda al paraíso la mañana escucha estrellas penetradas pasadas las luces los cuerpos congregan crepúsculos duendes de arena invitan sosiego escruta amaneceres alcanza bordada tierra de ribera azul armonías con señales de sol el barco fondea gemidos extasiados ella gravita con la voz. encendida de su cuerpo 47


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PROEMIO Factibles favores facilitan falsas felicidades finitas fuentes fatuas fiables fingen fe fijando fáciles fusibles frente furtivos finos focos finalmente fenecen fábulas falsamente fundantes arriba la mañana vidriando mansamente el amanecer anduve e ignoré islas sin amarras cuando amanece están lejos los puertos única salida pensada lapiceramente el viento de la costa disfuma acotaciones amorosas pensamientos puertos proclaman placeres perpetuos desdibujado arroyo embellece su desnudez es importante y digno ahora el ayer no es la rosa de los vientos reza brisas aquí y ahora mansamente quedo el timón sufrió reveses no se puede cambiar el rumbo de los verbos ella con su sonrisa repisada mira desde su cuerpo hermoso una estrella la vela oculta cartas llenas de pleonasmos siendo día tornó el 49


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viento solo una acción conjunta como dos sílabas solamente adecuadas para única palabra irreflexiva desembocadura herida supuesta sin entender el otoño no se inclina para otra cosa divertimento lírico entre caldas riberas por ventanas lejanas la tarde se junta con la sombra.

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Por Aguanillada, de A. Guerrero

AGUAS DE RETORNO Embalse atinado ruego piedra diligente impresión ascendente guarda ángel flota por el cuerpo se inclina hacia la lluvia unida su balsa se detiene el sol teje abundante arena inspira gritos acomete cantando la luna sus pestañas viaja en un mar sin orígenes navega escalera que desciende por su costa vuela mezclando los peldaños impreca sobre el agua perfora la garganta el llanto atado a un barco logia de estrellas con hambre de charco ilustrados soles como si fuera mucho apenas la luna como si fuera poco arboleda que persiste tal vez no cae o me parece es piedra agonizante dársena disipada devora el aire atavismo de espejo joven día estrella lago piedra bálsamo ruega y persiste en la vigilia nace flota con gula por los ojos almacena su ruta con dibujos de rocío estampa crece danza escucha se anilla y regresa despacio con el amor del agua. 53


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Por Desde Ayo, de Marta Pombo

PÉTALOS EN ABORDAJE Liásica liberadora autonomía libada acomoda navíos emociones ternuración oculta entre los signos efecto fruta blanca afecto germinado leve sendero lunado levita imprecadura hado de cristalinos lodos trenza genes de babel energías estampación de rótulos ilustrado corte de sesgada isla frecuencia tiempo agua abstinencias en órbita equitativas ramas angelística místico vocativo ave pro playa largo río libreto licitud licantropía a agujas libación cocida sin catarsis agua al margen paganas virtud antigua ceremonia religiosa probar vino y derramarlo luego desde el yo de los signos en un espejo que cabalga mantiene la idea pedestal un sueño por el agua reza idea navega en espiral invoca ninfa centro muda procesión en celo muelle estrella adentro estructura memorias de vaivenes. 55


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FOGATAS DE OLIVOS El libro tiende a esfumarse como una nube opaca fotos de colores son el diccionario marcado de recuerdos la eterna belleza se escondió no es tiempo de buscar afuera el viento escribe velámenes adentro en fuego armoniza sus llamas en el centro las llamas son azules como a través del viento otros azules ese cielo impasible rojizo como miles de corcheas desbocadas encendidas escapan de la hoguera responden fielmente acordes de silencio pena de sacrificio se desliza cabizbaja la faena la noche antifazada no lo engaña refleja el ojo de buey todo hacia dentro el rojo de las llamas abruma el secreto si las nubes no ahuecan envilecen el mar puja una angustia de olas en el cuerpo la escotilla mira su biografía la permanencia mira sus cobardías las difuntas metáforas antiguas han vuelto como un soplo en esta noche. 57


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CONTRATAPA El trabajo aciago se incluye como un líquido gozoso fresado fresco matices repertorio igualado de represtigios las efímeras fealdades mostró no es tajada por desistir adentro la calma perfila trapos afuera la suavidad disuena sus frialdades en la periferia las tibiezas son tristes como cruzando la lluvia otros sombríos parajes parición desborda soliloquios ese cielo posible como milenarios membretes malhablados átomos apagados afrontan la frialdad de sus raíces se defiende entusiasmada la faena la oscuridad desfasada no lo desilusiona puja una desazón de pétalos en el alma las muertas realidades se modernizan hay olas tatuadas en la bruma en esta noche constante se va todo y duele un dolor de escritos secos en la sombra.

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EPÍLOGO Ayer no estaba escrito el texto formal estuvo alguno que otro personaje estuvo alguno estuvo uno estuvo para decir que se negaba a entrar en el texto que ya había estado demasiado tiempo encerrado en la nada estado este que puso al escritor en colección de angustias pensó y se dijo: me recluyo en el silencio caviló y escribió: desconcertó mi clima le costó despedirse el bergantín debía partir analizó lecturas los recursos de estilo esa práctica ardiente de sorprender lo increado necedad blanca no va color blanco en el bergantín ceniceros ceniceros llevará la novela siempre alguien fuma el humo dispara ambigüedades ilustrar con letras tantas páginas el personaje ausente el horizonte ausente el todo ausente la calidad ausente buceo encontrar el verdadero color el bergantín tendiente a espumarse como una luz en 61


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la playa opacas olas de colores son el diccionario marcado de recuerdos la eterna belleza se escondió no es tiempo de escudriñar afuera el viento escribe árboles adentro sus ramas pactan sus hojas abajo las raíces son añiles como a través de la tierra otras raíces solazan estrellas como miles de olas arrojadas partículas iluminadas develan devotamente cadencia de mutismo so pena de mudez camina abatida la obra refleja el agua todo hacia adentro el bergantín como una sombra cristalina tendiente a esfumarse si las nubes no abandonan envician los mares hay un dolor de no poder en la hoja las cuchillas ciegas atacan y el papel se desploma.

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INDICE 9 PROLOGO por Alicia Guerrero.................................................................. 13 EXORDIO .................................................................................................... 17 UNO, DOS Y COLOFÓN ............................................................................. 19 DE OTRO SITIO ........................................................................................... 23 VACIO ......................................................................................................... 25 DIORAGAS................................................................................................... 31 IMPULSO ................................................................................................... 33 ENROQUE................................................................................................... 35 LA NAVE...................................................................................................... 39 ORACIONAMEN ........................................................................................ 41 ANTE UN MASCARON DE PROA.............................................................. 45 PARDELAS EN EL VIEJO VIENTO ........................................................... 47 LA SIRENA Y EL BALANDRO.................................................................... 49 PROEMIO.................................................................................................... 53 AGUAS DE RETONO................................................................................... 55 PÉTALOS EN ABORDAJE.......................................................................... 57 FOGATAS DE OLIVOS................................................................................. 59 CONTRATAPA............................................................................................. 61 EPÍLOGO ....................................................................................................

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Moxte! Casa Editora Titulo: Este Mundo Se terminรณ de imprimir en NIRAT preguntarle a Guille!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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Mediante sortilegios propios de quienes gozan de un vínculo íntimo con las palabras, Juan Carlos Gil nos convence de atravesar los límites seguros del lenguaje y sumergirnos en Este mundo, su territorio poético. Apenas llegados nos propone un viaje iniciático, sin fórmulas, sin mapas. La hoja está en blanco y el rumbo se escribirá siguiendo los rastros en el hueco de los mascarones, en las puntas de los lápices, en las tabernas de los corazones que odian, en el núcleo de las silabas, en las hembras secretas, en la presencia de los espacios, en la tentación de las islas, en el lenguaje puro, en la piel del papel. Este mundo salpica incontables gotas poéticas. Poemas dentro de poemas dan forma al texto que se entrega, que se rinde a ser escrito por la mano al acecho. Y acechando detrás de su mano cautivante, un Juan Carlos Gil al cien por ciento. Marcela Osa Juan Carlos Gil s, fundamentalmente, un poeta. Ha incursionado en el teatro, la historia del arte, la música y las letras. Colabora en diversos proyectos de lectura y escritura. En 1994 publicó el libro de poesía contemporánea ¡MOXTE!


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