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Y recorrieron el mundo… pipas de Puerto Madero

Y recorrieron el mundo… pipas de Puerto Madero Paola Sportelli

Los hallazgos arqueológicos remontan el origen de las pipas o cachimbas a la prehistoria, evolucionando desde entonces hasta nuestros días, tanto en formas como en materiales para su elaboración.

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En la actualidad existe una enorme variedad y calidad de pipas, que van desde las elaboradas en serie utilizando máquinas, hasta las hechas a mano por artesanos renombrados, que pueden alcanzar precios elevadísimos y constituir verdaderas piezas de colección. El material y la forma de la cachimba cobran una profunda importancia en la estética y el desarrollo de la fumada.

La supervivencia de estos utensilios o sus fragmentos posibilitan que los especialistas pueden comprender las distintas características propias y/o excepcionales del contexto al que pertenecían: distribución y consumo del tabaco en el mundo, así como el uso de alucinógenos y otras mezclas para fumar, quiénes fueron sus productores, qué técnicas desarrollaron, qué componentes utilizaron, cuáles fueron las características artísticas y funcionales.

Estos artefactos del tabaco constituyen un conglomerado de elementos técnicos, artísticos, sociales y económicos que se deben ver en el entorno y contexto de un sitio arqueológico particular o determinado.

Las pipas son objetos que han perdurado en el tiempo y tienen una enorme presencia en los contextos arqueológicos históricos, especialmente

En la página opuesta: pipa de cerámica hallada en el contexto del Pecio de Zencity. Foto: Javier García Cano.

En la página opuesta: pipas de cerámica halladas entre los restos arqueológicos. Fotos: Javier García Cano.

en las ciudades portuarias, siendo muy común su hallazgo en las excavaciones arqueológicas en la ciudad.

A partir de los trabajos de prospección y excavación realizados en el pecio de Zencity hemos recuperado 27 piezas diferentes que corresponden a pipas, entre ellas solo dos están enteras, el resto constituyen fragmentos de diferentes partes.

Cada segmento de las pipas recibe una denominación característica: a) hornillo o cazoleta, donde se coloca el tabaco, que puede presentar un talón o tacón para su apoyo. b) caña, tubo o cánula, que es hueca y allí se inhala el humo del tabaco de la cazoleta; y c) la boquilla, que constituye la parte distal de la caña donde se pone la boca. También existían piezas sin boquillas a las que se les agregaba una caña o tubo hueco para evitar quemarse.

Dentro del período que nos ocupa –Historia Colonial Americana –, podemos definir tres tradiciones cerámicas de pipas diferentes como ser: las de arcilla blanca, las de caolín y las africanas: 1) La tradición de pipas de arcilla blanca en general se cree que data del 1580 al 1600, siendo éstas, tanto alargadas como cortas. La fabricación era una actividad artesanal que con el tiempo se fue mecanizando. Por lo tanto, éstas han sido manufacturadas mediante un complejo proceso de preparado de la mezcla y de su forma final en un molde de madera o metálico, antes de la eliminación de rebarbas e imperfecciones para ser luego secadas al natural. Luego eran introducidas en potes de tierra y cocidas en hornos cerrados durante veinte horas como mínimo. La sencillez de los primeros momentos da paso a formas más complicadas en los patrones decorativos representando gran variedad de motivos, como ser emblemas militares, escudos de armas, escenas de batallas, escenas de la naturaleza, barcos, iniciales del fabricante como del usuario, motivos geométricos, efigies de políticos y casi cualquier tema que se pueda pensar.

Dentro del lote perteneciente a la colección del pecio de Zencity, resalta el gran porcentaje de fragmentos de tubos con ausencia de otros

Arriba: pipa de cerámica con decoración en la base del hornillo. Foto: Javier García Cano. Abajo: Dibujo calco de la decoración en la base del hornillo. Dibujo: Romina Carvalho.

componentes de la pieza, evidencia de la resistencia de éstos con respecto a la totalidad. Solamente en un caso se observa en ellos decoración con motivos geométricos bien definidos siendo los restantes lisos. 2) La tradición de pipas de caolín nace en Inglaterra alrededor de 1570 y el modelo es llevado a Europa a principios del siglo XVII, siendo Holanda y Francia los centros más importantes de producción de las mismas. Tanto las pipas inglesas y holandesas como las francesas se transformaron en piezas clásicas en todo el mundo y han sido transportadas en los barcos y, a su vez, exportadas a las colonias en el siglo XIX. Específicamente estas pipas han evolucionado en cuanto a su fabricación, lo cual permiten constituirse en marcadores cronológicos. Las primeras conocidas eran de caña larga que podía sobrepasar los 80 cm y luego se desarrollaron las pipas más cortas. La forma de la cazoleta ha tenido una evolución sostenida que comienza en el siglo XVII hasta la mitad del siglo XIX. Más allá de su evolución, todas son elaboradas a partir de moldes para fabricación en serie destacándose algunas por las marcas de fábrica o de los artesanos. Hemos encontrado gran cantidad de tubos de pipas de caolín solos, sin los restantes componentes. El diámetro del agujero del tubo es de 2 mm lo cual significa que se corresponderían con las pipas más antiguas. Solo uno de los tubos encontrados tiene un motivo geométrico bien definido pero sin presentar inscripciones. En el caso del hornillo rescatado se observa una marca de flor de lis, que podría determinar que fuera de fabricación holandesa. 3) Las pipas de tradición africana son realmente singulares, observándose en ellas una cerámica relativamente muy tosca y rústica, de color oscuro a negro, sin tubo, con un agujero grande para colocar una caña para aspirar, con los bordes redondeados, de tamaño reducido y con mucha decoración superficial que mantiene pautas ornamentales africanas hechas de secuencias de puntos, rayas, cruces y triángulos.

La única pieza entera de esta colección forma parte de esta tradición. Esta pipa es color negro, con una manufactura simple y una boca circular. En ésta el espesor es significativo, razón por la cual no ha sufrido en mayor medida los avatares del paso del tiempo. Hay un esmero especial, y tal vez cierto exceso, en su decoración por parte de sus creadores, en tanto los motivos se observan en la boca, en el conducto de humo y en la cazoleta. En los demás fragmentos de esta tradición encontrados se observa una constante preocupación por la decoración más que por otros detalles que constituyan la manufactura, marcas particulares del fabricante o procedencia descartándose posibilidad de fabricaciones en serie, sino pieza por pieza.

Acerca del tabaco… La planta del tabaco es originaria de América. Consta que los primeros cultivos se sitúan en el sur oeste de México y datan de entre el 4000 y 5000 aC aproximadamente.

En gran parte del mundo indígena tradicional, el tabaco era y es aún considerado como un don especial de los dioses a la humanidad, conferido para auxiliar en el establecimiento de un puente entre el mundo de los hombres y el de los dioses.

El fumarlo es la forma más conocida y probablemente más común y, para ello, los nativos confeccionaron los artefactos que describimos como pipas.

A partir del encuentro entre españoles e indígenas, a finales del siglo XV, se impulsa la aceptación vertiginosa de fumar tabaco en el viejo continente, y en este sentido, sus semillas fueron plantadas y cultivadas paulatinamente en toda Europa.

Sin embargo, han sido los primeros navegantes ingleses, españoles, holandeses y portugueses quienes popularizaron la moda de fumar en pipas a través de todos los océanos y puertos del mundo, introduciéndolas incluso hasta en Persia, Java, China, África, Australia y América toda.

Las distintas rutas de navegación en su constante expansión han sido vehículos de transporte y de conocimiento de estos artículos. Los naufragios y la conservación del contenido de las naves nos permiten hoy rescatarlos e interpretarlos como posesiones de la tripulación y/o pasajeros y signos de su uso en momentos de recreación, ocio, reunión o esparcimiento. Sus bajos precios de origen los tornaban preferidos para el pequeño comercio de los marineros en los puertos, utilizadas también para el intercambio y trueque, y señalaban además los distintos niveles de situación social, económica o grupo étnico.

Hornillo pipa de caolín, encontrada en el Pecio. Foto: Javier García Cano.

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