Elevate by Nestor Zulberti

E LOGIOS

E LÉVATE

La refrescante perspicacia personal de Wayne Cordeiro en Elévate puede literalmente ayudar a todos a hacer eso mismo: Elevarse por encima de las tormentas y luchas de la vida moderna. Wayne nos apunta a la infinita sabiduría de la Palabra de Dios y a la resiliencia que ofrece. Nos muestra que los caminos de Dios siempre están al alcance de sus hijos.

A RCHIBALD H ART, P H .D. PROFESOR SUPERIOR DE SICOLOGÍA SEMINARIO TEOLÓGICO FULLER

K ATHLEEN H ART CAPELLANA DE LAS ESPOSAS DE LOS ESTUDIANTES

En Elévate, el pastor Wayne Cordeiro propone una decisión obvia: Puedes permitir que los escombros de la vida se amontonen encima de ti o puedes usarlos para escalar a una vida mejor. Después de todo, no se trata de lo que te pasa a ti, sino que lo que sucede dentro de ti es lo que realmente cuenta. Serás alentado por el pastor Wayne y la Palabra de Dios, para elevarte por encima de cualquiera cosa que la vida arroje contra ti.

J OHN C. M AXWELL AUTOR DE BESTSELLERS Y FUNDADOR DEL GRUPO INJOY

Wayne escribe para ayudarnos a elevarnos por encima de los escombros de la vida; habla como alguien que —como tú y yo— sabe lo que es luchar en medio de ello. Él se para en la intersección de la realidad y la esperanza. Y nunca apunta demasiado adelante, siempre apunta hacia arriba.

J OHN O RTBERG PASTOR Y MAESTRO, IGLESIA PRESBITERIANA DE MENLO PARK MENLO PARK, CALIFORNIA

Una división de Grupo Nelson Nashville, Tennessee, E.U.A. www.caribebetania.com Título en inglés: Rising Above ©2004 por Wayne Cordeiro Published in the USA by Regal Books A division of Gospel Light Publications, Inc. Ventura, CA 93006 U.S.A. All rights reserved

ISBN: 0-88113-949-1

C ONTENIDO Reconocimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .6 Introducción

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7

Capítulo 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9 ¿Qué haces cuando tocas fondo?

Capítulo 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35 ¿Por qué Dios nos deja luchar?

Capítulo 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55 Cómo hacer para que la vida sea sencilla de nuevo

Capítulo 4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .79 Desarrolla el contentamiento

Capítulo 5 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .97 Forja el coraje para reconstruir

Capítulo 6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .119 Desarrolla una vida de excelencia

R ECONOCIMIENTOS Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. L AMENTACIONES 3.22

rimero que todo, quiero agradecer a los Ministerios Community Care, en Hawai, y a su gran directiva de líderes y voluntarios. Mark Hovland y su equipo han dado incansablemente de ellos mismos para ver que la gente sea libre. Gracias por consagrar sus vidas a aquellos que son preciosos para Dios. A nuestro Ministerio Carcelario dirigido por Roy Yamamoto; tú y tu equipo me recuerdan tanto a Jesús, al alcanzar a hombres, mujeres y jóvenes en las instituciones correccionales. Gracias por mostrarles que la verdadera libertad no depende de qué lado de las rejas están, sino desde qué lado de la eternidad ven la vida. A nuestros líderes de LifeChange, que han invitado al Espíritu de Dios a moverse tan maravillosamente en nuestra iglesia; vemos el fruto de sus labores cada semana. Y a nuestros intercesores en New Hope, guiados por el pastor Larry Gillis; no sólo hemos visto victorias, sino numerosas vidas transformadas porque hay gente que está orando. El evangelismo es simplemente recoger el botín de una guerra que ya fue ganada en oración. Y a los cientos de líderes de los Grupos de Cuidado; gracias por estar «firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano» (1 Corintios 15.58).

I NTRODUCCIÓN Nuestra vida es el regalo de Dios para nosotros. Lo que hacemos de ella es nuestro regalo para Él.

adie elige intencionadamente una vida mediocre, una familia vulgar o un matrimonio de segunda. Nuestro Dios es un Dios grandioso y, dado que nos ha creado a su imagen, ¡su intención es que seamos un pueblo grandioso! Pero ¿qué haces cuando tus paredes colapsan bajo la presión de problemas circundantes y tormentas demoledoras? Las realidades de la vida te golpean y te quedas parado en las cenizas de las relaciones humeantes y los sueños destrozados. El 11 de septiembre de 2001, nuestro país experimentó uno de los más trágicos ataques En los meses y años por en su historia. El ataque terrorista al World Trade Center, en venir, la vida volverá a ser Manhattan, tomó al mundo por casi normal. Volveremos a sorpresa. Lo que llevó años erigir tomó sólo una hora nuestras vidas y rutinas, destruirlo. y eso es bueno. Incluso la Vivimos en un mundo en el congoja se desvanece con que la tragedia puede azotar en cualquier momento —divorcio, el tiempo y la gracia. Pero accidentes, bancarrota— oblinuestra determinación no terando nuestras vidas y debe pasar. haciéndonos tocar fondo. Hoy, millones de personas excavan —PRESIDENTE GEORGE W. BUSH, LUEGO DE LA TRAGEDIA DEL los escombros de sus propias 11 DE SEPTIEMBRE vidas, tamizando preguntas que parecen eludir su comprensión.

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Sin embargo, hay algo en lo que podemos concordar: ¡Debemos reconstruir! La derrota no es cuando estamos noqueados, sino cuando nos rehusamos a levantarnos. No podemos vivir bajo escombros; por lo tanto, debemos reconstruir el coraje para poder reedificar. Una de las series más populares en New Hope está ahora en tus manos. Numerosas personas que se han convertido en parte de la ohana [familia] de la iglesia lo hicieron porque asistieron a una reunión dominical en la que Dios usó uno de los mensajes de este libro para sanar una relación o una fe colapsadas. Este libro es dos por uno: (1) Es una esperanza para hallar respuestas a tus preguntas y (2) es una oración para que busques a Dios en tu lucha. Aunque Dios promete sanarte, tú ¡El capítulo más eres quien decide cuánto tiempo va a Puede requerir una década o una grandioso de tu tomar. semana. Tú decides. Para ayudarte con vida es el que estás tu decisión, te pido que tomes algunos minutos para dejar que Dios te aconseje por abordar! a través de estas páginas. Y mientras lo haces, oraré que encuentres una perspectiva fresca para los días por venir. Recuerda: estamos juntos en esto. No se supone que viajes solo. El capítulo más grandioso de tu vida ¡es el que estás por abordar! «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis». JEREMÍAS 29.11

Capítulo 1

¿Q UÉ

HACES CUANDO

TOCAS FONDO ?

¿A

lguna vez oíste que Dios te dijo algo y luego hiciste otra cosa? ¿En alguna ocasión has oído instrucciones específicas de Dios pero terminaste haciendo lo opuesto? Déjame presentarte a Jonás, un profeta menor del Antiguo Testamento que ¡casi no lo fue para nada! Dios llamó a Jonás para una misión especial. La gente de la ciudad de Nínive era malvada, pero Dios —el Dios de las segundas oportunidades— comisionó a Jonás para que interviniera y los ayudara a revertir su espiral descendente. Dios lo reclutó y le instruyó: «Jonás, quiero que vayas a Nínive. [Nínive era una isla a tres días de viaje de donde estaba Jonás en ese tiempo.] Allí quiero que le prediques a la gente, porque son verdaderamente malvados. Tengo mejores planes para ellos que la destrucción, ¡así que diles que se vuelvan a Dios!» (ver Jonás 1.2). Había sólo un problema: ¡Jonás odiaba a los ninivitas! Los despreciaba con pasión. Eran conocidos como feroces guerreros,

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inmisericordes, que saqueaban y destruían aldeas en su codicia por poseer más tierras. Por lo tanto, en vez de obedecer las instrucciones de Dios, Jonás sacó un pasaje en un barco que iba en la dirección opuesta. Jonás navegó alejándose del llamado de Dios y viajó hacia un lugar llamado Tarsis, al otro lado del Mar Mediterráneo. Ahora Dios tenía dos problemas en sus manos: una ciudad sin arrepentir y ¡un profeta fugitivo! Sin embargo, una tormenta colosal golpeó el barco del fugitivo, arrojando a Jonás por la borda. Para empeorar las cosas, un gran pez —no sabemos de qué clase, pero lo llamaremos ballena— se tragó a Jonás. Lo que encontramos a continuación es a Jonás enredado en algas, chapoteando La mayoría de las cosas desesperadamente en la bilis de la ballena. importantes en el mundo ¿Te has sentido alguna vez de han sido logradas por esa manera? ¿Has tocado fondo ningún lugar adónde ir? Te gente que ha seguido sin sientes completamente abandonado, dejado para que te valgas intentando cuando ti mismo. Todos pasamos por parecía que no había por esos callejones, tiempos en los esperanza de nada. que parece que no hay lugar adónde ir. En un momento u otro, —DALE CARNEGIE en mayor o menor grado, cada uno de nosotros ha sido o será llamado «Jonás». Y tal como Dios se aferró al Jonás de antaño, no te dejará ir. ¡Todavía no ha terminado contigo! Continúa leyendo.

¡Una extraña manera de bendecir! A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad (Hechos 3.26).

¿Qué haces cuando tocas fondo?

Por causa del amor de Dios, Él llegará a extremos para llamar tu atención. El amor de Dios no es un romance tipo Hollywood, ni es siempre suave y poético. Por causa del amor de Dios por Jonás, envió una tormenta. Dios a veces hace eso. Su programa de bendiciones no siempre viene envuelto en suave terciopelo. Quizás te sea entregado, ¡vía Huracán Jones! En el arsenal de los llamadores de atención divinos encontrarás de todo, Las tormentas hacen desde gente irritante a gallos cantores. que los árboles Él también tiene locos de la calle y tengan raíces más familiares molestos. Pero una de las herramientas favoritas de Dios para profundas. captar nuestra atención es con una —CLAUDE MCDONALD tormenta. Es una rara forma de entregar una bendición, pero funciona. Y más adelante llegarás a apreciar el amor de Dios, si entiendes los métodos divinos. Estas divinas tempestades vienen en formas y tamaños variados, así que las vamos a categorizar en dos géneros: tormentas correctivas y tormentas perfeccionadoras.

Tormentas correctivas Las tormentas correctivas hacen algo bien: ¡Corrigen! Simple pero efectivo. Usualmente se levantan cuando estás yendo en la dirección equivocada. Cuando huyes de Dios te encontrarás enfrentando la tormenta de las consecuencias, la tormenta de la conciencia o la tormenta de las quejas, las que te aplastan con olas de siete metros. Pregúntale a Jonás. Él experimentó una temporada de huracanes cuando iba en la dirección opuesta. Dios ve el final desde el principio. Él ve nuestras acciones del presente y nuestro futuro como el resultado de esas acciones. Dios sabía que si Jonás continuaba en la dirección que iba, sus propias acciones le traerían destrucción. Por lo tanto, intervino para corregir el curso de Jonás. Habrá tiempos en que estaremos encaminados a Tarsis y Dios nos ama lo suficiente para enviar una tormenta. No se supone que

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nos haga zozobrar, sino que nos corrija. De esa forma nos desviaremos de las ballenas hambrientas.

Tormentas que perfeccionan Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca (1 Pedro 5.10).

Las tormentas perfeccionadoras son las que más confunden, especialmente si alguien te ha enseñado que si haces la voluntad de Dios, nunca encontrarás problemas. Si eso fuera verdad, entonces la vida de Jesús habría sido una de paz y ocio. Sin embargo, nada hay más lejos de la verdad. En Mateo 14, encontramos la clásica Nuestras verdaderas historia de Pedro y los discípulos en medio de una tormenta. Jesús los bendiciones a alcanza mientras ellos intentan cruzar el menudo se nos Mar de Galilea, pero Él elige una ruta aparecen en forma menos convencional. Decide caminar sobre las aguas en vez de navegar sobre de dolor, pérdidas ellas. Cierta vez, en medio del invierno, y desilusiones. visité Helsinki, Finlandia, donde —JOSEPH ADDISON habíamos plantado una iglesia. Siendo yo de Hawai, esto se convirtió en una experiencia dolorosa. Aun ahora, cuando lo pienso, los escalofríos me recorren la espalda. Era uno de esos días cuando cada oración hablada se suspendía como una caricatura en el frígido aire. Esa noche hablé sobre Mateo 14, exponiendo el asombroso milagro de Pedro caminando sobre el agua. Durante el mensaje, una persona levantó su mano y dijo: «Caminar sobre el agua no es un milagro tan grande. Aquí, en Helsinki, caminamos sobre ella todo el tiempo. De hecho, en un par de semanas, ¡podremos manejar sobre el agua!»

¿Qué haces cuando tocas fondo?

En esta historia, Pedro sale del bote a caminar sobre el agua en Cuando estamos sobre medio de una furiosa tormenta. «Al nuestras espaldas no ver el fuerte viento» (v. 30), Pedro queda hacia donde comienza a ser sumergido bajo las rugientes olas, porque se enfocaba mirar, sino hacia en los problemas. Él pierde la arriba. confianza en su decisión de seguir a OGER W. B ABSON —R Jesús a través del agua. El Señor inmediatamente extiende su mano, lo jala y simplemente pregunta: «¿Por qué dudaste?» (v. 31) A pesar de que a menudo hablamos de cómo Pedro falló, debes recordar que tuvo suficiente fe para caminar sobre el agua en primer lugar. Puede haber sido una fe imperfecta, pero estoy seguro que fue más de la que tú o yo hubiéramos tenido. He estado en Israel en varias ocasiones, visité el Mar de Galilea, y debo admitir que cuando nadie estaba mirando lo intenté, y todo lo que hice fue ¡mojarme! Esta clase de tormenta fue diferente de la del Mediterráneo. La tormenta Galilea no estaba allí para corregir la fe de Pedro; su propósito era ¡perfeccionarla! Habrá tiempos cuando Dios te corrige y los habrá en que te perfeccione. Las dos pueden ser dolorosas, pero Dios las permite porque nos ama y entiende que a veces la única manera de llamar nuestra atención que tiene es permitir que las cosas se escapen de nuestro control. Ahora de regreso a nuestro amigo Jonás.

Desde las profundidades del Seol Jonás se halló a sí mismo forcejeando torpemente en una tormenta correctiva en las profundidades del mar. Finalmente volvió en sí y clamó a Dios desde la panza de la ballena: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste (Jonás 2.2).

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Cuando Jonás tocó fondo en su vida, finalmente se volvió a Dios. Clamó a Dios y Dios le respondió. Para este tiempo, la ballena estaba viajando de vuelta a Nínive y Dios le dio sus instrucciones finales al mamífero: «Ve y vomítalo en la costa» (ver v. 10). ¡Wuush! Y ahí salió Jonás, aterrizando sobre un pegajoso montículo en la playa. Recuerda que había estado en el estómago de la ballena por tres días, ¡remojándose en jugos gástricos y bilis tóxica! Olía bastante a podrido y tenía la piel y el cabello de desteñidos a blanco, como con agua oxigenada (peróxido). Pero lo más importante, ¡tenía una dedicación al Señor renovada y un claro sentido de dirección! Entonces emprendió el viaje de tres días a Nínive. Llegó y caminó por las calles diciendo: «Arrepiéntanse, Dios me dijo que proclamase su La adversidad es un severo arrepentimiento, ¡así que instructor puesto por el Único arrepiéntanse!» Y, he aquí, que la ciudad entera se arreque nos conoce mejor que lo pintió (ver Jonás 3). ¿No lo que nos conocemos nosotros a harías tú? Yo lo haría. Mientras reflexionaba nosotros mismos, ya que sobre esto, podía imaginar la escena ese día. Un nos ama más también. mensajero entra jadeando a —EDMUND BURKE la corte del rey gritando: «¡Rey! ¡Rey! ¡Afuera hay un profeta, diciendo que nos arrepintamos! ¿Qué debo hacer?» «Que no cunda el pánico», dice el rey (libre traducción Cordeiro, por supuesto). El rey continúa: «¿Cómo se llama?» «Creo que dijo que: "¡Jonás!" Pero eso no es todo. ¡Este tipo espanta! Está blanco como una sábana, tiene algas secas sobre toda su cabeza. Su cabello es color amarillo fuego y tiene un olor apestoso que lo sigue por todos lados. ¿Qué debemos hacer?» El rey responde: «Vamos a arrepentirnos; ¡eso es lo que vamos a hacer!» Así que toda la ciudad se arrepintió. ¿Qué hizo cambiar a este profeta renegado del rechazo a la recepción, como de la noche al día? Cuando Jonás tocó fondo,

¿Qué haces cuando tocas fondo?

Dios pudo darle dirección y enseñarle lecciones de la vida. No te pierdas la gema: la experiencia de Jonás de tocar fondo no sólo cambió su vida, sino que cambió la eternidad para más de 100.000 personas que vivían en Nínive. A Jonás se le hizo disponerse a obedecer a Dios. ¿Dónde? En la panza de la ballena. Su historia, como la tuya y la mía, es que hasta que no tocamos fondo no estamos listos para cambiar nuestros caminos.

Los llamadores de atención y el gran pez Dios nos ama a cada uno de nosotros tanto que si vamos en la dirección equivocada, Él ha de intervenir. Sin embargo, si no tomamos su consejo, nos permitirá tocar fondo. Cuando no hay más opciones, ni más puertas laterales ni más atajos, entonces nuestros corazones están listos para cambiar. La voluntad óptima de Dios, por supuesto, es que nosotros simplemente obedezcamos. Sin embargo, cuando escogemos no hacerlo, Él recurre a su arsenal de llamadores de atención y peces grandes. Su amor te perseguirá, así que espéralo, ¡especialmente cuando se corta la electricidad! «Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados» (Hebreos 12.10-11).

Cuando recuerdo las grandes lecciones de crecimiento de mi vida, me doy cuenta que todas tenían un denominador común: En cada una de ellas yo estaba atrapado en el fondo de un valle. Habiendo tropezado cuesta abajo en muchas colinas, he descubierto que las gemas más grandes se encuentran en el suelo del valle.

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El agresivo amor de Dios Dado que Dios puede ver el final desde el principio, puede ver cuando has estado navegando con una brújula rota. Lo que sabes que es verdad será probado y examinado. Los consejeros baratos y los sabios de las salas de chat (conversación) te abandonan en tiempos de necesidad. Puedes estar siguiendo sinceramente lo que piensas que es correcto de La prosperidad es un gran acuerdo a tu brújula. Pero si está rota, aunque seas sincero, maestro; la adversidad estás errado. El resultado final será tu destrucción. lo es aun más. Si eres constructor, tendrás —WILLIAM HAZLITT planos para cada casa en la que te propongas trabajar. Pero si los planos están incorrectos, no importa cuán sinceramente construyas, la casa tendrá fallas. A veces Dios tiene que borrar todo el plan, dibujarlo de nuevo y reconstruir. Dios no se complace en aguarte la fiesta, pero si la dirección en la que vas sólo ha de resultar en colapso llamará al Huracán Jones. ¡Marca mis palabras! Infaliblemente, la razón de Dios siempre será que Él se complace en hacer cumplir sus promesas en tu vida. «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros... pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis» (Jeremías 29.11).

De vuelta al corazón A veces Dios necesita llevarte de vuelta a la roca firme para reconstruir y reformar los motivos mismos de tu corazón. Descubrirás que las batallas más grandes no serán luchadas en mares extranjeros o en los campos de batalla de una tierra devastada por la guerra. Las mayores batallas serán ganadas o perdidas en las cámaras internas de tu corazón.

¿Qué haces cuando tocas fondo?

«Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré» (Génesis 22.2).

La Biblia cuenta la conmovedora historia de Abraham y su amado hijo, Isaac, la promesa de Israel y la única esperanza de un legado duradero. Abraham amaba a Isaac más que a cualquier otra cosa. Él prodigó todos sus afectos sobre su heredero. Aunque Abraham era un hombre rico, nada lo hacía sentir más rico que su hijo. Un día Dios le pidió que llevase a Isaac a la cima del Monte Moriah y lo sacrificara, ¡Como haría uno con una oveja o una cabra! La Biblia no describe la agonía y la confusión que deben haber bramado en el anciano corazón de Abraham. No puedo imaginar el dolor que lo habrá torturado toda esa noche, mientras agonizaba sobre la petición de Dios.

El padre de nuestra fe La Biblia nos da un atisbo de por qué Abraham es llamado el padre de nuestra fe. Él no huyó. No maldijo. No cuestionó. De hecho, nos dice que «Abraham se levantó muy de mañana…» La mejor forma de medir a un (Génesis 22.3), enalbardó su asno, cortó leña para el hombre no es dónde se para en sacrificio y se encaminó momentos de comodidad hacia la montaña con su y conveniencia, sino dónde se hijo. Cuando alcanzaron la para en tiempos de desafíos y cima, Abraham dio una controversia. última mirada a los ojos del —DR.MARTÍN LUTHER KING, JR. que amaba tan profundamente. Sin cuestionar al Señor, ató a su hijo a la leña. Levantó su cuchillo en alto y, para que el sacrificio fuera completo, desprendió su corazón de su preciado tesoro.

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Con calculada obediencia, que le haría renunciar a todas sus esperanzas y sueños, el cuchillo comenzó su rápido descenso. No existe mayor valentía que la que las Escrituras nos revelan en la cima del Monte Moriah, en aquel aciago día. Mientras el cuchillo se precipitaba hacia su objetivo intencionado, el brazo de Abraham se congeló en el aire: «Y extendió Abraham su mano y tomó su cuchillo para degollar a su hijo. Entonces el ángel de JEHOVÁ le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único» (vv. 10-12). Dios realmente no quería a Isaac; ¡Quería el corazón de Abraham! Tan pronto como los afectos de Abraham se desprendieron de Isaac y fueron puestos donde pertenecían, el refinamiento de Dios se completó. «Abraham», dijo el Señor, «Mi propósito era ganar tu corazón, no tomar a tu hijo. Y ahora que tu corazón ha regresado puedes quedarte con tu hijo, además de todas mis promesas» (ver v. 12).

De vuelta a «Foja Cero» Dios quiere tu corazón, no tu penitencia o depresión autoinfligida. Quiere tu compromiso para reconstruir tu vida a la manera de Dios. ¡Él está pidiéndote que lo El amor intenso no mide; sigas! Y a veces —para poder hacer eso— tiene que llevarte de sólo da. vuelta a «Foja Cero». —MADRE TERESA ¿De dónde sacó Moisés su comisión y fuerza para seguir a Dios? Cuando estuvo en el desierto, después que su familia y sus amigos lo habían rechazado, cuando fue condenado al ostracismo y excomulgado como mano derecha del Faraón. Conducido al desierto, tocó fondo. Sin embargo, a menudo encontramos a Dios en el desierto.

¿Qué haces cuando tocas fondo?

Un cartel que indica «Girar en U» en el fondo A veces tocamos fondo por causa de nuestras propias acciones, como el hijo pródigo. Cuando él rechazó a su padre, terminó alimentando a los cerdos. Cuando el hijo pródigo tocó fondo, allí volvió en sí (ver Lucas 15.17). Dios coloca a los mejores maestros de la vida en el fondo. Fue en el sucio salón de clases donde el hijo pródigo decidió: «Esto es lo que haré: Volveré a mi padre» (ver v. 18). Fue en el fondo donde el hijo pródigo encontró un cartel Recuerda siempre que los de giro en U que cambió su problemas tienen vida. Todos tocamos fondo en valores que poseen algún punto de nuestras vidas. potencial de mejoría. Todos le podemos gritar a la —NORMAN VINCENT PEALE gente, quejarnos contra Dios o enojarnos con las circunstancias. O podemos decidir escuchar lo que Dios tiene que decir. Consideremos las tres posibles opciones cuando tocamos fondo.

1. Clama a Dios «…Cayeron y no hubo quien los ayudase. Luego que clamaron a JEHOVÁ en su angustia, los libró de sus aflicciones» (Salmo 107.12-13, énfasis agregado).

Este punto te parecerá elemental, pero aguarda. Cuando te encuentres tirado de espaldas, mirando al techo, no empieces a culpar a tu esposa; no te rindas; no te compres un boleto a Tarsis; y (como en el juego Monopolio) no pases el «sigue» para cobrar los $200. En lugar de ello, necesitas primero, ¡clamar a Dios! Notarás que el Salmo 107.12 dice que a veces tropezarás y no habrá «quien ayude». Quizás te enojes con la gente por no poder contar con ellos cuando los necesitas. Llamarás a tus amigos por teléfono, pero están ocupados. Llamas al pastor, pero no te

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responde la llamada. (¡Por supuesto, esto nunca pasa en nuestra iglesia!) Tú finalmente decides llamar a la línea de prevención de suicidios, pero te ponen en espera. El Único que te puede salvar de tus aflicciones es Dios. A veces alejará a la gente de tu alcance para quitarte la tendencia de depender de otros más de lo que dependes de Él. Dios permite esto, a los efectos de que «no confiásemos en nosotros mismos, sino en Nos volvemos a Dios Dios» (2 Corintios 1.9). por ayuda cuando Está bien clamar a Dios. Necesitamos clamar a Dios. A nuestros cimientos se menudo nuestra tendencia es sacuden, sólo para quejarnos contra Él y enojarnos con aprender que es Dios la gente. Lamemos nuestras heridas y nos autocompadecemos. Hasta quien los estremece. quizás queramos acabar con nuestras —CHARLES C. WEST vidas. Parece que lo último que hacemos es clamar a Dios. Sin embargo, con frecuencia el problema no es tal cosa. El problema no es tocar fondo. El problema es un corazón endurecido, un orgullo que no permite lágrimas, una aversión al quebrantamiento o rehusarse a tener un corazón contrito. A pesar del problema, Dios todavía te invita a sí mismo. Él está mostrándote el camino al reino y el cartel que veas puede que sea uno para girar en U.

De regreso a lo básico «Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente» (Hebreos 5.7, énfasis agregado).

¿Sabías que Jesús clamó a Dios? Cuando la gente venía contra Él y se sentía que estaba totalmente solo, Jesús clamó al Padre. La gente

¿Qué haces cuando tocas fondo?

pregunta: «¿Cómo Jesús, que es Dios, pudo haber tocado fondo y tenido que clamar a Dios?» Aunque era completamente Dios, también era completamente hombre. El Señor no era inmune a las heridas. Experimentó todo el dolor de una humanidad caída. De modo que cuando tocó fondo, lo hizo sobre sus rodillas. Jesús sabía que clamar al Padre era su única esperanza si quería mantenerse dócil y no sucumbir al endurecimiento. La Biblia dice: «…Porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas» (1 Pedro 2.21, énfasis agregado). Aquí hay una pregunta para ti: ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a Él con «gran clamor y lágrimas»? ¿Puedes recordar la última vez que te arrodillaste ante Dios y le abriste las fuentes de tu quebrantado corazón? Si Jesús fue al Padre con gran clamor y lágrimas, quizás tú y yo podríamos ir también. Dios dice que nunca despreciará un corazón quebrantado y contrito: Dios usa cosas rotas: nubes rotas para traer lluvia, granos rotos para traer pan, y pan roto para traer vida.

Alguien me dijo cierta vez: «Wayne, Dios todavía busca hombres y mujeres cuyos ojos estén húmedos, cuyos corazones estén quebrantados y cuyas rodillas estén dobladas, con ellos cambiará al mundo». Estoy de acuerdo.

La pregunta del pecado ¿Qué pasa si tu propio pecado te hace tocar fondo? ¿Qué ocurre si tú eres la razón de que el dolor escale? Cuando te das cuenta que tu pecado ha causado tu caída, recuerda esto: Deja siempre que Jesús, no el diablo, trate con tu pecado. Si dejas que el diablo trate con tu pecado, te va a confundir con culpa y condenación. Él te hará lamerte tus heridas bien rápido.

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Tendrás un tiempo de autocompasión, seguido por algo drástico y necio. Al diablo le encanta entregar un sobre de ántrax lleno de dolor y destrucción. Puede que hayas estado recibiendo estos por años. ¿Cómo caes en esta trampa? ¿Dónde él usa tus errores como municiones? Aquí hay varias maneras.

1. Dejando pecados sin resolver

No es el pecado lo que destruye al pueblo de Dios; ¡son los pecados sin resolver! El pecado no puede ser ignorado, porque hará que tu error se vuelva parte de tu futuro edificio. Las semillas del descontentamiento se multiplicarán en el cimiento. Los temas sin resolver no se aclaran automáticamente. Si se dejan sin atender, al fin se pudrirán y causarán mayor daño.

2. Excusando el pecado

Una de las tácticas favoritas del diablo es hacernos justificar el pecado, lo que puede apaciguar nuestras mentes en el presente, mas las consecuencias no serán mitigadas. Números 32.23 nos recuerda: «…Sabed que vuestro pecado os alcanzará». Podemos estar seguros que nuestro pecado emergerá y no podremos escapar a las consecuencias de sus desgarrantes intenciones.

3. Castigándote a ti mismo

Otra forma que permitimos al diablo tratar con nuestro pecado es autocondenándonos. En vez de arrepentirnos, nos golpeamos en un esfuerzo por inducir alguna clase de Los pecados no se castigo para expiar nuestro mal. Nos con una vida debajo de los pueden deshacer, conformamos escombros como una forma de mostrar sólo perdonar. nuestro dolor. Esto nunca funcionará. Hay tan sólo un Mesías que puede purgar —IGOR STRAVINSKY nuestros pecados, ¡y no somos nosotros! Si llevamos nuestros pecados a Dios y dejamos que trate con ellos, el Señor dice:

¿Qué haces cuando tocas fondo?

«Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad» (1 Juan 1.9). «Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano... en sequedades de verano. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado» (Salmo 32.3-5).

La manera de Dios comienza cuando confesamos nuestro pecado sinceramente, acordando con Él que lo que hicimos estaba mal y luego arrepintiéndonos. No corras para el otro lado. No lo encubras. «Antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta» (Hebreos 4.13). ¡Dios lo sabe! Podremos esconder cosas de la gente y quizás engañarlos, pero nunca engañaremos a Dios. Él ya sabe, ¿por qué no confesar? Cuando Adán y Eva pecaron, el único que podía tratar y perdonar su pecado era el Señor. Pero, ¿qué hicieron? En vez de ir a Él, ellos como Jonás, corrieron para el otro lado. Dios finalmente localizó a la pareja fugitiva y, en Génesis 3.10, un sonido revelador descubre un problema que nosotros heredamos: [Adán] dijo: «Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo ... y me escondí» (énfasis agregado).

No te escondas. Cuando peques, ¡ve a Dios! Asegúrate de permitirle a Él que trate con tu pecado. Confíaselo a Él y coopera con su proceso de restauración. ¡No hay mejor manera! «En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste» (Salmo 22.4, NVI, énfasis agregado).

A los efectos de que Dios te libere, primero debes confiar en Él. Confiar en Dios significa que cuando Él trata con tu situación, respondes de acuerdo al carácter de Dios, y no de acuerdo a cómo te sientes respecto al problema. Confíale tu corazón quebrantado.

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Es malo cuando fallas moralmente. Es peor cuando no te arrepientes. —LUIS PALAU

Confíale tu esterilidad. Confíale tus miedos y luego, ¡escucha! Responde de acuerdo a lo que Dios querría que pienses y hagas, sin importar cómo tus emociones deliren y despotriquen. Confía en Él, no en tus sentimientos y estarás camino a vivir la vida ¡por encima de los escombros!

2. Aprende las lecciones de la vida «Mis huidas tú has contado; pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?» (Salmo 56.8).

Por favor, toma nota de la siguiente declaración, como un punto de navegación para tu vida: Dios nunca desperdicia una herida. Las lecciones dolorosas se pueden convertir en preciosas gemas. Dios nunca te llevará a través de un valle donde no te dé algo de igual o mayor valor. Cuando atravieses dolor o heridas, Dios no lo desperdiciará. La gema será igual o mayor que la profundidad del valle. Cuando alguien nos arroja lodo, nuestra respuesta natural es arrojarles lodo de vuelta. No lo hagas. Si espontáneamente tomamos un puñado de lodo y se los arrojamos de vuelta, fallaremos en darnos cuenta que escondido en el lodo hay diamantes; lecciones y gemas destinadas a cambiar nuestras vidas. Perdemos las gemas escondidas en ese lodo. Aunque el lodo duela cuando pega contra la carne, sé «tardo para hablar, tardo para airarte; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios» (Santiago 1.19-20). Nuestra meta no puede ser vivir una vida libre de dolor; al contrario, debe ser una que esté correcta a los ojos de Dios. Pero ¿qué hacemos con el dolor? Aquí, debo admitir, es donde se pone algo difícil. En mis últimos treinta años de ministerio, he experimentado muchas noches sin sueño, llenas de lágrimas. Me he paseado, caminando por el piso, me he raspado mis rodillas desnudas en oración y he llorado en silencio.

¿Qué haces cuando tocas fondo?

Dale a tus lágrimas todo el espacio que necesiten, porque ellas lavan el lodo para así exponer los diamantes. Dios nunca desperdiciará una herida; Jesús puede redimir cualquier situación. De hecho, se especializa en situaciones de quebranto.

No experimentar, sino aprender «Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia»

(Hebreos 5.8, énfasis agregado). Jesús establece un ejemplo mediante las experiencias de su propia vida. Lo que lo hace un Salvador tan hermoso no es que sufrió tanto, sino las cosas que aprendió de sus sufrimientos. Conozco a mucha gente que ha sufrido por años y que me han dicho cuánto han sufrido. Un hombre, en una iglesia en la que yo servía como pastor de jóvenes, me arrinconó y golpeando mi pecho con su dedo dijo: «¡He estado en esta iglesia "ntes" que usted hubiera nacido!» (No decía «antes», decía «ntes».) «He visto cómo se cuecen las habas» continuó lamentándose, «he sobrevivido a tres pastores, además del que tenemos ahora. Y he visto a muchos jóvenes en entrenamiento, "verdes" como usted (inexpertos), ir y venir. Así que no intente aplicar esas cositas nuevas que se aprendió en esas clases del colegio bíblico, ¿me oye?» Puede que él haya sobrevivido a algunos años precarios pero las lecciones sólo parecen haberlo endurecido, no ablandado. Lo hicieron más gruñón, no más compasivo. Su sufrimiento le había robado lo que cierta vez fue un dócil corazón. El sufrimiento te cambiará, pero no necesariamente para bien. Debes escoger tu actitud.

Punto de cambio Hubo un punto en que todo mi ministerio dio un giro. Aunque había sido cristiano desde 1972, no fue sino doce años después que

Elévate

dediqué completamente mi vida a Dios. Hasta ese tiempo trataba a Dios más como a un amuleto de buena suerte, que como a Alguien que debe ser reverenciado y servido inequívocamente. Puedo recordar cómo regateaba con Dios muchas veces. Con mi actitud le decía: «Te serviré tan sólo si haces lo que quiero que hagas y cuando yo lo quiera». Por fuera, yo era el joven pastor de una iglesia en crecimiento; pero por dentro, todavía era un niño testarudo. Para ese tiempo, regresé a Oregon como orador de la conferencia de Youth for Christ [Juventud para Cristo]. Tenía mucho estrés (aunque no me había dado cuenta de eso al momento). Durante la conferencia tuve varios mareos y sentía que los latidos de mi corazón se salteaban y luego erráticamente aumentaban su ritmo. Había veces en que mi corazón El Hijo de Dios sufrió parecía detenerse y sentía calores. más, me golpeé el pecho varias hasta la muerte, no Es veces, ¡como si me estuviera para que los hombres no haciendo resucitación artificial a sufrieran, sino para que mí mismo! No podía decidir si estaba sufriendo un ataque sus sufrimientos puedan cardíaco o si sólo me estaba ser como los de Él. volviendo loco. Descubrí que es verdad que —GEORGE MCDONALD cuando estás a las puertas de la muerte, empiezas a evaluar tu vida. Eso es justo lo que hice. Mis problemas cardíacos continuaron hasta tarde en la noche. Me encontré a mí mismo lleno de ansiedad y preguntándome: ¿Qué está pasando? Con miedo de ir a dormir mantuve mi lámpara de escritorio encendida, rogando que Dios me diera su sanidad. Finalmente mis ojos se pusieron tan pesados como mi fatiga y me di cuenta que pronto tendría que rendirme al sueño que tan desesperadamente necesitaba.

Última voluntad y testamento No sabiendo si iba a despertar la siguiente mañana, empecé a escribir una carta con mi «última voluntad y mi testamento» para

¿Qué haces cuando tocas fondo?

mi esposa. Terminé mis palabras finales y las puse en la silla, al lado de mi cama. Lo último que recuerdo haber pensado fue: Me voy a dormir. Si muero, ¡que me muera! Obviamente, dado que estás leyendo este libro, ¡sabes que no morí! ¡Gracias a Dios! Pero permíteme compartir una porción de la carta que le escribí esa noche a mi esposa. Mi queridísima esposa Anna: Esta noche mi corazón estaba palpitando mucho. Empecé a tener mareos; nunca antes había estado tan cerca de casa. No sé si Jesús quiere que vaya o no. Le pedí que me dejara quedarme y le rogué, pero tengo miedo. Es casi medianoche y quería llamarte, pero no deseaba molestarte. Si Jesús quisiera llamarme a casa durante la noche, quería que sepas cuánto significas para mí. Nunca pensé que escribiría una carta así. Le pedí a Jesús y creo que me sanará durante mi sueño, como dicen las Escrituras: «Porque Él da a sus amados, aun en sus sueños». Esa es la promesa que tengo para esta noche. Sin embargo, no sea hecha mi voluntad, sino la suya. Él es el Señor. Felizmente moriré en el servicio a mi Rey. De todas maneras, Cambiar y cambiar mi vida ha sido suya desde 1972 y me ha dado muchos años de gozo y una a mejor, son dos gran familia. Si me llevare a casa, por cosas diferentes. favor, ten por cierto que Él te cuidará —PROVERBIO ALEMÁN a ti, a Amy y a Aarón. (En esa época sólo teníamos dos hermosos hijos.) No te enojes con Dios. Él es el Señor y puede hacer conmigo como le plazca. Quiero ser pastor de la gente en Hawai y aprender a ser un buen esposo y padre. Hay tanto que quiero hacer y de lo cual quiero ser parte; estoy dividido entre querer estar con Jesús y quedarme aquí. Por favor, perdóname por mis errores y mi indiferencia hacia a ti muchas veces. En ocasiones tuve que luchar con ciertas cosas dentro de mí y no logré ponerte a ti por encima de mis sentimientos y luchas. Si Jesús me dejara quedarme, te prometo que mejoraré. Debo ser un hombre de fe no sólo en el púlpito sino también en casa. Mi más grande deseo esta noche es que me despierte en la mañana para desechar esta carta y mantener vivas las promesas

Elévate

de ser un hombre más devoto en mi estilo de vida. Esta noche estoy haciendo un inventario de mi vida. Cuando te rozas tan de cerca con la muerte, puedes evaluar tu vida. Eso es lo que estoy haciendo. Mi esperanza es que esto sea lo que mi Padre quiere que haga. Te amo. Diles a los Señor, no me corresponde niños que su padre les ama. Y si fuera a casa con el Señor esta cuidar si vivo o muero; me noche, esperaré por ti en gloria amarte y servirte es mi hasta que Dios te llame a casa estar con nosotros. Le voy parte, y eso tu gracia me para a pedir a Dios una mansión donde los dos podamos estar lo debe dar. juntos. Deja que la iglesia sepa —RICHARD BAXTER de mi amor por ellos. Sé Jesús para la comunidad. Sé una luz. Le agradezco a Dios desde el fondo de mi corazón por haberme dado el privilegio de ser tu esposo.

Cuando me desperté la mañana siguiente dije: «Oh, sí, ¡estoy vivo!» Releí mi carta y me dije a mí mismo que había lecciones que necesitaba poner en práctica. Esa tarde, volví a consagrar mi vida al Señor completamente y sin reservas. Estas lecciones de la vida me resultaron en enormes correcciones del curso de mi modo de vivir.

La asombrosa gracia de Dios Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad… (2 Corintios 12.9)

Capta lo que Dios está diciendo en esta Escritura. ¿Cuándo lo vemos hacerse poderoso? ¿En nuestras fuerzas o en nuestras debilidades? Pablo dijo: «…Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte» (v. 10). El poder de Dios se hace evidente cuando somos débiles. A tres años de haber empezado a plantar una nueva iglesia en Hilo, comencé a ver que las cosas se volvían amargas. Como joven aprendiz de líder de treinta y cuatro años, estaba cometiendo error

¿Qué haces cuando tocas fondo?

tras error y la iglesia se empezó a reducir. Justo cuando no podía hundirme más, uno de mis aliados más cercanos se fue abruptamente y me sentí abandonado por completo. ¿Qué debo hacer? Renunciar no podía, ¡pero no quería continuar con las cosas como estaban tampoco! Yo siempre había practicado deportes. Por lo tanto, siempre se me había taladrado que cuando estás detrás, tienes que redoblar los esfuerzos. Así lo hice. Comencé a trabajar más fuerte, quedándome más horas y aumentando mi impulso. Me acostaba más tarde y dormía menos. Pero en vez de mejorar, ¡las cosas empeoraron cada vez más! Finalmente, en desesperación, clamé a Dios: «Dios, ¿no puedes ver que estoy haciendo todo esto por ti? ¡Parece que ni siquiera lo notas! ¿No me puedes ayudar sólo un poquito? (¿No sueno como los quejosos israelitas en el desierto?) Estoy haciendo esto sólo y me estoy cansando un poco aquí abajo». El Señor guardaba silencio. Yo continué pensando: ¿Qué pasa? Dios no me está ayudando. No me quedan fuerzas. ¿Me ha abandonado junto a todos los demás? Me senté en el borde de la acera y pensé: Este es un tiempo terrible. Quizás sea el momento de renunciar. Me senté silenciosamente, con la cabeza sobre mis manos. Me imagino que en ese momento, algo de mi duro cascarón (dos partes de orgullo y una de impulso) se derritió, dejando a Dios una apertura suficiente en mi corazón. Dios, entonces, depositó una gema allí que nunca he olvidado. Me trajo primero a memoria la Escritura que comienza con el Señor hablando al apóstol desanimado: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad (2 Corintios 12.9).

El apóstol Pablo entonces responde en forma narrativa: Por lo tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo (v. 9).

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Entonces Dios me preguntó: «¿Sabes por qué no te podías conectar a mi poder? Porque mi poder se perfecciona en la debilidad. La razón por la cual no me has visto fuerte hasta ahora es porque te has rehusado a ser débil». Cuando oí eso, mi corazón se quebrantó. Yo sabía que Dios tenía razón. Había sido testarudo. Pensé que redoblando mi empuje podía compensar la Dios no está desilusionado pérdida de impulso. Pero al hacerlo, aprisionaba su fuerza. con nosotros. Y al escoger mi debilidad, me Para empezar, encontré manejando sin Él nunca tuvo ilusiones. combustible. Cuando mi corazón se —LUIS PALAU volvió a su gracia, comenzó mi sanidad. Empecé por ver lo que quería que yo hiciera. Pronto la gente comenzó a sentir una atmósfera de sanidad y la iglesia empezó a crecer de nuevo, sólo que esta vez crecía tanto en profundidad como en anchura.

3. Te amo tal como eres. Ahora, ¡Cambia! Lo último que queda por hacer cuando tocas fondo y Dios te revela lecciones de la vida es cambiar. No saber más, no darse más cuenta, no sentirse mal ya más, ¡sólo cambiar! Escribe lo que Él ha dicho y luego registra lo que debes cambiar. Si no lo haces, terminarás en la misma ruta de nuevo. ¿No es verdad que cuando finalmente nos arrepentimos y Él nos saca del pozo, muy a menudo volvemos a nuestros viejos caminos? Qué rápido nos olvidamos. Los salvó... y los rescató... Entonces creyeron a sus palabras y cantaron su alabanza. Bien pronto olvidaron sus obras… (Salmo 106.10, 12-13, énfasis agregado)

¿Te suena eso familiar? Clamamos: «Oh, Dios, ¡ayúdame! Nunca más lo volveré a hacer, ¡nunca!» Él elimina la situación y ¿qué hacemos?

¿Qué haces cuando tocas fondo?

Volvemos, como lo haría una banda elástica estirada, a nuestros viejos caminos. La gente me pregunta: «Wayne, ¿por qué las cosas La fuerza de voluntad no siempre van mal en mi vida? cambia a los hombres. El Parece como que Dios está tiempo no cambia a los constantemente pegándome en la cabeza con un poste de hombres. Cristo lo hace. madera». Yo les digo: «Probablemente porque la única Por lo tanto: «Deja que manera que tiene Dios de llamar esa mente esté en ti, la cual tu atención ¡es con un poste! estuvo también en Entonces, cuando estás tirado sobre tu espalda, empiezas a Cristo Jesús». escuchar. Pero si Él habla y tú —HENRY DRUMMOND vuelves a tus viejos caminos, Él sacará su fiel poste del armario otra vez». Como reza la vieja canción: «Segunda estrofa, ¡igual que la primera!» ¡Tenemos que cambiar! Cuando cambiamos nuestros caminos, entonces Él puede modificar sus métodos.

«¡Sólo muérete!» Luego de que toques fondo, que tu corazón esté quebrantado, clama a Dios y aprende las lecciones de vida que Él tiene para ti. ¡Pero no olvides cambiar! Si yerras en esto, seguirás regresando a «Foja Cero». El sendero a la bendición es la obediencia: «Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis, si las hiciereis» (Juan El único verdadero error es 13.17, énfasis agregado). aquel del cual no aprendemos. Algunos años atrás, un —JOHN POWELL joven que conocía trató de quitarse la vida. Alguien lo encontró justo a tiempo y lo llevó deprisa a la sala de emergencia, donde se le succionó una sobredosis de pastillas para dormir.

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¡Yo estaba aturdido! No podía creer que hubiera tratado de quitarse su propia vida. Estaba en parte angustiado y en parte enojado de que hubiese intentado una maniobra tan estúpida. Lo fui a visitar al hospital. Cuando llegué, hablamos y oramos juntos, y lentamente se recuperó. Pero La perseverancia en creer no un año después, trató de de nuevo. excluye las tentaciones matarse Esta vez tomó una escopeta externas. Cuando decimos y se disparó en la cabeza. solamente volándose que un árbol está firme- Falló, una parte de ella. La siguiente mente arraigado, no vez que le vi en el hospital tenía tanta gasa alrededor de significa que el viento su cabeza que parecía un nunca sople sobre él. hisopo gigantesco. Me senté y razoné con él: —JOHN OWEN —O tienes mala puntería o Dios está tratando de decirte algo. ¿No crees que sea tiempo de escuchar? —Es que —murmuró—, yo ya no quiero estar aquí. —Tú realmente deseas morir y quitarte la vida, ¿verdad? —Sí. No me queda nada por lo que quiera vivir —respondió. Yo le dije: —Entonces muérete. Él dijo: —¡No se supone que usted diga eso! Usted es pastor. —Sí, pero soy honesto —le dije en respuesta—. Sólo muere. Él titubeó y luego respondió: —Lo intenté, pero fallé. —Bueno, la próxima vez te ayudo —le dije—. ¿Qué quieres decir con que me ayudarás? ¿Trabajas para el doctor Kevorkian? —Te diré algo; en vez de tanto tratar de quitarte la vida, ¿por qué no la regalas? —le dije. —¿Quién querría mi vida? —dijo con resignación. —Dios la quiere. Así es como renuncias a tu vida. Haz un compromiso de darle a Él tu vida y rehúsate a tomarla de vuelta. Igual no la quieres, ¿no es cierto?

¿Qué haces cuando tocas fondo?

—Bueno, no. —Entonces dásela a Dios. Es como las cosas en tu casa que ya no quieres y las entregas a la «caridad». Sólo que esta vez entregas tu vida completamente, no a la caridad, sino a la buena voluntad de la caridad de Dios. —Y ¿eso es igual que morir? —preguntó. —Mejor —dije—. Mañana vuelvo y te diré cómo regalar tu vida. Mientras me iba, me llamó: —¡Me gustaría hacer eso! Me encontré con él al otro día. Y en los meses siguientes se empezó a recuperar físicamente. A la vez, lo observé crecer en lo espiritual. Abandonó su vida y sus deseos y los puso a los pies del Maestro. Hoy es misionero en Japón.

Caridad o la buena voluntad de Dios Si estás listo para un nuevo comienzo o si estás cansado de la vieja vida, no se la des al diablo. Él te estará apuntando a la cabeza con un arma cargada. En cambio, dale lo que quede —todos los pedazos rotos, los sueños quebrados y las esperanzas destrozadas— a Dios. Incluso si no estás a punto de quitarte la vida, la invitación permanece igual. ¡Dale tu vida al Único que Dios no te buscará por las conoce su verdadero valor! Cada uno de nosotros medallas, grados y diplomas, tiene experiencias tocando sino por las cicatrices. fondo, pero es en medio de —ELBERT HUBBARD la bilis que algunas de las más grandiosas lecciones de la vida serán descubiertas. Estas pueden venir como resultado de una tormenta o de un colapso no anticipado. Cuando estés en el fondo, no te justifiques y no culpes a otros por tu suerte en la vida. Entrega tu vida a la voluntad de Dios. Cuando estés en la panza de la ballena, chapoteando en la bilis, clama a Dios. Él está escuchando y esperando en la playa que lleva

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a Nínive. Y cuando seas depositado en la costa, no busques una boletería para comprar un pasaje a Tarsis. Escucha, en cambio, una voz familiar invitándote a un nuevo comienzo: «Ven, sígueme».

Capítulo 2

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or qué Dios nos deja luchar? Esta es una pregunta común que mucha gente hace, especialmente en tiempos difíciles. Yo mismo a menudo me lo he preguntado. Reformulemos la pregunta y escucharás algo similar: Si Dios es un Dios tan amoroso, ¿por qué permite que sucedan cosas malas? Empecemos por preguntarle a alguien que entiende de luchas. Él fue perseguido y probado. Falló miserablemente y tuvo que luchar en medio de dudas y miedos personales para poder regresar. Preguntémosle a él. Su nombre es Pedro. Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese (1 Pedro 4.12).

Dejemos algo en claro de entrada: todos chocamos con algún badén; todos experimentamos retrasos. No lo consideres extraño.

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No es anormal. Es algo que todos experimentamos. Las luchas son inevitables en nuestras vidas. Ya sean dificultades financieras, problemas de salud o relaciones destruidas, lucharemos, eso está garantizado. Sin embargo, no es la lucha lo que te retrasa. Yo mismo he experimentado muchas y he Crecemos porque aconsejado a cientos que atraveluchamos, aprendemos saban eventos devastadores y tiempos de dolor. Algunos salen y vencemos. de ellos mejorados y otros salen amargados. ¿Cuál es la dife—R.C. ALLEN rencia? No es la lucha lo que determina tu éxito o tu fracaso. No es lo que haces durante ella. Aunque a Dios le importa lo que estás atravesando, está infinitamente más preocupado ¡por lo que estás permitiendo que atraviese por ti!

Hay bien en la lucha ¿No hay alguna clase de pastilla que podamos tomar para ayudar a evitar el esfuerzo? Nos gustaría que nuestras luchas fuesen removidas. Pero ten cuidado con lo que deseas y oras. ¡Puede que lo obtengas! Si eliminas la lucha, también evades mucho de lo que trae carácter y profundidad a tu vida. De acuerdo a los científicos, el pollito bebé debe picotear, abriéndose camino para salir fuera del cascarón. Si alguien tomase el cascarón del pollito bebé y se lo quebrara, este se moriría. El sistema circulatorio del pollito se activa y se desarrolla cuando lucha por salir del cascarón. Si se le quita la lucha, también se le quita la habilidad para desarrollarse y, consecuentemente, la vida. Uno de los mejores salones de clase para desarrollar el carácter es la lucha. Provee lecciones que traen profundidad a nuestras vidas. Sin la lucha, nos faltaría el programa diseñado por Dios que desarrolla nuestros músculos de carácter. Debemos estar dispuestos a experimentar la lucha por el bien de nuestro crecimiento.

¿Por qué Dios nos deja luchar?

«Pero, Wayne, ¡eso es una locura!», es la respuesta que frecuentemente recibo. «¿Por qué estaría yo dispuesto a experimentar la lucha?» Pienso que la respuesta a No es la lucha, sino lo que esta pregunta está elocuentehaces dentro de la lucha, lo mente articulada en un centro que marca la diferencia. de rehabilitación para veteranos de Vietnam donde, en una placa de bronce, están grabadas estas palabras: Le pedí a Dios fuerza para poder lograr la grandeza, pero fui hecho débil para que pudiera aprender humildemente a obedecer. Le pedí a Dios salud para poder hacer muchas cosas, pero me fue dada enfermedad para poder hacer mejores cosas. Le pedí riquezas para poder ser feliz, pero me fue dada pobreza para que pueda hacerme sabio. Le pedí poder para liderar a los hombres, pero me fue dada humildad para que pueda necesitar sólo a Dios. Le pedí todas las cosas para poder disfrutar de la vida, pero Dios me dio vida para que pueda aprender a disfrutar todas las cosas. No obtuve nada de lo que pedí, sino todo lo que había esperado. A pesar de mí mismo, todas mis más profundas oraciones fueron contestadas, y ahora, de entre todos los hombres, yo soy el más ricamente bendecido.

¿No es eso hermoso? Su autor aprendió un principio de la vida: Debemos estar dispuestos a luchar por el bien del crecimiento. No hay otra manera.

Dios es por nosotros Si fueren destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo? (Salmo 11.3)

El primer punto prioritario que necesitamos fijar es establecer nuestras brújulas correctamente. Si nuestras perspectivas fundacio-

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nales son imprecisas, entonces cada conclusión a la que arribemos también lo será. Yo juego al golf. No bien, si importa, pero juego. No sé mucho sobre el juego, pero esto sé: Que si el punto de contacto, al pegarle a la pelota, no es el preciso —aunque la diferencia sólo sea un centímetro—, esta se alejará kilómetros fuera de su curso. Sin embargo, si el palo le pega a la Uno de los mejores salones pelota precisamente donde se que le pegue y el movide clase en el mundo para supone miento es preciso, entonces la desarrollar el carácter es trayectoria será predecible: y la pelota aterrizará suavemente en la lucha. medio del objetivo, a unos trescientos metros delante de nosotros. (Esa es mi distancia. Ya sabes, la de Tiger Woods y la mía.) Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8.31)

Necesitamos tener claro que Dios es por nosotros, antes de proseguir con este tema. Él no permitirá que el sufrimiento nos toque a menos que primero haya pasado por su escritorio y lo haya aprobado. Primera Pedro 2.9 nos dice: «Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios…» (énfasis agregado) Esta es una frase interesante en el griego original. La versión Reina Valera lo traduce: «un pueblo peculiar». Esta es una manera única de describir al pueblo de Dios. (¡Aunque conozco a algunos a quienes describiría con ese término!) En el idioma original, «peculiar» es traducido con los términos «en» y «alrededor». Quiere decir que somos posesiones de Dios, Él nos tiene «en su abrazo» y su protección «nos rodea». Por lo tanto, si algo toca nuestra vida es porque primero ha pasado por su cuidado, antes de habernos llegado. Y si lo hace es porque Dios lo ha permitido, ya que Él sabe que lo puede usar para nuestro bien.

¿Por qué Dios nos deja luchar?

Dios sabe lo que podemos soportar, así que si permite que algo pase en nuestras vidas, podemos estar seguros que ya lo ha autorizado, tan doloroso como eso pueda parecer: …Pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir…

(1 Corintios 10.13)

El amor de Dios incluye la lucha Todo lo que Dios hace en nuestras vidas está basado en su carácter, y el carácter de Dios es amor. Su meta es discipularnos y el discipulado incluye a su compañera, la disciplina: Porque el Señor al que ama, disciplina… (Hebreos 12.6)

La disciplina de Dios sale de su amor. Dios hace nacer todo en nuestras vidas porque nos ama. Cuando hablamos de luchas, debemos siempre definirlas a la luz del carácter invariable de Dios y no de nuestra experiencia limitada.

Cómo explicar el amor de Dios Una persona recientemente me escribió una carta diciendo: «No entiendo a su Dios. Fui a su iglesia y usted asumió una postura contra la homosexualidad. La madera buena no crece Usted dijo: "Tracen líneas y construyan puentes", signifácilmente. Mientras más ficando que debíamos fuerte el viento,más fuerte alcanzar al pecador pero ser claros sobre el pecado. los árboles. Yo pienso que Dios es —J. WILLARD MARRIOTT parcial y discriminatorio contra ciertos grupos de personas. ¡Sencillamente, no puedo estar de acuerdo con su Dios!»

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La postura que Dios toma contra el pecado no es debido a que odia a la gente. Él no nos disciplina porque nos odia. Al contrario, es por causa del amor. Aunque no siempre entendamos su postura, siempre debemos recordar interpretarla a través del carácter de un Dios amoroso. Todo lo que toca nuestras vidas —incluyendo la lucha y la disciplina— está envuelto en su amor. Miles de autos son robados en el estado de California cada año, pero en 1984 un robo automovilístico llegó a las portadas de los periódicos. Casi toda emisora de radio y televisión cubrió el incidente. ¿Por qué tanta alharaca? Según la historia, un hombre que era dueño de una cabaña de verano tenía algunos problemas con los roedores. Para poder controlar a los ratones La alternativa a la disciplina preparó algunas galletas envenenadas como carnada. es el desastre. Se subió en su auto para salir —VANCE HAVNER de su cabaña de verano pero, olvidando sus anteojos en la casa, se lanzó hacia adentro para buscarlos. Mientras estaba en la casa, un ladrón saltó dentro de su auto en marcha y salió a toda velocidad. Cuando el dueño se dio cuenta del robo y recordó que tenía las galletas en el asiento delantero, rápidamente llamó a la policía. Los oficiales de la ley lanzaron un boletín en todos los puntos, alertando al ladrón a que devolviese el auto inmediatamente. Se comenzó una búsqueda desesperada para encontrar al inconsciente ladrón. Las estaciones televisivas donaron espacios de hora estelar y las estaciones de radio llenaron las ondas intentando encontrar al conductor. ¿Por qué piensas que estaban tratando tan desesperadamente de localizar al ladrón? ¿Era para poder castigarlo? ¡Era para salvar su vida! Es lo mismo con el corazón de nuestro Salvador. Él desesperadamente nos busca, no porque nos odia. Nos disciplina, no por motivos sádicos. ¡Él nos persigue porque quiere salvar nuestras vidas! Pese a

¿Por qué Dios nos deja luchar?

las apariencias, quédate tranquilo, Dios siempre obrará para nuestro bien.

El sufrimiento profundiza la credibilidad Durante sus años de colegio bíblico mi hijo, Aarón, y yo a menudo compartíamos nuestros tiempos de devocionales juntos en una cafetería local. Un día deliberábamos sobre lo que se necesita para ser un buen líder. Discutimos y acordamos sobre varios puntos Las luchas son medicinas no negociables, tal como el que nuestro Médico sabio carácter, la fe, el don de gente, la visión, el conocimiento y la y lleno de gracia prescribe habilidad de comunicar. porque las necesitamos; y Aarón, que tenía veintiún Él proporciona su años en ese tiempo, dijo con una sonrisa torcida: frecuencia y su peso para —¡Entonces pienso que lo que el caso requiere. pronto estaré listo, papá! —Todavía no. Aún te falta Confiemos en su habilidad una cosa —contesté. y agradezcámosle —¿Qué es eso, papá? —me preguntó. su prescripción. —Todavía no has sufrido lo —SIR ISAAC NEWTON suficiente. Encontramos que esto es verdad en la vida de Pablo. Él era un fariseo bien entrenado que había estudiado bajo el renombrado Gamaliel. Pablo exhibía el conocimiento, los contactos y los dones de un líder. No obstante, cuando Dios lo calificó para el ministerio, Pablo tenía algunos prerrequisitos que cumplir. Pablo fue enviado a la casa de Ananías, a quien el Señor le ordenó que orara por él (ver Hechos 9). Algo reticente con su asignación divina, Ananías quiso eludir el pedido. Él conocía las calificaciones de Pablo para el liderazgo, pero también conocía el desprecio de este por los cristianos:

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Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre (vv. 13-14).

Entonces el Señor le reveló a Ananías (como lo hace con cada uno de nosotros) uno de sus propósitos con el sufrimiento: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre (vv. 15-16, énfasis agregado).

Pablo había sido escogido, pero no estaba completo aún. El sufrimiento nos alista para sus propósitos y para su labor. No temas los tiempos de escasez. Arréglate con lo que tienes. No temas las épocas de sequedad. Excava profundo. No temas los tiempos cuando te sientes tratado injustamente. Párate seguro.

Crece profundamente mediante el sufrimiento El señor A. Bailey era cultivador de manzanas, uno de los mejores. Durante una temporada de sequía prolongada, todos los huertos en el valle se secaron por falta de humedad. La plantación de manzanas parecía destinada a perderse. Bailey fue llamado y le preguntaron por qué su huerto estaba tan verde, mientras que los de los demás estaban tan secos. Él contestó: «Mis árboles pueden aguantar otras dos semanas sin una gota de agua». «Bueno, ¿cómo logró eso?» preguntaron los otros cultivadores curiosos . «Cuando mis árboles eran jóvenes, yo frecuentemente les mezquinaba el agua. Por esa causa, tuvieron que hundir sus raíces más profundamente en la tierra para encontrar agua. Ahora, mientras los otros árboles se están muriendo, los míos están bebiendo humedad a una profundidad mucho mayor».

¿Por qué Dios nos deja luchar?

Cuando otros maldicen las temporadas de sufrimiento, asegúrate de invertir tu energía hundiendo tus raíces más profundo para poder sacar agua a mayor profundidad.

El sufrimiento derrota al cinismo [Él es quien] nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar... por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios (2 Corintios 1.4).

El sufrimiento nos alista para sus propósitos y para su labor. No temas los tiempos de escasez. Arréglate con lo que tienes. No temas las épocas de sequedad. Excava profundo. No temas los tiempos cuando te sientes tratado injustamente. Párate seguro.

He estudiado bajo muchos profesores en clases y seminarios en el colegio bíblico de mi vida. Muchos de ellos fueron astutos, sobresalientes, en sus logros académicos. Me impresionaron con sus hazañas intelectuales. Sin embargo, los que más me influenciaron no fueron los que me enseñaron basados sólo en sus logros académicos o en sus libros pedagógicos. Los que más influyeron en mí fueron los que me enseñaron con sus cicatrices. Estos hombres y mujeres vivieron en fe y experimentaron las mismas lecciones que enseñaban. Habían sobrevivido a situaciones difíciles y circunstancias adversas; cuando compartían sus experiencias, resonaba la credibilidad en todo lo que decían. Adoniram Judson era uno de los misioneros afamados enviados a Birmania, también conocido como Myanmar. Dios lo usó para traer un gran avivamiento, miles y miles vinieron al Señor. Cuando llegó primero a Birmania, sin embargo, tuvo que sufrir muchas luchas. La gente en realidad lo odiaba y luchaba contra sus intentos

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ministeriales. Encima de todo eso, varios de sus propios hijos murieron por causa de accidentes, fiebre o enfermedad. En los primeros siete años, sólo vio a una persona convertirse a Cristo. En los siguientes diecisiete meses, fue encarcelado, le pusieron grillos y lo colgaron en cadenas, las cuales roían su carne y lo dejaron cicatrizado de por vida. Cuando finalmente fue liberado, de inmediato fue a un supervisor de Birmania para pedir permiso para predicar el Evangelio. El gobernante le dijo: «No, no puedo permitirle entrar». «¿Por qué no?», preguntó Judson. El gobernador respondió: «Nosotros no somos tan estúpidos como para tomar en cuenta las palabras que usted dice, así que no estoy preocupado por lo que haya de hablar. Sin embargo, me preocupa que la gente se convenza por las cicatrices que tiene». Las palabras son baratas, pero las cicatrices calan profundo. Dios obra mediante cada Las cicatrices acarrean el una de las cicatrices y nunca desperdiciará una herida. Él testimonio más resonante usa las cicatrices en tu vida que puedas jamás predicar. para impactar a otra que está dolida y luchando. Tus cicatrices acarrean el testimonio más resonante que jamás puedas predicar.

Las luchas y las pruebas aumentan nuestra fe Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna (Santiago 1.2-4, énfasis agregado).

La prueba de mi fe produce resistencia. En otras palabras, desarrolla el carácter. Si mi fe permanece sin ser probada puede producir una filosofía moral, pero no generará una fe fructífera. Cuando Dios prueba mi fe, Él la activa. Sólo entonces puedo inscri-

¿Por qué Dios nos deja luchar?

birme en su programa para hacerme «perfecto y completo, faltando en nada». Mi área favorita de aprendizaje es la lingüística. Yo amo a los idiomas. He estudiado español, latín, japonés y hebreo. Mi materia más desafiante, sin embargo, fue el griego. Empezamos con treinta y seis atónitos estudiantes en el otoño y para la graduación habíamos sido reducidos a seis. Yo siempre mantuve excelentes notas y permanecí desafiado hasta el final. Aquí está el porqué. Cada mañana que íbamos a la clase de griego podíamos esperar un examen. Precisamente a las 8 A.M. sonaba el timbre y el profesor decía: «Por favor, saquen una hoja de papel en blanco y un lápiz. Vamos a tener un examen». Entonces escribía algunas palabras del vocabulario en la pizarra y teníamos que traducirlas. Otras veces anotaba un verbo o dos y teníamos cinco minutos para usarlos. Yo sabía que cada mañana, sin falta, tendríamos un examen y por eso siempre hacía mi tarea. Siempre tenía la más alta calificación, porque sabía que tendríamos exámenes a diario y me preparaba para ellos. Las pruebas te ayudan a ser productivo. Sin ellas, no producirías, porque no tendrías que rendir cuentas. Dios prueba tu fe por esa misma razón. Él sabe que la fe no producirá fruto si no es probada.

Probar o tentar Déjame darte una lección fácil de griego. Hay una gran diferencia entre probar y tentar. La palabra griega para «probar» es dokimon, que significa «localizar una debilidad con el propósito de fortalecerla y reforzarla». La palabra «tentar» en el griego es periazo, que significa «encontrar una debilidad con la finalidad de usarla para destruir a la persona». El diablo es un tentador que está al acecho de nuestras debilidades. Cuando el diablo las localiza, nos puede tentar. Su meta es encontrar un punto débil y capitalizarlo para poder derrotarnos. De hecho, su intención siempre será robar, matar y destruir (ver Juan 10.10).

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Dios, por otro lado, nos prueba para asegurarse que seamos lo suficientemente fuertes. Dios nunca nos tentará, porque su carácter es amor. Dios, como un acabado carpintero que recién ha construido una biblioteca a la medida, se ha propuesto que el proyecto concluido tenga éxito y dure. Él lo examinará y evaluará si está preparado, colocando peso o presión sobre él. Esta prueba revelará cualquier debilidad o fragilidad. De encontrar un fallo, lo reforzará para que pueda sostener el peso para el que fue diseñado. Dios hace lo mismo contigo. Si pone presión sobre ti y revela una debilidad, no te rindas. No renuncies. Él está por reforzar y fortalecer un área de tu vida para que puedas sostener el peso de su asignación y comisión. ¡Es mediante las pruebas que Dios nos alista!

El deseo vs. Estar listo Sólo porque tengas el deseo de contraer matrimonio no siempre significa que estás listo para ello. Tu deseo de ser próspero no siempre significa que estás listo para la prosperidad financiera. Dios te hará pasar pruebas para revelar cualquier área que necesite refuerzos en cuanto a actitud, integridad, carácter, competencia, compasión, administración ¡y más! Así que deja que las pruebas comiencen. ¿Por qué? Porque Él quiere que tengas éxito. Uno de mis instructores favoritos de todos los tiempos fue mi maestro de matemáticas de sexto grado, el señor Hayes. Yo era su preferido de la clase. No estoy El deseo muy pocas veces seguro por qué, especialmente cuando la matemática no era mi iguala al estar listo. materia más fuerte. Quizás me tenía lástima. Cualquiera sea el caso, siempre me dio ayuda extra y atención personal. Recuerdo un examen final en particular. Luego de que repartió los exámenes, eché una mirada a los problemas y gruñí. Estaba perdido aun antes de haber empezado. El señor Hayes caminó por los pasillos, entre nuestros pupitres. Al acercarse al mío, se quedó

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inmóvil. Notó que ya habían pasado quince minutos y yo no había hecho una raya en mi papel. Seguí clavando los ojos en la hoja de respuestas en blanco, mientras él se aclaró su garganta: «¡Ejem!» «Creo que tengo una hemorragia en el cerebro, señor Hayes», me quejé. «¿Piensa que podría excusarme de este examen?» «Sólo si te caes ahora mismo y te mueres», bromeó. Yo no estaba preparado para su ingenioso «touché». Luego, como cambiando de marcha, lentamente comenzó a hablarme de manera monótona. Señalando al primer problema dijo: —Wayne, ¿recuerdas cuánto es 8 multiplicado por 7? —Sesenta y cuatro —contesté confiadamente. (Pueden ver por qué estaba en una clase de matemáticas correctiva en sexto grado.) —¡Ooh! —gimió, como si le hubiera dado un calambre en la pierna. Traté de nuevo: —¿Cincuenta y seis? —¡Mm hmm! Está bien, escribe eso aquí —dijo, señalando a la parte de una ecuación donde yo había errado. Su interrogación continuó—. ¿A qué es igual x? —No sé —dije avergonzadamente. Me sentí mal. No podía darme cuenta qué hacía una letra del alfabeto en un bosque de números. —Mira la pizarra. ¿Cuál es el valor dado para x? —Oh, ya veo. ¡Dice que es igual a 20! —¡Mm hmm! Está bien, ahora ¿cuánto es 2 multiplicado por x? —¡Oh! ¿Cuarenta? —En verdad, adiviné. —¡Acertaste! —Había leído mi mente, ¡pero ahora había empezado la carrera! El señor Hayes se quedó parado allí hasta que finalmente completé el examen. Cuando vuelvo a recordar aquello, aún me río. El señor Hayes nunca me dio ninguna respuesta pero me probó con preguntas vez tras vez, hasta que lo entendí. Él no me estaba probando para hacerme fallar. ¡No! Sus pruebas estaban diseñadas para garantizar mi éxito.

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Dios está comprometido contigo y con tu futuro. Por esa causa, entiende que tu fe debe ser probada antes de que pueda edificar sobre ella. Él permite pruebas en tu vida, no porque no le caes bien, sino porque está comprometido con tu éxito. Él nunca dejará tu lado. Cuando entiendas el Aunque no hará el trabajo por ti, se corazón de Dios, quedará contigo hasta el final. Cuando entiendas el corazón de verás las luchas bajo Dios, verás tus luchas bajo una luz una luz diferente. completamente diferente. En vez de obrar contra Dios, cooperarás. No estarás buscando una salida con una hemorragia inventada; y en el final oirás sus palabras: «Bien, buen siervo y fiel…» (Mateo 25.21)

Las luchas provocan el cambio A veces se requiere una situación dolorosa para hacernos cambiar (ver Proverbios 20.30).

La gente habitualmente se resiste a cambiar, hasta que el dolor de quedarse igual es mayor al esfuerzo que implica cambiar. Una de las herramientas más efectivas de Dios para aumentar nuestra motivación más allá de las buenas intenciones es el dolor. La verdad es que si nunca luchamos, probablemente nunca cambiaremos. Demasiadas veces, cuando estamos en una relación o situación mala, esperamos que se infecte antes que clamar: —Señor, ¡No lo soporto más! Entonces Dios dice: —Cambia. —Okey, lo haré. —Eso es justo lo que quería que hicieras en primer lugar.

Tiempo de oración o sesión de quejas Hay veces cuando mis oraciones se vuelven sesiones de quejas. Ocasionalmente, mi esposa y yo tenemos alguna discusión.

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Cuando entramos en estas diferencias de opiniones me pongo de rodillas, sólo para empezar a confesar los pecados de mi esposa: «¡Oh, Dios! No puedo creer, la mujer que me diste. ¿Te das cuenta con cuantas fallas vino cuando me la diste? Tienes que cambiarla, ¡Señor! Amén». Ahora que lo he «llevado en oración» (trato de practicar lo que predico), me levanto de mis rodillas. Sin embargo, como me he quejado más de lo que he orado, mi esposa y yo volvemos a discutir sobre lo mismo otra vez, casi al instante. La próxima vez que oro, lucho Una de las herramientas más de lo acostumbrado porque más efectivas de Dios me doy cuenta que he estado en este aprieto antes. Mi conciencia para aumentar nuestra comienza a arder y la fatiga motivación más allá de empieza a quebrantar mi corazón. las buenas intenciones es Mis oraciones tienen menos quejas y más gemidos de interceel dolor. Si nunca sión, los cuales permiten que el luchamos, probableproceso de refinamiento de Dios mente nunca comience. Mi desesperación perfora mi cambiaremos. testarudez y comienzo a oír la leve voz de Dios: ¿Cuándo fue la última vez que tomaste unos momentos para explicarle las cosas a ella? ¿Has caminado con ella a través de sus dificultades y luchas? ¿Eres tan orgulloso que no puedes tomarte el tiempo de escuchar sus preocupaciones y diferir a su nivel de entendimiento?

A veces Dios se pone un poco personal: ¿Cuándo fue la última vez que la ayudaste a limpiar la casa? Me refiero que a propósito te quedaste en casa e hiciste tareas domésticas con ella.

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Pienso mucho y respondo: «En el 73». Esta vez vuelvo de mi recámara de oración cambiado. De no haber dolor, ¡todavía estaría culpando a mi esposa! Ha sido necesaria una situación dolorosa para poder verme a mí mismo lo suficientemente claro como para demandar un cambio.

Haz correcciones en el trayecto «Y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados. Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento» [dijo Juan el Bautista] (Mateo 3.6,8, énfasis agregado).

Hasta que comencemos a cambiar, cada actividad de la iglesia — asistencia semanal, oración, diezmo y alabanza— queda reducida a espuma religiosa. Hemos diseñado una religión que sabe todo lo que hay que saber sobre el amor, pero no podemos amar. Sabemos todo lo que hay que saber sobre el perdón, pero no podemos perdonar. Entonamos canciones de gozo, ¡pero habitualmente estamos deprimidos! Una de las mayores razones para el estrés es que vivimos vidas incongruentes. Creemos una cosa pero vivimos otra. Sabemos lo que debemos hacer, pero nuestras vidas son incongruentes con nuestro conocimiento. Vemos las luces de precaución, pero las ignoramos y hasta nos quejamos de ellas. Es como la luz indicadora del aceite en el tablero de nuestro auto. Cuando se enciende, tenemos varias opciones. Podemos inspeccionar o quejarnos de que la luz roja nos distrae o agacharnos debajo del tablero y arrancar los cables. O, si eres algo como yo, culpas a tu esposa. —Querida, ¿cuánto hace que la luz roja en el auto está prendida? —Me parece que dos semanas —contestó. —¡Dos semanas enteras! ¿Sabes por qué está prendida la luz?

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—Pensé que si era de verdad importante, la luz se pondría más brillante y empezaría a hacer un sonido, como una alarma o un bip o algo. —Querida, esto es un auto, ¡no un programa de juegos! — repliqué. Dios nos da luces de alarma cuando estamos luchando. Podemos enojarnos unos con otros o hacer las correcciones necesarias. Podemos sentarnos y decidir «quien está mal» o unir fuerzas y atacar «lo que está mal».

Sigue escuchando Mi hija, Amy, tenía el reloj alarma más molesto del mundo. Sonaba como si alguien estaba tratando de aclarar su garganta pero no lo podía hacer. Era el sonido más agravante. El aparato sonaba en la mañana, haciendo un ruido que resucitaba a los muertos, pero Amy Podemos sentarnos y aún podía quedarse ahí bien decidir «quien está dormida. Veinte minutos después, yo mal» o, al contrario, entraba pisoteando a su habitación unir fuerzas y atacar y trataba de despertarla. Aun así, no advertía ningún movimiento. «lo que está mal». Junto con el aparato demoníaco — con suficiente fuerza para registrarla en la escala local de Richter—, le gritaba: «Amy, toda la casa y el vecindario están despiertos. ¿Te importaría acompañarnos?» Te puedes hacer inconsciente a las alarmas si se tornan comunes. Empieza a apretar el botón de «dormir» y un tiempo después, lo harás aun dormido. Nunca dejes que las alarmas de Dios se hagan cosa común. Es un hábito que debe ser evitado a todo costo. Que Dios se involucre en tu vida es algo precioso. En ciertas instancias puedes encontrarte queriendo que Dios te deje tranquilo, pero no quieres que esa tendencia se arraigue en ti. Esa inclinación se convertirá en una propensión, la cual se convertirá en una predisposición. Esto luego

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toma vida propia y encontrarás esa misma tendencia en tu matrimonio, en tu devoción a Dios y en tus compromisos con la gente. Cierta vez alguien me dijo: «Cuando lo precioso se vuelve común, pronto es reemplazado». No dejes que las advertencias Nunca dejes que lo que de Dios se hagan comunes. Dios te dice se torne cosa Nunca dejes que Que Dios se involucre en tu común. sus regalos, tu familia o tu vida es algo precioso. esposa pasen a ser opacos y ordinarios.

Las luchas desarrollan el carácter probado El mejor salón de clase del carácter es la lucha. Dios entiende esto tan bien que hasta permitió que su único Hijo, Jesús, luchara: Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia (Hebreos 5.8).

Jesús aprendió obediencia con las cosas que sufrió. Lo que te hace valioso no es que hayas sufrido. Lo que te hace valioso es que hayas aprendido con tu sufrimiento. Jesús aprendió la obediencia. La pregunta para ti y para mí permanece: ¿Qué hemos aprendido de nuestro sufrimiento? Estoy convencido de que la vida consiste en un diez por ciento de lo que te sucede y un noventa por ciento de lo que aprendes sobre lo que te ha pasado. Tú eliges lo que has de aprender. Uno de los más hermosos salones de clase para aprender carácter es la caldera al rojo vivo de la lucha. Al permitir que Dios obre en ti, necesitas «seguir gozándote» (1 Pedro 4.13). Cuando Dios se para sobre tu hombro y te prueba, sigue gozándote. Tú sabes que procede del corazón de un Padre amoroso. ¡Regocíjate! No dejes que el diablo se robe tu gozo en medio de tus luchas. Vemos esto de nuevo en el libro de Santiago: «...tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas» (1.2).

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Dios es el Maestro alfarero Hace algún tiempo, había un alfarero que era un maestro entre sus colegas. Tenía una habilidad aparentemente sobrenatural para crear vasijas hermosas, traslúcidas, de arcilla opaca y humilde. Horneaba las vasijas en un horno a la antigua. No usaba reloj temporizador, excepto su intuición y sus años de experiencia para determinar si estaban listas. Un momento más y las vasijas se sobre hornearían, causando finas grietas que se forman en el barniz al enfriarse. Si se las saca prematuramente, las vasijas retendrían una cantidad excesiva de humedad, haciéndolas inservibles. Un día, un admirador vino a preguntar sobre las hermosas obras de arte. Él le preguntó: —Señor, ¿cómo puede saber cuándo sacar las vasijas del horno? Usted no tiene ni termómetro ni reloj. ¿Cómo hace para saber el momento cuando están terminadas a la perfección? El alfarero contestó: —Lo hago a la antigua. Curioso, el admirador continuó con sus consultas: —Y ¿cómo es eso? Si puedo preguntar. El maestro explicó cuidadosamente: —Yo tomo las vasijas, las pongo en el horno, cierro la puerta y las dejo cocinarse. En cierto momento, saco una y la pruebo con un rápido coletazo en el borde. Si responde sólo con un ruido sordo, sé que todavía hay agua en la vasija. La pongo de nuevo en el horno y cierro la puerta. Más tarde, la saco y le pego de nuevo. Si todavía se oye el mismo sonido, la devuelvo al horno. Luego de más tiempo, tomo la vasija y le doy un golpe rápido pero gentil en el borde. Si esta vez canta, entonces sé que está lista para sacarla. Dios es el Maestro alfarero. Él quiere que te vuelvas lo mejor posible, así que te pone en el horno caliente de las luchas de la vida. Él te desliza dentro del horno y cierra la puerta. En algún lugar del horno —tal como hizo con Sadrac, Mesac y Abednego— el Señor entra caminando. No, Él no nos da todas las respuestas, pero camina con nosotros todo el camino. En el proceso, algo cambia dentro de nosotros. Lo comprendemos,

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confiamos más en Él. Y tal como Pablo y Silas en el horno de la prisión, justo a la medianoche, ¡empezamos a cantar! El Alfarero maestro tiene grandes planes para ti. Coopera con Él y observa lo que puede hacer en tu vida. ¿Por qué Dios nos deja luchar? ¡Porque es la forma más rápida de convertirnos en una fina y acabada obra de arte!

Capítulo 3

C ÓMO

HACER PARA

QUE LA VIDA SEA SENCILLA DE NUEVO

¿A

lguna vez anhelas aquellos tiempos más simples? Yo sí. Recuerdo haber crecido en el exuberante Valle de Palolo, agraciado por la lluvia, en la isla hawaiana de Oahu. Durante mi juventud, mi día favorito de la semana era el de reposo. Era entonces cuando mi hermano, Gary, y yo montábamos nuestras bicicletas e íbamos al pueblo. Pedaleábamos todo el camino hasta la playa de Waikikí, estacionábamos nuestras bicicletas, corríamos hasta el puerto y practicábamos nuestras bombas y saltos en las claras olas azules. Luego escalábamos el resbaloso muro de ladrillo cubierto de musgo y saltábamos de punto en punto, chapoteando dondequiera que fuéramos a caer. Temprano en la tarde, volvíamos a andar en bicicleta para ir a la matinée. Comíamos palomitas de maíz, no las comunes, las blancas, sino de colores. ¡Qué placer! A veces veíamos películas 3D y usábamos esos tontos lentes con un lente rojo y otro azul.

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Como estaba oscuro y nadie podía reconocernos, gritábamos como niñas. Después de la matinée montábamos nuestras bicicletas e íbamos a la vieja fiambrería por un tazón de fideos japoneses, conocidos localmente como saimin. Nos sentábamos alrededor de un mostrador en forma de herradura de caballo, girando en nuestras sillas y sorbiendo ruidosamente nuestros fideos en salsa, negros por la esencia de soja y la pimienta. Nos divertíamos bromeando con el viejo japonés que nos atendía. Como sólo hablaba japonés, nosotros le hacíamos creer que estábamos de acuerdo con cualquier cosa que dijera. Él seguía por más o menos una hora, antes de que pudiéramos escaparnos al arroyo Palolo. El arroyo, alimentado por la cordillera de Koolay, estaba lleno de lebistes (pececitos). Fabricábamos lanzas caseras de perchas descartadas y pescábamos ástacos y, si teníamos suerte, una o dos chancletas de goma. A menudo nos acostábamos allí, en el follaje, oliendo el jengibre salvaje y lo acre de la fruta de guayaba madurando. Entonces, como a las cuatro de la tarde nos encaminábamos a Red Hill, donde jugábamos a las canicas, ¡para quedárnoslas! Nuestra meta era volver a casa con los bolsillos repletos de canicas de premio. Mi hermano y yo vaciábamos nuestros bolsillos sobre la cama y contábamos nuestra parte. El que más tenía ganaba los derechos de alardeo, hasta el concurso del próximo «Día de Reposo» en Red Hill. Cada día de reposo teníamos la misma diversión, vez tras vez. Nos reíamos de regreso a casa, al final de cada día. Saborear estas memorias me ha sostenido por años. ¡Oh, los días simples, los inocentes recuerdos de antaño! Para algunos, los días simples son nostálgicos. Te hacen cantar: «Oh, ¡la buena vida!» Para otros, los días simples son un escape. Recuerdo cuando los Beatles salieron con la canción, «Ayer, todos mis problemas parecían tan lejanos. Ahora parece que los niños están, para quedarse». ¿No es así la letra? No recuerdo bien.

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Vidas llenas, vacías ¿Cómo le restauramos la simplicidad a una vida que se ha vuelto tan complicada? Miremos la de un profeta llamado Isaías. Él habló sobre lo que pasa cuando nuestras vidas se vuelven tan complicadas: ¡Ay de los que juntan casa a casa, y añaden heredad a heredad hasta ocuparlo todo! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra? (Isaías 5.8).

En otras palabras, ¡ay de los que añaden tanto a sus vidas que ya no les queda más lugar! Sus platos están demasiado llenos y sus vidas se han tornado demasiado complicadas. La consecuencia desafortunada es tener que «habitar solos en medio de la tierra». Tu vida está llena de actividades, pero esas ya no exhalan vida, y la cavidad pectoral que solía contener un corazón cálido, palpitante, ahora está fría y vacía. Isaías escribió estas palabras en el año 600 a.C., más de 2700 años. Aun así parece haber comprendido nuestro siglo veintiuno con diáfana claridad. En los siguientes versículos, Isaías continúa: «Ha llegado a mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos, que las muchas casas han de quedar asoladas, sin morador las grandes y hermosas. Y diez yugadas de viña producirán un bato [un poquito de vino]…» (vv. 9-10)

Él explicó que diez hectáreas de energía gastada producirían muy poco. Toda la ocupación de nuestras actividades no producirá casi nada de fruto. ¡Ay de nosotros en verdad! «¡Ah, mira a toda la gente solitaria», decía la canción de los Beatles en los sesenta. El mensaje de esa canción, «Eleanor Rigby», todavía sigue vigente, mientras continuamos viviendo vidas complejas y solitarias.

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En el libro infantil titulado The All Better Book [El libro de todo mejor], los autores preadolescentes plantean algunas preguntas bastante filosóficas. Las El gozo es oración. El gozo es respuestas a una pregunta fuerza. El gozo es una red de hecha a niños de ocho y nueve años me intrigan. amor con la cual puedes Aquí está la pregunta: Con billones de personas atrapar almas. en el mundo, alguien —MADRE TERESA debería inventar un sistema donde nadie esté solo. ¿Qué sugieres? Aquí están las respuestas: La gente debería encontrar a personas solitarias y pedirles sus nombres y direcciones. Luego deberían encontrar a gente que no es solitaria y pedirles sus nombres y direcciones. Cuando se tenga un número igual de cada uno se debería asignar una persona solitaria a una persona no solitaria y publicar sus nombres en el periódico, para que puedan encontrarse. —Kalani , ocho años Hacer comida que hable. Por ejemplo, cuando la pinchas con tu tenedor, alguna comida podría decir, «¿Cómo estás?» Cuando cortas una hamburguesa podría decir: «¿Cómo estuviste hoy?» —Max, nueve años Si alguien no se siente lindo, le podrías decir: «Hey, ¡sí lo eres!» O le podrías decir: «Por lo menos luces mejor que alguien que conozco, que tiene ojos grandes y saltones». —Kathy, ocho años. Cantarte una canción a ti mismo, dar pisotones o leer un libro. Porque a veces, cuando pienso que nadie me ama, yo hago una de esas cosas. —Brian, ocho años.

Vivimos en un mundo lleno de Brians, gente solitaria, dejada a entonarse canciones a sí mismos, a pisotear con sus pies o a alquilar

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un vídeo cada noche para entretenerse. Personas que miran un sinfín de programas participativos, sólo para escuchar a alguien hablar. Entran en relaciones destructivas, pensando que cualquier compañía es mejor que ninguna. O se vuelcan a sus trabajos, trabajando largas horas, fiestas y fines de semana. Algunos El dolor se las arregla solo leen un libro, como este, totalmente solos. pero, para poseer el valor Con billones de completo del gozo, debes tener personas en el mundo, alguien debería inventar a alguien con quien dividirlo. una manera de hacer sentir —MARK TWAIN a la gente solitaria bienvenida y amada. Alguien lo ha inventado. Su nombre es Dios. Él ha llenado un libro repleto de maneras para hacer nuestras vidas simples de nuevo. Él nos puede guiar con el mejor sistema conocido por el hombre y nos advertirá cuando nuestra vida sea colmada y la soledad se esté instalando.

El sistema de alarma temprana de Dios Algunos años atrás, yo estaba en Sápporo (una ciudad en el norte de Japón) durmiendo profundamente en la casa de un amigo. De repente, en medio de la noche, toda la casa comenzó a temblar. Me levanté y me aferré al umbral de la ventana. El piso debajo de mí estaba ondulando como olas de tierra líquida. Luego de casi veinte segundos se calmó y volvimos a dormir. Poco nos dimos cuenta del devastador efecto que ese terremoto tuvo en la pequeña isla de Okushiri, cerca de la costa de Hokkaido. Por causa de ese terremoto asesino (sacudió a 7.8 en la escala de Richter) de inmediato se desató un devastador maremoto en una adormecida aldea de pescadores, en la base de Okushiri. Cientos de personas murieron sin advertencia. ¡Fue devastador! Hoy, por causa de tragedias repentinas tales como la de Okushiri, se han colocado detectores de alarma temprana por todos lados. Algunas están diseñadas para los tornados, los cuales

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pueden surgir en cuestión de segundos, teniendo el potencial de llevar a las ruinas cualquier cosa o quienquiera que esté en su camino. Otros detectores de alarma temprana pueden detectar actividad sísmica, que indicaría una erupción volcánica en la gran isla de Hawai. Y aun otros pueden advertir de un terremoto cercano o cualquier maremoto asesino que resulte de ello. En Hawai, el primer día de cada mes, suena una sirena a las 11:45 A.M. en punto. Sigue un mensaje en cada estación de radio: «Esta es una prueba del sistema de alarma temprana de defensa civil». Hawai depende fuertemente de estos sistemas de alarma temprana, ya que sus pequeñísimas islas son propensas a huracanes, mareas e incluso ataques militares aéreos como el de Pearl Harbor. Esta prueba mensual mantiene a Hawai bien preparada. Dios también tiene algunos sistemas de alarma temprana para nuestras vidas. No son tan obvios o brillantes como sirenas amarillas o resonantes transmisiones radiales, pero son un poco notables como ellos si prestamos atención.

1. Cuando las relaciones cercanas comienzan a sufrir. Una alarma de «cinco motores», de alerta roja, debería sonar cuando sacrificamos a los seres queridos por trabajo o por una agenda ocupada. Esto puede suceder cuando estamos tratando de hacernos de un nombre, de ganar dinero o de escalar la escalera corporativa. Esto lo diré sólo una vez: Por favor, no desestimes su magnitud, ninguna cuantía de éxito en el mercado podrá jamás compensar el fracaso en el hogar. Alguien lo explicó cierta vez de esta forma: «El lugar más oscuro de un faro es en su propia base». Esto puede a veces ser verdad incluso en las mejores familias. Podemos ser bien conocidos en el mercado, en nuestra comunidad o en nuestro vecindario, pero está oscuro en casa. No valoramos a nuestros seres queridos, pasando por alto a quienes más importan y ellos sufren. Al principio sufren silenciosamente y nosotros casi lo notamos, pero estamos muy ocupados. Luego el sufrimiento se hace no tan silen-

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cioso; los asaltos verbales explotan, formando enemistades familiares y las relaciones se convierten en «diferencias irreconciliables». Una señal de alarma temprana de una vida complicada es cuando las relaciones cercanas titilan y el fuego del hogar se muere. Por cierto, vivimos en una sociedad que está en avance rápido, un mundo de «sálvese quien pueda». Y vivimos «en una calle donde todos se mantienen al tanto de qué le pasa a los demás». Sin embargo, en nuestros corazones hace eco la sirena del cielo: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Romanos 12.2).

Dios nos está mostrando una señal de alarma temprana. Esta puede que no sea tan brusca como una sirena de ataque que capta tu atención, pero debería serlo. Debería ser tan vibrante e igualmente aterradora. Si podemos detectar las señales de alarma temprana, entonces podemos evitar mucha devastación y soledad.

La casa de papi. Algún tiempo atrás, me encontraba escribiendo

muchas canciones, cuando Maranatha Music compró algunas y las grabó. Por supuesto, antes de continuar, debo advertirte que no las busques en ninguno de los discos compactos de mayor venta, ni en pistas musicales ni en álbumes de adoración. No eran tan buenas, pero por lo menos alguien las compró. Bien, los ejecutivos de Maranatha me llamaron después de comprar un número de ellas y dijeron que estaban interesados en que me uniera a ellos. De hecho, querían patrocinarme para hacer algunas grabaciones. Ellos dijeron: «Te pagaremos por la grabación de un juego de canciones. Y también queremos contratarte para que seas el vocero de Maranatha. ¡Viajarás por todo el país, para ayudarnos a promover música cristiana!» «Uao», fue todo lo que pude decir. Por dentro estaba pensando: ¡Ese es mi sueño! Es lo que siempre he querido hacer. ¡Aquí está mi gran oportunidad!

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Entonces añadieron: «Tendrás que viajar más de doscientos días al año, porque tienes que poder vender la música y ponerla en el mercado». Yo estaba entusiasmado, pero les pregunté si podía orar al respecto y responderles luego. Volví a casa y le hablé a mi esposa, Anna, acerca de esa oportunidad. El semblante se le cayó. Suspiró y dijo: «Oh, pero si ya estás viajando mucho». «Sí, ¡pero puedo hacer esto!», dije rápidamente. «De cualquier manera», tratando de convencerla, «podría realmente beneficiar financieramente a nuestra familia». En ese tiempo, éramos una familia joven —nuestra hija, Amy, tenía cuatro años y Una alerta roja, una alarma de nuestro hijo, Aarón, tenía sólo dos— y a «cinco motores», debería sonar duras penas nos las cuando sacrificamos a los seres arreglábamos. Siendo el epítome de la gracia, queridos por el trabajo o por una mi esposa simplemente dijo: «Bueno, te apoyo agenda ocupada. en lo que sea que sientas que Dios te está diciendo que hagas». Y lo dejamos ahí. En mi corazón, estaba muy entusiasmado. Unos días después, estaba precipitándome al aeropuerto para otro compromiso y pasé volando por la habitación de mi hija. Anna estaba sentada con ella en la cama riendo y contándole una historia. Me detuve para decir adiós. Justo entonces noté una gran foto mía que resaltaba en el vestidor de Amy. Era un retrato de mí, de veinticinco centímetros por treinta, en el centro de su pequeña habitación. Me sentí honrado y dije: «Uao, cariño, ¿qué es esto?» Sostuve la foto: «¿Por qué merezco el honor de tener este halagador retrato mío, puesto en el vestidor de Amy?» Sin discusión alguna, Anna silenciosamente dijo: «No quería que mi hija olvidase quién es su papi». Inmediatamente hice las correcciones necesarias, podé algunos compromisos y básicamente morí a ese «sueño». Pronto me di cuenta, no obstante, que era un sueño menor. Dios tenía uno

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mucho mayor para mí. Su plan me permitió el tiempo para estar con mi familia y amigos y gozar de las maravillosas experiencias que Él había planeado. Rendí un sueño menor por uno mayor. Afortunadamente, Dios me hizo casar con una esposa sutil, a quien usó como una señal de alarma temprana mucho antes de que perdiera a mi familia. Bárbara Bush, hablando en los ejercicios de comienzo del Colegio Wellesley, dijo algo que nunca he olvidado: «La salud de este gran país no será primariamente determinada por lo que suceda en la Casa Blanca, sino por lo que suceda en tu casa». ¡Estoy de acuerdo!

Es importante darse cuenta de que en cada momento de nuestras vidas tenemos una oportunidad para elegir el gozo... Es en la elección donde yace nuestra verdadera libertad, la cual es, en el análisis final, la libertad de amar. —HENRI J.M. NOUWEN

2. Cuando hay un gozo disminuido …El gozo de Jehová es vuestra fuerza (Nehemías 8.10).

El gozo es como un barómetro en nuestras vidas, indicando cuán fuerte somos en cada situación. Es la medida de cuán saludable estamos por dentro. Si hay gozo, entonces hay fuerza. Observa siempre tu nivel de gozo. ¿Está tu reserva llena o vacía? Una vida sin gozo puede golpearte en los momentos más inesperados. Las silenciosas capas de transigencia te sorprenderán un día como el descubrimiento de un cáncer avanzado. Te estabas sintiendo enfermo por un tiempo, pero pensaste que no era nada. Un día te das cuenta que el gozo causado aun por las más simples actividades y que hacían destellar tu matrimonio, ha perdido su brillo. Puede pasar en tu rol como padre o madre, como estudiante o empleado. De hecho, puede suceder en cualquier rol que juegues.

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Quizás el gozo de asistir a los servicios de la iglesia o de ser voluntario para los ministerios ya no tiene la emoción que una vez tenían. Esencialmente, estás cumpliendo un rol, pero ya no te satisface mucho. Todas estas áreas comienzan a sumar —relaciones sin gozo, trabajo sin gozo, vida sin gozo— y la vida se torna complicada. Empiezas a pelear, a trabar los cuernos y a manejar a casa con un corazón descontento y todo se reduce a una simple cosa: ¡El gozo se fue! El objetivo del diablo es tu gozo. ¿Sabías que tu gozo es el blanco primario del adversario de nuestras almas? Pero el diablo no te puede robar tu salvación. Si Jesucristo es tu Señor y Salvador, entonces tu salvación no está basada en tu rendimiento o esfuerzo; en cambio, está fundada y protegida por el esfuerzo del Único sin pecado en el Calvario. Está envuelta en su sangre, no en la tuya. ¡Estoy tan contento por eso! Por lo tanto, el enemigo opta por su segunda opción. Ya que no puede robar tu salvación, trata de robar el gozo de tu salvación. Él sabe que si puede robarte tu gozo, entonces tu alma empezará a marchitarse, incluso en las más favorables condiciones. Seguirás siendo cristiano pero uno sin gozo, débil. Permanecerás convertido, pero ya no eres contagioso. La redención puede que haya fluido a ti, pero no fluirá a través de ti. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente (Salmo 51.12).

El diablo tratará de robar tu gozo para que te derrotes a ti mismo. Verás, él no puede robarte tu matrimonio. No tiene autoridad para hacer eso. En cambio, roba el gozo de tu matrimonio y luego espera que te salgas por ti mismo. El diablo no puede robar tus dones, de modo que te robará tu gozo de usarlos y te descalificarás a ti mismo. El diablo no tiene autoridad para robarte tu ministerio, entonces te robará el gozo de tu ministerio y te querrás salir por ti mismo. ¿Entiendes el cuadro? El diablo practica subterfugio y sabotaje. La Escritura dice: «…Corred de tal manera que lo obtengáis» (1 Corintios 9.24).

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Pero no te equivoques, el diablo —con susurros de subterfugio y sabotaje— deplorará cuán larga es la carrera, cuán agotadora es y cuán poco obtendrás de ella. Pronto aflojarás, pensando: ¿Qué estoy sacando de servir tan duro? ¡No necesito esto! Te descalificarás a ti mismo. El único alentándote será el diablo. La Biblia nos advierte que el diablo es «el acusador de nuestros hermanos» (Apocalipsis 12.10) y «padre de mentira» (Juan 8.44). No lo escuches. Él fijará su mirada para robar, matar y destruir tu vida, tu futuro, tu familia y tu ministerio. ¿Por qué? Porque es su manera insidiosa para vengarse de nuestro Salvador, que lo derrotó en la cruz. Es su única oportunidad de vengarse: herir a Dios tomando a sus hijos. Algunos años atrás, Randolph Hearst, el magnate del periodismo, era bien conocido por su riqueza e influencia. Los criminales sabían que era virtualmente imposible llegar a Hearst para poder acceder a su riqueza. Por eso secuestraron a su hija Patty Hearst. Reteniéndola por el rescate, pudieron finalmente llegar al que controlaba la riqueza del estado. La misma táctica es usada por el archienemigo de las familias y los futuros. Satanás no se puede vengar de Aquel que lo venció en el Calvario. Por lo tanto, atrapa a Cuando el diablo hace los hijos de Dios: ¡Sus hijos e su movida, Dios hace hijas, que son llamados por su sonar la alarma. nombre! Pero cuando Satanás hace su movida, Dios hace sonar Escúchala y acata su la alarma. Escúchala y acata su sonar. Podría salvar tu sonar. Podría salvar tu vida y tu destino. vida y tu destino.

3. Cuando adquirir tu sueño requiere transigir Puedes estar entrando en una relación que sabes que Dios no aprobaría. La Biblia dice: «No os unáis en yugo desigual con los incrédulos…» (2 Corintios 6.14). Sabes eso, pero dices: «Oh, ¡pero es tan apuesto! Y yo sé que me ama».

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Si no es algo en lo que Dios pondría su sello de aprobación, entonces necesitas seriamente volver a pensar en esa relación. Si estás casado y sientes que estás enamorándote de otra mujer, las sirenas deberían estar rugiendo. Tu Muchas cosas son peores matrimonio estará comprometido y tu fe también. Sólo dale que la derrota, y el transigir «avance rápido» a este con el mal es una de ellas. panorama ilícito y verás cuán complicada será tu vida. —ANÓNIMO Todo en tu vida necesita tener el sello de aprobación de Dios: absolutamente todo. Adquiere posesiones, resuelve problemas y suple tus necesidades de manera correcta porque cuando lo haces, permites que lo mejor de Dios se vuelva realidad en tu vida: La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella (Proverbios 10.22).

Si quieres las bendiciones de la Biblia, hazlo a la manera de la Biblia. Las bendiciones de Dios vienen sin tristeza. No esperes hasta que hayas permitido que tu vida se torne tan complicada que estás al punto de la exasperación. Dios te dará sus señales de alarma temprana para alertarte acerca de opciones que están fuera de su voluntad con mucha anticipación. Si ves que cualquiera de ellas saltan en tu pantalla de radar —cuando tus relaciones cercanas sufren, cuando tu gozo disminuye o cuando comienzas a transigir—: ¡Detente! Haz ajustes en el curso. Puede salvar tu vida y definitivamente restaurará la simplicidad, la honestidad y la libertad.

El principio de los márgenes ¡Ay de los que juntan casa a casa, y añaden heredad a heredad hasta ocuparlo todo! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra? (Isaías 5.8).

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Una razón por la que puedes estar viviendo en tal complejidad es porque vives una vida sin márgenes. El atestamiento se arrastra a nosotros sin que lo notemos y crece como una cubierta de tierra agresiva, hasta que se apodera de tu vida y demanda tu lealtad. Habitualmente comienza con aspiraciones nobles, como construir una mejor vida para ti y tu familia. Puede venir adjuntado los trofeos del éxito o un ascenso y hace que te sientas obligado a pasar más tiempo para justificar tu aumento. Los márgenes dividen el espacio entre tu carga y tu Si quieres las límite. Si la carga que estás llevando es de ochenta bendiciones kilogramos y tu límite absoluto es de cien, entonces tienes un margen del veinte por ciento. de la Biblia, Si estás cargando cien kilogramos cuando tu hazlo a la límite es cien, entonces no tienes margen o estás manera de la a plena capacidad. Lo mismo es cierto con el dinero y los presuBiblia. puestos. Si ganas $100 y gastas $50, tienes un margen del cincuenta por ciento. Si ganas $100 y gastas $150, entonces tienes deuda. Una vida sin márgenes es una madre que está llegando tarde al trabajo, que rápidamente ata a su hijo de dos años al asiento del auto y gira la llave. El auto chilla y ruge, y luego da por vencido su mísero intento de encender. Batería muerta. La madre golpea el tablero con furia, volcando el café en su vestido. Luego se da vuelta justo a tiempo para ver a su hijo vomitar en el asiento del auto. Cada libro tiene sus márgenes. Son los espacios en blanco alrededor de los bordes de la página. Cierta vez medí la cantidad de espacio blanco en una página y descubrí una revelación asombrosa: el cuarenta por ciento de la página era espacio en blanco. Ahora bien, algunos pueden discutir acerca del derroche y cuán antieconómico son los márgenes: «Pero, si ponemos las palabras de un borde de la página hasta el otro, podríamos recortar el libro en veinte páginas, reducir el precio, ¡y sabe el Señor cuántos árboles podríamos salvar!» Quizás. Pero ¿quién leería un libro sin márgenes? Yo no lo haría. (¡Por eso nunca leo ninguno de mis textos de universidad!)

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Nadie resiente de un libro por sus márgenes. Aun así, vivimos sin ellos cada día. Nos preguntamos por qué nadie se involucra en nuestras vidas o lee nuestro La elección ante nosotros es contenido. Es difícil establecer relaciones y nos damos simple: Cristo o caos, cuenta que nuestras vidas convicción o transigencia, están en falta urgente en el disciplina o desintegración. departamento de relaciones cercanas. —PETER MARSHALL Una de las verdades más importantes sobre los márgenes es que las amistades y los actos de bondad se construyen sobre ellos. Sin márgenes, «habitamos solos en medio de la tierra». ¿Cómo podemos construirlos más anchos? Simple. Reduce. Pero reduce sabiamente.

El principio de podar Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos. No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento. Que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti (Salmo 32.8-9).

¿Quién te instruirá y enseñará? Lee de nuevo la Escritura anterior. Dios dice que nos enseñará y aconsejará, dirigiendo nuestros pasos. Él está dispuesto a darnos lecciones privadas, consejería y ayuda individual. Eso me es absolutamente asombroso. Su corazón está dispuesto a moldearnos a cada uno de nosotros individualmente, ¡y a guiarnos hacia vidas de fructificación y simplicidad! Él también nos advierte que no seamos como un caballo o mulo testarudo, que requiere cabestro y freno. En otras palabras, no seas como un animal testarudo que espera hasta que se le jalan las riendas: que al sentir el dolor del cabestro que agarra la parte superior de su boca, eso lo fuerza a prestar atención y a moverse en la dirección correcta. Yo no quiero que seas así. No esperes hasta golpearte contra la pared. No esperes hasta que el dolor sea tan grande que te tienes que mover, sólo por causa del dolor. Cuando

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oyes la voz de Dios, poda de acuerdo a sus instrucciones: «Yo te haré entender y te enseñaré el camino que debes andar».

Poda a la imagen de Dios Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis (Jeremías 29.11).

La Biblia dice que Dios te creó a su imagen (ver Génesis 1.26). Esto significa que Dios tenía una imagen de ti en su mente cuando te creó. Antes que nacieras, Dios diseñó los planos de tu futuro. Él es el arquitecto maestro de tu destino. Él tiene planes maravillosos para ti: planes para tu familia, para tu devoción, para tu fe y para tu ministerio. Él te creó y puso una semilla de ese sueño sobresaliente en ti para que se cumpla. El potencial de ese sueño está en forma de semilla dentro de ti. El potencial es energía sin aprovechar, fuerza sin usar y dones sin desarrollar. Verás, los planes de Dios ya han sido depositados dentro de ti en la forma de potencial. Hay sólo una trampa: para poder desplegar tu potencial, debes asociarte y cooperar con Dios. Sin tu disposición no hay relación. Podría ser una dictadura, como si Dios estuviera construyendo androides obedientes, pero eso no sería una relación. Tú estás invitado a una relación con Dios. Él «te hará entender y te enseñará el camino que debes andar», pero tienes que «andar», lo cual requiere tu disposición para cooperar con sus podas y directivas. Convertir el potencial en realidad requerirá honestidad acerca de dónde estás. Te pedirá la docilidad de un corazón dispuesto. Si vienes a la iglesia y verdaderamente quieres ser la persona que Dios desea que seas, entonces debes estar dispuesto a orar como lo hizo David: Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno (Salmo 139.23-24).

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Sé real con Dios Yo debo desarraigar despiadadamente cualquier simulación, arrancar cualquier máscara y ser tan honesto como pueda respecto a mi relación con Dios. Si somos el pueblo de Dios, necesitamos tener una mínima cantidad de fingimiento en nuestras vidas. Olvídate de las mediciones de audiencia de Nielsen. Olvídate de los concursos de simpatía. Seamos reales con Dios. Oí la historia de un hombre que necesitaba un trabajo durante un declive económico. Parecía que todos los demás también necesitaban trabajo, así que las cosas comenzaron a ponerse un tanto desesperantes. Al leer los anuncios clasificados, vio que el zoológico estaba contratando, así que se subió a su auto y fue deprisa. —¡Vi que el zoológico está contratando personal! ¿Es verdad? —preguntó—. Yo puedo limpiar las jaulas. Puedo saludar a los visitantes. ¿Puedo empezar aquí? El zoólogo le dijo: —No, en realidad no. —Haré cualquier cosa. Quiero decir lo que sea. —Bueno, ah... —titubeó el zoólogo—, déjame contarte acerca de la vacante que tenemos, antes que acuerdes hacer cualquier cosa. Nuestra atracción favorita aquí es el gorila. Pero, bueno, se murió ayer y nos dimos cuenta que sin gorila no viene nadie. No podemos remplazarlo de inmediato, así que estamos buscando a alguien con antecedentes en la animación y el teatro que use este disfraz de piel e imite al gorila hasta que podamos reemplazarlo. Aturdido, el hombre dijo: —¡Oh, no, no, no! ¡No puedo hacer eso! —Nadie sabrá la diferencia —urgió el zoólogo—. Sólo ve a la jaula y actúa como un gorila. —No, creo que no —el hombre protestó. —Bueno, es el único trabajo que nos queda. Habiendo dicho eso, el desesperado cazador de trabajo finalmente acordó. Se puso el disfraz de gorila y se movió pesadamente dentro de la jaula. Comenzó a comerse los maníes y lentamente

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llegó a encorvar su espalda como un gorila. Pronto los niños que pasaban se detuvieron a mirar. Él notó que cuanto más actuaba como «gorila», más se emocionaban los niños, así que empezó a saltar y a golpear su pecho. ¡A ellos les encantaba! Un par de payasadas más y pronto docenas de curiosos rodearon la jaula. Él era la exhi¡Oh, qué red de bición más popular en el zoológico enredos tejemos, entero. Un día se balanceaba en su cuerda, cuando practicamos haciendo saltos aéreos y estimulando a primero el engaño! la audiencia (como lo haría cualquier gorila normal). Adicto a las adulaciones —SIR WALTER SCOTT del público, se balanceó más y más alto. No dándose cuenta de que la cuerda se había desgastado, se balanceó lo más que pudo, y ¡zas! Se rompió la cuerda. Ahora, el gorila adolorido navegó sobre el área enrejada y aterrizó sobre su espalda, justo en medio de la propiedad de su vecino, la guarida del león. En menos de un segundo el enorme león se abalanzó sobre su pecho, rugiendo fuerte sobre su presa. «¡Auxilio!», gritó él. «¡Alguien, ayúdeme! Soy un humano. No soy en realidad un gorila. Alguien sáqueme este león de encima antes que me coma vivo. ¡Auxilio!» En ese momento, escuchó una voz amortiguada por debajo de la melena del león: «¡Cállate, estúpido, o nos despiden a los dos!» Me pregunto cuántas veces venimos a la iglesia vistiendo disfraces alquilados de «cristianos». Nos los colocamos y todo se ve bien, muy bien. Nos vemos como cristianos y actuamos como tales, pero por dentro nuestras familias se caen a pedazos, o sabemos que no estamos viviendo la vida que debiéramos. Sabemos que estamos fingiendo para cubrir lo que en verdad está pasando y aun así seguimos fingiendo.

Deja que Dios te pode mientras tú cooperas En tantas palabras, Dios dice: «Yo te creé a mi imagen y cualquier cosa que no sea mi imagen, necesitaremos quitarla. Haré sonar la alarma cuando algo extraño esté comenzando a hacerse aceptable y

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normal. Yo te instruiré y te enseñaré, pero para que puedas recibir mi instrucción, necesito que seas mi socio. Ven, sígueme». Cierta vez vi a un cortador de diamantes pulir sus gemas. Bajo luces de alta intensidad y con la ayuda de lentes de alto poder, el maestro inspeccionó cada diamante buscando fallas o turbiedad en la piedra. Luego de cuidadosos cortes, la inspeccionó de nuevo. Periódicamente cortaba un diamante, no sólo para hacer las facetas de los bordes sino también para remover cualquier falla inherente. A veces colocaba la piedra casi terminada debajo de una máquina de pulir y le lustraba la cara para quitarle una raya o alguna turbiedad de la superficie. El trabajo del cortador continuó hasta que estuvo satisfecho con el brillo del diamante. Si una falla no se pulía, no le quedaba otra opción sino la de cortar el diamante en una pieza más pequeña. Y si aún se rehusaba a pulirse, su último recurso era romperlo en finas partículas para ser usado como lija. Nuestro Padre nos refinará hasta que el brillo de su imagen sea claramente visto, sin turbiedad o falla. Él lustrará la superficie de nuestras vidas hasta que la gente vea menos de nuestro rostro y más del suyo. Sin embargo, si nosotros, como un diamante testarudo, nos rehusamos a dejarnos pulir, entonces seremos reducidos a menos de lo que nuestro potencial es. Aún seremos útiles, pero necesitaremos conformarnos con un rol inferior. Sin presión, no hay Cuando Dios esté trabajando diamantes. en un área de tu vida, asegúrate de —MARY CASE dejarte pulir. Abandona lo que Él esté tratando de quitar. No te apegues a ello testarudamente. No lo excuses o enmascares. ¿Cuál es el secreto del brillo? Simplemente pule lo que Él señala como falla.

El principio del día de reposo Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda su obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios… (Éxodo 20.8-10).

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En otras palabras, el Señor dice que tomes un día de cada siete y lo hagas santo, al no dejar que las distracciones te causen su violación. El día de reposo no es excusa para la pereza carnal. Es santo. Complace a Dios ver que sus hijos se toman tiempo para estar quietos. Tomarse tiempo para estar quietos es vital para restaurar la simplicidad en nuestras vidas, porque nos renueva, nos refresca y nos reenfoca. El día de reposo también nos recuerda que el mundo puede seguir sin nosotros. No somos el miau del gato. No somos indispensables. (Sé que esto puede ser un rudo despertar para algunos, pero aguarden.) Tomar el día de reposo es considerado santo porque es una expresión que reconoce la soberanía de Dios, que es Él, y no nosotros, quien sustenta todas las cosas. Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo (2 Corintios 11.3, énfasis agregado). Si descuidamos nuestro día de reposo y sólo seguimos adelante, comenzamos a ser atrapados en el remolino de este mundo y su ocupación y terminamos dando vueltas sin dirección. La Biblia dice que eso le pasó a Eva, ella permitió que su mente la descarriara de la «simplicidad y la pureza» de caminar con el Señor. Dios quiere que nuestra relación con Él sea algo puro y simple. Cualquier cosa fuera de eso no es verdadera devoción.

Sigue una fe pura y simple Si nos permitimos ser descarriados de un caminar puro y simple con Jesús, comenzaremos a ver los dañinos resultados. Nuestras vidas están muy ocupadas y nuestros matrimonios y familias se caen a pedazos. A menudo nos «fundimos» mucho más pronto por dentro, que por fuera. Y nos sentimos «fundidos» mucho antes de lo que los demás puedan ven. El negarlo agrava el daño. Y el no prestar atención a las señales tempranas de Dios causa el colapso.

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¿Cómo hacemos que eso no pase? La Biblia dice que paremos y nos tomemos un día de reposo. Es sólo un día de cada siete. Descansa, quédate quieto y enfócate en Dios, un día entero de cada semana. Mis días de reposo semanales son los lunes, ya que como pastor predico los fines de semana. Los lunes a menudo manejo mi motocicleta hacia el otro lado de la isla y anhelo sentarme en uno de los miradores panorámicos. Uno de mis puntos favoritos tiene vista a la Bahía de Makapuu. Allí me siento a disfrutar un momento con el Creador. Platico con Él y le pregunto: «Señor, El día de reposo no es excusa ¿estamos bien? ¿Hay algo mi vida que necesites para la pereza carnal. Es en podar? ¿Hay algo en mis santo. Tomarnos tiempo para pensamientos o actitudes? estar quietos es vital para ¿Cómo estoy con mi familia? ¿Hay algo que restaurar la simplicidad en necesito cambiar en mi nuestras vidas, porque nos ministerio? Examíname, oh Dios, y conoce mi renueva, nos refresca y nos corazón». Esos momentos del día reenfoca. de reposo son tan críticos —SAMUEL BUTLER que hacen mi vida lo suficientemente simple para escuchar con claridad lo que Dios me está diciendo.

Toma momentos de reposo diariamente Además de los días de reposo semanales, toma momentos de reposo diarios. Tengo una capacidad bastante grande que me permite comprometerme con muchas actividades simultáneamente. Lo que me mantiene cuerdo, sin embargo, es sentarme quietamente delante del Señor cada mañana. Con mi Biblia, mi devocional y una taza de café, me tomo el tiempo para escuchar a Dios. Esos momentos

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de reposo diarios me son tan ricos. Son tiempos para recalibrar mi vida. Y permito que la Palabra de Dios me pode y me ajuste. Aun cuando nos está yendo tan bien y tenemos fruto, necesitamos escuchar el sonido de las tijeras de poda: Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto (Juan 15.2, énfasis agregado).

Dios siempre está trabajando. ¿Por qué? ¡Porque tú todavía no has llegado! No importa cuántos elogios hayas recibido, todavía no has terminado. No importa cuán exitoso pienses que eres, todavía no llegaste. No te enamores tanto de tus dones que caigas en el engaño de que eres indispensable. Y no te envuelvas tanto en cuán fructífero eres, que llegues a pensar que eres invencible: «Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga» (1 Corintios 10.12). Aquí hay tres grandes razones por las que necesitas un momento de reposo diario: 1. Restaura tu fe. «JEHOVÁ es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma…» (Salmo 23.1-3, énfasis agregado). ¿Has necesitado alguna vez que tu alma fuese restaurada? Seguro. Todos nosotros. Pero a veces tu pastor tiene que hacer que te acuestes para recibirlo. Sin embargo, restaurar tu alma no significa simplemente obtener más descanso físico. Puedes tener una buena noche de sueño, pero eso no es necesariamente restaurar tu alma. Te puedes despertar a la siguiente mañana bien descansado y aún tener un alma fatigada. Puedes ir al trabajo, pero tu alma no estará allí. Puedes ser una mamá, pero tu alma ya no está en tus responsabilidades. Tú puedes ser un ministro o un anciano, pero tu alma está ausente de tus responsabilidades.

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En los funerales, a menudo oigo la frase: «Oremos por el alma de nuestro ser querido que partió». Recientemente pensaba al respecto: Hay mucha gente que conozco en la Los momentos de iglesia que todavía está viviendo, pero almas han partido, ¡tal como esta reposo te ayudan a sus persona muerta! La actividad fijar tus ojos en Jesús. permanece, pero las almas hace mucho Cuando lo ves a Él, han partido. Hay sólo Uno que puede restaurar los problemas vuelven tu alma: Dios. Tómate el tiempo para a su tamaño normal. tomar un reposo con Él. Tu decisión de hacerlo se llama «santa».

2. Restaura tu enfoque. El tomar momentos de reposo puede ayudarte a restaurar tu enfoque. Puede ayudarte a quitar tus ojos de las olas y a fijarlos en el que camina Sólo una cosa tiene que sobre ellas. Los momentos de reposo te ayudan a fijar tus ojos en Jesús, «el cambiar para que autor y consumador de la fe» (Hebreos 12.2). Cuando lo ves a Él, conozcamos la los problemas que fueron exagerados felicidad ahora vuelven a su tamaño normal. en nuestras vidas: Tomar momentos de reposo te ayuda a magnificar al Señor y no a los dónde enfocamos problemas. Hace que la vida sea nuestra atención. simple de nuevo. Hay un himno maravilloso que —GREG ANDERSON dice: Fija tus ojos en Cristo, tan lleno de gracia y amor, Y lo terrenal sin valor será A la luz de su gracia y amor. 1

3. Restaura tu llama. Los momentos de reposo tienen el poder

de calentar tu corazón y de reavivar tu primer amor por Jesús. ¿Por qué? Porque tiendes a dejar tu primer amor. Al principio te enamoras y estás inspirado para darle a Dios tu todo. En tu inocencia, derramas tu corazón en el servicio, en el dar,

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en ayudar, en tus devociones y en tu adoración. Pero en algún lugar del camino, la llama exuberante lentamente se desvanece. Lo que Dios hace es restaurar tu primer amor. De esa manera no sólo estás haciendo cosas; en su lugar, las estás haciendo de todo corazón. No estás tan sólo criando a tus hijos; lo estás haciendo con un corazón por la paternidad. No estás tan sólo Sólo el amor hace recordar, casado; estás casado con un sólo él agita mi corazón. corazón por tu esposa. —LEONARDO DA VINCI No estás tan sólo en casa; estás en casa con un corazón para estar con tu familia. Dios restaura la llama para que puedas tener el corazón con el que te ha llamado a realizar y a ser. ¿Cómo haces la vida simple de nuevo? Es fácil. Mantén un día de reposo sin violarlo. Guarda ese día para el descanso, o esos momentos diarios de restauración y verás que Dios en verdad restaurará tu alma. No te sientas culpable por tomarte un día de reposo. Dios dice que es«santo». Reduce la velocidad del mundo un poco. Sé simple otra vez. Cuando lo hagas, verás la belleza de su diseño original emergiendo en tu realidad.

Creado a su imagen Había un escultor que empezó a cincelar la forma de Abraham Lincoln en un gigantesco pedazo de granito. Cada noche, luego que cincelara la enorme piedra, venía la señora de la limpieza para barrer el polvo y los escombros. Día tras día ella barría para él. Los días se volvieron semanas y estos meses. Cada día ella veía la imagen emerger de la roca. Finalmente el escultor puso los últimos toques de pulido en lo que se había convertido en un magnificente monumento, más grande que el tamaño real, de Abraham Lincoln. El día de descubrirlo llegó. La escultura estaba cortinada con una tela de terciopelo. Fueron invitadas destacadas figuras de toda la nación. Para honrar a la señora de la limpieza, el escultor la convidó como su invitada personal. Las luces se encendieron, las cámaras estaban posicionadas y el velo fue levantado. Suspiros de

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«ooh» y «aah» se escucharon, mientras la multitud observó la pulida obra maestra de Abraham Lincoln. Al culminar la tarde y disminuir lentamente la multitud, sólo dos personas quedaron: el escultor y la señora de la limpieza. Él se paró al lado de ella mientras miraba con asombro la estatua. Él le preguntó: —Bien, ¿qué piensa? —¡Es magnífica! ¡Sólo magnífica! —dijo ella con asombro—. Sólo tengo una pregunta. —¿Qué? —dijo él. —¿Cómo supo que el señor Lincoln estaba dentro de esa roca? Él pausó y pensó sobre lo que parecía una pregunta enigmática. —Sabe —contestó—, en realidad yo no esculpí al señor Lincoln. Solamente cincelé cualquier cosa que no fuera él.

La imagen de Dios en ti Dentro de tu vida está la imagen de Dios: Su plan para ti. ¡Tú estás lleno de potencial! Dios está comenzando a cincelar los pensamientos, los hábitos, las actitudes y los estilos de vida; pedazos de granito a los que te estás aferrando bien fuerte. Dios te está diciendo: «Esto se tiene que ir». Hay indicios de gloria «Oh, pero lo amo», protestas, en nuestras vidas que sujetándote a una falla familiar. «No, lo siento», el Maestro anhelan realización. contesta compasivamente. «Sólo —MACRINA WIEDERKEHR reducirá tu valor si no es podado. Aunque te amo tal como eres, te amo tanto como para no dejar que te quedes de esa manera. Confía en mí». Las verdades simples son muchas veces las más profundas. Cada una de las que recién has leído tiene una promesa de «prosperarte y de bien... para darte una esperanza y un futuro» (Jeremías 29.11, NVI). Apréndelas y encontrarás que la vida vuelve a la simplicidad ordenada por Dios. ¡Que disfrutes una vida de fresca simplicidad! Notas 1. Barbara Bush (discurso, comienzo, Wellesley College, Wellesley, MA). 2. Fuente desconocida.

Capítulo 4

D ESARROLLA

CONTENTAMIENTO

omos constantemente bombardeados con promesas de felicidad eterna. Oh, seguro, puede que vengan en forma de comerciales de televisión. Sin embargo, prometen satisfacción infinita. Nos atraen con la idea de que estamos a sólo un producto de la felicidad. ¡Las baratijas son la respuesta! Comienza inocentemente, quizás la atracción de una cajita feliz (las que venden en algunos restaurantes de comida rápida) te tentó de niño y te prometió comprar un poco de felicidad. O quizás un juego o un juguete te prometieron horas de entretenimiento y mucha popularidad con los amigos. Las investigaciones muestran que los anunciantes apuntan a nuestra juventud inocente —tanto a los adolescentes como a los preadolescentes— ya que tienen la mayor cantidad de ingreso disponible que cualquier otra genera-

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ción de su edad, lo cual muestra que esta «magia de baratijas» comienza muy temprano. La mayoría de nosotros nos reímos, sabiendo que una cajita feliz nunca le podrá comprar a nadie la felicidad. Pero el chiste es con nosotros. Mientras más viejos nos ponemos, nuestras baratijas —LEON TOLSTOY se hacen más caras y más complicadas. Los comerciales de nuevos autos, los productos de belleza más finos y las casas más grandes nos mantienen sedientos por más.

La felicidad no depende de las cosas exteriores, sino de la forma en que las vemos.

Falsa publicidad La publicidad vuela por las ondas del aire y nos cae como bombas: «¡Estás a sólo una baratija, a sólo un producto, a sólo un programa de tu éxito!» Sostienen un producto y nos tientan, atrayéndonos: «Úsame, y ¡te verás como ella! Úsame y encontrarás el amor de tu vida. Ponme en tu cabello, ¡y reavivarás tu juventud!» (Lo he intentado. No funciona.) Toma, por ejemplo, la gama de productos y programas dietéticos que bombardean a todos los que luchan con la batalla de los bultos. Desde los más estrictos lemas de programas —si tiene buen gusto, escúpelo— hasta el más indulgente —come todo lo que quieras, con tal que quepa en nuestro plato especialmente diseñado— las guerras dietéticas abundan. Muy pronto ya no es más un simple producto el que nos hace felices, así que nos movemos a objetos de etiquetas más grandes como la atracción de un devaneo: «Si sólo pudiera tener esta aventura. Nadie lo sabría. De todas formas, Dios perdona, ¿no es cierto? Sólo déjame comprar la baratija de una relación». O quizás sea la tentación de un mejor trabajo: «Si sólo pudiera obtener ese trabajo, podría tener más dinero y más prestigio. Entonces sería feliz». Para otros, es el sueño de ser dueño de cierta posesión: un auto, joyas o ropa, un negocio o una casa.

Desarrolla el contentamiento

Contentamiento bíblico Si te has quejado en los últimos seis meses de tu educación, tus habilidades, tu apariencia, tus finanzas, cuán ocupado estás, tu jefe o tu edad, entonces el contentamiento es un problema para ti. Leamos lo que Pablo tiene que decir sobre el contentamiento: No lo digo porque tenga escasez pues he aprendido a contentarme, cualquiera sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado... Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4.11-13, énfasis agregado).

Pablo dice que «aprendió» a contentarse. El contentamiento es una habilidad aprendida, no una que cae por casualidad en tu regazo. Es una actitud que necesita ser practicada a propósito durante un periodo de tiempo. Como Todo tiene sus maravillas, alguien que desarrolla la incluso la oscuridad y el habilidad de encestar un tiro en silencio, y yo aprendo, un juego de básquetbol o a tocar el piano en un concierto, en cualquier estado que él o ella han perfeccionado la habilidad a través de horas de esté, a estar contento allí. —HELEN KELLER práctica. Pablo implica que el contentamiento no es el resultado de las circunstancias; más bien, es el resultado de un estilo de vida intencionado. La satisfacción es un trabajo interno.

Un estilo de vida intencionado Cuando Pablo habló sobre el contentamiento, no quería decir que debemos simplemente aceptar el estatus quo. No se supone que nos echemos apáticamente y que tomemos la vida como viene, tolerando cualquier cosa que pase. Él tampoco intencionó que nos asentemos en una actitud de resignación: Que será, será — «Whatever will be, will be»— o C'est la vie —«¡Así es la vida!»

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Pablo quiso decir que el contentamiento es una habilidad que debemos cultivar, a pesar de todo. La persona que tiene diez millones, La actitud de ¿tiene más satisfacción que alguien que tiene diez hijos? La respuesta correcta es satisfacción no. El millonario tiene menos satisfacción consiste en no porque siempre quiere tener más, mientras que alguien que tiene diez hijos generaldejarse conducir mente ya no quiere tener más. A Howard Huges, el famoso multimipor el deseo de llonario mundial, una vez le preguntaron: querer más «¡Usted que tiene tanto dinero! ¿Cuánto es suficiente? siempre. ¿Su respuesta? «Sólo un poco más».

Sólo un poco más Te puedes comprar un lindo auto nuevo, pero en un año o dos querrás otro. Puedes acumular montones de dinero, pero todavía querrás más y más. Te puedes volver adicto a las posesiones, pero suficiente, ¿cuánto es suficiente? Tal como una droga, aumentar lo que consumimos, ¡sólo aumenta cuánto más queremos! Por otro lado, el contentamiento es libertad. Es ser libre de la insatisfacción, de los apetitos fuera de control y de la comezón que el rascar nunca alivia. Es la libertad de las veces cuando Todos debemos sufrir uno de te encuentras pensando: que tenerlo! ¡No dos dolores: el de la disciplina ¡Tengo puedo vivir sin ello! El o el del arrepentimiento. La contentamiento es el que te alivia y te diferencia es que el primero bálsamo libera. pesa gramos, mientras que el Hace un par de años había un comercial para el segundo pesa toneladas. té helado (Nestea Iced —JIM ROHN Tea), llamado «El clavado Nestea». El comercial abría

Desarrolla el contentamiento

con un hombre levantando un vaso de té helado. Unas pequeñas gotas de agua transpiraban por el costado del vaso. El clima era sofocantemente caluroso. El hombre chorreaba de sudor y junto a él había una piscina. Al tomar un sorbo del vaso helado experimentó tal satisfacción que se cayó de espaldas dentro de la fría piscina. Mientras caía, decía con una sonrisa: «¡Aaah!» Detente y di la palabra: «¡Aaah!» Pausa, relájate y, con un profundo sentido de satisfacción, di otra vez: «Aaah». Eso es lo que la gente satisfecha dice.

«¡Aah!» Practica el contentamiento y di: «Aaah», durante esta próxima semana. Cuando digas «Amén», inténtalo de manera contenta: «Aaah-mén». Cuando te sientes a comer la cena que tu esposa te ha cocinado, di: «¡Aaah! Esto es maravilloso». Cuando te subas a tu lata oxidada, estacionada junto a un destellante Mercedes Benz, sólo di: «Aaah». Luego, cuando tú y tu lata oxidada estén estancados en el tráfico, encuentra una linda emisora de radio, recuéstate y di: «Aaah». Al llegar al hogar y poner la llave en la cerradura de tu pequeña casa, que hace que la puerta se caiga de sus bisagras, sólo di: «Aaah, ¡esta puerta es fácil de abrir aaahora!» Durante toda esta La manera de ver el problema semana, sin importar lo es el problema. que te pase, acuérdate de decir: «¡Aaah!» De —STEPHEN COVEY esa manera desarrollarás nuevas «Aaah-ctitudes». Practica estas «Aaah-ctitudes» aparte de tus circunstancias y aparte de lo que piensas que te da satisfacción. Te asombrarás del jardín de contentamiento que empezará a surgir alrededor de ti. Mientras practicas tu recién descubierto contentamiento, veamos tres llaves para aprender el secreto de la realización. Ellas te servirán para que recuerdes decir: «¡Aaah!» Nota que cada una contiene la palabra «Aaah», sólo para precalentarte y hacerte practicar tus nuevas «Aaah-ctitudes».

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1.Aprende una nueva «vist-aaah» de los problemas. La vida es como un tubo de pasta dental. No sabes lo que hay adentro, ¡hasta que lo has exprimido! El contentamiento no es el resultado de la ausencia de problemas. Estos son inevitables. ¿Por qué? Porque vivimos en un mundo imperfecto que está lleno de gente imperfecta, incluidos nosotros dos, ¡tú y yo! También estamos casados con gente imperfecta que se casaron con nosotros. Por lo tanto, los problemas vienen como parte del paquete. ¿Cómo podemos tener una vista divina de ellos?

Los problemas son inevitables; reconstruir es una opción Los problemas no necesariamente edifican el carácter. Los problemas lo revelan. Tú decides qué hacer con los descubrimientos. Puedes reaccionar con culpa, ira, desaliento o negación, todos estos son menos deseables si quieres reconstruir. O te puedes dar cuenta de tus defectos y comenzar el proceso de reconstrucción. Uno de los valores fundamentales de nuestra iglesia trata directamente con eso: Declara que no daremos audiencia a la queja; en cambio, con coraje enfrentaremos cada problema de manera que honre a Dios y edifique carácter bíblico. Una de las mejores formas de enfrentar los problemas es tratarlos tal como el Señor lo haría. ¿No es eso maravilloso? Por causa de que Dios es un Dios de redención y restauración, todo lo que toca cambia. Nada que Él toque puede permanecer igual. Por lo tanto, cuando hables de problemas, hazlo siempre como que cambian. Eso te dará una luz de esperanza al final de un túnel oscuro. Eso también es un indicador positivo de que estás en el proceso de crecimiento. Si alguien te dice: «Chico, ¡qué problemas financieros tienes!» y respondes: «Hombre, ¡siempre los tengo! Siempre he tenido

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problemas financieros. Y hasta el día que muera, ¡creo que voy a seguir teniéndolos!», tu respuesta no ofrece ninguna luz ni ninguna esperanza. Sin embargo, si alguien te dice: «Tú sí que tienes un problema financiero», y le respondes: «Sí, lo tengo, ¡pero está cambiando!» Tu respuesta presenta un elemento de esperanza, tornando el problema en una oportunidad de crecimiento.

¿Tienes un problema? «Sí, ¡pero está cambiando!» Cuando alguien señala que tienes un mal matrimonio, di rápidamente: «Sí, pero está cambiando». O cuando te recuerdan que reprobaste terriblemente el examen, corrígelos y di: «Sí, pero ¡está cambiando!» Y si alguien te dice que tienes mal aliento, háblales directamente y diles: «Sí, ¡pero está cambiando!» La primera llave para aprender el secreto de la satisfacción es simple: Cuando hables de problemas, hazlo como que están cambiando. Te permitirá desarrollar una nueva perspectiva y una vista fresca de tus problemas. Podrás ver tus problemas bajo la luz correcta, no permitiendo que tus ojos se queden enfocados en ellos. Podrás ver dónde es que Jesús está obrando. Y genuina y confiadamente podrás decir: «¡Aaah-men!»

2.Aprende a «cultiv-aah-r» un corazón agradecido Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús (1 Tesalonicenses 5.18, énfasis agregado).

Debemos aprender a cultivar un corazón agradecido en «todo», no sólo cuando nos entregan regalos perfectos a nuestra puerta, sino también cuando los regalos imperfectos llegan sin invitación. Es fácil ser agradecidos con los buenos regalos, pero ¿cómo cultivamos gratitud por los regalos malos? Ahora, eso es algo en lo que tenemos que trabajar. Recuerda, la vida es como un jardín: sólo

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crece lo que cultivamos. La gratitud nunca florecerá, sino hasta que la cultivemos en la tierra de nuestras vidas. Si estás esperando que los regalos perfectos te inciten a la gratitud, entonces esperarás toda tu vida. Esperar la vida perfecta, el regalo perfecto, el o la compañera perfecta o el pastor perfecto, siempre te dejarán sufriendo de una La gratitud baja fiebre de descontento y frustración. No esperes un corazón es el dinero del corazón. agradecido, ¡inícialo! —PROVERBIO FRANCÉS

Gratitud en la punta de tus dedos Imagínate a ti mismo como una persona en entrenamiento, aprendiendo a practicar la gratitud en un mundo imperfecto. ¿Cómo puedes llegar a hacerlo? Déjame decirte una cosa fácil que hará un mundo de diferencia: Te dices a ti mismo: «¡Voy a ser agradecido!» Entonces practica la gratitud. ¿Recuerdas esa esposa imperfecta que tienes? Algunos de ustedes necesitan decirle a ellas: «Estoy agradecido por estar casado contigo», aunque en el interior estés pensando: ¡De ninguna manera! ¿O esos hijos imperfectos que tienes? Puede que ellos necesiten escucharte decir: «¡Estoy tan agradecido por ustedes!» Pueden quedar boquiabiertos, pero les va a encantar. ¿Recuerdas a ese jefe tuyo? Quizás ya sea tiempo que le digas algo lindo a él o a ella también: «Estoy agradecido por mi trabajo y que tú eres mi jefe». Puede que rejuvenezca tu lugar de trabajo. No estás diciendo que esa persona es un jefe perfecto o que trabajas en un ambiente perfecto. No estás buscando perfección, tanto como practicando la gratitud. Practica pequeños actos de gratitud cada día.

Como se ve en televisión A menudo la razón por la que no podemos cultivar un espíritu agradecido es porque odiamos la realidad. Hemos crecido en un mundo virtual en el cual es mejor considerado ver la vida a través de las maravillas technicolor de la televisión. Es fácil ver por qué estamos tan cautivados cuando miramos la increíble tecnología de vídeo que entra en un comercial de treinta

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segundos. Se invierten millones de dólares para contratar a compañías de publicidad, camarógrafos, artistas de maquillaje, modelos, actores y escritores. Después que terminan toda la filmación, el trabajo recién ha comenzado. A continuación, transforman el comercial usando la hechicería de la tecnología computarizada moderna: una imperfección borrada aquí, un atardecer hawaiano puesto allí. Horas y horas de expertos y retoques después, este film épico de treinta segundos está finalmente listo para salir al aire en las horas pico de la televisión.

No sólo bueno, bueno a lo Hollywood Los medios de comunicación hacen un gran trabajo enfocándose en las cosas más excitantes y destellantes, aunque tengan que crear fabricaciones. Si las cosas se ponen un tanto normales o comunes, cortan hacia algo que es salvajemente excitante o entretenido. De La gratitud desbloquea ese modo seguimos viendo, y los publicistas siguen ganando dinero la plenitud de la vida. —MELODY BEATTIE mientras compramos sus promesas de vidas perfectas y excitantes. Comparándonos con la hermosa gente con vidas excitantes, ropas nuevas, cabello perfecto y piel sin fallas, nuestras vidas de repente parecen aburridas. Comenzamos a pensar: Bueno, no tengo un auto nuevo y deslumbrante que sea un imán de chicas. Y mi esposa no es la porrista de la secundaria que era cuando la conocí. Nuestros hijos no son tan graciosos como esos ingeniosos niños de la televisión. ¡Hey! ¿Por qué es mi vida tan aburrida? ¿Alguna vez te sientes así? ¿Especialmente después de ver una comedia entera o una revista glamorosa llena de deslumbrantes publicidades? De repente miras a tu vida y no es lo mismo.

La vida no tan glamorosa Es como esas sesiones fotográficas de tomas glamorosas: Cualquiera en el mundo puede entrar y ser transformado en un supermodelo. Un fotógrafo te toma una foto y sales con fotos lustrosas de 8 x10, como modelo de cubierta.

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Primero, los estilistas te moldean el pelo, usando tres latas de aerosol para cabello. Para que tenga las proporciones correctas, te tiran el pelo desde la nuca hacia el frente. «¡Necesita más volumen!», gritan, mientras siguen tirando cada mechón hacia el frente. Por supuesto, nunca verás la nuca, porque se parece a la parte trasera de un pavo. Ahora que tu pelo está bien (se parece a esas grandes nubes de tormenta, infladas, justo antes de que empiece a tronar y relampaguear), ellos comienzan a trabajar en tu cara. Varios kilos después de base, sellador y polvo, tu Además de aprender a ver, cara se siente como papel maché. Pero todavía tienen hay otro arte que aprender: que definir tus rasgos, y ahí va el delineador, la sombra, el no ver lo que no es. rubor, el delineador de labios —MARIA MITCHELL y el lápiz labial. Luego toman gran placer en retorcer tus pestañas y volverlas a enderezar. (¡Y eso es sólo para los varones!) Es el proceso más atroz y completamente degradante, todo para hacerte parecer una superestrella. Pero, en realidad, eres sólo una persona normal, cotidiana, que paga extra por una «imagen» de algo «mejor». ¿Es eso siquiera lógico? Quizás has crecido con expectativas de una vida que a menudo no se iguala con la realidad. Pero cuando esta se presenta como una factura inesperada, te enojas. No te gusta la realidad. Prefieres vivir con tus expectativas inspiradas por la fantasía. La actitud es a menudo el precursor del peligro en un matrimonio. Caminas al altar y le dices: «Acepto», a la expectativa de un esposo o de una esposa. Tú sólo ves el frente glamoroso de esa persona, lo cual representa la expectativa de lo que quieres que ella sea. Por eso esta etapa de la relación es llamada «atracción», porque pones tu mejor cara con vistas al frente. Te casas con alguien que simboliza tu compañero ideal, perfecto. Sin embargo, pronto, tus expectativas se evaporan a la severa luz de la realidad. Recibes un flash de la persona real, detrás de bambalinas. Alcanzas a ver lo que está detrás del maquillaje y te quedas cantando las coplas melancólicas: «¿Esto es todo lo que hay?»

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Hay una simple regla en la vida que dice que el contentamiento es igual a la realidad menos las expectativas: Satisfacción = Realidad - Expectativas

El mundo real Necesitamos disfrutar la realidad de lo que la gente es: personalidad, imperfecciones y todo. «Lo bueno, lo malo y lo feo», como dijo un general. Necesitamos aprender a vivir con la realidad y no con expectativas fantásticas. Esto libera a la gente para que sean ellos mismos, para que sean quienes Dios ha creado. También nos permite a ti y a mí que seamos nosotros mismos. Una vez que empezamos a aceptar a la gente como son, comenzamos a relajarnos y a ser agradecidos por la creación de La verdadera felicidad no Dios. ¡Todos llegamos a ser se obtiene mediante la reales! He descubierto que trabajo más fuerte en mejorarme autogratificación sino a a mí mismo cuando sé que soy través de la fidelidad amado y aceptado tal como soy. —HELEN KELLER Con los primeros dos «Aaahs», para desarrollar una actitud de contentamiento, puestos en su lugar, estamos bien encaminados para cultivar el jardín del contentamiento. Hay sólo una llave más para descubrir el secreto del contentamiento.

3.Arriesga tu vida en lo que satisface a un aaah-lma Tu vida es eternamente preciosa. Asegúrate de invertirla sabiamente. La única inversión sabia es la que satisface tu alma. No desperdicies tu vida cazando baratijas que nunca te harán feliz. Esto es tan importante que no puedo enfatizarlo lo suficiente, hasta Jesús nos recordó este secreto que impacta vidas: No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque... vuestro Padre celestial

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sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas (Mateo 6.31-33, énfasis agregado).

Jesús señala la única cosa que deberíamos buscar con todo lo que tenemos. Es lo único que nos puede dar la máxima realización: «su reino y su justicia». Sólo entonces estas cosas serán añadidas. En otras palabras, Jesús está diciendo que el contentamiento no puede ser adquirido directamente. Al contrario, el contentamiento es el producto de una vida enfocada en Dios. Él es el Único y solo punto focal que verdaderamente satisfará nuestras almas. La gente satisfecha es aquella cuyas metas en la vida son mucho más grandes que obtener el mero contentamiento.

«Aaah» es la máxima realización Si tu única meta es adquirir Tú nutres tu alma posesiones y dinero, el contenta miento será tan evasivo como una al cumplir tu destino. mariposa. Lo vas a perseguir toda —RABINO HAROLD KUSHNER tu vida. Por otro lado, Jesús dijo que si realmente quieres apostar tu vida a lo que satisfará tu alma, sigue los propósitos de Él para tu vida. Entonces te añadirá contentamiento. Pregúntale a aquellos que han dado su vida por el evangelio, sacrificando mucho y dando sus vidas por el reino de Dios. Escucharás y verás cuán satisfechos están. Sus vidas apuntan a una meta mucho mayor que el mero contentamiento.

El contentamiento es una obra interna Algunos de ustedes están sufriendo en su matrimonio. Quieren experimentar mucho las promesas de Dios en sus vidas como esposo y esposa. Sin embargo, estás casado con un compañero que no comparte ese deseo. Aun así Pablo dijo: «He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación» (Filipenses 4.11). El

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contentamiento no es determinado por lo que tienes, sea mucho o poco. El contentamiento no es determinado por el estado de tu corazón. Es una actitud, una que tiene que ser aprendida. El contentamiento es una obra interna. Algunos podrán decir: «Pablo no sabía lo que estaba hablando. Él no conoce el matrimonio en el que estoy. Él no sabe lo que es desear un niño, cuando no lo puedo tener. Él no conoce las cosas por las que paso con dolor crónico. Pablo no sabe nada de mi sufrimiento». En efecto, Pablo no vivía una cómoda vida aristocrática. Él realmente sabía lo que significaba tener poco. A menudo tuvo hambre. Pablo había estado solo y abandonado. Fue apedreado, naufragó, le dieron latigazos, lo golpearon y fue dejado por muerto. A Pablo se le burlaron, le mintieron, lo ridiculizaron y lo difamaron. La mayoría de sus palabras fueron probable- Cuando Pablo escribió sus mente escritas en cadenas. Pablo sabía exactamente de famosas palabras sobre el lo que estaba hablando contentamiento, las estaba cuando dijo: «He aprendido el secreto de estar satisfecho escribiendo desde la cárcel. en cualquier y cada situación» (v. 12), y probablemente nada tuvo que ver con tener o no cadenas.

El contentamiento es libertad Pablo entendía el contentamiento. Mientras escribía esas palabras, enfrentaba la posibilidad de tortura y muerte. Luego de varios años, verdaderamente sería torturado hasta la muerte. ¿Cómo podría jamás hablar sobre el contentamiento? Su meta en la vida era mucho mayor que el contentamiento mismo. La meta de Pablo era conocer a Dios y servirle con todo su corazón, no obtener un estilo de vida conveniente y cómoda. Su deseo era que su vida, de alguna manera, de alguna forma, fuese usada para hacer que los propósitos de Dios fuesen cumplidos. Esta actitud fue lo que causó que el contentamiento inundara su vida.

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El contentamiento es humildad Nuestra meta debiera ser obtener una actitud como la de Pablo. Para él, toda cosa de este mundo se opacaba porque había encontrado algo que realmente importaba. Él se humilló a sí mismo y probablemente dijo: «Señor, aquí está mi vida. Úsala para tus propósitos y tus deseos». A veces nosotros, los cristianos, podemos estar muy descontentos. Vivimos vidas frustradas porque vamos detrás de nuestro propio contentamiento. Nos parecemos a los que no conocen a Jesús. La única diferencia es que ellos usan ardides y maniobras. Nosotros lo hacemos mucho más discretamente, usamos a Dios. Nosotros tratamos a Dios Nosotros oramos, como si fuera el genio de una mágica, tratando de demasiado a menudo, no lámpara frotarlo de la manera correcta. para hacer la voluntad de Tres deseos se convierten en Dios, sino para reclutar oraciones ilimitadas, y en vez de retorcer nuestras narices o hacer la asistencia de Dios a fin una lista de deseos, simplemente oramos por cheques más de mantener nuestro grandes, casas más grandes, más «siempre creciente prestigio, más influencia o más posesiones. En esencia, estamos consumo». diciendo: «Dios, quiero que me —JOY DAVIDMAN ayudes a mí a cumplir mis propósitos para mi vida. Esa es la fuente de mi contentamiento: Que cumplas mis deseos». El contentamiento es la clave de todo. Nosotros sólo oramos por ella en el nombre de Jesús.

Apunta más alto Cuando apuntamos a algo más grande que el contentamiento, decimos: «Señor, aquí está mi vida. Úsala para tus propósitos y tus deseos. Lo que sea que tengo —habilidades, finanzas, relaciones y

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tiempo— lo pongo a tus pies. ¿Cómo puedo usarlo? Instrúyeme para que pueda serte un fiel administrador. Ya sea que tenga mucho o poco, estaré satisfecho sabiendo que estás usando mi vida. Ven, Señor, vive tu vida a través de mí». De pronto Dios dice: «Por causa de que estás buscando primero el reino de Dios y su justicia, te daré contentamiento». El contentamiento es el producto de vivir una vida de acuerdo a la voluntad de Dios. Sólo entonces la satisfacción se convierte en algo que podemos alcanzar y no un deseo evasivo que siempre se nos escapa del alcance.

Buscar algo desesperadamente Podemos ser como el multimillonario que quería volar el avión más rápido del mundo. Pero a los efectos de hacerlo, tuvo que diseñarlo, construirlo y pilotearlo. También quería tener botes y tierras caras y vivir en lugares exóticos. Así que compró esas cosas. Acumuló semejante fortuna que tenía a dos presidentes de los Estados Unidos a sus órdenes. Él creía que podía satisfacerse Basar nuestra felicidad en más y más al tener más encuennuestra habilidad de tros sexuales, más expediciones, más exploraciones y más excurcontrolar todo siones. Y eso hizo justamente. es fútil. Demos avance rápido al vídeo —STEPHEN COVEY hasta el fin de su vida. Su cabello estaba largo y descuidado, su barba desarreglada y sus uñas parecían pálidos sacacorchos amarillos. Se compró un enorme hotel y vivía allí en un confinamiento autoimpuesto. Postrado en cama, se sentaba en un trance inducido por las drogas, escrutando la vida desde sus hundidos ojos oscuros y cuerpo enflaquecido. Sus brazos estaban llenos de las marcas de punciones de un drogadicto que desesperadamente trataba de inyectar contentamiento a sus venas. Murió en un pozo de desesperación muy solitario, atrapado en una hueca coraza esquelética. Había perdido la vida misma.

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Estoy seguro que reconocerás el nombre de este triste multimillonario: Howard Hughes. Aunque tenía billones de dólares y el mundo en la punta de sus dedos, nunca estuvo contento. Por todos sus logros y esfuerzos, Howard Hughes dejó sólo un triste legado. Es conocido como el hombre que vivió toda su vida buscando el contentamiento, pero nunca lo encontró.

El contentamiento más allá de toda medida Por otro lado, si le preguntaras a la Madre Teresa si estaba satisfecha en su miserable pobreza y vida simple, hubieras tenido una respuesta diferente. Si le preguntas a millones de cristianos que sirven a Dios con todo su corazón, sufriendo en el nombre de Cristo, se harán eco de su respuesta. Esta es: contentamiento más allá de toda medida. Sin importar si tienen poco o mucho, encuentran la mayor recompensa en buscar a Dios y a su reino. El contentamiento es una obra interna. El Salmo 65.4 provee un discernimiento más cercano de este secreto del contentamiento:

Cuando le preguntaron cuánto dinero sería suficiente, el multimillonario Howard Hughes respondió: «Sólo un poco más».

Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios; seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo (énfasis agregado).

¿Qué satisface nuestras almas? ¡Estar cerca del Señor! Podemos ser cristianos, pero si no estamos cerca del Señor será una experiencia insatisfactoria. Puedes ser madre pero si no estás cerca del Señor, será una experiencia insatisfactoria. Puedes ser un anciano o el pastor de una iglesia pero si no estás cerca del Señor, será una experiencia insatisfactoria. Acércate a Él y notarás un encanto, una chispa, una satisfacción eterna en cada rol que felizmente cumplas.

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«Aah-mén» Mientras vas por tu día, incluso ahora, toma nota de practicar el contentamiento y practicar la gratitud. Cuando comas la cena, sin importar lo que está delante de ti, tienes una oportunidad de abrir y decir: «Aaah». Cuando estés sentado en el auto, detenido por el tráfico, tienes la oportunidad de La satisfacción es una sentarte, sintonizar buena música, obra interna. escuchar, disfrutar y decir: «Aaah». Más importante aun, cuando termines de orar, no murmures sólo rápidamente: «Amén»; al contrario, toma la oportunidad de decir: «¡Aaah-mén!» El contentamiento es una obra interna, una habilidad que se tiene que aprender. Aprende estos tres «Aaahs» esenciales, y serás recompensado con «un-aaah» vida que ¡se «elev-aaah!»

Capítulo 5

F ORJA

EL CORAJE

PARA RECONSTRUIR

u nombre es Lee Capps. Hoy debiera estar muerto. Hace algún tiempo atrás, salió de un aeródromo de Washington con un piloto amigo en un pequeño avión Cessna. Eran sólo ellos dos, dando una vuelta. Cuando llegaron a altura crucero, su amigo de repente tuvo un terrible ataque cardíaco y murió. Capps tenía otro problema. Nunca jamás había piloteado un avión en toda su vida. Valiéndose de toda la determinación que pudo, Capps sacó a su amigo de los controles, tomó el micrófono y desesperadamente pidió ayuda. Un controlador de tráfico aéreo escuchó su aflicción y trató de calmarlo. En tonos tranquilizadores le dijo: «Bien, yo soy controlador de tráfico aéreo y puedo escucharte bien». Luego, para inyectar un poco de humor a la desesperante situación, continuó: «Entiendo que quizás tengas un problema allá arriba. Bien, tengo

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buenas noticias para ti. También soy instructor de vuelo. ¿Te interesaría una lección?» «¡Dime todo lo que necesito saber, y hazlo ya!», respondió Capps. El controlador de tráfico aéreo le dio los fundamentos para volar una aeronave y un par de instrucciones sobre virar, al igual que una lección de Admitimos la derrota, no cuando cómo estabilizar el avión. Finalmente, el estamos noqueados, ¡sino cuando controlador de tráfico nos rehusamos a levantarnos! aéreo dijo: «Bueno, Lee, ahora viene tu examen final. Tendrás que aplicar todo lo que aprendiste. Tendrás que intentar un aterrizaje. Es tu única esperanza». El instructor de vuelo lo hizo pasar por el procedimiento de aterrizaje paso a paso. Primero, instruyó a Capps que alinease el avión con la pista. Luego lo guió sobre el procedimiento de bajar la altitud para poder comenzar su aproximación. Como puedes imaginar, no fue la aproximación más grácil. El avión parecía un ganso borracho tratando de encontrar su camino a casa. Pero con el adiestramiento sistemático, Capps finalmente aterrizó el avión y milagrosamente salió caminando, sólo con heridas menores. Para este tiempo los reporteros se habían enjambrado para esta historia increíble. Uno de ellos entrevistó al controlador de tráfico aéreo. «¿De veras pensó usted que Lee Capps tenía una oportunidad de aterrizar ese avión? ¿Cuáles eran las probabilidades?» El controlador de tráfico aéreo lo miró directo a los ojos y dijo: «Yo sabía que era algo difícil de alcanzar y que las probabilidades estaban en su contra, pero Lee Capps desafió todas las probabilidades, ¡y está vivo!»

Desafía las probabilidades Hay mucha gente como Lee Capps, que desafía las probabilidades. Para algunos, ese es un estilo de vida, una carrera o incluso un deporte.

Forja el coraje para reconstruir

Hay muchas maneras en que la gente trata de desafiar las probabilidades. Los corredores de la bolsa, de alguna forma, las desafían tal como los actuarios de seguro. Los vendedores de seguros de vida podrían calcular las probabilidades numéricas precisas de llegar a vivir hasta la madura edad de noventa y dos años. Los que venden seguros automovilísticos piensan de esa manera Aunque siete veces cayere el todo el tiempo. Estas justo, siete veces se levantará. personas son profesionales —PROVERBIOS 24.16 en usar las fórmulas de probabilidades. Ellos te pueden decir que hay diez veces más probabilidad de que te involucres en un accidente con una bicicleta que con un automóvil. También pueden decirte que tienes más probabilidad de acabar en un accidente manejando un auto deportivo que una camioneta familiar. Ellos asimismo estiman que si manejas un Honda Civic hay una probabilidad 57% mayor de que te lo roben que si manejas un Dodge Dart. ¡Tiene sentido! Hay otros que desafían las probabilidades en Las Vegas. Pareciera que la mitad de Hawai vuela a Las vegas y deposita su economía en sus máquinas tragamonedas. Hay muchos deportes extremos que fulguran, que apelan y retan a la gente a desafiar las probabilidades. Algunas personas hacen saltos «bungee». Otros arriesgan su vida en juegos de supervivencia. Hay un nuevo deporte en el cual los desafiantes (o tontos, dependiendo de su cordura) se suben a un avión y vuelan sobre pasos de montaña cubiertos de nieve con una tabla de esquiar atada a sus pies. Cuando encuentran el lugar correcto, se lanzan del avión, tocan los costados de la pendiente y se deslizan cuesta abajo por la montaña.

Cuando las probabilidades están en contra de ti Mucha gente vive día a día sintiendo como que las probabilidades están en contra de ellos. Algunos de nosotros hemos perdido la esperanza en el camino. Hemos perdido la fe en la posibilidad de

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que algo bueno volverá a pasar en nuestras vidas. ¿Qué haces cuando tienes que mirar hacia arriba para ver el fondo? ¿Qué haces cuando necesitas coraje para reconstruir? ¿Qué haces cuando tu vida está en ruinas, cuando has perdido tus relaciones, has perdido el respeto y has perdido tus posesiones? Cuando las cosas se desmoronan y se caen, el pueblo de Dios puede encontrar nueva fuerza para elevarse, en vez de vivir una vida debajo de los escombros. El éxito nunca se Proverbios 24.16 dice: «Porque encuentra. Las fallas siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse». Los justos encuennunca son fatales. tran el coraje para reconstruir vez tras vez. Sólo lo es el coraje. La Biblia está repleta de —WINSTON CHURCHILL ejemplos de personas que se levantaron de nuevo para reconstruir. Todas las propiedades y la familia de Job fueron destruidas. Moisés fue desheredado por el Faraón, su nombre fue raído de los anales de la historia Egipcia. José fue traicionado por sus hermanos y vendido a la esclavitud. Incluso el apóstol Pablo fue declarado culpable de ser un asesino en serie. Al observador distraído, Pablo parecía ser un imposible. Pero a través de este hombre, Dios trajo la mitad del Nuevo Testamento mientras estaba encarcelado. David pecó con Betsabé y asesinó a su marido. Pedro negó al Señor. María Magdalena era una mujer llena de demonios personales. Aun así, la fuerza de Dios hizo que cada uno de estos individuos desafiara las probabilidades. ¿Alguna vez te has sentido destruido, desheredado o vendido? ¡La historia aún no ha terminado! Tienes una oportunidad de reconstruir tal como esos creyentes bíblicos lo hicieron, siguiendo estos tres principios fundacionales para reconstruir.

1. Haz las paces con Dios Antes de avanzar más, necesitamos tener algo perfectamente claro: La meta de reconstruir debe ser hacer las paces con Dios. No es primariamente para vengarse de cierta gente (por ejemplo, una

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esposa, o ex) y no es para reposeer pertenencias o recobrar nuestra reputación. Al contrario, nuestra primera meta al reconstruir es un asunto del corazón: Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él (Proverbios 16.7).

El clamor de tu corazón debe ser complacer sólo a Dios. Cuando hagas eso, entonces Él estará libre para restaurar tus relaciones, tu reputación y tu vida. La Biblia dice que cuando esto pasa, hasta tus enemigos estarán en paz contigo. Cualquier otra motivación se convierte en un lastimoso intento de ver a Dios como tu El carácter reconstruido banquero privado, tu genio de la lámpara. Si tu motivación es da lugar a la sabiduría reposeer una relación o restaurar renovada. tus propiedades, entonces tus oraciones probablemente parecerán un trato que intentas negociar con Dios: «Señor, por favor sálvame de este asunto de la bancarrota. Te lo juro, si me ayudas a salir de esta, nunca más desperdiciaré dinero. ¡Hasta comenzaré a diezmar!» Tú nunca querrás que tus tiempos con Dios se reduzcan a sesiones de hacer tratos. Jesús le dijo cierta vez a aquellos que estaban comprando y vendiendo en el templo: «No hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado» (Juan 2.16). Aunque no estés comprando y vendiendo animales sacrificiales, a veces puedes convertir tus tiempos con Dios en negociaciones para mayores tratos cuando buscas sólo lo que quieres. Por el contrario, busca reparar las relaciones. Que tu objetivo primario sea hacer las paces con Dios. Él comenzará por remediarte primero a ti, como persona, en vez de tu situación. Él comenzará por restaurar el carácter faltante que pudo haber causado el colapso en primer lugar. ¿Por qué? Porque el carácter ausente o fallido resultará en una colisión, y si no lo reconstruyes correctamente, serás victima de repetir los mismos errores vez tras vez.

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El carácter reconstruido da lugar a sabiduría renovada. Cuando Dios extiende perdón, también extiende sabiduría. El perdón y la sabiduría vienen de la mano. ¡Sólo tómalos! Luego de su quinto matrimonio, un hombre desesperanzado me preguntó: «¿Por qué nunca funcionan mis matrimonios? He tenido cinco mujeres ¡y ninguna de ellas parece haber tenido algo en claro!» Si tu corazón no cambia, tampoco lo hará el paisaje.

El punto de largada Un joven acólito cierta vez interrogó a un anciano predicador con algunas preguntas punzantes: «¿Por qué no hay avivamiento alguno en las iglesias de hoy? ¿Qué hay de malo con las iglesias? ¿Qué hay de malo con esta iglesia? ¡Quizás sea la testarudez de la gente! ¡Quizás son los líderes!» Mientras este crítico impetuoso siguió con su letanía de acusaciones, el sabio predicador anciano tomó un pedazo de tiza de una pizarra cercana y dibujó un círculo alrededor del joven. «¿Qué estás haciendo?», preguntó el joven. El viejo predicador lentamente respondió: «Cuando comience el avivamiento en este círculo, comenzará el avivamiento en esta iglesia». El primer paso comienza Tú debes ser el cambio contigo. ¡Haz las paces con Dios! Esto que quieres ver en el es fundacional. Detén el jueguito mundo. de la culpa. No justifiques. Sin —MAHATMA GHANDI importar cuán mal pienses que la otra persona esté, comienza con tu propio corazón. Salmo 139.23-24 nos da una vista reveladora del corazón de David y la razón por la que Dios lo usó tan grandemente: Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.

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2. Sé orientado por la obediencia, no te orientes por los resultados El segundo paso para salir de debajo de los escombros es asegurarnos que el dial de nuestros corazones esté fijo en la obediencia y no en los resultados. Cuando estamos enfocados en los resultados, comenzamos a buscar desenlaces inmediatos. Tendemos a tomar atajos y a justificar la transigencia. Empezamos a comparar lo que Dios hace con nuestras expectativas y vemos a Dios a través de los fallidos anteojos de nuestra impaciencia. La bendición de ser orientado por la obediencia es que verás cada evento como una oportunidad de crecer. Ya no esperar más que los otros cambien. Por el contrario, has trazado el La bendición de ser círculo alrededor de ti. La pregunta primaria de orientado por la alguien buscando ser orientado por la obediencia no es ¿por qué? obediencia es que verás La obediencia no insiste en cada evento respuestas. No requiere de explicomo una oportunidad caciones para satisfacer las demandas con las cuales todos para crecer. nosotros luchamos en tiempos de calamidad. En lugar de eso, la pregunta es: ¿Qué? ¿Qué quieres tú que yo haga? ¿Qué quieres que piense? ¿Qué quieres que diga? Las preguntas «¿Por qué?» desafían a las respuestas. Las preguntas «¿qué?» invitan a recibir dirección. Cuando haces las preguntas «¿qué?», comienzas a resolver la cuestión. Preguntar «qué» también refleja un corazón que busca el consejo de Dios y se somete en obediencia. ¡Qué corazón más precioso, de veras! Si quieres desafiar las probabilidades y vivir una vida por encima de los escombros, aduéñate de tu existencia, siendo orientado por la obediencia. Es un secreto infalible para el éxito, garantizado por Dios.

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3. Obtén una perspectiva clara de Dios ¿Alguna vez has notado que cuando la vida se derrumba, todos quieren darte su opinión? Como los consejeros de Job, todos tienen una perspectiva de lo que deberías hacer para poner tu vida en orden una vez más. De repente todos son expertos. Pero hay sólo una perspectiva que importa: la de Dios. Dios te conoce mejor de lo que tú te conoces a ti mismo. El libro de Jeremías nos recuerda que Él te conocía incluso desde antes que fueras diseñado en el vientre de tu madre (ver 1.5). Lo mejor que puedes hacer (más allá de escuchar a todos los bien intencionados consejos que recibes) es ir directo a la fuente. Regístrate con Dios y obtén una Cambiar y mejorar son perspectiva clara acerca de dónde estás en tu vida. Si buscas dos cosas diferentes. su dirección con un corazón —PROVERBIO ALEMÁN honesto, Dios te revelará su punto de vista. Como viendo una ciudad desde la cima de una montaña, Dios te dará la «evaluación topográfica» de tu circunstancia. De esa manera, podrás ver cómo encaja lo que tú estás experimentando con el resto de tu vida.

«Estás aquí» ¿Has estado alguna vez en un centro comercial con niveles múltiples y tiendas cavernosas que parecen extenderse por siempre? Tenemos uno de esos en Hawai. Si te llegaras a perder en uno de esos lugares, ¡un equipo de búsqueda y rescate necesitaría días enteros para encontrarte! Sin sospecharlo los clientes, que quieren hacer una simple compra, se quedan pasmados en el nivel de entrada al enfrentarse con trillones de opciones que sólo señalan hacia el desconcierto del consumidor. Atiborrado del miedo de llegar a perderte por días, te encuentras en el iluminado directorio, en medio de los muchos pasadizos.

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Desesperado por conseguir una simple dirección, escudriñas el mapa y una gran flecha roja atrapa tu atención. La flecha dice: «Estás aquí». ¡Aleluya! ¡Qué alivio! No estás perdido. ¡Estás hallado! Hallas la tienda donde quieres comprar, ves donde ella está con relación a donde tú te encuentras y el resto es seguir simples direcciones. Lo que aprendemos de esta lección de geografía (aunque sea en un centro comercial) es: Si no sabes dónde estás, ¿cómo llegarás a donde quieres ir? Cierta vez aconsejé a un esposo y una esposa. Le pedí al esposo que saliera por un minuto para hacerle una pregunta a su esposa. Le pregunté: «En una escala de dolor del 1 al 10 (siendo 1 sin dolor y 10 dolor severo), ¿Cómo clasificarías a tu matrimonio?» Encogida, ella dijo: «¡Veinticinco!» Luego la hice intercambiar lugares con su marido, que estaba afuera, y le hice exactamente la misma pregunta. Él contestó: «Oh, probablemente 2 o 3». El marido estaba viviendo en la tierra de «siempre feliz», mientras que su esposa estaba al borde de un colapso. Él no tenía idea que la flecha roja de su matrimonio estaba indicando «Estás aquí». Mantener una perspectiva clara de saber exactamente dónde estamos a los ojos de Dios es crucial para navegar el proceso de reconstrucción. De otra manera, nos perderemos en el revoltijo de opiniones baratas y consejeros bien intencionados.

El punto de vista de Dios desde la perspectiva del monte Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino (Salmo 119.105).

No hay mejor mirador desde el cual observar nuestra vida que la Biblia. La Palabra de Dios es tan importante, porque no sólo provee una perspectiva sana sino la perspectiva divina. Sin su punto de vista podemos estar peligrosamente cerca de la orilla y no darnos

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cuenta. Un leve codazo de una declaración insospechada o un comentario y nuestro mundo se estrella. La Palabra de Dios es la flecha roja diciéndote: «Estás aquí». Su consejo te instruye en el camino que debes ir. «Ahora que sabes que estás aquí, es allí donde quiero que estés», dice Él, mientras tu dedo apunta a otra área del mapa. Ahora estás listo para reconstruir. Sólo sigue los siguientes tres pasos.

Paso 1: Toma la decisión de reconstruir Una de mis historias favoritas es la de un héroe personal mío, Thomas Alva Edison. Él inventó la bombilla incandescente, la batería de automóvil y fue pionero en la industria del cine. No es tan sólo su inteligencia creativa lo que admiro sino su espíritu tenaz. Ya en el otoño de su vida, trabajaba en un edificio modesto que se asemejaba a un viejo granero. Allí, con su hijo, Edison trabajaba hasta tarde en la noche laborando diligentemente para perfeccionar sus invenciones. Una noche, en un intento por mejorar la retención de la carga de El optimista ve una oportunidad una batería, una combinación desafortunada de en cada calamidad; el pesimista químicos causó que su experimento explotara ve una calamidad en llamas. Centelleantes en cada oportunidad. lenguas de fuego se —WINSTON CHURCHHILL revolvían y lamían el costado del viejo seco granero. En pocos minutos, todo el granero estaba ardiendo en llamas. El hijo aprendiz de Edison corrió fuera del granero a tiempo para ver cómo las llamas de veinte metros se devoraban el edificio entero. Dándose cuenta rápidamente que su padre no estaba a la vista, empezó a llamarlo desesperado.

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«¡Papá! Papá, ¡sal de allí!» Él temía que su padre estuviese adentro, yéndose con el precioso trabajo de su vida. «¡Papá!», clamó mientras frenéticamente corría alrededor del granero buscando cualquier señal de su padre. Justo cuando daba la tercera vuelta, casi chocó de cabeza a su padre, que tenía las manos en los bolsillos. Tanto su guardapolvo como su pelo gris estaban ahora cubiertos por una gruesa capa de hollín negro. Él estaba de pie, indiferente a todo, contemplando El ingenio es uno por fijamente las llamas. —¡Papá! Tenía miedo de que te ciento inspiración y fueras con las llamas —clamó su hijo noventa y nueve por en cabal alivio. Sin quitar sus ojos de las llamas, ciento transpiración. Thomas Edison dijo: —THOMAS ALVA EDISON —Hijo, ¡ve a traer a tu madre! —Pero, ¿por qué papá? —preguntó el hijo sorprendido. El anciano Edison respondió: —Porque tu madre viene de un pueblo muy pequeño, ¡y nunca ha visto un incendio como este! Luego de unos minutos más, todo el granero era sólo un cúmulo humeante. Cuando finalmente había sido reducido a cenizas, el legendario Edison se volvió a su hijo y preguntó: —¿Conoces a alguien que tenga tractor? —Seguro, papá. Un tipo cerca de aquí tiene uno. Pero, ¿por qué lo quieres ahora? Edison dijo: —Porque es tiempo de reconstruir.

La bujía de la motivación Cuando ves a gente como Thomas Edison y a otros que se levantaron a sí mismos de la peor ruina, tienes que preguntarte: ¿Cuál es la fuente de sus fuerzas? Escudriña cuidadosamente los detalles de la historia de la vida de Edison y encontrarás la respuesta: Él hizo una decisión de

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reconstruir. Al mirar tu propia vida, debes hacer la misma decisión. Todo comienza con un compromiso de reconstruir. «Pero no tengo la valentía», protestas. Dios dice que no tienes que buscar valentía: Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas (Josué 1.9).

La valentía no es un sentimiento que debes avivar. No es una emoción que debes esperar. ¡La valentía es un mandato! Es una acción que tomas porque se te ha ordenado hacerlo, sin importar si tus rodillas Las cosas más importantes en el mundo tiritan. Es una que han sido logradas por gente que ha elección haces, no un seguido intentando, cuando parecía no s e n t i m i e n t o que esperas. haber esperanza alguna. Un buen —DALE CARNEGIE s o l d a d o entiende las órdenes. Si le ordenan que se «ponga en pie» entonces, sin importar como se siente, se pone en pie. Él no dice: «Bueno, realmente no siento ponerme en pie ahora, señor». Dios dice: «Te mando que te esfuerces y seas valiente». Tu respuesta debería ser: «Sí, señor, ¡soy valiente!» Puede que tus rodillas tiriten y que sientas mariposas en tu estómago pero no importa cómo te sientas, ¡elige ser valiente!

Vueltas y vueltas Cuando empecé en el ministerio hace muchos años, era líder de Juventud para Cristo (Youth for Christ). Este ministerio nos llevaba a los comedores de secundaria, donde hacíamos contacto con los estudiantes. Recuerdo una de las primeras veces que fui allí a visitar. Yo tenía tanto miedo de entrar al recinto que por una hora di vueltas

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alrededor del estacionamiento y luego me volví a casa. Estaba esperando que me azotara una centella de valentía, pero creo que no era la época. No fue sino hasta que me dije a mí mismo: ¡Olvídate de los sentimientos! Debo empezar con la acción, que mi ministerio comenzó a edificarse. Valentía no es la ausencia de temor. Por el contrario, la valentía es moverse hacia delante a pesar del temor. Tú debes tomar la decisión de ir hacia delante y caminar tan valientemente como puedas. ¿Por qué? Porque Dios dice: «Te mando». Si das vueltas esperando que el sentimiento de valentía venga, nunca lo hará. Algunos dicen: «Canto porque estoy contento». Yo elijo cantar sin importar la situación. En medio de las luchas, canto: «Cuán grande es Él». ¿Por qué? Porque Él me manda a ser fuerte y valiente sin importar la circunstancia. Necesitas tomar tu fe por los hombros y sacudirla, diciendo: «Voy a reconstruir». Aunque tus emociones digan: «No quiero», debes recordar las palabras de Dios: «¿No te he mandado? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni desmayes, porque el SEÑOR tu Dios está contigo». Toma la decisión de reconstruir. Nada sucede hasta que lo haces. De otro modo, tomarás la senda de menor resistencia. Buscarás justificaciones, atajos y puertas laterales. En vez de eso, ¡Sé fuerte y valiente!

La fuerza sigue al compromiso Recuerdo un letárgico día cuando estaba en casa. Tieso del aburrimiento, no tenía nada que hacer. Decidí acostarme en mi sofá y permanecer en esa posición reclinada hasta que Jesús volviera. Justo entonces repiqueteó el teléfono. Era un amigo mío. «Hey, ¡Wayne!» Sonaba bastante entusiasta. «Adivina ¿qué? Me dieron una ronda de golf para dos en este hermoso campo. Sólo una cosa, necesitamos un jugador más. El juego arranca en una hora. ¿Puedes ir?»

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De pronto, la fuerza y la energía surgió en mi alma. Me incorporé con atención. «Más vale, ¡estaré allí!», casi grite. «¿Una hora? No hay problema, nos vemos pronto!» Sólo un minuto antes de la llamada yo había estado tieso de aburrimiento, sin nada que esperar. Sin embargo, cuando tomé la decisión de hacer algo, la energía estuvo allí en un instante. Es que así es la vida, ¿verdad? A veces pensamos que no tenemos fuerza disponible en nosotros. No nos queda nada. Estamos acabados, cansados y El entusiasmo encuentra las rendidos a la derrota. Sin embargo, ¡eso es generaloportunidades y la energía mente el resultado de la indecisión! Una vez que hace lo mejor de ellas. tomamos la decisión de —HENRY HOSKINS reconstruir, de pronto tenemos una fuerza extraordinaria. Si no tomamos la decisión, permanecemos agotados y lánguidos. El primer paso para reconstruir es absolutamente crítico. Te hace comenzar. Toma la siempre importante decisión de reconstruir y luego haz algo al respecto.

Paso 2: Elige ir primero Muchas veces nuestras vidas colapsan porque las relaciones han sido quebrantadas. Ya sea nuestra culpa o de ellos, nos encontramos viviendo debajo de los escombros. La segunda llave para reconstruir es hacer la decisión de ir primero. Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, antes de que sea demasiado tarde (Mateo 5.25, Biblia Viviente).

Una de las cosas que mi familia hace es mirar el canal de la naturaleza o la Red Discovery. No soy un fan de la televisión, pero sí amamos a los animales. Si entras a casa y la televisión está prendida, probablemente nos encontrarás mirando los últimos descubrimientos sobre el jabalí africano, la higiene canina o la

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cirugía equina. Somos así de divertidos, pero es televisión sana y saludable. Además, es como que los animales me hacen recordar a mis hijos. Uno de los programas más memorables que he El ojo por ojo termina dejando visto fue sobre los a todo el mundo ciego. carneros montañeses. El —MAHATMA GHANDI narrador, con su profunda voz (usualmente con un leve acento) estaba enumerando los detalles biográficos del animal con su celo habitual. Allí, para nuestro placer visual, estaban esos fornidos carneros presumiendo sus inmensos cuernos enrulados que parecían coronas reales. Mientras el narrador calmadamente continuaba, los carneros de repente se embistieron el uno al otro. Era un combate cabeza a cabeza; ellos estaban literalmente aporreándose las cabezas y trabando sus cuernos. Nuestra familia quedó con los ojos abiertos, pegados al violento desarrollo de esta historia. Los poderosos carneros continuaron combatiendo con determinación mortal. Luego de unos minutos, sin embargo, nos dimos cuenta que ya no trababan los cuernos. Ellos, de hecho, estaban trabados uno con el otro por los cuernos; estaban pegados. Cualquier acción siguiente por parte de cualquiera de los carneros era un intento desesperado de ser liberado de esa posición de traba. El narrador nos informó que estos carneros pueden quedarse trabados en este dilema fútil por horas, aun días. A veces, incluso, pueden morir de esa manera. Lo que comenzó como un concurso de voluntades escaló hacia una prolongada trampa que sólo traería más dolor y posiblemente la muerte. Lo no tan gracioso es que nosotros, los humanos, hacemos lo mismo. Trabamos cuernos con otros y luego nuestros cuernos nos traban a nosotros. Nos aprisionamos a nosotros mismos por nuestras travesuras furiosas y nos hallamos trabados en la misma fútil posición por meses. Ya casi ni podemos recordar de qué se trataba el altercado. Lentamente, la relación muere.

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Sabiduría simple del pasado ¿Cómo podemos evitar este enfrentamiento de voluntades? Los proverbios dicen algo que podría sonar arcaico en su método pero que todavía mantiene maravillosa sabiduría para hoy: La suerte pone fin a los pleitos, y decide entre los poderosos (18.18).

En el Antiguo Testamento, cuando dos personas trababan cuernos sobre algo y llegaban a un punto Usualmente hay dos lados en cada muerto, arreglaban las cuentas de una discusión, pero no hay fin. manera simple. Ellos —ANÓNIMO decían: —¡Detente! ¡Espera un minuto! Nuestra relación se está muriendo porque hemos trabado los cuernos en este concurso de voluntades. No sabemos quién tiene o no la razón, así que ¿sabes lo que vamos a hacer? Vamos a subsanar esta relación de una vez por todas. Luego de eso tiraban un sólo dado. Decían: —Bien, ya que no podemos descifrar quién tiene la razón, el que saque el número más alto la tiene y el que saque el más bajo no la tiene. ¿De acuerdo? —De acuerdo. ¡Luego podremos continuar con la vida! Digamos que uno sacó un cinco y el otro sacó un dos. —¡Bien! Parece que tú tenías razón y yo no. Permíteme disculparme. Lo siento —decía el individuo que sacó dos. —Estás perdonado. —Ahora, ¡reconstruyamos nuestra amistad! ¿Suena anticuado? Con la civilización avanzada y la tecnología de hoy, diríamos que esto es obsoleto. ¿Tirar los dados? Sólo la gente de culturas primitivas haría algo tan ridículo. Sin embargo, ¿sabes quién es realmente ridículo? ¡Nosotros! Nosotros somos los que trabamos cuernos y batallamos por años hasta que finalmente terminamos muriendo, sin que la relación sea reconstruida.

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Déjame terminar ese programa de naturaleza para ti. Cuando uno de los carneros finalmente murió, los cuernos del carnero vivo todavía estaban trabados al del cuerpo muerto. El carnero vivo tenía que arrastrar al cadáver hasta que se destrabara. Me pregunto: ¿Cuántos cadáveres tenemos trabados en nuestros cuernos? ¿Cuántas relaciones muertas estamos arrastrando, esperando que se caigan? ¿Alguna vez has trabado cuernos con alguien, resultando en la muerte de esa relación? Dios nos dice que echemos suertes y volvamos a reconstruir las relaciones antes que mueran.

Primero y principal Humíllate y ve primero. Eso es lo que hizo Jesús. Él estaba colgando en la cruz por los pecados de la gente. Jesús tomó las consecuencias de esos pecados sobre sí mismo para que tú pudieras ser libre y así reconstruir tu relación con Dios. Esa fue su misión. Jesús tomó la iniciativa y fue primero. Como cristianos podemos protestar: «¡Espera un minuto! No fue tu culpa, Jesús. Ellos te debieron haber dicho: "Por favor, perdóname. Lo siento". Tú deberías haberlos esperado a ellos, y luego podrías haber dicho: "Te perdono"». Sí, esto tiene completo sentido, pero si Jesús hubiera esperado nosotros podríamos estar muertos todavía en nuestro pecado. Puede que El perdón es el aceite Él nunca hubiera podido restaurar de las relaciones. nuestra relación con Dios. En lugar de eso, Jesús dijo: «¿Por qué esperar? Yo —JOSH MCDOWELL iré primero y traeré redención. ¿Por qué no ir primero cuando se trata de sanidad?»

La historia de Arlene Arlene y yo fuimos al colegio bíblico juntos. Ella tenía unos veintisiete años de edad y era soltera. Yo noté algunas diminutas líneas microscópicas de cirugía plástica en su cara. Un día, la curiosidad me venció. Le pregunté: «Arlene, ¿por qué tienes esas pequeñas marcas en tu cara y tu cuerpo?»

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Ella dijo: «¿De verdad quieres saber?» Comenzó a contarme su historia: «Me casé joven. Yo era cristiana pero me casé con alguien que no lo era. Además, él tenía un problema con las bebidas que yo decidí pasar por alto. Pronto me di cuenta que cuando se emborrachaba, una furia salía de él como nunca la había visto. Empezaba por altercar conmigo y luego golpeaba las paredes al lado de mi cabeza para asustarme. »Unos dos años después que nos casamos, se emborrachó una noche y vino a casa mientras yo estaba durmiendo. Comenzó a destrozar la casa en su estupor de borracho. Rompió espejos, lámparas, mesas y sillas; cualquier cosa que pudiera encontrar. Estaba terriblemente furibundo. »Cuando corrí hacia abajo para tratar de detenerlo, sacó un cuchillo de la gaveta de la cocina y me apuñaló veintiocho veces. Me dejó por muerta en un charco de sangre, se metió al auto y se fue. »Antes de que yo estuviera inconsciente, los vecinos habían escuchado mis gritos y llamaron a la sala de emergencia. Los paramédicos vinieron pronto y pudieron salvar mi vida. Me pasé el siguiente año y medio en el hospital en múltiples cirugías reconstructivas y horas de terapia». Cuando ella terminó de contarme su historia se detuvo y me miró con ojos claros y brillantes. Atónito, yo dije: —¿No te enojaste? Quiero decir, ¿qué le pasó a él? ¿No quieres venganza? —No —dijo ella. Me dijo que lo habían atrapado y que estaba cumpliendo una pena en prisión, pero ella había continuado con su vida. Él todavía sostiene que fue culpa del alcohol y no suya. Yo no lo podía creer. —¿Alguna vez te ha pedido perdón? —No —me dijo. Todavía sin convencerme, continué: —Y aun así, ¿lo perdonaste? —Sí. —Pero —dije—, ¿cómo pudiste hacer eso?

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Ella me dijo: —Alguien tenía que ir primero. Mejor que fuese yo. ¿Por qué esperarlo a él? Él tomó una noche de mi vida y no puedo darme el lujo de perder un segundo más. Dios tiene una comisión que yo debo cumplir y sólo tengo una vida para dar a mi Maestro. No tengo ni un minuto que perder por las calamidades de ayer. Ella estaba estudiando para ser misionera, a fin de llevar las buenas Los débiles nunca nuevas a personas que no conocía. Yo aprendí una lección valiosa de pueden perdonar. El esta querida dama, una que me ha perdón es el atributo durado toda una vida. Aprendí que la llave para reconstruir tu vida por de los fuertes. encima de los escombros es tomar la —MAHATMA GHANDI decisión de ir primero. No arrastres relaciones muertas o heridas del pasado. Toma la iniciativa de reparar. Ve primero. Te liberará de la frustración y podrás vivir tu propia vida al máximo.

Paso 3: Reconstruye de acuerdo a la Palabra y a la manera de Dios Si quieres bendiciones de la Biblia, ¡necesitas proceder a la manera de ella! Cuando sales de una relación destruida, asegúrate de tener esto en claro y de reconstruir de acuerdo a la Palabra y a la manera de Dios. De otro modo, como dice la vieja lírica, encontrarás el «segundo verso, igual que el primero». Yo arruiné varias relaciones antes de conocer a Jesús. Estuve viviendo con una muchacha antes de cumplir veinte. Cinco días antes de casarnos entablamos una pelea y cancelamos la boda. Poco después de eso, rendí mi vida a Cristo y me convertí en cristiano. Luego conocí a mi futura esposa, Anna, en el colegio bíblico, y empezamos a salir. Pero, ¿has notado que tus hormonas nunca se convierten? Desearía que lo hicieran, pero no lo hacen.

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Yo tenía las mismas hormonas que antes de conocer al Señor y estaban enloquecidas en mi cuerpo de «nueva criatura». Podía estar sentado junto a Anna en el parque y mis hormonas comenzaban a hervir. Lo podía sentir. Mis ojos comenzaban a pestañar rápidamente, ¡boink, boink, boink! Sentía como si me pudiera desmayar allí mismo. (Hubiera sido lo mejor.) Comenzaba a sudar y moverme nerviosamente y mis hormonas empezaban a transformarme en una criatura pavorosa. Yo sabía que si no construía correctamente desde el mismo principio echaría todo a perder de nuevo con esta preciosa muchacha. Sabía bien Debemos aceptar las desilusiones que mi récord pasado no era muy promefinitas pero nunca perder la tedor, expulsado de dos escuelas, había tenido esperanza infinita. que terminar la secun—MARTIN LUTHER KING, JR. daria a través de un curso por correspondencia. Incluso me había ido de casa para unirme a un grupo de Rock and Roll. Le dije a Anna: «Tú sabes que vengo de un pasado malo y que he tenido algunas relaciones desastrosas en el camino. Los dos sabemos que la Escritura dice: "Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican" [Salmo 127.1]. Así que permitamos al Señor que edifique nuestra relación. Rindamos cuentas el uno al otro para construir nuestra relación a la manera de Dios y no permitamos que nada nos distraiga de ello». Ella estuvo de acuerdo. Anna y yo, de hecho, hicimos un pacto. Nos prometimos uno a otro que si habíamos de edificar, lo teníamos que hacer bien. Nuestro pacto nos obligaba a edificar nuestra relación de acuerdo a la Palabra de Dios y sus caminos justos. Una de las estipulaciones de nuestro pacto era que nos refrenaríamos del contacto físico. En efecto, decidimos que si íbamos a «estacionar», sería a la entrada de la casa de sus padres para que ellos pudieran vigilarnos. De vez en cuando, veíamos que las cortinas se abrían un poco y un curioso ojo paternal aparecía. Hablábamos por horas, sentados a la entrada de la casa de sus padres.

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Ahora recordamos eso y nos reímos. Aun así, después de treinta años de matrimonio, si tuviera que hacerlo todo de nuevo, lo haría exactamente igual. ¿Por qué? Porque nos permitió construir nuestra relación ¡a la manera de Dios! Es una estructura que ha soportado la prueba del tiempo.

Una palabra diaria con Dios Reconstruir a la manera de Dios es imposible sin un manual del usuario. Por eso Dios nos dio la Biblia. Alguien, cierta vez, describió a la Biblia como las instrucciones básicas antes de dejar esta tierra. Cuando Anna y yo estábamos de novios yo estaba recién aprendiendo acerca de Dios, por lo que me tenía que aferrar a su Palabra y su justicia para permanecer puro y verdadero. Era mi única esperanza. Estoy completamente desanimado, yaciendo en el polvo. Reavívame por tu palabra. Me sujeto a tus mandamientos y los sigo tan de cerca como puedo. Señor, no me dejes echar a perder todo. Si tan sólo me ayudas a querer tu voluntad, entonces yo seguiré tus leyes aun más de cerca (Salmo 119.25, 30-32, Biblia al Día).

Cuando estés echado en el polvo, con tu vida diezmada por lo que tú u otra persona hicieron, hay sólo una esperanza: la Palabra de Dios. Las Escrituras nos recuerdan que si nos aferramos fuerte a los mandamientos de Dios, Él nos puede ayudar a cumplir su voluntad.

El éxito significa constantemente reconstruir La mejor manera de reconstruir es hacerlo de acuerdo al diseño de Dios. Nunca lo lamentarás. Cuando salgas de un mal pasado o de una mala situación, el Señor te tomará justo donde estás y comenzará su

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proceso de reconstrucción. Recuerda los tres pasos no negociables para la reconstrucción:

1. Toma la decisión de reconstruir. 2. Escoge ir primero. 3. Reconstruye de acuerdo a la Palabra y a la manera de Dios. No hay otra manera. Entonces ¿por qué no hacerlo? Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. 1 CORINTIOS 2.9

Capítulo 6

D ESARROLLA

UNA VIDA

DE EXCELENCIA

ucha gente viene a la iglesia sintiéndose como el periódico de ayer: dejados de lado e inútiles. Ya no son una copia fresca, bonita, con fotos atractivas y titulares que llaman la atención. Como las publicaciones en el fondo de la pila, tienen luchas y heridas que los han dejado sintiéndose un poco arrugados y anticuados.

Vida en la morsa Algunos años atrás, uno de los primeros submarinos nucleares de Estados Unidos estaba siendo probado para determinar su capacidad de soportar las presiones de la profundidad del océano. Los científicos, los especialistas y las estrellas militares estaban emocionados por probar el mérito oceánico del más nuevo, mejor y más caro submarino de la historia. Era el último paso, y el más

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crítico, en lo que se convertiría en un poderoso aditamento a la defensa militar del país. El submarino de prueba era el USS Thresher. El día del lanzamiento fue un evento lleno de estrellas. Mientras muchos miraban desde arriba, el submarino lentamente descendió y se sumergió suavemente en las profundidades del cobalto. La expectativa era alta. Se había tomado toda precaución, cada prueba posible había sido completada con precisión y contaba con toda la confianza. El submarino estaba conectado por radar sonar y radio para poder mantenerlo en constante comunicación con la nave madre. El submarino comenzó a sumergirse, alcanzando profundidades nunca antes alcanzadas por un submarino en la historia. Los cabecillas militares vitoreaban mientras se registraba cada nuevo récord de profundidad. Pero de repente el barco en la superficie perdió contacto con el Thresher. Los desesperados intentos de reestablecer comunicación resultaron inútiles. Al principio apenas se entendieron algunas transmisiones incoherentes. Luego los oyentes reportaron un sonido «como de aire comprimiéndose en un tanque». Finalmente hubo silencio. Esta misteriosa falta de comunicación comenzó a sentirse como un acto de desaparición de Houdini, dejando a su cautiva audiencia perpleja y temiendo lo peor. Una nave de mar profundo fue rápidamente despachada al lugar donde había sido perdido el contacto con el Thresher. Llegando a la escena, la nave comunicó un descubrimiento fantasmal. Desgraciadamente sólo había pedazos retorcidos de deshechos de lo que había sido un submarino de alto poder, esparcidos sobre el suelo oceánico. Parecía como que unas manos gigantescas lo habían arrugado, en un ataque de ira, como a un periódico viejo. Luego de meses de descubrir los hechos y recoger información, los militares arribaron a esta conclusión: La soldadura de uno de los mamparos había fallado, debido a la intensa presión de las profundidades. El daño debilitó al submarino, causando que implosionara instantáneamente como una luz de neón, haciéndose añicos. Su mamparo y una tripulación de 129 hombres yacen sobre unos 400 metros cuadrados del fondo del océano.

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Presión de aire negativa Cuando la presión exterior es mayor que la interior, se le llama presión de aire negativa. Lo opuesto se llama presión de aire positiva. La presión de aire negativa conduce a tragedias como la del USS Thresher, un evento todavía conmemorado como una terrible pérdida. Una obra maestra de alto poder, lo mejor de lo mejor, de moderna tecnología, había sido subestimada por una rajadura. Esa pequeña grieta había causado que la nave implosionara, permitiendo que todo el mar le entrara. La misma tragedia también puede golpear nuestras vidas. Sucede cuando Apunta al cielo e permitimos que la presión negativa incluirás a la tierra. raje nuestra armadura y destroce nuestros corazones. Antes de que nos Apunta a la tierra y demos cuenta, una pequeña rajadura no tendrás ninguno. hace que nuestras vidas implosionen —C.S. LEWIS desde afuera hacia adentro. Luego los comentarios involuntarios y las preguntas erradas inundan a través de los escombros de nuestra vida, recordándonos lo que tanto hemos intentado olvidar. Los destrozados restos de nuestros corazones quebrantados tienen bordes filosos que siguen hincando con aguda precisión. No pasa mucho tiempo hasta que colapsamos bajo la presión de lo que no hemos llegado a ser o lo que no hemos logrado. Aunque nos odiamos a nosotros mismos por hacerlo, nos permitimos ser prensados dentro de las percepciones de otras personas acerca de nosotros. Aunque las expectativas rotas son mentiras, comenzamos a creerlas y a pensar: Bueno, creo que esta debe ser la forma como se supone que yo viva. Nos encogemos de hombros, suspiramos y nos conformamos con vivir una vida debajo de nuestro potencial. No permitan que el mundo alrededor los apriete en su propio molde, sino dejen que Dios los rehaga, de modo que toda su actitud mental sea cambiada. Así probarán en la práctica que la voluntad de Dios es buena (Romanos 12.2, versión Phillips).

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Presión de aire positiva Tener a Cristo en tu corazón no es simplemente un distintivo que indica que eres un cristiano. ¡Es mucho más que eso! Cristo te llena con su presencia para que no tengas que ser apretado dentro del molde del mundo; sucumbiendo a lo que otros piensan o cayendo víctima de tus propias conclusiones fallidas. Primera Juan 4.4 nos asegura que «mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo». Si estás en las profundidades, no te rindas. Jesús no lo haría. Su presencia te dará la confianza y la fuerza para abrirte paso: …No te desampararé, ni te dejare (Hebreos 13.5).

Largada y a correr Ser consciente de la presencia de Dios en tu vida y obtener la confianza para reconstruir es sólo el principio. Ahora viene la parte más importante: aplicarlo. Sólo porque tú y yo hemos salido bien de la largada no nos exime de correr la carrera. Ahora debes embarcarte en el viaje para recobrar lo que Dios planificó para ti en primer lugar. La salvación no es la llegada. Es el ingreso. No significa que una vez que le dices sí a Jesús puedes fijar el control de crucero, relajarte y volver a caer en tu viejo estilo de vida. Al La esperanza es contrario, estás ganando el un sueño que despierta. ingreso al programa de perfeccionamiento de Dios —ARISTÓTELES para niños rebeldes. No te pierdas esto: Dios te embarca amablemente a una vida de restauración. Él comienza a restaurarte, a ti y a tu vida, a la obra maestra original que diseñó, y esto lleva tiempo. Es como restaurar un auto viejo, retornándolo a su diseño original. Requiere el tiempo de un coleccionista cuidadoso, esfuerzo y mucho amor, restaurar esmeradamente cada parte. Eso es exacta-

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mente lo que Dios hace cuando te restaura a ti, a tu matrimonio, a tu fe, a tu esperanza y a tus sueños. Poco a poco, capa por capa, restaura cada parte de tu vida. Él remueve las partes dañadas y gastadas y lija los lugares oxidados para poder aplicar una nueva capa de pintura. Es precisamente en este punto donde necesitamos tener la buena disposición de cooperar con lo que Dios está haciendo, paso a paso, escrupulosamente. A veces el lijado y el raspado no son cosas que anhelo, pero el proceso de restauración requiere este tipo de refinamiento. Los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios (Zacarías 13.9, énfasis agregado).

Piezas maestras en preparación Uno de los grandes artistas que residen en Hawai es un talentoso conservacionista llamado John Wyland. Es reconocido por sus murales de ballenas que cubren los costados de grandes muros e incluso rascacielos. Yo visité una de sus galerías y quedé fascinado con sus esculturas, pinturas y creaciones de arte. No había ninguna pieza que no excitara mi corazón. Me encantaban todas. Su atención al detalle y al color hacía que todo fuese absolutamente sobresaliente en calidad y creatividad. Si fueras a multiplicar infinitamente mi fascinación por el trabajo de Wyland, podrías comenzar a acercarte al nivel de entrada de la magnificencia y el esplendor de nuestro Creador. Dios no hace basura. Y el hecho de que eligió crearte te cuenta un pequeño secreto: Tú eres infinitamente valioso, porque dentro de ti yace potencial divino.

Los nombres de Dios ¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! (Salmo 8.1)

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Los nombres de Dios siempre describen su carácter. Ellos definen quién es Él. Cuando la Biblia describe a Dios como Jehová Rafa (el Dios que sana), nos dice que la naturaleza de Dios misma es sanar. Lo que sea que toque es restaurado y hecho nuevo. Por lo tanto, cuando las Escrituras nos instruyen que el nombre de Dios es excelente, significa que Dios es un Dios excelente. Su misma naturaleza es la esencia de la Dios nos creó a su imagen, excelencia y lo que sea que cree es creado para la excelencia. ¡y Él es un gran Dios! Ahora, si Dios nos creó a su En tal caso, ¡la intención imagen, entonces debe ser su deseo que seamos un pueblo de Dios es que excelente. Es también su continuo deseo que cada uno seamos grandes! de nosotros tenga una vida de excelencia. Él no quiere que nos conformemos con la mediocridad. Su plan maestro para nuestras vidas es la excelencia. Algunos me dicen: «Wayne, eso es difícil. Todavía no he llegado a ese punto, ¿sabes? Creo que nunca seré excelente en mi matrimonio, en mis pensamientos o en mi vida. ¿Me hace eso una causa perdida? ¿Estoy descalificado para correr esta carrera?»

El proceso de la excelencia La excelencia no se define necesariamente como un estado de ser o una posición a la que se llega. Veamos el legado de Salomón para descubrir algo sobre el proceso de Dios: Oirá el sabio y aumentará el saber… (Proverbios 1.5, énfasis agregado)

Dios dice que una persona sabia se define como alguien que se acrecienta. La sabiduría es un proceso, un estilo de vida, una continua manera de vivir. Él no dice que la sabiduría (o la excelencia) ocurre cuando llegas a un nivel predeterminado. Al contrario, una persona sabia siempre oirá y aumentará en saber.

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Dios nos dice que podemos ser sabios, ¡incluso si estamos en la escuela primaria! Encontramos en Lucas 2.46-47 que Jesús mismo fue encontrado, a la edad de doce años, en el templo «sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas». Él era sólo un preadolescente, pero aun así El futuro les pertenece a los asombraba a los mejores que creen en sus sueños. teólogos en la tierra. —ELEANOR ROOSEVELT Un corazón de sabiduría se encuentra, no en alguien que «ha llegado», tanto como en alguien que está aprendiendo en el camino. De eso se trata la integridad. No somos un pueblo perfecto, pero somos uno que ha elegido entrar en su proceso de perfeccionamiento. La gente que elige este proceso tendrá sus vidas marcadas por un consistente aumento en el entendimiento, el saber y la profundidad. Es un proceso. …Nosotros todos… somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor (2 Corintios 3.18).

Crecemos de «gloria en gloria» a través de un proceso de «ser transformados». Si el proceso está en marcha, entonces la sabiduría está fluyendo y la semejanza al Señor aumenta. Esa es la meta. Así funciona mejor el proceso de restauración. Por lo tanto, en las palabras de uno de los héroes de la nación, «¡Andando!» Hay tres simples pasos que nos desafiarán a ser todo lo que Dios quiso cuando nos creó. Veamos un plano para desarrollar una vida de excelencia.

Paso 1: No temas soñar Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones (Joel 2.28).

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En este día y era, muchos han dejado de soñar. Hemos perdido la visión de lo que nuestros futuros pueden encerrar. Los sueños para nuestros matrimonios, para nuestros trabajos y para nuestras vidas se han vuelto difusos. Estropeados por los errores pasados y por expectativas quebradas, el «soñador» dentro de nosotros ya no cree. Nos conformamos con un matrimonio rebajado, con una familia a mitad de precio y con un futuro de segunda mano. Hemos sucumbido a los dictados de nuestro mundo y nos hemos resignado a vivir vidas de quieta insatisfacción. Aun así, nuestros sueños son vitalmente importantes para poder darnos cuenta de la visión de en cuanto al potencial de ¿Que no puedes volar? Dios nuestras vidas. Cuando Dios nos dice: «Los Aférrate a tus sueños ancianos soñarán sueños», no Porque cuando se van nos está dando un prerrequisito La vida es un campo estéril cronológico o una promesa a la edad. No Congelado con nieve. condicionada tienes que esperar hasta que tu —LANGSTON HUGHES pelo y tus dientes se caigan antes de que puedas soñar. El Señor simplemente está diciendo: ¡Nunca es demasiado tarde para comenzar a soñar de nuevo! Dios sabía que íbamos a dejar de soñar en estos postreros días, así que está derramando su Espíritu de una nueva manera para ayudarnos a soñar otra vez. No debemos tener miedo de soñar. Él nos ayudará a hacerlo. ¡Nunca subestimes el poder de un sueño para transformar una vida!

«¡Tengo un sueño!» Nadie puede negar cómo un sueño alteró para siempre el panorama de los Estados Unidos. Su realización no fue vista en ningún otro lugar más conmovedor que en los peldaños del Lincoln Memorial el 28 de agosto de 1963.

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Bajo el caluroso sol de mediodía, el destinatario del Premio Nóbel de la Paz, Martin Luther King Jr., apasionadamente les habló a las masas hambrientas de sueños: Yo les digo hoy mis amigos, aunque enfrentemos las dificultades de hoy y de mañana, que todavía tengo un sueño... Tengo un sueño que algún día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: «Sostenemos que estas verdades son autoevidentes, que todos los hombres son creados iguales». ...Yo tengo un sueño que mis cuatros pequeños hijos algún día vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter. Tengo un sueño hoy.1

Ese sueño sonó por todo los Estados Unidos, inspirando a las más de 250.000 personas que se reunieron cerca del Lincoln Memorial, conduciendo a eventos como la marcha de Selma. Ese sueño solitario también encendió a los piqueteros de Birmingham. Sus casas les fueron quemadas, sus autos destruidos y sus hijos escarnecidos, pero sus tercos sueños se rehusaron a la derrota. Mira lo que hizo Dios mediante doce rufianes harapientos de Galilea. Ellos comenzaron como pescadores corrientes, labradores y hermanos pendencieros. Aun así en tres años y medio cambiaron el mundo, la historia, ¡y la eternidad! Nunca subestimes el forzoso poder de un sueño. Así como Dios puso un sueño en el corazón de Martin Luther King, Jr., también lo puso en tu corazón. Sólo imagina si todos nuestros sueños comenzaran a volar. ¿Entiendes cómo podríamos cambiar nuestras familias, nuestras iglesias y nuestro mundo?

Sueños que hacen que la vida valga la pena Era la gran inauguración del magnificente Walt Disney World en Orlando, Florida. La viuda de Walt Disney, Lillian Disney, concurrió a la dedicación y el arquitecto del megacomplejo de entretenimiento se paró a su lado.

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Al contemplar el vasto proyecto dijo: «¡Uao! Señora Disney, ojalá Walt hubiera visto esto». Ella se volteó y dijo: «¡Él lo hizo! Por eso está aquí hoy». Nada sucede hasta que alguien comienza a soñar, así que no dejes de soñar. Puede que te lleve toda una vida lograr tu sueño pero te dará dirección, esperanza y resistencia para elevarte sobre los obstáculos. Será usado por Dios para refinar tu carácter, para aumentar tus habilidades en las relaPrimero, piensa. ciones y para desarrollar aquello que pensaste que no podías. Segundo, cree. Dios conoce el poder de la visión. Tercero, sueña. Él sabe que la visión impulsa a la gente Finalmente, atrévete. al máximo y los eleva a vivir la vida por encima de los escombros. Dios —WALT DISNEY sabe que sin visión y sin sueños, la gente se muere: «Sin visión, el pueblo perece» (Proverbios 29.18). ¿Cómo estás administrando el sueño que Dios ha puesto en tu corazón? ¿Lo estás ignorando? ¿Lo has abandonado? Tómate algún tiempo, en cambio, para avivar las llamas. Es por esta precisa razón que el Espíritu Santo se está derramando sobre el pueblo de Dios en estos postreros días. ¡Es tiempo de soñar de nuevo! Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán visiones (Joel 2.28).

Es tiempo de soñar sueños a la medida de Dios «No sueñes sueños pequeños, porque no tienen poder

para mover los corazones de los hombres».2 No tengas miedo de soñar, aunque tu sueño esté fuera de tu alcance. Si es más un deseo personal que un encargo del que Dios es autor, Él te lo dejará saber. Un sueño no es un abstracto, como una fantasía que deseas con una estrella fugaz, que sólo sirve para inflar tu ego. Al contrario, Dios alienta los sueños que lo honran y que ayudan a la gente que Él ama.

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Debes estar listo para hacer arreglos y ajustar para que tu vista se alinee con la suya, pero tienes que empezar en alguna parte. En otras palabras, es difícil maniobrar un auto estacionado. Pero si lo haces marchar en la dirección correcta, puedes hacer ajustes en el camino. Aquí hay algunas guías básicas para los sueños:

Los sueños glorifican a Dios y ayudan a la gente.

Los sueños a la medida de Dios siempre representan el corazón de Dios. No se tratan de mí. Recuerda que Dios no existe para mis propósitos. ¡Yo existo para los de Él!

Los sueños no demandan créditos o que mi nombre esté en las luces. Estoy contento de permitir que sólo Dios reciba el crédito. Los sueños pueden o crear galanes o siervos probados. Estoy contento de que se me haya concedido el privilegio de servir, no de ser reconocido.

Juzgamos la sabiduría de un hombre por su esperanza. —RALPH WALDO EMERSON

Los sueños requieren que desarrolle mi carácter y competencia para que se puedan cumplir.

Simplemente porque yo tenga sueños no significa que soy lo suficientemente maduro para recibirlos. David fue ungido como rey de Israel en 1 Samuel 16, pero no fue sino hasta 17 capítulos después que en efecto tomó el trono. Había lecciones que aprender, carácter que construir, lágrimas que derramar y resistencia que desarrollar. Los sueños a la medida de Dios requieren desarrollo a la medida de Dios.

Los sueños necesitan consejo, evaluación y ajustes en el camino.

Nunca dejes que los sueños se conviertan en «Dios me dijo» o justificaciones para no rendir cuentas. Incluso el apóstol Pablo

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sometía sus puntos de vista a aquellos que Dios ponía en autoridad sobre él. Era la única manera de asegurarse que no había «corrido en vano» (Gálatas 2.2).

Los sueños, como resultado final, acercan a otros a Dios.

Los sueños a la medida de Dios tienen una meta final: no promover mis propias causas sino introducir a otros al Padre. Juan el Bautista dijo: «Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe» (Juan 3.30).

Los sueños requieren que comience con lo que ya tengo.

Los sueños a la medida de Dios no vienen preensamblados. Vienen en un kit. Yo empiezo con lo que tengo. Si Dios me ve fiel, incluso con lo poco, añadirá más. Si no soy fiel con lo que tengo, ¿por qué debería darme lo que todavía no tengo?

¡Dios también sueña! Ahora, gloria sea a Dios, que por su gran poder operando en nosotros, es capaz de hacer mucho más de lo que jamás nos atreveríamos a pedir o aun a soñar; infinitamente más allá de nuestras más altas oraciones, deseos, pensamientos y esperanzas (Efesios 3.20, Biblia al Día, énfasis agregado).

No puedes depender de tus ojos cuando tu imaginación está fuera de foco.

Por su poder en ti, Dios puede hacer cosas mucho más allá de lo que puedas concebir, incluso para ti mismo. Lo que eso te dice es que Dios quiere que sueñes el mejor sueño posible para tu vida. Si estás casado, —MARK TWAIN sueña el mayor sueño que puedas para tu matrimonio y tu familia. Si eres soltero, sueña un gran sueño para tu futuro. Si estás en el ministerio, sueña el sueño más grande que te sea posible, a la medida de Dios. ¿Por qué? Porque Él puede exceder, ¡hasta tus sueños! Comienza por orar esta oración:

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Dios, ¿cómo puedes usarme? Dios, sueña tu mayor, mejor sueño para mi vida. Dame tu sueño porque tú lo prometiste. Amén.

Entonces comienza a reflexionar sobre las preguntas: ¿qué puede Dios hacer a través de mí? ¿Qué es lo que realmente me encantaría hacer para Dios que me hiciera sentir como que es Navidad cada día? Finalmente, detente, ora y espera la respuesta de Dios. Cuando lo hagas, Dios será fiel en darte una visión de lo que Él puede hacer a través de ti. Cuando lo hayas recibido, Él te preguntará: «¿Estás listo?» Tú responderás: «¡Sí!» Dios entonces dirá: «¡Mis sueños son aun mayores!» Dios puede y excede abundantemente todo lo que le pedimos o siquiera soñamos; así que sueña en grande. ¿Por qué? ¡Porque sus sueños son aun mayores! Es más, Él puede que te esté diciendo que la única forma de acercarnos a sus planes para nuestras vidas es soñando grandes sueños. Dios no está preocupado porque soñemos en grande. Le preocupa más que nos conformemos con mucho menos.

Paso 2: Disponte a pagar el precio Porque de la mucha ocupación viene el sueño… (Eclesiastés 5.3)

Esta es la parte que no nos gusta oír: Los sueños realizados tienen un precio. Correcto. La salvación es gratis. Todo lo demás, ¡cuesta! Si quieres un buen matrimonio, te costará algo. Te costará autocontrol, amabilidad, aprender a estar quieto, aprender cómo perdonar y pedir ayuda, cuando tu orgullo preferiría negar que la necesidad de ayuda siquiera existe. Si quieres un buen negocio, te costará. Si quieres una vida de carácter e integridad, te costará. Si tienes un sueño, te vendrá con un precio.

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¿Cuál es el precio que pagas por capturar los sueños de Dios en tu vida? Nada menos que tu disposición de edificar la profundidad de carácter que se requiere para Sí, puedes ser un sostener el peso de ese sueño. Verás, un sueño pequeño, inconsecuente, gran soñador y un puede que no requiera mucho; pero hacedor también, si los que lo son a la medida de Dios carácter a la medida de remueves una palabra requieren Dios. Cuando sueñas sueños a la de tu vocabulario: medida de Dios, tú no necesariamente creas el sueño; al contrario, el sueño imposible. comienza a crearte a ti. —ROBERT SCHULLER

El precio del carácter El carácter no es barato. Viene a un precio, el precio de clavar tus rodillas en el piso, el precio de estudiar, el precio de sufrir y el precio de pasar por pruebas y disciplina. Aun así debemos estar dispuestos a pagar el precio: Todo lo demás no tiene valor cuando se lo compara con la ganancia invaluable de conocer a Cristo Jesús mi Señor. Así que, cueste lo que cueste, ¡yo seré alguien que viva en fresca novedad de vida! (Filipenses 3.8, 11, Biblia al Día, énfasis agregado)

Marca esas cuatro palabras, «cueste lo que cueste» y grábalas en tu corazón. Ten un corazón y una mentalidad tipo «cueste lo que cueste». Cueste lo que cueste, debes estar dispuesto a pagar el precio por el carácter. Y cueste lo que cueste, sé contado entre los que viven en novedad de vida. Algunos dicen: «Pero, Wayne, veo a gente que no sirve a Dios y tienen toda clase de cosas. Reciben elogios, dinero, prestigio y ascensos, ¡y ni siquiera sirven a Dios! Incluso pecan y son recompensados. ¿Qué pasa con eso? El rey más sabio de todos los tiempos, Salomón, dijo:

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Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen… (Eclesiastés 8.12)

En otras palabras, no lo hagas de esa manera. Juega de acuerdo a las reglas de Dios. El rey Salomón lo había hecho todo. Hasta incluso se involucró en toda clase de iniquidades, pero sabía mejor que nadie que el pecado no recompensa. No hay nada mejor Cuando somos conscientes que seguir a Dios. Haz lo que que no es necesario sea necesario para seguirlo y escapar de nuestros desarrollar carácter. Aquí hay tres actitudes de dolores... esos mismos «disposición» que necesitamos ejercitar para cumplir los sueños dolores son transformados de Dios para nuestras vidas. de expresiones de Considerémoslas mientras nos desesperación esforzamos por hacer lo que sea necesario: a signos de esperanza. —HENRI J.M. NOUWEN

1. Disponte a experimentar el sufrimiento Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados (Hebreos 12.11).

Disponte a experimentar el sufrimiento por amor al crecimiento espiritual. La madurez no es un proceso sin dolor, ¡pero los dolores pueden reducirse grandemente cuando sabes lo que producirá! El sufrimiento piadoso significa que tu carne estará quieta cuando Dios te esté hablando. Eso significa diezmar cuando preferirías quedarte el dinero para ti mismo. Eso significa no prestarle atención a los pensamientos lascivos, los cuales te seducen a aventuras virtuales en tu mente. Esto significa sonreír y mantenerte cordial cuando preferirías arreglarle los dientes a alguien.

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Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas (1 Pedro 2.21).

Sufrir por el bien del crecimiento espiritual es algo que Jesús hizo. Al seguirlo a Él y a su ejemplo encontraremos que algunas veces, en el camino, lograr sueños a la medida de Dios requiere sufrimiento. ¿Por qué? Porque forja una fuerza de carácter. Disponte a sufrir por amor al crecimiento espiritual, ¡y no te rindas!

2. Disponte a atravesar los puntos de resignación

Cada uno de nosotros tiene puntos de resignación. Esto es donde alguien prueba tu paciencia hasta cierto nivel y tú dices: «¡Se acabó!» Entonces te rindes y te resignas. Ese es tu punto automático de resignación predeterminado. ¿Cuáles son algunos de tus puntos de resignación? Todos nosotros los tenemos. Quizás sea cuando alguien nos da problemas o no acepta nuestras sugerencias. Quizás sea cuando las cosas no salen exactamente de la manera que nosotros las queríamos. Quizás sea cuando nuestros niños se rehúsan a escuDel corazón mismo charnos por quinta vez, así que los tachamos en nuestras mentes y del sufrimiento Nos resignamos porque su sacaremos los medios corazones. inmadurez o falta de atención escaló a para la inspiración y nuestros niveles de renuncia. Siempre recuerda que la medida de la supervivencia. un hombre o una mujer está determi—WINSTON CHURCHILL nada por lo que se necesita para descarrilarlo de su compromiso con su matrimonio, con su fe, con una amistad o con una célula de hogar. ¿Cuál es tu punto de resignación? Sé muy consciente de esto para que puedas proteger tu corazón. ¿Quién sabe cuáles son tus puntos de resignación? ¿Quién ha estado manteniendo un ojo observador y ha grabado cada punto

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de renuncia? En efecto, alguien ha estado manteniendo un cuidadoso registro, grabando cada debilidad con un propósito insolente. ¿Quién? El diablo. Él lleva la cuenta de todos tus puntos de resignación. Él te observa cuidadosamente y sabe que si a cierto nivel de dolor resignas, La mayoría de la entonces te tiene atrapado. Como un gente se da por oponente militar, que complota las coordenadas de un submarino al que vencida justo cuando planea interceptar, también el adverestá por lograr el sario de nuestras almas registra cuánto puedes soportar. Él sabe en qué punto éxito. Se resignan preciso en la medida de dolor resigjusto antes de la narás. Cuando él acierta en tus puntos de meta. Renuncian en resignación y ve que no estás el último minuto del dispuesto a cambiar, comienza su partido, a escasos insidiosa misión. Si quiere manejar tu vida, todo lo que debe hacer es centímetros del gol aumentar el costo en una relación y tú ganador. querrás resignar. Él aumentará el dolor en tu vida y tú calladamente te —H. ROSS PEROT excusarás. Él incrementará el compromiso en tu ministerio y renunciarás. Sin nuestra disposición a romper los puntos de resignación él puede piratear tu futuro y lo hará. Tal como piratas extraterrestres del espacio que toman control sobre la nave espacial Enterprise, él piloteará y manipulará tu vida. ¿Cómo? Él sabe precisamente en qué punto resignarás. La Biblia, en cambio, dice que si Dios te ha llamado a cierto compromiso, en tal caso debes vencer esos puntos de resignación. Tú debes estar dispuesto a perseverar para lograr lo mejor de Dios. Vence y mantente en la dirección de Dios. Es la única manera: Porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa (Hebreos 10.36, énfasis agregado).

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Destaca la palabra «paciencia» en tu corazón y en tu mente, porque necesitarás practicar el mejorar tu paciencia. Al hacerlo, desafiarás al diablo y su plan de derribarte. Comenzarás a traspasar al siguiente nivel de Dios para tu vida.

3. Disponte a elevar la barra de la excelencia por amor del reino de Dios Conquista quien soporta. —PERSIUS

Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir (Eclesiastés 10.10).

Continúa afilándote y eleva la barra de la excelencia en tu vida. Extrae lo mejor de ti mismo. Lee el aliento de Pablo: Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más (1 Tesalonicenses 4.1, énfasis agregado).

¿Entendiste eso? «Abundéis más y más [ser más excelentes]» Pablo nos urge que sigamos mejorando por amor al reino de Dios. Disponte a seguir mejorando y a hacerlo diligentemente cada día. Busca mejorar algo en ti mismo. Puede ser la manera como te peinas el cabello o la forma como miras a la gente a los ojos. Puede ser el modo como das la mano o algo sobre tu postura o tu platicar. En lugar de responder a preguntas murmurando: «Sí, va», di con ganas: «Seguro, ¡me encantaría!» Cuando alguien pida tu ayuda, en vez de responder: «Bueno, está bien», di: «¡Estaría más que honrado en ayudarte!» ¿En qué puedes mejorar? Quizás sea en tu disciplina, la forma en que tratas a tu esposa o como compartes tu fe con otros. Haz algo en lo cual seas más excelente aun por amor al reino. Mejórate a ti mismo un uno por ciento al año y verás cuánto crecerás. ¡Eleva la barra!

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Paso a paso Yo jugué fútbol en la Universidad de Oregon, donde ocurría que nuestra cancha se hallaba en el medio de una pista de práctica de atletismo. Alrededor de nosotros varios equipos practicaban salto alto, salto con garrocha, triple salto y otros. (Incidentalmente, Eugene, Oregon, es la meca de las carreras de atletismo. De hecho, es allí donde Nike tuvo sus comienzos.) Fue en esa misma pista donde aprendí una sorprendente lección de la vida. Recuerdo haber estado Somos lo que repetidamente intrigado por un persistente saltador en alto. Un hacemos. La excelencia, pues, día él estaba practicando para una competencia muy no es un acto sino un hábito. prestigiosa, para la cual —ARISTÓTELES faltaban ocho meses. La barra para el salto alto estaba fijada a un metro ochenta y cinco centímetros. Eso es más alto de lo que yo soy, así que para mí eso era altísimo. Hizo su intento y pasó la barra. Ló miré y pensé: ¡Uao! ¡Qué asombroso! Sin resortes, ni palo «pogo». ¡Él solo saltó! Si yo pasara alguna vez la barra a esa altura me jubilo. Me tomaría una foto junto a la barra, me compraría el trofeo más grande que pudiera costear y me jactaría sin fin con mis hijos. No así ese atleta. En vez de retirarse, levantó la barra y saltó de nuevo. Saltó a un metro ochenta y ocho y en vez de estar satisfecho, levantó la barra de nuevo. Él hizo esto por ocho meses. Finalmente, el día de la competencia llegó. Compré un boleto para el evento, sólo para ver al saltador alto. El estadio estaba colmado cuando comenzó la competencia. Muchos de los atletas fallaron muy temprano, tratando de pasar la barra a un metro ochenta. Finalmente, la barra fue puesta a un metro noventa. Mi saltador era el participante final. A él se le darían tres oportunidades para pasar el metro noventa y si lo hacía, ganaría. Salió en su primer intento pero golpeó la barra y cayó al suelo, arrastrando la barra. En su segundo intento de nuevo dislocó la barra. La multitud se puso nerviosa con anticipación mientras enfrentaba su tercer y final intento. Todavía puedo recordar

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cuando consultaba con su entrenador, probablemente sobre el empuje de su cabeza, el arqueo de su espalda o el tiempo de sus pies. Cuando hubo repasado mentalmente cada paso y cada maniobra, volvió al campo. Miró fijamente a la barra como si le estuviese haciendo un trato. Luego de lo que parecía una eternidad, el joven asintió levemente y empezó su larga carrera semicircular hacia la barra. Con cada gramo de su Mantente a un estándar más acondicionada fuerza y poder, plantó un pie en el alto de lo que nadie más suelo y se lanzó hacia el espera de ti. Nunca te excuses. salto final. Cada tendón y coyuntura se estiró —HENRY WARD BEECHER mientras catapultaba su cuerpo en el aire. Lanzó su cabeza hacia las nubes, su espalda se arqueó en una curva precisa sobre la cima de la barra. Su pie se movió en el momento preciso y comenzó su descenso. ¡Había pasado la barra! Sus compañeros salieron corriendo de las gradas vitoreándolo. Envuelto en la emoción del momento, me hallé llorando y corriendo hacia el campeón diciendo: «¡Ni siquiera me conoces, pero quiero darte un abrazo!» Su hazaña me fue asombrosa. Recordé cuando trataba de pasar el metro sesenta. Sin embargo, siempre había tenido el potencial de pasar el metro noventa. Ahora déjame hacerte una pregunta: ¿Qué fue lo que sacó su potencial para pasar la barra a un metro noventa? Él nunca se hubiera dado cuenta del potencial dentro de sí, a menos que primero hubiera estado dispuesto a elevar la barra. Algunos de nosotros hoy estamos saltando a medio metro en nuestras vidas diarias. Pensamos que es lo suficientemente bueno. Pero Dios dice: «Dentro de ti hay potencial para pasar el metro noventa». Algunos responden: «¡Yo no! Yo soy un tipo de persona de medio metro». Pero Dios sabe que hay mucho más dentro de ti. ¡Mucho más! Para poder lograrlo, sin embargo, debes estar dispuesto a elevar las barras.

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Dios no insiste en que la levantemos a un metro a la vez. Una decena de centímetros a la vez está bien. Esto significa aumentar tus habilidades por incrementos. Continúa mejorándote a ti mismo por amor al reino de Dios y el potencial que Dios ha colocado dentro de ti comenzará a emerger.

Paso 3: Disfruta el paseo Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre (Salmo 16.11).

Hay muchos desafíos y colinas que escalar en este viaje llamado la vida. Que eso nunca ensombrezca el gozo de los atardeceres y las flores que experimentamos en el camino. Debemos asegurarnos que, a pesar de las circunstancias, disfrutemos del paseo. Hay un libro de escrituras judías, el Talmud, que enseña que Dios nos hará rendir cuentas por todas las cosas que puso en esta tierra para que nosotros disfrutemos y que no nos hemos tomado el tiempo para hacerlo. Dios ha creado cosas para que las disfrutes. Detente y La calidad de vida de una disfrútalas. Disfruta de la vida. persona está en proporción Disfruta del resplandor del sol y disfruta la lluvia. Cuando vayas directa a su compromiso a casa, disfruta de tu comida. con la excelencia, sin Cuando tu esposa te diga: importar qué campo de «Poda el césped», disfruta podándolo. Lleva el perro a esfuerzo haya elegido. caminar y disfrútalo. Disfruta el —VINCE LOMBARDI paseo. Esta vida es demasiado corta como para no disfrutarla: …Porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza (Nehemías 8.10).

Cojeamos débilmente por la vida porque nos olvidamos de empacar el gozo en nuestras maletas. Dios lo provee, pero nos olvidamos de llevarlo. Dejamos que la vida nos derrote y el gozo

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se drena de nosotros como una piscina inflable pinchada. Sin embargo, como el lema de una bien conocida tarjeta de crédito nos recuerda: «¡No salgas de casa sin él!» En cada actividad a la que asistimos, necesitamos cargar con nosotros un maravilloso paquete de gozo. Nos será útil en más ocasiones de las que nos damos cuenta.

No dejes que la vida te pase de largo Un verano nuestra familia fue a Disneylandia. Una de las atracciones que mi hijo quería probar era el paseo de Indiana Jones. —¡Ándale! —dije. Ahora bien, siendo yo una persona analítica, observo las cosas. Mientras estábamos esperando en la cola, le dije: —¿Ves eso Aarón? ¿Ves esa pequeña criatura en la roca? No es realmente una criatura. Es un aparato mecánico, activado por una computadora. —¿De veras? —me preguntó. —¡Sí! ¿Y ves esas formas en la pared? Se hacen con una luz proyectada a través de un filtro especial llamado gobo. ¿Lo ves? —¡Oh sí! —dijo Aarón—. Buenísimo. Motivado por su interés, continué: —¿Ves esa cara de roca allí, que la neblina atraviesa? Ese humo viene de una máquina. En realidad no es neblina. —¿De veras? Emocionadamente, continué instruyendo a mi joven aprendiz: —Y ¿ves eso allí? Es un espejo el que hace esas formas en la pared. —¿Qué? —su interés en mí se comenzó a disipar, al anticipar el paseo. Nos subimos al vehículo. —¿Ves como este jeep está pintado para parecer viejo, Aarón? En realidad es nuevo. Fíjate en el número de serie. —Sí, papá. —Y mira debajo del tablero. No hay ningún cable. ¿Sabes por qué? Porque está en una pista.

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Yo me estaba convirtiendo en una combinación del señor Spock y Sherlock Holmes. El jeep de repente se lanzó hacia adelante y estábamos en movimiento. La velocidad aumentó y nos azotó contra la curva, provocando gritos en el vehículo de al lado. —Ese fue un buen efecto, Aarón, pero si se hubiera ladeado otros 10 grados, la fuerza G hubiera sido mejor. ¡Realmente te hubiera hecho caer el estómago! ¿Qué piensas, Dios nos hará responsables Aarón? por todas las cosas que —Grandioso, ¡papá! —dijo puso en esta tierra, Aarón fuertemente, teniendo que gritarme para ser oído. que debemos disfrutar y que —¿Ves eso Aarón? ¡Eso es otro espejo! —grité, mientras no hemos tomado el tiempo zumbamos por la pista. para hacerlo. Llegado este momento, sin —EL TALMUD embargo, Aarón ya no estaba respondiendo al convincente análisis del paseo. Él estaba a medio vuelo, con su cabeza y su cuerpo siendo empujados, retorcido y arrojado con cada curva de la pista. —¿Ves esa roca que viene hacia nosotros? ¡Está en una pista! — grité—. ¡Retorna y se reajusta para el jeep que sigue detrás de nosotros! No muy efectivo, ¿ves? Sin respuesta. Pronto el jeep se detuvo y el paseo había terminado. —Sabes, Aarón, si hubiéramos hecho una curva más cerrada en esa segunda orquilla hubiera sido mejor. Y si el humo hubiera salido más pronto, podríamos haber pasado a través de él. —Hey, papá —Aarón me frenó en un tono con no mucha gracia—, ¡Basta! —¿Qué quieres decir, Aarón, con basta? —dije ligeramente resentido por su respuesta poco admiradora. Sin contestar, se dio vuelta y caminó rígidamente. —Hey, ¡tú! —llamé a mi ingrato hijo—. ¡Ven aquí! ¡Tengo más cosas que decirte! Él siguió caminando.

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—¡Basta! —me gritó—. ¡Ya no paseo más contigo! —Bien, ¡después nos vemos! —dije. Pero susurré—: ¡Niño tonto! Simplemente no oye, ¿verdad? Ese es su problema». Mientras yo caminaba pateando el polvo, el Señor habló a mi corazón: «Te perdiste todo el paseo, ¿no es cierto? Tú estabas tan ocupado, tratando de descifrar todo, que te lo perdiste». Me paré en seco y me di cuenta: Sabes, ¡es cierto! Ni siquiera recuerdo el paseo. Estaba tan inmerso con todos los pequeños detalles, ¡que me lo perdí todo! ¿Alguna vez te has involucrado tanto con los detalles de la vida que, antes de que te dieras cuenta, el paseo se había terminado? ¿Alguna vez te has enredado tanto en las preparaciones para una boda, que te perdiste la celebración? embrollaste, alguna vez, tanto La felicidad debe ser ¿Te con la limpieza de tu casa que encontrada en el alienaste a tu familia en el proceso? camino, no al final del Muy a menudo somos cortos con otros, culpando a nuestras sendero, porque familias, siseándoles a nuestros entonces el paseo se vecinos en tiempos de estrés. Estamos tan involucrados con habrá terminado y ya nuestros negocios y carreras que los niños se gradúan de la secundaria y será muy tarde. nos preguntamos: «¿Cuándo —ROBERT R. UPDEGRAFF sucedió?» Somos como Marta, que «se preocupaba mucho con los quehaceres» (Lucas 10.40). Ella estaba tan distraída que se perdió a su invitado de honor, Jesús. ¿Te puedes imaginar tener a Jesús de visita en tu casa pero estar tan distraído con los detalles que ni siquiera puedes hablar con Él? Nos perdemos los amaneceres y los atardeceres porque estamos enfocados en el tráfico o todavía varados en la oficina. Nos perdemos el jubileo de Pascua en el apuro de vestirnos, de ir a la iglesia, de regresar al buffet y luego de ir a la cacería de huevos. Y demasiado a menudo nos perdemos ver crecer a nuestros niños, mientras bregamos y nos ajetreamos para proveerles.

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Mis propios niños han crecido tan rápido. Parece que estaban en pañales hace sólo unos días atrás. Y luego, de pronto, están caminando sobre la plataforma con capa y sombrero de graduación. Al minuto siguiente se fueron y la belleza de la vida cotidiana se ha desvanecido. ¡No te pierdas el paseo!

Descubre un futuro y una esperanza En vez de manejar a un paso implacable, ve más despacio. Dios te ha dado un hermoso mundo lleno de sus maravillas, de su pueblo y de Él mismo. Están todos allí, si te tomas el tiempo para disfrutarlos. No hay deber que Haz una pausa lo suficiente larga para disfrutar el paseo. Entrénate subestimemos más que para ver lo que es bueno. Tómate el el de ser felices. Al ser tiempo para reír con los demás. Ríete de ti mismo. Aunque haya felices sembramos beneimperfecciones y retrasos, estarás ficios anónimos sobre sorprendido de cuán maravillosa es el mundo. la vida cuando tienes una buena actitud. Oirás a Dios mejor. —ROBERT LOUIS STEVENSON Disfrutarás de su presencia. Estarás plácidamente sorprendido de cómo una nueva perspectiva te ayuda a atraer amigos, risas, gozo y éxito. ¡Ahora, eso es una vida de excelencia! Y eso no se encontrará debajo, sino encima de los escombros. ¡Que Dios te bendiga ricamente, mientras vives una vida mucho más allá de los escombros y descubres la plenitud del futuro que Él deseó y creó para ti! «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes», dice el Señor, «planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza». J EREMÍAS 29.11 (NVI) Notas 1 Martin Luther King, Jr., "I Have a Dream" (Discurso, Lincoln Memorial, Washington, D.C., agosto 28, 1963) International Information Programs, United States Department of State. http://www.usinfo.state.gov/usa/usainfo/facts/democrac/38.htm (accedido 11 de agosto de 2004), énfasis agregado. 2 Johann von Goethe, citado en Brainy Quote. ttp//www.brainyquote.com/quotes/quotes/j/johannwolf/21252 (accedido el 11 de agosto de 2004).