Algo raro me ocurre Algo raro me ocurre; algo raro late dentro de mí. Quizás es el hueco que en mi pecho hay desde que me clave ese arma en el corazón. Fue entonces cuando se abrió la puerta; Salí por ella, y me encontré en un lugar sin color; no era blanco, tampoco negro. Era distinto a la intensa oscuridad que tenía cuando vine hacia aquí; nada que ver tenía con aquel entonces; aquello era como un duelo entre la luz y la oscuridad. En ese momento no había luz, pero, de repente, se pudo ver claramente un pequeño punto molecular de luz. La luz aumentaba cada vez más rápido; calculaba estar a pocos metros de la salida, pero...¡topé con un escalón invisible y caí al suelo! En ese momento, descubrí que esa batalla entre lo oscuro y lo claro se libraba dentro de mí, al ver como la luz menguaba. Pensé en lo mucho que tuvo que costarle al pájaro Iris renacer de sus cenizas; me di la vuelta, suspiré cual lo hizo Boabdil al perder el reino de Granada, lloré, miré a lo que se suponía que era el suelo, y con alaridos de dolor, regresé, crucé la puerta, que desapareció tras de mí, me sequé las lágrimas, me tumbé y me dispuse a esperar a que mi pecho volviera a latir, y la puerta a abrirse. No importaba cuánto, porque allí no había tiempo.
Manuel Alejandro Jiménez Vaquero 6º de Primaria del C.E.I.P. GUILLERMO ROMERO FERNÁNDEZ