El caballo blanco del príncipe
Había una vez, una princesa que vivía en un palacio enorme, con muchísimas habitaciones y salones. Un día soleado, salió al campo para ver a los animales ya que le gustaban mucho sobre todo, los caballos. Al día siguiente, volvió a salir al campo de nuevo y vio un precioso caballo blanco que galopeaba libremente. La princesa se acercó hasta él y dijo:¡qué caballo tan bonito!¿de quién será? De repente, apareció un guapo príncipe y le dijo: -¡Es mío! ¿te gusta? -¡Sí mucho! -¿Te apetece montar?- le preguntó el príncipe. -¡Sí, me encantaría!- contestó la princesa. Entonces los dos se fueron cabalgando y cabalgando en el precioso caballo blanco hasta llegar al palacio del príncipe. La princesa saludó al padre del príncipe y se volvió a su palacio, quedando antes con el príncipe para al día siguiente ir a montar de nuevo en el caballo. Al llegar a su palacio la princesa le contó a su padre lo que había hecho y después se fue a la cocina a comer croquetas y patatas fritas. Después, se puso el pijama y se acostó.
A la mañana siguiente, se fue al palacio del príncipe a dar un paseo por el campo con el caballo. Desayunaron y pasaron un precioso día los dos juntos. Cuando llegó la noche se despidieron y cada uno se fue para sus palacios. Nunca más se volvieron a ver pero ninguno de los dos olvidó esos dos días que pasaron juntos con el caballo.
ALICIA CARRILLO 3º de Primaria del C.E.I.P. GUILLERMO ROMERO FERNÁNDEZ