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Por: Luis Adrián Quiroz, Coordinador General de Derechohabientes Viviendo con VIH del IMSS, DVVIMSS. Pág

Farmacovigilancia de los medicamentos retrovirales ante los efectos adversos de los mismos

Por: Luis Adrián Quiroz, Coordinador General de Derechohabientes Viviendo con VIH del IMSS, DVVIMSS

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LaSalud.mx.- Desde el inicio de la pandemia por VIH-Sida, fue evidente la serie de efectos secundarios de los antirretrovirales y el impacto en la calidad de vida de las personas que vivimos con VIH:

• En aquellos primeros días era común escuchar los efectos secundarios que causaban en los organismos de personas usuarias del tratamiento con base en ATZ; así como escuchar en los médicos tratantes la misma respuesta: “es normal y es lo que hay”.

• Con la llegada de la terapia triple los efectos no deseados se multiplicaron, ya que la potencia y la ingesta de medicamentos también se multiplicó:

1. Diarreas interminables 2. Dolores musculares 3. Crecimiento de mamas, redistribución de grasa corporal.

El discurso ante tal situación fue la misma “es normal y es lo que hay”, mentira que después de decirse constantemente se coinvirtió en conceptos transmitidos por las personas que vivimos con VIH y se instauró como realidad.

• La terapia de alta actividad no fue la excepción, con ingestas de 15 pastillas cada 8 horas los efectos no deseados se potencializaron. En esta época a la frase ya mencionada se unió la de “lo importante es la carga viral y el conteo de CD4”, se normalizaron los efectos adversos.

• Los estragos de inhibidores de proteasa se hacían cada vez más evidentes y complicados:

• 1. Insuficiencia Renal (indinavir) 2. Diarreas constantes (ritonavir) 3. Lipodistrofia y aparición de gibas (Saquinavir)

Y cuando se sugería intervenciones quirúrgicas para eliminar las afecciones la autoridad de Salud argumentaba que aquellas eran intervenciones estéticas, las cuáles no tenían cabida en el esquema de salud.

Mucho hemos aprendido en VIH a través de los años y de la investigación médica continua y la búsqueda de opciones

terapéuticas e incluso la modificación de terapias para el mejor funcionamiento:

• El ritonavir, dosificado en menor cantidad, ayuda a potencializar los inhibidores de proteasa. • El kaletra aumentó la calidad de vida de sus usuarios, aunque con efectos adversos como diarrea, aumento de lípidos, aparición de diabetes tipo II y afectaciones en la vida sexual. • El atripla (efavirez y truvada) logro ser efectivo y barato, pero con afectaciones psiquiátricas como depresión y sueños vividos.

Todo medicamento genera efectos adversos; por lo que es importante cuantificarlos generando reportes sobre cada afectación, ya sea moderada o severa. Estamos conscientes que en el Sistema de Salud mexicano no es frecuente este tipo de interacción paciente-médico, médico-Instituto de Salud ya que existe el temor a represalias.

La sobrevida de las personas que vi-

ven con VIH, exige nuevos retos; entre ellos la constante vigilancia y evaluación de los tratamientos antirretrovirales, para mejorar la calidad de vida las personas, evitando o retrasando las comorbilidades (hipertensión, diabetes tipo II, dislipemias, daño renal, riesgo cardiovascular, etc.). Por lo tanto, es importante un incremento en los costos de la atención médica, así como el consumo de múltiples fármacos (polifarmacia).

Como podemos ver es urgente la interacción entre médicos, profesionales de la salud, personas que viven con VIH y tomadores de decisiones, para poner al centro a las personas y evaluar los efectos adversos de los ART.

Si padeces algún efecto adverso a los antirretrovirales y tu médico no te hace caso, puedes levantar el reporte de posibles efectos adversos en Cofepris, recuerda la auto medicación de antirretrovirales no es un juego.

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