La historia de los 180 cerditos. Donde la productividad no es juego

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Donde la productividad No es un cuento.


Érase una vez un ganadero

muy trabajador llamado Jean Pierre que vivía en una aldea de cerca de París. Todas las mañanas, Jean Pierre llevaba sus animales destinados a ser sacrificados a un matadero situado en la rivera derecha del Sena, el mismo donde acudían todos los ganaderos a vender sus reses las cuales luego eran vendidas por piezas en el famoso mercado de Rugys. La población de París crecía más de un 15 % cada año y seguía teniendo el mismo matadero desde hacía 20 años. Y te preguntarás ¿en que afectaba esto a nuestro buen amigo Jean Pierre? , pues era una cuestión de tiempo: cuando él empezó a ir al matadero llegaba sobre las 5 de la mañana y a las 6 ya estaba de vuelta a su granja de Chaville. Pero desde hacía un par de años a pesar de seguir llegando a las 5 de la mañana, ya nunca sabía a qué hora iba a salir. Una vez llegó a salir a las 12 del mediodía.

Jean Pierre empezó a plantearse

qué hacer, no podía llevar su granja atender a su familia y seguir con ese horario, no era vida. Jean Pierre tenía un hijo que llamaba Vicent que había emprendido otro camino profesional.

Desde muy joven trabajó como aprendiz en el taller de Eiffel. Vincent cambió la alfalfa y el estiércol por, el hierro , el argón y el electrodo.

Compaginó los estudios con

el trabajo y a base de esfuerzo consiguió un puesto de ayudante de ingeniero con el Sr. Eiffel.


Uno de esos

domingos en los que la familia se juntaba en la casa de Chaville paro comer un cocido Jean Pierre le transmitió el problema de la descarga de reses en el matadero, el tiempo que perdía y las colas que se formaban, a su hijo Vincent y este se ofreció a acompañarle para ver cuál era el problema y si podía hacer algo al respecto.

Ese

mismo lunes Vincent tenía libre y acompañó a su padre al matadero, ya no se acordaba de lo duro que era levantarse a las tres de la mañana para cargar el camión de animales y llevarlos hasta el matadero. A las 4:30 llegaron al matadero y para sorpresa de Vicent aunque no de Jean Pierre, se encontraron con ya unos 10 camiones esperando ser descargados. Jean Pierre pensó, hoy es de esos días que salimos de aquí a las 12:00 del mediodía.


Vincent

dio un salto y se acercó a los muelles de carga para ver qué estaba pasando. Al llegar vio al encargado François, este estaba al borde de un ataque de nervios. Se alegró mucho al ver a Vincent por allí lo conocía desde pequeño. Vincent se ofreció a ayudarle y este le dijo que no tenía mucho tiempo pero que cualquier idea sería bienvenida. Siguiendo la metodología que había aprendido del Sr. Eiffel, Vicent le explicó que para poder ayudar necesitaba entender , y para entender necesitaba observar algún dato más que le permitiera cuantificar el sobrecoste en el que estaba incurriendo de forma a poder adaptar el diseño en función del posible ahorro . François le explicó que le hacían falta más muelles de carga, pero que físicamente era imposible, el matadero ya no podía crecer más no tenían espacio y era la cuarta ampliación que se realizaba, esa zona industrial ya no tenía más terrenos disponibles. -”De acuerdo François”, le dijo Vincent, necesito que me respondas a unas preguntas. Este asintió y le hizo seguir en sus quehaceres pues no podía permitirse parar ni un minuto. Vicente corrió tras él y empezó con las preguntas: V- ¿Cuántos animales se suelen transportar en un camión? y ¿cuantos animales al día? F.- Depende del tipo, pero cerdos como los que me trae tu padre unos 180, unos dos mil diarios V- ¿Y cuánto tiempo tardáis? F. Entre 40 y 45 minutos por camión. V- ¿Es bueno que el animal se estrese en el camión mientras espera? F No lo sé seguro porque no soy veterinario pero parece ser que afecta a la calidad del producto. Por ejemplo los del restaurante Maxim's exigen que sus piezas proceden de los primeros camiones del día, me imagino que será por algo. V- ¿Todos los camiones son iguales? F- No, todos no los más complicados son los de tres pisos, estos llevan incorporad una plataforma en la parte trasera y hay que ir bajando los animales por niveles. Esto hace que el proceso sea muy lento porque hay que ir bajando los animales muy poco a poco. V- ¿Y el animal se pone más nervioso, no? F. Así es, se ponen como locos y a veces hasta se nos ha escapado alguno. V- Gracias François, si no te importa voy a quedarme por aquí para ver cómo trabajáis. F- Gracias a ti Vincent, a ver si se te ocurre algo. La gente por aquí cada vez está más enfadada y cualquier día dejamos a toda la ciudad sin suministros de carne e igual se monta otra revolución.


Vincent tuvo

tiempo de observar. Una vez más la intuición de su padre no le había fallado, después de casi seis horas observando. Su padre y él salían del matadero a las 11:50 del mediodía. La cabeza de Vincent no paraba de pensar cruzar datos, sistemas, tiempos, procesos, su cabeza era como un hervidero procesando información, casi no pudo dormir ese día. Tuvo claro que la solución no podía pasar por aumentar las unidades, ya que estaban limitados por el espacio, lo único que podían hacer era reducir tiempos de carga y descarga. De repente un día lo vio claro y decidió hacer un diseño. Basándose en la rampa niveladora como las que tenían todos los almacenes, desarrolló una pero mucho más larga para que no hubiera que perder tiempo con el elevador del camión y poder bajar todo el ganado de cada planta del camión en una sola vez y sin interrupciones.


Rápidamente la idea fue acogida por François. Seis meses más tarde, Vincent pasó por el matadero para ver que tal les estaba funcionando el nuevo sistema.

François había salido con un proveedor a ver unos productos y Vincent dejó recado que por favor le llamara quería saber que tal estaba funcionando todo. F- Bonjour Vincent soy François, me han dicho que te has pasado por aquí ¿Que querías? V- Hola François cómo estás, muy bien .solo quería saber que tal os iba. F Nos va muy bien gracias , imagínate hace unos meses era imposible que me moviera del matadero y ahora puedo dedicar mi tiempo a trabajar mejor y atender a todo el mundo . V- Me alegra escuchar eso, algo me había comentado mi padre que las esperas ahora eran mínimas. ¿Cuánto estáis tardando ahora? F- Menos de la mitad unos 20 min. y no solo eso, como salen todos los animales juntos salen menos estresados y tenemos menos reclamaciones de calidad. Además hemos reducido las horas de trabajo y la gente ya no tiene que hacer tantas horas extras. Eso nos estaba dando muchos problemas además del coste… V- Cuánto me alegro, y sabes que podéis contar conmigo para lo que necesitéis, lo que haga falta. F- Muchas gracias Vincent , está siempre será tu casa. casa.

Fin


Mas informaciรณn: info@alapont.net Alapontlogistics.com

Alzira Marzo 2017, Escrito por C.Alapont para Alapont Soluciones Logisticas.


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