LA hispania antigua

Texto introductorio que anticipa los nuevos contenidos.

Apertura de LA unidad

5A lo largo del siglo xviii se produjeron transformaciones esenciales en las estructuras económicas, sociopolíticas y culturales de Europa occidental. Creció la población y aumentó la riqueza; pero los cambios más llamativos se produjeron en los campos de la ideología y la política. Este siglo se conoce como el Siglo de las Luces o el siglo de la Ilustración, en alusión a la luz que deberían aportar la razón y la ciencia para el logro de la felicidad humana. Frente al pensamiento medieval, estático y conservador, los ilustrados propugnan el progreso y el cambio para mejorar la vida de los seres humanos. La burguesía protagoniza este cambio, y la monarquía –más fuerte y autoritaria que nunca– se apoya en esta clase social para promover el fortalecimiento de su poderoso Estado. Por ello, esa monarquía absoluta tiene a gala patrocinar reformas desde el poder; de ahí el apelativo de despotismo El siglo XVIII: Antiguo Régimen, reformismo e Ilustración ilustrado. En España, las minorías ilustradas hicieron enormes esfuerzos para alejar al país de los viejos principios de la Contrarreforma que habían regido durante los dos siglos anteriores. A pesar de sus fracasos, dejaron planteados los principales problemas a los que España debería enfrentarse en su historia contemporánea.

QUÉ VAS A ENCONTRAR EN ESTA UNIDAD

1 La guerra de Sucesión y el cambio de dinastía 2 El reformismo borbónico 3 Los ilustrados españoles 4 La América hispana del siglo xviii Trabaja los contenidos El mariscal Villars liderando la carga francesa, de Jean Alaux.

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La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833)

En 1788, año en que muere el rey Carlos III y accede al trono su hijo Carlos IV, España seguía presentando claramente los rasgos de una sociedad feudoseñorial: «seguía habiendo Mesta, Inquisición, señoríos, municipios oligárquicos, mayorazgos, privilegios estamentales; en una palabra, todas las instituciones que habían denunciado los ilustrados» (Do-mínguez Ortiz). El modelo político del absolutismo ilustrado era incapaz de resolver los graves problemas de la sociedad española: déficit crónico de la Hacienda, crisis de subsistencia perió-dicas y estancamiento económico. La influencia revolucionaria de Francia y su intervención en España agudizaron las contradicciones de una sociedad en crisis, sometida a tensiones cada vez más graves. El momento culminante se produjo en 1808; comenzó una terrible guerra, que tuvo varias dimensiones: guerra patriótica frente a los ejércitos napoleónicos; guerra civil, pues una parte del país estaba del lado de José I Bonaparte, y, finalmente, guerra internacional, ya que España fue teatro principal de operaciones de los ejércitos británico y francés.

QUÉ VAS A ENCONTRAR EN ESTA UNIDAD

1 El miedo a la revolución 2 La alianza con la Francia napoleónica3 La guerra de la Independencia (1808-1814)4 El programa revolucionario de las Cortes de Cádiz5 La restauración del absolutismo 6 La emancipación de la América hispanaTrabaja los contenidos Agustina de Aragón, de Augusto Ferrer-Dalmau.

2 Ilustración que refleja algún aspecto de la época.

Qué vas a aprender, apartado donde se desglosan los contenidos fundamentales que se van a trabajar.

Texto estructurado en epígrafes para facilitar la lectura y la comprensión.

Información adicional de textos históricos.

Los iconos incluidos sugieren la clave del proyecto que se puede aplicar.

Desarrollo de los contenidos

2 El reformismo borbónico Unidad 5

➜ Libre comercio con América ➜ Auge del comercio catalán

para contar con recursos y asegurar su fortaleza militar, Actividades 2 Una medida de gran repercusión fue el fin, en 1765, del monopolio de Cádiz en los intercambios con América, concediendo autorización a ocho puertos españoles para comerciar con las colonias. En 1778 se promulgó el Cataluña fue la gran beneficiada de los cambios en el sector mercantil, pues consiguió conquistar el amplio mercado interior de Castilla y que sus afamadas indianas (telas) entrasen en América expedidas directamennaval y administrativa, evitando los riesgos de bancarrota. Con las guerras exteriores en la segunda etapa de gobierno de Felipe V, la amenaza de bancarrota volvió. La urgencia de reformas llevó a mejorar la recaudación, en8 Cataluña obtuvo claras ventajas de su unión económica con Castilla. A partir de la lectura del texto, redacta una breve explicación de este importante hecho. Unidad 5 El reformismo borbónicoDecreto de Libre Comercio con América. La libertad co- te desde el puerto de Barcelona. Gracias al comercio cargándola directamente a empleados reales y suprimien9 Busca información y realiza un esquema situan➜ Recuperación de las flotas comercial y militar Con Carlos III, la monarquía española volvió a alcanzar un desarrollo naviero importante, favorecido en gran parte por los astilleros de nueva creación en la Península. Ya en tiempos de Felipe V se redactaron con este fin planes de explotación forestal en los Pirineos, mientras la Marina obtenía la concesión de zonas madereras en montañas del interior. Pero el desarrollo se debió, sobre todo, a las grandes reservas forestales americanas. En los astilleros americanos de Veracruz y La Habana se construyeron los barcos que componían una flota capaz de competir con la británica. El Santísima Trinidad, hundido en la batalla de Trafalgar (1805), fue el mayor barco del mundo en su época. ➜ El impulso del Estado: las Reales Fábricas Ya con Felipe V se fundaron en España las Reales Fábricas, siguiendo el modelo de Francia. Se pretendía con ello proporcionar productos de calidad para los palacios reales y para las clientelas ricas de la Península y de América, pero también contribuir al fomento de la industria en España. La corona creaba las empresas, las financiaba y se encargaba de su gestión, buscando artesanos cualificados, aunque fuera en el extranjero. Entre otras creaciones regias están: la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, fundada en 1720; la Real Fábrica de Porcelanas y Piedras Duras del Buen Retiro, conocida como «La China», o la Real Fábrica de Cristal de la Granja de San Ildefonso, que se fundó aprovechando que, desde 1727, había un taller de artesanos del vidrio en esta localidad. También hubo una incursión en la fabricación de paños, con la creación, en 1719, de la Real Fábrica de Guadalajara, y, en 1723, de la Real Fábrica de Paños de Segovia. La vida económica de las manufacturas reales fue, en general, negativa. Por ejemplo, La Real Fábrica de Guadalajara, por citar un ejemplo, perdió, entre 1730 y 1755, unos dos millones de reales al año de promedio. Decidida a impulsar el desarrollo del país, la corona rompió (en 1772) el monopolio de los gremios, que impedían la libertad del trabajo y paralizaban la industria, continuando con la labor de patrocinio de los primeros Borbones sobre las Reales Fábricas. Gracias a la protección Una vez superada la etapa fundacional, a las industrias estatales les sobraron privilegios, que no hicieron sino acostumbrar a sus dirigentes a la ayuda estatal, en lugar de prestar atención a la competencia o de lanzarse a sacar partido del naciente mercado nacional, impulsado por una pragmática que ordenaba la libre circulación de mercancías. ➜ La iniciativa privada En cambio, en la periferia vasca, catalana, valenciana y gallega, la iniciativa privada arraigó con fuerza, bajo la dirección de la burguesía comercial. Es la hora de Cataluña, que, mediante los capitales generados en el campo y los privilegios reales, comienza a transformar su artesanía textil, adaptándola, con el cambio de la lana por el algodón, al gusto de los consumidores, como demuestra la importancia que alcanzaron sus indianas, tejidos de algodón estampados destinados al mercado americano. Sin apenas capitales, la iniciativa privada tropezaría a menudo con los obstáculos impuestos por un mercado excesivamente regionalizado y de baja demanda. 2.5. Desarrollo del comercio ➜ El proteccionismo También en el comercio español se percibía la llegada de los aires ilustrados. Los economistas, algunos de ellos agrupados en distintas Sociedades Económicas de Amigos del País, consideraban primordial frenar el déficit crónico de la balanza de pagos y reanimar la demanda interior. Solo un mercado nacional que abarcase todo el reino podría impulsar la deseada recuperación. Para ello, nada mejor que cargar con elevados gravámenes las importaciones y liberar de trabas internas el movimiento de mercancías. Fue el comienzo de una política económica proteccionista, que, con distintos vaivenes, recorrerá la historia de España en los dos siglos siguientes. Para afrontar los gastos crecientes, el Estado ejerció de banquero después de la fundación, en 1782, del primer banco nacional de España, el Banco de San Carlos, aunOCÉANO ATLÁNTICO Mar Cantábrico M a r M edit er r án e o A Coruña Oviedo Zamora Segovia La Granja Madrid Valencia Buñol Cuenca Guadalajara Brihuega Ávila Talavera Sevilla Cádiz Córdoba Úbeda Baeza Granada Málaga Lorca Murcia Cartagena Toledo Alcoy Valladolid La Cavada Ezcaray Zaragoza Berga Manresa Gelida Terrassa Reus Barcelona Sabadell Mataró Girona Olot Ripoll Bilbao Tolosa LiérganesFerrolSombreros Papel Metalurgia Lana Algodón Seda Indianas Arsenal Artículos de lujo Zapatos Manufacturas reales 0 100 200 300 km La flota naval Los astilleros de la Península y los de Veracruz y La Habana permitieron alcanzar una gran flota, utilizada como elemento disuasorio en la política exterior y en las guerras contra Gran Bretaña al lado de Francia (Pacto de Familia de 1761) en tiempos de Carlos III, con resultados dispares. Así, tras la guerra de los Siete Años (17561763), España vio decaer su poderío en América con la pérdida de Florida, territorios en Honduras, Caribe, etc. Lo contrario ocurrió tras la guerra de Independencia de EE. UU. (1775-1783), recuperó Florida, Menorca y la colonia de Sacramento. Pero, esta flota tenía una marinería y una oficialidad con poca preparación técnica, según ponen de manifiesto los observadores de la época. Las Reales Fábricas Surgieron en respuesta a una creciente demanda del Estado, especialmente ante la necesidad de pertrechos militares y navales estandarizados. Ello explica los nuevos focos industriales en los arsenales de Ferrol, Cádiz y Cartagena; o las nuevas siderurgias de Liérganes y La Cavada. Supusieron la introducción de un nuevo sistema de organización del trabajo, la manufactura, más productivo que el taller artesanal, pero aún alejado del sistema fabril. Fueron, en general, deficitarias, y entraron en crisis cuando el Estado no pudo cubrir sus pérdidas con cargo a la Hacienda Real. A pesar de ello, actualmente subsiste la Real Fábrica de Tapices, y se ha recuperado la magnífica Fábrica de Cristales de La Granja. La industria española en el siglo xviii do intermediarios. Sin embargo, era obvia la necesidad de una reforma global del sistema. Ensenada inició un proyecto que intentaba aplicar el modelo impuesto en Cataluña y preveía realizar una estadística general de población y recursos de Castilla como paso previo. Esta fue la razón de ejecutar entre 1749 a 1756 el catastro de Ensenada para aplicar la «contribución única». Con Carlos III, el ministro Cabarrús creó los vales reales, nuevo modelo de deuda pública para atender el continuo déficit de la Hacienda. 2.7. Los límites del reformismo ➜ Resistencia de la nobleza y el clero. El motín de Esquilache El empuje más importante correspondió al marqués de Esquilache, cuyas medidas progresistas asustaron a los grupos privilegiados, dispuestos a sacar partido del descontento producido por el alza del precio del pan y de la xenofobia popular, alimentada por los numerosos ministros napolitanos. El decreto de 1766, orientado a mejorar la imagen de Madrid y de sus habitantes dentro de la amplia reforma urbana proyectada por Carlos III, degeneró en tumultos, que hicieron claudicar al monarca ante las masas. El ministro italiano tuvo que abandonar el país. Con el ejemplo de la capital, toda España fue un puro motín, agrandado por el hambre. El levantamiento, manipulado por la nobleza y la Iglesia, se transformó en símbolo del rechazo de la política ilustrada y en el primer aviso de las dificultades que harían encallar las reformas. Las investigaciones en torno al motín de Esquilache responsabilizaron a los jesuitas, cuyas riquezas y control de la educación suscitaban recelos entre los gobiernos ilustrados, que consideraban su dependencia de Roma como una infidelidad al Estado. Con el aplauso del clero y el precedente de Portugal y Francia, Carlos III los expulsó en 1767 de todos los territorios de la monarquía, confirmando el compromiso ilustrado de la Corona de imponerse a los representantes del poder religioso. Uno de los principios del despotismo ilustrado es el regalismo, teoría que preconiza el control y sometimiento de la Iglesia al Estado en la dirección de la vida política. En España, Carlos III estableció numerosas medidas de este tipo. No obstante, la política regalista, aunque enturbió las relaciones Iglesia-Estado, se mantuvo muchas veces en el terreno de los proyectos, al no atreverse el Gobierno a la reforma de la Inquisición. mercial impulsó las regiones periféricas, que promovieron variadas industrias con el fin de satisfacer la demanda de los virreinatos, los cuales venían comerciando con contrabandistas europeos a causa de la pobre oferta venida de la metrópoli. Las sociedades americanas criollas, enriquecidas con la exportación de artículos como el cacao o el café, pedían manufacturas de alta calidad, y si España no se ponía al día en su producción, serían sus rivales, Gran Bretaña, Francia y Holanda, los países beneficiados. Para proteger a la marina mercante de los ataques piratas, los ministros de Carlos III continuaron mejorando la flota española con la construcción de grandes navíos al estilo francés, adaptados a una mayor velocidad. de uno y otro lado del Atlántico, la burguesía catalana logró reunir los capitales necesarios para abordar con éxito la Revolución Industrial en la centuria siguiente. Por el contrario, otras burguesías peninsulares, refugiadas en inversiones agrícolas, llegaron tarde a la llamada de la industrialización. 2.6. La reforma fiscal La tributación era muy compleja y dificultosa por la fiscalidad de los señoríos y una maraña de peculiaridades, privilegios y exenciones: alcabalas, rentas de aduana y caudales de Indias eran los principales capítulos de ingreso. El Estado necesitaba reformar a fondo el sistema fiscal do los grupos sociales partidarios de las reformas ilustradas y los contrarios a ellas. Señala las causas y los intereses que explican estas actitudes contrapuestas. Motines y crisis de subsistencia El motín de Esquilache ejemplifica un fenómeno propio de la sociedad del Antiguo Régimen: las crisis de subsistencia y las subsiguientes algaradas populares fruto de la carestía y el malestar social. Estas crisis, originadas por las malas cosechas, el acaparamiento y la especulación, revelan que la sociedad se debatía aún en las contradicciones propias de una economía agraria, de bajos rendimientos, de cuyas rentas y excedentes se adueñaban, mediante censos, arrendamientos y tributos, los poseedores de la tierra: la aristocracia, el alto clero y la Hacienda Real. Estamos ante una sociedad que conserva muchos de los rasgos básicos de la economía feudal. Como dice Pierre Vilar: «En la base, en las estructuras profundas, sigue existiendo la contradicción fundamental entre el campesino y el señor (...). A cada crisis de subsistencia –y no son escasas–, el campesino pobre se hace vagabundo, engrosa las masas urbanas, se convierte en fermento revolucionario (...). Pero después de 1750, tanto en España como en Francia, las cosas se hicieron menos simples. Entre los campesinos pobres, periódicamente conducidos a la desesperación, y las capas dirigentes fieles a las viejas normas –caridad prudente y policía dura– han surgido los campesinos ricos, los arrendatarios de los derechos de almacenaje, los comerciantes, los funcionarios especuladores, una clase para la que el fin es el dinero, la libertad, un medio (...)». Vilar, P.: «El motín de Esquilache y la crisis del Antiguo Régimen», en Revista de Occidente, n.° 107, 1972. El rezo del rosario, de Luis Paret y Alcázar. Esta obra, de un notable pintor costumbrista de la segunda mitad del siglo xviii, alude a la religiosidad popular. La Iglesia española, que poseía cerca del 20 % del riqueza territorial, ejercía una influencia poderosa en las conciencias de la inmensa mayoría de la población. Para ilustrados y viajeros extranjeros, la religiosidad popular española se basaba en reliquias, milagros, indulgencias, procesiones y una acendrada devoción a la Virgen y al Santo Patrón de cada lugar. Los ilustrados, que admiraban la racionalidad y el rigor incluso en cuestiones de fe, denunciaban como superstición estas prácticas, llegando a hablar de España como de un país escasamente «cristianizado». La religiosidad popular Motín de Esquilache, de José Martí y Monsó (1864). Oficiales reales obligan a paisanos a sustituir sus sombreros de ala ancha y largos capotes por tricornios y capas cortas que permitan su identificación. regia se ampliaron las de Guadalajara, que con sus 21 000 que su actividad no consiguió aliviar las angustias de la 12 empleados albergaban una de las mayores concentraciones manufactureras de España; creció la de Talavera y se Hacienda Pública.anayaeducacion.es Consulta el vídeo de la meta 1.1 del ODS 1. 13 fundó la de Ávila. El patronato oficial se concentró muy especialmente en Castilla y Andalucía, las regiones más Actividades 05_u05_HistoEsp2Bach.indd 12-13 afectadas por el parón del siglo xvii, que asentaban los grandes centros consumidores de la capital de la monarquía y el eje Sevilla-Cádiz-América. 7 Investiga y señala en un esquema las causas de la inviabilidad económica de las Reales Fábricas. Flota naval. Fábrica Real de Brihuega. 4/2/21 12:38

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05_u05_HistoEsp2Bach.indd 10-11 Actividades para fijar las ideas fundamentales e interpretar alguno de los documentos .

Gran variedad de imá-

genes mapas, fotografías, dibujos, etc.

4/2/21 12:37 Información adicional con reseñas biográficas de personalidades clave y textos complementarios sobre diversos temas. del período analizado.

Las claves

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