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APAGONES SON CULPA DE LA CFE

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● En Ciudad La Venta, Huimanguillo concluyen que es la falta de mantenimiento, por años, a líneas de la paraestatal lo que causa las fallas constantes. 2

ODISEO CONFINADO

Gamaliel S Nchez

Yo soy el Profe

Aquel miércoles de noviembre, el Profe jugaba volibol a la hora de recreo cuando, de repente, se desmadejó y dio con su humanidad al suelo. Pero de inmediato se levantó y siguió jugando. Sus compañeros lo cotorreaban.

El sábado, el Profe se levantó en la mañana y descubrió que perdía el equilibrio, llamó a su médico y le dijo que lo atendería el lunes. El domingo despertó con el párpado derecho hinchado y no podía ver bien con ese ojo.

El lunes, con dificultades para caminar y ver, fue con su médico. Lo mandó a una tomografía. Se la realizó por la tarde, sus problemas con el equilibrio crecían, su ojo veía menos. Esa noche su sueño fue intranquilo. Al día siguiente, la tomografía dijo que no había problema alguno. Su médico lo canalizó al otorrino. El otorrino lo recibió, después de oír la problemática del Profe lo auscultó, le diagnosticó infección en los oídos y le recetó.

Tranquilo, el Profe volvió a casa. Apenas llegaba cuando su jefa le habló para solicitarle la licencia médica, no la tenía. Por la tarde pidió de favor lo llevarán al ISSET. Llegado su turno y, después de contar su desgracia, el médico dijo que si le podían dar una, pero como él trabajaba por la mañana (el Profe) tenía que gestionar su licencia en el mismo turno. Incrédulo y decepcionado regresó a su casa.

A la mañana siguiente, todo totoreco, volvió al ISSET, contó su desgracia, sin conmover a una doctora malencarada que de manera brusca le dijo que se fuera a la escuela, que no había licencia.

En la escuela, sus alumnos, al verlo en estado tan deplorable, lo rodearon y lo acompañaban en su caminar incierto. Cuando su directora lo vio, no exigió licencia, al contrario, conmovida, le dijo que se regresara a curar, que ya ella se las arreglaría, que no se preocupara.

Esa misma tarde el Profe acudió con el neurólogo quien después de auscultarlo diagnosticó una isquemia cerebral, eufemismo de infarto cerebral, recomendó tratamiento y una resonancia magnética y ultrasonido de las carótidas. Los estudios confirmaron el diagnóstico, con ellos en la mano el galeno dijo al Profe que si tenía servicios médicos ahí debían darle mínimo la medicina. Él solo sonrió y con desgano respondió: No me han querido dar una pinche licencia, menos los medicamentos.

Probablemente algunos dudarán de este breve y resumido relato, lo que entiendo perfectamente, se nos ha dicho hasta el cansancio que estamos como en Dinamarca. Sin embargo, yo no guardo duda alguna: Yo soy el Profe.

• Los apagones no han cesado en La Venta, y CFE nunca da la cara.

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