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Fin de la pandemia; un canto a la esperanza
-SIETE MILLONES DE HISTORIAS TRÁGICAS, REFLEJAN LA MAGNITUD DEVASTADORA DEL VIRUS
-ESTA FECHA DEBE SER RECORDADA COMO EL “DÍA DE LOS SOBREVIVIENTES”
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-AHÍ QUEDAN LAS DESPEDIDAS A DISTANCIA Y DE MUCHOS RECUERDOS DE SUS PROTAGONISTAS
Especial
ENRIQUE SÁNCHEZ
GRUPO CANTÓN
CIUDAD DE MÉXICO. Fin a la pandemia, al horror y al duelo de quien no pudo ni abrazar a sus muertos. El mundo cambió para siempre. Hay que celebrar, y aunque el dolor todavía no se cure, hoy es la fiesta universal de los supervivientes.
Adiós a la pandemia, aún cuando no se ha ido del todo, hay que entender este mensaje, más bien, como un anuncio de preparación para la siguiente epidemia; la OMS decretó el final de esta dura experiencia que dejó atrás 7 millones de historias trágicas.
Ahí siguen sus secuelas de dolor, de impotencia, de despedidas a distancia y de muchos recuerdos de sus protagonistas, que quedaron tirados en el torbellino del volver a nacer.
La fotografía inédita que semeja a la de cualquier parte del mundo, ahí queda para que aprendan los sobrevivientes.
Son días de esperanza los que vienen, pero el poema se pasma cuando eleva sus recuerdos a los patios grises, vacíos. “Los pasillos
En Breve
mustios, devastados, lucen pulcros de tan inertes. Hacen falta los pasos, las carreras a la fila, se sienten ausentes las charlas del recreo, los buenos días de bienvenida. Las sillas y mesas se arrinconan inútiles sin encontrarse un sentido, sin saberse ninguna razón. Las aulas calladas atrapan, como en juegos incesantes, las risas que, en sus muros, se atesoran con añoranza; les persiguen queriendo atraparlas, sin entender que no es cuestión de pérdida, sino de esperanza. La solemnidad de los edificios pretende confundir al ojo ajeno, hacerle parecer un triste paisaje desierto, sin explicarle la riqueza que se teje desde adentro. Tantos muebles, tantos libros y espacios soberbios creyén- dose tan necesitados, desconocen lo invencible del talento. En su inmovilidad, no se han enterado de que ni el juego ni el aprendizaje se han detenido, es tan sólo que, por un tiempo, se han mudado”. En el tiempo el afán desconsolador vino a menos. Los salones ansiosos ya no esperan a sus voces cotidianas, ya están con ellos; los pizarrones, las canchas y los patios gozan el regreso de sus niños, la vida volvió a su lado. En tropel llegaron para saber cuánto han crecido, escucharse todo lo que hicieron en estos días, lo que aprendieron y, al ser niños, todo aquello que les ha maravillado. Miran discretamente a sus maestros, preguntándose ¿Y él o ella que habrán hecho?
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INAH ENTREGARÁ LA ESCULTURA DEL CABALLO DE SANTIAGO APÓSTOL
La imagen de Santiago Apóstol volverá a montar su corcel, en Izúcar de Matamoros, Puebla, informó la Secretaría de Cultura federal quien a través del lNAH, de la CNCPC y del Centro INAH Puebla, entregará a la feligresía de la Parroquia de Santiago Apóstol la nueva cabalgadura del santo patrono.
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