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Arreando al elefante
Ministra apapacha a discípula de García
Luna
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Listo. Quedó aclarado. No era un meme. La ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, confirmó que sí le envió mensajes intimidatorios a Alejandro Armenta Mier, presidente de la mesa directiva del Senado de la República.
Es decir: los mensajes de WhatsApp que decían algo así como que yo soy Norma Piña y hablo a nombre estrictamente personal para decirle que, seguramente, usted no puede pueda ver a sus hijos a la cara, son reales.
Sí. Esos mensajes donde la ministra presidenta, a través de mensajes directos, dice a un legislador: “usted no me conoce” y ahí le van estos emoticones burlones, para que me vaya conociendo, resulta que sí son de Norma Piña.
CIUDAD DE MÉXICO
El presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, contrató desde enero pasado a Sonia Vargas Terrero, exdirectora de recursos materiales, servicios generales e Infraestructura de la extinta Policía Federal de Genaro García Luna, y fue esa servidora quien firmó 10 contratos millonarios que están bajo investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera.
Durante la conferencia matutina, el mandatario detalló que la ex colaboradora de García Luna se desempeña como coordinadora de Administración del Consejo de la Judicatura.
“Me entregaron de la Ofi - cialía de Partes de Atención Ciudadana, que me querían entregar unos papeles de aquí de mis vecinos de la Corte, y lo que me trajeron: resulta que la presidenta contrató a la que era directora de Recursos Materiales cuando García Luna, está en la investigación de todos los contratos que entregaron”, dijo al tiempo de señalar que se citará para el próximo lunes a titular de la UIF, Pablo Gómez Álvarez para que detalle los millonarios contratos investigados
En la información presentada por el mandatario, Vargas Terrero se desempeñó como Directora General de Recursos Materiales, Servicios Generales e Infraestructura de la Policía Federal Preventiva, en el período de Genaro García Luna, quien actualmente se encuentra esperando la sentencia en su contra en Estados Unidos al ser declarado culpable de nexos con grupos criminales de narco.
Entre el 2009 y el 2012, la exfuncionaria firmó 10 contra- tos relacionados con la adquisición para mantenimiento, prestación de servicios, e infraestructura de la Policía Federal Preventiva por un monto total de 316 millones 675 mil 995 dólares, con las empresas Nice Systems LTD y NUNVAV Inc, que se encuentran en investigación por parte de la UIF y la FGR.
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“Son contratos de muchísimo dinero. Más que preocuparme, me ocupo, tengo que estar más despierto que de costumbre, están buscando bloquear, contrarrestar todo lo que hacemos, y es ya de manera abierta, descarada, la Corte es un poder al servicio del bloque conservador”, señaló el presidente López Obrador quien sugirió la hipótesis de que se descongelaron de cuentas de la esposa de García Luna por parte de un Tribunal Colegiado luego de la contratación de Vargas Terrero.
“¡Pues coincide! Esa señora estaba ahí, es una hipótesis”, aseveró.
Pero seamos claros: esta mujer, heroína de fifís y conservadores, resultó ser toda una fichita. Porque, lejos de ser esgrimir un lenguaje directo, como presume, ha resultado ser una auténtica pendenciera.
De entrada, se mofó de un representante electo (democráticamente) por el pueblo, y amenazó la práctica legislativa de un senador.
Si creíamos que algunos ministros se comportaban como gánster, ahora lo comprobamos. A Norma Piña, y a varios de los ministros y ministras que tienen secuestrada la SCJN, la toga les ha venido grande.
Y las preguntas se derraman en cascada: ¿Una ministra que admite haber enviado mensajes conminatorios a un legislador, merece ser la cabeza de la Suprema Corte de Justicia de la Nación? ¿No será peligroso que una persona soberbia y arrogante sea la presidenta del máximo tribunal constitucional de México? ¿Cómo confiar en que una persona déspota y bravucona sea la máxima autoridad jurisdiccional del Poder Judicial de la Federación de México?
Porque si ese es el trato que Norma Piña da a un senador con fuero, imagine usted cómo tratará, de ser el caso, a la población en general.
Y si a esos desplantes belicosos agregamos que la presidenta de la SCJN contrató a una excolaboradora de Genaro García Luna, ahí sí las cosas ya se vuelven delirantes.
¿O a usted no le parece peligroso que una ministra (agresiva) haya apapachado y consentido a la colaboradora de un delincuente como Genaro García Luna?
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