Disertaciones Vol 2 No 2

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Anuario electrónico de estudios en Comunicación Social

ISSN: 1856-9536 / p. pi 200808TA119 Volumen 2, Número 2 / Julio-Diciembre 2009 Versión PDF para imprimir desde

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Directora Herly Quiñónez (ULA) disertaciones@ula.ve Editores Carlos Arcila Calderón (ULA) arcila@ula.ve Raisa Urribarri (ULA) uraiza@ula.ve Editora del número Claudia Cavallin (USB) ccavallin@hotmail.com Asesores Josefina Balbo-Universidad Nacional Experimental del Táchira Mabel Calderín-Universidad Católica Andrés Bello Carlos Delgado Flores-Universidad Católica Andrés Bello Juan Antonio Gaitán Moya-Universidad Complutense de Madrid Carlos Guzmán-Universidad Central de Venezuela Ángel Páez-Universidad del Zulia Fernando Ruiz-Universidad Austral Raquel Rivas Rojas–Universidad Simón Bolívar Moraima Guanipa–Universidad Central de Venezuela Reinaldo Cortés (ULA) Argelia Ferrer (ULA) Raquel Flores (ULA) Patricia Henríquez (ULA) Teresita Jiménez (ULA) José A. Sosa (ULA) Carmen Aidé Valecillos (ULA) Mireya Vivas (ULA) Consejo Editorial Andrés Cañizález -Universidad Católica Andrés Bello Claudia Cavallin- Universidad Simón Bolívar Bernardino Herrera- Universidad Central de Venezuela María Isabel Neumann-Universidad del Zulia Ramón González Escorihuela (ULA) Jorge Moret (ULA) Lidia Ruiz (ULA)

Avenida Universidad, Paramillo Universidad de Los Andes - Táchira Departamento de Comunicación Social San Cristóbal, Venezuela p. pi 200808TA119 ISSN: 1856- 9536

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EDITORIAL

En el amplísimo espectro temático que abarca la comunicación y la cultura hemos compilado esta serie de artículos que conforman el segundo número del Volumen 2 del Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social “Disertaciones”, correspondiente al segundo semestre de 2009. En esta oportunidad, hemos querido llevar a nuestros lectores a través de un paseo virtual que da cuenta de diversos encuentros con el hecho cultural y sus actores, además de presentarles diversos estudios teóricos y de casos que permiten ponderar la repercusión que los nuevos escenarios contemporáneos tiene sobre esa vasta concepción de lo que significa la aproximación a la cultura en nuestros días. En este número nos sentimos orgullosos de contar con la intervención de acuciosos pensadores de la comunicación y sus problemas, tanto en el ámbito nacional como internacional. Entre sus colaboraciones destacamos dos ensayos que reflexionan sobre la cultura global y local. El primero, de Fernando Mires, escritor, filósofo y profesor de la Universidad de Oldenburg, Alemania, quien escribió para Disertaciones un artículo titulado El Mito del Imperio Global, en el cual cuestiona abiertamente al nuevo fantasma que avanza sobre el mundo – el marxismo/globalismo- a través de la lectura de uno de los textos más discutidos de los últimos años: Imperio de Richard Hardt y Toni Negri. El segundo, de Milagros Socorro, periodista, profesora y literata, viene escrito desde la memoria de lo nacional y se titula Señoras de la Noticia. En este texto se destaca una importante faceta del periodismo venezolano a partir de una crónica que desgrana el oficio de las aguerridas mujeres periodistas en nuestro país. Centrados en el momento contemporáneo y analizando a profundidad la problemática del ejercicio de la comunicación en los tiempos que corren, tenemos tres artículos que llaman a la reflexión sobre la vinculación inminente entre la educación, las tecnologías y la cultura. En Repensar la textualidad de la imagen Página 4 Universidad de Los Andes - 2009


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digital: Una propuesta metodológica para la lectura lúdica de pantallas digitales, Mariella Azzato y Cristian Álvarez abordan la importante y necesaria discusión sobre la lectura en las pantallas digitales y su repercusión en el mundo educativo. La profundidad de sus argumentos y la concreción con la que son planteados se explica fácilmente desde las imágenes que acompañan al texto y que representan, gráficamente, la esencia de la metodología desarrollada por los autores. Del Twitter como plaza o cómo se configuran los nuevos espacios para el periodismo cultural, escrito por Claudia Cavallin, plantea, ya de manera más directa, la intervención de las tecnologías digitales en el ejercicio del periodismo cultural y cómo a partir de su inclusión se ven modificados los espacios de encuentro y discusión del hecho cultural, diseñando nuevas tramas que proponen puntos de coincidencia virtuales que emulan los espacios tradicionales. Luego, en la investigación titulada Comunicación interna y cultura en las organizaciones: Caso Grupo FISA (España), Carlos Arcila y Jorge Moret evalúan cómo funciona el sistema de creencias y artefactos culturales de una empresa, en el marco del uso de las tecnologías, que permiten desmontar ciertos mitos corporativos para resaltar la fuerza de la comunicación de los valores organizacionales que descansa en la comunicación oral y la capacidad de convicción de las personas. Ya más cercanos al oficio del periodismo mismo, Herly Quiñónez escribe La Cultura Ambiental en la prensa venezolana: Estudio de los diarios El Nacional y El Universal (2000-2004), donde analiza los valores que se deben difundir para la adquisición de una cultura ambiental a partir de la lectura de dos diarios venezolanos, destacando el papel de la responsabilidad social para la difusión y diseño de informaciones que realmente aborden correctamente el tema e instruyan a los lectores sobre el conflicto ambiental. Como un aporte al género de la entrevista cultural, María Del Carmen Porras expone, en su ensayo La entrevista literaria: Una poética dialogada: Crítica y ficción de Ricardo Piglia, las estrategias que este autor ha utilizado para recrear una estructura que se soporta sobre la base de la entrevista en el texto Crítica y ficción, y que mantienen un particular género de comunicación oral que poco a poco develan la complejidad del escritor. Finalmente, tenemos un estudio de la comunicación presente en las telenovelas latinoamericanas a partir de la lectura crítica de un “culebrón” titulada ¿Quién es Betty la fea? Entre la fea y la Ugly, de Isabel Rodríguez Barradas cuyo eje central se ubica en el desmontaje del mito de la novela tradicional en virtud de Página 5 Universidad de Los Andes - 2009


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establecer un género que se aproxima al cuento maravilloso y que supera las barreras del lenguaje y responde a las necesidades inéditas de los televidentes del momento. Esta panorámica de fenómenos, visiones y temáticas no puede menos que señalar la diversidad de caminos por la que transita el hecho cultural y subrayar la heterogeneidad de aproximaciones que pueden hacerse para su estudio. Por ello, hablar de comunicación y cultura hoy en día es dejar abierta siempre la puerta para la incorporación permanente de nuevos contenidos que promuevan discusiones y multipliquen los alcances de aquello que, desde hace mucho tiempo, dejó de estar encasillado en compartimientos estancos que pretendían limitar la noción de cultura e impedir los vibrantes avances de la comunicación.

Claudia Cavallin Calanche Editora del Vol. 2 (2) de Disertaciones

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ENSAYOS

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Mires, F. (2009). El mito del imperio global. Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", 2 (2), Artículo 1. Disponible en la siguiente dirección electrónica:

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EL MITO DEL IMPERIO GLOBAL THE MYTH OF THE GLOBAL EMPIRE

MIRES, Fernando. Catedrático de la Universidad de Oldenburg - Alemania fernando.mires@uni-oldenburg.de Página 8 Universidad de Los Andes - 2009


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RESUMEN El presente ensayo cuestiona abiertamente al nuevo fantasma que avanza sobre el mundo, el marxismo/globalismo, a través de la lectura de uno de los textos más discutidos de los últimos años: Imperio de Richard Hardt y Toni Negri. Según el autor, la diferencia con el marxismo-leninismo es que éste traía consigo la promesa de la sociedad total –es decir, sin propiedad, sin Estado, sin clases–, mientras que el marxismo-globalismo trae consigo la promesa maldita de la globalidad total, el Imperio del capital, a cuya diestra se encuentra situado el espíritu del mercado mundial, y a su izquierda, los globalistas de la post-modernidad. Palabras clave: Globalización, Cultura, Imperio, Richard Hardt, Toni Negri, Marxismo. Recibido: 27 de octubre de 2009 Aceptado: 1 de noviembre de 2009

ABSTRACT This essay openly questions the new phantom that is going all around the world, called the Marxism-Globalism. The critiques are exposed through the reading of one of the most discussed book in these last years: Empire, written by Richard Hardt y Toni Negri. According to the author of current essay, the difference between Marxism-Leninism and the Marxism-Globalism, is that the first of them brought with it the promise of total security (no properties, no State, no social classes), and the second one brought the dammed promise of total globality (Capitalism Empire), in which we find, in the right hand, the world market spirit, and, in the left hand, the globalities of postmodernism.

Key words: Globalization, Culture, Empire, Richard Hardt, Toni Negri, Marxism.

Submission date: October 27th, 2009 Acceptance date: November 1st 2009

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Hay un nuevo fantasma que avanza sobre el mundo: el marxismo-globalismo, continuación (más algunas nuevas formas) del marxismo-leninismo después de que terminó el comunismo. Pero a diferencia del marxismo-leninismo que traía consigo la promesa de la sociedad total –es decir, sin propiedad, sin Estado, sin clases– el marxismo-globalismo trae consigo la promesa maldita de la globalidad total, el Imperio del capital, a cuya diestra se encuentra situado el espíritu del mercado mundial, y a su izquierda, los globalistas de la post-modernidad. De los aportes marxistas-globalistas, ninguno ha logrado mayor resonancia que Imperio de Richard Hardt y Toni Negri (2001). Debido a esa razón he elegido a ese texto como base para iniciar mi crítica a la ideología marxista-globalista de nuestro tiempo. Quizás deba agregar que se trata de una crítica académica-política. Académica, porque apunta a un tema de permanente discusión intelectual (basta hojear las ponencias que se presentan a los diversos congresos de ciencias sociales). Política, porque para nadie es un misterio que la ideología del “imperio” sirve como legitimación a diversas dictaduras y autocracias post-globales.

1. La negación a pensar el totalitarismo Definitivamente el derrumbe del imperio soviético no significó el fin de proyectos ideológicos que sirvieron de legitimación a la dominación totalitaria. Ello se ha hecho sobre manifiesto en los centros productores de ciencias sociales; en especial en países europeos occidentales que no vivieron la experiencia totalitariacomunista. Incluso antes de que hubiera sido derribado el muro de Berlín, la izquierda académica occidental había perdido, alarmantemente, la conexión entre la ideología que profesaban y la realidad política en que vivían. Esa ideología era en lo fundamental un marxismo sin “clase obrera”, sin “lucha de clases” y sin antagonismos reales, aparte de esa abstracción casi divina (o lo que es exactamente lo mismo pero al revés: demoníaca) que era “el capital” en sus múltiples y supuestas formas de expresión. Página 10 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones El marxismo ideológico de la izquierda académica había llegado a ser un significante de un significado que ya no existía. El marxismo occidental era los libros del marxismo; y muy poco más. Así no extraña que cuando fue derrumbado el muro de Berlín, muchos representantes de esa izquierda académica continuaron rindiendo culto a las mismas categorías, haciendo como que en la realidad no hubiera pasado nada, autoconvencidos de que ese supuesto comunismo que fue destruido por las multitudes existentes y reales (que no tienen nada que ver con esa “multitud” fantasmagórica que nos ofrecen Hardt y Negri como substituto del “proletariado”) hubiera sido algo que no tenía “nada que ver” con la veracidad absoluta de sus ideologías. “La negación a pensar acerca del totalitarismo” (Lefort) era y es la principal característica de la izquierda occidental. Esa es también una característica del marxismo post-moderno de Hardt y Negri. Más aún, es una característica intencional, como confiesan los propios autores en un casi inadvertido pie de página: Las nociones de “totalitarismo” construidas durante la Guerra Fría probaron ser instrumentos útiles para propaganda, pero herramientas analíticas completamente inadecuadas, derivando a menudo en métodos inquisitorios y dañando los argumentos morales (?). Los numerosos estantes de nuestras librerías llenos con análisis del totalitarismo moderno deben ser vistos actualmente con vergüenza y eliminados sin vacilaciones. (Hardt y Negri, 2001: 245) (cursivas del autor). ¿“Vistos con vergüenza”? ¿”Eliminados sin vacilaciones”? ¿No es el idioma ideológico del totalitarismo el que aquí asoma? Lo reprimido siempre vuelve, escribió Freud. Y a veces en un pie de página. Por cierto, estoy lejos de pensar que en el totalitarismo ideológico surgido del marxismo ya estaba constituido el plan que llevaría a la construcción del imperio soviético. Pensar eso significaría adscribir a la misma lógica marxista-leninista que supone que el socialismo estaba incubado en el capitalismo, cuya nueva variante es la de Hardt y Negri, a saber; que en el imperialismo tradicional representado por los EEUU ya estaba contenida la “idea” del Imperio.

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones La noción hegeliana (y en cierto modo, darwiniana) de que “lo uno ya contiene a lo que viene” es correspondiente a una naturalización de la historia, naturalización cuyo objetivo es substituir a los hechos por una historia orgánica que existe antes de los hechos que la constituyen. Incluso, los cientistas naturales son menos naturalistas que los marxistas, sean clásicos, leninistas, o simplemente globalistas. “El árbol viene de una semilla –me decía hace poco tiempo un amigo botánico– Pero la semilla no contiene al árbol en sí; ni siquiera su posibilidad. Para que aparezca el árbol, una semilla no basta; hay además que agregar la humedad, la altura, la temperatura, la luz, y a veces, el cuidado humano, para que alguna vez aparezca el proyecto de un árbol. Incluso pueden estar dadas las más favorables condiciones y tampoco aparece el árbol; y de pronto, casi sin ninguna condición, aparece el árbol”. “Y si el árbol es producto de imprevisibles contingencias –pensé yo– ¿qué será de nosotros que no somos árboles?”. No obstante, tampoco se trata de afirmar aquí que la teoría marxista es absolutamente inocente de aquello tan terrible que ocurrió en su nombre. Si el marxismo pudo ser convertido en ideología del poder totalitario, es porque portaba dispositivos que permitieron, bajo determinadas condiciones, esa operación. Hannah Arendt, quien llamó una vez a Marx “el padre de la ciencia social” (Arendt, 2000: 312) fue quizás quien descubrió antes que nadie, entre los críticos del marxismo, el profundo carácter antipolítico de la ideología marxista. La antipoliticidad del marxismo se deja ver, como anota Laclau (S/F), en la existencia de una clase universal que al posesionarse del conjunto del desarrollo histórico pasa por sobre los antagonismos contingentes que son los medios que dan sentido a la vida política. El comunismo de Marx era, en efecto, una promesa post-política. Ahora bien, y éste no es ningún juego de palabras: en esa creencia en la totalidad de la historia reside el dispositivo que llevó a “usar” el marxismo como medio de legitimación del poder total. La idea de totalidad es la que permite además situar a la teoría en un nivel de representación inalcanzable por todo tipo de experiencia, pues éstas al ser concebidas como piezas que llevan a la realización de la totalidad ideológicamente pre-constituida no pueden, a su vez, determinar a la totalidad, porque ésta ya se encuentra autodeterminada. Lo que quiero decir entonces, es lo siguiente: que entre una totalidad ideológica que suprime el juego contingencial de los antagonismos, y por lo mismo, la posibilidad de construir lo social a partir de lo Página 12 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones político, y el poder totalitario, que se erige como representante supremo de la historia universal, hay más de alguna relación. Justamente, a partir de la persistencia ideológica de las totalidades absolutas es que fue posible que inmediatamente después de la caída del muro de Berlín, hubiera aparecido el último grito de la moda socioeconomicista de nuestro tiempo: la ideología de la globalización económica total. Ahora bien, una de las expresiones más acabadas de esa visión totalitarista de la historia es el Imperio de Hardt y Negri. Como afirman los propios autores: “El Imperio es el sujeto político que regula efectivamente estos cambios globales, el poder soberano que gobierna al mundo” (2001: 9). Pero, curiosamente, antes de la caída del muro de Berlín, el marxismo no era (todavía) globalista. Y por cierto –hasta los globalistas estarán de acuerdo en eso– la globalización no apareció porque el ignominioso muro hubiera sido derribado, pues la caída del muro fue un acontecimiento político y la globalización es –dicen los mismos globalistas– un proceso predominantemente económico. Lo que sí apareció después del muro –y aquí afirmo que esa aparición no fue casual– no fue la globalización sino la ideología de la globalización. De acuerdo a la ideología de la globalización, el capital, en su forma imperialista alcanzaba su punto más alto posible. El globalismo sería así, para los globalistas, y como ya formulé en otro libro “la fase superior del imperialismo”, esto es, una suerte de marxismo-leninismo substitutivo, pero sin referencia directa a Marx ni a Lenin. De este modo la noción de totalidad histórica era reconstruida en función de un “nuevo” objetivo histórico: la globalización, estadio final de la moderna humanidad, aquel “comunismo del capital” donde según Hardt y Negri “la dialéctica de la soberanía entre el orden natural y el orden civil ha llegado a su fin” (2001: 202) tesis que, por lo demás, es expresada por los autores sin el más mínimo asomo de duda: “Nuestra hipótesis básica es que la soberanía ha tomado una nueva forma, compuesta por una serie de organismos nacionales y supranacionales unidos bajo una única lógica de mando. Esta nueva forma global de soberanía es lo que llamamos Imperio”. (2001: 10) La fascinación que ha ejercido entre las izquierdas académicas de nuestro tiempo el Imperio de Hardt y Negri reside –creo así advertirlo– en que ha reconstituido la filiación teórica de la ideología globalista a la que entienden, no como ruptura, sino como continuidad con el marxismo de Marx y con el marxismo antiimperialista de Página 13 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Lenin. Pero esta vez, el marxismo, aparece situado por los globalistas en otra “fase superior” que llevará, en el exacto sentido hegeliano del término, al fin definitivo de la historia. Esa idea básica del marxismo filosófico es la misma que escandalizó a las “izquierdas” cuando la vieron reflejada en el Fin de la Historia de Fukuyama (1992). Pero después esa idea ha sido expresada por los marxistasglobalistas de un modo aún más caricaturesco que Fukuyama. Entre muchos otros, escriben Hardt y Negri: (…) el concepto de Imperio no se presenta a sí mismo como un régimen histórico originado en la conquista, sino como un orden que, efectivamente, suspende la historia, y así fija el estado existente para la eternidad (....). El Imperio presenta su mando no como un mando transitorio en el movimiento de la historia, sino como un régimen sin límites temporales, y en este sentido, fuera de la historia, o en el fin de la historia” (2001: 13). El globalismo se ha reconciliado, gracias a Hardt y Negri, con su propia prehistoria ideológica totalitaria: el marxismo-leninismo. El marxismo-globalismo es, efectivamente, el marxismo de nuestro tiempo. Los ídolos pueden ser –después del aporte de Hardt y Negri– nuevamente adorados. Lo único que ha cambiado es el objetivo histórico que ya no es la socialización, sino la globalización de la producción y de las finanzas. En lo primordial, para el marxismo clásico, para el leninista, y para el globalista, la historia es una dama que se encuentra embarazada con su destino, sin necesidad –misterio post-católico inaccesible a toda comprensión humana– de ningún acto de pro-creación. Y aunque la realidad que representó el marxismo-leninismo yace en ruinas, el marxismo-globalismo ofrece una nueva totalidad ideológica, una nueva y a la vez muy antigua visión totalitaria de la historia y de la realidad. Esa fase totalitaria, a la que creíamos superada con el derrumbe de los sistemas de dominación nazi y estalinista, ha sido definitivamente alcanzada gracias a la globalización de la economía mundial. Esa es la tesis marxista-globalista de Hardt y Negri: El concepto de Imperio se caracteriza fundamentalmente por una falta de fronteras: el mando del Imperio no tiene límites. Primero y principal, entonces, el concepto de Imperio incluye a un régimen que, efectivamente, abarca a la totalidad espacial, o que, realmente gobierna Página 14 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones sobre todo el mundo civilizado. Ninguna frontera territorial limita su reinado (2001:13). En otras palabras: el Imperio de Hardt y Negri nos ofrece una nueva visión total y totalitaria de la historia. Obviamente; para explicitar algo más que una opinión tan poco cortés, debo precisar entonces que es lo que aquí entiendo por totalitarismo.

2. El marxismo existente y real Entiendo el concepto de totalitarismo a partir del sentido que le otorgó Arendt (2000), vale decir, como una dominación o poder total que controla la existencia de los habitantes de una nación, apropiándose del mundo privado, y con ello, cerrando la posibilidad de que sea abierto un espacio de confrontación política. Al no existir límites entre lo privado, lo público y lo político, el Estado se apropia de todo espacio de circulación social siendo eliminada, como en el Imperio de Hardt y Negri, las nociones de un adentro y de un afuera. Anulada la confrontación política, la dominación es realizada mediante el ejercicio sistemático del terror, el que controla la vida humana no sólo desde el Estado hacia “abajo”, sino que además desde “abajo” hacia el Estado. Esa fase que fue vivida, sobre todo durante el totalitarismo comunista –que Hardt y Negri ignoran en términos absolutos– habría sido alcanzada actualmente al haber llegado “la historia” a la fase de su globalización total, fase que suprime incluso la soberanía de los Estados para incluirlos en su propia totalidad. El totalitarismo de Hardt y Negri ya no es el del Estado nacional, sino el del Imperio, que es a su vez una suerte de Supra-Estado virtual de la era global. Así lo dicen Hardt y Negri: (…) el mando del Imperio opera sobre todos los registros del orden social, extendiéndose hacia abajo, hacia las profundidades del mundo social. El Imperio no sólo maneja un territorio y una población, sino que también crea el mundo que habita. No sólo regula las interacciones humanas, sino que también busca, directamente, regir sobre la naturaleza humana (2001: 13). Ahora bien, el terror total del mundo totalitario, sea estatal o “imperial”, tiene su origen en ideologías en las cuales subyace, aunque sea potencialmente, una concepción del mundo que niega radicalmente a la política como medio de Página 15 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones intercomunicación social. El totalitarismo es producto de una ausencia: de la ausencia de política, y a la vez, la ausencia de política se deja explicar por una sobrepresencia de destino y una sobreausencia de las imprevisibilidades contingentes. Pienso entonces, puesto que el totalitarismo efectivamente existió, que la teoría marxista no fracasó históricamente, como sostienen muchos de sus detractores. Por el contrario: se cumplió efectivamente; y eso ocurrió, sobre todo, en la Unión Soviética. El objetivo histórico que anunciaban los marxistas: la sociedad sin clases, fue allí realizado, pero al precio de la negación de la política, esto es, del medio que regula los diferentes intereses, sean sociales o culturales a través de sus imprevisibles confrontaciones en un espacio que no se encuentra cerrado, ni por cercos culturales ni ideológicos. Un orden en el que prevalecían un Estado total, un Partido Único y una sociedad sin clases, no ofrecía, objetivamente, ningún espacio para la realización de la política como representación de intereses (y de ideales). De ahí que los teóricos marxistas de nuestro tiempo, incluyendo a quienes manejan el paradigma marxista sin mencionarlo, son efectivamente, no sólo post-modernos, sino que también post-comunistas. Así como el marxismo fue una teoría de la sociedad capitalista en su fase industrial –quizás la más lúcida, compleja y fascinante teoría de la modernidad– el marxismo-leninismo, según sus propios seguidores, era la teoría del capitalismo en su fase imperialista, y como el imperialismo era la última fase del capitalismo, según Lenin, era también, el marxismo-leninismo, la teoría general de la sociedad comunista. El marxismo-leninismo era el marxismo soviético. El marxismoglobalismo es, en consecuencia, la teoría de ese supuesto orden mundial que surge después de la caída del comunismo y, según Hardt y Negri, después de la fase imperialista del capitalismo: el Imperio de un capital sin Imperio: un orden “de derecho” y de dominación planetaria. El marxismo-globalismo es una teoría general de la economía mundial habiendo ésta alcanzado la fase post-comunista y post-imperialista. Así como el marxismo de Marx fue la teoría marxista del siglo XIX; el marxismo-leninismo fue la teoría marxista del siglo XX. El marxismo-globalismo es, o pretende ser, la teoría marxista del siglo XXI: el de la globalización total. Y esta no es sólo mi interpretación; son los mismos autores de Imperio quienes se encargan de Página 16 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones establecer el nexo entre el marxismo-leninismo y el marxismo-globalismo. Así es, por ejemplo, cuando afirman: El imperialismo crea para el capital una camisa de fuerza que en un determinado momento bloquean el desarrollo capitalista y el absoluto desarrollo del mercado mundial. El capital debía, finalmente, superar al imperialismo y destruir los límites entre “adentro” y “afuera” (2001: 246). Y luego agregan: Sería una exageración afirmar, a partir de esas reflexiones que el análisis del imperialismo de Lenin lleva directamente a la teoría del Imperio. Pero es verdad sin embargo, que su punto de vista revolucionario deja claro un nudo gordiano en el desarrollo capitalista; un nudo gordiano que debe ser desatado (2001: 246) Ellos, Hardt y Negri, desatan el nudo gordiano; eso piensan al menos.

3. Los nudos gordianos del capital Para Marx el capitalismo nacional estaba bloqueado por las naciones no capitalistas. Para Lenin, el imperialismo internacional estaba bloqueado por las naciones capitalistas. Para Hardt y Negri, la globalización internacional está bloqueada por el imperialismo internacional. Al igual que sus predecesores, Hardt y Negri imaginan que rompen los que ellos llaman “nudos gordianos” que impiden entender la nueva fase de la historia mundial. Quizás en algunos años más, alguien escribirá otro libro relativo a que el capitalismo intergaláctico se encuentra bloqueado por el capitalismo global, y así sucesivamente. Cada vez el capitalismo avanzará más y más, hasta alcanzar quizás al propio Dios que está en los cielos. Ese será el día del Juicio Final del capital Absoluto. La historia, en ese relato, no es sino una sucesión de fases de desarrollo de un sistema cuya única tarea es expandirse más y más; y cada vez más, hasta que llega el momento, en que, como creen imaginar Hardt y Negri, desaparecen todos los límites, y con ello, la Página 17 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones propia noción del “adentro” y del “afuera” (2001: 234). La tarea del historiador se reduce sólo a constatar las fases del desarrollo del sistema de reproducción de aquellas historia orgánica cuyas “formas superiores” permiten entender a las llamadas “formas inferiores” del mismo modo, como decía Marx (1977), que la anatomía del ser humano permite entender a la del mono. Los acontecimientos de la historia real, son sólo medios de los que se sirve el infinito desarrollo del capital para realizarse a sí mismo, y fijar así sus nuevas metas. Esos acontecimientos no tienen en sí ningún sentido, con excepción de aquel que le otorga el desarrollo de un sistema histórico-orgánico sometido a leyes cuasi naturales de evolución. Los actores de los procesos históricos, desde esa perspectiva naturalista, no son más que sonámbulos, almas erráticas conducidas por la lógica superior que lleva a la realización del Imperio Global, lógica que será revelada por profetas que cada cierto tiempo aparecen para anunciarnos un nuevo final de la historia, cada vez más final, y cada vez menos histórico. En fin, la lectura bíblica en formato socioeconómico. Bajo apariencia ideológica racional, los que nos proponen autores como Hardt y Negri es la des-secularización del pensamiento secular en aras de un modelo metafísico, miserable sucedáneo irracional de la grandiosidad espiritual de las religiones que un día abandonamos para hacer uso de la razón, madre de la política, que es lo que a fin de cuenta niegan textos como el de Hardt y Negri.

4. El Imperio Total El texto de Hardt y Negri es ideológico por su filiación teórica. Hardt y Negri, establecen, como ya ha sido insinuado, una relación de continuidad con la semántica marxista leninista; es decir, el propósito de ambos autores es prolongar e incluso adaptar la ideología marxista –en particular: la ideología marxista del imperialismo– en función de tiempos históricos para los cuales no fue formulada. El texto se deja leer en parte como una suerte de “marxismo de la globalización”. Por cierto, ellos no son los primeros autores que intentan tal proyecto. Entre muchos otros habría que nombrar a Altvater, Kurz, e incluso Bordieu. Pero a diferencia de estos últimos cuyo marxismo es más bien tácito, casi clandestino, el marxismo de Hardt y Negri es explícito, y en cierto sentido ortodoxo. Ahí reside en parte, como ya he insinuado, la atracción de la obra. Página 18 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Mientras que la mayoría de los ideólogos de la globalización –a quienes para sintetizar llamaré de aquí en adelante “los globalistas”– analizan a la globalización como una “cosa en sí”, esto es, como algo nefasto que de pronto ha caído sobre este mundo que antes de la llamada globalización era tan lindo y tan bueno, Hardt y Negri lo integran en un proceso orgánico que transita a través de dos vías: una, que da cuenta del desarrollo de una teoría; otra, que quiere dar cuenta de un supuesto desarrollo de la historia del capitalismo mundial, y por cierto, desde su comienzo hasta su final, para llegar a culminar en un “nuevo orden mundial” cuyo concepto basal es el Imperio. En cierto modo entonces, el de Hardt y Negri es un texto ideológico regresivo, puesto que recusa el discurso a un punto que había sido reprimido u olvidado por las llamadas izquierdas “anticapitalistas”. De este modo, la crítica al capitalismo dista de ser sólo un atributo ocasional de los marxistas-globalistas y de organizaciones “internéticas” y “sobrepolíticas” como Attac, sino que se inserta en una larguísima tradición a partir de la cual dicha crítica puede ser presentada de un modo más o menos coherente. Pero la afirmación relativa a que la posición ideológica de Hardt y Negri es ideológicamente regresiva, no debe entenderse como peyorativa, pues la regresividad busca, en lo fundamental, tanto en la historia como en el psicoanálisis, recuperar momentos originales interrumpidos, reprimidos u olvidados. Esa regresividad es a su vez la que permite reformular a Hardt y Negri la antigua visión de Hilferding relativa a un capitalismo sin capitalistas, y la de Lenin relativa a un imperialismo como última fase del capitalismo, pero esta vez en un marco teórico post-marxista. En lugar de haber llegado a su fin, en la fase imperialista –así reza una de las tesis más generalizadas del marxismo-globalismo de nuestro tiempo– el capitalismo seguiría de largo en su curso suicida a través de una historia sin historia, hasta caer en un agujero negro donde no hay revolución, no hay política, no hay espacios; no hay nada; y en vez de clases, una “Multitud” redentora, simple construcción proyectiva que recuerda a aquella “masa mítica” de las que nos hablaba Canetti (2001). Se trata, siguiendo la expresión de un globalista, “de la toma final del poder total por el capitalismo global”. El Imperio total que Hardt y Negri conciben, es entonces, el fin del fin del fin. Es, desde la propia perspectiva marxista, una capitulación total. Y lo es, porque al comprobar que el “desarrollo de las fuerzas productivas” no lleva ni llevará a la era de la revolución socialista mundial, optan por predecir el Imperio de la nada, que es al Página 19 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones fin y al cabo la globalización total, expresada en un (supuesto) orden de derecho supraestatal que la sanciona. El totalitarismo comunista era por lo menos un “sistema”. El totalitarismo ideológico de la globalidad va más allá del sistema o, para decirlo así: es un sistema que se salió del sistema. Es un orden de derecho sin Estados de derecho. Es un afuera sin adentro y por lo mismo, no es un afuera. Porque sin un afuera, no hay ningún adentro; y sin adentro ni afuera, no hay nada. O como formulan Hardt y Negri: Los dominios considerados como adentro y afuera y la relación entre ellos se configura de distintos modos en una variedad de discursos modernos. Sin embargo, la misma configuración espacial de adentro y afuera nos parece una característica fundacional del pensamiento moderno. En el pasaje de lo moderno a los post-moderno, y del imperialismo al Imperio, hay cada vez menos distinción entre adentro y afuera (2001:198). El Imperio de Hardt y Negri es la Nada convertida por sus autores en un substantivo concreto; es decir, en una imposibilidad total.

5. Una historia sin hechos históricos El libro de Hardt y Negri es además ideológico porque parte del supuesto de que la historia tiene un sentido que le confiere razón y lógica, aunque ese sentido no sea otro sino el fin de la historia. Y por lo mismo, se trata de un texto historicista. El historicismo es, en esencia, la ideología de la historia; o, lo que es parecido, es la historia como ideología; y más aún: es la ideología como historia. El historicismo, en su acepción general, supone que la historia avanza en función de una dirección determinada, “independiente de la voluntad de los seres humanos” como formuló una vez Marx (1953: 43). Y si la voluntad de los seres humanos no es la que cuenta, la voluntad que cuenta no es otra sino que la voluntad de la historia. En este caso, no importa hacia donde avanza la historia, lo importante es que avanza. En la visión ideológica del marxismo-globalismo de nuestro tiempo, la historia avanza hacia su propia disolución, la que no va a tener Página 20 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones lugar, como suponía Marx, en una sociedad perfecta, sino que, como postulan Hardt y Negri, en la ausencia radical de sociedad, y, por cierto, de política. Lo dicen los mismos autores: El lugar de la política liberal moderna ha desaparecido, y por ello, desde esta perspectiva, nuestra sociedad posmoderna e imperial se caracteriza por una ausencia de política. En efecto: el lugar de la política ha sido des-actualizado (2001: 200). El materialismo histórico del marxismo tradicional era, entre otras cosas, seductor, porque anunciaba un final feliz: la reconciliación total de la historia consigo misma, vale decir, la unidad perfecta entre ser humano, naturaleza y sociedad. Fue por esa razón que en tiempos juveniles, muchos aprendices de intelectuales nos declaramos marxistas. En cierto sentido, la promesa del marxismo, el comunismo, era erótica, pues anunciaba el triunfo definitivo del principio de vida por sobre el de la muerte, representado en la sociedad de clases. En cambio, la promesa del marxismo-globalismo, si es que tiene alguna, es más bien “tanática”; incluso funeraria; es decir, es el triunfo definitivo del principio de muerte por sobre el de la vida. El libro de Hardt y Negri es una profecía sin redención. Es el apocalipsis convertido en teoría social. Su seducción es la misma que ejerce la materia anorgánica en contra del deseo de vida; así diría el último Freud (1994). Entendida la historia como proceso evolutivo y ascendente que cursa en función del cumplimiento de un fin determinado, los acontecimientos pierden su propia identidad y pasan a ser integrados en una supuesta “razón de ser”; y así, ya no pueden ser explicados por sus propios momentos constitutivos: sólo adquieren sentido en el marco del proceso del que hipotéticamente forman parte. Eso supone, en el texto que aquí estoy comentando, excluir de la observación a todos los acontecimientos que son difíciles de ordenar en el conjunto procesual que lleva al cumplimiento de los designios finales de la globalización total Así como Hegel formuló la teoría de los “pueblos sin historia”, esto es, aquellos pueblos que se negaban a ordenarse en la dialéctica hegeliana, en Hardt y Negri subyace implícita una teoría de los “acontecimientos sin historia”, que son aquellos que deben ser eliminados no sólo de la observación, sino que también del relato, hasta llegar a completar la idea de una “historia sin acontecimientos” que es, efectivamente, la que lleva a la dominación de Imperio. Página 21 Universidad de Los Andes - 2009


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6. Una tramposa reconstrucción del pasado Al llegar a este punto imagino que más de algún lector podría rebatirme afirmando que todo proceso de reconstrucción histórica no puede sino ser selectivo pues lo contrario sería suponer que la historiografía debería dar cuenta de toda la realidad lo que de por sí es imposible; además –podría agregarse– son los acontecimientos que son excluidos del relato histórico los que a su vez permiten seguir escribiendo historias a partir de la integración de aquello que una vez fue excluido. Acepto gustoso la objeción. Porque precisamente, de eso se trata en las discusiones sobre textos históricos: constatar no sólo la cantidad sino la calidad de los acontecimientos excluidos con el objetivo de incluirlos en nuevas formas contextuales. El pasado de la historia siempre es recordado de un modo distinto, lo que quiere decir que debe ser permanentemente reconstruido, si es que no se trata, por cierto, de una historia sagrada. Para poner un ejemplo sobre el cual volveré más adelante: si estoy analizando la política norteamericana durante la guerra del Vietnam, puede criticárseme que en el relato haya omitido una batalla que para otro historiador tiene un significado decisivo. Yo podría contra-argumentar aduciendo que esa batalla no fue tan decisiva como el historiador opina, y así, podría tener lugar una discusión altamente interesante. A través de ella, no sólo pondríamos en juego nuestra capacidad retórica, sino también saldrían a luz distintos hechos que son siempre los factores que hay que tener en cuenta para formular un veredicto. Ahora bien; si el historiador logra convencerme que esa batalla era decisiva, no queda otra alternativa que incluirla en mi relato, aunque sea al precio de tener que resecuencializar todo lo que yo había relatado anteriormente. Al fin y al cabo, eso es lo que uno hace permanentemente; y no sólo en la vida intelectual, sino también en la reconstrucción cotidiana de nuestras biografías, cuando descubrimos, por ejemplo, que en nuestro pasado existieron situaciones que habíamos ignorado, olvidado, reprimido, o simplemente, entendido de otra manera. Pero una cosa es no mencionar un hecho importante en un relato y otra es eliminar conscientemente, no sólo a hechos, sino además a actores que son conocidísimos, simplemente porque no se ajustan al argumento del relato. Un ejemplo: en el relato de la política norteamericana en la guerra del Vietnam, Hardt y Negri “olvidaron” entre otras cosas, el significado de la URSS en dicha guerra, que es algo así como dar una explicación erudita acerca del origen de las lluvias y Página 22 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones olvidar mencionar a las nubes. El método es muy conocido. Noam Chomsky es otro experto en esa materia. Cada vez que critica la política de los EE UU en Afganistán se “olvida” de los talibanes. Subordinar la realidad al argumento, como hacen Negri y Hardt, es una de las características esenciales de la narración literaria. Pero en las narraciones históricas eso no puede ser posible, a menos que Imperio sea una novela y yo no me haya dado cuenta. Por cierto, es posible entender Imperio como un “imaginario del mundo”, como fórmula uno de sus críticos bondadosos (Villalobos-Ruminott, 2001). Pero aun esa imaginación tiene en la historiografía límites. Esos límites son los acontecimientos. Hay, efectivamente, acontecimientos a los que es imposible pasar por alto pues, simplemente, “ocurrieron”. No obstante, las exclusiones de acontecimientos y actores históricamente decisivos, corresponden a la lógica interna del marxismo-globalismo de Hardt y Negri, ya que el pasado siempre es selectivo y nadie puede acordarse jamás de todo lo que ha pasado. El pasado debe ser adivinado, decía el historiador Leopold Ranke. Y la selección del pasado es realizada, en lo fundamental, de acuerdo a un proyecto de futuro. Y si ese proyecto de futuro no existe, como ocurre en el marxismo-globalismo de Hardt y Negri, no hay nada que adivinar; el pasado deja de existir; o lo que es igual: el pasado es vaciado de acontecimientos. El humano actúa en ese hueco que se da entre un pasado infinito y un futuro también infinito, escribió Hannah Arendt. En ese vacío situado entre dos infinitudes, el ser, conocedor de su muerte, trata de salvarse de ella proyectando el pasado hacia aquel infinito que se sitúa más allá de su propia mortalidad. Esa proyección hacia el futuro, es la que da sentido y forma al pasado. El deseo presente de ser en el tiempo del futuro, configura el tiempo del pasado. Los seres humanos que vivían en la Edad Media, por ejemplo, no sabían que estaban en una “edad media”, sino que fueron situados en ese arbitrario lugar por los historiadores, en un irreprimido afán destinado a construir la futura historia moderna. Los pueblos llamados tradicionales, no saben que son tradicionales. Nosotros, o mejor dicho, nuestros historiadores y sociólogos, al creer en el “avance del progreso”, los han convertido en tradicionales. Toni Negri, a su vez, no sabía que él iba a ser un día un teórico post-comunista, pues él creía fervientemente en el comunismo. Hoy, en cambio, lo es. Página 23 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones En la obra de Hardt y Negri es ese futuro sin voluntad de futuro (no es redundancia) el que determina la secuencia del pasado. Pero como ese futuro se disuelve en la totalidad totalitaria del Imperio del capital globalizado, termina, al anularse en sí mismo, por anular el pasado. Así se explica que los acontecimientos, que son los que dan sentido al pasado, son borrados radicalmente de la historia de la globalización. Para decirlo de modo escueto: la historia de la globalización no “necesita” de los acontecimientos, o lo que es igual: ningún acontecimiento es decisivo porque, para los globalistas, la suerte de la historia ya está decidida. Las causas se originan a partir no sólo de un hecho, sino, sobre todo, a partir de la proyección de un hecho hacia el desconocido e infinito futuro. Quizás lo mismo se podría decir del paciente cuando reconstruye en dúo su historia psicoanalítica (que puede ser también auto-analítica). En la medida en que comienza a descubrir su voluntad de ser en y hacia el futuro, su pasado comienza a ordenarse bajo el comando de su optimista voluntad. El pasado comienza a ser pasado, efectivamente, cuando ha pasado. Dejar atrás el pasado, significa avanzar hacia el futuro. Si uno no se libera del pasado, no hay pasado, porque el pasado está presente; y por eso mismo, tampoco hay futuro; hay sólo presente; y como dice Arendt, el presente es sólo un hueco, un vacío entre dos tiempos infinitos (Arendt, 2000). Es por eso que quien ha perdido la voluntad de futuro (y la voluntad en su forma de deseo siempre existe hacia el futuro) yace suspendido en el vacío, que como todo vacío es tenebroso y desolador. Y esa es la característica fundamental del marxismo-globalismo de nuestro tiempo. Se trata de una teoría sin voluntad de futuro, y por lo mismo, dentro de ella, los acontecimientos se disuelven, y dejan de existir, o simplemente no tienen sentido. O digámoslo entonces al revés: se trata de una teoría que excluye a los acontecimientos reales, y por lo mismo, el futuro, al no tener desde donde proyectarse, desaparece pulverizado en la estratosfera del Imperio global; y al desaparecer el futuro, el pasado desaparece también. Al haber seguido de largo la historia, después del comunismo, los autores perdieron la esperanza en el futuro y por eso olvidaron el pasado. Pero en lugar de abandonar su teoría para pensar el mundo, confundieron las ruinas de su teoría con las ruinas de la humanidad, del mismo modo que quien usa anteojos empañados puede ver sólo nieblas en el más radiante día de sol. Por lo menos, el historiador marxista tradicional, cuando seleccionaba los acontecimientos de la historia, tendía a resaltar aquellos que, según su punto de Página 24 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones vista, eran incidentes en la configuración del futuro socialista. Desde una perspectiva marxista-globalista, que es la de Hardt y Negri, la selección opera sólo en función de la anulación definitiva del futuro. Esa es la razón que hace que la historia sea vista por ellos como un proceso cuyos acontecimientos no cuentan para nada. Así nos explicamos entonces porque para Hannah Arendt un acontecimiento sólo puede tener lugar en un mundo no historicista, es decir, en un mundo donde las causas no existan más allá de los hechos, pues, si es así, ningún hecho puede ser jamás un acontecimiento. Un acontecimiento es en primer lugar, un hecho significativo (es decir, que escribe por sí mismo un signo), y en segundo, nuevo; o si se prefiere, es un hecho que comporta consigo una novedad significativa. En un mundo historicista donde las causas –más aún, las leyes de las causas– preceden a los hechos, ningún hecho, al estar ya teóricamente previsto, puede ser nuevo. Ahora bien, gracias a los acontecimientos, una historia puede ser narrada, es decir, no sólo ser una historia, sino también –como dice Arendt– una story. Un acontecimiento, al igual que un milagro, también es una aparición importante o decisiva. Pero, a diferencias de un milagro, puede ser explicado desde sus orígenes. A diferencias también del hecho historicista que es expresión de un determinado desarrollo, el acontecimiento revela e incluso construye sus propias causas. Pues, antes que aparezca, el acontecimiento no tiene pasado, y el lugar donde habitan las causas, es el pasado. O como escribe Arendt: “el propio pasado es originado gracias a los acontecimientos” (2000: 122). En breve: no es la historia, como ocurre en el caso del historicismo, la que “hace” a los acontecimientos, sino exactamente al revés: los acontecimientos “hacen” a la historia. “Siempre que sucede un acontecimiento, que es suficientemente grande como para iluminar su propio pasado, surge la (su) historia (…) Recién cuando ha ocurrido algo irreversible, podemos intentar seguir su historia desde atrás” (Arendt, 2000). Así cobra sentido una de las más famosas frases de Hannah Arendt: “la historia es una narración (story) que tiene muchos comienzos y ningún final” (2009). Cada acontecimiento, en la medida que es significativo o importante, comporta en sí la posibilidad de “un nuevo comienzo”. En estricto sentido, para Arendt la causalidad no existe. Reinterpretándola, es posible decir, no existe antes del acontecimiento.

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones La noción de acontecimiento de Arendt tiene que ver mucho con la del “hecho que hace historia”, de Nietzsche (1983). En ese sentido, Nietzsche hacía una diferencia entre lo histórico y lo “sobrehistórico”. Escribía Nietzsche: “Como ‘histórico’, entiendo el arte y la fuerza de poder olvidar e incluir en un horizonte limitado. ‘Sobrehistórico’, nombro yo a los poderes que apartan la mirada del futuro” (1983: 70). Esa es justamente la idea: el de Hardt y Negri es, en el sentido nietzscheano del término, un texto “sobrehistórico”, y por eso mismo es metapolítico, porque en una “sobrehistoria” los hechos no cuentan, y la política sólo puede existir gracias a los hechos; y si no fuera así, no tendría como existir.

7. La desnacionalización del imperio ¿Por qué me ocupo entonces de analizar un texto ideológico, regresivo y antipolítico? La respuesta es simple: porque – y eso es lo que lo diferencia de otras publicaciones globalistas de nuestro tiempo– se trata de un texto inteligentemente escrito. Efectivamente; se puede pensar una ideología de modo inteligente, es decir, ordenando factores, causalizando de modo lógico y sobre todo, redactando de modo coherente aquello que se quiere comunicar desde el interior ideológico. Esa inteligencia “interideológica” es la que justamente ha permitido que el libro no haya caído en las vulgaridades economicistas de la mayoría de los globalistas quienes imaginan que todos aquellos que no piensan como ellos son agentes del “neoliberalismo mundial”. Yo, por lo menos, no conozco un texto que logre representar de modo más coherente a la ideología marxista-globalista que el de Hardt y Negri. Es decir, más allá del valor intrínseco que posee, la ideología marxista-globalista de Hardt y Negri forma parte de un paradigma ideológico enclavado profundamente en los centros de producción teórica de nuestro tiempo, y ese es el paradigma que me interesa discutir aquí. No desde “dentro” de la ideología, como alguna vez en mi vida discutí, sino abiertamente desde fuera. Es decir, no me enredaré en la para mí absurda discusión “interideológica” que divide al campo globalista entre aquellos que sostienen que la globalización está al servicio de los EEUU (tesis de los antiimperialistas tradicionales) y aquellos otros que afirman que los EEUU están al servicio de la globalización (tesis de Hardt y Negri). A fin de cumplir ese objetivo, me limitaré en este texto a analizar el lugar Página 26 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones que ocupan los EEUU en la representación ideológica de los autores. Ello será así, debido a dos razones. La primera, es que ese es un objetivo de este trabajo. La segunda es, que ahí se concentra, mejor que en otros puntos, la visión globalista de los dos autores. La clave de la determinación de la nación norteamericana en el marco del desarrollo que supuestamente llevaría a la constitución del Imperio, se encuentra al final del capítulo 5 de la segunda parte del libro, y dice así: “La idea contemporánea del Imperio nace mediante la expansión global del proyecto constitucional interno de los Estados Unidos” (Hardt y Negri, 2001: 173). Hay en esa determinación una cierta originalidad. Por una parte, el “imperialismo norteamericano” no es visto como el supremo hacedor de la historia, sino como un medio del que se ha servido el proceso macrohistórico que conduce a la formación del Imperio. Por otra, el proceso que lleva a ese Imperio no es puramente económico –diferencia básica con el globalismo tradicional– sino en primera línea, jurídico, vale decir, la expansión imperial va encontrando su camino a través de las marcas que deja en la constitución estatal primero; supraestatal después. El derecho deja de ser así, como lo es para el marxismo tradicional, una simple superestructura determinada por una base material y es transformado en un medio que usa el Imperio para configurarse a sí mismo, es decir, el derecho es un recurso mediante el cual el Imperio dibuja su esquema en el horizonte de los tiempos. O en los términos de Hardt y Negri: “Es de hecho mediante la extensión de procesos constitucionales internos que entramos en un proceso constituyente del Imperio” (2001: 178). La historia jurídico-política de los EEUU está determinada por ese horizonte histórico: el Imperio global. Aún más claro y preciso, expuso Negri esa tesis en un artículo publicado en Le Monde Diplomatique. Como esa es la tesis más central de ambos autores, permítaseme citarla en extensión. Dice Negri: En la actual fase imperial ya no hay imperialismo o, cuando subsiste, es un fenómeno de transición hacia una circulación de valores y poderes, a escala del Imperio. Lo mismo que ya no hay Estado-nación: se le escapan las tres características substanciales de la soberanía –militar, política, cultural– absorbidas o reemplazadas por los poderes centrales del Imperio. Desaparece o se extingue así la subordinación de los antiguos países coloniales a los Estado-nación imperialistas, al igual Página 27 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones que la jerarquía imperialista de los continentes y de las naciones: todo se reorganiza en función del nuevo horizonte unitario del Imperio. “¿Por qué llamar Imperio (insistiendo sobre la novedad de la fórmula jurídica que el término implica) a lo que podría considerarse simplemente como el imperialismo norteamericano posterior a la caída del Muro de Berlín? Sobre esta cuestión, nuestra respuesta es clara: contrariamente a los que sostienen los últimos defensores del nacionalismo “el Imperio no es norteamericano” (comillas, FM); además en el transcurso de su historia, Estados Unidos ha sido mucho menos imperialista que los británicos, los franceses, los rusos o los holandeses. No, el Imperio es simplemente capitalista; es el orden del “capital colectivo”, es la fuerza que ha ganado la guerra civil del siglo XX. En el Imperio del “capital colectivo” participan tanto los capitalistas norteamericanos como sus homólogos europeos, lo mismo quienes construyen su fortuna sobre la corrupción rusa, como los del mundo árabe, de Asia o de África, que pueden permitirse enviar sus hijos a Harvard y su dinero a Wall Street (Negri, 2001). La tesis de Hardt y Negri relativa a que el Imperio no es norteamericano –a pesar de que es una reiteración de la lógica del Marx del Manifiesto quien afirmaba que el capital no tiene patria, y en cierto modo también consecuente con la tesis de Hilferding (1977) retomada después por Lenin que dice que el imperialismo es “una fase” y no una nación– rompe en parte con la noción estaliniana de imperialismo. Como es sabido, Stalin fue el primer teórico de la larga tradición marxista que formuló la tesis de que tanto el socialismo como el imperialismo eran correspondientes con formaciones nacional estatales. Como he tratado de probar en otro ensayo1 , la tesis de que existe un imperialismo nacional norteamericano fue formulada por Stalin en el año 1947 como respuesta a la política de contención internacional propuesta por el Presidente Truman. Hasta antes de esa fecha, Stalin no se cansaba de alabar a los EEUU como una nación progresista. En ese sentido, la tesis estaliniana del “imperialismo norteamericano” es consustancial a la tesis del “socialismo en un sólo país” que rompe con la noción marxista de la revolución internacional permanente, según Trotzky, ininterrumpida, según Lenin. 1

Ver Mires (2004).

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Ya que el socialismo era un hecho nacional para Stalin, el imperialismo también debía serlo. Y así como el imperio soviético era la reencarnación del socialismo hecho nación, los EEUU deberían ser la reencarnación nacional del imperialismo. El imperialismo, de acuerdo a la grosera revisión de Stalin, terminó de ser una fase, la última del capitalismo, como reza en los textos de Lenin y Hilferding, y en toda la que había sido la teoría marxista clásica del imperialismo; y se convirtió en un Estado nacional. La tesis de Stalin fue después tomada por casi el conjunto de la izquierda mundial, muchas veces ignorando su procedencia, o lo que es peor, callándola. El marxismo-globalismo de Hardt y Negri, en cambio, restituye la noción de imperialismo a la tradición marxista donde pertenecía originariamente, lo que le ha valido duros ataques de parte de los teóricos antiimperialistas tradicionales. Y no es para menos: la ortodoxia marxista de Hardt y Negri los ha despojado del objeto predilecto de agresión ideológica. Porque si los EEUU son un medio del Imperio, pero no el Imperio, EEUU deja de ser el enemigo principal, y sin enemigo principal –en eso tienen razón– no hay política. No obstante, el texto de Hardt y Negri no es tan rigurosamente marxista como aparece a primera vista. En gran medida busca establecer un cierto compromiso con la noción estaliniana del imperialismo. EEUU, dicen Hardt y Negri, no es el Imperio; pero fue un imperialismo al servicio de la constitución del Imperio. Eso significa que durante una determinada época, la noción estaliniana de imperialismo era la correcta. Pero hoy en día no lo es, porque el Imperio rompió con los límites territoriales y jurídicos de todas las naciones y se transformó en la esencia pura del Capital elevado a escala mundial. Los EEUU son entonces, para Hardt y Negri, un medio nacional-estatal del que se sirvió el Imperio para construirse a sí mismo. La “fase” de los imperialismos coloniales, ha quedado atrás. La “fase” del imperialismo norteamericano, también. Hoy hemos alcanzado la estación final: el Imperio del capital global. Y para explicar este proceso, Hardt y Negri se sienten obligados a reinterpretar, de acuerdo al sentido del argumento de su propia narración, las fases anteriores. Veamos entonces a continuación como reconstruyen la historia reciente; particularmente la de USA.

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8. La otra historia Sorprendente es que para fundamentar la tesis de que el llamado imperialismo norteamericano es sólo un medio histórico del que se sirve el Imperio para construirse a sí mismo, Hardt y Negri desarrollen una argumentación inicial que prueba exactamente lo contrario. “La revolución americana –argumentan– representa un momento de gran innovación en la genealogía de la soberanía moderna”. Y agregan: La nueva soberanía podía nacer, en otras palabras, sólo de la formación constitucional de límites y equilibrios, verificaciones y balances que constituyen un poder central y mantienen el poder en manos de la multitud (2001: 176). Es decir, los primeros norteamericanos hacían su propia historia como un “descubrimiento”; y éste era doble: un “re-descubrimiento” de tradiciones políticas europeas; y el “descubrimiento” de una tradición que con ellos comenzaba. Muy importante, para Hardt y Negri, fue el redescubrimiento de “el humanismo revolucionario del Renacimiento” al que los norteamericanos perfeccionan “como una ciencia política y constitucional”. Al mismo tiempo, los norteamericanos redescubrieron las tradiciones republicanas subyacentes en la Roma Imperial, en los escritos de Polibio. Así, Hardt y Negri llegaron a la correcta conclusión de que “La Constitución Maquiavélica de los Estados Unidos es una estructura equilibrada contra la corrupción –tanto de individuos como de facciones, de grupos y del Estado”. Es decir, subscriben sin más ni menos la tesis de Arendt, reafirmada hoy por historiadores como Pocock relativa a que la naciente democracia americana fue un momento de reinvención de la política moderna, para concluir en la siguiente tesis: En contra de las concepciones europeas modernas de la soberanía, que consignaban el poder político a un reino transcendente, enajenando y alienando con estos las fuentes del poder de la sociedad, aquí el concepto de soberanía se refiere a un poder que está por completo dentro de la sociedad. Por ello la política no se opone sino que se integra y completa a la sociedad (2001: 176).

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones ¿Cómo es entonces que ese descubrimiento -redescubrimiento norteamericanolleva al Imperio? Esa es la única pregunta que interesa a Hardt y Negri; y la respuesta es extraña y tautológica a la vez. Extraña, porque introducen abruptamente, nadie sabe de dónde cómo ni por qué, la tesis de que el principio de soberanía estatal es de por sí expansivo (excluyendo de raíz la posibilidad cierta de que además pueda ser todo lo contrario: anticolonial; es decir, antiexpansivo). Es decir, que el objeto de culminación –y este es el elemento tautológico de tan extraña respuesta– el Imperio, fue posible porque hubo una expansión del principio de soberanía estatal, el que por ser expansivo lleva al Imperio. En breve: el principio de soberanía estatal es un resultado y una causa de la expansión norteamericana, lo que lleva a una reproducción del principio de expansión, de modo que el antiguo imperialismo, representado por los Estados Unidos tiene que llevar necesariamente a la constitución del Imperio. El proceso que lleva a la constitución del Imperio, pasando por la formación imperial nacional estadounidense es, de acuerdo a la lógica de Hardt y Negri, esencialmente autorreferencial, y eso significa que ese proceso determina sus momentos constitutivos y no a la inversa. Los momentos constitutivos adquieren, al interior de ese proceso que los cubre por completo, un carácter “necesariamente necesario”, perdiéndose definitivamente el hilo que da curso a su historicidad. Ello se deja ver en el hecho casi escandaloso de que los autores, al explicar el acta de Constitución norteamericana no digan, ni una sola vez, que dicha acta “algo” tuvo que ver con la independencia respecto a Inglaterra. ¿Artimaña o truco? ¿Ignorancia, o simplemente mala fe? Nada de eso. Se trata de una simple construcción lógica que elimina lo que esa construcción no necesita para explicarse a sí misma. Porque si los autores hubieran nombrado siquiera el hecho de independencia, el acto constitucional empezaría a ser explicado en otra relación, es decir, articulado con otra historia que ya es diferente a la que los autores narran. De acuerdo a esa “otra historia”, la Constitución aparece antes que nada, en una relación de ruptura y continuidad con la legislación británica. Eso quiere decir que la Constitución, en el marco del proceso real que lleva a la independencia norteamericana debe ser entendida como un momento de afirmación que surge, al ser afirmación, de algo que la niega, a saber: una potencia europea exterior.

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones La relación negación-afirmación que da origen al momento fundacional constitutivo implica, en consecuencia, una equivalencia diferente a la que quieren establecer Hardt y Negri, o lo que es igual, equivale, repito, a “otra historia” que no tiene nada que ver con el proceso que lleva a la formación del Imperio. La equivalencia: Constitución-Imperio es en el mejor de los casos una equivalencia inter-lógica, es decir, correspondiente y explicable dentro de una lógica que supone que los acontecimientos son partes necesarias de un proceso orgánico de evolución histórica, de modo que para aceptar esa equivalencia, tengo que aceptar la lógica de Hardt y Negri. En el fondo, es una cuestión de fe. En cambio la equivalencia Independencia-Constitución, que Hardt y Negri eliminan, es parte constitutiva no de una lógica de pensamiento, sino de un antagonismo real. De ahí que para integrar a la Constitución en la lógica de Hardt y Negri, es necesario eliminar el antagonismo real que la hizo posible, es decir, despojar a la afirmación de su negación, para convertirla en pura afirmación, la que al no tener ninguna negación inmediata que la confirme, deja de ser afirmación, es decir, deja de ser un hecho, y se transforma sólo en un momento de un proceso evolutivo que lo determina y explica de modo autorreferencial. O sea, la operación es más o menos la siguiente: Hardt y Negri desconectan al acontecimiento del antagonismo real que lo hizo posible y lo encadenan a una construcción lógica que no está, de por sí, encadenada al acontecimiento. En breve: des-antagonizan a la realidad; y con ello, la realidad desaparece; y en su lugar aparece una ideología. Precisamente la exclusión del acontecimiento emancipador lleva a malentender la crítica que llevan a cabo Hardt y Negri a la Constitución norteamericana al haber excluido a la población indígena y haber incluido en términos subordinados a la población afroamericana. Cuando escriben, por ejemplo: “El terreno norteamericano pudo imaginarse como vacío sólo ignorando deliberadamente la existencia de los Nativos Americanos” (2001: 181) olvidan un hecho esencial; y es el siguiente: que los por ellos siempre denominados “Nativos Americanos” eran pueblos, esto es, organizaciones humanas pre-políticas. Como constituían pueblos, eran unidades autónomas y no podían formar parte de la Constitución de otro pueblo; vale decir, que la Constitución norteamericana, al excluirlos, los reconocía tácitamente como a “otros” pueblos. Que efectivamente en los Estados Unidos se cometió acto de genocidio en contra de los pueblos originarios es un hecho innegable y en ese sentido los norteamericanos arrastran consigo el estigma que marca el origen de casi todas Página 32 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones las naciones de este mundo. Pero, más allá de lo condenable que haya sido el hecho del exterminio de los pueblos indígenas, eso no tiene nada que ver con la Constitución pues los pueblos indios no formaban parte de aquella nación que se constituyó como independiente frente a una metrópoli europea, que es el acontecimiento que excluyen Hardt y Negri del relato. Y toda nación, al serlo, tiene que ser excluyente frente a otras naciones y pueblos. Imaginemos, para explicarme mejor, la situación al revés: que Jefferson y los suyos hubiesen incluido en la Constitución a los por Hardt y Negri llamados “Nativos Americanos”. Tal procedimiento habría significado incluir a esos pueblos en la Constitución de otro pueblo. Y eso no es sino un genocidio “de jura”, al que seguramente Hardt y Negri también habrían criticado. Más todavía: en lugar de abrir la posibilidad para realizar una crítica histórica y política al genocidio cometido a los pueblos indios de Norteamérica, Hardt y Negri cierran esa posibilidad al afirmar que a diferencia de la población negra que fue incluida en la Constitución de un modo subordinado, porque eran “fuerza de trabajo”, los indios fueron excluidos de la Constitución porque no lo eran. Cito: “Los Nativos americanos podían ser excluidos porque la nueva república no dependía de su trabajo, pero el trabajo negro era un soporte esencial de los nuevos Estados Unidos” (2001:182). Por cierto, si la población afroamericana no hubiese sido incluida de un modo subordinado en la Constitución, nunca habría habido Constitución, y el acto de fundación habría sido una guerra civil y no una Constitución. La Constitución postergó, por así decirlo, la guerra, de modo que ésta se hizo mucho después, hecho que permitió a los antiesclavistas de la década del setenta levantar un discurso constitucional en contra de la esclavitud. Pero el problema para Hardt y Negri es otro, a saber: que la población indígena no fue incluida como la población negra porque no eran fuerza de trabajo. Así, al entender a las dos poblaciones sólo en categorías de “fuerza de trabajo”, convierten la guerra a los pueblos indígenas en un simple tema de cálculo económico racional. Con ello, objetivamente, la crítica al genocidio cometido a los pueblos indios se vuelve imposible pues, para que haya genocidio tiene que haber, por lo menos dos pueblos, o un pueblo y un Estado. Distinto hubiera sido si los autores hubiesen afirmado que por el hecho de ser pueblos, los indios no eran fuerza de trabajo disponible. Página 33 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones ¿Porque entonces Hardt y Negri no entienden a la población indígena bajo la categoría política de pueblos libres e independientes? La razón es sencilla: porque tampoco entienden bajo esa categoría política al pueblo norteamericano, y no lo entienden, porque al referirse al momento fundacional, excluyen la razón de la fundación, a saber, la independencia, con lo que el principio de soberanía estatal, en lugar de resultar un acto de negación colonial, se transforma en su contrario: un acto puramente colonial. Despojada de su ambivalencia, el acto fundacional puede ser integrado en la lógica superior que lleva al Imperio puesto que los EEUU emergen a la escena mundial, según Hardt y Negri, como resultado de una voluntad exterior autorreferente que excluye, en este caso, la “razón de ser” del principio de soberanía estatal (es decir, la independencia nacional) rebajada por Hardt y Negri a simple medio del que se sirve la razón imperial en el proceso que lleva a su autoconstitución.

9. El fin de la cronología La operación que llevan a cabo Negri y Hardt destinada a desconectar meticulosamente cada acontecimiento que integran en la lógica que conduce al Imperio del hecho antagónico que los constituye –a partir de su respectiva negación– afirmativamente, no es una excepción casual; es, por el contrario, un método persistente del que se hace uso a lo largo de todo el libro. Así por ejemplo, cuando se refieren al “camino imperialista” que llevaron a los EEUU a su aventura de Filipinas a fines del siglo diecinueve (muy poco en verdad para tan gigantesco imperio) los autores “olvidan” mencionar que esa “aventura” tuvo lugar en el marco determinado por la guerra contra España como consecuencia de la ocupación de ese país en Cuba, y que esa guerra no la declaró USA sino España. Excluida la declaración de guerra por parte de España, la ocupación de Filipinas aparece nada más como una acción que no es re-acción de nada. Como en el caso de la dictación constitucional, una afirmación purificada de cualquiera negación. Más escandalosa todavía es la operación excluyente que Hardt y Negri llevan a cabo para explicar el proyecto de paz mundial levantado por el Presidente Wilson, a quien consideran indirectamente como un agente ideológico que profetiza la idea del Imperio. En ninguna línea, por ejemplo, se nombra a la Primera Guerra Mundial y al armamentismo alemán que obligó a EEUU a intervenir en una guerra Página 34 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones intereuropea en contra de la voluntad de sus políticos. La intervención de USA en esa guerra constituyó, en efecto, la ruptura de un tabú establecido por los fundadores de la nación, sobre todo por George Washington en su famosa Carta de Despedida a la Nación. De acuerdo a ese tabú, EEUU no debería jamás enredarse en conflictos intereuropeos. Sin embargo, la defensa de la propia seguridad interior del país, obligó a USA a intervenir en Europa. Wilson, después de la ruptura de ese tabú, intentó levantar una política internacional de paz, con el objetivo de que nunca más los EEUU se vieran envueltos en una situación como esa, proponiendo para el efecto, la creación de una institución supranacional: la Liga de las Naciones, que fue vetada por el propio Congreso norteamericano debido a su sentido intervencionista. Pero, en lugar de situar a la política de Wilson en el marco histórico que corresponde, Hardt y Negri ven en él y su proyecto de “paz eterna” nada menos que a un precursor imperialista de la idea del Imperio. Dicen los autores: “Aquí comenzamos a tocar concretamente la diferencia entre imperialismo e Imperio, y podemos ver en aquellas utopías wilsonianas, la inteligencia y anticipación de un gran idiota” (2001:188). Para saber en qué consistía la inteligencia y anticipación del “gran idiota” (Wilson), recomiendo al lector que lea el primer capítulo del libro Imperio cuyo título es Orden Mundial. En ese capítulo se describe la fundación de las Naciones Unidas – con las que quizás soñó Wilson– como coronación de aquel proceso de expansión de la soberanía exterior, convertido en soberanía supra estatal, o global. Pero la fundación de las Naciones Unidas es vista por Hardt y Negri como un acta de constitución jurídica del Imperio, acta que precede a su constitución socioeconómica. Es decir, la “locura de Wilson”, según nuestros autores, había anticipado el orden mundial que necesitaba el Imperio. Citemos: El nacimiento de las Naciones Unidas al final de la Segunda Guerra Mundial simplemente reinició, consolidó y extendió este desarrollado orden jurídico internacional, que fue el principio europeo, pero progresivamente se ha vuelto completamente global. Las naciones Unidas pueden ser, en efecto, comprendidas como la culminación de todo este proceso constitutivo, culminación que tanto revela las imitaciones de la noción de orden internacional como apunta, más allá de él, hacia una nueva noción de orden global (2001: 20).

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones De acuerdo a la cita, y al conjunto del capítulo, la fundación de la ONU constituye un hito decisivo en la constitución del Imperio, o sea, es parte de un proceso autorreferente que tiene lugar por sobre la historia y la política mundial. Para construir dicha tesis, los autores, siguiendo la norma general de su procedimiento, desconectan, antes que nada, la fundación de la ONU del hecho que la originó: la Segunda Guerra Mundial. Peor aún: la Carta de las Naciones Unidas implica, según los autores “un nuevo centro de producción normativa”. Es decir, el derecho Internacional que surge de la fundación de la ONU, donde se incluyen los Derechos Humanos, surge sólo para cumplir una función histórica: la creación de un orden jurídico mundial que ha de servir de base jurídica al Imperio. Sin embargo, cualquiera persona sabe que tanto la ONU como el derecho internacional que de ahí emana, particularmente los Derechos Humanos, constituyen una reacción de los Estados, en especial de los EEUU, frente a dos hechos históricos: La Segunda Guerra Mundial, y el Holocausto cometido al pueblo judío. Pero como es usual en ellos, Hardt y Negri desarticularon los dos hechos originantes respecto al originado, y explicaron la fundación de la ONU y la del nuevo Derecho internacional a partir de su pura positividad, es decir, como simples objetos necesarios para la construcción del Imperio. ¿Cómo es posible entender tan escandalosas omisiones? Para contestar esa pregunta, me parece que hay que formularla al revés: ¿qué sucedería si rearticulamos la fundación de la ONU con los acontecimientos que la hicieron posible? Veamos: si decimos que la ONU surge como respuesta a la catástrofe mundial y al crimen cometido al pueblo judío, establecemos una conexión real. En ese caso, suponiendo que exista de verdad ese Imperio que Hardt y Negri imaginan, tendríamos que decir que éste surge como resultado inequivalente de hechos que se encadenaron en lógicas completamente ajenas a las que le dieron origen, con lo cual el Imperio no sería el resultado de ningún proceso, sino una simple aparición contingencial; y en ese caso, Hardt y Negri, no podrían haber escrito el libro que escribieron, sino otro. Es decir, los eslabones que construyen la cadena procesual que lleva a la constitución del Imperio, estarían encadenados con otros hechos, y luego con otros procesos, lo que puede llevar, igualmente, a diversas interpretaciones; algunas muy distintas a las de Hardt y Negri. En ese caso, los hechos sobre los cuales se construye la noción de Imperio, no son exclusivamente necesarios a la formación del Imperio, a menos de iniciar una operación destinada a “forzar” la interpretación hasta tal punto que Página 36 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones puede llegar a ser posible desconectar a la fundación de la ONU de la Segunda Guerra Mundial, operación que ningún historiador de profesión podría admitir alguna vez, pero que Hardt y Negri realizan sin desparpajo. Hay sin embargo otra alternativa; y es la siguiente: incluir el acontecimiento que da origen al otro acontecimiento, es decir, incluir a la acción y a la reacción al mismo tiempo, en el proceso formativo que lleva al Imperio. ¿Por qué no recurrieron Hardt y Negri a ese procedimiento en lugar de limpiar cada hecho inclusivo que eligieron, de toda referencia exclusiva? La razón es muy simple: porque ese procedimiento lleva a resultados aún más absurdos todavía que a los que llegan Hardt y Negri. Pongamos un ejemplo. Si escribo, la ONU surgió como consecuencia, de, y respuesta a, la experiencia catastrófica vivida durante la Segunda Guerra Mundial, y del horrible crimen colectivo cometido al pueblo judío, pero que al mismo tiempo la ONU fue una pieza clave en la construcción mundial del Imperio Global, tengo que concluir que el Holocausto fue un hecho encadenado no sólo a la fundación de la ONU, sino que además al Imperio de Hardt y Negri. En otras palabras: el Holocausto fue necesario para que el Imperio fuera posible. Pero como no se puede ver en ninguna parte como lo uno puede ser necesario a lo otro, o lo que es peor, porque nadie con cierta mínima ética podría afirmar que el Holocausto fue realizado para cumplir una “necesidad” de la historia, Hardt y Negri optan por el camino más fácil; y es el más tramposo a la vez: Desconectan la fundación de la ONU del Holocausto y de la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndolo así en un acontecimiento “puro”, que es la condición para que sea necesario y funcional en la construcción ideológica del Imperio. Esto es, a Hardt y a Negri, no les interesa la ONU “en sí”, tampoco en el marco de su propia historia, sino sólo en una relación metahistórica. Y eso lo afirman los propios autores. La cita es de antología: A nosotros no nos interesan las Naciones Unidas como un objetivo en sí (cursiva FM) sino mucho más, en su real contexto, como la transición hacia un sistema mundial que en el verdadero sentido acelera. Precisamente la insuficiencia de ese proceso lo hace tan efectivo (2001: 21). Lo que significa que para contextualizar a la ONU en el contexto del sistema mundial, es necesario extraer su texto del contexto originario real. “En sí” la ONU no interesa a Hardt y Negri. ¿Pero qué es lo contrario de un “en sí”? Lo contrario de un “en sí” es un “no en sí”, lo que es igual a decir, la fundación de la ONU no Página 37 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones nos interesa: sólo nos interesa su misión histórica: servir de transición al sistema mundial imperialista. Pero como “en sí” la ONU sólo tiene un significado débil, su sentido histórico deviene de su “no en sí”; y aquí, estimado lector, tocamos el punto clave: ¿cómo puede tener significación en un proceso algo que no es un “en sí”, sino apenas un “no en sí”? El mismo proceso formativo que supuestamente lleva a la formación del sistema mundial, convierte en intranscendente (¿cómo puede ser un “no en sí” algo transcendente?) a los acontecimientos que lo hacen posible, y con ello, el sistema mundial se convierte en algo que sólo desde una perspectiva ideológica puede ser significante pero desde una perspectiva histórica, jamás. Como los acontecimientos no interesan “en sí”, cada acontecimiento es despojado de su sí, es decir de su afirmación, hecho que ocurre automáticamente al ser despojados de su negación que son el hecho, o los hechos que permiten su afirmación. Así, en la Constitución norteamericana, la independencia no existe. En la ocupación de Filipinas, la guerra contra España, no existe. En los llamados a la paz de Wilson, la guerra no existe; en la dictación de los Derechos Internacionales por la ONU, el Holocausto no existe. La segunda Guerra Mundial, tampoco existe. En la guerra de USA en Vietnam, la URSS no existe; y así sucesivamente. Para dar vida a su Imperio, Hardt y Negri se ven obligados no sólo a mutilar a los acontecimientos respecto a sus orígenes, sino, además, a vaciarlos de todo sentido. ¿Qué puede extrañar entonces que cuando los fanáticos terroristas del 11 de septiembre del 2001 destruyeron las dos torres, algunos marxistas globalistas, o globalistas a secas afirmaran que aquello que había sucedido sólo era el pretexto que estaba esperando Busch para apoderarse del mundo, convirtiéndose así el 11.10.01 en un acontecimiento “necesario”? En términos absolutos, es cierto que ningún acontecimiento es un puro “en sí” puesto que todos deben parte de su existencia a otro acontecimiento. Eso significa que la singularidad de un acontecimiento sólo es posible entenderla a partir de una pluralidad de acontecimientos, pues nada puede ser singularizado independientemente a cualquiera pluralidad. La ONU es deudora de la Guerra Mundial y del Holocausto, de la misma manera que la Guerra mundial y el Holocausto son deudoras del nazismo, y éste del miedo al bolchevismo, como el bolchevismo lo es de la socialdemocracia europea, y ésta última de la revolución francesa, y así sucesivamente. Las relaciones que se dan entre los acontecimientos son en cierto modo de filiación, de ahí que tarea del historiador es Página 38 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones establecer exactas relaciones de filiación entre uno y otro acontecimiento. El camino contrario es el que emprenden Hardt y Negri. A fin de que cada acontecimiento que integran en la lógica de aquel proceso histórico que lleva al Imperio, Hardt y Negri eliminan en cada acontecimiento las relaciones de filiación que los hicieron posibles. Se trata, por lo mismo, de “acontecimientos huérfanos”; y quizás ésa, su orfandad, es la condición necesaria para que el Imperio, Padre de toda la historia mundial, pueda adoptarlos y recogerlos en su seno. El Imperio es el Saturno de Goya que para proteger a sus hijos de la vida, los devora, haciéndolos desaparecer del todo. Saturno, o Cronos, ha devorado su propia “cronología”. Efectivamente: sin acontecimientos no hay cronología; y sin cronología, no hay historia.

10. La eliminación de lo antagónico En el curso de ésta, mi crítica al marxismo-globalismo –ideología post-moderna de la cual Imperio es uno de sus textos más representativos– me he concentrado en un sólo aspecto, a saber: en el historicismo, que es a su vez característica central del texto, así como también de la ideología marxista-globalista, herencia que recibe de la ideología historicista que la precede: la marxista-leninista. Como he tratado de destacar, una de las principales características del historicismo reside en la eliminación premeditada de las articulaciones que hacen posible entender tanto la singularidad como las relaciones de pertenencia que dan sentido a cada acontecimiento. En el sentido expuesto, no se niega aquí la existencia de los llamados procesos históricos; ni siquiera niego –como pueda quizás parecer– que exista un proceso de globalización. Por el contrario; afirmo que tales procesos son construcciones necesarias que permiten entender el pasado cada vez de un modo distinto, en relación a un futuro imprevisible que es a la vez, configurado de un modo siempre distinto. Pero –y esto es decisivo– si los procesos, son construcciones, no significa eso que exista una libertad absoluta para construirlos de la manera como cada uno estime conveniente, como sugieren algunas posiciones constructivistas. Cada proceso se construye de acuerdo a un orden de pensamiento, es decir, a una lógica, y no Página 39 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones arbitrariamente, como ocurre a veces en la producción literaria, sobre todo en la poética. En ese punto tiene razón Wittgenstein (1978: 375) cuando afirma que fuera de la lógica no existe ninguna “necesidad”. Por lo tanto, la lógica de cada construcción determina que es lo que es esencial y que es lo secundario en cada narración. Ahora bien, de acuerdo a los textos que intentan dar cuenta de la historia de nuestros días, me parece advertir una suerte de competencia o disputa entre tres lógicas de construcción: * Una lógica es la que he estado criticando a partir del ejemplo de Hardt y Negri, y es la que he llamado lógica historicista. En esa lógica los acontecimientos se ordenan en el marco de una metahistoria que les da sentido y orden, procedimiento que supone desconectar las relaciones de equivalencia y parentesco entre los acontecimientos, para convertirlos en equivalentes al conjunto del proceso histórico que como todo proceso está determinado por su fase terminal o superior, que en el caso de Hardt y Negri es la del Imperio Global. * La lógica constructivista, que es el otro extremo interpretativo, supone que cada proceso es el producto imaginario de una construcción imaginaria de acuerdo a un orden también imaginario, de tal modo que las diferencias entre la narración histórica y la literaria son definitivamente anuladas. Los libros de historia serían, en el marco de esa lógica, simples novelas construidas con personajes y hechos reales. Quizás de más está decir que el cierto auge que alcanzaron dichas posiciones a fines del siglo veinte pueden ser explicado como una reacción natural frente a los abusos de la visión organicista de la historia que hoy ha sido tan bien recreada por Hardt y Negri. No obstante, pese (o quizás por eso mismo) a que el constructivismo es un polo contrario al historicismo, comparten ambos un punto central: la des-antagonización de la realidad. El historicismo des-antagoniza a los acontecimientos unos de otros con el preciso objetivo de convertirlos en simple eslabones que conduzcan a la afirmación sin negación de un proceso histórico final. El constructivismo a su vez, los des-antagoniza de sus relaciones negativas de pertenencia, al convertirlos en simples piezas de juego que pueden ser combinados de acuerdo a la libre asociación imaginativa de cada observador. * La posición que aquí defiendo supone, en cambio, aceptar un determinado grado de politicidad en la construcción de la historia. ¿Qué quiero decir con eso? Muy simple: que los acontecimientos que “aparecen” no se encuentran, ni previamente encadenados a una lógica que los precede, pero tampoco se Página 40 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones encuentran tan absolutamente desconectados entre sí, hasta el punto que cada historiador pueda encadenarlos como estime conveniente. Quiero decir que un acontecimiento alcanza la categoría de histórico sólo cuando surge como afirmación frente a situaciones reales que lo niegan, y eso quiere decir que no existe acontecimiento histórico absolutamente librado de relaciones antagónicas respecto a la realidad desde donde emergen y hacia donde irrumpen. Eso significa, además, que si vamos a construir historiográficamente a un proceso, no podemos hacer uso arbitrario de los acontecimientos que lo conforman, lo que a su vez supone que si lo vamos a introducir en el marco procesual, no podemos despojarlos de sus relaciones de negatividad que es allí donde, en primer lugar, sobre todo, y antes que nada, pertenecen. Por lo tanto, la diferencia esencial de una interpretación histórica respecto a una historicista (dejemos en este ensayo de lado la constructivista pues no se puede discutir con todo el mundo a la vez), reside que en esta última es el proceso el que determina y selecciona a los acontecimientos, desconectando las relaciones de equivalencia e ignorando las relaciones de parentesco que se forman entre los diferentes acontecimientos, en función de la lógica interna de ese proceso que ideológicamente antecede y transciende la realidad de cada acontecimiento. En una interpretación histórica, a diferencia de una historicista, la construcción de la realidad se da de un modo exactamente inverso. Los procesos, en este caso, son formados a partir de la singularidad específica de cada acontecimiento, singularidad que es la que permite entender los encadenamientos que llevan a la constitución de esas “singularidades-plurales” que organizan la unidad siempre inestable y precaria de cada proceso. Y digo inestable y precaria porque, a diferencia de los acontecimientos que lo constituyen, un proceso es una construcción intelectual y no un hecho “dado”. Eso significa que, en la medida que sumamos y restamos acontecimientos, o en la medida que encadenamos de un modo diferente los acontecimientos al interior de un proceso, sometemos al proceso mismo a una intensa revisión. Quiero decir entonces que un proceso que no se deja revisar, ya no es un proceso, sino una interpretación sagrada y/o ideológica de la historia, es decir, simple historicismo. En la interpretación historicista de la historia, los procesos determinan a sus acontecimientos. En una determinación histórica de la historia los acontecimientos determinan a sus procesos. Por eso, en cada determinación historicista hay una historia – Página 41 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones construida– sobre la historia, o para decirlo de nuevo en el término de Nietzsche, una sobrehistoria.

11. Historia e historicismo La desrealización de los acontecimientos propia a toda construcción historicista opera gramaticalmente. Y una de las operaciones gramaticales más características del historicismo reside en la substantivación de los adjetivos y de los verbos. Cuando decimos que los mercados, las instituciones, las tarjetas de créditos, y muchas otras cosas de este mundo se globalizan, estamos verbalizando hechos y construyendo procesos. Cuando decimos en cambio, que los mercados, las instituciones y las tarjetas de crédito están ya globalizados, hemos decidido cambiar el verbo por el adjetivo, lo que nos indica que ya hemos construido o imaginado a un proceso que contienen muchas situaciones “globalizadas”. La construcción intelectual de un proceso histórico es realizada por los verbos simples primeros y después por los verbos adjetivados (es decir: “algo” que es, mediante un acto, globalizado, es convertido en “algo” global). En la construcción historicista, en cambio, el autor opera con substantivos es decir, con verbos y adjetivos substantivados. En este caso, ya no son los hechos los que se globalizan o son globalizados y por lo mismo los que adquieren una condición global, sino que es “la globalización la que globaliza a los hechos”. No obstante, con el nacimiento del substantivo globalización no está consumada todavía la operación ideológica gramatical de la que se sirve el historicismo puesto que el substantivo globalización puede operar como una idea regulativa, es decir, como un simple “a priori” constitutivo, en el estilo de Kant. En ese sentido, globalización es un substantivo abstracto, que al ser abstracto, no es más que una licencia literaria, una metáfora o incluso, una imagen (de un globo, por ejemplo) necesaria en cualquier caso para ordenar provisoriamente la secuencia de los acontecimientos. El problema sólo se presenta cuando el substantivo abstracto adquiere de pronto una supuesta dimensión concreta, es decir, cuando ha sido petrificado hasta tal punto que para el ideólogo globalista no sólo es insubstituible, sino además, indeterminado, o inmanente: un “en sí” total y absoluto. Es decir: cuando lo determinado se convierte no sólo en algo indeterminado sino que además determinante. Página 42 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones El movimiento o acción que lleva a la articulación de los hechos (verbo), así como la condición cualitativa que éstos adquieren en un momento determinado (adjetivo) al ser abstractamente substantivados, es decir, singularizados, prepara las condiciones para su ideologización, que adquiere su formato final, en la concretización del substantivo abstracto que determina la existencia de todos sus verbos y adjetivos que se deducen de su total inmanencia. Ese es el procedimiento ideológico gramatical del que se sirve el marxismo-globalismo de nuestro tiempo; y el Imperio de Hardt y Negri es una de sus representaciones más emblemáticas. Porque, desde una perspectiva gramatical, el Imperio de Hardt y Negri es un substantivo concreto, indeterminado y determinante a la vez. Por lo tanto, la construcción globalista de la historia no es ideológica porque realiza procedimientos gramaticales que permiten pasar de lo particular a lo general, procedimiento que es al fin constitutivo al pensamiento analítico. Por el contrario, es ideológica porque no permite el viaje de regreso: de lo general a lo particular, entre otras cosas, porque todo lo que es particular ha perdido su particularidad y se ha convertido en simple “elemento” constitutivo de una totalidad que es, por definición, indiferenciable. Cada concepto es –como he sostenido en otro texto2– un “agente diferenciador”. Por ejemplo, si yo invento el substantivo abstracto de “marxismo-globalismo” me estoy valiendo de un concepto que me permite entender una corriente ideológica, una sola, entre muchas otras corrientes ideológicas de nuestro tiempo, es decir, es un concepto que me permite hacer diferencias entre unos y otros, porque no todos quienes escriben sobre globalización son (gracias a Dios) “marxistas-globalistas”. Pensar es, al final, diferenciar, y si hemos de inventar conceptos, que son todos substantivos abstractos, es porque queremos diferenciar a esos conceptos de otros, lo que sólo es posible si el concepto que hemos inventado aparece despojado de cualquiera posibilidad de inmanencia. El concepto de Imperio, en cambio, al ser sólo igual a sí mismo, es decir, total, es absolutamente indiferenciable (y por lo mismo, es impensable). En el fondo, la diferencia entre historia e historicismo es la diferencia entre dos modos de pensar la vida. Uno que se deduce de los acontecimientos y otra lógica que se deduce de sí misma. En la segunda posibilidad, la realidad se constituye 2

Véase Mires (2002).

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones de acuerdo a una simple combinación de ideas; y es por eso que es “ideo-lógica”. No se trata tampoco que según la interpretación historicista de la historia las ideas determinen a los acontecimientos, como fue el caso del “idealismo clásico”. No: es mucho peor: los substituyen. El historicismo es siempre alucinatorio. Tiene sin duda razón Ernesto Laclau cuando critica el sentido inmanente del Imperio de Hardt y Negri, y por eso mismo, el hecho de que al no haber sido construido políticamente, vale decir, a partir de antagonismos que constituyen el espacio de lo social, sea imposible cuestionarlo desde una perspectiva política de acuerdo a equivalencias que construyen diferentes actores que convierten poco a poco sus demandas horizontales en representaciones político-simbólicas en posición vertical (Laclau, 2004). Por ejemplo, la recurrencia a un concepto indeterminado como “la Multitud”, de la que no se puede saber cómo ni por qué se constituye sin pasar por ningún momento articulativo en contra del Imperio, no es más que una esperanza virtual de Hardt y Negri; una esperanza de que alguna vez se forme “algo antagónico” que oponga una negación alternativa al Imperio que ellos mismos inventaron. La Multitud de Hardt y Negri (2004), es, como es sabido, el segundo tomo de la teoría del imperio global, el anti-imperio sin figura, rostro, nombre ni apellido: un fantasma de un fantasma. Por lo menos, la noción antagónica al Capital inventada por Marx, el Proletariado, tenía un substrato histórico reconocible: los trabajadores fabriles del orden industrial y su negación antagónica, el Capital, estaba extraída también de un orden simbólico establecido: los propietarios acumuladores de dinero. La noción de “la Multitud” en cambio, nace de la nada, (o, lo que es muy parecido: de una realidad des-antagonizada) para enfrentar a un concepto, el Imperio, que nació para metaforizar a una “fase” de una historia que al traspasar su propio final, también se ha convertido en nada. Es como si Hardt y Negri hubieran sentido la necesidad de terminar su obra con un final feliz: con la construcción de un héroe bueno, el “contra-Imperio” (Mouffe, 2005) que nos salvará del apocalipsis final. No obstante, aquí pienso, que esa imposibilidad de política (y de politización) que conlleva la supuesta presencia universal del Imperio es en cierto modo un resultado de su radical des-historización. O para decir lo mismo con otras palabras: toda construcción metahistórica sólo puede generar antagonismos metapolíticos.

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12. Referencias Bibliográficas 1. Arendt, Hannah (2000). In der Gegenwart. Munich: Piper. 2. Canetti, Elias (2001). Masse und Macht, Komune 5. Frankfurt: Fischer. 3. Freud, Sigmund (1994). Warum Krieg?. Frankfurt: Fischer. 4. Fukuyama, Francis (1992). El fin de la historia y el último hombre. Madrid: Editorial Planeta. 5. Hardt, Michael y Negri, Antonio (2004). La Multitud: guerra democrática en la casa del Imperio. Madrid: Debate. 6. Hardt, Michael; Negri, Toni (2001). Empire. Massaschussets: Harvard University Press. 7. Hilferding, Rudolf (1977). Das Finanzkapital Frankfurt: Euro Verlg. Anst. 8. Laclau, Ernesto (2004). ‘Can Immanence Explain Social Struggles?’, Diacritics, 31(4): 3-10 9. Laclau, Ernesto (S/F). Democracia, pueblo y representación. Entrevista y texto. Dispolible en línea en http://.exargentina.org (01/10/2009) 10. Marx, Karl (1977). Zur Kritik der hegelschen Rechtsphilosophie, Tomo l. Berlin Este: Dietz 11. Marx, Karl (1953). Carta a Annenkov, citado de acuerdo a Marx/Engels Ausgewählte Briefe (cartas escogidas) Berlín Este: Dietz. 12. Mires, Fernando (2004). El Imperialismo norteamericano no existe y otros ensayos. San Juan: Ediciones Vértigo. 13. Mires, Fernando (2002). Crítica de la razón Científica. Caracas: Nueva Sociedad.

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones 14. Mouffe, Chantal (2005). On the Political. London-New York: Taylor and Francis Group. 15. Negri, Antonio (2001). “El Imperio”, supremo estadio del imperialismo. En Le Monde Diplomatique-Enero. 16. Nietzsche, Friedrich (1983). Vom Nutzen und Nachteile der Historie für das Leben en Werke, Tomo 3. Salzburgo: Caesar. 17. Villalobos-Ruminott, Sergio (2001). Empire, una imagen del mundo. Santiago de Chile: Escuela de Filosofía, Universidad Arcis. 18. Wittgenstein, Ludwig (1978). Tractatus Logico-Philosophicus. Frankfurt: Suhrkamp.

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Socorro, Milagros (2009). Señoras de la noticia. Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", 2 (2), Artículo 2. Disponible en la siguiente dirección electrónica:

http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones/

SEÑORAS DE LA NOTICIA LADIES OF NEWS

SOCORRO, Milagros. Literata y Periodista del Diario El Nacional - Venezuela milagrossocorro@gmail.com Página 47 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones RESUMEN El ensayo realiza un recorrido por la participación de la mujer en la historia del periodismo venezolano, destacando la importancia que han tenido las “señoras de la noticia” en el desarrollo de la comunicación social en el país: desde la práctica de calle hasta la enseñanza en las escuelas de periodismo y comunicación. En forma de crónica, Milagros Socorro subraya esta importante faceta del periodismo venezolano a partir del desgrane del oficio de las aguerridas mujeres periodistas en Venezuela.

Palabras clave: Periodismo, mujeres periodistas, Venezuela, género, historia del periodismo.

Recibido: 30 de septiembre de 2009 Aceptado: 15 de octubre de 2009

ABSTRACT This essay looks around the participation of women in the history of Venezuelan Journalism, emphasizing the importance of these “ladies of news” in the development of social communication in the country: since the field practices until the teaching in Journalism and Communication Schools. With a chronicle writing, and detailing the work made by several brave women, Milagros Socorro features this important part of the Venezuelan Journalism.

Key words: Journalism, female journalists, Venezuela, genre, history of journalism.

Submission date: September 30th 2009 Acceptance date: December 12th 2009

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Cuenta Teresa de la Parra, en una de las conferencias que componen su conjunto ensayístico Influencia de las mujeres en la formación del alma americana, que en 1872, cuando el presidente Antonio Guzmán Blanco emitió el decreto por el cual se ordenaba la secularización de las monjas y, de paso, la demolición de los tres conventos coloniales donde éstas guardaban vida de claustro, la medida “levantó una ola de indignación muda. Casi nadie se atrevió a protestar públicamente porque la protesta se pagaba muy cara. Sólo una de las tres superioras, que era por cierto parienta política del Presidente y era monja letrada, escribió una magnífica carta en la que protestaba, defendía sus derechos, y pedía que le dejasen por lo menos trasladar su comunidad a las afueras de la ciudad. El Presidente contestó que no podía acceder a tal petición, que las comunidades tenían forzosamente que disolverse y que tal era en su concepto la manera de servir a Dios dentro del espíritu de su siglo. La Superiora replicó de nuevo que ella no tenía autoridad suficiente para levantar la clausura de sus monjas, que les ordenaba al contrario la desobediencia al Estado, y que por lo tanto esperarían todas a que viniese la fuerza armada a hacerles cumplir la orden. En efecto, cuando llegó la autoridad, la Superiora hizo formar a las monjas en fila, entonó el Magnificat y cantando, escoltadas por las bayonetas, salieron para siempre de su convento.” En 1872, cuando las 64 monjas abandonaron, a punta de fusil, los conventos situados alrededor de la Plaza Mayor, luego Plaza Bolívar, no existía el periodismo informativo en Venezuela; de manera que aquel momento supremo en que el conjunto de religiosas fue devuelto al mundo del que habían huido voluntariamente, empujadas por soldados cuyo temblor puede adivinarse a través de un siglo, no fue atestiguado por un reportero que reseñara la palidez de las enclaustradas, su empecinado silencio, el golpe de sol en los ojos cuando finalmente salieron a la calle, donde las esperaba “el coro de familias que les ofrecía hospitalidad.” Y lo más lamentable es que la ausencia reporteril de la que podemos condolernos no hubiera sido, de todas formas, aliviada por la concurrencia de una mujer periodista, una mujer cronista. Esta inasistencia nos condenó a ignorar para siempre los detalles del desalojo, la contrariedad de las monjas ancianas arrojadas a una ciudad que desconocían, el sobresalto de las más jóvenes aferradas a una camándula inhábil como amuleto contra la adversidad, los murmullos de las sesenta y cuatro sirvientas que, de paso, fueron Página 49 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones también sacadas de los conventos. La tardanza de la mujer periodista en llegar al sitio de los acontecimientos sumió éste, formidable, en el silencio de las sandalias que marcó el paso de las carmelitas expulsadas. Y lo mismo deberá aplicarse a todos los hechos de la vida nacional huérfanos de la mirada de una mujer periodista. Que fueron muchos. Su incorporación masiva a la labor reporteril va a tardarse unas décadas, por ahora deberemos rastrearla en diversas publicaciones como excepciones que, desde luego, no conviene perder de vista. El gesto, por ejemplo, de la madre superiora que se opone al dictamen presidencial y escribe su rebeldía contiene ya, viva y enérgica, la sustancia que nutre al hecho periodístico: rebelde frente al poder, ella determina su posición y la convierte en escritura, en mensaje que ha de circular en una determinada audiencia, en este caso la propia cabeza del poder. Una muestra temprana de periodismo de opinión, esa carta que la superiora redacta en nombre de una comunidad a la que se debe: periodismo del más acabado aliento. Fallido, es verdad, como tantos pronunciamientos periodísticos, pero sólido, valiente y decidor. Su ejemplo tendrá secuelas. El 23 de septiembre de 1808 llega la imprenta a Venezuela, de su traqueteo saldrá un mes después el primer periódico venezolano, la Gazeta de Caracas y, cincuenta y seis años más tarde, en 1864, ya nos topamos con la presencia de la mujer en la prensa. Fue a través de El Rayo Azul, un semanario literario del Zulia, editado y redactado por Perfecto Jiménez, que admitía colaboraciones de escritoras formadas en la vigorosa tradición cultural de Maracaibo, ciudad donde eran cotidianas las tertulias literarias, la práctica de la poesía y el cultivo de la música. Un texto emanado de las II Jornadas de la mujer periodista, realizadas en Caracas, en noviembre de 1984, recoge una apretada historia de la incorporación de las venezolanas al oficio periodístico. En 1872, dice allí, se inicia la publicación de Ensayo Literario, revista semanal de Caracas, redactada por Isabel Alderson, que trataba sobre moral, historia, ciencia, literatura y variedades. En 1882, se publica la Revista Escolar en el Colegio de Niñas de Mérida; en 1884, La Primera Piedra, publicación mensual literaria del estado Carabobo, donde colabora María de la Paz Pérez de Santander; en 1891, circula en Caracas El Ávila, semanario de literatura, poesía, bellas artes, crónicas y avisos, dirigido y redactado por Concepción Acevedo de Taylhardat, quien usaba el seudónimo de Rebeca y también fundó Brisas del Orinoco, en Ciudad Bolívar, y La Lira, en Caracas; en 1891, aparece El Problema, publicación político-literaria, dirigida y Página 50 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones redactada por Rosalinda González, quien en 1892 se encarga de redactar la parte literaria de El Liberal, periódico caraqueño de política y literatura; en 1892 se funda la revista El Cojo Ilustrado, donde escriben las novelistas Magdalena Seijas y Virginia Gil de Hermoso, así como las poetas Mercedes Guevara Rojas de Pérez Freites y Polita De Lima de Castillo. En los años del gobierno del general Crespo (1894-1896) se publican El Cristus y La Lira. El primero, un quincenario católico de Barquisimeto, trataba de literatura, ciencias, artes y oficios, y estaba administrado por Camila Andrade y Felicia P. De Pérez; en La Lira, periódico trujillano, colaboran Eustoquia Perozo, Rosa Galletti, Graciosa Urdaneta y Amelia Castillo. En 1897 circulan: La Azucena, publicación mensual tachirense del Colegio de Niñas Espíritu Santo, que tenía por redactoas a Beatriz Camargo y Sara Guerrero, y por colaboradoras a las alumnas de las clases superiores de literatura; El Cronista, diario carabobeño cuya directora, desde 1904, fue Ella Galíndez Ríos; Alondras, revista quincenal zuliana de prosa y verso fundada por Ana Yépez. (Años después apareció otra publicación con el mismo nombre, Alondras, en Ciudad Bolívar, dirigida por Anita Ramírez, donde también escribieron Lucila Palacios, Luz Machado y Jean Aristiguieta, quien funda en 1967 la revista Árbol de Fuego). También del año 1897 es El Recreo de las Damas, semanario literario caraqueño cuya directora-redactora era Concepción Godoy de Martínez y tenía en la subdirección a María Martínez de Arredondo. Ya en 1900 se publican: El siglo XX, periódico yaracuyano donde escribe la poeta Leonor Bernabó; La Cítara, revista de arte fundada en Coro por Josefa Victoriana Riera, novelista y periodista; Carmen Vásquez administra el Gutemberg, periódico barquisimetano. En 1909, se funda El Universal, bajo la dirección del peta Andrés Mata, y la primera mujer que se cuenta entre sus colaboradoras es ni más ni menos que Teresa de la Parra, luego se sumarían Esther Barrera Moncada y Luisa Esther Larrazabal. En 1911 se publica en Betijoque, estado Trujillo, El Pensil, quincenario de literatura y artes administrado por Nieves Díaz Viana y redactado por Emma Dubuc Arias. En 1916 aparece Minerva, periódico del Liceo Contreras, plantel de enseñanza femenina de Carora. De 1919 es Bisemanario, órgano barquisimetano administrado por Marcolina Jiménez Segura. En 1920 se fundan Vendimia, revista quincenal caroreña de literatura y ciencias, donde colabora Lucila Luciani de Pérez Página 51 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Díaz, y Violetas, semanario literario y de noticias de Puerto Cabello, que dirige y redacta Trina García Selis.Ese mismo año, 1920, Polita De Lima abre en Coro su revista Médanos y Leyendas que continúa publicándose en Caracas hasta 1935; allí colaboraron Mina de Rodríguez Lucena y Consuelo Salcedo. Entre 1922 y 1941 circula el semanario literario El Alba, en Upata, dirigido y administrado por Ana y Enriqueta Acevedo Castro. En 1927 Luisa Martínez edita la revista mensual femenina Nos-Otras, donde inicia su carrera Alida Begoña Planchart Kerdel, conocida familiarmente como Pomponette, quien escribía con el seudónimo de Juana de Ávila. El 17 de agosto de 1930 aparece el primer número de la revista mensual Ecos de Gloria, editada por María Valentina MéndezLoynaz, entonces de dieciséis años, allí colaboraron Luisa del Valle Silva, Lucila Palacios, Conchita Osío Sarmiento, Graciela Rincón Calcaño, Olegaria de Escobar Ramírez, Ida Dos Santos, Rosa Virginia Martínez, Ana Mercedes Pérez y Olimpia Amador. En 1932 sale El Sostén, publicación carabobeña dirigida por Asunción de García Selis. -Hasta el año 36 –dice Ramón J. Velásquez- había mujeres relacionadas con el periodismo en todo el país, que editaron revistas, sobre todo de corte literario, y colaboraban en ellas. Pero la actividad reporteril, la intervención en los problemas nacionales y locales comenzó a partir de esa fecha. A la muerte de Juan Vicente Gómez y bajo el gobierno de Eleazar López Contreras, cesó la censura dictatorial, se fundaron los partidos, los sindicatos, los gremios empresariales, y hubo libertad de prensa, de organización. Entonces surgieron grupos de mujeres con una posición muy activa en la lucha política y muchas de ellas se dedicaron a escribir en los periódicos entre el 36 y el 48. “Es a partir del año 36 cuando aparece la primera reportera de calle, la que interroga. En aquel grupo inicial de mujeres que escribían para los periódicos sobre el problema nacional, resaltan los nombres de Pomponette Planchart y de la gran novelista Ada Pérez Guevara. En ese momento hubo una periodista, Luisa Martínez, cuya revista Nos-Otras causó sensación y polémica, y fue atacada por la izquierda porque era oligarca y de extrema derecha ideológica. Y en Maracaibo estaba Olga Luzardo, periodista combativa, fundadora y dirigente del Partido Comunista en el Zulia.” “La primera gran periodista, reportera de calle, en trabajar en un gran periódico – La Esfera, que desapareció hace como veinte años– fue una barquisimetana Página 52 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones formada en París y en Londres. Su nombre: Ana Mercedes Pérez, poeta, autora de grandes libros. Cuando se produjo el golpe militar de Marcos Pérez Jiménez, el 18 de octubre de 1945, que derrocó al presidente Isaías Medina Angarita, liberal y democrático, ella se dedicó a entrevistar a todos los militares golpistas; y con ese material publicó un libro, La verdad inédita, que consta de unos treinta reportajes, fue el primer volumen de reportajes políticos sobre un gran tema nacional hecho por una mujer. Un poco después, hacia el año 42, surgen las primeras reporteras de Últimas Noticias, María Teresa Castillo, una de ellas, fue reportera conmigo. Otra gran reportera de un periódico que se llamó El País –y también de Últimas Noticias– fue Ana Luisa Llovera, y otra más, Carmen Clemente Travieso. Fueron las pioneras en lanzarse a la calle para conversar con la gente de los cerros, con los políticos, con todo mundo. En los años 40, ellas introdujeron un cambio en la visión del periodismo en el país, aprovechando la libertad que existía. Ejercía también el oficio una periodista que murió muy joven, la talentosa Josefina Calcaño. En los primeros tiempos de El Nacional hubo una excelente escritora cuyo nombre fue Elba Arráiz, que escribía con un seudónimo, Dinorah Ramos. Luego vendrá la fundación de la Escuela de Periodismo y ya una mujer periodista es una cosa normal.” Después de la muerte del general Gómez y ya bajo el mandato del general Isaías Medina Angarita (1941 – 1945) aparecen: el diario Últimas Noticias (1941) que contará con reporteras de la talla de Ana Luisa Llovera, María Teresa Castillo, Margot Boulton, Carmen Clemente Travieso y Ana Mercedes Pérez. El diario El Nacional (1943) que contará con las firmas de Ida Gramcko, Luisa Esther Larrazábal, Elizabeth Schöen, Velia Bosch, Elisa Lerner, Carmen Mannarino, Elena Vera, Josefina Juliac y Beatriz Mendoza Sagarzazu de Pastori, quien fundó en Valencia la revista Ancla con un grupo de amigas. Y más tarde, Miyó Vestrini, Margarita D’Amico y Mara Comerlatti por mencionar sólo un puñadito de un elenco que llegó a ser numeroso y brillante. Amanecer (1943) publicación carabobeña donde escribía la poeta Margot Ramírez Travieso. Correo Cívico Femenino (1945) revista mensual que se publica hasta enero de 1947, cuando la mujer obtiene el derecho al voto en igualdad de condiciones al hombre, informaba sobre reivindicaciones femeninas, sufragio y civismo, era redactada por la novelista Ada Pérez Guevara y Flor María Zambrano. Página 53 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Al ocupar el poder la Junta Revolucionario de Gobierno, presidida por Rómulo Betancourt, se fundan en Carabobo: El Liceísta, en cuya redacción figura Elia Joya, y La Idea, administrado por Elba Marín. En 1948, Nery Russo funda Páginas, donde también escribía Blanca Graciela Arias de Caballero; y posteriormente, Russo funda la revista Ellas. Aquí se abre el paréntesis de la dictadura. En 1958, Alicia Larralde funda la revista mensual Ritmo y dirige Polémica, semanario del Movimiento Femenino Venezolano. Y a partir de este momento el número de publicaciones fundadas, dirigidas, redactadas, diseñadas y fotografiadas por mujeres dejan de ser excepción y se convierten en la norma. El gran momento había comenzado con la muerte del general Gómez, cuando la mujer salta la ventana hacia la calle, cruza los portones de los liceos e ingresa abiertamente en la política. Ahora el linotipo va a expresarse con voz de mujer. “Últimas Noticias fue una gran escuela de periodismo para todos nosotros”, dice Oscar Yánez. “Y el gran factor de cambio para el periodismo venezolano lo constituyó la presencia de las mujeres reporteras. Ellas hicieron de la fuente cultural una sección de primera importancia, a la vez que se desempeñaban con gran solvencia y claridad en la fuente política. Su presencia cambió completamente el ambiente de las redacciones. Una mañana cualquiera llegaba María Teresa Castillo, muy activa, con sus aires de modernidad, y también venía Carmen Clemente, quien era, en cambio de las que vivían en el pasado, recordando sus amores con Andrés Eloy Blanco. Los periodistas nos reuníamos para hacer asambleas y discutir la situación del país. Todos estábamos pendientes de lo que ocurría durante el debate y Carmen Clemente lo seguía zurciendo una media. Entonces usted veía a aquella mujer zurciendo la media y se preguntaba qué hacía allí aquella ama de casa. Pero de lo que menos tenía era de ama de casa. Era dirigente del Partido Comunista. Ella fue la que comenzó a hacer los grandes trabajos en los barrios barrio. Donde había un problema, allá iba Carmen Clemente.” “Estaba Ana Luisa Llovera, reportera política muy adeca que murió hace poco. Cubría las fuentes políticas. De ella se cuenta una cosa muy curiosa, que fue cierta. Cuando estalló el movimiento contra el general Isaías Medina Angarita, Ana Luisa desapareció del periódico en la tarde, no supimos más de ella. Dos días después, cuando fuimos a Miraflores, Ana Luisa estaba despachando en la oficina del Presidente de la República.” Página 54 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones “Otra reportera extraordinaria era Delia Raga”, continúa Oscar Yánez, “quien luego se casó con otro periodista y se retiró del medio. Sofía Imber llega después... Teníamos un cuadro de mujeres periodistas que eran de primera. Últimas Noticias fue novedoso también en eso, fue el primer periódico en incorporar reporteras. Teníamos a Ida Gramcko, que después se fue para El Nacional. Los reporteros hombres aprendimos mucho de esas mujeres. Todas tenían ya historia política que los jóvenes reporteros no teníamos. Ellas sí, porque muchas de ellas habían participado en huelgas, en conspiraciones, escondían gente perseguida en los gobiernos anteriores, no en el de Medina. Últimas Noticias, al igual que El Nacional, sale precisamente porque quien está en el gobierno es el general Medina, a quien se le debe la circulación de periódicos audaces y atrevidos para aquella época, como lo fue el semanario humorístico El Morrocoy Azul.” “Con aquellas colegas aprendimos muchas cosas importantes. Primero que nada, se nos quitó de la cabeza esa concepción machista de que la mujer era intelectualmente inferior o que la carrera periodística era sólo para hombres. Cuando trabajamos con ellas, nos dimos cuenta de que muchas eran profesionalmente mejores que nosotros. Trabajaban más que nosotros, tenían mayor solidaridad de equipo –que en ocasiones el hombre no tiene-. Ese equipo de mujeres era para nosotros un orgullo, y el trabajo era muy agradable. Por restricciones económicas del periódico, los reporteros no podíamos movilizarnos individualmente. En aquella época, el periódico alquilaba un carro para los reporteros que iban a hacer trabajos hacia el este, por ejemplo. Y uno tenía dos opciones: o se quedaba en el carro mientras el compañero hacía su entrevista para luego seguir a la de uno o se metía a ver la entrevista que estaba haciendo el compañero. En una ocasión, fue Ida Gramcko a casa de Rufino Blanco Fombona a entrevistarlo. En un momento don Rufino, muy entusiasmado con el diálogo, comenzó a hablarle del duelo más peligroso en el que había participado... ‘precisamente la espada me alcanzó por aquí’... y comenzó a bajarse los pantalones para mostrar una herida que tenía casi en un testículo. Ida Gramcko intentó disuadirlo de mostrarle el lugar exacto de la estacada: ‘Sí, don Rufino, ya sé dónde fue la herida, ya sé, ya sé’. Yo estaba ahí y me divertí muchísimo.” “Sofía Imber escribía una sección llamada ‘Viperinamente’, María Teresa hacía notas culturales, sociales, entrevistas políticas. Insisto, ellas cambiaron el periodismo en Venezuela. Antes de que ellas llegaran, la visión de las noticias era absolutamente machista. A ella se les debe en los periódicos el respeto por los Página 55 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones niños, las reivindicaciones sociales, mejoramientos en los hospitales, reporte de las necesidades de los barrios... La Dirección de Últimas Noticias, con un criterio excelente, las destinaba a ellas a hacer esos trabajos. Mucha gente no sabe que en Caracas, en la época del 41 al 45 (en plena Segunda Guerra Mundial), tomar un autobús implicaba caerse a golpes. No había neumáticos, cada día quedaban más unidades de transporte fuera de servicio y si teníamos 40 autobuses, durante la guerra habrían quedado 18 ó 20. Cuando llegaba un autobús, aquello era una batalla campal, la gente se caía a piña limpia. Entonces, Ana Luisa Llovera hizo una campaña para imponer las colas en las paradas de autobuses y logró que las autoridades emplazaran un policía que vigilara para que la gente no se coleara. En el centro de Caracas empezaron a aparecer las paradas de autobuses con su respectivo policía. Hasta que en un momento determinado desapareció el policía y la gente siguió haciendo cola. Hacer cola en paradas, en mercados y en otros sitios conflictivos, es un triunfo de la mujer en el periodismo. La circunstancia de la Segunda Guerra Mundial las favoreció: ocasionó un fenómeno que lanzó al mundo un espíritu igualitario entre hombres y mujeres. El esfuerzo bélico obligó a que las mujeres trabajaran al lado de los hombres. Por cierto que fueron también las mujeres periodistas quienes le pusieron a Lídice su nombre, porque cuando los nazis destruyeron la aldea de Lídice, en Checoslovaquia, ellas su unieron a la campaña mundial por hacer un homenaje a los caídos en ese lugar, en cada país debía haber un Lídice, y fueron las periodistas de Últimas Noticias quienes lograron que también Caracas tuviera su Lídice.” El 28 de julio de 1949 egresa la primera promoción de Periodistas Titulares, graduada en la Universidad de Venezuela. La Escuela de Periodismo de esa institución se había creado dos años antes, en 1947, bajo la dirección de Miguel Acosta Saignes y luego de Gustavo Díaz Solís, con 110 alumnos, de los cuales 55 completarían los cursos. Ellos integraron la promoción “Leoncio Martínez”, en homenaje al gran periodista, escritor y caricaturista, creador del semanario Fantoches. Entre los diplomados se encontraban seis mujeres: Lucila Velásquez, Trinita Casado, María Teresa Castillo, Nery Russo, Ana Luisa Llovera y Francia Natera. Poco después, la dictadura de Pérez Jiménez clausura la Escuela de Periodismo y se interrumpe la formación académica de los periodistas venezolanos, hasta que la caída del régimen permite la reanudación de las actividades formativas en la Universidad Central de Venezuela. En 1960 se abre la Escuela de Periodismo de Página 56 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones la Universidad del Zulia y, en 1965, la de la Universidad Católica Andrés Bello. Todas registraron una alta matrícula femenina (piénsese que entre 1949 y 1984, egresaron de la UCV 1230 licenciados en Periodismo, de los cuales 651 (61.19%) fueron mujeres). La Escuela de Periodismo de la UCV suele admitirse como la primera en su especie, y Humberto Cuenca así lo establece en su libro Imagen literaria del periodismo (1961); pero antes de ese intento de formalizar el entrenamiento de los reporteros hubo, por lo menos, un par de iniciativas previas. En su libro Caracas de siglo a siglo, (1966) Guillermo José Schael incluye un capítulo titulado Escuela de Periodismo, donde escribe: “Hacia los comienzos del año 1939 el doctor Luis Teófilo Núñez dio a conocer que la Editorial Ambos Mundos se proponía crear un curso de periodismo libre a fin de que algunos jóvenes en quienes ya se observaba cierto entusiasmo e inclinación por el ejercicio de este arte liberal, acudiesen a perfeccionar sus conocimientos. Para materializar su iniciativa el doctor Núñez entró en conversaciones con algunos veteranos del diarismo y entre éstos con el periodista y pedagogo Pedro Pérez Cabral, quien se hallaba desde hacía algún tiempo en Caracas, procedente de Santo Domingo, donde había ejercido su profesión hasta que por razones políticas tuvo que abandonar el país. Pérez Cabral aceptó la dirección del curso y éste comenzó a dictarse en la misma sede de la Escuela Superior de Comercio, entre las esquinas de Piñango a Llaguno. Iría ésta a ser la primera Escuela de Periodismo establecida en Caracas.” Schael no ofrece una lista de los estudiantes matriculados en el curso pero su libro incluye una fotografía de algunos profesores y estudiantes donde aparecen, además de varios hombres, Rosario Barreto, Mercedes López León, Graciela Schael Martínez y Conchita Pérez. Por una referencia del autor nos enteramos de que a pesar de que la convocatoria fue atendida por 30 estudiantes, “sólo ocho aspirantes al diploma final se presentaron a las últimas pruebas”. Cabe destacar que Mercedes López León y Graciela Schael Martínez se contaban en la reducida cosecha de alumnos que “han demostrado poseer la capacidad y los conocimientos necesarios para el rendimiento de una labor apreciable dentro del campo periodístico vernáculo”. Y dos años después hubo otro intento. En artículo aparecido en La Esfera, el 11 de noviembre de 1941, Francisco J. Ávila reseña la fundación de la Escuela de Página 57 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Periodismo en la Universidad Libre Augusteo, donde el autor de la nota se desempeñaba como profesor de Teoría y Práctica del Periodismo. “Una de las academias”, escribe Ávila, “que integrarán esa multiforme fuente de cultura gratuita para la juventud está destinada a la preparación de futuros periodistas. Se la ha bautizado en recuerdo de aquel ilustre y honrado escritor y periodista que se llamó Rafael Arévalo González. Más de doscientos jóvenes, deseosos de trillar otros caminos distintos a los rutinarios, se inscribieron en esta Academia. El excesivo número de aspirantes fue necesario reducirlo a un poco más de ochenta vocaciones preparadas para ese difícil arte de ‘escribir con sencillez’. Y desde el 27 de octubre, esas decenas de hombres y mujeres concurren a los cursos diurnos y nocturnos de periodismo.” Las mujeres que acudieron a las aulas de Periodismo del Augusteo son Ana Luisa Llovera (quien también estudió en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid y formó parte de la primera promoción de egresados de la UCV), Josefina Calcaño, Nina Esté, Josefina Briceño, Ada Requena y Nery Russo (también reincidente en la UCV). “Cuando se construye el nuevo edificio de El Universal, en los primeros años 60”, dice Eleazar Díaz Rangel, “en la redacción no había baños para mujeres, como no los había en la vieja sede. El Nacional en esto era excepcional. Lo que se debía al hecho de que en las primeras décadas del siglo XX la presencia femenina era rara en las redacciones. Esto se revierte alrededor de los años 60, cuando las mujeres comienzan a egresar de las escuelas de Periodismo y a ser mayoría entre los estudiantes. Y, claro, esa concurrencia numerosa de mujeres periodistas fue expresándose lentamente en los cambios que se produjeron en la composición de las redacciones de periódicos, revistas y otros medios.” “Debieron pasar dos décadas más para que esas mujeres comenzaran a ocupar cargos directivos en los medios. Y no creo que haya habido reacciones negativas ante esas designaciones porque, cuando fueron nombradas las primeras, ya era natural que aquellas mujeres que hubieran demostrado su capacidad como reporteras finalmente sean ascendidas a jefes. No supe nunca de reacciones de alguna significación por parte de los reporteros porque fue un proceso, la sociedad lo fue asimilando como algo natural que también ocurría en otras profesiones.” “Desde el primer momento en que las mujeres salen a la calle a buscar noticias, han cubierto todas las fuentes, incluyendo las policiales, que es de las más duras. Página 58 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones No es que esa fuente las atraiga mucho, en verdad, pero hay profesionales, como Sandra Guerrero, que es una reportera policial de primera categoría, que se desempeña en esa área desde que comenzó, compitiendo con los hombres sin ningún problema y tratando con delincuentes sin tener por ellos un tratamiento distinto. No hay, en conclusión, ninguna fuente o área del periodismo que no haya sido abordada por mujeres y en la que ellas no estén desempeñándose. Eso se ve también en diagramación y en fotografía. La mujer ha competido, si el término vale, con el hombre en el periodismo, incluso superando algunas dificultades, prejuicios que pudo haber habido al comienzo, y lo ha hecho exitosamente. Y lo mismo se aplica a la actividad gremial, Lourdes Morales, que fue una de las pioneras, fue la primera secretaria general de la Asociación Venezolana de Periodistas, en Caracas, por los años 50. Luego fue Ana Luisa Llovera presidente nacional de la AVP, organización más prestigiosa de lo que es el Colegio de Periodistas hoy. Helena Salcedo, fue secretaria general del Sindicato de Trabajadores de la Prensa. Desde luego que no se puede decir que las mujeres fueran dominantes en lo cuantitativo; eran minoría y, sin embargo, estuvieron al frente de las direcciones gremiales y sindicales a nivel nacional. Eso es un hecho revelador de que no había resquemores, desconfianzas ni reservas por la presencia creciente de la mujer en la profesión periodística.” En la actualidad, las redacciones de los medios de comunicación están llenas de mujeres periodistas. El cambio en el paisaje, desde los años 60 hasta hoy, es impresionante; y si no se incluye una lista de sus nombres en esta nota es porque las omisiones serían más abultadas –y muy graves- que los que se alcanzarían a inventariar. Ya nadie espera que una reportera acuda a su lugar de trabajo a hacer versos, relatos de viajes, reseñas de actos de caridad ni recetas de cocina. El camino desbrozado por las pioneras aquí mencionadas ha sido transitado por centenares de reporteras cuyo afán no habrá de orientarse ya a la conquista de un puesto de trabajo... sino al de una posición directiva, en la que las mujeres siguen siendo minoría. Lo que falta, y esto habrá que acometerse con denuedo, es un estudio profundo de la presencia de las mujeres en el periodismo venezolano, cuya huella está seriamente amenazada por el olvido, el desdibujamiento y la exclusión. Los datos convocados en la presente nota fueron completados con trabajosa investigación en libros y documentos donde ellas se echan a faltar por incomprensibles negligencias; y a través de contactos personales y telefónicos con testigos –la Página 59 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones mayoría no citados aquí- que recordaban muy parcialmente los hechos, que no estaban seguros, que se me olvida alguna, que pregúntale a fulano, ése si se debe acordar... Y la verdad es que nadie recuerda la historia completa. Prestas para dar cuenta de la historia contemporánea de su país, las periodistas venezolanas no han tenido hasta la fecha quien recopile la suya y la escriba para reparar la inmensa deuda que tenemos con estas señoras de la noticia nacional.

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ESTUDIOS

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Álvarez, C. y Azzato, M. (2009). Repensar la textualidad de la imagen digital: Una propuesta metodológica para la lectura lúdica de pantallas digitales. Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", 2 (2), Artículo 3. Disponible en la siguiente dirección electrónica: http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones/

REPENSAR LA TEXTUALIDAD DE LA IMAGEN DIGITAL: UNA PROPUESTA METOLÓGICA PARA LA LECTURA LÚDICA DE PANTALLAS DIGITALES THINKING OVER TEXTUALITY OF DIGITAL IMAGE: A METHODOLOGICAL PROPOSAL FOR PLEASANT READING ON DIGITAL SCREENS

ÁLVAREZ, Cristian. Profesor de la Universidad Simón Bolívar (USB) – Venezuela calvarez@usb.ve AZZATO, Mariella. Profesora de la Universidad Simón Bolívar (USB) – Venezuela mazzato@usb.ve Página 62 Universidad de Los Andes - 2009


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Se plantea la necesidad de repensar la función instruccional de la imagen en el mundo digital bajo la luz de las nuevas oportunidades que ofrece una propuesta metodológica para la lectura lúdica. Para ello inicialmente se examinan las percepciones que hiciera García Canclini sobre la lectura de los estudiantes universitarios y los problemas que se asocian a esta en el contexto de las nuevas tecnologías: acumulación de información en desmedro de la reflexión. A esto se suma la desestimación en el sistema educativo de la apreciación de imágenes visuales. Ante esta situación problemática y con el fin de bosquejar opciones, se analizan dos experiencias librescas: la lectura gustosa de textos (el “buen leer”) y las potencialidades presentes en las características esenciales del juego. Se propone así una metodología conformada por cinco pasos para la lectura de las imágenes en pantallas digitales. Su objetivo es aprovechar las posibilidades del “buen leer” para ampliar la comprensión de la información visual que se percibe a través de la pantalla. La propuesta es colocar el acento en la textualidad de la superficie representacional de una imagen y propiciar el atento recorrido visual que permita identificar formas y espacios significativos, lo cual se ilustra con ejemplos. Palabras clave: Lectura y escritura universitaria, imagen educativa, pantallas digitales, “buen leer”, juego, metodología, textualidad, medios visuales y digitales. Recibido: 06 de diciembre de 2009 Aceptado: 12 de diciembre de 2009

ABSTRACT It sets out the necessity about thinking over the instructional function of image in digital world under the light of the new opportunities of a methodological proposal to read as a game. First, for this reason it exams the perceptions of García Canclini about the reading of university students, and its problems on the context of new technologies: accumulation of information versus weakening of reflection. To this situation it adds the no appreciation of visual images. Faced with this problematic situation, and with the aim of sketching out options, it analyzes two experiences about books: the “tasty” reading of texts (the “good reading”), and the potentialities presented in the essential characteristics of playing. So, it proposes a methodology shaped for five steps to read images on digital screen. Its aim is seizing the possibilities of “good reading” to expand the comprehension of the visual information perceived through the screen. The proposal puts the accent in the textuality of representational surface of an image. Also it brings the attentive visual route about in order to enable to identify both significant forms and spaces. This proposal is illustrated with examples. Key words: University reading and writing, educational image, digital screens, “good reading”, playing, methodology, textuality, digital and visual media. Submission date: December 6th 2009 Acceptance date: December 12th 2009

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1. Introducción

Cada vez más la educación ha venido aprovechando la creciente difusión que tienen las tecnologías digitales y el uso que le damos en el contexto universitario para facilitar la representación, visualización e intercambio de la información visual que transformamos en conocimientos. Pero, ¿cómo llega a nosotros esta información? Más aún, ¿qué lectura hacemos de esta información? Primeramente debemos saber diferenciar entre la información de la realidad directamente percibida y el conjunto de imágenes que muestra la información de una realidad. En el primer caso, estamos haciendo referencia a lo que Costa (1998) define como mundo visible, es decir, un “conjunto continuo de cosas del entorno que son dadas a nuestros ojos con el acto sencillo de ver”. En el segundo caso, que es el que nos interesa y permite esbozar las primeras ideas de este artículo, se refiere al conjunto de imágenes utilizadas para representar una realidad, en nuestro caso educativa, que requiere para su visualización la pantalla de cualquier tecnología visual y, desde nuestra perspectiva, una lectura atenta que ofrezca un mayor potencial de aprendizaje. Ello nos lleva a nuevas consideraciones metodológicas que rescaten por ejemplo las características esenciales del juego y nos permitan repensar la textualidad que presenta hoy en día la imagen en la pantalla digital. Para ampliar estas ideas comenzaremos por ubicar la problemática en el contexto educativo. Específicamente nos interesa revisar algunas percepciones sobre la forma general cómo los alumnos universitarios utilizan la información de las pantallas instruccionales para obtener y manejar conocimientos, e igualmente explorar tentativamente el tipo de las lecturas que hacen, incluyendo las de las imágenes digitales que visualizan a través de la pantalla del computador. Una revisión de ciertas experiencias luminosas de lecturas en otros contextos librescos nos conduce a plantear nuestro objetivo que está centrado en determinar la relación que existe entre la comprensión de la imagen y la de un “buen leer” que se haga de ésta a través de la pantalla digital. Para ello presentaremos una metodología para la lectura lúdica de la imagen digital, así como también algunos ejemplos en los que se muestran las posibilidades instruccionales de esta lectura lúdica. A continuación esbozaremos algunas ideas que nos introducen a la comprensión de la problemática de este estudio.

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2. Aproximación al problema. Algunas consideraciones sobre el leer en la era de las pantallas digitales

Where is the wisdom we have lost in knowledge? Where is the knowledge we have lost in information? T.S. Eliot. Choruses from “The rock”, 1934.

Apenas hace unos meses, en marzo de este año, Néstor García Canclini nos ofrecía, a través del segundo número de la revista digital Alambre, un interesante artículo acerca de las características de la lectura de los estudiantes universitarios “en tiempos del Zapping” y cómo esta situación nos obliga a pensar en la manera cómo se percibe y accede a la producción del conocimiento. Con ello se plantean algunos problemas e interrogantes que nos invitan a acercarnos a la comprensión de este suceso que implica transformaciones en el medio educativo. En la actualidad, nos dice el autor, “no sólo las maneras de leer de los profesores se asemejan a las de los estudiantes”, sino que “cambió la jerarquía”, ya que con la disponibilidad de diversas fuentes documentales, “gracias a las herramientas electrónicas”, se configura una oferta que, en términos de mercado, rebasa con creces la posible demanda por parte del interesado en aprender. Si al inicio de la década de los 90 el profesor diseñaba y construía la base de la enseñanza de su asignatura mediante la investigación programada de la bibliografía, hoy en día, si se saben aprovechar las potencialidades de los medios para tener acceso a una inmensurable cantidad de información, “cualquier estudiante puede estar más actualizado que sus profesores” (García Canclini, 2009). En realidad, ello sería parte de un honesto desiderátum educativo, lo que nos obligaría a repensar el papel del docente universitario precisamente en el aludido diseño y la planificación de los cursos. Es justo en ese saber aprovechar las potencialidades donde está el quid de un problema sobre el que nos interesa reflexionar en esta investigación acerca de la lectura de y a través de los medios digitales. Podemos ver que el problema que apenas esbozamos se podría tornar aún más complejo si a esta consideración agregamos las diferencias notables señaladas por Marc Prensky (2001) entre nativos e inmigrantes digitales. Siguiendo esta precisa terminología, respectivamente los primeros coinciden en identificarse con los estudiantes que justo en este momento inician o se encuentran en las universidades, y los últimos con nosotros los profesores que aspiramos a enseñarles aquello que nos parece relevante e importante para su carrera Página 65 Universidad de Los Andes - 2009


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profesional o incluso para su formación general. La exposición temprana de los jóvenes estudiantes a los diversos medios tecnológicos de comunicación, así como al uso y manejo cotidiano de los mismos en gran parte de las actividades que realizan, les permite a los nativos digitales moverse en las redes informáticas con mayor facilidad y de la forma más natural, si vale la expresión, para acceder en un brevísimo espacio de tiempo a todo tipo de información disponible en los medios. Ello no sólo es una realidad innegable, sino que si aceptamos esto como un hecho que ofrece una base interesante para explorar, también puede verse como una ventaja aprovechable en los procesos educativos. Los profesores inmigrantes digitales, con las obvias limitaciones que esta condición implica, tenemos que aprender a reconocer y explotar en el mejor sentido esta nueva realidad, según lo que el propio Prensky propone. Sin embargo, desde otro punto de vista, la situación descrita también arroja otras preocupaciones: como una consecuencia cierta de lo apuntado anteriormente, esa misma facilidad de acceso que garantiza la tecnología lleva a que la mirada indagadora de los usuarios de los medios digitales sea cada vez más rápida y aun fugaz, alcanzando sólo a detenerse para obtener como resultado un dato específico. El veloz recorrido de la mirada casi nada aprecia en el camino de la búsqueda hacia el objeto, saltando de un link o vínculo de un hipertexto a otro en un navegar que apenas se concentra en encontrar un objetivo, que al punto se copia y se archiva; en esa misma acción se selecciona casi siempre lo que se necesita conocer según su utilidad tangible y su aplicabilidad inmediata. Esto parece lo lógico en la acción de buscar información, pero la reflexión ante lo hallado y el camino de búsqueda, las relaciones entre elementos que permiten configurar una visión o generar un pensamiento quedan excluidas en este proceso cuya meta se dirige a la sola acumulación de datos útiles. No hay duda que ello va configurando también un ethos en el que se discrimina todo aquello que no siga este tipo de valores. El sentido del saber humano, así como el del conocimiento y la información, se ven afectados y aun llegan a pervertirse en la era tecnológica al subordinarse exclusivamente a la utilidad práctica. Y aquellos interrogantes que lanzara T.S. Eliot hace tres cuartos de siglo en un contexto distinto, y que componen el epígrafe de estas líneas, parecen mostrar una actualidad más inquietante y así invitan a una sugestiva y profunda discusión en otro momento y espacio. Pero ante el estado presente del problema ¿cuál sería la opción de los educadores en el proceso de enseñanza? Volvamos a otras consideraciones que reúne García Canclini en su artículo para de esta forma sumar un elemento adicional al asunto que nos ocupa. El antropólogo argentino observa algo más sobre el proceso de lectura a partir de unas pequeñas preguntas dirigidas a colegas y amigos de las universidades mexicanas. Así, más allá del factor tecnológico y sus efectos en las diferencias en Página 66 Universidad de Los Andes - 2009


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el modo de leer de los estudiantes en los últimos años —que no necesariamente puede aislarse, según apunta—, entre las observaciones que recoge llaman la atención las que realiza una profesora: “… antes casi todas sus referencias eran televisivas; los estudiantes actuales van con frecuencia al cine o ven películas en versión pirata, algunos traen computadora portátil a clase y bajan textos e imágenes: 'sus referencias se han multiplicado'. No obstante, dice la misma respuesta, 'me sigue costando mucho que lean'. 'Dan mucha mayor atención a las imágenes que a los contenidos' y 'como están influenciados por la publicidad, sus presentaciones en Power Point me recuerdan, en no pocas ocasiones, páginas de anuncios (por el tipo de fotos que utilizan, la manera de redactar)”. (García Canclini, 2009) La experiencia relatada no nos resulta extraña, y en ella percibimos en los estudiantes la posibilidad que tienen de acceder a un número creciente de referencias e información que van continuamente copiándose y amontonándose en archivos, lo que al mismo tiempo va en detrimento de calidad de la lectura de textos y asimismo de la escritura de trabajos y ensayos. También vemos cómo ocurre cada vez con más frecuencia la utilización de un discurso de imágenes visuales en las exposiciones y presentaciones, mas no siguiendo un criterio selectivo para potenciar relaciones o quizás expresar perspectivas personales, sino tan sólo de un modo puramente ilustrativo a través de la repetición de esquemas y formas sin mayor elaboración, en una suerte de mimetismo de aquello que los medios de comunicación publicitaria divulgan: imágenes a menudo efectistas, de influencia deslumbradora o que tratan de coincidir con visiones u ondas de una moda y las vivencias asociadas a ésta. Rapidez y facilidad de acceso, reproducción y archivo de información; herramientas y medios para reunir imágenes que se agrupan en presentaciones llamativas: las tecnologías digitales de comunicación indudablemente ofrecen en un sentido ventajas educativas. Pero en una mirada más detenida, esa misma facilidad y rapidez tan eficaces de acceso y reproducción también tienden a conducir por un estrecho sendero y constreñir la actividad de cultivo y entendimiento que debe ser característica del estudiante, reduciendo y limitando su hacer a la mera recolección y repetición de clisés. Ante esto, nos preguntamos qué hacer en la actividad docente, pues si bien la cita anterior revela una situación de escasa capacidad de lectura por parte de los estudiantes, que dejan incluso de aprovechar las potencialidades que presenta la variadísima disposición de fuentes así como la atención constante y la “utilización” privilegiada de imágenes muchas veces volátiles, al mismo tiempo observamos en la apreciación de la profesora una cierta incomprensión de esta condición “nueva” del alumnado; ella tal vez continúa Página 67 Universidad de Los Andes - 2009


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acudiendo a los tradicionales métodos de aproximación a los textos y materiales que conforman el corpus de la bibliografía del curso que imparte. La queja por la poca inclinación a la lectura de textos y por la escritura a la que los profesores podríamos estar acostumbrados quizás resulte válida, pero acaso habría que reflexionar si no convendría retomar la enseñanza de la lectura en un amplio sentido considerando precisamente tanto las condiciones educativas actuales como el perfil del estudiante. Vale la pena citar in extenso el comentario de García Canclini: No se trata sólo de la oposición entre lectores y no lectores, sino de cómo se llega a la lectura y se la practica en un sistema educativo que siempre tuvo dificultades para asumir los desafíos de los medios audiovisuales y electrónicos. Muchos estudiantes universitarios pasan de televidentes a lectoescritores, otros de no lectores a internautas. Entre tanto, las escuelas primarias y secundarias, donde los maestros identificaban la cultura con los libros, nunca enseñaron a ver cine y televisión (salvo en países excepcionales como Francia), y juzgaban a esas pantallas como enemigas del aprendizaje. Un día vieron llegar las computadoras, donde coexisten lo escrito, lo audiovisual y lo digital. Las máquinas ofrecen integrados formalmente textos e imágenes, pero pocos alumnos aprendieron a vincularlos conceptualmente y desarrollaron una capacidad de síntesis que sólo pueden aportar los sujetos que usan las computadoras (García Canclini, 2009). Sí, el problema se centra en la enseñanza de una lectura —tanto de libros como de las pantallas, en especial las digitales— que efectivamente pueda propiciar algo más que captación de contenidos textuales, es decir, que suscite caminos e itinerarios del pensamiento y que el estudiante pueda conectarlos entre sí de tal forma que logre llegar a componer una visión propia. Pero habría que insistir que este señalamiento quedaría incompleto si no se integra con toda conciencia a la cultura visual en la que estamos inmersos. El continuar asumiendo en la educación que las facetas visual y también espacial de la cultura sólo pueden apreciarse como algo externo, decorativo y suplementario, en su sentido más limitado, redundaría en un craso error en la enseñanza. De ahí que la lectura a la que aspiraríamos no puede ni contentarse ni contenerse sólo con los textos escritos, y de esta forma debería extenderse también a las imágenes que distintos soportes y pantallas puedan ofrecernos, así como al espacio y lugares que habitamos. Lo que menciona García Canclini sobre la educación media y a la prácticamente inexistente atención en ella a las imágenes audiovisuales del cine, de la televisión y más recientemente de los medios informáticos, desde una perspectiva y sin Página 68 Universidad de Los Andes - 2009


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intención de ser exhaustivos, podría observarse que se extiende incluso a otros campos donde lo visual es esencial; nuestro acercamiento al arte y a la percepción del espacio suele ser muy limitado, en especial si uno se atiene a la enseñanza acostumbrada de estas áreas de conocimiento en las escuelas. Lamentablemente, casi en forma general, estas asignaturas específicas, más que intentar hablar sobre sensibilidad o experiencia en lo que el arte o la visión del espacio se refiere, su instrucción ha estado casi exclusivamente asociada a la captación de información, datos y contenidos traducibles en textos escritos. Ello nos lleva a pensar que si en las universidades no poseemos una capacidad o sensibilidad inicial para apreciar estas materias, para alcanzar a leer con detenimiento las imágenes que pueblan nuestra cultura visual y a las que los estudiantes se encuentran cotidianamente expuestos, poco pueden ser efectivos nuestros esfuerzos docentes, por lo que resulta indispensable la enseñanza de un leer, acaso una alfabetización que vaya más allá de la sola captación de información, historia e ideas. Y es aquí donde encontramos un aspecto esencial del problema que deseamos tratar en esta investigación: ¿Cómo enseñar a "leer" en este sentido: ver imágenes, su contexto, su relación espacial en las pantallas, particularmente las digitales? ¿Cómo enfrentar la compleja situación que se describe en las líneas precedentes sobre una lectura que enriquezca el pensar y que esta misma sea estimulante y fructífera cuando se dirige igualmente tanto a textos escritos como a imágenes visuales pertenecientes a diferentes ámbitos? Acaso puede ser de interés acudir a otras experiencias iluminadoras que trazan caminos para la comprensión del problema y el bosquejo de una opción. Pasemos al punto siguiente.

3. El gusto como punto de partida en el recorrido de la lectura: la forma que nos dice cosas y las posibilidades del juego

En la soledad de una tarde aburrida, ¿no han hojeado nunca, al azar, un diccionario? Se los recomiendo. Nada hay más grato y reposante para el espíritu. Las palabras, unidas codo con codo, parecen burlarse las unas de las otras. Cada cual oronda y satisfecha de sí misma, se ríe de su vecina sin sospechar que otra vecina se está riendo de ella: lo mismo que en sociedad. Pasar por ejemplo de la palabra “Catón”, ilustrada con una austera cabeza romana a la palabra “Cataplasma”, sin ilustración ninguna, para después de “Cataplasma” pasar a Cataluña, ilustrada también con un mapa lleno de ríos, montañas y principales ciudades es un entretenimiento gratísimo. El diccionario es el único libro ameno y reposante, cuya amable incoherencia, tan parecida a la de nuestra madre naturaleza, nos hace descansar de la lógica, de las declamaciones y de la literatura” Teresa de la Parra. Las memorias de Mamá Blanca, 1929.

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Son dos las experiencias que deseamos traer a esta discusión para comenzar a pensar en una proposición de re-enseñanza de la lectura que pudiera ser mas enriquecedora, particularmente de las pantallas digitales. La primera tiene que ver con la lectura gustosa de textos y la segunda buscará distinguir potencialidades en las características esenciales de la actividad del juego visto como fenómeno cultural. Hace casi sesenta años en un ameno y perspicaz ensayo sobre los problemas de la civilización contemporánea, Mariano Picón-Salas analizaba con agudeza una situación en la que curiosamente hallamos una analogía con algunos de los efectos de las tecnologías digitales de comunicación e información. El título del ensayo es “Cultura y sosiego”, y en estas páginas el escritor venezolano comienza su reflexión con el cuestionamiento de un método de lectura rápida cuyo único objetivo es, según los “apresurados pedagogos”, “informarse con velocidad, absorber lo indispensable, prescindiendo de lo accesorio” (Picón-Salas, 1962: 1308). Los “veloces lectores” fundamentaban su proposición de lectura en el hecho cierto de que en nuestra época las ciencias crecen y las fuentes bibliográficas en cada disciplina aumentan en forma exponencial y abrumadora, por lo que, al constituir la lectura “el primer medio instrumental para adquirir conocimientos”, habría que concentrarse exclusivamente en la búsqueda de información dejando de lado, por considerarlo “accesorio” o simple adorno sin utilidad, la forma de escritura de los textos y el recorrido de la misma, que sólo puede ser apreciada través de la lectura más pausada. Si bien esta consideración inicial que incluye una conveniente formulación podría justificar la proposición del método de lectura rápida y aun percibirse como correcta, no lo es en realidad, ya que esa definición del acto de leer resulta restringida e incompleta al reducir esta actividad a la sola captación de contenidos e información. “Con una concepción puramente informativa de la Cultura”, comenta Picón-Salas, los precipitados pedagogos “pensaban que en un libro sólo pueden guardarse noticias como alimentos en el refrigerador y olvidaban que el encanto de una buena lectura no consiste únicamente en la fórmula de conocimientos que pueda ofrecernos, sino también en otros valores espirituales más complejos”. ¿A qué se refiere el autor con “valores espirituales” de mayor complejidad que van más allá de la pura información? Pues en primer lugar al disfrute y al gusto que suscita la actividad misma que busca saber en el seguir el camino que sugieren las líneas de la escritura o a las sendas inéditas que abre el “secreto” de una palabra; a la posibilidad de interrogarse, de reflexionar y de imaginar que se despierta en el recorrido de la lectura, lo que permite gestar y conformar ideas e imágenes que nos llevan a asombrarnos e iluminarnos en el descubrir y conocer realidades, las ajenas y aun las propias; a lograr establecer relaciones, analogías y comparaciones con otros pensares, visiones y experiencias; a confirmar acaso valores vitales o configurar convicciones. Y para alcanzar estos es indispensable Página 70 Universidad de Los Andes - 2009


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“el ocio, la ausencia de prisa, la entrega total a lo que se estudia” (1962: 1309); la mirada veloz que sólo inquiere por información desnaturaliza el acto de leer, pervierte la esencia de su sentido que debe ser más atento, integral y estimulante. Por ello, Picón-Salas en su certera crítica, después de su exposición sobre la definición de lo que él denomina el “buen leer”, invierte irónicamente los términos propuestos por los lectores presurosos y así, pensando en una educación necesaria que tenga como objetivo el formar investigadores y personas “originales”, es decir, seres humanos que indaguen y piensen por sí mismos y no sean tan sólo “pedantes” repetidores, concluye con acierto: “Lo que se presenta como mera información, como ajeno y externo al hombre mismo, como puro adorno y dato muerto para el espíritu, es lo que tiene menos validez en un proceso educativo” (1962: 1309). Se trata, pues, de enseñar a leer el texto en toda su compleja expresión: forma y sentido, imágenes e ideas. Pasando a la situación presente, y como apuntábamos en la sección anterior, al pensar en las pantallas digitales y en la utilización de Internet, resulta claro que la misma dinámica de los medios conduce al usuario, lector o espectador a la mirada rápida y a la búsqueda exclusiva de información. Las tecnologías de información y comunicación tienen precisamente como uno de sus objetivos garantizar la mayor eficiencia creciente en velocidad para la consecución de contenidos informativos. Digamos que aquello que justificaba el método de lectura rápida que en el ensayo de Picón-Salas aparecía como propaganda sugerente de una pedagogía —no obstante el haber distinguido en ella sus fisuras, su limitación y su principio equívoco— se convierte, por así decirlo, en el fundamento mismo para la configuración de las nuevas tecnologías de los medios informativos y comunicacionales. Pareciera entonces un contrasentido proponer como una opción el “bueno y sosegado leer” como el que describe Picón-Salas para comenzar a apreciar las pantallas digitales que se encuentran inscritas en dichos medios. Pero es justamente la enseñanza de un cambio de actitud la que pudiera llevarnos a generar posibilidades de nuevas miradas que, en la aceptación de la realidad tecnológica, nos permitiría distinguir tanto el muy claro uso puntual de la rápida recolección de información —incluyendo la detección alerta de aquellas tristes consecuencias antiéticas tan frecuentes en trabajos estudiantiles del copy, cut and paste, del “copiar, cortar y pegar”—, como el recorrido más placentero de las pantallas que atiende y aprecia los detalles de las formas de presentación, análogo al deleite del navegar o del surfing originales; recordemos que son estos mismos verbos los que se utilizan para designar el desplazarse a través de la web o de un sistema informático. Se trata de enseñar a ver de distinto modo, por lo demás gustoso, para descubrir posibilidades y otras formas de conocer, tal como lo sugieren las líneas de la cita de Las memorias de Mamá Blanca que encabeza esta sección. Página 71 Universidad de Los Andes - 2009


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Teresa de la Parra, en la voz de su personaje, invita en un breve comentario a un uso del diccionario completamente distinto al habitual. Como sabemos y forma parte de nuestra costumbre, acudimos al diccionario con el objeto de buscar específicamente el significado o valor de una palabra, esto es, consultamos puntualmente sus páginas por motivos estrictamente utilitarios. Mamá Blanca, por el contrario, dejando de lado las razones de utilidad para otros momentos, propone un entretenido juego, un cambio de ruta —aun con una senda diferente a la alfabética— para contemplar las palabras y sus representaciones que se muestran como una comparsa casi animada que va más allá de su definición explicativa. A partir de la observación se crea una imagen visual y tal vez mental del comportamiento de las palabras, que lleva a una risueña y sutil comparación irónica con ciertas conductas sociales. Aun vemos en la descripción de las palabras que no se interesa por el significado que se registra en cada definición — a la que podemos acceder en cualquier instante—, sino que sigue, en el interés “reposante” y sosegado, su modo gráfico de presentarse. Y aunque curiosamente la mirada es directa y objetiva, por así decirlo, parece que por muy poco nos sentimos convocados a un inminente episodio de ficción. En las líneas finales del fragmento que ofrecen una concepción distinta del diccionario se concluye comparándolo con la realidad, en una visión que invita a atender a esta de otro modo, contemplándola y aceptándola en su ser de “amable incoherencia”, y previniéndonos de las enfáticas y reductoras concepciones ideológicas. Si nos hubiéramos resignado al exclusivo uso común del diccionario, ¿podríamos haber tenido la ocasión de pasar ese rato agradable y entretenido, y al mismo tiempo poder entender esta saludable y estimulante proposición para atender al mundo y ver su rostro amable? Es claro que en la sugestiva propuesta de Mamá Blanca hay una actitud de juego, lo que no niega la ocasional consulta puntual del diccionario, cuyo diseño está pensado esencialmente para cumplir su función de utilidad. Mas nos interesa ver que la posibilidad de otro modo de aproximación en el leer, la lectura lúdica y atenta a la forma, suscite miradas algo más complejas y hasta sorprendentes que nos lleven a diversas visiones, preguntas y conocimientos, y que ello pueda aplicarse a las pantallas digitales. Las dos lecturas no se oponen necesariamente, pero la primera concluye con el hallazgo de la información, mientras la segunda continúa proponiendo interrogantes e indagaciones a quien la practica. Vemos que tanto en la singular invitación de Mamá Blanca al grato juego de hojear el diccionario, como en la práctica de la lectura sosegada de Picón-Salas la forma nos dice cosas más allá de la sola información. Así, de ambos casos podemos extraer ciertos elementos y condiciones iniciales que permitan el bosquejo de los pasos hacia una proposición “metodológica” de la lectura de pantallas digitales. Del “buen leer” quizás podemos distinguir tres actitudes esenciales que posibilitan Página 72 Universidad de Los Andes - 2009


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ese gustar que nace del recorrido de la forma: cortesía, contemplación y connaturalización (Álvarez, 2003). Ellas conforman los elementos de disposición básica para que una lectura más integral y completa del texto o de la pantalla propicie caminos interesantes. En su sentido originario se entiende la cortesía como la forma y el trato obsequioso y de servicio que tiene como fundamento la atención y el respeto hacia las personas. Con ella hay una disposición de ánimo para considerar al otro en toda su complejidad, lo que exige la atención de y en los detalles, y la concreción en una cuidada forma de los gestos y de la acción del servir amable y amistoso. Extender la cortesía al acto de leer no es más que tener idéntica disposición para atender al libro y/o a las pantallas que son objeto de nuestra lectura, respetando y tratando atenderlos como se nos presentan y de recibir aquello que ofrecen en su textualidad y sus imágenes; nuestro servicio de lectura consiste en apreciar y acoger a estas antes de formular alguna mirada crítica. Atender para entender es lo que aspiramos, por lo que la segunda actitud que corresponde con la cortesía es la contemplación, cuya definición pueden asociarse con los rasgos generales de la tradicional contemplación mística. Contemplar es la mirada —en principio amorosa— que está desprovista de prejuicios o ideas preconcebidas con el fin de ver lo otro tal cual es y así considerarlo por su ser. Por supuesto, ello es un ejercicio difícil al que no estamos acostumbrados, pero el mismo invita a una experiencia de apertura de nuestros sentidos, muchas veces deformados o incluso vendados para mirar y apreciar las distintas facetas de lo real. De lo que se trata entonces es de un aprender a ver limpiamente cada elemento, forma y aspecto de esa textualidad sin ensombrecerla con conceptos previos o pensamientos que ya están esperando en calculadas respuestas. Las visiones que surgen de ese contemplar exigen, no obstante, de nuestra participación, y es así que la tercera actitud es la connaturalización, entendiéndola como esa conexión y a veces identificación que llega a establecerse entre el objeto contemplado y el sujeto que observa. De ahí que la perspectiva personal es esencial, pues con ella se inicia lo que llamamos propiamente el proceso de lectura cuando comenzamos a interpretar —en su múltiple significado exegético, artístico y de traducción—, a configurar intuiciones, a establecer relaciones y a imaginar y explorar pensamientos y sentidos diversos (Álvarez, 2003: 39-48). De ello resulta el gustar, es decir, el probar que incluye la voluntad y el deseo de conocer lo que se expresa y se nos presenta en una forma y un sentido, y el propio saborear que incluye el disfrute y la apreciación de un sabor que es en sí mismo un conocimiento, o quizás un reconocimiento: un saber (2003: 23). El gustar del que hablamos se asocia con la inclinación personal del lector, por lo que al pensar en la textualidad que puede suscitar los anteriores pasos o disposiciones del ánimo, tal vez requiera ciertas guías de orientación aunque sean Página 73 Universidad de Los Andes - 2009


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generales. Así podemos pasar del gusto al juego inspirándonos en el ejemplo que tomamos de Teresa de la Parra. Mencionemos brevemente algunas de las características esenciales del juego como fenómeno cultural según la descripción que hace Johan Huizinga en su clásico Homo Ludens de 1938:

…el juego, en su aspecto formal, es una acción libre ejecutada “como si” y sentida como situada fuera de la vida corriente, pero, a pesar de todo, puede absorber por completo al jugador, sin que haya en ella ningún interés material ni se obtenga en ella provecho alguno, que se ejecuta dentro de un determinado tiempo y un determinado espacio, que se desarrolla en un orden sometido a reglas… (Huizinga, 1984: 26).

Tres aspectos se destacan del juego en primera instancia: es una actividad libre que nace del gusto; su motivación es el disfrute y no se vinculada a razones utilitarias o productivas; y a su vez ofrece una especie de realidad propia y diferente a la cotidiana, acaso una realidad virtual en su singular ámbito lúdico. Esta realidad distinta tiene unas bases que determinan su configuración, como son un tiempo y espacio específicos y un orden definido por la fe en un conjunto de reglas que norman su ejecución. De alguna manera podemos afirmar que estos límites son los que señalan y permiten distinguir el hacer del juego cuyo desenvolvimiento se expresa en infinitas posibilidades. En el juego de Mamá Blanca, la misma estructura y forma del diccionario —su “amable incoherencia”— ofrece las pautas necesarias para el recorrido entretenido que incitan miradas diversas. Pasando a la textualidad, particularmente de las pantallas digitales, y al verlas con el sentido lúdico que hemos venido tratando, el orden y los límites que presenta su forma constituirían los puntos de partida para potenciar el tipo de lectura que pueda promover otras visiones estimulantes. Atender a estos elementos nos lleva a la formulación de unos pasos más precisos en nuestra proposición de lectura. Pero no se trata de formular una “metodología” reduccionista —por ello insistimos en escribirla con comillas para advertir que nos es restrictiva—, sino configurar los límites, las reglas del juego para las posibilidades acotadas, pero infinitas, de lectura.

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4. Una proposición “metodológica” para la lectura lúdica de pantallas digitales

A la luz de los hechos, está claro que el niño está enamorado de los límites. Utiliza su imaginación para inventar límites imaginarios. Ni la niñera ni el ama de llaves le han dicho nunca que tenga el deber moral de pisar las losas alternas del pavimento. Deliberadamente, él elimina del mundo la mitad de las losas del pavimento para divertirse con el reto que se lanza a sí mismo. Practiqué ese juego con todas las esteras, tarimas y alfombras de la casa, y aun a riesgo de que me encierren por ello, he de admitir que aún sigo practicándolo. (…) Este juego de ponerse límites es uno de los placeres secretos de la vida. G.K. Chesterton. Autobiografía, 1936.

Tal pareciera que el límite desde el punto de vista que nos muestra Chesterton, al hablar sobre los juegos de su infancia, ofrece innumerables oportunidades lúdicas asociadas al reto cognitivo y procedimental que significa explorar, conocer e inventar a partir de la situación acotada. ¿Será entonces que podemos aprovechar la pantalla digital como un espacio de oportunidades instruccionales sabiendo que deben ser escritas con información limitada para que propicie y favorezca sus infinitas lecturas? Esta pregunta nos permite introducir algunas consideraciones sobre la información y la experiencia que permite su visualización. Para todos es sabido que cada día la información crece exponencialmente, razón por la cual, su visualización a través de las pantallas digitales se ha convertido en una experiencia cultural común que invade los espacios sociales y educativos. Las representaciones fugaces e instantáneas que vemos en la televisión, los videojuegos o el ciberespacio consumen nuestra atención agotándola y convirtiéndola en un bien escaso. En este sentido vale la pena citar la conocida frase de Herbert A. Simon pronunciada en una conferencia de 1969: “lo que la información consume es bastante obvio: la atención de sus receptores. De esto se deduce que una riqueza de información crea una pobreza de atención” (Simon, 1971). De modo que cuanto mayor sea la información visualizada en la pantalla, menor es la atención que dedicamos a su lectura. Se crea por tanto lo que Simon considera una economía de la atención, que no es otra cosa sino la capacidad limitada de prestar atención a grandes cantidades de información. Bajo la luz de estas consideraciones dos son las ideas que aparecen como coincidentes: por un lado, la información limitada como oportunidad lúdica para la lectura de pantallas instruccionales y, por el otro, la economía de la atención Página 75 Universidad de Los Andes - 2009


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vinculada a la capacidad real de leer con detenimiento la información visualizada a través de una pantalla digital. Quizás sea este el planteamiento que debe interesarnos a los educadores. Así, se trata de escribir la superficie digital de la pantalla a partir de formas significantes que promuevan nuevas lecturas a la vez que posibilidades instruccionales. Cuando hablamos de escritura de la imagen, aunque no sea un término exacto, queremos hacer referencia al proceso de su composición y adecuación al soporte digital que permite su visualización; un conjunto de pasos que hemos propuesto en una metodología para la escritura de la imagen digital (Azzato y Álvarez, 2009) y cuyo objetivo apunta análogamente con el trazo de signos en la escritura de palabras. Es claro que a esta propuesta visual le sigue una invitación de lectura que permite explorar detenidamente el espacio de representación a la vez que sugiere enseñar a leerlo. Esta idea parece llevarnos a la necesidad, antes exhibida por George Steiner para el acercamiento a la literatura y formulada por Isava, de reivindicar “el papel de maître a lire (maestro de lectura), capaz de reconocer la iluminación que se produce en la lectura y entregado a la paciente labor de transmitir esa experiencia que es a un tiempo personal y trascendente” (Isava, 1989: 4). Es por ello que en este estudio hemos querido articular cada una de las consideraciones descritas en párrafos anteriores y proponer una metodología para la lectura lúdica de pantallas digitales. Quizás sea este uno de los caminos que tenemos para enriquecer nuestra, hasta ahora, reducida manera de aproximarnos a la imagen digital y su forma de leerla. Como hemos visto, lo lúdico se asocia a la posibilidad creativa de exploración infinita. De esta manera, el espacio representacional confinado a la pantalla digital se convierte en un lugar en el que conviven distintos niveles de información con posibilidades múltiples de lectura (ver figura 2). Cada uno de los niveles contiene información limitada vinculada a las áreas que definen la temática. Esto quiere decir que las oportunidades para la lectura lúdica están presentes no sólo en la composición multidimensional de la propuesta visual, sino también en cada uno de los niveles de información por separado. Por este motivo nuestra propuesta metodológica considera cinco pasos que invitan a prestar atención a la información y configuración visual de la pantalla digital (ver figura 1). A continuación explicaremos cada uno de estos pasos:

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Figura 1. Metodología para la lectura lúdica de la imagen digital. Azzato (2009).

Paso 1. Identificar los elementos gráficos de la imagen Este primer paso permite centrar la atención sobre la pantalla digital, detener la mirada en cada uno de los elementos presentes y aprovechar del gustar de la lectura. Para leer la imagen que presenta cualquier pantalla digital, primeramente debemos identificar y considerar cada uno de los elementos gráficos y/o textuales que aparecen como visibles en la superficie representacional de la pantalla. Se trata de poner en práctica la cortesía, del atender para entender, por ello en este paso es necesario diferenciar y ubicar por niveles de significado cada uno de los elementos que aparecen en la pantalla tal y como se muestra en la figura 2.

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Figura 2. Propuesta visual para el tema Logaritmos. Azzato (2008).

El ejemplo muestra la propuesta visual para el tema de logaritmos en un programa de instrucción de las matemáticas. En esta pantalla observamos la imagen que resulta luego de haber articulado distintos elementos gráficos que significativamente se relacionan con el tema matemático. Igualmente podemos apreciar en el esquema de la izquierda que cada uno de estos elementos ha sido ubicado en capas distintas de información para facilitar de este modo su lectura. Así encontramos en el primer nivel la proyección descriptiva de una circunferencia. En el segundo nivel se aprecia un tablero de juego cuya superficie está escrita con distintas fórmulas matemáticas. En el tercer nivel se encuentra la imagen descriptiva de una espiral. En el cuarto nivel identificamos números, quebrados o fracciones, funciones matemáticas. En el quinto nivel hallamos la ilustración de un perfil humano. En el sexto nivel se muestran cinco lápices cuya posición formal describe el conteo por unidades. En el séptimo y último nivel se muestra una pizarra con anotaciones matemáticas y cálculos complejos.

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Paso 2. Buscar la referencia temática de cada elemento Una vez identificados y ubicados por niveles de significado cada uno de los elementos, buscamos la referencia temática objetiva de cada nivel. Esto nos permitirá aprender a ver a partir del ejercicio contemplativo que invita a acercarnos a cada uno de los temas sin caer en la tentación de la idea preconcebida. Quiere decir, por ejemplo, que la imagen que se presenta en el primer nivel (proyección descriptiva de una circunferencia) puede reducirse a un tema de geometría descriptiva en el que una circunferencia a partir de un procedimiento gráfico es dividida en partes iguales. Sin embargo, en nuestra metodología evitamos esta primera visión casi siempre reduccionista de la imagen. Se trata, por el contrario, de ampliar nuestros niveles perceptivos y para ello es necesario, como apuntamos anteriormente, desechar los clisés. La riqueza contemplativa nos permite favorecer el recorrido visual y encontrar en las características espaciales y las formas gráficas nuevos hallazgos que favorecen la comprensión temática. De manera que del primer nivel podríamos obtener otras enriquecedoras lecturas que amplían las posibilidades instruccionales de la propuesta visual. Por ejemplo, la imagen de la circunferencia con sus líneas de proyección puede verse significativamente enriquecida si detallamos a su vez las características formales y contextuales del color, escala, textura y ubicación. De esta manera tendríamos una referencia más completa del elemento visualizado.

Paso 3. Describir cada uno de los temas Una vez que han sido hallados los temas que permitirán dar sentido a la propuesta visual, comenzamos a describirlos. Describir un tema es decir cosas sobre ese tema. Este paso y los siguientes requieren de la participación activa del observador, de la perspectiva personal y de la actitud de connaturalización antes expuesta. Describimos cada tema y con ello comenzamos a elaborar la idea discursiva que permite acotar la información y su referencia contextual. Volviendo al ejemplo del primer nivel (la proyección descriptiva de una circunferencia) ¿qué ideas puede aportar el observador a esta primera descripción? Primeramente puede aprovechar las palabras claves de esta descripción para profundizar en su significado, por ejemplo preguntarse qué es proyectar: ¿Es un procedimiento? ¿De qué tipo? ¿O es una representación gráfica de cálculos geométricos? ¿Y qué significa descriptiva? ¿Se refiere a la descripción secuencial de un procedimiento? De esta manera, cada tema puede ser examinado a partir de los interrogantes apropiados y del análisis que se haga de cada palabra que lo compone. Este ejercicio nos permite obtener de cada uno de los temas nuevos significados que favorecen la amplitud discursiva de la idea. Página 79 Universidad de Los Andes - 2009


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Paso 4. Relacionar semánticamente los temas referenciados El proceso de lectura de una imagen requiere de la interpretación de aquel que la observa y en este sentido importan los aportes personales y las relaciones que se establezcan entre las ideas discursivas previamente halladas en cada nivel. Luego al hablar de relaciones semánticas queremos hacer referencia a las posibilidades de lectura multidimensionales que ofrezca la exploración de la pantalla digital. En el caso de la figura 2, luego de haber obtenido las descripciones del tema, podríamos comenzar a relacionar procedimiento y geometría por ejemplo, o representación con descripción secuencial y obtener vista la asociación y vinculación con el tema del primer nivel las siguientes relaciones semánticas: método, función matemática, métrica y cálculos complejos. Recordemos, sin embargo, que estas relaciones tienen que ver únicamente con la identificación y descripción de los elementos del primer nivel, pero que para completar el proceso de lectura de la propuesta visual, debemos hallar las relaciones semánticas de cada uno de los niveles para luego vincularlas entre sí y obtener el discurso visual de la propuesta.

Paso 5. Obtener el discurso visual Finalmente y para obtener el discurso que propone la pantalla digital, ordenamos las relaciones semánticas previamente obtenidas. Ordenar es colocar los límites, configurar las reglas del juego en la lectura que permitan obtener múltiples posibilidades instruccionales. En nuestro ejemplo, la imagen no es una mera ilustración del contenido del programa, por lo que la relación entre los temas mencionados en el paso 4 ofrece una complejidad que quizás invita a prestar una mayor atención a la materia que enmarca la imagen presentada para una introducción del pensar en matemáticas; en ella el asunto principal parece centrarse en las relaciones aritméticas que pueden encontrarse en la potencia de un número y su exponente y lo que esto supone. De esta preparación podemos saltar al título del tema de estudio que presenta la pantalla, con lo que pueden dialogar la textualidad de la imagen gráfica y el pequeño grupo de palabras escritas. Si el tema es Logaritmos como se indica al pie de la figura 2, vinculamos esta palabra con los temas referenciados a partir de las imágenes, y hasta podemos realizar una pequeña investigación aparte sobre el término logaritmo — tal vez navegar por Internet—. Así, luego de ordenar las relaciones halladas y establecer el diálogo apropiado con la palabra y su historia, obtener un discurso visual sobre métodos matemáticos inventados por el hombre. Este discurso nos permite utilizar esta propuesta visual para introducir un tema matemático que involucra igualmente un método como es el logaritmo de un número. Página 80 Universidad de Los Andes - 2009


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Siguiendo la línea de nuestras consideraciones, para la lectura lúdica de pantallas digitales aprovechamos las posibilidades acotadas de su espacio representacional para potenciar y concentrar la atención en cada uno de los elementos visuales. En este sentido, los distintos recorridos visuales permiten identificarlos, describirlos y relacionarlos para articular el sentido temático de la pantalla digital. Esta reflexión nos lleva a considerar que las pantallas digitales ofrecen otras lecturas que van más allá de la simple ilustración de sus contenidos. Aunque en todas ellas puede perseguirse el ideal estético que convierte en placentera su visualización, la experiencia nos dice que el disfrute visual puede aprovecharse además para concentrar la atención en las conformaciones visuales deteniendo la mirada en otras consideraciones y con ello propiciar otras lecturas. Pero, ¿qué variables formales propician estas nuevas lecturas?

5. Algunos tipos de lectura en pantallas digitales Hemos apuntado en párrafos anteriores que la imagen ofrece otras lecturas que van más allá de la ilustración del contenido. La forma en la que están escritas las pantallas digitales nos dice cosas, de modo que sus posibilidades instruccionales están asociadas al disfrute y al gusto por detenerse y recorrer la configuración visual que ofrece la pantalla digital. Ese mismo disfrute puede incitar o despertar sentimientos afectivos y de ahí otras visiones, lecturas. ¿Qué sugieren, qué propician estas lecturas? Veamos algunos ejemplos: La figura 3 presenta una pantalla diseñada básicamente para promover el aprendizaje nemotécnico. Sin embargo, la imagen de esta pantalla muestra no solamente los capiteles griegos y su relación nemotécnica con un dibujo simplificado y una palabra clave en idioma inglés, sino que además están presentes otros elementos del contexto arquitectónico y cultural de la época de la antigua Grecia. La intención discursiva de la imagen busca enseñar contenidos, ayudar a la memoria, y establecer relaciones contextuales. Así, la lectura de esta pantalla ofrece no solamente la posibilidad real de establecer la relación nemotécnica del contenido presentado o la de obtener simple información, sino además la oportunidad de reflexionar sobre las formas en las que se basa la composición visual aportando otros elementos a la valoración, interpretación y relaciones que se establezcan entre los elementos. Podemos identificar, por ejemplo, el nivel de transparencias entre los capiteles y su contexto cultural y de esta forma vincularlos. También apreciar el color de los detalles ilustrados que Página 81 Universidad de Los Andes - 2009


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caracterizan a cada capitel y su correspondencia de tonalidad con el objeto real. Igualmente, percibir las escalas y proporciones diferenciadas en cada elemento para ubicar los detalles figurativos sobre el objeto real. Estas distinciones visuales permiten ampliar y enriquecer los aprendizajes sobre los elementos arquitectónicos presentes en la antigua Grecia. Con estas lecturas evitamos las revisiones veloces y reduccionistas que en muchos casos desvirtúa la comprensión de la propuesta visual.

Figura 3. Lectura nemotécnica. Azzato y Álvarez (2009).

La figura 4 muestra una pantalla diseñada para promover el aprendizaje de la trigonometría. En ella se destacan elementos gráficos que vinculan temáticamente con el cálculo, los ángulos y sus relaciones, de manera que las formas y los espacios pueden sugerirnos que la trigonometría no se corresponde sólo con un tema de fórmulas matemáticas, sino que también puede ser vista como un conjunto de relaciones que traducen correspondencias en el espacio y las formas geométricas. Esta lectura pudiera estimular a que el estudiante establezca relaciones abstractas con realidades tangibles, y en ese mismo sentido pueda asociar la configuración visual a una introducción del pensamiento matemático. En este ejemplo, a diferencia del anterior, son importantes las asociaciones abstractas que se realicen entre las formas y su significado, privilegiando el pensamiento divergente. Página 82 Universidad de Los Andes - 2009


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Figura 4. Trigonometría. Azzato (2008).

En la figura 2 (imagen temática sobre los logaritmos) analizada ya a partir de la metodología de lectura de la imagen, no necesariamente se sugieren fórmulas y formas que describan claramente un logaritmo matemático, sino que los distintos elementos claramente definidos y descritos requieren de la mirada detenida para establecer relaciones más complejas entre las representaciones gráficas de cálculos y proporciones. La propuesta visual invita a poner más atención, explorar cada elemento y buscar relaciones e interpretaciones entre los niveles temáticos.

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Figura 5a. Proyección Cónica. Galavís y Azzato (2009).

Figura 5b. Proyección Cónica. Galavís y Azzato (2009).

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Otro ejemplo que nos interesa analizar es el mostrado en las figuras 5a y 5b. Estas pantallas digitales corresponden a un objeto diseñado para el aprendizaje de la Perspectiva cónica. En la primera imagen (figura 5a) se presenta elementos gráficos que introducen el tema de la perspectiva a través de un edificio reflejado en la fachada de cristal de otro edificio; este a su vez es visto mediante el lente de una cámara fotográfica que al mismo tiempo presenta otro observador, el lector de la pantalla. Estos recursos (los tres puntos de observación) son utilizados para introducir un tema que se vincula a la observación de objetos, de modo que la distancia y el juego visual entre los objetos es un tema que permite elaborar nuevas lecturas sobre la geometría descriptiva. La pantalla invita a apreciar lo interesante y complejo de la materia Perspectiva cónica. Ahora bien, la siguiente pantalla (figura 5b) tiene una intención claramente instruccional, los formas, proyecciones, colores, texturas y líneas tratan de orientar la lectura que permita la comprensión de una materia que tradicionalmente es conocida como difícil de entender y que carece de textos adecuados para su enseñanza. Esta conformación visual no sólo invita a pensar en la perspectiva, sino también pensar en perspectiva, es decir, pensar espacialmente y pensar en presentaciones donde sean cuidados los detalles discursivos más allá de los contenidos.

6. A modo de conclusión Como puede apreciarse, el repensar la textualidad de la imagen digital y su asociación con un conjunto de pasos metodológicos que promuevan el juego de la lectura, abre un campo de posibilidades interesantes en el medio educativo, particularmente el universitario. En nuestro estudio hemos tratado de combinar un sentido quizás clásico de la lectura, el gustoso “buen leer” que en el estimulo del disfrute propicia la formación del pensamiento y la búsqueda investigativa, con las potencialidades de la actividad lúdica aplicadas especialmente a las imágenes visuales que se presentan en las pantallas digitales. De algún modo intentamos aprovechar esa tensión estimulante entre la tradición de los libros y la invención tecnológica, pero con el fin ideal de aspirar a una formación de lectores atentos y reflexivos que sean capaces de apreciar una textualidad y su forma, independientemente de su medio expresivo: palabras, imágenes visuales, relaciones entre ambas, etc. Es obvio que el propósito de estas páginas apenas es un esbozo de una preocupación y asimismo la apuesta por la apertura de un camino no excluyente de otras posibilidades. En estas lo que sí parece necesario tener presente es la Página 85 Universidad de Los Andes - 2009


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conciencia del anhelo de formación humana que ha orientado a la educación universitaria desde su creación y la necesidad de impregnar este objetivo en una realidad donde las tecnologías cambiantes, como cualquier instrumento, ofrece fascinantes oportunidades, pero también peligrosos desvíos; la lectura “repensada” puede prevenirnos de esto último. El intercambio con los estudiantes, el contrastar sus experiencias en el leer y las nuestras inspiradas en nuestro sentido de lectura que estimule itinerarios de pensamiento y establezca relaciones, puede revelarnos nuevas perspectivas para afinar esta inicial propuesta. No obstante, en todo ello se requiere, indispensablemente, volver también nuestra mirada hacia la apreciación de las imágenes visuales que el sistema de educación ha descuidado. No es frecuente la enseñanza del buen leer y la atención al arte y las formas, ¿no conviene acaso empezar a practicarla en nuestras aulas universitarias?

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones 7. Referencias Bibliográficas

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones 12. Prensky, Marc (2001). Digital natives, digital immigrants. On the Horizon, 9 (5). Disponible en línea en http://www.marcprensky.com/writing/Prensky%20%20Digital%20Natives,%20Digital%20Immigrants%20-%20Part1.pdf (17-112009). 13. Simon, Herbert A. (1971). Designing Organizations for an Information-Rich World. En Greenberger, M. (editor), Computers, Communication, and the Public Interest. Baltimore: Johns Hopkins Press, pp. 37-72. Disponible en línea en

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Cavallin, C. (2009). Del Twitter como plaza o cómo se configuran los nuevos espacios para el periodismo cultural. Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", 2 (2), Artículo 4. Disponible en la siguiente dirección electrónica:

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DEL TWITTER COMO PLAZA O CÓMO SE CONFIGURAN LOS NUEVOS ESPACIOS PARA EL PERIODISMO CULTURAL TWITTER AS A PUBLIC SPACE, OR HOW WE’RE RE-FORMING THE NEW SPACES FOR CULTURAL JOURNALISM

CAVALLIN, Claudia. Profesora de la Universidad Simón Bolívar (USB) –Venezuela ccavallin@hotmail.com Página 89 Universidad de Los Andes - 2009


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Tradicionalmente, el periodismo cultural se ha ocupado de difundir, fomentar y promover las diversas expresiones de las artes, las letras y la cultura en general, que son producto de la actividad humana desarrollada a lo largo del tiempo. Si partimos de la definición de Iván Tubau, el periodismo cultural sería la forma de conocer y difundir los productos culturales de una sociedad a través de los medios masivos de comunicación. Estos medios han sido radicalmente transformados en los últimos años, al punto de sustituir los espacios de la ciudad destinados anteriormente al encuentro con la cultura. Por esta razón, se impone una reflexión sobre el devenir del periodismo cultural en el marco de una sociedad interconectada a través de la red pero, al mismo tiempo, múltiple y fragmentada. Palabras clave: Periodismo, cultura, redes, lugares, comunicación, información. Recibido: 1 de diciembre de 2009 Aceptado: 10 de diciembre de 2009

ABSTRACT Traditionally, the cultural journalism has fomented and promoted the diverse expressions of the arts, the literature and the culture, which are a product of the human activity developed throughout the time. As Ivan Tubau indicates, the cultural journalism is the way to know and spread the cultural products of a society, by the use of the massive mass media. These Media have been radically transformed in the last few years, and they have even substituted the spaces of the city destined to the meeting and the culture. For this reason, we propose a reflection about the future of the cultural journalism in a society interconnected across the Internet but, at the same time, multiple and fragmentary. Key words: Journalism, culture, Internet, places, comunication, information. Submission date: December 1st 2009 Acceptance date: December 10th 2009

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1. Introducción Para el desarrollo de este trabajo hemos combinado los alcances obtenidos en el proyecto de investigación adscrito al Decanato de Investigación y Desarrollo de la Universidad Simón Bolívar (DID), titulado “Relato oral de la ciudad: ¿Cómo narramos el imaginario de los espacios caraqueños”, durante los últimos tres años, con una investigación exploratoria y descriptiva acerca del uso del periodismo cultural en espacios como la red. El resultado ha sido una combinación de posturas que postulan la existencia de “lugares” de encuentro virtual que simulan o sustituyen a aquellos emplazados en la ciudad tradicional y que se muestran como los escenarios apropiados para desarrollar un periodismo cultural más comprometido, versátil e ilimitado. Desde hace ya varios años, los espacios tradicionales de comunicación y encuentro han venido transformándose drásticamente, no así la necesidad de los seres humanos de establecer contactos directos con sus congéneres, situación que complica, hoy en día, el diseño de las ciudades y, sobre todo, de los lugares destinados al encuentro cultural. Entendemos por encuentro cultural aquel que se emplaza en un momento y lugar destinados a facilitar el intercambio de ideas, posiciones y disertaciones acerca de algún tema o problema y que, por lo tanto, va más allá de la mera recepción o transmisión de informaciones. La comunicación cultural amerita de un “detenerse” (desde los mecanismos de la acción) y de “un pensar” (desde el ámbito de la reflexión). De este modo, no podemos decir que cualquier espacio – sobre todo de nuestros tiempos- pueda ser considerado como tal, mucho menos cuando nuestro espectro se amplía en favor de la inclusión de la amplia gama de inéditos lugares virtuales. Tradicionalmente, los espacios para el intercambio cultural estaban claramente definidos en las ciudades y eran, además, lugares para otros tipos de intercambios simbólicos y reales, como el comercio, la diversión y/o el placer. De este modo, tendríamos como espacio tradicional de intercambio cultural a la plaza pública - o su ancestro, el antiguo ágora- que se instalaba, generalmente, en el centro de la ciudad y a cuya cuadratura convergían todas aquellas personas interesadas en establecer ciertos tipos de comunicación e intercambio. Este lugar se convirtió, entonces, en el corazón de la ciudad y no era extraño conseguir allí toda una serie iconográfica de registros que igualmente comunicaban los elementos fundamentales de la cultura, como estatuas, monumentos, eventos culturales, entre otros. Página 91 Universidad de Los Andes - 2009


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Hoy la plaza pública es un espacio en desuso. El sólo hecho de pasar más allá de su perímetro implica un rápido transitar para cruzar al otro extremo, pues muy pocas cosas nos invitan a detenernos en el área. En esta circunstancia intervienen varios factores. En primer lugar, la velocidad implícita en la cultura fast, - de la que hoy todos somos sino víctimas, al menos, partícipes involuntarios- exige al ritmo de vida del ciudadano contemporáneo el requisito del avanzar sin detenerse. Ya no es posible desarrollar el anciano arte de la conversación o del cotilleo, plácidamente sentados en un banco. Por otro lado, el centro de las ciudades, antes emblemáticamente representado por la plaza, se ha perdido o fragmentado, desplazándose hacia nuevas latitudes que conforman excentricidades otras, donde surgen nuevos núcleos de interés cada vez más codificados y menos transitados. Como ejemplo de esto, tendríamos a los “falsos centros” comerciales, que no son más sino fragmentos que se asemejan a los espacios de encuentros tradicionales pero emplazados en marginalidades que les permiten asegurar unos cuántos metros cuadrados, a donde acuden cientos de personas con necesidades varias, quienes poco o nada se comunican entre sí. El mismo fenómeno sucede con las esquinas y parques, antes espacios tradicionales para el encuentro. Hoy en día, lejos de servir como referencia obligada para citas, son lugares peligrosos o incómodos, que el ciudadano precavidamente prefiere evitar y que se han convertido en hitos o señalizaciones simbólicas para facilitar la rápida circulación frente a ellos – o a través, en el caso de los parques- sin mayores dilaciones. Sin embargo, como ya hemos mencionado, el hecho de que los lugares tradicionales de encuentro hayan perdido su función primigenia no significa que la necesidad de intercambio entre los seres humanos se haya visto reducida en lo más mínimo. Por el contrario, nunca como hoy los habitantes de las ciudades se interesan tanto por comunicar sus pensamientos, por tomar partido adheridos a una u otra posición política de su entorno, por participar en la vida cultural de su comunidad, por hacerse “visible” en su entorno inmediato. Sólo que lo que antes se hacía desde el “afuera”, como apunta Armando Silva (2000), hoy debe hacerse desde el “adentro”, es decir, sin salir de la comodidad y seguridad que el habitar ofrece. Esta condición propia de nuestros días, facilita la reversibilidad del habitar. Tomando en cuenta lo anterior, podemos estar “adentro”, de nuestra habitación, por ejemplo, y estar en permanente contacto directo con el “afuera” a través de canales tan diversos como la televisión o la red. También podemos estar “afuera”, en un centro comercial o en el jardín repetido en serie de un conjunto de casas adosadas a un complejo habitacional tipo town houses, y estar “adentro” de un micro mundo enrejado, amurallado y/o vigilado por circuito cerrado de televisión. Página 92 Universidad de Los Andes - 2009


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El ejemplo que utiliza Silva para ilustrar esta teoría, habla por si solo: Un ascensor transparente donde estamos, al mismo tiempo, adentro y afuera. Si acordamos con Silva en esta percepción de habitar, nuestras “salidas” y “paseos” en la red – y el contacto con la “realidad” a través de ella- no sólo son cada vez más frecuentes sino que, además, deberían facilitarnos la posibilidad de diseñar nuevos espacios de encuentro. Ante esta situación surgen, como consecuencia natural, nuevas formas de comunicación que se pliegan a las necesidades personales y colectivas bajo la figura de formatos virtuales. Desde hace algunos años, las llamadas redes sociales han hilvanado un tejido de novedosas rutas para transmitir informaciones y compartir datos que culminan con la aparición de plataformas más sofisticadas que permiten interactuar, de manera instantánea, con otros sujetos en latitudes distantes o cercanas, con muchísima facilidad. A través de estos canales no sólo se publica información íntima sino que los usuarios pueden participar – con mayor o menor grado- de múltiples actividades culturales de su entorno inmediato o lejano, con la misma sencillez con la que anteriormente se acudía a un museo, a un concierto a una plaza. La ventaja adicional que poseen estas nueva plataformas sería la de garantizar un mínimo de seguridad, individualidad y anonimato, que hace posible que quienes la integran participen en ella sin mayores riesgos. Adicional a esto, la posibilidad cierta de establecer vínculos emocionales y afectivos con personas realmente afines en tanto a intereses, opiniones y expectativas, se multiplica exponencialmente, dado el universo amplísimo de sujetos que se conectan en la red. Por otro lado, la fragmentación de la ciudad combinada con la aparición cada vez más frecuente de sub-grupos dentro de las grandes urbes -organizados de forma hermética y aislada- ha hecho que cada vez menos el ciudadano se identifique con su ciudad y más con aquel sistema de comunidad virtual que proponen los medios electrónicos. En las grandes ciudades como Nueva York, es factible que sus habitantes establezcan vínculos más fuertes y duraderos con las personas pertenecientes a su red social – que podrían coincidir o no en el habitar en la gran manzana- que con las múltiples identidades que cohabitan en los barrios neoyorkynos. Esta adopción de nuevos espacios para el intercambio cultural modifica, de manera importante, ciertas referencias culturales que anteriormente estaban delimitadas. La primera de ellas es, sin duda, la noción de identidad. Tradicionalmente, la identidad se definía anclada a la memoria. Esta memoria – que asumíamos como colectiva- , nos llevaba a ciertas referencias de origen compartidas por todos. De Página 93 Universidad de Los Andes - 2009


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igual forma, la identidad se postulaba como la pertenencia a un lugar o espacio determinado. El sujeto que participa en las redes sociales no puede asumirse como portador de una identidad tradicional, puesto que sus premisas han sido quebrantadas por la magnificencia de lo virtual y debe construir otra identidad alterna. Esta última, se define ahora por una memoria efímera, por un compartir de documentos, eventos y reflexiones instantáneas, poco trascendentes, durante breves espacios, entre cientos y quizás miles de usuarios. Una visita de cinco minutos a una página como Facebook ideado por Marc Zuckerberg, podría construirse de acciones tan diversas como fragmentarias: En el primer instante el usuario se identifica con la noticia de la muerte de Michael Jackson y expresa sus condolencias públicas, 30 segundos más tarde pasa a formar parte de un grupo que protesta por la cacería de ballenas en Dinamarca, antes de desconectarse de la red ya está inscrito en el partido político que apoya a su candidato regional en las elecciones legislativas, ha visitado la exposición de Tim Burton en el MOMA – y la ha comentado-, convenció a cinco sujetos más – dos amigos de la infancia y tres que “quizás conoce”- de apoyarlo en lo de las ballenas y ha decidido suscribir – sin mayores pruebas que las que aporta un “video aficionado”- que lo de Jackson es, sin duda, un asesinato. Facebook tiene 59 millones de usuarios y se estima que dos millones más se unen cada semana. Según Tom Hodgkinson, en un artículo escrito para The Guardian (2008), el verdadero mentor de esta red social no es Zuckerberg sino uno de los autores del libro “El mito de la Diversidad” (1997), Peter Thiel, filósofo egresado de la Universidad de Stanford y vinculado al llamado Valle del Silicón. Según Hodgkinson, la postura de Thiel es muy clara y se traduce en un ataque al multiculturalismo y al liberalismo, inspirado en René Girad, el cual se afinca en la teoría de que el comportamiento humano funciona por deseo mimético. El objeto del deseo es irrelevante, todo lo que se necesita saber es que los seres humanos se mueven en manadas por algo muy similar a una suerte de imitación frenética y esto aplicaría para las redes sociales. Tomando en cuenta lo anterior, podemos explicar el segundo cambio fundamental en cuanto a la comunicación en los espacios de esta índole. Si compartimos todos un espacio cultural, económico y social, adoptando modos de comportamiento similares, sería muy fácil para quienes organizan las redes sociales aprovechar esta situación para homologar pensamientos a favor de causas tan disímiles como la adquisición de ciertos bienes de consumo hasta la adopción de pensamientos e ideologías compartidas. Sin embargo, ¿hasta qué punto esto no es más que una falsa ilusión producida por una aparente pertenencia social? ¿Qué estamos dejando de lado cuando socializamos cada vez más a través de Internet? En palabras de Alain Touraine (1998): Página 94 Universidad de Los Andes - 2009


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Nosotros sentimos que la gente quiere mantener sus derechos cívicos o ampliar sus derechos sociales, pero, además, quiere defender u obtener sus derechos culturales. (…) Todo eso va desapareciendo Es la imagen de una sociedad reducida a redes de comunicación apoyados en centros de identificación. Esta visión me parece sumamente peligrosa porque si una economía globalizada, mundializada, está separada de la realidad social, se vuelve puramente financiera. Nos puede suceder, ya que vamos a entrar en una unión económica y monetaria. La parte monetaria es bastante visible; la parte económica, muy poco. La parte social es un fantasma. Y la parte política está completamente ausente. Es decir, que existe una gran posibilidad, diría casi una necesidad, de separar la economía de sus efectos, de sus significados sociales y entonces desarrollar lo que estamos viviendo, un aumento de desigualdades sociales, un aumento de la exclusión social, etc. (Touraine, 1998).

A partir de una reflexión de esta naturaleza se podría pensar en el aprovechamiento de la plataforma ya diseñada, y cada día más sofisticada, que soporta el complejo sistema de redes sociales para desarrollar un tipo de comunicación que favorezca una auténtica interacción social y cultural, en igual o mayor medida que el beneficio monetario que, hasta ahora, se impone como principal ganancia. En este sentido tendríamos que comenzar por incluir, dentro del vasto mundo de informaciones que circulan día a día, un mayor número de contenidos provenientes de promotores calificados y, cuando digo esto, no estoy señalando que necesariamente deban ser personas legitimadas por la academia o por las instituciones de rigor; sino cuyo potencial como difusor y facilitador de intercambios culturales pueda sostenerse más allá de la figura de un simple comentarista.

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2. Un Periodismo Cultural vinculante con la realidad social El periodismo cultural aparece como una especialización de la comunicación social destinada a divulgar y profundizar la cultura desde múltiples géneros que, tradicionalmente, destacan a la entrevista, el reportaje, la crónica y la noticia como sus principales exponentes. No obstante, se trata de una rama compleja del periodismo contemporáneo, al tratar un tema tan dinámico y plural como la cultura. La cultura abarca tantas áreas como expresiones culturales puedan darse en las mimas, es decir, la definición de lo cultural pasa por la extensión hacia disciplinas tan diversas como las artes plásticas, la filosofía, la antropología o la historia y todo lo que en ellas ha sido creado por el hombre. Podríamos decir, incluso, que el ejercicio del periodismo en sí puede ser considerado como un fenómeno cultural, sin embargo, la especialización en el tema de la cultura ha intentado definir algunos parámetros que nos ayudan a delimitar el oficio a situaciones concretas. De este modo, el periodismo cultural se aproxima mucho más a las manifestaciones estéticas, discursivas y reflexivas que cumplan con las propiedades fundamentales del hecho noticioso: actualidad (en el sentido de la pertinencia histórica y no necesariamente de la cercanía en el tiempo), originalidad e interés. Esta última condición es fundamental para cualquier rama del periodismo de los últimos tiempos y lo es aún más para el periodismo cultural, puesto que sus seguidores conforman grupos cada vez más heterogéneos y demandantes que requieren de informaciones que respondan a múltiples necesidades que son reflejo de un entorno cultural en constante movimiento. Tomando en cuenta lo anterior, quienes somos partidarios de profundizar en una especialidad como el periodismo cultural nos vemos ante un nuevo reto: aplicar las estrategias adecuadas para que la información que ahora se genera pueda insertarse, efectivamente, en estos nuevos espacios de encuentro y vincular durante, al menos un mínimo de permanencia, a un conjunto de lectores / espectadores que podrían participar activamente en el desenvolvimiento de los hechos. Se impone, entonces, acordar mecanismos de inserción efectiva en las redes sociales. Para todos es conocido que, desde hace algunos años, el periodismo dejó de circunscribirse al espectro de los medios tradicionales, como la radio, la televisión y los diarios. El nacimiento de la red, su democratización, masificación y, posteriormente, transformación en instrumento que va más allá de un motor de búsqueda de información, que amenaza en convertirse en la auténtica marcadora de pautas de la vida social y cultural, desterró al periodismo de sus espacios tradicionales y lo conminó – en una suerte de emigración forzosa- hacia inéditos e ilimitados horizontes. Página 96 Universidad de Los Andes - 2009


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También el periodismo cultural, como parte de este fenómeno, se desplazó hacia lugares tangenciales, en ocasiones, desprendidos a medias de una línea editorial constrictora que le impedía el abordaje del hecho cultural desde ciertas perspectivas. Esto ocurre, fundamentalmente, porque también entra en discusión la noción de lo que significa el hecho cultural en sí mismo pues, al exponerse a una diversidad de miradas, interpretaciones y lecturas, eventos que anteriormente nunca se hubiesen destacado en las páginas de un periódico son fácilmente remarcables a través de su difusión en un blog o en una página web, postulados, en ocasiones cada vez más frecuentes, por sus mismos autores o actores, en tiempo real. Así como existen espectáculos, escritores y artistas on line tenemos una variedad casi tan amplia de relatores que se encargan de “narrar”, con la ventaja adicional de la interactividad, los hechos culturales desde estos espacios virtuales. De igual forma como hemos mencionado la aparición de lugares de encuentro emergentes que vendrían a sustituir las tradicionales plazas o museos, deberían existir los cronistas del ciberespacio quienes no escatimarían recursos para lograr que el receptor tenga acceso directo a la información cultural y se involucre con ella. Sin embargo, la presencia de este relator todavía pareciera anclada a las tradiciones que le preceden. En cuanto a las redes sociales, específicamente, vemos cómo el intercambio monetario señalado por Touraine es preponderante por encima de otros factores. La virtualidad de los encuentros parece ser un factor que apunta a la banalización de las informaciones o a la espectacularización de las noticias. Estas serían las primeras dos condiciones a mejorar en beneficio de una mayor y mejor canalización de las informaciones culturales, pero hay más.

3. Del Twitter como plaza y del blog como museo “¿Se avecina el fin del periodismo cultural?”. Este título alarmante encabeza un artículo publicado por Julio Aguilar en la Revista Letras Libres, donde se destaca cómo ha sido la desaparición, lenta y dolorosa, de los principales suplementos culturales en los diarios. Tal fue el caso del Book World del Washington Post o del Hoja por Hoja, que circulaba en el diario La Reforma. La escasez de publicidad y los costos de publicación insostenibles, fueron las razones para suprimir – a partir de febrero de 2009- una publicación dominical, encartada desde 1967, en el diario editado en la capital estadounidense. Por si mismo el suplemento contaba con 23.500 suscriptores, además de vender 4.200 ejemplares distribuidos en librerías, de acuerdo con los datos del New York Time. Pero esos Página 97 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones números no significan nada frente a las expectativas financieras de una compañía periodística que prefirió dar la espalda a una culta minoría de, por lo menos, 27.700 fieles lectores (…) decisiones como estas hicieron escuela entre los nuevos diarios aparecidos en años recientes, que ni siquiera consideraron incluir secciones culturales en sus contenidos, mientras que periódicos establecidos aprovecharon rediseños para jibarizar los espacios , fundir la información cultural con la de otras secciones y desaparecer suplementos (Aguilar, 2009: 34-35).

Aguilar también señala, con evidente desagrado, que las informaciones culturales en la prensa ya no se presentan para atraer a los lectores sino a los ojos, pues sus diseños opacan, y en no pocas ocasiones anulan, las informaciones que se desean transmitir en virtud de competir con otros medios como la televisión e Internet. El anverso perfecto de esta situación sería el destinar a las informaciones culturales los espacios breves y “grises” con los que, curiosamente, se ha identificado a la intelectualidad. En el mismo número de esta revista aparece otro artículo, esta vez escrito por Jesús Silva-Herog Márquez y titulado “El fin de la prensa”, con idénticas intenciones apocalípticas. Pero esta vez, el autor reconoce que “la explosión de los espacios independientes ha enriquecido enormemente el espacio público. No se entiende la campaña de Obama sin la red; no se entiende la protesta Iraní sin Twitter1, no se entiende la campaña por la anulación del voto en el México de 2009 sin las redes sociales”. Silva-Herog Márquez hace hincapié en que la política se ha transformado porque asimismo lo ha hecho la comunicación, pues la información viaja ahora por nuevos medios que hacen posible la participación masiva. Sin embargo, ante la avalancha de informaciones “el ciudadano sigue necesitando anclajes para el juicio (Silva-Herog Márquez, 2009: 34).

1

Twitter es un servicio gratuito de micro- blog, que permite colocar breves mensajes (con una longitud máxima de 140 caracteres) que, al igual que el Facebook, puede ser manipulado desde diversos dispositivos tecnológicos como el computador y los teléfonos celulares. Este mecanismo de última tecnología pareciera confirmar la postura de Girad sobre las actuación de individuos que circulan en “manada” detrás de un líder que encabezaría el grupo. Sin embargo, la multiplicación de las posibilidades de escoger a quién seguir, y la posibilidad cierta de seguir a varios líderes al mismo tiempo destruye la teoría de Girad. Si a eso le sumamos la opción de que cualquiera podría, potencialmente, convertirse el líder, estamos ante una herramienta que no sólo facilitaría el intercambio de información sino, además, el encuentro, la discusión, la identidad.

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Extrapolando la situación política a la cultural, nos encontramos ante fenómenos muy similares. Es cierto que el periodismo cultural puede verse amenazado ante el cierre de los medios tradicionales para su ejercicio, pero también lo es que la amplitud del espacio público que se vislumbra ante el crecimiento inminente de las redes virtuales, lejos de disminuirlo podría favorecerlo. Sin embargo, se trata de seguir ejerciendo el oficio de quien se forma para dar a conocer y difundir los hechos culturales sin caer en el anacronismo, o pretender que las informaciones compitan por coloridas, banales o grises. Se trata, además, de diseñar una estrategia que le permita al periodismo cultural imponerse victorioso a la cultura fast y transitar por la red con comodidad y profundidad. Pero, por sobre todo, se trata de desterrar los viejos modelos que encasillan y comprimen la forma, para dar rienda suelta a lo que sería un nuevo periodismo maleable, hipertextual, compilable, como una suerte de modelo para armar. No es tarea fácil. Podemos decir que, actualmente, existe una suerte de apego nostálgico a las formas y modelos de la escritura tradicional, que deslucen el arte del periodista cultural en la red. De esta forma, se acude frecuentemente a la metáfora de la revista o folletín de actividades culturales, en ocasiones necesario pero no imprescindible, en vez de explotar la posibilidad vibrante de presentar hechos y actividades culturales con intermediaciones mínimas, dados los recursos sonoros, visuales y múltiples que abren los canales de comunicación. Esto no necesariamente implicaría una menor participación del periodista en la elaboración de su información sino, por el contrario, potenciaría su papel protagónico al seleccionar la ventana por la que se podrían asomar cientos de miradas curiosas y ávidas de obtener informaciones y gratificaciones con el valor añadido que se podría desprender de asertivos comentarios, audaces interpretaciones o interacciones casi personalizadas, vía feed back. De esta forma, la información cultural podría fragmentarse y, a manera de diáspora, insertarse en todos aquellos resquicios que se están estructurando a partir de la metáfora de la red social y emigrar de los espacios netamente especializados a aquellos múltiples en donde su participación, quizás, sea menor en cuanto a dimensiones pero mayor en cuanto a alcances y repercusiones. Por un lado esto conllevaría la desventaja de “competir” con otros contenidos estructurados que se ubican dentro del abanico de opciones del usuario contemporáneo pero, por otro lado, el contraste ayudaría a afinar y refinar la esencia de lo que en realidad debe ser un contenido cultural que, por si mismo, pueda acceder y defender un espacio entre una comunidad de usuarios altamente demandante.

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De igual manera, además de hacer del dominio público la información sobre editoriales, exposiciones, salas de arte y otros espacios tradicionales de gestión cultural, se debería aprovechar el espacio virtual para utilizar los grupos ya constituidos sobre la base de afinidades y gustos comunes para seleccionar y filtrar los mensajes de acuerdo a la recepción esperada. De este modo, se podría profundizar, un tanto más, en la medida en que el tiempo – factor decisivo en la red- lo permita, en un contenido específico. Igualmente se podrían diseñar lugares de encuentro inéditos, donde fomentar la discusión y el debate, retomando los principios fundamentales de aquellos lugares olvidados en nuestra planimetría y que hoy podrían ser rescatados desde lo virtual. De este modo, el Twitter como plaza no es una comparación arbitraria, si pensamos en cómo se maneja este sistema de comunicaciones instantáneas. El liderazgo en el Twitter puede ser, como todo lo que se mueve sobre plataformas similares, rápido y efímero. Sin embargo, cuando un sujeto se posiciona firmemente como autoridad frente a un grupo de seguidores su hegemonía puede mantenerse por períodos más o menos prolongados. Quienes siguen sus informaciones establecen una suerte de complicidad que les anima a continuar apoyando la fidelidad de la “marca”. No obstante, si lográsemos insertar dentro de esta fiebre ansiosa, un elemento asociativo que funcione de manera semejante a una suerte de liderazgo cultural, entonces habríamos conquistado un nuevo espacio para el oficio y desarrollado un modo diferente de hacer periodismo cultural. Aunque la metáfora del Twitter como lugar para el encuentro cultural es del todo ilustrativa, probablemente la brevedad de las informaciones que se publican en este tipo de comunicación no sea el apropiado para desarrollar el tipo de periodismo al que queremos llegar. Una alternativa con alto potencial sería, entonces, un lugar mucho más amplio: El blog. A través del blog se podría aglutinar a un número considerable de lectores conectados entre sí por intereses comunes que bien podrían estar circunscritos al área de la cultura. Ciertos periódicos ya tienen entrada a ciertos blogs que recomiendan o suscriben de cierta manera. Algunos de los periodistas que escriben en los diarios, como Pablo Gianera, redactor de la revista de cultura del diario argentino La Nación, ya tienen su propio blog (En este caso “GianeroSolitario”). En ellos, no solamente se compilan, describen y analizan informaciones culturales sino que se publican cuestionamientos acerca del periodismo mismo que, generalmente, derivan en foros altamente enriquecedores tanto para iniciados como para aprendices. Y vaya si es necesario problematizar el oficio y, de paso, escuchar a los lectores. Sin embargo, este no es un fenómeno común en América Latina donde desde hace algunos años el periodismo cultural pareciera no haber encontrado un espacio definitorio dentro de la comunidad virtual. Página 100 Universidad de Los Andes - 2009


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En Venezuela, por ejemplo, son pocas las páginas destinadas exclusivamente para tal fin, aunque se consiguen intervenciones noticiosas y comentarios relevantes acerca del tema cultural en sitios diversos. El debate cultural, pareciera concentrarse más al margen de otras discusiones, como el tema político por ejemplo, que como punto central de los lugares de encuentro. Esto se debe a que, por un lado, el interés periodístico en nuestro país ha dado un giro radical para situarse en torno al acontecer gubernamental por encima de otros temas que requerirían de cierta comodidad para ser abordados apropiadamente. Por ello, los blogs que más destacan en Venezuela son los que se adscriben a una u otra posición en contra o a favor del gobierno nacional. Sin embargo, aun en estos espacios eminentemente políticos suele colarse alguna información de tinte cultural aunque someramente comentada y casi nunca vinculada hipertextualmente con otras noticias e informaciones complementarias. Por otro lado es evidente que, tanto en América Latina como en el resto del mundo, el periodismo cultural ha perdido espacio en contraste con otras especialidades periodísticas que han sabido aprovechar mucho mejor la coyuntura epocal y adaptarse a las bondades de la tecnología, como el periodismo económico, por ejemplo. Sin embargo, los pocos ejemplos que hemos destacado si bien no se distinguen por su numerosidad, resaltan por la calidad de los trabajos que allí se incluyen. Por lo tanto, la estrategia a seguir sería la de multiplicar estos espacios y potenciar las herramientas interactivas que se facilitan en ellos, en virtud de ganar seguidores en red, algo que se podría lograr en relativo poco tiempo dadas las características masivas de la comunicación en línea. De esta forma, el periodismo cultural no sólo lograría una mayor y mejor difusión a través de inéditos canales sino que fomentaría el arte del oficio por medio de la adhesión de cientos de personas que podrían convertirse en potenciales actores culturales. Estas y otras ventajas más, sólo se verían materializadas si la explosiva expansión de los medios virtuales se combina astutamente con la sagacidad de quienes decidan navegar sobre la ola en vez de dejarse arropar por ella.

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COMUNICACIÓN INTERNA Y CULTURA EN LAS ORGANIZACIONES: CASO GRUPO FISA (ESPAÑA) INTERNAL COMMUNICATION AND CULTURE IN ORGANIZATIONS: CASE OF GRUPO FISA (SPAIN)

MORET, Jorge. Profesor de la Universidad de Los Andes - Venezuela moretjorge@hotmail.com ARCILA, Carlos. Profesor de la Universidad de Los Andes - Venezuela arcila@ula.ve Página 104 Universidad de Los Andes - 2009


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El presente estudio pretende valorar el proceso comunicativo interno -tanto en lo formal como en lo informal- de las organizaciones dedicadas a la comunicación. Para ello, se estudió el caso de un Grupo de Comunicación (GC) español radicado en Madrid (identificado con el seudónimo de Grupo FISA), investigando su estructura comunicacional interna a través de la aplicación de entrevistas y cuestionarios a miembros de esta organización. En el artículo se intenta contrastar la comunicación formal institucionalizada con la realidad comunicativa informal y evaluar cómo perciben los empleados a los canales internos que transportan los mensajes informativos sobre los objetivos, tareas, actividades y problemas actuales de la empresa o el uso que hacen de ellos. Se concluye que la comunicación interna guarda correspondencia con el sistema cultural y que la identidad de la organización descansa en las maneras de hacer y de ser; y se manifiesta a través de la oralidad de ambas. Palabras clave: Comunicaciones internas, Cultura Organizacional, Cultura, Sociología de las Organizaciones, Periódicos, Comunicación informal Recibido: 20 de noviembre de 2009 Aceptado: 10 de diciembre de 2009

ABSTRACT This study focuses on valuing the internal communication process (formal and informal) in organizations dedicated to Communications. For this goal, the researchers studied the case of a Spanish Communication Corporation (identified under the nickname of Grupo FISA), observing its internal communication structure, applying interviews and tests to members of this organization. The current article pretends to contrast the formal and institutionalized communication with the actual informal way. Besides, we evaluated how the employers perceives the internal channels that support the transmission of messages of objectives, tasks, activities and troubles of the company. We concluded that internal communication is extremely linked to cultural system and that the organization identity lays on the “ways-to-do” and “ways-to-be”, and specially it’s evident in orality. Key words: Internal communications, Organizations, Culture, Sociology of Organizations, Newspapers, Informal Communication Submission date: November 20th 2009 Acceptance date: December 10th 2009

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1. Introducción El estudio de la comunicación en las organizaciones debemos entenderlo hoy en un contexto caracterizado por una sociedad hiperorganizada y globalizada que cubre casi todas las esferas de nuestra vida, con constantes cambios, con una preocupación permanente de las empresas por expandir y mantener los mercados, mantener la calidad y la competitividad de sus productos, servicios y capacidad de gestión. Estos son algunos de los retos a los que debe dar respuesta la gerencia moderna como herramienta estratégica. No en balde las corrientes administrativas y gerenciales, la sociología de las organizaciones, entre otras disciplinas, han colocado a la comunicación en un lugar central de sus preocupaciones teóricas y de investigación, por la importancia que posee para garantizar una gestión exitosa de las nuevas y viejas organizaciones. En este sentido, la visión empresarial ya no solamente se sustenta en el paradigma de economía, producción y administración que la marcó desde el Siglo XIX. Ahora se enriquece con los aportes de la comunicación, la cultura y la identidad como nuevos ejes para dinamizar la acción empresarial. Estos tres aspectos constituyen el sistema nervioso central de todos los procesos de una dinámica integral en una organización. Desde esta perspectiva, la comunicación se constituye en esencia como una herramienta estratégica para los procesos de redefinición de las relaciones de la empresa con su entorno relevante, la interacción con sus públicos, tanto internos como externos, la socialización y mantenimiento de los valores y principios compartidos, así como su definición identitaria que le proporciona su unicidad que es lo que le permite ser reconocida y diferenciada de las demás organizaciones del sector y del resto de entidades empresariales. Se evidencia, entonces, que hay un gran interés en la sociedad por la comunicación en las organizaciones y por su desarrollo tanto en el mundo de las empresas como en el académico. Esto es lo que precisamente ha motivado el desarrollo de la investigación titulada “Comunicaciones internas y cultura en las organizaciones mediáticas”1, cuyo primer estudio de caso, realizado a un a un 1

El presente estudio es parte de la línea de investigación sobre “Comunicación y Cultura” del Grupo de Investigación “Comunicación, Cultura y Sociedad” de la Universidad de Los Andes (Venezuela), que ha sido liderada por el Dr. Jorge Moret, quien realizó su Tesis Doctoral en el área de comunicaciones internas y sociología de las organizaciones en la Universidad Complutense de Madrid . La línea sobre “Comunicación y Cultura” es actualmente coordinada por el Prof. José A. Sosa. Tras esta primera investigación de campo con el Grupo FISA, la investigación tiene como objetivo el estudio de siete Grupos de Comunicación en Venezuela, a los cuales están adscritos varios de los periódicos más representativos de este país.

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Grupo de Comunicación (GC) español bajo el seudónimo de Grupo FISA2, lo presentamos en el presente artículo. En este sentido, nos planteamos, en primer lugar, asumir como área de estudio el tema de la comunicación en las organizaciones con un énfasis especial en las comunicaciones internas y en particular las informales. En segunda instancia, el tema de la cultura y su relación con la comunicación interna e informal en las organizaciones. Nuestra preocupación por estudiar estos aspectos parte por reconocer que el tema de la comunicación interna y la cultura en las organizaciones ha sido estudiada fundamental y mayoritariamente desde la perspectiva formal de la organización, pues es ahí donde se ha volcado la mayor parte del desarrollo teórico y empírico en los últimos tiempos. Claro está que sin perder la perspectiva de lo que implica la comunicación informal para la organización. Entonces, es necesario precisar que el desarrollo teórico sobre el tema ha sido pensado y alimentado desde una concepción que entiende a la organización y la comunicación desde la dirección y la formalización, y no como una construcción colectiva que requiere tanto de las aportaciones de lo formal como de lo informal. En consecuencia, estimamos que la organización es la conjunción de ambas; es decir, la resultante de un esfuerzo planificado y otro espontáneo que están en permanente interrelación y reelaboración.

2. Objetivos a) Evaluar el proceso comunicativo interno de la organización Grupo de Comunicación FISA a partir de la percepción que tienen los trabajadores de la comunicación interna e informal y la cultura organizacional b) Evaluar los elementos o componentes de la cultura que se socializan formal e informalmente, a partir del análisis de los medios que emplean y los usos que hacen de ellos

2

Los datos reales del Grupo de Comunicación han sido obviados por petición de la Empresa.

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3. Procedimiento metodológico 3.1 Tipo de estudio La investigación responde a las siguientes tipologías: • investigación aplicada • de tipo descriptiva • con un diseño de tipo empírico o de campo • estudio de caso Fue una investigación aplicada por cuanto persigue unos fines directos e inmediatos (Sabino, 2003, 45), ya que nos proponemos, fundamentalmente, evaluar del proceso comunicativo interno de la organización analizando la percepción que tienen los trabajadores de los mensajes formales sobre la cultura. La investigación fue de tipo descriptiva, pues comprendió la descripción, registro, análisis e interpretación de las características fundamentales de conjuntos homogéneos, de fenómenos y de la naturaleza actual de la realidad objeto de estudio. Esta descripción orientó la elaboración de las conclusiones acerca del proceso comunicativo interno e informal y la cultura de la organización mediática. Se realizó un estudio de campo por cuanto los datos de interés se recogieron en forma directa en la empresa o GC objeto de estudio, mediante el trabajo concreto de los investigadores, con lo cual los datos primarios obtenidos serán directamente producto de la experiencia empírica. Asimismo, recurrimos al denominado estudio de caso. Sommer y Sommer (2001, 253) lo definen como una investigación profunda sobre un hecho y destaca el carácter individual y único de los participantes y del escenario. Igualmente señalan que la confiabilidad se obtiene de la verificación cruzada de los relatos de las personas. Escoger un estudio de caso y examinar a fondo el Grupo de Comunicación FISA permitió profundizar y realizar una revisión exhaustiva de nuestras áreas, temas o procesos prioritarios objeto de estudio, permitiéndonos un conocimiento amplio y detallado de ellos.

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3.2 Diseño de la investigación Para los efectos de la investigación planteada se optó por un estudio de tipo no experimental, referido por Sierra Bravo (2001) como aquel que consiste en una sola observación, o en varias, unas después de otras, dando lugar respectivamente a los diseños seccionales y longitudinales (2001: 141). En nuestro caso, el diseño utilizado fue seccional descriptivo, en tanto que está limitado a una sola observación de un solo grupo en un solo momento del tiempo, empleando el cuestionario y la entrevista como parte de las técnicas para la recogida de datos. El carácter descriptivo del diseño lo proporciona el estudiar un grupo social en un momento dado.

Gráfico 1. Diseño de la investigación

TEMA: C omunicación interna e informal y

Fundamentada en

Cu ltura en las organizaciones

Sociología de las organizacion es

Objetivos

Interroga nte: ¿Cuál es la percepción que sob re

*Evaluar el proceso comunicativo interno de la organización.

la comunicación interna e informal y la

*Evaluar los elementos o comp onentes de la cultura

Cultura corporativa poseen los directivo s y empleados?

Metodología: Investigación aplicada Sujetos de Investig ación

Tipo descriptiva, empírico o de campo y estudio de caso

Instrumentos:Cualita tivo: Entre vistas en profundidad

Enfoque cualitativo cuantitativo

Cuantitativo: Cuestionario estructurado Análisis de Datos:

*Cuestionario: Enfoque De scriptivo: Software SPSS

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES:

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3.3 Técnicas e Instrumentos Para el presente estudio recurrimos a dos instrumentos para recolectar la información que requerimos en nuestra investigación. De las técnicas de investigación seleccionamos: a) en lo cualitativo la entrevista en profundidad, estructurada, estandarizada y abierta y b) en lo cualitativo el cuestionario.

3.3.1 Selección de los informantes y ficha técnica de las entrevistas Los informantes claves, a los cuales se les aplicó la entrevista, fueron seleccionados de acuerdo a su posición como directivos de FISA. En este sentido, el organigrama de la empresa nos proporcionó los cargos a ser escogidos, por orden de jerarquía fueron: Director General, Director Editorial, Director de Publicidad y Jefe de Marketing. No se incluyó al Jefe de Distribución por no hacer vida organizacional cotidianamente en la empresa. Igualmente, incluimos en los sujetos a entrevistar a un representante del Departamento de Recursos Humanos del GC, recayendo la responsabilidad en la Subdirectora de RRHH. La Subdirectora de RRHH del GC fue la comisionada por este ente para coordinar con los investigadores todo lo referente a la ejecución del estudio y fue el enlace decisivo para garantizar las entrevistas, junto con la secretaria del Director Editorial de FISA.

3.3.2 La distribución y administración del cuestionario El proceso de distribución y administración del cuestionario fue consensuado en tres reuniones con la Subdirectora de Recursos Humanos del GC y el Director Editorial del Diario, quienes comisionaron directamente a la secretaria del Director Editorial para coordinar la logística necesaria para hacerlo llegar a las doce delegaciones de FISA. Entendiendo que la población es una colección de elementos (sujetos u objetos) que poseen una característica común observable, en nuestro caso esa particularidad la proporciona el hecho de que las unidades objeto de observación o estudio son el conjunto de los empleados de FISA.

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En este sentido y dadas las características de la investigación, bajo la modalidad de trabajo de campo y estudio de caso, los sujetos de nuestro estudio son el personal de la empresa, quienes fueron abordados en totalidad, por tanto no se realizó el procedimiento de muestreo estadístico, constituyendo así un censo poblacional. En la Tabla 1 que sigue a continuación está descrita la población analizada segmentada por cada una de las delegaciones y departamentos y su correspondiente valor porcentual del total poblacional. Como puede apreciarse en la Tabla 1, el total de la población estudiada lo constituyen 131 sujetos que respondieron voluntariamente el cuestionario suministrado del conjunto de 194 personas posibles, representando el 67.52 por ciento del total de los empleados de FISA, lográndose con ello una representatividad alta de los individuos y delegaciones que constituyen la población objetivo, dado que solamente el 32.48 por ciento no cumplimentó el instrumento.

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Tabla Nº 1

Tabla de Población * Departamento Departamento Redacción Publicidad Distribución Población Alicante

f % Barcelona f % Bilbao f % La Coruña f % Madrid f % Málaga f % Mallorca f % Oviedo f % Sevilla f % Valencia f % Vigo f % Zaragoza f % Total f %

6 4,6% 7 5,3% 9 6,9% 2 1,5% 26 19,8% 5 3,8% 6 4,6% 6 4,6% 8 6,1% 7 5,3% 6 4,6% 3 2,3% 91 69,5%

2 1,5% 4 3,1% 4 3,1% 3 2,3% 5 3,8% 4 3,1% 2 1,5% 4 3,1% 4 3,1% 3 2,3% 2 1,5% 1 0,8% 38 29,0%

2 1,5%

2 1,5%

Total

8 6,1% 11 8,4% 13 9,9% 5 3,8% 33 25,2% 9 6,9% 8 6,1% 10 7,6% 12 9,2% 10 7,6% 8 6,1% 4 3,1% 131 100,0%

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4. Resultados

4.1 La Comunicación interna en FISA Al valorar los resultados generales de las comunicaciones internas en la organización, necesariamente se hace una invitación a reflexionar sobre la correspondencia entre lo dicho por los directivos y lo que han expresado los empleados en el cuestionario. Aunque en las entrevistas no se hizo una distinción clara entre las distintas modalidades de comunicación ello no impide inferir las observaciones correspondientes. En cuanto a las líneas maestras de la política de comunicación interna entendemos que hay una alta correspondencia entre lo dicho por los directivos y la percepción de los empleados. Igualmente entre lo que consideran que son las funciones y objetivos básicos de dicha política y contrastados todos estos elementos con los planteamientos teóricos que sustentan nuestra investigación encontramos que hay una estrecha correspondencia. Entendemos que tanto el diseño formal de la Comunicación Interna de la organización como su práctica están en concordancia y que como toda interacción e interrelación humana no escapa a evidenciar ciertas discrepancias como las comentadas en cada uno de los fragmentos de este apartado. Para tener una idea en conjunto de los recursos de comunicación interna que utiliza la organización para hablarle a sus empleados, integramos en la Tabla 2 las medias aritméticas de aquellos aspectos comunes en cada una de las modalidades comunicativas: descendente, ascendente y horizontal para tener una visión en conjunto y posteriormente poder contrastarlo con lo dicho por los directivos.

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Tabla 2. Comunicación interna: Cuadro comparativo de las medias aritméticas (x) de los recursos empleados 1 2

Teléfono Conversación cara a cara Mensajes de Móvil (SMS) Cartas Internet Reuniones formales Reuniones Informales Conversaciones en la cafería o bar Otro

3 4 5 6 7 8

9

Descendente 2,33 3,07

Ascendente 2,4 3,29

Horizontal 2,48 3,38

1,33

1,3

1,62

1,42 2,77 2,63

1,13 2,46 2,41

1,12 2,29 2,07

2,55

2,63

2,76

1,76

1,73

2,55

1,9

1,2

1,6

La anterior tabla muestra las medias aritméticas que registran cada uno de los recursos comunes en las tres modalidades comunicativas, y el Gráfico 2 nos permite visualizarlo y facilitar su interpretación.

Gráfico 2. Comunicaciones internas: Media de uso de los recursos comunicativos 4 3 2 1 0 1

2

3

4 Des

5 Asc

6

7

8

9

Hor

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Se destaca así, por encima de la media teórica (2), con una presencia sobresaliente y por orden de puntuación: las conversaciones cara a cara, el uso de Internet, las reuniones formales y las reuniones informales, y con un carácter más moderado las conversaciones en la cafetería o bar. Encontramos así, una alta correspondencia entre los recursos reconocidos por los directivos como los soportes de las comunicaciones internas en la empresa con los seleccionados por los empleados. En este sentido, los recursos que los directivos señalaron los agrupamos en cuatro grandes aspectos a saber: las dimensiones de charlar, conversar y dialogar (correspondencia con conversaciones cara a cara escogido por los subordinados); el sistema de reuniones (las reuniones formales); los recursos mediados (Internet) y los recursos informales (reuniones informales y conversaciones en la cafetería o bar), lo cual indica que el soporte comunicativo de la empresa se apoya en estas cinco modalidades/recursos. Igualmente, es oportuno señalar que la ponderación en la selección de los recursos está en estrecha correspondencia con las posibilidades comunicativas que se deducen o esperan de una estructura funcional.

4.2 Los elementos culturales Hemos fragmento este inciso en cinco partes para la presentación de los resultados, atendiendo al orden en que fueron colocados en el cuestionario. Recogemos las opiniones de los subordinados sobre aquellos aspectos de la cultura que indagamos y que la organización ha ido socializando como parte de su cometido.

4.2.1 Los valores compartidos Este segmento nos ayudará a percibir la opinión de los empleados en torno a los valores que sustentan la gestión empresarial; los valores en que apoya su compromiso corporativo y los principios éticos que la sustentan; así como los recursos que utiliza la empresa para comunicarlos y la frecuencia de uso que hace de ellos.

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A la interrogante que indaga cuándo la empresa da a sus empleados información sobre los valores que sustentan su gestión empresarial (por ejemplo, responsabilidad corporativa, entre otros), los dos descriptores indican un alta frecuencia de selección como lo muestra la Tabla 3.

Tabla 3. Cultura de la empresa: Los valores que sustentan la gestión de la organización Nunca 4.1.1 Informa ampliamente de los principios que sustentan su gestión 4.1.2 Destaca la importancia de los valores que la rigen

F %

8 6,1%

Algunas veces 47 35,9%

F %

8 6,1%

38 29,0%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

49 37,4%

25 19,1%

2 1,5%

131 100,0%

55 42,0%

28 21,4%

2 1,5%

131 100,0%

Para el indicador que atestigua si la empresa informa ampliamente de los principios que sustentan su gestión la frecuencia es mayoritaria, reflejada en el 57% de los encuestados que así lo consideran. Y para el segundo, que averigua si la organización destaca la importancia de la comunicación de dichos los valores, nuevamente la incidencia es alta, por cuanto el 63% opina que lo hace con perseverancia. Destaca que la valoración nuca en ambos planteamientos sólo representa el 6.1% de los sujetos. El personal admite que la empresa hace un esfuerzo comunicativo para trasmitir y destacar los valores que respaldan la gestión empresarial. Entendemos que como una importante porción del personal del Diario son fundadores de la empresa, el discurso que la gerencia ha calado hondamente en los sujetos, produciéndose esa socialización secundaria propia en las organizaciones. Ello se ratifica en la Tabla 15 cuando los empleados asignan un lugar destacado a su conocimiento e información de la naturaleza y alcance del proyecto para el que laboran, tal como lo refiere el siguiente entrevistado: 1.91: “Yo les vuelvo a contar el discurso, se lo recuerdo, se lo refresco, les digo que es verdad. Les cuento cosas que vamos logrando, cosas que vamos consiguiendo, les intento poner pruebas de que las cosas son así y les intento explicar la dificultad que tienen los momentos e intento que la gente mantenga la fe”. Página 116 Universidad de Los Andes - 2009


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Cuando la consulta versa acerca de la información que sustentan el compromiso corporativo (por ejemplo, razón de ser, la forma en se hacen las cosas, entre otros), los dos descriptores alcanzan una alta valoración, manteniéndose el comportamiento anterior, aunque con una ligera variación porcentual, tal como se recoge en la Tabla 4.

Tabla 4 Cultura de la empresa: Los valores que sustentan el compromiso corporativo

Nunca 4.2.1 Informa acerca de la naturaleza de estos valores 4.2.2 Destaca su importancia para el cumplimiento de los objetivos del Diario

F %

8 6,1%

Algunas veces 50 38,2%

F %

5 3,8%

45 34,4%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

54 41,2%

16 12,2%

3 2,3%

131 100,0%

49 37,4%

28 21,4%

4 3,1%

131 100,0%

Para el indicador que reseña si la empresa informa acerca de la naturaleza de estos valores encontramos una alta incidencia, que en términos porcentuales es del 53% que considera que se informa. La gradación nunca mantiene el 6.1% de los anteriores descriptores, que no piensan lo mismo. Para el siguiente planteamiento que consulta al personal si considera a estos valores como muy importantes para el trabajo, hay una alta frecuencia que la testimonia el 59% de los empleados que así lo piensan. Es curioso que la gradación nunca descienda al 4%, si se compara con el anterior descriptor. Nos parece valioso leer los anteriores resultados con los que aporta la Tabla 18 y los comentarios a la misma, que versan sobre las expresiones que constituyen una parte fundamental de la razón del hacer y el ser en la organización. Igualmente, no dejar de lado a lo dicho en la anterior pregunta, porque ellos nos proporcionan una visión en conjunto de la percepción del personal sobre estos aspectos. La pregunta que cierra el tema de los valores se recoge en la Tabla 5. Se indaga sobre la información que la empresa suministra al personal sobre los principios éticos que la sustentan, dividiendo la opinión de los consultados sobre la valoración que asignan a los dos planteamientos en la frecuencia, veamos: Página 117 Universidad de Los Andes - 2009


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Tabla 5. Cultura de la empresa: Los valores éticos de la organización

Nunca 4.3.1 Informa con amplitud sobre el tema 4.3.2 Considera que estos valores son muy importantes para el trabajo

F % F %

11 8,4% 5 3,8%

Algunas veces 56 42,7% 35 26,7%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

45 34,4% 46 35,1%

15 11,5% 41 31,3%

4 3,1% 4 3,1%

Total 131 100,0% 131 100,0%

Sorprende el resultado del indicador que examina si la organización informa con amplitud sobre los principios éticos que la soportan; pues registra una baja frecuencia, representada en el 51% de los empleados que consideran que ello no se produce constantemente; los que opinan lo contrario representan un 46% de los consultados. Para el caso, de si los subordinados consideran que los principios éticos son muy importantes para el trabajo, reaparece la alta frecuencia y dicha percepción se ubica en el 66.4% que piensan que es fundamental en su labor y los que valoran contrariamente esta opinión significan el 31% de los sujetos. El resultado apunta a una doble lectura, por un lado los subordinados entienden y están concienciados que los principios éticos son fundamentales para su trabajo. Máxime tratándose de una empresa que su principal producto es un diario de difusión masiva. Por el otro, hay una alerta sobre una carencia informativa sobre este aspecto puntual. También se pudiese inferir que no se está haciendo el mejor uso de los medios para informar sobre dichos principios. Igualmente, admitimos que la temática expuesta en este segmento no deja de poseer una cierta complejidad. Los temas que aborda generalmente pueden resultar abstractos para una buena parte de los consultados. En nuestro caso, estimamos que hay una alta comprensión de los contenidos referidos, dado que los porcentajes de no sabe / no contesta en el mayor de los casos apenas llega al 3%. Según el criterio de los empleados los medios que más utiliza la organización para informar de los valores que la sustentan su accionar empresarial se sustenta en un solo recurso que concentra la más alta incidencia, tal como se puede comprobar en la Tabla 6. Página 118 Universidad de Los Andes - 2009


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Aunque el lugar preferente lo ocupe Internet, cuya alta valoración representa el 56% de preferencia de los sujetos; en justicia tenemos que señalar sin lugar a dudas, que son cuatro los recursos básicos en que cimienta la difusión de los valores corporativos. Es necesario recordar que en esta pregunta el personal tenía absoluta libertad para seleccionar cuantos medios considerada conveniente, en función de ello reseñamos los recursos que obtuvieron un rango de selección estimable, sin que ello implique que su incidencia sea alta.

Tabla 6. Cultura de la empresa: Medios utilizados para difundir los valores y la frecuencia de uso

Nunca 4.4.1 Cartas 4.4.2 Tablón de anuncios 4.4.3 Boletines y Revistas 4.4.4 Internet 4-4-5 Reuniones formales 4.4.6 Reuniones Informales 4.4.7 Manual de acogida a la empresa 4.4.8 Curso de introducción 4-4-9 Un amigo me habló de ellos 4.4.10 Un compañero me habló de ellos 4.4.11 El superior inmediato me habló de ellos 4.4.12 Otro

F % F % F % F % F % F % F % F % F % F % F %

62 47,3% 97 74,0% 98 74,8% 16 12,2% 19 14,5% 35 26,7% 74 56,5% 71 54,2% 88 67,2% 58 44,3% 25 19,1%

Algunas veces 42 32,1% 16 12,2% 15 11,5% 34 26,0% 55 42,0% 52 39,7% 32 24,4% 33 25,2% 21 16,0% 46 35,1% 50 38,2%

F %

4 3,1%

1 0,8%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

11 8,4% 1 0,8% 1 0,8% 43 32,8% 30 22,9% 22 16,8% 3 2,3% 7 5,3% 2 1,5% 7 5,3% 32 24,4%

2 1,5% 1 0,8% 0 0,0% 30 22,9% 13 9,9% 8 6,1% 4 3,1% 1 0,8% 1 0,8% 1 0,8% 10 7,6%

14 10,7% 16 12,2% 17 13,0% 8 6,1% 14 10,7% 14 10,7% 18 13,7% 19 14,5% 19 14,5% 19 14,5% 14 10,7%

131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0%

2 1,5%

0 0,0%

124 94,7%

131 100,0%

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En este sentido, junto a Internet, por orden de preferencia aparecen: las reuniones formales con el 32,8%; el superior inmediato me habló de ello con el 32.2% y finalmente las reuniones informales con el 22.9%. El resto de recursos no llegan al 10% para cada caso, lo que en contrapartida nos muestra unos porcentajes altísimos para las valoraciones que van entre nunca y algunas veces. Cabría entonces preguntarnos ¿es razonable que la mayor fuerza de la comunicación de los valores organizacionales descanse en la comunicación oral? Quizá esto explique en parte el comportamiento que se evidenció en las interrogantes precedentes o evidencie un potente rasgo cultural de la organización. Estas sospechas encuentran una explicación en lo dicho por uno de los informantes: 1.190: “Lo que pasa es que creo que no es un cuento que se puede dar a leer. Creo que es un cuento que sólo es creíble si crees a quien te lo está contando. Normalmente a los papeles no se les cree y a las páginas Web tampoco, o por lo menos no tienen la capacidad de convicción. (…) Ese discurso hay mucha gente que lo tiene que interpretar en sitios concretos, gente que lo interpreta mejor, gente que lo interpreta peor (1.79)”.

4.2.2 Las normas El apartado siguiente lo dedicamos a considerar las normas implícitas (no declaradas formalmente) que sustentan la convivencia laboral y social en el Diario principal del Grupo de Comunicación FISA; así como a los medios que recurre la organización para difundirlas y su frecuencia de uso. No nos referimos a las normas explícitas o formalizadas como tal, pues parte de la costumbre institucional es esa, vale decir, a que existan muy pocas o casi nada de este tipo. Asimismo, debemos destacar que aparte de los indicadores de información e importancia, retomamos el de satisfacción para esta temática específica. Consideramos que este descriptor nos aportaría datos interesantes para el análisis, dadas las condiciones particulares de la empresa referenciadas en el párrafo anterior. En este sentido, se indagó sobre las normas institucionales que rigen el trabajo y sustentan la convivencia laboral y social en el Diario.

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Los resultados de la Tabla 7 a la pregunta si en el Diario existen unas normas implícitas (no declaradas formalmente) que sustentan la convivencia laboral y social, se registran una mayoritaria incidencia para los tres descriptores.

Tabla 7. Cultura corporativa. Normas que regulan la convivencia

Nunca 4.5.1 Procuro informarme sobre su contenido 4.5.2 Las considero importantes para nuestras relaciones laborales 4.5.3 Estoy satisfecho con las normas que regulan la convivencia interna

f % f %

7 5,3% 2 1,5%

Algunas veces 28 21,4% 19 14,5%

f %

10 7,6%

36 27,5%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

59 45,0% 54 41,2%

34 26,0% 54 41,2%

3 2,3% 2 1,5%

131 100,0% 131 100,0%

52 39,7%

30 22,9%

3 2,3%

131 100,0%

En el indicador que considera si el personal procura informarse sobre el contenido de las normas que rigen la convivencia laboral y social, se obtiene una alta frecuencia representando el 71% de los consultados que así lo estiman, destacando en este guarismo que un 45% lo hace frecuentemente, frente a un 27% que se atribuye una valoración baja. Al siguiente planteamiento que consulta acerca de si los subordinados consideran importantes las normas laborales y sociales para las relaciones laborales, se evidenció una alta aceptación a dicho argumento, pues representa el más alto porcentaje de la tabla (82%) que reconoce su aporte, destacando igualmente los que seleccionaron la alternativa frecuentemente y siempre con el 41.2% cada una. Quienes optaron por conceder una baja incidencia, significan el 16% de los entrevistados y figuran a su vez como el porcentaje más bajo de la tabla. Y al requerir su opinión acerca de su satisfacción con las normas que regulan la convivencia, nuevamente se vuelve a manifestar la alta frecuencia ante el planteamiento, con un porcentaje del 63% que muestra su agrado a dichas normas contra un 35.1% que se muestra en desacuerdo. Los descriptores en conjunto evidencian la significación que para los empleados tiene la convivencia laboral y social en la organización. Entendiendo que los Página 121 Universidad de Los Andes - 2009


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resultados confirman uno de los rasgos culturales de la empresa: la existencia de muy pocas normas: 1.17:”Es un periódico que da bastante libertad a la gente para que la gente ponga las cosas en marcha, tiene poco control; control férreo, por no decir casi nada y. aunque si tiene mucha exigencia, muchísima”. Estimamos que ello pudo influir de alguna manera en la valoración del tema, aunque habla bien del sistema normativo adoptado, que no molesta al personal y que curiosamente muestra su agrado hacia dicho régimen. En lo relativo a la información que suministra la empresa a sus empleados sobre las normas institucionales que rigen el trabajo (por ejemplo, cómo hacer las cosas), también se obtiene una alta frecuencia para los tres indicadores como queda reflejado en la Tabla 8.

Tabla 8. Cultura corporativa: Las normas institucionales Nunca Informa con claridad sobre el tema Destaca su importancia para la realización del trabajo Quedo satisfecho con las normas que regulan mi actividad

f % f % f %

7 5,3% 2 1,5% 9 6,9%

Algunas veces 46 35,1% 33 25,2% 46 35,1%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

59 45,0% 66 50,4% 53 40,5%

18 13,7% 27 20,6% 20 15,3%

1 0,8% 3 2,3% 3 2,3%

Total 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0%

Para el planteamiento que indaga si la empresa informa con claridad sobre las normas institucionales que rigen el trabajo, los subordinados atribuyeron una elevada incidencia, consistente en el 59% de los entrevistados que reconoce recibir dicho mensaje, mientras que un 40% valora insuficiente la información que recibe. Cuando el descriptor apunta a si la empresa destaca la importancia de las normas institucionales para la realización del trabajo, registra una alta incidencia, correspondiente al 71% de los sujetos; recalca que el 50% seleccionara la alternativa frecuentemente, constituyendo la más alta puntuación de la tabla. Contrariamente, un 27% posee una percepción menos favorecedora a lo que la amplia mayoría opinó. Finalmente, al expresar los empleados su satisfacción con las normas que regulan la actividad laboral, se decantaron por atribuir una alta frecuencia, contentiva del 56% de los consultados que expresaron su agrado; mientras que un 42% mostró su contrariedad con dicho sistema normativo. Página 122 Universidad de Los Andes - 2009


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En la pregunta los tres descriptores obtienen en la alternativa frecuentemente de la escala de valoración una significativa incidencia, que en el menor de los casos es del 45% de los sujetos. Si observamos en conjunto estos resultados con los de la tabla anterior, nos podremos dar una idea global de la percepción que tienen los empleados sobre el sistema normativo de la organización. Inferimos que sienten poseer un alto conocimiento de las normas, tanto las que regulan la convivencia laboral y social como de las institucionales que rigen el trabajo; luego, que para ambos casos el grado de aceptación es notorio, aunque debamos reconocer cierta desavenencia en una opción nada desdeñable al indicador satisfacción en la Tabla 8. Es un comportamiento razonable y explicable en sí mismo, primero porque se trata de la manera en que se hacen las cosas en el Diario, que en buena parte tiene su mayor peso en la Redacción, y en consecuencia, es allí donde se realiza el mayor esfuerzo de socialización secundaria de la empresa en un nuevo hábito de trabajo, que dista bastante de lo que normalmente se hace en el resto de las empresas del sector. El siguiente señalamiento de uno de los entrevistados nos ayude a comprender la situación descrita: 1.26: “(…) la mayoría de la gente prefiere vivir con la seguridad de obedecer una orden, y claro, eso hace que mucha gente que aquí no tiene órdenes, que no tiene grandes órdenes, órdenes muy concretas, sino tiene órdenes muy generales, pues tenga vértigo y no lo entienda”. El segmento se cierra con un dato sorprendente, los subordinados consideran que el medio más utilizado por la empresa para informar sobre las normas que sustentan la convivencia laboral e institucional es Internet, por ser el que mayor frecuencia de uso registra. No obstante, es escoltado con una moderada incidencia de selección por tres recursos adicionales como se refleja en la Tabla 9. Internet fue escogido por el 53% del personal como el medio más usado por la empresa para aportar información sobre su sistema normativo. Luego por orden se escogencia figuran: las reuniones formales con el 38%; el superior inmediato me habló de ellas con el 33% y las reuniones informales con el 31%. Es muy significativo que el resto de medios obtiene una bajísima incidencia para los siete recursos restantes, que está por el orden del 80% entre las alternativas nunca y algunas veces.

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Tabla 9. Cultura corporativa: Medios utilizados para difundir las normas y la frecuencia de uso Nunca 4.7.1 Cartas 4.7.2 Tablón de anuncios 4.7.3 Boletines y Revistas 4.7.4 Internet 4.7.5 Reuniones formales 4.7.6 Reuniones Informales 4.7.7 Manual de acogida en la empresa 4.7.8 Curso de introducción 4.7.9 Un amigo me habló de ellas 4.7.10 Un compañero me habló de ellas 4.7.11 El superior inmediato me habló de ellas 4.7.12 Otro

f % f % f % f % f % f % f % f % f % f % f % f %

79 60,3% 99 75,6% 98 74,8% 13 9,9% 20 15,3% 35 26,7% 81 61,8% 79 60,3% 87 66,4% 66 50,4% 35 26,7% 4 3,1%

Algunas veces 29 22,1% 17 13,0% 14 10,7% 41 31,3% 50 38,2% 42 32,1% 25 19,1% 26 19,8% 24 18,3% 42 32,1% 40 30,5% 2 1,5%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

10 7,6% 1 0,8% 3 2,3% 46 35,1% 39 29,8% 32 24,4% 5 3,8% 8 6,1% 3 2,3% 6 4,6% 31 23,7% 1 0,8%

1 0,8% 0 0,0% 0 0,0% 23 17,6% 13 9,9% 9 6,9% 3 2,3% 1 0,8% 1 0,8% 2 1,5% 12 9,2% 0 0,0%

12 9,2% 14 10,7% 16 12,2% 8 6,1% 9 6,9% 13 9,9% 17 13,0% 17 13,0% 16 12,2% 15 11,5% 13 9,9% 124 94,7%

131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0%

Es oportuno reseñar que el índice de personas que no saben o no contestan se deja notar, con valores que transitan entre un mínimo del 6.1% a un máximo del13.0%. Igual como ocurrió en el segmento dedicado a los valores, en este caso la transmisión se fundamenta en cuatro recursos fundamentales casi en el mismo orden de importancia que en el caso anterior. Nuevamente se expresa la paradoja en los indicadores de información e importancia contra la satisfacción y el uso de los recursos para comunicarlas. Los resultados que hemos ido reseñando van marcando una tendencia que deja un halo de incertidumbre en las formas en que se comunican determinadas temáticas en la organización.

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4.2.3 Los hábitos cotidianos y las costumbres Este inciso lo dedicamos a sondear la opinión de los subordinados acerca de los hábitos cotidianos de la organización. Nos apoyamos para ello en las reuniones de los directivos o jefes inmediatos, los reconocimientos al personal, las celebraciones institucionales especiales o no, la presentación (acogida) de los nuevos empleados y los medios o recursos que emplea la empresa para difundirlos. En estas preguntas omitimos el indicador de satisfacción como ya se había apuntado anteriormente. En la Tabla 10 se refleja el resultado a la interrogante que averigua lo relativo a cuando los jefes realizan reuniones específicas para cada Departamento (coordinación, planificación o evaluación del trabajo), como parte de sus hábitos cotidianos en el Diario, registrándose una alta incidencia en los dos planteamientos formulados.

Tabla 10. Cultura corporativa: Las reuniones departamentales

Nunca 4.8.1 Se informa al personal sobre sus propósitos 4.8.2 Es un evento muy importante para todos en el Diario

f %

11 8,4%

Algunas veces 39 29,8%

f %

15 11,5%

41 31,3%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

50 38,2%

29 22,1%

2 1,5%

131 100,0%

46 35,1%

25 19,1%

4 3,1%

131 100,0%

En el indicador que registra si la organización informa al personal sobre el propósito de las reuniones, se refleja una alta frecuencia de los que consideran que se aporta dicha información, llegando a un 60% de los sujetos que lo confirman, mientras un 38.2% estima que no son suficientes los datos aportados. El siguiente descriptor apunta a conocer si dichas reuniones constituyen un evento muy importante para el Diario, a lo que respondieron con mayoritariamente que si lo eran, representando esta opinión el 54% de los consultados, en contrapartida un 43% le asigna una baja incidencia, repartiendo su inclinación entre algunas veces. Nos causa curiosidad este último dato, por cuanto las reuniones en la organización tienen mucha importancia, son permanentes y a todos los niveles. Por ejemplo, Página 125 Universidad de Los Andes - 2009


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cada martes hay una reunión del equipo directivo con los jefes de departamentos y los jefes de secciones; por consiguiente, antes de la cita semanal cada Departamento hace, por lo menos, una reunión previa. En el caso de las reuniones semanales de comité o interdepartamentales: (2.48): (…) tenemos unas reuniones semanales donde se comunican ciertas cosas que tienen que fluir”. “(3.61): Sí, de hecho los jefes de Departamentos reciben bastante comunicación de otros Departamentos que luego intentan transmitir a sus equipos de trabajo”. Entonces, podríamos inferir que la importancia que están asignando los empleados podría inscribirse en los siguientes supuestos: a) la significación está en concordancia con la comunicación oportuna de los resultados; b) el recurso empleado para difundir los resultados no está cubriendo las expectativas de conocimiento e interés de los involucrados y c) las reuniones previas de cada Departamento o Sección no cubren los dos supuestos anteriores. Las opiniones de los trabajadores se dividen al asignar una clara incidencia a los dos indicadores que consultan acerca de las distinciones personales que se otorgan en la organización y que se sintetizan en la Tabla 11.

Tabla 11. Cultura corporativa: Reconocimientos personales al empleado

Nunca 4.9.1 Desearía que los jefes o directivos informaran del tema a los compañeros 4.9.2 Considero importantes los reconocimientos para mi desempeño laboral

f %

51 39,2%

Algunas veces 50 38,5%

f %

6 4,6%

24 18,3%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

14 10,8%

11 8,5%

4 3,1%

130 100,0%

47 35,9%

51 38,9%

3 2,3%

131 100,0%

Ante el planteamiento que averigua si cuando los empleados reciben un reconocimiento personal del jefe inmediato o los directivos por el desempeño laboral, desearía que ellos informaran del tema a los compañeros como parte de las costumbres en el Diario; contrariamente a lo que se esperaría los subordinados asignan una bajísima incidencia. Una abrumadora mayoría el 78% estima que no Página 126 Universidad de Los Andes - 2009


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es conveniente participarlo, mientras un 19% si cree conveniente proporcionar dicha noticia. Ahora bien, el hecho de que no consideren necesario el informar al resto de personal de las distinciones, no resta trascendencia entre los subordinados a considerar como importantes a los reconocimientos para el desempeño laboral, asignando una alta frecuencia a ello, contentiva del 75% de los entrevistados que resaltan la significación, contrastando con el 23% que no comparte esa idea. Podríamos decir que los resultados no asombran. Hay que comprender que se trata de la opinión un sector profesional mayoritario entre los empleados, con unas características sui generis y un sentido profesional muy particular. Es decir, por un lado, el tema del reconocimiento público al interior de la organización es motivo de mofa o burla; y por el otro, sí se pretende el reconocimiento social a través de los galardones o incentivos que patrocinan ciertas instituciones. Ello no significa que no consideren importante recibir ese estímulo como lo demuestra la valoración asignada al indicador, pues podríamos inferir que se considere como un plus que coadyuva en la motivación individual del empleado y lo reciba como parte de la evaluación interna por su desempeño laboral. En la Tabla 12 encontramos los resultados a la interrogante que indaga el momento cuando la dirección presenta a un nuevo compañero de labor a los empleados como parte de sus hábitos cotidianos, hallándose una alta frecuencia en los descriptores ofrecidos. En el indicador que hace referencia a si la empresa informa ampliamente de la incorporación del nuevo compañero a los empleados, los consultados asignaron una alta frecuencia a reconocer esta disposición, con un mayoritario 55% de los sujetos, frente a un 42% que atestigua lo contrario. Igual comportamiento se experimenta ante el planteamiento si la organización destaca la importancia que tiene para ella la llegada del nuevo empleado, en este caso el porcentaje se incrementa 59% de los sujetos que reconocen esta deferencia; mientras el 45.8% señala que la institución no refleja ese alcance.

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Tabla 12. Cultura corporativa: Presentación de los nuevos compañeros de trabajo

Nunca 4.10.1 Informa ampliamente a los empleados de dicha incorporación 4.10.2 Destaca la importancia que tiene para la empresa su llegada

f %

17 13,0%

Algunas veces 38 29,0%

f %

20 15,3%

40 30,5%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

41 31,3%

31 23,7%

4 3,1%

131 100,0%

36 27,5%

29 22,1%

6 4,6%

131 100,0%

Ambos resultados no dejan de llamar la atención. Si bien es cierto que en el Diario no hay una costumbre institucional de acogida al nuevo trabajador que constituya una práctica formalizada y con un protocolo preestablecido, no quiere decir que se obvie. De acuerdo a lo expuesto por los informantes claves en FISA no hay un plan formal de acogida al nuevo empleado: (4.51): “En este momento, no tenemos un plan de acogida, estamos desarrollando uno, pero queremos implantarlo el próximo año”; “(105): No hay unas actividades tipo para cada Departamento, para cada persona, ya que para cada una tendría que ser diferente, pues no es la misma preparación para un redactor que para un comercial”; “(1.191): Ponte a trabajar y lo hago. No hay”. En este momento lo que existe es una presentación formal del nuevo empleado al resto de los compañeros. Entendemos que los resultados apunten a valorar más a la informalidad en la forma de hacerlo; consistente en que el jefe inmediato de la Sección o Departamento vaya presentando personalmente al nuevo empleado a cada una de las personas. Ello quiere decir, al personal que se encuentre presente en la sede central del Diario al momento de la incorporación del nuevo compañero: 2.71: “Normalmente depende de que tipo de empleado, su jefe inmediato es quien lo presenta al resto de compañeros y como es una empresa muy pequeña no tiene muchos secretos. No es como en el Grupo de Comunicación; llegan, les proporcionamos los medios, le enseñamos un poco a trabajar y lo integramos lo antes posible. Es muy sencillo”. Página 128 Universidad de Los Andes - 2009


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Esta práctica deja por fuera al resto de los subordinados de las distintas delegaciones y a los que por cualquier motivo estén ausentes en ese instante. Inferimos que la valoración obtenida en ambos descriptores tenga que ver con la inexistencia de un mecanismo o recurso de comunicación que refuerce o apoye a la forma instituida de presentación del nuevo empleado. Las celebraciones en el Diario constituyen un rasgo característico de su manera de ser y hacer institucional: 2.29: “Nosotros intentamos celebrar todo lo máximo posible”. La Tabla 13 muestra la percepción que posee el personal acerca de la información que da la empresa sobre las celebraciones como parte de sus costumbres, obteniendo los dos planteamientos medidos una alta incidencia.

Tabla 13. Cultura corporativa: Las celebraciones en la organización Nunca 4.11.1 Informa suficientemente sobre ellas 4.11.2 Destaca la importancia de la asistencia a estas celebraciones para la integración del personal

f %

2 1,5%

Algunas veces 40 30,5%

f %

0 0,0%

27 20,6%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

53 40,5%

33 25,2%

3 2,3%

131 100,0%

50 38,2%

52 39,7%

2 1,5%

131 100,0%

El descriptor que valora si la organización informa suficientemente sobre las celebraciones a los empleados, estos se decantan mayoritariamente a confirmar el suministro de información, llegando a constituir el 66% de los consultados, mientras los que indican que lo hace adecuadamente representan un 32%. Para el indicador que consulta si la institución destaca la importancia de la asistencia a estas celebraciones para la integración del personal, la alta frecuencia también se consolida; la estimación que confirma la trascendencia de los agasajos sube al 78% y la menos favorecedora baja al 20.6% de los sujetos. En este último planteamiento destacamos el dato que la alternativa nunca registra el 0% de la escala de valoración. Página 129 Universidad de Los Andes - 2009


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Este hecho lo consideramos muy significativo por la importancia que institucionalmente tienen las celebraciones en la organización. Los resultados evidencian que la costumbre de celebrar se ha arraigado en su personal y que está muy bien valorada internamente. Estos datos ratifican el sentido que los directivos quieren transmitir sobre este aspecto puntual: 3.25: “(…) todo objetivo y logro de un Departamento es motivo de celebración para el resto de la Compañía. Eso es vital y además evita las fracturas entre Madrid y el resto de las delegaciones. Lo que intentamos es que cada Departamento tenga algo que decir que ha conseguido y que involucre a toda la Empresa (3.144)” La Tabla 14 reseña la opinión de los subordinados acerca de los medios que utiliza la empresa para informar sobre las reuniones, la presentación de un nuevo compañero y las celebraciones. No se incluyó en esta pregunta el reconocimiento personal al empleado, por cuanto no hay actos formales o programados para ello. Las distinciones se dan de forma verbal a cada persona por su desempeño cuando el caso lo amerita. Por tanto, es una característica cultural de la organización, que sabíamos de antemano, y que no permitía su evaluación por el carácter individual que ella posee. Nuevamente un recurso concentra la mayor incidencia como el más utilizado por la empresa para hablar con los subordinados los temas relativos a las reuniones, las celebraciones y presentación de un nuevo empleado. Por la frecuencia de uso con que fueron escogidos los medios por el personal, destaca en primer lugar Internet con el 54% de preferencia, siendo el único medio que supera a la mitad de los consultados. Luego aparecen con una moderada incidencia, por orden de selección: el superior inmediato me habló de ello con el 39%; las reuniones formales con el 37% y un compañero me habló de ello 21%. Igualmente resalta, como en la misma pregunta de la sección anterior, que los recursos con baja incidencia registran unos porcentajes iguales o superiores al 70%.

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Tabla 14. Cultura corporativa: Medios utilizados, difundir las reuniones, las celebraciones y presentar al nuevo empleado y la frecuencia de uso Nunca 4.12.1 Cartas 4.12.2 Tablón de anuncios 4.12.3 Boletines y Revistas 4.12.4 Internet 4.12.5 Reuniones formales 4.12.6 Por un comentario de pasillo 4.12.7 Conversaciones en la cafetería o bar 4.12.8 Un amigo me habló de ello 4.12.9 Un compañero me habló de ello 4.12.10 El superior inmediato me habló de ello 4.12.11 Otro

f % f % f % f % f % f % f % f % f % f %

92 70,2% 99 75,6% 101 77,1% 23 17,6% 35 26,7% 64 48,9% 67 51,1% 83 63,4% 49 37,4% 30 22,9%

Algunas veces 15 11,5% 10 7,6% 9 6,9% 26 19,8% 33 25,2% 31 23,7% 27 20,6% 20 15,3% 36 27,5% 36 27,5%

f %

3 2,3%

3 2,3%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

2 1,5% 3 2,3% 1 0,8% 39 29,8% 32 24,4% 13 9,9% 15 11,5% 5 3,8% 22 16,8% 33 25,2%

5 3,8% 1 0,8% 2 1,5% 32 24,4% 17 13,0% 4 3,1% 4 3,1% 3 2,3% 5 3,8% 18 13,7%

17 13,0% 18 13,7% 18 13,7% 11 8,4% 14 10,7% 19 14,5% 18 13,7% 20 15,3% 19 14,5% 14 10,7%

131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0%

1 0,8%

0 0,0%

124 94,7%

131 100,0%

Los soportes comunicacionales en que se fundamentan las costumbres institucionales, aunque contienen un alto componente formal, dejan ver una tendencia hacia la informalidad en la transmisión de la información. En efecto, no restamos importancia al hecho de que sean Internet y las reuniones informales las que más alto porcentaje acaparen. En todo caso, resaltamos que las dos siguientes aparezcan en esos lugares de preferencia; aunque no con una representatividad mayoritaria como alternativas de difusión. No deja de ser curioso que sean precisamente los temas de las reuniones, la presentación de un nuevo compañero de labor y las celebraciones las que promuevan estas alternativas de comunicación. Entendemos que la naturaleza de ellas es una invitación para Página 131 Universidad de Los Andes - 2009


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intercambiar opiniones o comentarios entre colegas, pero también para propiciar el cotilleo informal.

4.2.4 Las narraciones y mitos corporativos Igual que en el segmento anterior se consensó esta parte del cuestionario con los directivos del Diario. Inicialmente estaba previsto consultar al personal acerca de su conocimiento de la historia de la empresa y los momentos de crisis vividos. En vista del poco tiempo de existencia obviamos la parte de la historia y la sustituimos por dos preguntas que nos parecieron que bien dibujan la cotidianeidad institucional. La primera, compone un conjunto de diez expresiones que sintetizan la “manera de ser y hacer” en el Diario y que son las ideas base de la narración que se va relatando al nuevo empleado y que se va reafirmando a los antiguos permanentemente. La segunda incorporación registra el ritual de entrada al despacho del Director. Estamos concientes que con ella recogemos la opinión fundamentalmente de la delegación de Madrid. Optamos por incluir este tema por dos razones. La primera, la sede central representa el 36.9% del personal de la empresa, además de contar con la totalidad de los departamentos con los que cuenta la empresa y que las otras delegaciones no poseen (solo redacción y publicidad). La segunda, a nuestro juicio fue determinante para incorporarla, es que el hecho de entrar al despacho del director constituye ahora un mito/ritual que vive la delegación Madrid; pero que se referencia informalmente a las otras dependencias, pudiéndose convertirse en una leyenda organizacional que se irá transmitiendo en el tiempo. Ahora, solo se pretende valorar el impacto que ello tiene y la percepción que genera en los subordinados. La interrogante original sobre los momentos de crisis vividas se mantiene junto con los indicadores de información e importancia. Para la primera pregunta, como lo señalamos anteriormente, se tomaron diez expresiones que resumen la narración corporativa. Y para la segunda incógnita, incorporamos los descriptores libertad, oportunidad, restricción y premio. Es importante reseñar que para esta pregunta los sujetos tenían autonomía para seleccionar las expresiones que ellos consideraran convenientes. Para el caso de las expresiones que forman parte fundamental de la manera “de ser” y “de hacer las cosas” en el Diario durante la jornada laboral, seis frases Página 132 Universidad de Los Andes - 2009


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registran una alta frecuencia de reconocimiento por parte del personal, y que recopilamos en la Tabla 15.

Tabla 15. Cultura corporativa: Expresiones de la organización

Nunca 4.16.1 Lo paso bien cuando vengo a trabajar 4.16.2 Soy capaz de venir a buscar un tesoro 4.16.3 Vengo a trabajar en equipo 4.16.4 Voy a trabajar soñando cosas increíbles y que se pueden cumplir 4.16.5 Hago cada día algo que podré contarle a mis nietos 4.16.6 Me pagan por intentarlo y no por conseguir cosas 4.16.7 Creo que en el trabajo hay que hacer amigos 4.16.8 Tomo una cerveza como parte de mi trabajo 4.16.9 Vengo al trabajo con el espíritu abierto 4.16.10 Hago de lo pequeño grandes cosas

F % F % F % F %

1 0,8% 16 12,2% 4 3,1% 15 11,5%

Algunas veces 29 22,1% 42 32,1% 6 4,6% 46 35,1%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

67 51,1% 51 38,9% 46 35,1% 44 33,6%

30 22,9% 16 12,2% 69 52,7% 21 16,0%

4 3,1% 6 4,6% 6 4,6% 5 3,8%

131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0%

F %

16 12,2%

63 48,1%

26 19,8%

18 13,7%

8 6,1%

131 100,0%

F %

30 22,9%

40 30,5%

36 27,5%

18 13,7%

7 5,3%

131 100,0%

F %

9 6,9%

36 27,5%

42 32,1%

37 28,2%

7 5,3%

131 100,0%

F % F % F %

34 26,0% 1 0,8% 7 5,3%

51 38,9% 9 6,9% 39 29,8%

30 22,9% 45 34,4% 43 32,8%

11 8,4% 72 55,0% 36 27,5%

5 3,8% 4 3,1% 6 4,6%

131 100,0% 131 100,0% 131 100,0%

Al consultárseles al personal acerca de las expresiones encontramos que cinco ideas potentes que superan el 60 por ciento y que constituyen parte fundamental de su cotidianeidad, y que puntualmente, la gerencia intenta transmitir en su discurso corporativo. Por orden de selección, tenemos: vengo al trabajo con el espíritu abierto escogida por el 90%; escoltada por vengo a trabajar en equipo con el 88%, que constituyen las dos expresiones con el más alto posicionamiento. Luego sigue lo paso bien cuando voy a trabajar con el 74%; creo que en el trabajo Página 133 Universidad de Los Andes - 2009


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hay que hacer amigos y hago de lo pequeño grandes cosas con el 60% respectivamente. Las expresiones por las que optaron los empleados constituyen la espina dorsal de la manera de ser y hacer de la organización. Y que si agregamos la frase soy capaz de venir a buscar un tesoro que fue seleccionada en sexto lugar con el 51%; podemos señalar que el sesenta por ciento de las frases han calado en una proporción alta en el personal. Las tres ideas con más baja frecuencia son: tomo una cerveza como parte de mi trabajo con el 65%; hago cada día algo que podré contarle a mis nietos con el 60%; me pagan por intentarlo y no por conseguir cosas con el 53%. Finalmente, la expresión voy a trabajar soñando cosas increíbles y que se pueden cumplir divide las preferencias de los consultados, la proporción de la valoración casi es la misma, la alta alcanza el 49.6% la estimación baja el 46.6%. Si observamos detenidamente las frases que obtuvieron una alta valoración (frecuentemente y siempre) en contraposición con las menos apreciadas por los empleados que optaron por aquellas expresiones, que de una u otra manera, acreditan el espíritu gregario contra aquellas que exteriorizan una actitud más individual ante la jornada laboral. Esta consideración ratifica el deseo manifiesto de los directivos cuando apuntan: 1.37: “Necesitamos gente con mucha fe, porque este es un periódico que busca objetivos imposibles. A la mayoría de la gente le gusta buscar objetivos que sabe que puede conseguir porque es la manera de quedar bien delante del jefe”. O cuando señalan que: 2.53: “(…) el mensaje fundamental es que estamos haciendo historia, que debemos sentirnos orgullosos de lo que hemos conseguido y que tenemos que intentar no olvidar que el trabajo en equipo es fundamental para seguir consiguiendo los logros”.

La interpelación del segmento divide las opiniones valorativas del personal en cuanto a la adhesión que tienen acerca del despacho u oficina del Director y que se consignan en la Tabla 16.

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Tabla 16. Cultura corporativa Ritual del despacho del Director

Nunca 4.17.1 Un lugar donde todos podemos entrar libremente 4.17.2 Una oportunidad que debo ganarme 4.17.3 Es un sitio restringido donde solo entran los enchufados 4.17.4 Entrar es un premio por mi desempeño

f %

10 7,6%

Algunas veces 27 20,6%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

38 29,0%

51 38,9%

5 3,8%

131 100,0%

f % f %

70 53,4% 101 77,1%

27 20,6% 10 7,6%

14 10,7% 7 5,3%

10 7,6% 3 2,3%

10 7,6% 10 7,6%

131 100,0% 131 100,0%

f %

88 67,2%

25 19,1%

7 5,3%

2 1,5%

9 6,9%

131 100,0%

Los subalternos ante el descriptor que señala si el despacho del Director es un lugar donde todos pueden entrar con libertad, manifestaron una alta frecuencia para afirmarlo, representando el 68% de ellos, contra un 28.2% que no estima del mismo modo. Luego, al siguiente planteamiento contestaron con baja frecuencia, que no consideran que entrar en dicho espacio sea una oportunidad que deban ganarse (74%); destaca aquí el hecho que un 53.4% escogiera la opción nunca, hecho que contrasta con la práctica instituida en la organización: 1.276: “Yo pinto todas las páginas del periódico, las pinto con los redactores jefes. Hay redactares que me pueden contar los temas que tienen, hay redactores que no les dejo que me los cuenten, les digo que se los cuenten a los redactores jefes”. Pero, paradójicamente ante el descriptor, si el despacho del Director es un sitio restringido donde sólo entran los enchufados, la respuesta se centra en la baja frecuencia, representando el 85% que piensan que no es un sitio para los privilegiados, sobresaliendo los que valoran que nunca sucede eso con el 77% de los consultados, constituyendo el más alto porcentaje de la tabla. Las sorpresas no acaban ahí, pues contrariamente a la idea de la gerencia: 1.258: “Si, mi oficina para la gente que está en Madrid es un sitio que se va abriendo a la gente que se lo va ganado”, los empleados contundentemente asignan una baja Página 135 Universidad de Los Andes - 2009


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frecuencia al hecho de que entrar en la oficina del Director sea un premio por su desempeño, dado que el 86% opta por dicha valoración; y puntualmente, la posibilidad nunca alcanza el 67.2%. Resalta, igualmente, que para los dos últimos indicadores el valor siempre apenas registre el 2.3 y 1.5 por ciento respectivamente. Podemos inferir de las respuestas que hay un reconocimiento y una evidente aceptación a la política de puertas abiertas que promueve la gerencia como parte de sus hábitos institucionales, pero no la idea base de adoptar al despacho del director como un espacio especial que deba ganarse. Ello no es percibido como tal; vale decir, ni como ritual ni como mito es reconocida por ahora, lo que no quiere decir que la tradición termine por convertirlo en uno de los artefactos culturales con mucha potencia dado su alto grado de correspondencia con la libertad y la amplitud con que se vive la cotidianeidad en la organización. Seguimos con la alta incidencia que registra los dos descriptores de la pregunta que indaga en los empleados su opinión acerca de la información que la empresa suministra sobre las crisis vividas, y que se reseña en la Tabla 17. Para el indicador que considera si la organización informa al personal de las crisis vividas con el propósito de mantener la cohesión interna ante las eventualidades, obtiene una alta frecuencia, llegando a un 56% los responden que lo hace con esa intención contra el 37% que piensa lo contrario. Igualmente, ante el descriptor que escudriña si en el Diario se destaca la importancia de la lección aprendida de las crisis, aparece una alta valoración, representativa del 55% de los consultados que admiten este esfuerzo, contra la opinión de un 36% que subraya una baja incidencia.

Tabla 17. Cultura corporativa: Las crisis vividas

Nunca 4.18.1 Informa con el propósito de mantener la cohesión interna ante las eventualidades 4.18.2 Destaca la importancia de la lección aprendida

f %

7 5,3%

Algunas veces 41 31,3%

f %

8 6,1%

39 29,8%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

44 33,6%

29 22,1%

10 7,6%

131 100,0%

40 30,5%

32 24,4%

12 9,2%

131 100,0%

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Los guarismos son muy significativos para ambas interrogantes, pues superan el cincuenta por ciento de alta valoración. Ello evidencia, por un lado la juventud de la empresa; y por el otro, al no haber un largo camino transitado -apenas un año de historia-, las crisis puntuales originadas en el impulso inicial del proyecto; poner en circulación un diario en doce ciudades; ir ganando la batalla del día a día entre lo urgente y lo importante, entre otras no han pasado una factura significativa a la organización, como se desprende de los resultados anteriores. En consecuencia, inferimos que las crisis vividas en este lapso han siendo manejadas con tino, en cuanto a la manera de conducirlas y de informar de ellas al personal. Finalmente, con Tabla 18 cerramos el apartado y el segmento dedicado a la cultura organizacional. En este inciso se refiere a los medios utilizados por la empresa para dar a conocer a sus empleados las expresiones que sistematizan su “manera de ser y hacer las cosas”, junto con la información acerca de las crisis vividas, como parte de las referencias que son compartidas en el Diario. En consecuencia, los medios que los empleados consideran que tienen una mayor frecuencia de uso en el Diario son, fundamentalmente, cuatro. El primero de ellos es Internet con el 59% de valoración positiva; seguido de las reuniones formales con el 45%. Resaltamos estos dos iniciales porque son lo que gozan de la más alta apreciación por parte de los subordinados. Luego, los dos siguientes en valoración son: el superior inmediato me habló de ello con el 34% y las reuniones informales con el 25%. Hay dos aspectos que ameritan una consideración puntal en esta pregunta. El primero tiene que ver con la bajísima valoración que registran el resto de los medios, con porcentajes que van para el menor de los casos 50% y para el mayor el 81%. Lo segundo, es el hecho notorio de la no respuesta o no selección de alternativa comunicativa, con unos porcentajes que rondan entre el 13 y el 20 por ciento respectivamente.

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Tabla 18. Cultura corporativa: Medios utilizados para difundir las expresiones, las crisis vividas y la frecuencia de uso

Nunca 4.19.1 Cartas 4.19.2 Tablón de anuncios 4.19.3 Boletines y Revistas 4.19.4 Internet 4.19.5 Reuniones formales 4.19.6 Reuniones informales 4.19.7 Curso de introducción 4.19.8 Por un comentario de pasillo 4.19.9 Conversaciones en la cafetería o bar 4.19.10 Un amigo me habló de ello 4.19.11 Un compañero me habló de ello 4.19.12 El superior inmediato me habló de ello 4.19.13 Otro

f % f % f % f % f % f % f % f % f % f % f % f %

83 63,4% 97 74,0% 91 69,5% 19 14,5% 18 13,7% 36 27,5% 88 67,2% 72 55,0% 66 50,4% 81 61,8% 58 44,3% 36 27,5%

Algunas veces 18 13,7% 9 6,9% 12 9,2% 18 13,7% 35 26,7% 41 31,3% 18 13,7% 26 19,8% 27 20,6% 20 15,3% 31 23,7% 29 22,1%

f %

2 1,5%

1 0,8%

Frecuentemente

Siempre

NS/NC

Total

5 3,8% 2 1,5% 2 1,5% 49 37,4% 42 32,1% 27 20,6% 0 0,0% 8 6,1% 12 9,2% 4 3,1% 14 10,7% 31 23,7%

3 2,3% 0 0,0% 2 1,5% 28 21,4% 18 13,7% 6 4,6% 0 0,0% 1 0,8% 1 0,8% 0 0,0% 3 2,3% 13 9,9%

22 16,8% 23 17,6% 24 18,3% 17 13,0% 18 13,7% 21 16,0% 25 19,1% 24 18,3% 25 19,1% 26 19,8% 25 19,1% 22 16,8%

131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0% 131 100,0%

1 0,8%

0 0,0%

127 96,9%

131 100,0%

La tendencia que se ha ido evidenciando en este tipo de pregunta apunta a señalar a los dos primeros recursos como los más empleados por la dirección a la hora de comunicarse con sus empleados. Para el caso de Internet, siempre aparece entre los primeros medios seleccionado por el personal, convirtiéndolo en una constante en casi todos los temas del cuestionario. La situación descrita nos parece razonable, absolutamente lógica, entendiendo que la organización posee Página 138 Universidad de Los Andes - 2009


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una importante dispersión geográfica y la coexistencia de personal en doce ciudades que de alguna manera hay que integrar. El siguiente fragmento de la entrevista a uno de los informantes, nos ayudará a despejar estas dudas: 1.163: “Hay mucha gente que ha oído muchas veces mi discurso porque estaba aquí antes del inicio, hay mucha gente que se ha ido incorporando después que no ha oído mi discurso porque ya no ha habido tiempo, prácticamente de discursos. (…) mucha gente que la propia vorágine del día a día no le ha permitido escuchar el tema de la fe, el objetivo, del sueño, del proyecto, y entonces esa es una gente que necesitamos sumar, necesitamos centrar, necesitamos escrutar” (1.166).

5. Consideraciones Finales Cumplido el proceso de presentar el informe de los resultados de la investigación en sus componente cualitativos y cuantitativos, procedemos ahora exponer un conjunto de reflexiones finales que constituyen el cuerpo conclusivo y que reseñamos en dos apartados atendiendo a las categorías que alimentaron nuestra investigación, guardando una correspondencia con nuestras conclusiones teóricas preliminares y los objetivos e interrogantes planteados.

5.1 Sobre la comunicación interna: 1. Hay una gran correspondencia entre lo que se ha referenciado teóricamente y lo que constituyen las líneas maestras de la política, comunicativa de la organización, las funciones y los objetivos de la comunicación interna asumidos por la organización con los planteamientos conclusivos teóricos. Esto implica que el diseño formal de la comunicación interna está en concordancia con su práctica, tal como se evidencia en el componente empírico. Este asunto responde a uno de los objetivos específicos de la investigación en cuanto a que los directivos y los empleados asignan una importancia muy significativa a la comunicación interna, no dejando dudas sobre la trascendencia de dicha percepción. El estudio empírico corrobora Página 139 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones que la comunicación interna constituye un recurso estratégico de gestión para la empresa y que constituye uno de sus rasgos culturales. 2. Se confirma la correspondencia entre los planteamientos expresados por los directivos con los del personal en cuanto al uso de los recursos en que se apoya la comunicación interna. La comunicación interna descansa en cuatro grandes aspectos: las dimensiones de conversar (correspondencia con las conversaciones cara a cara); el sistema de reuniones (las reuniones formales); los recursos mediados (Internet) y los recursos informales (las reuniones informales y las conversaciones en la cafetería o bar). Esto indica que la comunicación interna posee un alto componente oral e interpersonal. Resalta como revelador el hecho de que los recursos escogidos tanto por directivos y personal guardan una estrecha armonía con las posibilidades comunicativas que se esperan de una estructura funcional. Igualmente, el sistema de reuniones constituye el epicentro de las comunicaciones formales, por cuanto es un andamiaje que cubre a cada área de trabajo de la organización. Este sistema es utilizado por su efecto cascada para informar sobre la empresa, pero también para planificar, coordinar y evaluar las acciones inherentes a su actividad. 3. Se confirma que la comunicación interna guarda correspondencia con el sistema cultural, es un importante mecanismo para compartir mensajes sobre los aspectos culturales entre los miembros de la organización, favorecer de las relaciones interpersonales y les da cohesión. 4. Hay poca correspondencia entre las funciones asignadas a la comunicación ascendente y la práctica comunicativa en la empresa. Los hallazgos demuestran que tiene poca importancia el juicio de los jefes sobre las propuestas del personal, aunque exista una política de puertas abiertas y una disposición de escuchar a los empleados. 5. Se confirma el papel de la comunicación ascendente como recurso potenciador de la participación en la organización, El estudio empírico muestra la conveniencia de propiciar un mayor clima de confianza en el tratamiento personal que cada superior haga de los planteamientos de los empleados. 6. El papel que los directivos y los empleados dan a los recursos de comunicación informal en su estrategia comunicativa confirma una de las preguntas de la investigación relativas a la existencia de una correspondencia entre los recursos de comunicación interna formales con los informales. Página 140

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Los resultados encontrados sugieren una hibridación en el uso de los recursos comunicativos formales e informales. Y por otro lado, que no se puede establecer una clara frontera entre lo que consideran los empleados como un medio de comunicación formal o informal. Entendemos que hay una apropiación interesada de los canales de comunicación en beneficio de la comunicación informal, evidenciando la importancia que posee como la amalgama que conecta a la organización con sus empleados. 7. Los recursos en que se apoya la comunicación informal son los mismos tanto para los empleados como para los directivos, guardando una moderada correspondencia. Los empleados otorgan una trascendental importancia a los recursos interpersonales en su comunicación informal. Los recursos que soportan la comunicación informal de los empleados y los directivos se concentran en la conversación cara a cara y el espacio fundamental donde se realiza dicho acto es en la cafetería o el bar.

5.2 Sobre la cultura de la organización: 1. Los datos empíricos confirman que la cultura es aprendida por los miembros de la organización. Igualmente que el conjunto de elementos culturales considerados se corresponden a la realidad abordada. Cualquier empresa está dotada de un sistema de creencias y artefactos culturales que la hacen única, reconocible y diferente a las de su sector y a las del resto de las organizaciones. 2. Se confirma que la cultura es un factor que está íntimamente ligado a la comunicación interna. La identidad de la organización descansa en las maneras de hacer y de ser y se manifiesta a través de la oralidad de ambas. 3. La realidad formal dibujada por los directivos guarda una alta correspondencia con la percepción que sobre los aspectos culturales tienen los trabajadores. 4. Podemos señalar que se confirma el indicio de la oralidad en la transmisión de la cultura en la organización objeto de estudio. Es muy significativo que los empleados y los directivos otorguen un importante peso a los recursos de comunicación oral. Es indicativo de dos situaciones significativas: a) la importancia que adquieren para un sistema cultural fundamentado en la oralidad las narraciones; y b) no podemos atribuir un papel determinante a los recursos de comunicación informal en dicho proceso de socialización de la cultura. Página 141 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones 5. Afirmamos que los rasgos culturales ya se manifiestan en una organización con poco tiempo de existencia y que se pueden inscribir en un proceso de aprendizaje, producto de la experiencia grupal y del liderazgo inicial de sus directivos y fundadores.

6. Agradecimiento Los autores de este artículo agradecen al Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico (CDCHT) de la Universidad de Los Andes, por el financiamiento concedido a la investigación titulada “Comunicaciones internas y cultura en siete diarios venezolanos”, bajo el código NUTA-H-292-08-09-A.

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Quiñónez, H. (2009). La cultura ambiental en la prensa venezolana: Estudio de los diarios El Nacional y El Universal (2000 – 2004). Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", 2 (2), Artículo 6. Disponible en la siguiente dirección electrónica:

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LA CULTURA AMBIENTAL EN LA PRENSA VENEZOLANA: ESTUDIO DE LOS DIARIOS EL NACIONAL Y EL UNIVERSAL (2000 Y 2004) ENVIRONMENTAL CULTURE IN VENEZUELAN PRESS: A STUDY TO THE NEWSPAPERS EL NACIONAL AND EL UNIVERSAL (2000 & 2004)

QUIÑÓNEZ, Herly. Profesora de la Universidad de Los Andes - Venezuela herlyq@hotmail.com Página 145 Universidad de Los Andes - 2009


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La difusión y divulgación de la información ambiental es el propósito del Periodismo Ambiental y con él, de acuerdo a sus teóricos, se busca contribuir con la Cultura Ambiental. Ésta es entendida como el conocimiento, las aptitudes y los valores de los ciudadanos frente al Ambiente como espacio sociocultural y natural. La presente investigación se plantea como objetivo analizar la cultura ambiental en los diario venezolanos El Nacional y El Universal durante los años 2000 y 2004, a partir de las categorías propuestas por Aceves (2003) y estudiando los géneros periodísticos con temas ambientales, información visual y fuentes. También se evalúa la explicación de términos científicos. En el año 2000 ambos diarios dedican el mayor número de unidades de análisis de la información ambiental a Contaminación, Desastres Naturales, Desechos y Lluvias. La fuente dominante es Gobierno. Escasamente se explican causas y consecuencias, rara vez se ofrece la solución al problema ambiental. En el año 2004 se nota un comportamiento similar y otros temas ocupan más espacio que en el 2000: Extinción, Políticas Ambientales, Cambio Climático y Lemna sp. También son divulgados a través de géneros periodísticos, como la noticia y el reportaje, problemas de fauna y flora, así como reportajes informativos de conservación. Se concluye que los medios venezolanos están incrementando el número de informaciones ambientales con los elementos que podrían ayudar a la cultura ambiental de los lectores.

Palabras clave: Cultura ambiental, Periodismo Ambiental, Géneros periodísticos Recibido: 20 de noviembre de 2009 Aceptado: 5 de diciembre de 2009

ABSTRACT The objective of Environmental Journalism is the distribution and exhibition of environmental news and information, as long as –according to theorists- it contributes with an environmental culture. This last term could be defined as the knowledge, aptitudes, and values tha citizens have about the Environment, as a socialcultural and natural space. The objective of this research is to analyse the environmental culture in two Venezuelan newspapers (El Nacional and El Universal) during 2000 and 2004. For this purpose we used the categories suggested by Aveces (2003) and we studied the journalism genres placed on these media, as well as the explanation of scientific concepts. In 2000, both of the newspapers dedicated most of the environmental information to (i) pollution, (ii) natural desasters, (iii) waste, and (iv) rains. The main source was the Government. We noticed tha causes and consequences were barely explained, and the information seldom offered a solution to environment damage. In 2004, We observed a similar media behavior, but other topics were included like (i) extinction, (ii) environmental policy, (iii) global warming, and (iv) Lemna sp. Also there were included news and reports about fauna and flora. We concluded that media in Venezuela are inceasing the number of environmental information with elements that could favor environmental culture of readers.

Key words: Environmental culture, environmental Journalism, Journalism Genres Submission date: November 20th 2009 Acceptance date: December 5th 2009

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1. Introducción Durante este siglo la preocupación ambiental ha aumentado en el globo terráqueo. La inquietud fundamental para los ambientalistas es la destrucción de los recursos naturales y la forma de conservarlos a través de su uso racional, y con la aplicación de los planes diseñados para las diferentes áreas geográficas. El problema ambiental abarca desde los desechos sólidos, el deterioro de las cuencas, la tala de los bosques, la seguridad alimentaria hasta los diferentes tipos de contaminación; sólo por nombrar algunas consecuencias de la intervención humana. El ambiente al ser la relación entre la sociedad y la naturaleza comprende diversas áreas: fauna, flora, conservación, políticas, legislación, contaminación, espacios artificiales, entre otras. Es importante apuntar la función de las Ciencias Ambientales al tenerlo como objeto de estudio; éstas conjugan disciplinas como: Ecología, Biología, Botánica, Geografía, Física, Química y hasta Sociología. La intertransdisciplinariedad es fundamental para comprender lo que ocurre en y con el ambiente. La difusión y divulgación de la información ambiental es el propósito del Periodismo Ambiental –subsistema del Periodismo Científico- y con él, de acuerdo a sus teóricos, se busca contribuir con la Cultura Ambiental. En Venezuela, al igual que en casi todos los países de América Latina, la información ambiental recibe diferente tratamiento periodístico, el cual se enfrenta a la rapidez propia del periodismo. A partir de esta inquietud en torno a la problemática ambiental, este trabajo se plantea las siguientes interrogantes: ¿La información ambiental publicada en los periódicos contiene elementos que contribuyen con la cultura ambiental? ¿Cómo es la cobertura de los medios de comunicación impresos de circulación nacional en Venezuela a la información ambiental? y ¿Cuál es el tratamiento periodístico que recibe esta información en dos medios impresos con circulación nacional en Venezuela? La información ambiental tiene una forma y función en los medios de comunicación (impreso, radio, televisión y digital) que, de acuerdo a Calvo (1997), radica en la sensibilización por el ambiente; de allí que el objetivo de este estudio es: analizar la cultura ambiental en los diarios El Nacional (EN) y El Universal (EU) durante los años 2000 y 2004, a partir de cinco categorías y contrastarla con los tipos de géneros periodísticos, titulares, información visual y fuente informativa. Página 147 Universidad de Los Andes - 2009


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Ambos diarios fueron seleccionados por su antigüedad. El primer número de El Nacional aparece el 3 de agosto de 1943 y tiene un tiraje aproximado de 190 mil ejemplares diarios y 290 mil el domingo (estimado). El primer número de El Universal apareció el 23 de abril de 1909 y tiene un tiraje de 180 mil ejemplares diarios y 280 mil el domingo (estimado). El presente artículo, titulado La Cultura Ambiental en la prensa venezolana, consta de una discusión teórica sobre Periodismo Ambiental y Cultura Ambiental, la explicación metodológica del estudio y el análisis de los resultados.

2. Periodismo ambiental y cultura ambiental La preocupación ambiental pareciera aumentar diariamente. En las agendas mundiales y locales el tema adquiere más preponderancia al ser discutido entre los ciudadanos, medios de comunicación, legisladores y gobierno. La conservación y cuidado del ambiente es un problema global que afecta a la humanidad, de allí que el Periodismo tenga la responsabilidad de informar, denunciar y divulgar todo lo concerniente a él. Esto se hace a través del Periodismo Ambiental. Ante esta latente preocupación, la inquietud surge en torno al tratamiento que dan los medios de comunicación impresos en Venezuela a la información ambiental, las funciones que están cumpliendo y la responsabilidad que han asumido en torno a la cultura ambiental de los ciudadanos. Entendiendo al Periodismo como una actividad intelectual que busca, recopila, jerarquiza, organiza, redacta y publica información, Bacchetta (1999) sostiene que el Periodismo Ambiental es el tratamiento a través de los medios masivos de comunicación de los temas relacionados con el ambiente. Considera los efectos de la actividad humana, desde la ciencia y la tecnología en particular, sobre el planeta y la humanidad. Para el autor, debe contribuir por lo tanto a la difusión de temas complejos y al análisis de sus implicaciones políticas, sociales, culturales y éticas. Diferentes acepciones han otorgado autores mexicanos y españoles a partir de los términos: ecológico, medioambiente y ambiente. Sin embargo, de acuerdo a las definiciones propuestas por la Ciencia Ambiental se entiende por ambiente a la relación entre la naturaleza y la sociedad. Entonces dicha conceptualización sirve de base para la construcción del Periodismo Ambiental, el cual se deriva del Página 148 Universidad de Los Andes - 2009


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Periodismo Especializado que surgió como necesidad para explicar a los ciudadanos los procesos y consecuencias de los diferentes problemas de su entorno. Sobre lo qué es el Periodismo Ambiental Ferrer expresa: El Periodismo Ambiental ha sido definido como una especialidad periodística que se ocupa de la actualidad relacionada con la naturaleza y el medio ambiente, especialmente de aquellos aspectos que relacionados con la degradación del entorno y los riesgos a corto o mediano plazo para la humanidad, como el calentamiento climático, la destrucción de la biodiversidad, el agotamiento de los recursos hídricos, la desertificación del planeta, entre otros (Ferrer, 2003: 192).

Rekondo (cp. Hernando, 2004: 6) señala que el Periodismo Ambiental es: “Un periodismo en el que se establecen complicidades con el ciudadano, un periodismo de apelación constante a las actitudes y comportamientos de las personas, que invita a la acción, a la modificación de conductas”. Este autor indica que el Periodismo Ambiental busca modificar las actitudes y comportamientos frente al ambiente y es -a partir de esta definición- que se establece su relación con la cultura ambiental de los ciudadanos. Para Joaquín Fernández (2003) los temas del Periodismo Ambiental son: 1. Residuos: urbanos, industriales, agrícolas, hospitalarios, nucleares, suelos contaminados. 2. Agua: ríos, contaminación, plantas. 3. Bosques: incendios. 4. Protección de la naturaleza: fauna, flora, recursos naturales, tráfico de animales. 5. Mares: pesca, especies, contaminación, ballenas. 6. Suelos: contaminación, desertificación. 7. Energía: alternativas, nucleares, eólica, solar. 8. Transporte: actual y del futuro. 8. Atmósfera. 9. Agricultura. 10. Problemas urbanos: ruidos, contaminación de las ciudades, zonas verdes, pérdida del patrimonio arquitectónico. 11. Turismo. 12. Impacto ambiental. 13. Nuevas tecnologías. 14. Gestión ambiental. Ferrer y Fernández coinciden en algunos temas del Periodismo Ambiental, especialmente, aquellos vinculados con el agua, el cambio climático y protección de la naturaleza o biodiversidad. Sobre la formación de periodistas sobre los temas ambientales, Garza Almanza explica: Esta preocupación formativa ha surgido primero en los países más desarrollados, en los Estados Unidos, más de 25 universidades ofrecen desde cursos, talleres, hasta licenciaturas y doctorados en Página 149 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones comunicación científica, periodismo científico, escritura ambiental, periodismo ambiental, dirigido a periodistas, investigadores, o a personas interesadas que quieran aprender a escribir sobre asuntos de la ciencia, ambiente, o a hacer divulgación (Garza Almanza, cp. Alcoceba Hernando, 2004: 4).

Apartando la premisa básica del periodismo de informar, el profesional del periodismo ambiental tiene la responsabilidad de cumplir otros objetivos como denunciar, divulgar y difundir información para la prevención de los problemas ambientales. Calvo (1997: 127) propone ciertas misiones o tareas de los periodistas y divulgadores que deben realizar para contribuir con el ambiente: 1. Crear conciencia ambiental en los ciudadanos. 2. Divulgar los grandes problemas de este campo: necesidad de evitar la contaminación irresponsable, el consumismo sin medida, la conversión de los campos en vertederos, las tecnologías contaminantes, entre otros 3. Sensibilizar a gobiernos, administraciones y autoridades. 4. Llevar al ánimo de la gente la preocupación por proteger la flora y la fauna y por el ahorro del agua. 5. Crear conciencia pública de la necesidad de conseguir un equilibrio entre industrialización y ambiente. 6. Contribuir al desarrollo de una educación ambiental de carácter informal para la población que no tiene acceso a los niveles educativos. 7. Insistir en la necesidad de incorporar evaluación del impacto ambiental en los proyectos económicos e industriales, en la programación de inversiones y en la planificación regional y nacional. 9. Exponer el valor del paisaje, no sólo en su aspecto estético sino como “un recurso de enorme importancia económica y social” (González, cp. Calvo, 1997: 128). 10. Explicar el papel de la tecnología en nuestra civilización, tanto su aspecto positivo de la elevación de la calidad de vida como en sus limitaciones y repercusiones. En cuanto a los objetivos Trellez (cp. Solano, 2001) señala: 1. Formar y despertar conciencia ambiental. 2. Generar conocimientos en la gente y grupos sociales para ganar una comprensión básica del ambiente en su totalidad. 3. Fomentar actitudes en la gente y grupos sociales basadas en la adquisición de valores sociales y de un profundo interés por el ambiente, que los impulse a participar activamente en su protección y mejoramiento. 4. Descubrir y cultivar las aptitudes de la gente para resolver problemas ambientales, por sí mismas y colectivamente. 5. Estimular la participación, al ayudar a la gente y a los grupos sociales a profundizar su sentido de responsabilidad y expresarlo decididamente en la búsqueda de alternativas para lograr una relación sociedad-naturaleza equilibrada, con miras hacia el desarrollo sostenible. 6. Desarrollar la capacidad de la gente y grupos sociales Página 150 Universidad de Los Andes - 2009


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para evaluar los recursos, en función de factores ecológicos, políticos, económicos sociales, estéticos y educacionales. A la cultura ambiental en primer lugar hay que entenderla como una dimensión de la cultura. “Se caracteriza por el tipo de relaciones que el hombre y la sociedad establecen con la naturaleza. Cuando el sistema de valores materiales y espirituales se construye por la humanidad a partir de un desarrollo racional de las fuerzas productivas basadas en necesidades reales de la sociedad, esta se orienta hacia el desarrollo sostenible”. (Roque, 2003).

La cultura ambiental es reconocida como una construcción constante que refleja el uso de los recursos naturales por el ser humano, y su grado de responsabilidad hacia el entorno (Motta, 1994; Zaragoza, 1998, cp. Mata, 2004). Lo que señalan Calvo y Tellez sobre crear conciencia ambiental, generación de conocimientos para una comprensión del ambiente la protección de la flora y fauna y por el ahorro del agua, educación ambiental, contribuir con el desarrollo de las capacidades de la población para evaluar los recursos naturales, exponer el valor del paisaje y la explicación del papel de la tecnología son tareas relacionadas con la cultura ambiental. Con la información ambiental los ciudadanos conocerían el uso de los recursos naturales y su responsabilidad frente al ambiente. A partir de estas definiciones, se puede establecer la importancia de la relación sociedad-naturaleza para comprender la cultura ambiental y la responsabilidad de los seres humanos con el ambiente. La cultura ambiental es entendida como la relación, el conocimiento y las actitudes de los ciudadanos frente al ambiente como espacio sociocultural y natural.

3. Metodología Se realiza un estudio descriptivo que “busca especificar las propiedades, las características y los perfiles importantes de personas, grupos, comunidades o cualquier otro fenómeno que se someta a un análisis (Danhke, 2000, cp. Hernández et al., 2003: 117). Esto con el propósito de intentar una aproximación de la medición de la cultura ambiental en la prensa venezolana. Se revisaron todos los ejemplares de los años 2000 y 2004 y se analizaron todas las unidades Página 151 Universidad de Los Andes - 2009


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vinculadas con la temática ambiental (internacional, nacional y regional) desde el 1º de enero hasta el 31 de diciembre de cada año. En este caso, cuando no existe una muestra y el universo se convierte en la población, se refiere a estudios de censo. “Sólo cuando queremos realizar un censo debemos incluir en el estudio a todos los sujetos del universo o población” (Hernández et al., 2003: 300). El año 2000 se seleccionó porque el año anterior ocurrió un desastre natural conocido como vaguada (estado Vargas-Venezuela) y se registró un alto porcentaje de centímetros en la cobertura de temas ambientales y el año 2004 porque en el Lago de Maracaibo (estado Zulia-Venezuela) se presentó un problema ambiental con la aparición de la Lemna Sp. Se asume que la medición de la cultura ambiental en la prensa no es tarea sencilla, sin embargo se hace un esfuerzo a partir de la categorización tomada de los autores del periodismo ambiental y cultura ambiental. Para el análisis se estudian los dos diarios, a partir de las categorías propuestas por Aceves (cp. Roselló y Del Toro, 2005: 1). Información actual del tema y mensaje accesible (lenguaje): en este sentido se analiza cada unidad y dentro de ella la información novedosa sobre el tema tratado en el género periodístico, así como la explicación de términos científicos, en este caso, aquellos relacionados con las ciencias ambientales. 2. Explicación del problema y posibles soluciones: se estudia si existe la definición del problema ambiental y las soluciones en las unidades analizadas 3. Soluciones prácticas: son aquellas que pueden ser ejecutadas en el corto y mediano plazo. A la propuesta de Aceves, se añade la prevención de los problemas ambientales: se buscaron en las unidades las medidas que ayudan a prevenir los problemas. También se estudia. Además son analizados los géneros periodísticos con temas ambientales y se establecen categorías: géneros periodísticos, titulares, fotografías.

4. Discusión de los resultados Tras la vaguada del estado Vargas en el año 2000 los periódicos dieron cobertura periodística a este desastre natural desde diferentes perspectivas, una de ellas la ambiental. Durante ese año El Nacional (EN) publicó 234 unidades relacionadas con el ambiente y en El Universal (EU) aparecieron 198. En el 2004 El Nacional publicó 125 unidades y El Universal 107. El 2000 registra el número más alto debido a la vaguada de Vargas.

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4.1 Año 2000 En cuanto a la morfología de las unidades de análisis, se estudian los géneros periodísticos (informativos, interpretativos, de opinión, investigación y precisión). En el año 2000, EN de las 234 unidades de análisis 166 son noticias y el resto se distribuye en reportaje, entrevista, crónica, reseña, artículo de opinión, editorial y viñeta. Mientras que EU de las 198 unidades, 103 corresponden al género noticia y el resto se distribuyen en reportaje, entrevista, crónica, reseña, artículo de opinión y editorial. En las noticias los elementos de la cultura ambiental seleccionados en este estudio son escasos. Debido a su extensión y características propias, el reportaje es el género donde se más se evidencian estos elementos. Sin embargo, la solución del problema ambiental y la explicación de términos ambientales es el elemento que menos se encuentra en los géneros periodísticos. En cuanto al lenguaje, EN usa más recursos literarios para explicar el problema a los lectores. Entre las temáticas abordada para la noticia. Ambos periódicos usan la noticia para informar sobre: estado del tiempo y anunciar lluvias, disposición de desechos, niveles de contaminación, agua potable, movimientos sísmicos, inundaciones, muerte de especies, uso de playas, y actualidad sobre la vaguada del estado Vargas. El reportaje, el segundo género usado por ambos medios, aborda extinción de especies, desastres naturales, lluvias, agua potable y contaminación. En la mayoría de ellos se hallaron elementos de la cultura ambiental como: explicación y prevención. Escasamente la solución científica y tecnológica se encontró en algunos reportajes. Parte de las soluciones eran reflexivas con mensajes conservacionistas. En los titulares (antetítulo, título y sumario) también se hallaron elementos de la cultura ambiental. El sumario sirvió para mostrar información actual y explicación. No se hallaron términos científicos, punto positivo pues de acuerdo a la teoría del Periodismo Científico no es recomendable. Algunos titulares de ambos medios, más de EN comunicaron soluciones y medidas de prevención. Tal como se muestra en el caso del reportaje “La diversidad botánica de Venezuela” publicado por EN el 19 de junio de 2000 y que en el sumario dice: “La variedad existente en las formaciones geológicas, así como la cercanía a las costas marítimas crean diferentes hábitats naturales”. Otro sumario del mismo diario, del reportaje “Plagas: invasores silenciosos”, aparecido el 10 de agosto expresa: “La falta de control sanitario ha permitido el ingreso de por los menos 19 especies de insectos en los últimos 12 años. Al entrar en un territorio en el que no existen enemigos Página 153 Universidad de Los Andes - 2009


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naturales, se han convertido en plagas que ocasionan serias pérdidas económicas”. Se muestra la explicación y la consecuencia del problema ambiental. Fotografía, caricatura, ilustración, infografía y mapas son algunos elementos visuales que también fueron estudiados. EN y EU usaron para la explicación de problemas ambientales la infografía y los mapas. EN usó más la ilustración mediante una página denominada Aula Ambiental. A través de la fotografía se dio la información actual y explicación del problema. Las fuentes con mayor aparición fue en EN la comunidad o particulares, seguido por los institutos y gobierno, especialistas, documental, asociaciones, militar y electrónica. Esta última se usó más en el reportaje y en noticias internacionales. En EU la fuente más usada fue gobierno, seguido de comunidad o particulares, institutos, asociaciones, documental, militar y electrónica. Estas fuentes dieron más explicación y prevención al problema ambiental en EN. Las fuentes científicas o especializadas escasamente fueron consultadas para plantear soluciones prácticas a la problemática. EN ofreció más elementos de cultura ambiental a los lectores a través de información actual, recursos literarios y explicaciones. La solución práctica y prevención son elementos que escasamente todavía no aparecen en el año 2000. EU publicó información actual, pero no usó recursos literarios para mejorar la explicación de la problemática, ni hizo énfasis en solución, prevención y explicación de términos científicos.

4.2 Año 2004 La “Lenteja Acuática” o Lemna Sp fue un importante problema ambiental que afectó al Lago de Maracaibo (estado Zulia). Ésta consistía en una capa vegetal que cubrió parte del ecosistema lacustre. Hay que destacar que durante este año se observó un descenso en el número de páginas de ambos diarios y la cobertura de los Juegos Olímpicos de Atenas en sus diferentes etapas ocupó un alto centimetraje. EN de las 125 unidades de análisis 86 son noticias y el resto se distribuye en reportaje, entrevista, crónica, reseña, artículo de opinión, editorial y columna. Mientras que EU de las 107 unidades 74 corresponde al género noticia y el resto se distribuyen en reportaje, entrevista, crónica, reseña, artículo de opinión y editorial. De nuevo EN usa más recursos literarios para explicar el problema a los lectores. Página 154 Universidad de Los Andes - 2009


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La agenda que ocupa el ambiente en los periódicos es sobre los siguientes temas: extinción, políticas ambientales, Lemna Sp (lenteja acuática), Ministerio del Ambiente, estado del tiempo, desechos, contaminación, agua potable, inundaciones, minería ilegal, conservación y defensa del ambiente, cuencas, destrucción de parques y Protocolo de Kyoto. Al analizar esta agenda se evidencia mayor diversidad temática, aun cuando descendió el número de unidades frente al año 2000. Se aprecia la incorporación de temas y términos científicos escasamente mencionados en años previos como manejo de cuencas, políticas ambientales nacionales e internacionales. El caso de la Lemna sp que afectó al estado Zulia (problema regional) ocupó más espacio en EN. Hay que destacar que la población venezolana comenzó a llamarla por su nombre científico, lo que tiene significado para la cultura ambiental, pues era reconocido por la colectividad. El reportaje, el segundo género usado por ambos medios también en el 2004. En la mayoría de ellos se hallaron elementos de la cultura ambiental como: explicación y prevención. Se planteó la solución de los problemas (sustentada científicamente). En los titulares (antetítulo, título y sumario) también se encontraron elementos de la cultura ambiental. El sumario sirvió para mostrar información actual y explicación. La recomendación de no escribir nombres científicos en los titulares se incumplió con el caso de la Lemna Sp y en este caso resultó favorable, tal como se observa en el título de EU “La lemna está bajo control” con fecha 12 de agosto. En este titular se aprecia la presencia del nombre científico que ya para la fecha es reconocido por los lectores, pues EU le dio varios nombres como: Lenteja acuática (09-05-04), Lenteja verde (12-05-04), Lenteja de agua (03-07-04). Se aprecia cronológicamente la diversidad nominal que recibió el problema ambiental. Algunos titulares de ambos medios, más de EN comunicaron soluciones y medidas de prevención. Tal como se muestra en el caso de la noticia “Mancha pantanosa cubre 25% del Lago de Maracaibo” aparecida en EN el 11 de mayo de 2004 y que en el sumario dice: “Se trata de una capa vegetal conocida como lenteja acuática, cuyo nombre científico es Lemna sp, aunque también se le conocer como bora o eneas. Grupos y organismos ambientalistas de la región han manifestado la necesidad de tomar medidas ante el daño ecológico que sufre el principal estuario de agua dulce en el país”. En este sumario se explican términos de las ciencias ambientales. EU publicó el 07 de agosto la siguiente noticia “Pescadores denuncian uso de urea para propagar lemna” y el sumario señala: “La urea es un fertilizante que acelera la reproducción”. Nuevamente en el caso de la Lemna sp se aprecia el esfuerzo Página 155 Universidad de Los Andes - 2009


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que hizo la prensa nacional para explicar el problema a través de los géneros y titulares. EN y EU usaron para la explicación de problemas ambientales la infografía y los mapas. Se notó un cambió en las fotoleyendas (texto ubicado en la fotografía) donde también se explicaba el problema de la Lemna Sp, sin embargo a otros problemas ambientales no se le dio este uso a la fotografía. Las fuentes con mayor aparición no han variado significativamente desde el 2000. En EN aparece la comunidad o particulares, seguido por los institutos y gobierno, especialistas, documental, asociaciones, militar y electrónica. En EU la fuente más usada fue también comunidad o particulares, seguido de gobierno, institutos, asociaciones, documental, militar y electrónica. Estas fuentes dieron más explicación y prevención al problema ambiental en EN, pero escasamente plantearon soluciones prácticas e inmediatas. Se aprecia el incremento de la fuente electrónica (informes, sitios web, periódicos) para el contraste informativo. Al igual que en el 2000, EN muestra más elementos de la cultura ambiental a través de información actual, recursos literarios y explicaciones. La solución práctica y prevención son elementos parecieran seguir rezagados en los géneros periodísticos de temas ambientales. EU publicó información actual, ha mejorado el uso de recursos literarios para las explicaciones de la problemática. Se nota una mejoría en escribir solución, prevención y explicación de términos científicos.

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5. Conclusiones Los periódicos venezolanos han mejorado sus agendas en cuanto al tema ambiental. Si bien es cierto que durante los dos años estudiados se notó un descenso en el número de unidades, se aprecia una mejoría en la explicación del problema y términos científicos, el lenguaje y los elementos de prevención y soluciones prácticas al problema ambiental. Los titulares y la información visual han servido para transmitir estos elementos. Las fuentes consultadas muchas veces no son las más adecuadas para la temática ambiental, por eso se recomienda incorporar más especialistas en Ciencias Ambientales. Se concluye que los medios venezolanos están incrementando el número de informaciones ambientales con los elementos que podrían ayudar a la cultura ambiental. De acuerdo a la Teoría de la Información Ambiental, la aparición de esta información que busque la preservación de las especies, mitigación de impactos ambientales, explicaciones sobre disposiciones de los desechos y prevención de desastres naturales indican la posibilidad de coadyuvar a la cultura ambiental de los ciudadanos.

6. Agradecimiento Los resultados de este estudio se dieron en el marco del proyecto “PERIODISMO AMBIENTAL EN VENEZUELA: SITUACIÓN ACTUAL Y TENDENCIAS”, por lo que la autora desea agradecer al Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico (CDCHT) de la Universidad de Los Andes por el financiamiento obtenido para dicho proyecto bajo el código NUTA-H-207-05-09-C.

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Porras, M. del C. (2009). La entrevista literaria: Una poética dialogada. Crítica y ficción de Ricardo Piglia. Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", 2 (2), Artículo 7. Disponible en la siguiente dirección electrónica:

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LA ENTREVISTA LITERARIA: UNA POÉTICA DIALOGADA. CRÍTICA Y FICCIÓN DE RICARDO PIGLIA THE LITERARY INTERVIEW. CRITICS AND FICTIONS OF RICARDO PIGLIA

PORRAS, María del Carmen. Profesora de la Universidad de Simón Bolívar - Venezuela porrasgarcia@cantv.net Página 160 Universidad de Los Andes - 2009


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En este artículo se tratan de analizar las estrategias que Ricardo Piglia ha utilizado para entregarnos una suerte de arte poética en Crítica y ficción, libro que constituye una recopilación de entrevistas que el autor ha ofrecido. En este caso, hablamos de una poética dialogada porque Piglia, que ha llevado a cabo en solitario el proceso de selección y reconstrucción del material, ha mantenido la estructura propia de las entrevistas en el libro, lo que hace del intercambio con el otro una condición indispensable, desde su perspectiva, para el planteamiento de sus ideas como escritor e intelectual. En este sentido, las de Piglia son ejemplos de cómo una entrevista literaria puede y debe ser concebida: un diálogo productivo a través del que se canaliza el desarrollo de un pensamiento alrededor de la literatura y la cultura.

Palabras clave: Entrevista literaria, Poética, Ricardo Piglia

Recibido: 17 de agosto de 2009 Aceptado: 1 de noviembre de 2009

ABSTRACT

In this article we try to analyze the strategies that Ricardo Piglia has used to deliver us a poetical art in his book Critique and fiction, which constitutes a summary of interviews that the author has offered. In this case, we speak about a poetic writing. Piglia has carried out his process of selection and reconstruction of the material all by himself, and has supported his own structure of the interviews in the book, which does of the exchange with other one an indispensable condition, in order to construct a personal perspective that condense his ideas as writer and intellectually. In this perspective, Piglia give us examples about how a literary interview can and must be conceived: It is a productive dialog that promotes a thought that include the literature and the culture.

Key words: Literary Interview, Poetics, Ricardo Piglia

Submission date: August 17th 2009 Acceptance date: November 1st 2009

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1. Introducción

Según señala en varias ocasiones a lo largo de las entrevistas y encuestas que conforman Crítica y ficción1, Piglia (2001) optó por estudiar Historia y no Letras, a pesar de su interés en ser escritor. La respuesta es que “la carrera de Letras tiende a centrar demasiado, diría yo, produce la ilusión de que la literatura está clasificada y ordenada” (2001: 87. Cursivas nuestras). Con la Historia, Piglia se siente más cómodo pues, “la historia me permitía mantener esa relación de distancia y de cercanía con la literatura que yo andaba buscando. Un historiador es lo más parecido que conozco a un novelista” (2001: 90. Cursivas nuestras). No debe resultar extraño entonces que un escritor que define de esta manera sus inicios literarios decida que su poética, que sus ideas y reflexiones sobre la literatura tengan como eje central en su obra un libro donde se recopilan entrevistas y respuestas a encuestas generales. Es decir, que su pensamiento se exprese a través de un discurso que no es el más común para llevar a cabo dicha tarea, como sí lo son el ensayo o el artículo de opinión. El título, ya por sí solo, nos habla de un Piglia a quien no le interesa mantener formas, espacios puros, discursos rígidos que no se entremezclen entre sí. Con las palabras “crítica” y “ficción”, articula así dos elementos que, no es que sean contrarios, pero parecieran ocupar lugares distantes dentro del discurso literario. La crítica lee la ficción, la interpreta, la sistematiza, establece relaciones entre obras. La ficción sería, más que una forma concreta de escribir, una posición ante la realidad: “me sorprendo cada vez que vuelvo a comprobar que todo se puede escribir, que todo se puede convertir en literatura y en ficción” (2001: 92), dice el autor, en un momento. Entrevistas literarias, las de Piglia que se encuentran en CF son también reflexiones elaboradas a base de preguntas que otros han colocado frente al autor. En la última y al parecer definitiva edición de esta obra, del año 2001, se plantea que, aunque es reconocido el papel que jugaron los entrevistadores, para llevar a cabo este libro: “he trabajado sobre la transcripción de las grabaciones y he reescrito las respuestas tratando de mantener el orden de las preguntas y el ritmo de la conversación oral” (2001: 225. Cursivas nuestras), es decir, el autor llevó a cabo solo este trabajo. Así, plantea: “Quiero aclarar que [los 1

De ahora en adelante CF

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entrevistadores] no tienen ninguna responsabilidad en los cambios y alteraciones que han sufrido los materiales publicados originalmente” (2001: 225.) En esta cita puede leerse el reconocimiento a sus interlocutores, que permitieron los diálogos pero también es una forma sutil de establecer la posesión de los textos que surgieron de las entrevistas, gran problema que se plantea muchas veces entre entrevistados y entrevistadores. Para Piglia, estos textos serían de su propiedad y, claro, por eso él los puede cambiar, modificar, convertir en algo diferente a lo que es un libro tradicional de entrevistas. En este sentido, no es que el trabajo el periodista es despreciado, pero la mano del escritor se percibe como necesaria para “acomodar” los textos que van a conformar un libro que quiere ir más allá de ser un texto de entrevistas. Ahora bien, esta apropiación no va a suponer la supresión de ese otro que pregunta. Piglia mantiene la tensión de un diálogo donde el entrevistado muchas veces contesta con más dudas, repregunta directamente o ciñe su respuesta a una pregunta retórica. Las entrevistas parecen estar ordenadas en sentido de su complejidad. A medida de que avanzamos, las preguntas y, por tanto, las respuestas de Piglia se hacen más elaboradas y por eso en las tres últimas entrevistas lo dicho por el autor son textos que alcanzan hasta dos o tres páginas. Ya no son simples respuestas a preguntas, sino verdaderos desarrollos de ideas que derivan a otras y a otras. Piglia se explaya en la respuesta, reflexionando sobre lo referido por el otro. Esto hace que tengamos la idea, en las tres últimas entrevistas, que éstas comprenden a todas las demás. Lo que no hace a las anteriores prescindibles, sino que da cuenta de un cierto orden en este discurso que uno diría fragmentario y hasta cierto punto caótico, pero que, en realidad, juega, como él dice con respecto a su novelística, con “el microrrelato, la historia convertida en lo esencial” (2001: 186). Porque ¿dónde termina la respuesta a una pregunta?, ¿acaso en este texto no se reiteran temas, obsesiones? Sarmiento, Borges, Macedonio Fernández, Arlt; el escritor como crítico; el crítico como detective; el escritor como el criminal cuyas mañas o artes aquél tiene que descubrir; la compleja relación literatura y mercado, y cómo se inserta él en la dinámica del mercado de los libros. Son asuntos que se va desarrollando a lo largo del libro, de manera que pareciera que cada entrevista nos prepara para la posterior, así sea posible, por supuesto, leerlas por separado. Trataremos en este trabajo de dar cuenta de cómo se desarrollan algunas líneas del pensamiento de Piglia, a través de los intercambios con el otro, cuáles son sus estrategias en las respuestas y de qué manera se relacionan éstas entre sí para que se conforme en CF lo que hemos denominada una poética dialogada.

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2. De cómo hacerse escritor (y lector)

A pesar de su peculiaridad, de su ser desplazado, Piglia no elude en CF las usuales preguntas acerca de por qué se hizo escritor. De esta manera, incluye la encuesta realizada por Beatriz Sarlo y Carlos Altamirano en donde se lleva a cabo un completo interrogatorio sobre su vida como escritor y los avatares de este ejercicio. Así, frente a la típica pregunta sobre por qué y cómo comenzó a escribir, Piglia elabora una respuesta donde escritura y lectura quedan absolutamente articuladas: “Desde que empecé a leer quise ser un escritor, pero entré realmente a la literatura a los 16 años” (2001: 51). Escritura y lectura serían dos fases de un mismo ejercicio, siempre que la lectura tenga un sentido que él va a definir de una curiosa manera. Al señalar en un momento dado que sus lecturas de joven eran arbitrarias, el entrevistador le pide que expliqué por qué usa ese término y Piglia se corrige y afirma: Quiero decir una lectura utilitaria. Me acuerdo que daba vueltas alrededor de los libros que me gustaban y lo que me intrigaba era: ¿cómo funciona esto?, ¿cómo se puede fabricar algo parecido? Como si fuera un objeto mecánico, con tornillos y engranajes, que se pudiera desarmar (2001: 88. Cursivas nuestras). La sutileza del cambio en los términos nos habla del valor que Piglia quiere mostrar hacia su interlocutor y, muy importante, hacia el lector de la entrevista: incorporar una corrección, en lugar de introducir de manera directa la “repuesta adecuada” es una forma de reconstruir –o quizás, ¿construir?-- la tensión del diálogo. Vemos pues, que al contar sus inicios como autor, Piglia va definiendo ya la idea del texto como una máquina que produce no sólo los sentidos que el escritor ha querido o ha sido su voluntad, sino que también hay un lector que los produce en su lectura, que ésta no es simple decodificación, sino interpretación, sea el lector crítico profesional o no. En este sentido, es importante destacar lo que Piglia responde cuando se le pregunta sobre cómo se relaciona con la crítica de Borges. Así, afirma: Borges era un extraordinario lector, ésa es su marca, creo y su influencia. Un lector miope, que lee de cerca, que pega el ojo a la página […] Una lectura que ve detalles, rastros mínimos y que luego pone en relación, como en un mapa, esos puntos aislados que ha entrevisto, como si buscara una ruta perdida (2001: 149). Página 164 Universidad de Los Andes - 2009


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Una lectura que construye relaciones entre libros que otros no han advertido porque no se han colocado en una posición adecuada. Lo he usado, digamos, igual que a Brecht o a Pound, como un abc de la lectura, una práctica que excede la crítica propiamente dicha y avanza en otra dirección, más pedagógica, diría, más pragmática incluso, porque tiende a construir el universo literario como tal, a definir sus límites y sus fronteras (2001: 149). La lectura como constructora de la propia literatura. Sin embargo, en un momento dado, ante una pregunta sobre su lector ideal, Piglia responde que “es aquel producido por la propia obra. Una escritura también produce lectores y es así como evoluciona la literatura. Los grandes textos son los que hacen cambiar el modo de leer” (2001: 55), respuesta que parecería contradictoria con lo que habla sobre Borges, como el lector que construye él mismo los sentidos de una obra. Pero la contradicción se desvanece cuando entendemos que el lector del que habla Piglia es uno que sabe utilizar (de ahí el término que corrige en la entrevista de la que hablamos anteriormente) un texto para cada vez leer de forma más enriquecedora, para leer –o intentar leer—como Borges. De esta manera, cuando en otra entrevista le hacen la misma pregunta sobre su lector ideal, Piglia responde: Un lector que sabe más que el narrador, así se puede narrar más rápido. Por supuesto que existen muchos lectores y la gente lee desde lugares distintos y por motivos múltiples, pero si tuviera que contestar a la pregunta sobre el lector ideal sería eso; narrar es jugar al póquer con un rival que puede mirarte las cartas (2001: 138). Otra vez, aunque parecen contradictorias, ambas respuestas a la misma pregunta son más bien complementarias: los textos preparan a los lectores y éstos, si aprenden, entran en el juego utilitario, que dice Piglia, de la lectura: es decir, preguntarse sobre el cómo y porqué una obra es como es. Todo lector, sobre todo un lector crítico, en este sentido, debería tratar de ejercer la lectura como Borges, detallada, detenida, constante alrededor de los libros. Así, y dado que los textos producen lectores, producen experiencias de lecturas, para ser escritor no se necesita tanto “estudiar literatura” sino, más bien encontrar los textos que lleven hacia el proyecto –la máquina textual—que uno quiere construir. Pero para ello no sólo hay que convertirse en un receptor pasivo, como hemos visto, de los libros, sino también hay que rehacerlos al leer, como Borges, para una fin específico: Página 165 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Un escritor define primero lo que llamaría una lectura estratégica, intenta crear un espacio de lectura para sus propios textos. Me parece que se puede hacer una recorrido por la obra ensayística de Borges para ver cómo escribe sobre otros textos para hacer posible una mejor lectura de los que va a escribir (2001: 153).

La lectura de los libros que construye su propio contexto y, por tanto, su propio espacio de discusión y análisis. Por otro lado, el estudio de la historia, pareciendo un desvío en el camino hacia la literatura, en realidad no lo es porque (…) los historiadores trabajan con el murmullo de la historia, sus materiales son un tejido de ficciones, de historias privadas, de relatos criminales, de estadísticas, de partes de victoria, de testamentos, de informes confidenciales, de cartas secretas, delaciones, documentos apócrifos (2001: 90). En ese sentido, para Piglia, “la literatura es un espacio fracturado donde circulan distintas voces, que son sociales. La literatura no está puesta en ningún lugar como una esencia, es un efecto” (2001: 11). De allí que cuando le pregunten sobre los temas que definen su escritura, Piglia responda que “No creo que la literatura sea cuestión de temas […] sino técnica: he tratado de construir mis relatos a partir de lo no dicho, de cierto silencio que debe estar en el texto y sostener la tensión de la intriga” (2001: 54). Completa la respuesta en otra de las entrevistas, cuando le plantean una pregunta parecida: ¿Cómo escribió sus libros y en especial su última novela?2 El problema para mí no es armar la trama, sino encontrar el tono de un relato. Narrar es narrar en un ritmo, en una respiración del lenguaje: cuando uno tiene esa música la anécdota funciona sola, se transforma, se ramifica (2001: 99). En ese sentido, Piglia reconoce lo que su forma de narrar debe al momento en que se inició como escritor: Empezó a escribir en la década de los 60. ¿Significa eso una marca de origen en su literatura? Espero que sí. Porque creo que los 60, […] no son una época, sino una posición. La circulación de los estilos, el combate, la yuxtaposición, las variantes, cambiar de géneros y de tonos, manejar colocaciones múltiples. La estrategia de las citas y de las consignas (2001: 95. Cursivas nuestras).

2

Para respetar la tipografía utilizada en CF, cuando transcribo una pregunta lo hago en cursivas.

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La palabra destacada por mí creo que es clave en este libro de Piglia y quizás en todos, en él mismo como autor. Así, plantea en un momento: Hay que estar en un lugar excéntrico, opuesto al orden establecido, fuera de todo. No tengo confianza en nada ni soy un hombre optimista, pero creo que hay que aspirar a la utopía y a la revolución. Sólo por amor a los desesperados conservamos todavía la esperanza, solía decir un amigo de Brecht (2001: 95). Desde ese lugar excéntrico surge, entonces una escritura que se compara e iguala a la propia vida: Muchos escritores ven su labor como un conflicto de fidelidad […] O se vive o se escribe. ¿Ve la disyuntiva? Se vive para escribir, diría yo. La escritura es una de las experiencias más intensas que conozco. La más intensa, pienso a veces. Es una experiencia con la pasión y por lo tanto tiene la misma estructura de la vida misma. No son muy diferentes literatura y vida (2001: 19). Así, también señala en otra entrevista: “De modo que la biografía de un escritor a menudo tiene que ver con la construcción misma de la obra y a veces ésta es una efecto de la obra” (2001: 196) y afirma que gusta más de leer biografías y cartas, diarios, que novelas. Este tipo de material “condensa una vida en algunos elementos y esto es siempre muy atractivo narrativamente” (2001: 196). Por ello es imposible eludir, en esta recopilación de entrevistas, referencias a su diario, que llevaría escribiendo desde joven. El diario queda definido por el autor como una suerte de “Laboratorio de la ficción” pues allí el autor puede sentirse libre de articular todo tipo de discurso: “El diario es un híbrido por excelencia, es una forma muy seductora: combina relatos, ideas, notas de lectura, polémica, conversaciones, citas, diatribas, restos de la verdad. Mezcla política, historia, viajes, pasiones, promesas, fracasos” (2001: 92). Estas palabras de Piglia llaman la atención porque su diario, así como lo describe, pareciera ser la obra que el autor siempre ha deseado dar a conocer; así, plantea en un momento dado: Habría que poder escribir una novela que se leyera como un tratado científico y como la descripción de una batalla, pero que fuera también un relato criminal y una historia política. Arlt era capaz de eso, pero se murió muy joven (2001: 92). ¿No sería esto la definición de su diario donde encontramos una gran variedad de temas, tópicos, estilos, preocupaciones, etc.? ¿No sería el diario de Piglia esa Página 167 Universidad de Los Andes - 2009


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obra que habría que leer como él siempre ha querido, una lectura cercana, como la de Borges, detallista y detenida, astuta y rápida a la vez? Pero Piglia no lo publica y lo mantiene, como señalaba antes como su “laboratorio de la ficción”. Y esa no publicación de su diario, con seguridad, tiene que ver con el punto siguiente que vamos a tocar, que es el autor y el mercado.

3. El escritor y el mercado Casi al final de la entrevista-encuesta de Sarlo y Altamirano, se le pregunta a Piglia: ¿Vive usted la literatura? ¿Qué otras actividades realiza o ha realizado? Vivo de la literatura, pero no de la escritura, o si prefiere, me gano la vida leyendo. En los últimos quince años he trabajado alternativamente como asesor editorial o enseñando literatura (2001: 57). Piglia, así, no se presenta como un autor que cuenta con los beneficios que la profesionalización del escritor supuso para el boom. Pero ello no se considera producto del azar o de las condiciones del mercado cuando el autor comenzó a escribir, sino que es una forma de luchar contra las normas del mercado que han invadido todos los aspectos de la vida actual. Así, ante la pregunta del porqué del espaciado tiempo entre la publicación de sus libros, Piglia apunta: “[Tengo] eso que yo llamo en broma “estrategia con el mercado” ya que carezco de estrategia con el mercado. Porque si hay una estrategia es justamente esta: no estar” (2001: 135). ¿Qué significa no estar? Es no confundir, para él, dos aspectos del mercado: la producción y la circulación. De allí que sus novelas sean tan espaciadas unas de otras y que su diario tenga tanto valor para él: es una escritura que no se lanza al mercado a circular, sino simplemente se produce y se guarda para sí, manteniéndola ajena a los avatares de la circulación. De allí la constante alusión a Macedonio Fernández y su forma de escribir y no publicar nunca su Museo de la novela de la eterna, que no fue editada en vida de aquél. Imposible de entender para la sociedad capitalista, Fernández sería representativo de un escritor que rompe con las normas del mercado: Me gusta ese ejemplo de escritor, el tipo que se pone fuera de circulación y trabaja tranquilo y sigue sus propios ritmos. El escritor que no piensa en sus libros según el modelo del cliente al que hay que satisfacerle una demanda, sino según el modelo del lector que está Página 168 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones buscando siempre un texto perdido en la maraña de las librerías (2001: 136).

Para Piglia, en este sentido, la actual sociedad se entiende con dificultad con la literatura y así apunta: Creo que la política de la sociedad en relación con la literatura es sacarla de ahí. Yo siempre digo en broma […] que esta sociedad no inventaría la literatura si no la hubiera encontrado hecha. No se le hubiera ocurrido a la sociedad capitalista inventar una práctica tan privada, tan improductiva desde el punto de vista económico (2001: 172). La contestación es un chiste, pero funciona como una oración que hay que leer seriamente en el contexto del tema tratado. Para Piglia, en realidad no habría una llamado “mercado literario”, sino “una manipulación de la literatura por la cultura de masas” (2001: 181). Y por ello, para no dejarse manipular, la estrategia de Piglia pasa por no situarse de manera definida ante esa manipulación: Estar en los medios y también hacerse invisible, pasar largos períodos sin publicar, largos períodos en los que me sustraigo de la escena pública y vuelvo al under para decir así, me alejo, viajo en subte (…) (2001: 181). La idea, entonces, es no ubicarse, ante el mercado o ante la cultura de masas, en un lugar específico, sino, siguiendo sus propios planteamientos, habría que desplazarse por diversas estrategias para combatir al mercado en una época en la que éste se ha impuesto al debilitado campo cultural. ¿Y acaso no es el propio libro que estamos analizando, CF, una toma de posición ante el mercado? Piglia, en primer lugar, se apropia, en el caso de las entrevistas que conforman el texto, de un discurso que el periodismo siempre ha considerado propio. Por otro lado, le da permanencia a una serie de textos que hubieran quedado perdidos en la vorágine de los periódicos, incluso de las revistas culturales, de no haber sido seleccionados para componer este libro con ellos. Propone, finalmente, una manera de expresar su pensamiento que retoma una forma propia de los medios de masas (la entrevista) y la convierte en, como él dice, en una máquina crítica, cuyo sentido hay que leer muy de cerca, como la lectura de Borges. Un texto híbrido, de diversos tonos, que se construye desde el lugar excéntrico en el que Piglia dice siempre estar. En las entrevistas, este lugar excéntrico lo toma justamente por la posición que asume ante el que le pregunta: no es un escritor que parezca responder a ninguno de los mitos que, según Leonor Arfuch (2002) han generado las entrevistas en los autores “el escritor ‘difícil’, poco proclive a los encuentros, la celebridad que habla por todas partes, el ‘resignado’ que soporta Página 169 Universidad de Los Andes - 2009


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por enésima vez las mismas preguntas, el mediático, que maneja tan bien su imagen pública que termina haciendo de su vida su obra. No se muestra pues, huraño o complaciente, divo o inaccesible, sino, más bien, es un autor que está entablando un diálogo, en el sentido en que María del Carmen Bobes (1992) lo define3, con un otro. No es un escritor promocionándose, sino un autor que toma cada diálogo como una nueva fuente de indagación de sí mismo y su obra. De allí que en muchas ocasiones, a la pregunta que se le propone, Piglia coloque, no una respuesta, sino una pregunta más. Por ejemplo, nótese cómo la pregunta es respondida con otras interrogantes que, si bien matizan o redirigen el objetivo de las primeras, no las deslegitiman: “Se dice que todo escritor tiene sus temas, constantes que definen su obra, ¿cómo definiría usted los suyos? ¿Qué es un tema? […] Mis relatos cuentan, a la vez, siempre lo mismo, pero no sabría decir de qué se trata. ¿Existiría entonces una constante?” (1992: 54) y, más bien, las interrogantes son aprovechadas para crear un estilo de diálogo hecho a partir de preguntas que de forma sucesiva, entrevistadora y entrevistado van presentando: Se dice que la escritura de ficción puede ser catártica. ¿Está usted de acuerdo y cree que la escritura de la crítica también puede ser catártica? Y si no lo es, ¿qué podría ser? No creo en la teoría de la catarsis. En cuanto a la crítica, pienso que es una de las formas modernas de la autobiografía […] ¿No es la inversa del Quijote? […] ¿Desde dónde se critica? ¿Desde qué concepción de la literatura? La crítica siempre habla de eso. ¿Y qué lugar tendría la verdad? Cuestión compleja. ¿Cuál es el lugar de la verdad en la crítica? […] Todo el trabajo de la crítica, se podría decir, consiste en borrar la incertidumbre que define a la ficción. El crítico trata de hacer oír su voz como una voz verdadera. Hacer como si lo fuera. Y convencer a los demás de que es verdad lo que dice […] “¿La verdad para quién?”, decía Lenin. Ésa me parece una buena pregunta para la crítica literaria. (Bobes, 1992: 13-14. El último destacado es nuestro). Una reconstrucción claramente planificada de la oralidad en donde: La corrección trabaja contra el fetiche periodístico de la espontaneidad y redime a la entrevista de los riesgos de la ligereza, la imprecisión y la banalidad. Las respuestas no son ya el trofeo del cazador furtivo, sino el resto perfeccionado de un hallazgo compartido que la corrección viene a realzar (Speranza, 2004:39. Cursivas nuestras).

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Para Bobes un diálogo supone, frente a la conversación, un ponerse de acuerdo para hablar sobre un tema determinado y alcanzar cierto grado de avenencia. (1992: 94).

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Las entrevistas, pues, se convierten en textos donde construir juntos, entrevistador y entrevistado, los planteamientos de Piglia con respecto a la literatura y no espacios de lucha por la palabra.

4. El escritor, el Estado y la sociedad. Que todo puede ficcionalizarse es uno de los primeros planteamientos de Piglia que he incorporado a este trabajo. Pero una de sus entrevistadoras, al parecer no contenta con esta afirmación en general, le pregunta al autor: “¿Pero, entonces, cuál es la especificidad de la ficción?” (Piglia, 2001: 10). A lo que Piglia responde: Su relación específica con la verdad. Me interesa trabajar esa zona indeterminada donde se cruzan la ficción y la verdad. Antes que nada porque no hay un campo propio de la ficción. De hecho todo se puede ficcionalizar […] La realidad está tejida de ficciones (2001: 11). Vemos pues, que, aunque en un comienzo trata de contestar con precisión a lo que pide la entrevistadora, --eso que sería lo específico de la ficción-- Piglia vuelve a reafirmar su idea con respecto a que la ficción abarca, puede abarcar, a todos los discursos sociales. Y uno de los principales creadores de ficciones sería el propio Estado. De manera curiosa, Piglia utiliza los mismos términos para comprender la narrativa de Arlt y el poder ficccionalizador del Estado: así, en un momento ante la pregunta: “¿Qué es la ficción para Arlt” (2001: 21), la respuesta de Piglia es “Sobre todo la posibilidad de hacer creer” (2001: 21. Cursivas nuestras); mientras que en otra entrevista afirmará: “El poder también se sostiene en la ficción. El Estado es también una máquina de hacer creer” (2001: 105.Cursivas nuestras). Creo que esta coincidencia en los términos no es para nada casual. Porque coloca en el mismo espacio a dos entidades que puede que trabajen con un mismo fin --hacer creer— pero desde muy diferente posiciones – recordar que esta palabra es clave en Piglia--. La narrativa de Arlt y su propia figura como autor lo colocan en el extremo opuesto del Estado: ¿Quién es Roberto Arlt? Alguien que no es un clásico, alguien cuya obra no está muerta […]. Hasta ahora su estilo lo ha salvado de ir a parar al museo […] Se opone frontalmente a la norma pequeñoburguesa de la hipercorrección que ha servido para definir nuestra literatura (2001: 21). Página 171 Universidad de Los Andes - 2009


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Las ficciones del Estado tienen que ver con mantener el dominio sobre la sociedad y los ciudadanos, y cuando se habla sobre esto en una sociedad como la argentina, es imposible no hacer alusión a su férrea dictadura militar de los setenta. Así, En la época de la dictadura circulaba un tipo de relato “médico”: el país estaba enfermo, un virus lo había corrompido, era necesario realizar una intervención drástica. El Estado miliar se autodefinía como el único cirujano capaz de operar […] Para sobrevivir, la sociedad tenía que soportar esa cirugía mayor. […] Ese era el núcleo del relato: país desahuciado y un equipo de médicos dispuestos a todo para salvarle la vida. En verdad, este relato venía a encubrir una realidad criminal, de cuerpos mutilados y operaciones sangrientas (2001: 106). Arlt, desde la literatura, representaría otro modo de manejar la ficción ya no para ocultar una realidad horrible y hacer creer que lo sucedido es hasta positivo para la sociedad, como lo hace el Estado militar argentino, sino para descubrirle a la propia sociedad cómo funciona, cuáles son los ejes que ponen en marcha su vida y cuestionarlos: Arlt no trabaja con elementos coyunturales, sino con las leyes de funcionamiento de la sociedad. Arlt parte de ciertos núcleos básicos, como las relaciones entre poder y ficción, entre dinero y locura, entre verdad y complot y los convierte en forma y estrategia narrativa, los convierte en el fundamento de la ficción (2001: 22-23). Pero esto lo hace desde “ese lugar desplazado, ilegítimo” (2001: 22) que le corresponde como un no clásico y por eso “La novelas de Arlt parecen extrañas utopías negativas que siempre se renuevan y a menudo hacen pensar en esa forma tan moderna de ficción especulativa y paranoica tipo Philip Dick” (2001: 23). Mientras el Estado militar apunta a la construcción de una ficción para justificar y mantenerse en el poder, Arlt escribe dando cuenta del carácter ficcional de toda norma, de todo orden social: “Para Arlt la sociedad está trabajada por la ficción, se asienta en la ficción” (2001: 25). La oposición Estado-Arlt se mantiene incluso cuando el Estado pasa a ser democrático, Así, para Piglia, una vez concluye el Estado militar, el nuevo Estado sustituye el relato médico por otro, que llama “novela psicológica” y que determina que toda la sociedad, no sólo los responsables directos de las masacres y los crímenes de la dictadura, tienen que hacer un examen de conciencia: “Resulta que no eran los sectores que tradicionalmente impulsan los golpes de Estado y sostienen el poder militar los responsables de la situación sino ¡todo el pueblo argentino! Primero lo operan y después le exigen el remordimiento obligatorio” (2001: 106). En este sentido, Arlt y Página 172 Universidad de Los Andes - 2009


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su narrativa se encuentran en las antípodas del discurso de cualquier Estado, porque el Estado, militar o no, utiliza también la ficción para crear la realidad que más lo favorece. Y en ese sentido, la narrativa de Arlt está siempre presente para dar cuenta de cómo existen y se utilizan las ficciones que crea el poder para imponer su orden en la sociedad. Esta especie de contraposición entre Estado-Arlt no es gratuita, como dijimos antes y creo tiene mucho que ver con la época de transición que vivió la sociedad argentina y, por tanto, el campo cultural, en el paso del Estado Militar al Democrático. Arlt y sus novelas representan la mejor de las estrategias frente a las ficciones que construye todo poder. Frente al Estado Democrático, el problema es que, para Piglia, “la nueva marca del discurso intelectual es una suerte de conformismo general y sometimiento al peso de lo real” (2001: 105). Es decir, que los escritores e intelectuales parecen dispuestos a aceptar lo que propone el Estado Democrático: “lo fundamental es aceitar la propia conciencia. Pasar de la tradición de los vencidos a la tradición de los vencedores. Adaptarse al retro neoconservador, a la elegancia cínica, a la defensa del orden, a la muerte de las vanguardias” (2001: 102). Arlt sería, entonces, el ejemplo a seguir en una época en que hablar del pasado y sus horrores comienza a percibirse como fuera de lugar y lo que se asume es que hay que mirar hacia delante, nunca atrás, para no hacer traumático el paso de uno a otro Estado. En este sentido, va a señalar Piglia, el riesgo de aceptar pasivamente lo que diga el Estado es convertirse --o al menos parecer-- en uno de sus agentes: Pensar en el lugar de los políticos. Ésa es la tendencia hegemónica. Los intelectuales hablan como si fueran ministros. Se habla de la realidad con el cuidado y el cálculo y el tipo de compromiso y el estilo involuntariamente paródico que usan los que ejercen directamente el poder (2001: 103). En este sentido, Piglia, sin pretender ser Arlt, rompe con esa que considera tendencia hegemónica desde el mismo momento en que decide escoger esta forma, la entrevista, como medio para dar a conocer sus ideas, sus reflexiones, sus planteamientos como autor. No sólo, como señalé antes, se juega con las normas del mercado, sino también con la manera en que los discursos circulan en la sociedad. Cuando decide conservar la estructura del diálogo en sus entrevistas, Piglia está optando por el desplazamiento, por el no colocarse en una posición segura y precisa, sino en un lugar indeciso, el lugar de la pregunta y la respuesta, el lugar del diálogo con otro y no la seguridad del monólogo, así las entrevistas hayan sido retrabajadas por él mismo. El diálogo es la forma, pues, más indicada para hablar sobre la literatura, porque permite que entren a tomarse en cuenta varias voces y no una sola. Permite el debate, la polémica, el desencuentro y de nuevo el encuentro, diversidad que el discurso del Estado, al parecer, no permitiría. Página 173 Universidad de Los Andes - 2009


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5. A modo de conclusión

No puede ser casual que CF abra y cierre con preguntas sobre la entrevista. Son dos preguntas muy diferentes que se contestan, por tanto, de forma también muy distinta. La respuesta de la primera es breve; la segunda se dedica a reflexionar sobre el género. La primera interrogante, la que encontramos en el primera entrevista del libro plantea que “un reportaje está cargado siempre con un grado de determinación y tiende a poner énfasis en una zona que de algún modo ya está prefijada, ¿Cuál sería en su caso, la zona que las diferentes lecturas le han asignado y cuáles aspectos han sido excluidos, a su juicio, de esas lecturas?”(9) Piglia da la vuelta a la pregunta y su repuesta es un cuestionamiento al propio sentido de lo que señalado la entrevistadora: ¿Cómo me gustaría que se leyeran mis libros? Tal cual se leen. No hay más que eso. ¿Por qué el escritor tendría que intervenir para afirmar o rectificar lo que se dice sobre su obra? […] Bastante represión hay en la sociedad. Después de que uno ha escrito un libro, ¿qué más puede decir sobre él? Todo lo que puede decir es en realidad lo que escribe en el libro siguiente (2001: 9. Destacado nuestro). El desencuentro menor con la autora sirve para dar cuenta de que a lo largo del libro no vamos a toparnos con un Piglia que se “defiende” o polemice gratuitamente con sus interlocutores o con la crítica a su obra. Es decir, nos da a entender lo que él comprende por reportaje y así nos prepara para introducirnos en el libro. Ahora bien, sin suposiciones y de manera más o menos directa, Piglia define al final de su libro lo que considera es una entrevista, cuando ya estamos dejando el texto y sirve como conclusión final. Así, le preguntan: “Usted ha notado en varios escritos que “lo más importante nunca se cuenta”. En su opinión […] ¿el género de la entrevista también se trama a base de dos historias: una articulada y otra secreta, por reconstruir?” [La pregunta alude directamente al trabajo que ha hecho Piglia en CF que es justamente, reconstruir los diálogos de las entrevistas. Piglia, no obstante, responde señalando el carácter también ficticio del discurso de estos diálogos (de ahí el título de la obra donde se articula la crítica con la ficción)]. Sí el lugar que ocupa el entrevistado, como se piensa, Página 174 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones es el del “saber pleno”, la ficción estaría ahí, la ficción de un sujeto que habla desde un lugar del saber pleno, sería una construcción imaginaria porque en verdad se trata de hipótesis siempre en camino que esconden otras hipótesis contradictorias, otras historias que serían las vacilaciones, las dudas y los caminos equivocados y los desvíos que uno remite como cuestiones abiertas (2001: 223).

Es a esto a lo que hemos asistido: a una serie de construcciones imaginarias de conversaciones donde se han fijado, a través de la palabra escrita, ciertos planteamientos, ciertas ideas, mientras otras, fugaces como lo oral, se han perdido. En este sentido, más que de conversaciones, tenemos que hablar de diálogos, de intercambios donde hay un acuerdo con respecto a qué tratar, alrededor de qué va a girar las intervenciones. Piglia utiliza una hermosa metáfora: Quizás en una conversación con los amigos uno habla de lo mismo pero sin la transcripción todo se pierde en la memoria, mientras que en la entrevista hay siempre una situación estratégica, la ilusión de fijar un momento. Es como una fotografía, y en una fotografía uno tiende siempre a componer una expresión (2001:224). Digamos que en el caso de Piglia, quien ha tomado la cámara para producir la imagen final ha sido él mismo; es decir, él ha decidido qué fijar y qué hacer pasar al olvido.

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6. Referencias Bibiográficas

1. Arfuch, Leonor (2002). El espacio biográfico. Dilemas de la subjetividad contemporánea. México: Fondo de Cultura Económica. 2. Bobes, María del Carmen. (1992). El diálogo. Madrid: Editorial Gredos. 3. Piglia, Ricardo (2001). Crítica y ficción. Barcelona: Anagrama. 4. Speranza, Graciela. (2004). “Autobiografía, crítica y ficción: Juan José Saer y Ricardo Piglia” En: VVAA. Ricardo Piglia: una poética sin límites [Adriana Rodríguez Pérsico, comp.]. Pittsburgh: Instituto Internacional de Literatura Latinoamericana: 29-40

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Rodríguez Barradas, I. (2009). ¿Quién es Betty? Entre la fea y la ugly. Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", 2 (2), Artículo 8. Disponible en la siguiente dirección electrónica: http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones/

¿QUIÉN ES BETTY? ENTRE LA FEA Y LA UGLY WHO’S BETTY? BETWEEN THE FEA AND THE UGLY

RODRÍGUEZ BARRADAS, Isabel. Profesora de la Universidad de Simón Bolívar - Venezuela isabelrodriguezb1975@gmail.com

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones RESUMEN

¿Qué hace que una telenovela con una temática como la que presenta Betty, la fea haya calado en gustos tan disímiles al colombiano y latinoamericano seguidores del género? La telenovela es un género que tuvo su origen y se ha cultivado, principalmente, de este lado del mundo. Betty, la fea, cumple con los elementos arquetípicos que identifican a quien la ve con lo que está viendo. Lo que hace a esta historia especialmente atractiva es la forma cómo está profundamente atrincherada en el mito del amor romántico aun cuando su energía representacional está canalizada en las tensas negociaciones morales, económicas y emocionales que complican los rituales del cortejo. No se dice aquí que la vida sea idílica, tranquila, armónica, siempre gratificante, se trata de un discurso que propone una reflexión sobre la inversión de los modelos arquetípicos de la novela en América Latina.

Palabras clave: Telenovelas, Betty la Fea, Arquetipos, Televisión

Recibido: 17 de junio de 2009 Aceptado: 10 de septiembre de 2009

ABSTRACT

Why a soap opera with an argument like Betty, la fea is a big hit into so dissimilar tastes like the Colombian and Latin-American followers of the genre? The soap opera is a genre that had its origin, principally, of this side of the world. Betty, the ugly one, has the archetypal elements that identify whom it sees with what it sees. The most attractive of this history is the form how it is deeply entrenched in the myth of the romantic love even if its energy is canalized in the tense moral, economic and emotional negotiations that complicate the rituals of the courtship. It is not said here that the life should be idyllic, calm, harmonic, and always happy; this soap opera proposes a reflection on the investment of the archetypal models of the novel in Latin America.

Key words: Soap Operas, Ugly Betty, Archetypal elements, Television.

Submission date: June 17th 2009 Acceptance date: September 10th 2009

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1. Introducción El año 1999 la cadena de televisión colombiana RCN lanza una telenovela que impactaría, no sólo al público colombiano y latinoamericano, consumidores ávidos del género, sino también en otros países. Fue transmitida con ratings extraordinarios en India, Lituania, Indonesia, Polonia, Bulgaria Rumania, Malasia, Hungría, República Checa, España, Italia, Suiza, Turquía, Filipinas, China y Japón. En cada uno resultó un acontecimiento televisivo. De la versión original se pasó luego a las adaptaciones. En México, Televisa realizó una versión que fue igualmente exitosa y que se retransmitió por el también mexicano canal de cable CEST, Canal de las estrellas. Pero se ha versionado, con similar éxito en Israel, Alemania, Rusia, India, Grecia, España, Países Bajos, Croacia, China, Vietnam, y la más reciente, de la cadena ABC que a su vez se transmite en diversos países angloparlantes y por el canal de cable Sony Entertainment, a toda Latinoamérica. No sabemos si Fernando Gaitán imaginaría el éxito que iba a tener su creación ni la respuesta masiva que obtendría, pero su nombre ha resultado un hito en lo que a telenovelas se refiere. Sin embargo, no fue Betty, la fea, la primera telenovela en tener éxito en fronteras distintas a la nuestra –aunque el suyo haya resultado extraordinario. La telenovela latinoamericana se ha convertido en un producto expuesto no sólo a más de 400 millones de televidentes de Centro y Suramérica, sino también a un mercado mundial, mucho más vasto que abarca varios continentes, distintos ámbitos culturales y esferas lingüísticas muy disímiles. Se trata de un paradójico resultado global, si se considera que la telenovela es, en cierto modo, un subproducto de la Revolución Cubana. A partir de 1959, muchos productores, directores, actores y guionistas de la isla emigraron a Venezuela desde donde transformaron la hasta entonces provinciana y candorosa televisión local en una formidable fábrica de telenovelas de exportación (Martínez, 2005, 07/11/05). La telenovela es un género que tuvo su origen y se ha cultivado, principalmente, de este lado del mundo. En 1845 el catalán Jaime Partagás funda (en Cuba) su fábrica de tabacos. Esa es la cuna, exactamente en 1865, del “lector de tabacalera”: un trabajador que, desde una plataforma o tribuna preparada a tal efecto, amenizaba a viva voz las jornadas Página 179 Universidad de Los Andes - 2009


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de los demás operarios leyendo periódicos y novelas. La lectura siempre terminaba en un punto álgido y en un “proseguiremos mañana”…Así, los torcedores o tabaqueros, en su mayoría analfabetos, adquirieron un gusto muy refinado por la literatura en cómodas cuotas (…). Para fines de los años 30, gracias al patrocinio de Colgate y Sydney Ross Company, proliferaron las radionovelas en Cuba. En 1948, en la emisora CMQ, las 314 transmisiones de “El Derecho de Nacer” de Félix Benjamín Caignet, rompen récord de audiencia. La radionovela cubana en general se convierte en un producto for export. (Espada, 2004: 12-13). No es nuevo el gusto por esta narrativa fraccionada. En el folletín europeo se publicaban en la prensa episodios con elementos del romance y la intriga, de la pasión y lo popular con la condición de un final en suspenso que mantenía a su público en vilo a la espera de la próxima entrega. Es esa también la condición que rige a la telenovela. Ahora bien, ¿qué hace que una telenovela con una temática como la que presenta Betty, la fea haya calado en gustos tan disímiles al colombiano y latinoamericano seguidores del género?

2. El caso de Betty Betty la fea comienza, desde su presentación, a ser y hacer una parodia de Beatriz Aurora Pinzón Solano. La apertura presenta una especie de ficha biográfica del personaje donde predomina en imágenes y en la letra de la música que la acompaña, el humor. La milonga, Se dice de mí, letra y música originales de Francisco Canaro y de Ivo Calay, es una composición que data del año 1954 y a la que sólo se le cambiaron algunas palabras para adecuarse al tema de la telenovela y de la que se tomaron algunas de las estrofas para que la pieza musical, con el tono que se le da a la interpretación, subrayara el tono jocoso que apoya a las imágenes, igualmente jocosas; además de estar aderezada por el ritmo de la composición original.

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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones Se dice de mí… Se dice que soy fea que camino a lo malevo, que soy chueca y que me muevo con un aire compadrón, que parezco un dinosaurio mi nariz es puntiaguda, la figura no me ayuda y mi boca es un buzón. Si charlo con Luis, hablando de mí los hombres están. Critican si ya, la línea perdí, se fijan si voy, si vengo o si fui. Se dicen muchas cosas, mas si el bulto no interesa, porque pierden la cabeza ocupándose de mí. Yo sé que muchos que desprecian con mentiras y suspiran y se mueren cuando piensan en mi amor. Y más de uno se derrite si suspiro y se quedan si los miro resoplando con temor. Si fea soy, pongámosle, que de eso ya no me enteré, mas la fealdad que Dios me dio, mucha mujer me la envidió y no dirán que me enteré porque modesta siempre fui. Yo soy así.

Desde el comienzo de la historia se presenta al personaje con un toque divertido – ella se burla de sí misma y se sabe fea-, lo que resulta gracioso -aunque como coloquialmente afirmemos, se ríe para no llorar-, eso formará parte del encanto que provoca en la audiencia, aunado a las vicisitudes del personaje, su solitario Página 181 Universidad de Los Andes - 2009


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enamoramiento y su constante batallar por demostrar que, por encima de esa imagen, está una mujer muy inteligente. La novela presenta un argumento básico en el que el espacio donde se desarrollan las acciones es fundamentalmente Ecomoda, una compañía en donde tener buena presencia, como eufemísticamente se dice, es una necesidad; por eso ella, Betty, pasa tanto trabajo frente a las modelos como contraste con su propio físico, lo que se pone en evidencia desde la presentación y el primer capítulo. Betty es una mujer preparada y académicamente por encima de todas las demás, maneja varios idiomas y tiene las destrezas y conocimientos necesarios para poder sobresalir en cargos de más responsabilidad que para el de secretaria ejecutiva por el que originalmente ha acudido a la compañía, sin embargo, es la primera impresión la que queda, al extremo que, de la entrevista de la que somos testigos, no ha entregado junto a su CV la fotografía que debía acompañarla y que, seguramente, habría provocado el rechazo, no sólo de sus servicios, sino de la entrevista misma. Betty se va a ocupar de ser la mano derecha de su jefe, don Armando, a la larga prueba ser eficiente y responsable y logra colocarse en el cargo que por capacidad y preparación le correspondía. Por supuesto, mucho del esfuerzo laboral de Betty va también en función de dejar la invisibilidad que su fealdad provoca. El mayor apoyo que va a alcanzar en su trabajo será del llamado “cuartel de las feas”, mujeres que, como ella, se encuentran en una situación similar pues no son sus encantos físicos los que les permiten permanecer en sus trabajos. Ella está consciente de lo que esta limitación significa y la cámara, al igual que los demás, la mira tangencialmente -en la presentación inicial y en el primer capítulo, para subrayar su físico-, a lo que tenemos que sumar sus atuendos, totalmente inadecuados y pasados de moda, lo que acentúa todavía más su estampa La paradoja y el contraste se dan entre su entorno laboral, ya que una fea se encuentra en un espacio donde predomina la belleza; y el familiar, en donde su padre la ve como la criatura más hermosa del planeta y la cela del mundo externo y de lo que puedan hacerle a su hija. La telenovela va a llevar el nombre de Betty, la fea pues así la califican, incluso ella misma, en la empresa. Ahora bien, ¿qué tiene la historia de Betty que la ha hecho tan fascinante en todo el mundo? Más allá de lo que representa el personaje, en su historia lo que resalta es cómo la que menos puede sobresalir lo logra, y triunfa por encima de todas las vicisitudes, lo que nos acerca a una construcción muy antigua que está Página 182 Universidad de Los Andes - 2009


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más cerca de lo mítico y que se repite en nuestra contemporaneidad. En el caso de Betty, la exclusión a la que se ve sometida es por su condición de fea lo que, a su vez, le impedirá temporalmente, el ascenso laboral y social al que por su preparación debería estar en capacidad de acceder. La sintonía -en su acepción de coincidencia de ideas u opiniones- del público con el personaje se da porque: La insegura y desguarnecida criatura humana buscó siempre, desde que tuvo conciencia de su desamparo, un modelo a imitar y en quien inspirarse; a quien referir en última instancia sus anhelos y ensueños (…). De aquí los mitos e imágenes procedentes de la ficción (Serrano Poncela, 1966:17).

3. Los elementos de la historia En esta telenovela se reúnen los elementos que permiten que podamos leerla con la estructura y elementos de un cuento maravilloso. Así, uno de los temas populares es el de la criatura que no tiene atractivo físico y que padece esta condición por estar bajo un maleficio del que sólo se libera por su generosidad, valor, por el cumplimiento de una promesa o por amor. Así: Los patrones arquetípicos expresan de una manera concreta las principales imágenes y símbolos, se producen en todo el mundo y constituyen un recurso del hombre para entenderse a sí mismo y al mundo que lo rodea. (…) Su cualidad arquetípica y sus formas simbólicas hacen que los cuentos de hadas resulten de fácil comprensión para distintas edades (…) y que culturas diferentes tiendan puentes y modos de aproximación entre los diversos niveles del entendimiento, no sólo en el ámbito cultural colectivo, sino en el individual humano, mostrando su lado iluminado y su lado oscuro, su conflicto mental y emocional. (Cooper: 1998: 12). Betty, como protagonista de la telenovela y como personaje, debe enfrentarse a sus propios trabajos, a las “hermanastras” que procuran hacerle la vida imposible, a las pruebas impuestas que debe superar -apoyada en sus capacidades y en los ayudantes que la respaldarán- lo que le permitirá la transformación final para alcanzar la anhelada unión de los contrarios, es decir, la conjuntio: “en la que lo masculino y lo femenino, el Rey y la Reina, se fusionan en la unidad final, el estado en el que ya no existen oposiciones ni conflictos” (Cooper, 1998: 93). Página 183 Universidad de Los Andes - 2009


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Metafóricamente, ella viste harapos en contraste con sus opuestos que parecen princesas; se encuentra relegada en su lugar de trabajo, a una oficina oscura, húmeda que recuerda a una celda y que equivaldría al ocultamiento, al aislamiento, a estar también, metafóricamente, entre cenizas. Ella también, como la heroína del cuento maravilloso, pasará por un proceso de transmutación y transformación final que sólo alcanzará cuando proceda de sí misma, del convencimiento y reconocimiento de su belleza interior y de su propio ser. También debemos destacar que nos encontramos en un ambiente sin ambivalencias, categórico, inflexible, donde el mal y el bien están claramente diferenciados para que al concluir el periplo se demuestre que lo bueno es lo que permite superar los escollos y lo malo reciba su sanción. El estímulo de los cuentos de hadas no sólo incita a hacer bien las cosas, sino que da ánimos al débil para vencer al fuerte. Hay fuerzas benefactoras que están siempre dispuestas a ayudar y un estímulo final que supera todas las dificultades y triunfa sobre el mal: el patito feo, despreciado por todos, puede convertirse en un hermoso y admirado cisne. (Cooper: 1998: 82). No podemos olvidar el tema de esta telenovela, la presencia de lo feo, o mejor dicho, de una fea que se destaca por encima de los demás, bien sea por esa característica o por sus conocimientos. En esta narrativa, las protagonistas, si bien mujeres preteridas por su condición de ilegítimas o marcadas por la sanción de no pertenecer al estatus social de una familia reconocida por sus apellidos y bienes, por sus carencias en educación y medios, por ser madres solteras, etc., tenían a su favor el ser agraciadas, de agradable presencia, de dulce voz, resultaban inolvidables por ser hermosas. En el caso de Betty lo primero que se destaca es lo contrario, su presencia física, en general, resulta difícil de dejar atrás, pero teniendo a su favor –y mucho- una preparación académica de la que han carecido otras protagonistas. El personaje resulta una paradoja, manejado jocosamente, en el género. De allí no sólo el impacto inicial sino todo el desarrollo de la trama que, igualmente, se lleva de modo que lo trágico se da la mano con lo cómico –en la página principal de Ugly Betty de la cadena ABC, la catalogan como una seriocomedy-, así el televidente no sólo estaba enganchado con la historia que le contaban sino también en el cómo era contada, pues cumplía con la propuesta de divertir. Se ha establecido socialmente aunque como prejuicio, que la mujer bonita es necesariamente cabeza hueca, Betty es todo lo contrario, en ella se da que tiene Página 184 Universidad de Los Andes - 2009


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contenido pero el recipiente no la ayuda. Son las paradojas que se establecen socialmente y que van a expresarse en la telenovela, que a su vez van a permitir, igualmente, una identificación del público con el personaje. Si nos remitimos al Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), la segunda acepción de belleza reza: “Mujer notable por su hermosura”. Esa cualidad ha sido la ambición de muchas y es hoy un paradigma en la sociedad contemporánea, ser bello, bonito, presentable. Muchos reality shows apelan a ello, a la baja autoestima, para cumplir el sueño de tantos patitos feos. Programas como Extreme makeover, Veredict: makeover, The Swan, entre otros, copiados en sus franquicias locales como la de Sábado Sensacional, nos ratifican ese anhelo por la belleza perfecta. En nuestro país tenemos la versión corporativa, el concurso de Miss Venezuela cuyos intereses llevan: (…) incluso a cambiar la ordenación política del territorio venezolano, puesto que a fin de justificar la presencia de más misses que estados tenemos en el país, en el concurso de Miss Venezuela vemos representantes de regiones tales como la península de la Guajira, o la de Paraguaná o la Costa oriental del lago de Maracaibo, o bien la coexistencia del Distrito Federal con los dos Departamentos que lo integran, Libertador y Vargas. El prototipo creado en la Organización Miss Venezuela nada tiene que ver con la venezolana promedio, lo cual es lógico, pues no son las mujeres promedio (…) las que ganan concursos de belleza (Montero, 1998: 115-116). Sin embargo, una de las razones, quizá la más importante que podemos destacar sobre el concurso es que: “La Organización Miss Venezuela y su producto final, las misses triunfadoras, son un ejemplo exitoso en un país en el cual se hace más énfasis en el fracaso y se encuentran más ejemplos de éste, que de triunfos” (1998: 120). El tópico belleza es uno de los más importantes elementos en el entorno de Ecomoda, la belleza física permitirá una mejor exhibición de la belleza implícita en el producto de la compañía, el vestido, el traje, la moda. En una palabra lo que hoy día se reconoce como lo fashion. La belleza que se quiere establecer no es sólo la física sino también la que a ojos vista no está presente. En esta historia Betty salva a Armando de la debacle económica de la compañía gracias a sus habilidades y conocimientos en el aspecto financiero, eso le permitirá escalar la posición que desde un principio ha debido tener pero que hubo de demostrar para su reconocimiento profesional. Sin Página 185 Universidad de Los Andes - 2009


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embargo, es él quien desde un principio apreciará sus cualidades antes que su aspecto. Él también la salva a ella justamente por eso, porque de ese modo podrá validarse, apreciarse en su justo valor lo que permitirá su transformación, esa ella que siempre estuvo allí pero oculta. Esta es la transformación mágica que alcanza el amor: el amor maduro y la aceptación de la sexualidad hace que lo que antes fuera repugnante, o parecía estúpido, se haga hermoso y lleno de espíritu (Bettelheim, 1975: 304)1. Es esa aceptación mutua la que permite la unión de los contrarios a la que antes hacíamos referencia. Es interesante acotar que en el caso de la telenovela original colombiana, la actriz que encarna a Betty, Ana María Orozco: A pesar de su belleza y su talento, Ana María tiene que agradecer su actual éxito a una fea y torpe mujer de nombre Betty, de la cual los televidentes colombianos se han enamorado. Es Beatriz Pinzón, una brillante profesional con una inteligencia inversamente proporcional a su belleza. Es la protagonista de Yo soy Betty, la fea. La actriz que le da vida al personaje de moda en Colombia, asegura identificarse a la perfección con su creación, pues hasta los 16 años fue considerada un patito feo, al que ni siquiera sacaban a bailar durante los bailes escolares. A estas alturas de su carrera eso la tiene sin cuidado pues ahora es considerada una de las más hermosas mujeres de la televisión (S/A, S/F, Biografía de Ana María Orozco) (el resaltado es nuestro). De modo que para encarnar su papel, que biográficamente hablando ha vivido en carne propia, una mujer tan bella debe hacer lo contrario y resultar convincente, lo que consigue pues la teleaudiencia estaba pendiente de cómo se lograría ese doble cambio: de bonita a fea y luego, su transformación de la ficción, de fea a bonita. En la versión estadounidense que transmite el canal de cable Sony, el lema promocional de la serie es: “En inglés es más fea”. América Ferrara es quien la encarna en su versión del norte, no es fea como su personaje pero tampoco tiene la belleza de la colombiana. Ella también se ríe de Betty –papel al que agradece 1

This is the magical transformation which love achieves: mature love and acceptance of sex make what was before repugnant, or seemed stupid, become beautiful and full of spirit. (Las traducciones son nuestras).

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las oportunidades que le ha brindado-, y explica cómo se logra ese look al referirse humorísticamente al proceso de maquillaje, muy minucioso en los detalles, y de mutación con el vestuario y accesorios, como el de bettyficación. Como en todos los lugares donde se ha transmitido, esta Betty es igualmente un fenómeno mediático, que lleva a extravagancias: “Así será el furor que ha desatado, que la compañía Lloyd`s of London le aseguró la sonrisa por 10 millones de dólares” (Rodríguez, 2007). ¡No sabemos si con o sin los aparatos de ortodoncia! Ugly Betty, aunque basada en el libro de Gaitán, presenta variantes respecto a la original colombiana. Betty es una joven mujer estudiosa, responsable, preparada, pero fea y regordeta, que pasa a ser la asistente del editor ejecutivo de la revista Mode y logra el trabajo precisamente a eso, su fealdad, pues su jefe y heredero de la compañía, Daniel Meade, es un mujeriego que no perdona a ninguna de sus asistentes y busca en sus aventuras efímeras el piso emocional que no le han brindado sus progenitores; el padre también mujeriego, ha hecho de su esposa una alcohólica que ahoga en su adicción el fracaso matrimonial y su duelo por el hijo muerto. Además, Daniel debe cargar con el estigma de la sombra de su difunto hermano quien luego aparecerá convertido en mujer, pues tenía un serio conflicto con su virilidad. Lo interesante en esta versión son las diferencias que se establecen en un entorno en el que se deben justificar los personajes. Betty Suárez proviene de una familia hispana, de modo que ella pertenece a una minoría y debe demostrar que también tiene un lugar en la sociedad norteamericana, su padre, un viudo fiel a la memoria de su esposa, es un inmigrante ilegal con más de veinte años en el país; la hermana, su contrapartida, es atractiva, voluptuosa, sexy pero un embarazo precoz le impidió continuar sus estudios y por eso carece de la educación a la que su hermana sí accedió, y su sobrino, un adolescente de unos trece años que tiene gustos que no entrarían con los corresponden a un muchacho de su edad, pues es un niño al tanto de lo último en el mundo de la moda, toda una paradoja para la imagen del macho latino. Todos comparten el mismo techo, se apoyan mutuamente, se apañan económicamente y representan lo que la típica familia hispanoamericana es, en oposición a la familia opulenta de los Meade que retrata especialmente sus disfuncionalidades afectivas. La corporación presenta las típicas batallas por posicionarse en el lugar más destacado. Una bellísima afroamericana –en nuestro país no calificaría asíencarnada por la actriz Vanessa Williams, Wilhemina Slater, quien busca quedarse con el cargo del joven Meade y para ello se vale de todos los puntapiés que pueda propinar con la ayuda de su asistente gay. El cuartel de las feas se reduce a una diseñadora irlandesa encargada del vestuario y que está a la espera de la oportunidad de ser reconocida como tal. Página 187 Universidad de Los Andes - 2009


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La historia –cuya estructura más que de soap opera, como se le conoce en inglés, es de sitcom –situation comedy-; presenta un caleidoscopio de eventos que contrastan la vida de la familia norteamericana con la de la latina. El señor Suárez prepara el desayuno –su oficio era el de cocinero- y comparte la mesa con sus hijas -quienes no tienen problema en comer lo que, a su vez, contrasta con las famélicas figuras de la revista- para, de igual modo, compartir su afecto. Su distracción es ver telenovelas en las que presentan insertas situaciones muy jocosas que parodian el género. En contraste, el señor y la señora Meade, así como Wilhemina, aparecen como progenitores distantes que pagan por el bienestar de sus hijos pero no expresan ni generan afecto. En el curso de esta historia no se ha presentado aún –ni se insinúa- el enamoramiento de Betty por su jefe, ella es la asistente preocupada que logra cual deus ex machina, sacarle milagrosamente las patas del barro y enderezar todos sus entuertos. Sin embargo, entre ellos se va creando una relación de afecto y respeto mutuo en el que hay un reconocimiento de sus cualidades. Betty termina su noviazgo con un joven vecino suyo que al igual que ella es también poco agraciado, que no encajaba con sus aspiraciones personales ni profesionales, hay un flirteo con un compañero de trabajo, del área de administración de la revista ,con el que comparte gustos y talento. La historia está llena de exabruptos que se presentan típicamente en el género telenovelesco: muertos que reaparecen, eventos del pasado que se reavivan, transformaciones radicales, intrigas que parecen hacer sombra a la vida “decente” de los personajes y, siendo ésta una producción estadounidense, la presencia evidente de las minorías, por aquello de lo políticamente correcto. Sin embargo, al igual que la versión original, se hiperboliza la imagen de Betty de la que podemos hacer, físicamente, la lectura de un estilo entre demodé y chusco. Eso también ocurre con la puesta en escena: la casa familiar de los Suárez –donde predomina ridículamente lo que se ha dado en llamar color local-, la de los Meade y las oficinas de la empresa en donde todo es rimbombante. Pero, aunque el decorado sea artificioso, lo importante son las relaciones interpersonales que predominan en el entorno de Betty y que, generalmente, la ayudan en sus variopintos eventos laborables, como cuando Daniel Meade descubre lo que realmente significa poner en la casa y en familia, la Navidad, es cuando está en contacto y conoce eso que llamamos calor de hogar. No sabemos qué va a pasar con Betty Suárez. La serie continúa en prime time. Seguramente, con el éxito que se han anotado el canal y sus productores todavía habrá mucha tela que cortar, los personajes están evolucionando, algunos entran y otros salen en ese gran teatro que se presenta enmarcado en Mode. Página 188 Universidad de Los Andes - 2009


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Hay otras muchas versiones de la Betty de Gaitán, incluso una que transmiten por el canal de cable Cartoon Network, es Betty Toons, la historia de nuestro personaje como niña junto a sus compañeros de la telenovela pero en dibujos animados y, del mismo modo que los personajes de carne y hueso, son una hipérbole de la realidad. En ellos se presentan las aventuras y desventuras de Betty en la escuela primaria, igual de fea pero como niña, a los nueve años. Un día llegó al canal una niña vestida como Betty que la imitaba a la perfección, y el autor, Fernando Gaitán, enseguida supo lo que tenía que hacer: un capítulo en la tira en la que Beatriz recordara su infancia y un especial de 5 capítulos para cubrir ese bache vacacional, protagonizado por niños capaces de recrear las mejores escenas de la novela. Así, mientras se elegía a los pequeños en un casting multitudinario, nacía la idea de convertir la historia en dibujitos animados, idea que hoy es realidad y se llama “Betty Toons” (www.comics.com.ve). Hay una serie argentina cuyo argumento parece estar emparentado con la historia de Betty, la fea; Patito Feo, sin embargo, entre sus créditos no aparece el nombre del colombiano ni que haya estado inspirada en su guión original, pero la similitud de la jovencita protagonista con la imagen de Betty va más allá de las coincidencias: lentes gruesos de pasta, aparatos de ortodoncia y carita de tonta. El grupo etario al que va dirigido y que representa, es el de adolescentes en un período de intensos cambios personales y físicos buscando identidad. Ha tenido un éxito importante en su país de origen y en otros donde se ha transmitido (en Venezuela lo transmite el canal local Televén en horario vespertino), esa importancia la podemos medir en el hecho de estar en la programación del canal de cable Disney Channel para Latinoamérica.

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4. A modo de conclusión La historia de Betty, la fea, en cualquiera de las versiones en las que se cuenta como telenovela, serie o incluso, como dibujo animado, repite el éxito que obtuvo en su primera transmisión, éxito que motivó una segunda parte como serie con un número determinado de capítulos, Ecomoda, que contaría la vida posterior de nuestros personajes, pero, a pesar de haberse generado a partir de ese fenómeno que fue la telenovela, no tuvo mayor trascendencia, no tiene una página oficial en la red, no se presenta la sinopsis de la historia y, lo más triste, la gente no la recuerda. Aquí se cumple aquello de que nunca segundas partes fueron buenas. La maquinaria detrás de esta serie no pudo con una historia que no atrapó al público televidente. Lo que nos lleva, de nuevo, a la historia inicial. Betty, la fea, cumple con los elementos arquetípicos que identifican a quien la ve con lo que está viendo. Parafraseando el dicho: la historia de la fea la bonita la desea. Ese público sigue y se divierte con la historia de Beatriz Pinzón Solano pues de alguna manera, ésa es también su historia y el final permite el triunfo de la que no tendría que haberlo alcanzado. Betty alcanza su propia transformación pero logra, así mismo, que la empresa reconozca a ese público a quien también puede y deben llegar sus productos, así, con los cambios que se operan en la compañía gracias al nuevo cargo de Betty, el desfile final de la última producción de Ecomoda está dirigido no a la figura excepcional de las modelos que hicieron vida en ese ambiente, sino a la de la mujer común que está representada por el “cuartel de las feas” y son ellas las que presentan esos atuendos. Betty, como en todo final feliz que se respete, se casa con Armando, y como toda pareja, busca formar una familia. La escena final, el cierre de la historia, nos presenta a los personajes que han acompañado a nuestra heroína cuando van a conocer a su recién nacido que hereda las características de su madre, parodiando lo que ha sido la entrada de la telenovela…¿la historia volverá a repetirse? No lo creemos, ya nuestro personaje ha superado sus conflictos, tiene piso emocional y seguramente sabrá transmitírselo a sus hijos, pero el final indica que no se cierra un círculo se abre un ciclo. Podríamos decir de Betty la fea, lo que María Tatar (1999) afirma de La Bella y la Bestia: Lo que hace a esta historia especialmente atractiva es la forma cómo está profundamente atrincherada en el mito del amor romántico aun cuando su energía representacional está canalizada en las tensas Página 190 Universidad de Los Andes - 2009


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http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones negociaciones morales, económicas y emocionales que complican los rituales del cortejo (1999: 25)2.

En esta telenovela que ha alcanzado éxito global y ha superado las barreras del lenguaje y de las diferencias culturales se establece, como afirma Savater de los cuentos que: (…) no son brutales ni enseñan a serlo: son crueles, a menudo feroces, pero siempre defienden la pureza valerosa que en el hombre remedia y vence lo cruel y lo feroz. No dicen que la vida sea idílica, tranquila, armónica, siempre gratificante: dicen que para quien lucha bien, la vida es posible sin dejar de ser humana (1990).

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What makes this story especially attractive is the way in which it is deeply entrenched in the myth of romantic love even as its representational energy is channeled into the tense moral, economic, and emotional negotiations that complicate courtship rituals. La traducción es nuestra.

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5. Referencias Bibliográficas

1. Bettelheim, Bruno (1989). The uses of enchantment. The meaning and importance of Fairy Tales. New York: Vintage Books. 2. Cooper, J.C. (1998). Cuentos de hadas. Alegorías de los mundos internos. Barcelona: Editorial Sirio. 3. Delgado Arria, Luis. (2008). “Betty la bella. Nuevos patrones de belleza femenina en el re-orden identitario globalizado”. [Documento Electrónico]. 4. Espada, Carolina (2004). La telenovela en Venezuela. Caracas: Fundación Bigott. 5. Martínez, I. (2005, 07/11/05). Global Soap. El Nacional, S. A8. 6. Montero, Maritza (1998). “Identidad, Belleza y cultura popular”. En Venezuela: tradición en la modernidad. Caracas, Fundación Bigott y Ediciones de la USB. 7. Rodríguez, Magaly (2007, 18/11/07). La otra cara de América. Todo en domingo [Suplemento de El Nacional], (422). 8. Savater, Fernando (2008, 01/07/08). Lo que enseñan los cuentos. Papel Literario [Suplemento de El Nacional]. 9. Serrano Poncela, Segundo (1966). Literatura y subliteratura. Caracas: Ediciones de la Biblioteca de la UCV. 10. S/A (S/F). Biografía de Ana María Orozco. Documento en línea en: http://www.anamaria-orozco.com/Biografia.htm (01/07/09)

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RESEÑAS

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Cavallin, C. (2009). Pasión Guerrilla. Amor y dolor en la frontera colombiana [Reseña del libro “Pasión Guerrilla”, de Roberto Giusti, Ed. Libros Marcados, 2009]. Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", 2 (2), Artículo 9. Disponible en la siguiente dirección electrónica: http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/Disertaciones/

PASIÓN GUERRILA: AMOR Y DOLOR EN LA FRONTERA COLOMBIANA

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Tras quince años de investigación periodística, Roberto Giusti, redactor y cronista del diario El Universal, presenta una investigación gráfica y profunda sobre la situación en la frontera venezolana titulada Pasión guerrilla. Quince años de maridaje clandestino entre Chávez y la guerrilla colombiana. Publicada por la Editorial Libros Marcados (Primera edición, Noviembre de 2009), este extenso reportaje es la historia de cómo sobreviven cientos de personas en la frontera donde persiste un permanente estado de alerta ante el dominio, cada vez mayor, de grupos insurgentes sobre lo que ha sido llamado “un tercer estado”, cuyo control se disputan los paramilitares, la guerrilla colombiana, la venezolana y el hampa común. El libro está narrado en primera persona (a veces es la voz del autor la que se encarga de hilvanar las historias, otras los entrevistados utilizan el “yo” para contar experiencias personales) pues posee un claro estilo testimonial dado por las vivencias de quienes habitan en los campamentos guerrilleros que Roberto Giusti tuvo oportunidad de visitar en varias oportunidades, para presenciar de primera mano todas las actividades que en ellos toman lugar, desde la supervivencia en el día a día hasta los entrenamientos militares. El relato viene acompañado de elocuentes gráficas que si bien son testimonio de los actos irregulares que allí acontecen (como el reclutamiento de menores de edad, por ejemplo), también son muestras fehacientes del lado humano de los combatientes, quienes dejan escapar sentimientos casi siempre reprimidos como el amor ante el acucioso lente del autor. El libro se divide en once capítulos narrados en orden casi cronológico a excepción del primero de ellos titulado Una Venezuela llamada Colombia donde el autor despliega una suerte de síntesis de lo que ha sido la relación entre los colombianos y los venezolanos, desde los años sesenta hasta nuestros días, y describe cómo la percepción de quienes eran considerados “embaucadores de oficio, carteristas y culebreros” se transformó radicalmente raíz de que en Venezuela sobreviniera una profunda crisis económica que transformó a los venezolanos “mayameros, patanes y nuevos ricos” en ciudadanos con profundas carencias y desigualdades. De igual forma, en este capítulo Giusti explica cómo ha sido esa relación no menos tormentosa entre Hugo Chávez y Álvaro Uribe, a quienes los ha reunido “el gusto por el poder, la geografía y la convivencia mutua (…) aunque los chavistas acusen a Uribe de cipayo al servicio del imperio norteamericano y los uribistas a Chávez de dictador manejado de la mano de Fidel Castro”. (Cf. Pág. 12-17)

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En los capítulos posteriores se destaca la labor periodística del autor como entrevistador de diversas figuras vinculadas de una u otra manera con la guerrilla, entre ellas, el comandante Alexis, quien finalmente accedió - después de muchos años- a concertar un encuentro en un rancho perdido de las montañas del Arauca. “Fueron las mismas víctimas – los ganaderos- las que propiciaron mi cita con Alexis, el jefe militar del Domingo Laín, el más virulento de los frentes guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional, con jurisdicción en tres departamentos colombianos y para entonces, ya firmemente establecido a este lado de la frontera. El Domingo Laín era el frente más aborrecido por las autoridades militares venezolanas luego de la masacre del puesto naval de Cararabo” (Pág. 24). También se relatan otras entrevistas a líderes de los movimientos subversivos como el comandante Zamora, jefe del Frente 33 y responsable de la penetración faraca en territorio venezolano y Raúl Reyes, cerebro financiero de las FARC y pieza clave para la consolidación de San Vicente del Caguán como zona de distensión, quien reconoció haber tenido encuentros con el aún candidato Hugo Chávez con “carácter reservado”. De la misma manera, el trabajo periodístico de Roberto Giusti se esmera en destacar las vivencias de quienes se encuentran del otro lado el conflicto: las víctimas. Con profundidad de detalles, el autor introduce la historia de una familia tachirense azotada por la desgracia producto del enfrentamiento directo con los grupos subversivos: Los Marciales. En este capítulo se detallan los mecanismos del secuestro y la extorsión que sufren los empresarios y ganaderos del estado Táchira, como consecuencia de la impunidad con la que operan los irregulares en la zona, destacando la magnitud de una red que ha sido perfeccionada para cometer delitos cada vez más sofisticados. “Ellos saben quiénes son los secuestrables y quiénes los vacunables. Tienen inteligencia. Pendejos no secuestran” (Pág. 46). Asimismo se ilustra la denominada “fiesta de la vacuna” en la que el autor participó como testigo de excepción y donde, paradójicamente, convienen en un banquete víctimas y victimarios, celebrando un encuentro festivo cuya finalidad no es otra sino la de ritualizar un acto vandálico que termina con la extorsión de los ganaderos por parte de sus invitados. Finalmente, el capítulo que cierra la historia Del canje humanitario a la guerra fría internacional, constituye un balance obligatorio de los últimos años, no sólo en la frontera colombo venezolana sino a partir del enfrentamiento directo entre los presidentes de ambas repúblicas, situación que llega a convertirse en una suerte de reality show donde nadie gana y todos pierden. Donde “más allá de la internacionalización el conflicto, los problemas de fondo subsisten en los dos países condenados a la vecindad eterna y regidos por dos hombres a quienes separan todas las diferencias imaginables(…) De allí derivan todas las consecuencias de un conflicto que permanecerá latente, con sus bajas y sus altas, Página 196 Universidad de Los Andes - 2009


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mientras persistan las causas que lo provocan. No resulta extraño, entonces, que tanto guerrilla como paramilitares sean fenómenos promovidos desde la misma base del poder porque mientras aquí se fomenta el caos y la violencia como política de Estado, del otro lado existe una estrategia para combatirlos.” (Pág. 230) El libro, además, incluye un glosario con los términos más comunes utilizados en la frontera para denominar todo un lenguaje en torno al poder de la guerrilla, sus aliados y detractores, que permite descifrar el discurso guerrillero desde sus propios códigos. Esta obra es de lectura obligatoria para todos aquellos que deseen conocer a fondo el problema fronterizo sin caer en los lugares comunes que, en ocasiones, ocultan o distorsionan a las propias realidades.

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Pacheco, C. (2009). Colección de libros digitales “Textos de la Comunicación” [Reseña de los libros: “La comunicación política como forma moderna de dominación”, de R. Cortés; “Comunicación e Investigación” de C. Arcila (coord.); y “Arqueología de la memoria escrita” de Y. Lugo; Editados por la ULA, 2009]. Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social "Disertaciones", 2 (2), Artículo 10. Disponible en la siguiente dirección electrónica:

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COLECCIÓN DE LIBROS DIGITALES “TEXTOS DE LA COMUNICACIÓN”

PACHECO, Cristal. Universidad de Los Andes - Venezuela pinkflooydcriss@hotmail.com Página 198 Universidad de Los Andes - 2009


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El Grupo de Investigación “Comunicación, Cultura y Sociedad” presentó el pasado mes de noviembre ante la Comunidad Universitaria la colección de libros electrónicos “Textos de la Comunicación”, conformada inicialmente por tres libros digitales producto del esfuerzo intelectual de los miembros de este Grupo de la Universidad de los Andes. El primero de los textos, que ya puede ser consultado en línea, está titulado “La comunicación política como forma moderna de dominación” del profesor Reinaldo Cortés, coordinador de la línea de Comunicación Política del Grupo de Investigación, quien presenta un estado del arte sobre la materia y reflexiona sobre el discurso político en Venezuela. Cortés desglosa una comparación pertinente entre comunicación y comunicación política, donde la primera se basa en la estructura comunicacional natural (emisorreceptor) y la segunda como las ideas que se enfocan hacia un fin específico, tomando como punto central el significado del ícono y del símbolo en torno a la retórica política, para hacer creer lo que se quiere con gracia y sutileza. Quizá el aporte más novedoso de este texto sea el capítulo referido al discurso del presidente venezolano Hugo Chávez. Cortés analiza el uso que de símbolos e íconos hace el mandatario nacional para la transmisión y reproducción de su ideología política, reconociendo la gran capacidad que tiene el jefe de Estado como “orador público”. Los otros dos textos también están ya a disposición de la comunidad académica. Uno de ellos es una compilación del profesor Carlos Arcila, titulada “Comunicación e Investigación. 25 años de Comunicación Social en la ULA”, en donde escriben autores de la talla de los profesores Marcelino Bisbal, Ramón González Escorihuela, José Sosa, Argelia Ferrer y Teresita Jiménez. Así mismo, participan en la redacción de los capítulos: Daniel Pabón, Carlos Arcila, Herly Quiñónez, Reinaldo Cortés, Carmen Valecillos y Patricia Henríquez. El profesor Bisbal, invitado central en esta publicación, muestra en su capítulo titulado “La nueva escena y el comunicador social” la importancia de formar comunicadores sociales, su rol ante la sociedad, qué representan ante ella, qué los diferencia de otros profesionales y lo más importante ¿vale la pena seguir formándolos? A su vez, hace un recuento de lo que es la comunicación social y el deber ser de ésta. Página 199 Universidad de Los Andes - 2009


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Un tercer texto, pertenece a la profesora Yariesa Lugo, miembro colaborador del Grupo editor, y lleva por nombre “Arqueología de la Memoria Escrita. El archivo histórico de La Grita”, el cual es producto de la línea de investigación que la docente ha llevado durante más de 15 años. En el libro, la profesora Lugo realiza una re-lectura del Archivo Histórico de la Grita, y debate sobre el proceso histórico de tenencia y propiedad de la tierra, un hecho que sus habitantes reclaman para la reconstrucción de su identidad. El texto incluye además una serie de gráficos y estadísticas que denotan el esfuerzo realizado por la autora para rescatar del olvido muchos documentos valiosos para la memoria histórica tachirense.

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