Un salón utilizado por la familia Fleischmann para oratoria, conciertos y distintas actividades; por su techo cóncavo que hacía que tuviera una acústica adecuada para dichos eventos.
Lo interesante de este techo es que se pueden observar querubines entrelazados y en cada esquina hay un querubín con los brazos abiertos para unirse a ese lazo de amistad; detalles que el Señor Hugo Fleischmann buscaba expresar con la arquitectura de cada espacio de su casa. Principalmente en este hermoso espacio, llamado El Salón de los espejos, amistad y negocios.