VIAJES

Vacaciones extremas en República Dominicana

Claudia Contreras O.

El ecoturismo es lo de hoy: destinos donde la naturaleza es el principal atractivo son los más buscados por los viajeros actualmente, ya que además de disfrutar de bellos paisajes y divertidas actividades, pueden experimentar algunas aventuras extremas.

Si buscas un sitio así, no lo pienses más y planea tus próximas vacaciones en República Dominicana, lugar idóneo para liberar adrenalina y darte un respiro del estrés que estamos viviendo desde hace casi un año. Ahí disfrutarás de atractivas actividades ecoturísticas que te permitirán reconectarte con la naturaleza.

Para que vayas tomando nota, hay dos lugares en especial que queremos recomendarte y que estamos seguros te ayudarán a dejar atrás los malos ratos que nos ha hecho pasar esta pandemia.

27 Charcos de Damajagua

¿Quieres experimentar una explosión de adrenalina? Éste es el lugar ideal porque si aceptas el reto de realizar todos los saltos, te aseguramos que saldrás más que relajado y revitalizado.

Ubicadas a una hora de Puerto Plata, las cascadas de Damajagua son el lugar perfecto para los viajeros que disfrutan practicar senderismo. El espeso bosque hace del recorrido toda una aventura gracias a la riqueza de flora y fauna que se disfrutará hasta la cima rocosa, donde inicia el descenso saltando o deslizándose por una serie de cascadas color turquesa, una emocionante experiencia que garantiza mucha diversión.

Los viajeros que deseen realizar un recorrido más corto pueden optar por visitar sólo siete cascadas. Aunque si quieres liberar todo el estrés acumulado debes completar la ruta porque sin duda es una gran aventura que despertará tus emociones con un golpe de adrenalina.

Este complejo natural es administrado por los locales, por lo que permite el desarrollo del turismo sustentable.

Parque Ecológico Ojos Indígenas

Si de convivir con la naturaleza se trata, nada mejor que el Parque Ecológico Ojos Indígenas, situado en Punta Cana, el destino preferido de los turistas internacionales.

El parque se ubica dentro del exclusivo complejo Puntacana Resort & Club, reserva natural de 1,500 hectáreas con increíbles senderos que conducen a un exuberante bosque tropical hasta llegar a una serie de 12 lagunas en las que, en su mayoría, podrás nadar o aventarte desde una pequeña plataforma.

La visita al Parque Ecológico puede complementarse al asistir a la Fundación Ecológica Puntacana, donde podrás ver los diferentes proyectos de sustentabilidad que desarrollan, entre ellos apicultura y compostaje de lombrices.

Un destino seguro

A través de este tipo de experiencias, Republica Dominicana invita a los viajeros a conocer y disfrutar la riqueza turística que ofrece, además de mostrarse como un destino resiliente y mantenerse en sintonía con las tendencias de viajes que marca la nueva normalidad.

Los turistas mexicanos que tengan deseos de retomar sus planes de visitar República Dominicana podrán hacerlo a través de Aeroméxico (vuelos directos) y Copa Airlines (vía Panamá), que han reactivado sus vuelos desde la Ciudad de México y Cancún a los principales aeropuertos del destino.

Por otro lado, República Dominicana implementa los protocolos sanitarios recomendados por las autoridades sanitarias nacionales e internacionales para

ofrecer un destino y experiencias seguras. Como parte de estos esfuerzos, las autoridades han puesto en marcha el Plan de Asistencia al Viajero, que se ofrece de manera gratuita a todos los turistas que lleguen al país vía aérea y se hospeden en un hotel hasta el 31 de marzo de 2021.

La cobertura del seguro inicia desde el momento de hacer check-in en el hotel, y cubre todo tipo de emergencias médicas, incluidas las causadas por un posible contagio de Covid-19.

Los viajeros deberán llenar un formulario digital de entrada y salida para facilitar el procedimiento migratorio, a través de tecnología contactless. Para ingresar al país no será necesario presentar una prueba PCR de resultado negativo, en su lugar se realizarán pruebas aleatorias no invasivas que utilizan el aliento para el diagnóstico.

L4, 1.5 litros 103 caballos Desde $299,990

Suzuki Ertiga

@RodrigoFischer de #Rin18

Hace unos días la pareja de un amigo me pidió una recomendación para comprar un coche. Sus prioridades fueron claras: “Tengo un presupuesto de hasta 350 mil pesos, necesito un muy buen rendimiento de combustible y mucho espacio en el interior, pero sin que sea un vehículo comercial”.

Con lo anterior, claramente la lista de opciones se redujo mucho. Luego de revisar mis notas acerca de los autos que he probado, decidí que la Suzuki Ertiga es justo lo que ella está buscando. Además lo tomé de inspiración para escribir este texto.

Para empezar, el rango de precios de Ertiga ronda entre los 300 mil y los 350 mil pesos. Todo depende, como es de esperarse, del nivel de equipamiento y el tipo de caja de velocidades.

Sea cual sea la versión, el motor es un cuatro cilindros de 1.5 litros, 103 caballos y 102 libras-pie, que puede ir junto a una caja automática de cuatro velocidades o manual de cinco marchas, cuyo consumo de gasolina ronda los 17 km/litro (5.8 l/100 km) en ambos casos.

Hasta aquí todo muy bien con el presupuesto, el consumo de gasolina, pero también con la posibilidad de deshacerse del pedal del clutch.

Sobre todo si consideramos el precio, el interior es indiscutiblemente uno de los más amplios que puede haber, sin caer en la categoría de vehículo comercial. Pero las buenas noticias no terminan allí, pues Ertiga ofrece siete plazas: los respaldos de la segunda y tercera filas pueden plegarse para brindar más espacio.

A los pocos días de la recomendación, efectivamente esta chica se decidió por comprar una Ertiga. Sí, al parecer mi consejo le sirvió, pero lo que más me sorprendió fue cuando me dijo: “Me encantó porque además de lo que me dijiste, también tiene aire acondicionado adelante y atrás, le puedo conectar mi smartphone (Android auto y Apple CarPlay) y, sobre todo, tiene cámara de reversa, ¿por qué no me dijiste todo esto también?”.

Me pregunto si debo sentirme culpable por no haberle dicho esto último.