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VIAJES
from EstiloDF Osvaldo
by EstiloDF
YELLOWKNIFE
LA CAPITAL DE LAS AURORAS BOREALES EN CANADÁ
¿Te has imaginado una noche teñida de colores que van desde el verde al morado como si fueran las luces del escenario de un concierto o la escena de una película de ficción? Más que un efecto o ilusión, la naturaleza muestra todo su esplendor ante los ojos de locales y viajeros por la noche; ninguna es igual a la anterior en los Territorios del Noroeste de Canadá.
Yellowknife, la capital de las auroras boreales, es la puerta de entrada para los turistas internacionales que llegan a diario para maravillarse con los atractivos naturales del lugar. Gracias a su ubicación, justo debajo del óvalo auroral del hemisferio norte y sus suelos planos -sin grandes montañas y lejos del mar u océanos que por lo general crean niebla-, es el destino idóneo para disfrutar de las luces danzantes en el cielo.
Localizados entre Yukón y Nunavut, y arriba de Columbia Británica, Alberta y Saskatchewan, se encuentran los Territorios del Noroeste de Canadá. Tienen una extensión que cubre 1 millón 170 mil kilómetros cuadrados y una población de 42 mil habitantes (20 mil en Yellowknife), por lo que no faltan espacios abiertos para escapar de la vida de la ciudad y conectar con la naturaleza.
Para llegar a la capital desde México hay aerolíneas canadienses que ofrecen vuelos diarios y conectan con Ottawa, Calgary, Vancouver y Edmonton, principalmente, para luego llegar al destino tan esperado. Nunca ha sido tan fácil llegar a los Territorios del Noroeste.
LUCES SERPENTEANTES EN EL CIELO
Las auroras boreales son un fenómeno natural que sucede cuando las partículas solares chocan con el campo magnético de nuestro planeta, el cual actúa como un escudo protector de agentes cósmicos externos. Sin embargo, algunas partículas logran ingresar por los polos, lo que produce este juego de luces de colores únicas en las zonas circumpolares, es decir, cercanas a los extremos de la tierra.
Este magnífico espectáculo de la naturaleza lo puedes apreciar desde mediados de agosto hasta las primeras semanas de octubre, una época ideal para quienes desean disfrutar los colores del otoño y la luminiscencia en el cielo sobre los lagos. Si lo prefieres, espera la llegada del invierno, que va de finales de noviembre a principios de abril, para complementar tu experiencia con la nieve a tu alrededor. Durante estas dos estaciones, la probabilidad de ver auroras boreales en esta parte del mundo es 98% más alta que en cualquier otra.
MÁS DIVERSIÓN
Si pensabas que lo único que podías encontrar en el destino eran las auroras boreales, te sorprenderá saber todo lo que puedes hacer. Quienes visitan por primera vez la capital quedan asombrados por la oferta variada de servicios y comodidades de la metrópoli rodeada por la naturaleza, sin perder la riqueza histórica y experiencias para apreciar el legado de los primeros habitantes que se establecieron alrededor del lago Great Slave.
Inicia el recorrido con una visita al Centro de la Herencia del Norte del Príncipe de Gales. Este museo cuenta con recorridos diarios sin costo para conocer la exhibición de objetos e información de las comunidades de pescadores que se establecieron alrededor del lago. Además de conocer más acerca de la vida del Norte, también tiene un restaurante con cocina local.
Años atrás la capital de los Territorios del Noroeste fue un importante centro minero que durante años fue la región con mayor producción. Ahora Yellowknife se volvió famosa por sus minas de diamantes, pues generan la mayoría del abastecimiento de esta piedra preciosa de todo Canadá. Además de visitar el Centro del Diamante para aprender un poco más de su historia en una exposición interactiva, también podrás comprar alguna joya como recuerdo.
Hay un número ilimitado de experiencias gastronómicas, culturales y naturales que se pueden vivir en los Territorios del Noroeste (www.spectacularnwt.com).
CUPRA FORMENTOR
@RodrigoFischer de #Rin18
Me gusta muchísimo que en la comunicación oficial, la marca describa al Formentor como un “SUV de corte coupé”. Pienso que no sólo es honesto, sino que abraza por completo la tendencia SUV sin ningún complejo. Todo un acierto.
Para dar un poco de contexto me parece justo decir que el Formentor es un coche que combina lo mejor del León con lo mejor de Ateca. Es, digamos, un punto intermedio entre ambos. Sin embargo, el Formentor es un CUPRA desde su concepción, lo que significa que se trata de uno de los SUV más dinámicos de su tipo.
Hablando de dinamismo, éste empieza por su motor de cuatro cilindros con turbo de 2.0 litros, 310 caballos y 295 libras-pie, acoplado a una caja automática de siete marchas. Un detalle particular es que toda la fuerza del motor baja al suelo por medio de un sistema de tracción integral (4Drive), algo que lo adhiere más al asfalto, sobre todo al acelerar y virar.
Gracias a ello el Formentor puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos, y llegar hasta los 250 km/h. Claramente, lo dinámico es lo suyo.
Pienso que los aspectos estéticos han sido muy bien ejecutados. En general, las proporciones del auto son muy buenas, de ahí su claro atractivo visual. Los rines de 19 pulgadas son parte de lo anterior, además dejan ver los componentes del sistema de frenos.
Por dentro, la calidad de acabados, ensambles y materiales sorprende de lo buenos que son. Me atrevo a decir que en este aspecto lo que CUPRA ha logrado está al nivel de Audi.
Como no podía ser de otro modo en estos tiempos, el Formentor ofrece no sólo un completo sistema de info-entretenimiento, compatible con Android auto y Apple CarPlay, sino también un cargador inalámbrico para smartphones, y múltiples entradas de USB.
La pantalla central y el cuadro de instrumentos digital no sólo trabajan muy bien, sino que combinan perfectamente con las diferentes texturas que pueden verse y tocarse. No me queda duda del empeño que han puesto en este CUPRA.
Para los fans del Barça, sepan que el Formentor no sólo es el coche oficial del club, sino que al igual que los azulgranas, es todo un barcelonés con todas las letras: habla español, pero también es uno de los ciudadanos más globales del mundo. ¡Bien ahí, Martorell!